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Interés compuesto
Interés compuesto
El interés compuesto es aquel interés (porcentaje de dinero) que se va agregando de modo progresivo al capital inicial de una inversión. Se le llama "compuesto" porque el cálculo de los intereses toma en cuenta los montos ya acumulados, que crecen gradualmente, por la suma de nuevos intereses.
Esta acumulación supone que los intereses siempre se reinvierten, lo que resulta en un crecimiento exponencial de los fondos a largo plazo. De esa forma, el mecanismo del interés compuesto permite generar más rendimientos a futuro.
El interés compuesto funciona de tal manera que al añadir intereses -o más capital- al saldo inicial de la inversión, se hace un cálculo actualizado del próximo periodo de intereses de acuerdo con el nuevo monto acumulado.
Por ejemplo, tienes $ 1.000 y los depositas en una cuenta de ahorro que ofrece un 5% de interés anual. Al final del primer año, recibirías $50 por concepto de intereses.
Para el segundo año, el cálculo de los intereses no se hará sobre la base de $ 1.000, sino de $ 1.050. Lo que implica que para el segundo año, los intereses serán de 5% sobre $ 1.050, y a la cuenta se abonarán $ 52,50. Y en el saldo total se verán reflejados $ 1.102,50.
Inversiones con interés compuesto
En el mundo financiero existen diversas opciones de inversión que potencialmente pueden generar intereses compuestos. A continuación compartimos una lista que va desde las más sencillas a las más complejas.
Cuentas de ahorro bancarias
Numerosos bancos ofrecen cuentas de ahorro con pago de intereses. Si los ahorristas deciden mantener las ganancias de los intereses, sumadas al saldo acumulado, poco a poco los montos aumentarían. Esto produciría más rendimiento con el correr del tiempo.
La desventaja es que los intereses ofrecidos por las cuentas de ahorro bancarias suelen ser bajos. La ventaja es que es que los fondos, por lo general, están protegidos. Por consiguiente, el riesgo de perderlos es diminuto.
Depósitos a plazo renovable o 'certificados de depósito'
En estos, los clientes de una entidad financiera realizan un depósito mediante un contrato. Se pauta el periodo de tiempo para la devolución del capital más los intereses. Para que puedan generarse intereses compuestos, es necesario renovar el periodo del depósito a su vencimiento, reinvirtiendo toda la cantidad recibida en cada plazo.
Los depósitos a plazo también se consideran inversiones de bajo riesgo. Es importante considerar que en estas inversiones, el dinero depositado no estará disponible para ser retirado antes del vencimiento del contrato. Cuando se permite acceder a los fondos antes del cumplimiento del plazo, es habitual que se cobre una penalidad.
Fondos de inversión
Existen múltiples tipos de fondos de inversión, como los fondos indexados, fondos mutuos, fondos de inversión cotizados (ETFs por sus siglas en inglés), etc.
Si se invierte dinero en un fondo que cotiza en la bolsa de valores, se espera que los instrumentos financieros adquiridos (acciones principalmente) incrementen su valor conforme pasa el tiempo. Aunque la renta en estos casos es variable, y no fija, el crecimiento año a año genera el efecto de la composición.
El riesgo de estas inversiones es muy variable, y depende del tipo de fondo en el que las personas deciden poner su capital. Hay fondos conservadores, fondos moderados y fondos agresivos, con alto apetito por el riesgo.
Los fondos de renta variable tienen este riesgo porque están sujetos a la volatilidad del mercado. No obstante, también crean una expectativa de mayores ganancias para los inversores cuando las cosas andan bien en la economía.