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Comprendiendo algunos aspectos de la Teoría de la Política Internacional Sebastián Vigliero* ·: .. Nuestro entendimiento de las relaciones in ternacionales no puede esperarse que sea perfec to o final, en ta forma de verdades eternas. En efec to, el mero propósito de la producción de conoci miento es presumiblemente utilizarlo para cambiar - o mejorar- alguna dimensión de la existencia hu mana ... " J. Martín Rochester, 1986 El debate teórico de las relaciones internacionales entre el realismo estructural y el institucionalismo surge a partir de dos conceptua lizaciones distintas: la primera - el realismo estructural- describió a las relaciones internacionales a partir del comportamiento estructural sistémico del cual formaban parte actores inter-estatales, mientras que la segunda - el institucionalismo - logró dar una explicación acerca de la dinámica de los procesos que se dan entre actores inter-estatales, actores institucionales y sociales. Esta diferenciación dio lugar a un grnn deiplkgue académico en torno de .ambas escuelas, proliferando partidarios o criticas de una y otra con la finalidad de reexaminar el núcleo duro para generar conceptos complementarios. Tampoco faltaron quienes intentaron refutar alguna de las dos rJrandes teorías, con intención de mante ner viva la otra. Finalizada la guerra fria, el realismo estructural co menzó a recorrer una larga crisis paradigmática. Pero no por ello debe suponerse un triunfo del institucionalismo, sino que deben estudiarse sus aportes teóricos, el legado del neorrealismo, y la comple mentariedad existente entre ambos, tales que permitieron el avance de la disciplina hacia nuevas cuestiones surgidas a partir de un con texto mundial diferente. rrn t:rrllil\I hJ\ln \/l J\10 Q COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• El aporte teórico-metodológico hacia fines de los 70' y"comienzos de los 80'. "Teoría de la Política Internacional" de K. Waltz editado en 1979 ofrecía una metodología de estudio de las relaciones internacionales que tenia como premisa principal que el entendimiento de la política internacional era consecuencia de una investigación científica dada a partir del estudio de ciertas regularidades de los sucesivos hechos que ocurrían en la realidad. Estas regularidades eran el µroducto de un pro ceso experimental y de la asociación de los hechos que permitirían des cribir diferentes comportamientos. Esto era lo que Waltz denominaba la primera parte de la investigación o la "constitución de leyes" 1 • Una segunda parte sugería que esa elaboración descriptiva y explicativa del comportamiento de aquellas leyes o regularidades permitirían al inves tigador idear un concepto acerca de las generalidades observadas, de manera más crítica y especulativa, habilitándolo para la consecución y formación de una "teoría"2 • Tanto la "constitución de leyes" y la posterior "formación de teo rías" serían los elementos con los que el observador podría interpretar una tercera parte, consistente en una mecánica de "causa y efecto del conjunto"3 producto del agrupamiento colectivo de las partes integran tes, inmersas dentro de un sistema determinado. Luego de que Waltz manifestara sus principales postulados acerca del método científico del. neorrealismo para interpretar la realidad de las relaciones internacionales, los años 80' dieron paso a la búsqueda de una metodología complementaria que permitiría enfocar esta reali dad desde otra óptica. Dicha búsqueda no tuvo que dejar de lado los antiguos preceptos del realismo clásico4 , sino r¡ue considerándolos, algunas investiQacio nes se propusieron como meta "examinar algunos de sus temas centra les y determinar su relevancia para el análisis de la interdependencia política "5 • Otros estudiosos de teoría de las relaciones internacionales tuvieron por objeto la comprensión de un fenómeno al que las unida des interestatales no estaban ajenas: el cambio. El "cambio" implicaba una relación social6 entre los actores que variaba según el tiempo y el espacio en el que se desarrollaban los acon tecimientos y que configuraba a su vez un proceso histórico y dinámi co. J.G. Ruggie recomt>nrló no abordar el estudio de las relaciones in- ternacionales a partir de la premisa que suponía la existencia de unida rles en forma separarla.;;, enfatiz:rnrlo por el contrario, que el objeto de estudio de la disciplina debía ser algo más que eso: debería profundi zar el conocimiento acerca del comportamiento de los actores interna cionales (Estados e instituciones). En el caso de los Estados, su primera cualidad debía ineludiblemente continuar siendo el de ser soberanos, pero permaneciendo al mismo tiempo cada uno "diferenciados"7 (y no aislados como entre sí) dentro de un contexto mundial dadoª. La finalidad de Ruggie fue la de ense ñar al estudiante de relaciones internacionales a desenmascarar el nú cleo duro del carácter sistémico, en cuyo interior existía un "proceso", en el cual intervenían actores sociales dinámicos. Desde un punto de vista epistemológico, R. Keohane abordó el es tudio de la política internacional retomando lo que el filósofo l. Lákatos ( 1970) denominó "programa de investigación como parte de la respuesta de patrones de evaluación por pane de T. Kuhn" 9 : El mismo tenia como premisa básica proteger el "núcleo duro" de la investigación científica, construyendo para tal fin hipótesis auxiliares que fuesen progresivas y asignasen en consecuencia, un continuo crecimiento de nuevos hechos. Estas hipótesis adicionales eran las encargadas de ampliar la capacidad de entendimiento de la realidad en cuestión, guiando permanentemente al investigador en el curso de su investigación. Es así que C. Geertz, a través de la teoría antropológica, argumentaba que sería factible desa rrollar una descripción general, no ya a partir de la codificación de re gularidades abstractas de los diversos casos, sino habiendo generaliza do dentro de ellos10 • Siguiendo el caso en estudio, tanto Keohane como Nye no negaron en "Poder e interdependencia revisada" de 198.7 - tra bajo posterior a "Poder e interdependencia"- la postura realista clásica, sino que por el contrario, pretendieron estudiarla en un contexto de interdependencia, siendo su deseo teorizar bajo los preceptos de la teoría liberal 11 • Esto demuestra que autores como Keohane y Nye, que de al guna manera convivieron y se educaron dentro de la escuela clásica realista, retomaron su aprendizaje y lo adaptaron a nuevas circunstan cias evitando mostrar al liberalismo institucional y al realismo como dos teorías escindidas sin ningún parentesco de por medio. Esto lo explica B. Buzan cuando presenta al realismo como un argumento que ha per manecido central dentro de la teoría de las relaciones internacionales a . lo largo de los años, fruto de su permanente "readaptación" y (OLECCION AÑO VI Nº 9 165 "reinvención". Además Buzan sostiene que "la interdependencia no ha sido un sustituto de la política de poder, sino un nuevo marco para estudiarla" 11 • En todo caso, el progreso académico produjo como da cuenta J. Rochester - la aceptación creciente de un nuevo paradigma en las relaciones internacionales que fue capaz de desafiar al paradig ma realista, pero sin dejnrlo de 1ado13 • Desde una óptica distinta, el marxismo también fue (y sigue sien do) una forma cientíticamente viable que aportó mucho a la compren..: sión de las relaciones internacionales. Uno de sus precursores, R. Cox, partió de la base de entender el "materialismo histórico" como una teoría crítica que explicaría la realidad de manera progresiva e histórica, sir viéndose de tres conceptos: "las ideas", entendidas como un significa do intersubjetiva, las "instituciones" como la imagen colectiva que re flejan las relaciones de poder, y las "capacidades materiales" interpre tadas como la potencialidad lógica y organizadonal. Más aún, para una mejor comprensión delestudio de la política internacional, Cox reorientó aquella conceptualización de materialismo histórico y la identificó con otros tres niveles diferentes: ''la internacionalización de la producción"14 , a través del cual los países llevan a cabo sus procesos industriales; las "formas de estado'' 1 ~ y su relación con la estructurn de clase; y los pro pósitos del futuro "orden mundial" 16 a partir del posicionamiento de los diferentes actores y la relación de fuerzas dentro del proceso mismo de internacionalización de la producción, como también d~ las relacio nes de poder dentro del Estado. Es decir que el "neo marxismo" surgi do en la década de los 60' comenzó a retomar y a reinterpretar al mar xismo tradicional a partirtío sólo de categorías económicas específicas y distitJtas, sino también a partir de "una coyuntura concreta de una situación histórica determinada" 17 • Hosto aquí, el estudiante de relaciones internacionales debe adver tir que además de los distintos puntos de vista que definen una teoría, existen otras disciplinas. como "la teoría social" 18 -que comprende el estudio del comportamiento de una sociedad-, en las que podrá hallar herramientas conceptuales que sirvan como base de análisis para for mular los conceptos tanto del neorrealismo como del institucionalismo en las relaciones internacionales. La gran variedad de disciplinas no fácticas en las ciencias sociales marcaron una época (y aún hoy están vigentes) y posibilitaron trazar líneas de pensamiento posteriores que de alguna manera influenciaron a las relaciones internacionales: Sassure 166 (OLECClON AÑO Vl Nº 9 en el análisis del lenguaje, Durkheim en sociología, Levi-Strauss en antropología, Piaget en la psicología, entre otros, (todos estos euro peos) desarrollaron conceptos desde un sentido hermenéutico (tenien do en cuenta el historicismo y el subjetivismo). En cambio Deustch, Merton y Parsons - todos ellos estadounidenses- junto a otros, pensa ron y escribieron teniendo en cuenta un sentido estructural y ahistórico. La apertura de las relaciones internacionales hacia otras disciplinas contribuyó también a ampliar y a reforzar fundamentos teóricos. Un ejemplo de ello es el importante rol jugado por la relación entre "el poder" y "la economía". R. Gilpin decía que el alcance del estudio de las relaciones internacion;:iles no rlebí;:i limitarse sólo al estudio el po der, sino que por el contrario debía también remitirse a las relaciones económicas internacionales. Ejemplificaba la preocupación de algunos autores clásicos -como la de Tucídides- quienes al escribir, ya habían dejado remarcado que el poder económico también era un elemento político social significante. 19 Refiriéndose a los clásicos de principios del siglo XX, Gilpin agrega ba que "el mismo Morgenthau dedica muchas páginas al imperialismo económico y a la base económica como poder nacional". La relación o convivencia entre política y economía permitiría una síntesis más com pleta que cualquier análisis que intentara separarlas; "la ligazón entre lo político y Jo económico provee una mejor explicación de lo que su cedió en la década pasada - los 70'- y da cuenta mejor de las razones que causaron las crisis mundiales"2º. En advertencia a esto, Keohane y Nye aseguraban que "el liberalismo incluso examina la acción del Esta do pero dirige al mismo tiempo su atención hacia otros grupos. Para los pensadores liberales, el incentivo económico rs tan importante como la preocupación por los temas de seguridad"21 • Con posterioridad a su obra publicada en 1979, K. Waltz - como exponente máximo del neorrealismo- reforzó a mediados de los 80' la visión sistémica de las relaciones internacionales, explicando Jos cam bios sólo a nivel de la estructura y dando respuestas a los trabajos aca démicos que cuestionaron sus postulados metodológicos de Jos 10: Estos cuestionamientos provinieron de parte de un importante sector del es tablishment de las relaciones internacionales interesado más en la bús queda de una teoría que hiciera énfasis en el nivel de "proceso" y el "cambio" ocurridos dentro de la estructura waltziana. Waltz aceptó la preocupación por parte de Ruggie y admitió "cuán dificultoso es man- (OLECCION AÑO VI Nº 9 167 tener en forma distinta y separada a las unidades y a la estructura"n. Pero a pesar de las críticas, subrayón que la teoría sistémica sólo tenía por objeto teorizar a partir de lo "más importante" y "visible" acerca de dinámica internacional. El comportamiento estructural obedecía al entonces contexto de guerra fría imperante, habiendo sido las armas nucleares el objeto de análisis que representaba a las capacidades de las unidades. Sus críti cos observaron sin ~mbargo una omisión en el estudio del "proceso", a lo que Waltz justíficó aclarando que un aná lisís en el nível de proceso no era relevante al objeto de su estudio. Si bien no se desestimaba24 el estudio de política doméstica de cada unidad interactuante, lejos de su voluntad estaba desarrollar una Teoría del Estado. Cuestionamientos y bondades atribuidos al neorrealismo. Lo descripto hasta aquí pretende ser una breve guía sobre las prin cipales cuestiones metodológicas vertidas por los diferentes puntos de vista acerca del tema. En primer lugar, el pensamiento institucionalista de R. Keohane y J. Nye criticó al neorrealismo de K. Waltz por haber omitido la existencia de actores sociales relevantes como las instituciones, entendidas como organizaciones internacionales donde los estados dirimen sus problemas. Esto hizo necesario que_la disciplina de la política internacional fuese abordada más como un estudio de la política mundial que como uno de orden. internacional. H. Bull dijo, "el orden mundial es más amplio que el orden internacional porque para tener una idea debemos no sólo convi vir con un orden entre Estados sino además con un orden en una escala doméstica o municipal, provista con Estados y con un orden donde és tos sean sólo una parte del sistema político mundial"25 • En consecuencia el estudio de las relaciones internacionales debía ser entendido a partir de una teoría capaz de ser inteligible y más predictiva26 posibilitando ello no sólo la observación del comportamiento de las varía bles y sus conse cuencias estructurales, sino también, la factibilidad de un método ontológico que abarque el análisis del proceso histórico y presente. Pero sin duda Waltz contribuyó - en gran medida- a enriquecer la teoría de las relaciones internacionales, siendo él quien "desafió al 168 COLECClON AÑO Yl Nº 9 conductismo para que hubiese un método más científico en relaciones internacionales"27 • Sus primeros seis capítulos de "Teoría de la política internacional" no deberían ser dejados de leer por ningún estudiante que se dedique a estudiar dicha disciplina, porque demuestran la rigu rosidad científica con la que son explicadas las relaciones internacio nales. Incluso los críticos contemporáneos de Waltz sacaron a relucir las bondades de su obra del 79'; J. Ruggie dijo que "el libro en discu sión es una de las contribuciones más importantes a la teoría de las relaciones internacionales desde "'Man, State and War"28 , también de Waltz. R. Keohane manifiestó que "el programa de investigación estruc tural realista es un desarrollo intelectual impresionante; un elegante, parsimonioso y riguroso instrumento deductivo para el descubrimiento científico "29 • Aporte teórico-metodológico hacia los 90'. Admitidos los alcances de una y otra escuela teórico-metodológica, el debate de fines de la guerra fría iría adoptando como metodología de investigación, un análisis más "complejo" de las relaciqnes inter nacionales, hallando un conjunto de parámetros que posibilitarían abordar en forma científica aquella dinámica de proceso y de cambio originalmente propuestas por Ruggie. La discusión permitiría bajar el núcleo duro del estudio de la política internacional desdela "alta po lítica" hacia la "baja política", pudiendo concentrar -según Baldwin el estudio del debate contemporáneo de los 90' en la naturaleza y consecuencias de la anarquía dentro de un escenario de cooperación internacional, de ganancias relativas versus las ganancias absolutas, de objetivos del Estado, de intenciones y capacidades de los actores, como también dentro de las institituciones y regímenes internacio nales30. Respecto de la anarquía, Baldwin sostiene que "si bien es entendi da como el caos, visto desde el punto de vista hobbesiano, tanto el neorrealismo como el neoliberalismo están de acuerdo en que la políti ca mundial exhiba cierto orden".31 A pesar de ello, Baldwin invita a los estudiantes de relaciones internacionales a buscar diferentes definicio nes de anarquía y hallar las causas por las cuales se le atribuyen dicha definición32 • (OLECCION AÑO VI Nº 9 169 Como idea más ancestral y originaria acerca de la anarquía, Waltz, en su tésis doctoral publicada en 1959 decía que "nuestros infortunios son, inevitablemente, el producto de nuestra naturaleza. La raíz de todo mal se encuentra en el hombre, y, por consiguiente, él constituye en sí mismo, la raíz del mal específico: la guerra" 33 • Años después concibió a la anarquía como el elemento fundamental para entender la estruc tura internacional, donde el principio ordenador imperante hacía que las unidades actuaran de manera racional y que mediante la autoayuda maximizaran su poder. En cambio en la actualidad, H. Milner sostiene que la anarquía es la falta de gobierno34 , cuestionándose a su vez el significado de esa ausencia -"en términos de Waltz el gobierno supo nía un concepto weberiano del poder: el gobierno eomo legitimidad que se adjudica el monopolio de la fuerza"35 -, aclarando que "otros investigadores asocian esta idea de gobierno menos con el poder, que con la existencia de instituciones y leyes que mantienen el orden". Ade más, asegura que si el estudio del sistema internacional es abordado desde la política doméstica como "una iniciativa jerárquica, adonde tanto Estados, como agencias e instituciones guardan una relación de sub ordinación "36, no se podría definirse exactamente qué es la autoridad o quién la conduciría, debido a la inexistencia de un sólo polo de po der, en el cual no hay un orden jerárquico determinado. En consecuen cia, Milner enfatiza que la mejor forma de entender al sistema interna cional es "analizándolo de manera descentralizada, pudiéndolo medir en un continum y no en forma dicotómica" y "tener en cuenta qué tema está en discusión (ej. si ~I derecho de pesca, el de uso de armas nuclea res, o el del control de los derechos del mar) y en qué momento el mis mo se gesta".37 Agrega que "es dificil asumir la postura de Waltz en cuanto a si todos los Estados son o no iguales según sea la distribu ción de sus capacidades"38 ya que "la distribución de los recursos in ternacionales crea una división del trabajo tal entre los Estados, exi giendo ello una diferenciación y jerarquización que proveen mecanis mos de gobierno tanto para los Estados como para los individuos"39 • Distintamente para A. Stein, la anarquía es entendida como un es cenario donde imperan la coordinación y colaboración de los regíme nes internacionales, destinados a formular diferentes interacciones que explican bajo qué condiciones recobran auge, o en su defecto, qué fac tores Jos llevan a perder consistencia40 , considerando que aún perma neciendo vigentes las instituciones internacionales, las políticas 170 CoLECCION AÑO v1 Nº 9 instrumentadas por los gobiernos soberanos seguirán siendo sin em bargo en función de sus propios intereses·11 • A µe~ar de sus intereses, los actores deciden racionalmente, se coordinan - en cuanto al respeto de las reglas de juego- y colaboran en un amhiente de regímenes in ternacionales. Stein se refiere en primer lugar al estudio sobre el "juego del dile ma entre actores", donde los participantes están expuestos necesaria mente a un "joint decision making", acordando la búsqueda de ines perados subóptimos: a lo que denomina "dilema de intereses comu nes"42. Dice que "si bien ocurre que ninguno de los actores involucrados prefiere ]¡:¡ misma pauta que el otro, acuerdan en que hay una situa ción que se puede evitar"43 , y que ninguno de ellos podrá contar con una estrategia que tienda a prevalecer por sobre la riel otro. A esto lo denomina "dilema de aversiones comunes". A partir de estos dos con ceptos elaborados, Stein recalca que el "dilema de intereses comunes" no podría sobrevivir sin la cooperación entre los actores, al mismo tiempo explica que las ganancias relativas serán quienes predominen en el "di lema de aversium:~ rnmunes", siendo indispensable por parte de cada actor, dejar de lado la búsqueda de ganancias absolutas. En la medida de lo posible ninguna situación en las relaciones in ternacionales es dejada en manos de la anarquía porque "las expecta tivas son de suma importancia" y sirven "como base para recrear reglas y convenios internacionales"44 • Fue "John Elster quien definió a Ja política como el estudio de la trascendencia del dilema del prisionero", ideando conductas racionalmente factibles que hicieran de la coopera ción internacional una herramienta de seguridad45 • Elster sostenía que "la teoría de la elección racional es, antes que nada, una teoría norma tiva. Nos dice qué es lo que deberíamos hacer para alcanzar nuestro propósito de la mc::jor manera posible. No nos dice cómo rleberían ser nuestros propósitos"46 • C. Lipson describe claramente cuán importantes resultan ser las ins tituciones internacionales bajo un contexto de anarquía: "la ausencia de garantías es un riesgo esencial para las relaciones internacionales, como así también un obstáculo para llevar adelante tratados, contra tos y acuerdos"47 , siendo estos últimos tres, íngredientes indispensa bles para la constitución de regímenes internacionales. Los regímenes internacionales serán quienes "estimulen una estrategia basada en la reciprocídad, teniendo por finalidad una cooperación estable entre ac- (OLECCION AÑO Vl Nº 9 171 torcs cgoístas"'lll, haciendo viable una convivencia política que no de penda de un estricto control central. Para llevar a cabo la cooperación internacional bajo un esquem;i de dilema del prisionero, es menester contar con cuatro elementos vita les4Y: percepciones contingentes, capacidad de monitoreo del otro, fuerte determinación del interés buscado y, diferencias moderadas entre los costos para la cooperación y la deserción. Estos cuatro elementos ofre cen un amplio entendimiento de las yanam:ias rt:'lalivas y seriin deter minantes en todo el proceso de negociación, sabiendo "que el conoci miento acerca de los costos y estrategias del otro será relevante para un actor A que busca cooperar con otro actor B"50 • Lipson dice que "los gobiernos no eligen las tácticas alternativas como un simple pro ceso de decisión, sino que lo hacen teniendo en cuenta la maxirnización de sus beneficios y asegurando un costo mínimo; por el contrario, es el producto de una negociación política mediada" 51 , donde los actores involucrados intentan traspasar una situación de anarquía y verse en vueltos en una de seguridad, intentando cada uno maximizar ol mis mo tiempo, sus costos y ampliar los márgenes de ganancia en base a sus intenciones y a sus capacidades. Las estrategias adoptadas por los actores no deben ser necesaria mente analizadas como un paso dado desde un estado de anarquía hacia otro de armonía, sino como un estado de permanente cooperación. Para conseguir un estado de armonía, se requiere de una identidad comple ta de intereses previa, mientras que un estado de cooperación "sólo puede tener lugar en situas~nes donde haya una mezcla de intereses complementarios"52 • Axelrod y Keohane sostienen53 que es impensado considerar para el estudio de la cooperacióninternacional sólo el con texto mundial y la forma en que los actores interestatales interactúan. Estos deben evaluar cómo alteran e influyen a dicho contexto, y con templar la formación de instituciones provistas de principios, normas, reglas y procedimientos de conducta en las relaciones internacionales. Los puntos que ambos autores consideran pertinentes para Ja puesta en escena de una estrategia de rooperarión son54 : rn primer lugar, "los costos impuestos por la estructura" que rodea la situación y que gene ran preferencias mutuas o conflictos. Los costos que Ja estructura in ternacional puede imponer -considerando que la percepción está fue ra del alcance de los actores- es impredecible por los mismos55 • En se gundo lugar, "la sombra del futuro"56 , serfa como un estado de incer- 172 COLECClON AÑO Vl Nº 9 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• tidumbre pero dotado de la posibilidad de asegurar a los actores rn pugna la presencia de un ambiente de cooperación. Estos factores ha rán posible el hallazgo de los horizontes dé' larga data, la regularidad de intereses, la información acerca de los demás y un logro más rápido del entendimiento acerca del cambio en las acciones del otro. En tercer lugar se tiene que la habilidad de los gobiernos para cooperar en un juego de motivaciones mixtas no es afectada ni por los costos que impone la estructura ni por la sombra del futuro sino por "el número de actores involucrados" en el juego y en cómo sus relaciones están estructuradas57 • Una efectiva reciprocidad debe ser el resultado de una identificación de los actores entre sí y de sus aspiraciones, pudiendo ellos a posteriori foca fizar su contraofensiva o estrategias y llev;ir a cabo medidas de largo plazo que tiendan a coaccionar uno al otro58 • Una vez tenidos en cuenta estos tres puntos, Keohane y Axelrod se reñeren a cómo sería el contexto donde la interacción entre los actores tomaría parte, y bajo qué categorías teóricas se lo podría identificar. El contexto dt:lit: st:r pt:ns<:H.lu rnmo un proceso de la interacción caracte rizado por juegos llevados a cabo en múltiples niveles tal que permitan a sus actores desenvolverse con eficacia y reciprocidad en la elección de estrategias de cooperación59 ; los actores llevan adelante vinculación de cuestiones, involucrando áreas temáticas diferentes de la agenda de un actor con respecto a las del otro, como así también un "linkage" entre los temas de política doméstica con los de política internacional. Esto los lleva a que puedan quedar sujetos a la compatibilidad o in compatibilidad entre juegos de cooperación que envuelven y se sobre ponen a actores con diferentes capacidades. Todos estos aspectos son los que en definitiva, están inmersos en el contexto de las relaciones internacionales, y los que la teoría considera que alientan o inhiben la cooperación internacional. Es por ello que la interacción deberá tomar lugar en un clima donde "los gobiernos tengan incentivos de practicar la reciprocidad en una variedad de situaciones caracterizadas por la mezcla de conflictos e intereses complementarios"6º. La cooperación internacional y sus limitaciones pasaron entonces a representar en los 90' uno de los ejes del debate entre los partidarios del realismo estructural y los institucionalistas. De lo anteriormente descripto, J. Grieco 61 entiende que si el institucionalismo sostiene que el "engaño" es atractivo al juego del dilema del prisionero porque cada jugador podrá maximizar su recompensa -Axelrod subrayó la impor- (OLECClON AÑO VI Nº 9 173 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• tancia sobre "qué estrategia producirá un jugador que le haga rendir el "score" más alto posible"1' 2 , entonces los neolíberales estarían retomando la tradicional definición de interés en términos de poder desde el realismo político. Grieco dice que esto generaría una "coope ración condicionada" donde los actores podrían actuar según su pro pio interés y una "conducta individualista"donde su "estrategia posicional" condicionaría a la potencial estrategia de cooperación. Esto estaría demostrando "el peligro de que alguno de ros jugadores de ra cuntkr1da tienda a acumular más poder que el otro"G3 • Siguiendo esta misma línea de pensamiento, D. Snidal desarrolla un modelo para examinar las ganancias de las ganancias relativas en si tuaciones de dilema de prisionero en donde participan más de dos ac tores, llegando a la conclusión general de que el incremento del núme ro de actores en disputa hace que crezca en forma "dramática" la posi bilidad de que la excesiva cantidad de ganancias relativas impidan la cooperación64 • Esto lleva a que "cuando los Estados se preocupan sólo por sus ganancias relativas, las relaciones pueden desarrollarse como un juego de suma cero, produciéndose un repontenciamiento de la competencia donde cada Estado buscaría maximizar sus intereses, mi nimizando la cooperación"65 : "Si las ganancias absolutas son hechas en el marco del dilema del prisionero, al incorporar las ganancias rela tivas, hacen que aquel se intensifique y que la descentralización de la cooperación sea más difícil"66 • Snidal estima que la relación de coope ración más óptima debiera -darse entonces en un plano intermedio, es decir a partir de un número "limitado" de actores tal que exijan un involucramíento "medido" de ganancias relativas. R. Powell avanza aún más, agregando al tradicional escenario de dilema del prisionero de entre dos actores A y B -que emprenden es trategias a 1, a2 y b l, b2- otro escenario donde ambos emprendan es trategias a 1, a2, a3; b 1, b2, b3, teniendo la posibilidad de llegar a una "tercera alternativa óptima -a3 ;b3". Dice que una economía abierta, la base de la construcción de una "estrategia de tarifas óptimas" será donde cada actor manifiesta su subóptimo como la mejor alternativa y donde puede además ceder lo mejor de sí al otro. Pero advierte <]Uf' C'u~ndo cada uno de los actores comience a percibir que el otro le produce mayores costos -como ser excesivas tarifas y restricciones comerciales , el nivel de intercambio entre ambos tiende a disminuir y a contraerse. En consecuencia, "el juego representa el caso donde cada Estado gana COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• si es el único que impone tarifas al otro, pero, ambos Estados pierden si además entre ellos se imponen tarifas restrictivas, tal que deje a ambos en peor situación que en la de un contexto de economía libre. Si am bos Estados cierran sus economías, entonces cada uno de ellos embar ga al otro, no generándose ganancia relativa alguna e inhabilitando toda posibilidad de comercio"67 • De lo expuesto, se puéde ir enfatizando que en primer Jugar, las ganancias relativas en las relaciones internacionales recobran vigor a partir de Ja intersección entre los asuntos domésticos con los de políti ca internacional68 , donde no sólo existe un canal de comunicación "transgubernamental" y otro "transnacional", sino una intersección" de carácter "interdoméstica" en las relaciones intermH.:ium1les dada a par tir de Ja vinculación de "relaciones transnacionales y transgubernamentales" entre sí69 • Pero sin embargo, el juego de ganan cias absolutas entre Estados continúa siendo una de las estrategias políticas prevalecientes en las relaciones internacionales y representa a su vez una cara sustancial de la interdependencia compleja. La intersección entre agendas domésticas e internacionales exige que "cada Estado tenga necesariamente que internacionalizar sus re glas soberanas para ir reemplazándolas por un proceso de fabricación institucional de la sociedad internacional y no de una con significa do puramente nacional"1º. En segundo lugar esto también da lugar a una estrategia de ganancias relativas donde los Estados más peque ños puedan explotar a los más grandes7 ' debido a dos razones: los más pequeños estarán más identificadoscon el juego de ganancias relativas porque están en mejor posición para negociar, mientras que los "grandes" tendrán que operar con los "más pequeños" en áreas temáticas donde su superioridad esté asegurada, debiendo relegar aquellas áreas en donde pierdan competitividad. Esto hará que se produzca una "cooperación desigua1"72 • La política exterior econó mica estadounidense hacia fines de Jos 80' percibió un declive relati vo de poder en contrapartida con un auge de la de Japón, al mismo tiempo que visualizaba una importante disminución de la amenaza militar soviética. Dentro de Ja burocracia estadounidense, los funcio narios estaban ampliamente divididos en Jo atinente a Ja utilidad y deseo de una estrategia de ganancias relativas73 referidas a las áreas de defensa, satélites y televisión: "Jos tradicionalistas -Jos más orto doxos- dijeron que perseguir la estrategia de ganancias relativas era lOIF\rlON AÑO VI Nº q 17S COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ... una mala guía"''' mientras que "los revisionistas tendieron a ser más simpáticos en torno a una política basada en un sensible juego de ganancias relativas". Los primeros tenían aún por principio una "con cepción territorialista del Estado", mientras que la segunda hacía én fasis en la concepción de un "Estado comercial"' 5 , capaz de dirimir controversias y recrear soluciones consecuentes con el fortalecimien to de la cooperación internacional a partir de una política de ganan cias relativas. La ejecución de determinado tipo de política de ganan cia~ relaLivas "dependerá según el tipo de contríncanle que t:I yobiemo tenga enfrente -aliado o adversario- y del tipo de relación -comer cia I o militar" en disputa 76 • En un caso concreto de los 80', M. Mastanduno describe : "Japón no ha institucionalizado una versión distinta al capitalismo y que su crecimiento en el sector tecnológico y comercial está manejado por un Gobierno comercial que utiliza el crecimiento, las ganancias del mercado, la eficiencia y el bienestar del consumidor"11 • En el sector comercial hacia finales de la guerra fría, los EE.UU. persiguieron un juego de ganancias absolutas -a través de la reducción incondicional de barreras tarifarias- al mismo tiempo que aplicaron políticas de ganancias relativas (apoyo de la integra ción europea y tolerancia del proteccionismo japonés y restricciones a las inversiones extranjeras directas), discriminando así asimétricamente a su propio país78 • Con esto Mastanduno quiere ex plicar que "si el poder económico declina y la seguridad externa dis minuye, un Estado liegemónico perseguirá relaciones de ganancias relativas más abiertas en ternas económicos con sus aliados"79 • No por esto debe suponerse que Jos «policy-makers~ estadounidenses apren dieron y aceptaron del todo el juego de ganancias relativas. En su li bro "Oiplomacy", H. Kissinger, luego de una pormenorizada descrip ción acerca de la postura de pro-europea e independiente que Fran cia mantuvo durante los 60' frente a Ja NATO y de la intransigencia estadounidense -en su condición de primera potencia mundial- de desistir de su propuesta de que la Alianza Atlántica de cooperación estuviera conformada por los EE.UU. y Europa, concluye que la pos tura histórica de EE.UU. respecto al mismo tema, continúa represen tando aún hoy una lección no aprendida por su país. Kissínger sos tiene que ciertas actitudes de la política exterior estadounidense se ven imposibilitadas de zanjar diferencias debido a que los "EE.UU. aún tiene que aprender que las naciones cooperan por largos períodos de COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECI O~ !JE LA TEORÍA DE ••• tiempo sólo cuando comparten objetivos políticos comunes", siendo indispensable para el funcionamiento de un orden internacional el "dejar el espacio suficiente para aceptar los diferentes intereses na cionales"ªº. Conclusiones referidas a los aspectos teóricos A la luz de lo descrito se debe dejar en claro la importancia que tie nen las "percepciones" en el estudio de las relaciones internacionales, siendo que el propósito del "decísion making" estará siempre influido a partir de las percepciones que un actor tiene de otro; Keohane resal ta la importancia de esto al criticar que "los estudiantes de relaciones internacionales no prestan demasiada atención a los estudios psicoló gicos que estudia el «decision making» en el laboratorio: los líderes de un país viven alejados de los líderes de otro país"81 agrega. Asimismo resalta la necesidad y la exigencia en el futuro de dar mejores explica ciones y precisión en el estudio. En cuanto a la adopción de "políticas recomendadas", la determi nación de las mismas "resulta ser una elección -adoptada en medio de incertidumbre, información incompleta y adivinanzas acerca del otro- donde los mercados poseen variada información"82 • La elección será adoptada según la lógica maximizadora de la utilidad de cada actor, que tendrá por objetivo allanar diferentes subóptimos y con solidar los pilares institucionales internacionales, teniendo la parti cularidad de "generar una simetría en la información, para que los Estados puedan tener confianza y prevenir el engaño mutuo, hacien do que la habilidad cognitiva de la construcción internncional sea más importante que las capacidades del poder nacional"83 • Esto será difí cil, siendo que no siempre las políticas están acompañadas por una preocupación sobre las ganancias relativas sino que cohabitan con otros factores84 como: la ideología que guardan los funcionarios de gobierno respecto a la política de estado en general, la "interacción de las diferentes instituciones burocráticas internas" y la capacidad de hacer lobby -para alcanzar un objetivo determinado-. Todos ellos hacen que, al trazar una estrategia política, los actores no intenten sólo predecir el futuro según estructuras domésticas -como su con traparte internacional inmutables85 • COLECCIÓN AÑO V1 Nº 9 177 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ... Keohane, cuando se refiere a que "la cooperación puede ayudar a uno a expensas del otro"!lf>, resalta -f'n rf'<>11mid;i<; ruf'ntas- l;:i.;; condi ciones elementales con las los futuros «policy makers» deberán contar: "estudiar el proceso acerca de cuándo los gobiernos pueden ponerse de acuerdo para coordinar su futuro y pensar en cómo realizar un pro ceso de aprendizaje que sea proclive al abandono del estado de anar quia e incentive en cambio, la cooperación internacional"07 • Una vez expuestos los principales argumentos tanto del neorrealismo como del institucionalismo y sus derivaciones se concluirá que, las in terpretaciones avanzadas que tanto J. Grieco y R. Keohane dan, coin ciden en la existencia de una complementariedad teórica en sus estu dios, necesaria para entender las relaciones internacionales. Tanto el institucionalismo como el neorrealismo consideran que las ganancias de uno u otro actor son necesarias para la supervivencia. Pero cada punto de vista teórko observa de manera desigual el comportamiento de las ganancias relativas. J. Grieco es quien encuentra "limitaciones" dentro del institucionalismo liberal aludiendo que éste aparece incorporando preceptos realistas del Estado al "perseguir una posición racional-egoísta -los realistas visualizan una posición defensiva del Estado para soste ner las capacidades relativas suficientes para permanecer seguros e in dependientes en un contexto de autoayuda en la anarquía internacio nal"88 -. La preocupación de Grieco es acerca del grado subsistencia de incertidumbre: "el posicionalismo defensivo del estado y el problema de la cooperación reflejan aún la persistencia de incertidumbre en las relaciones intemacionalés,,-ª9 • Mientras tanto, el neoinstitucionalismo se defiende asegurando que "la teoría racional institucional dice que la discordia no necesariamente resulta de un egoísmo racional': "Si cada miembro monitorea la conducta del otro yademás espera cooperar, ambos deben ser capaces de ajustar la conducta para reducir la dis cordia". "Deben crear principios, normas y procedimientos para en frentar un dilema a partir de la coordinación y colaboración bajo con diciones de interdependencia"9º. Esta interrelación entre los actores debe ser creada a partir de Ja confianza entre ellos, producto del per manente intercambio de información: "cada miembro debe facilitar el hacer y mantener los acuerdos a través de la provisión de informa ción y de la reducción de los costos. Es decir, que el ejercicio de influir al otro no depende sólo de las capacidades materiales sino de sus fines y significados"91 • 178 CoLEccroN AÑO v1 Nº 9 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• Conclusiones Lo antepuesto pretende ser un intento de acercamiento para en tender los principales instrumentos teóricos que aportaron el neorrealismo y el institucionalismo al estudio de la política internadu nal en los últimos años. Este trabajo tiene como finalidad despertar en el estudiante de relaciones internacionales una permanente inquietud por el estudio de la disciplina, evitando la adopción de cualquier acti tud pasiva y relajada que se vanaglorie sobre una certeza inequívoca e irrefutable. Muy por el contrario, la trama compleja de la política inter nacional debe desvelar no sólo con permanentes cuestionamientos a quien la estudie, sino que debe motivar, a quien se interese por ella, a una continua y activa -pero serena- predisposición que tienda al ha llazgo de causas y respuestas. Esto es lo que permitirá a la disciplina tener rigurosidad a lo largo del tiempo, obligándola así a mantener vivo su caráctf'f científico y evitando que sea catalogada como un mero estudio principista o descriptivo, carente de la capacidad de interpre tar, dirimir y formar -y recomendar- políticas de estado92 • La lectura del presente trabajo tampoco pretende conformar al es tudiante de relaciones internacionales, ilustrándolo en la descripción del neorrealismo y su contraste neoinstitucionaHsta como simples "escue las separadas", sino que pretende motivarlo a desentrañar y develar la complementariedad bajo la cual operan ambos paradigmas. Esta mu tua complementariedad, denominada "neo-neo síntesis" -que bajo nin gún pretexto podría ser denominada una fusión-, tiene dos caracterís ticas centrales: la primera es que la misma era ya uno de los objetos de análisis de la literatura clásica de la disciplina -Tucídides, Maquiavelo, Hobbes, Kant, etc.-. Releer los clásicos siempre con::.liluyi;: un but::n ejer cicio ya que poseen una fuente de sabiduría inagotable para el estudio de la teoría, y permiten evacuar interrogantes presentes con afirmacio nes y estudios del pasado y, a su vez, su lectura original evita muchas veces que el estudiante caiga en interpretaciones inválidas hechas por terceros. En el caso en estudio, cuando uno lee los clásicos encontrará o sospechará que finalmente, a quienes habitualmente se comprendió -o tildó- de realistas tenían, en realidad, mucho de institucionalistas y, quienes actuaron como liberal-institucionalistas, en verdad, poseían mucho de realismo político. La segunda característica es que esta complementariedad deberá constituir una enseñanza para la futura CotEcc10N AÑO vi Nº 9 179 (OMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE IA TEORÍA DE ••• investigación en materia de relaciones internacionales, en el sentido de que !os acontecimientos y cambios habidos en los últimos años dan cuenta de una "complejización de! análisis" de la disciplina que reque rirá un método científico compuesto por "consensos mínimos" entre las teorías en disputa, "ínterdísciplinariedad" y mayor "sustento cientí fico''. En cuanto a la bibliografía clásica más contemporánea, conviene destacar que parte de ella tampoco dejará de tener vigencia ya que sus autores lei::¡aron herramientas de uso contemporáneo. Anteriormentt> se hizo mención a "Teoría de la Política Internacional" de K. Waltz de 1979 y su contribución al debate de la disciplina durante los 70'y los 80'; entender a Waltz sólo a partir de esta obra sería omitir la riqueza de su pensamiento y las generosas contribuciones que él mismo hizo a la dis ciplina. Su tésis de l 959 sentó un importante precedente al haber des crito el comportamiento de la política internacional y su principal con flicto -la guerra- a través de tres "imágenes" de las relaciones intt>rna cionales. Las mismas constituyen un impresionante despliegue de ar gumentos filosóficos, teológicos, económicos y sociales para justificar el comportamiento del hombre. El estudiante de relaciones internaciones debería tener en cuenta que Waltz ofreció una base epistemológica de pensamiento muy sólida para teorizar que abarcan argumentos filosó ficos, históricos -tesis del 59'- como argumentos estructural sistémicos -tésis del 79'-. Dicha base debería ser una fuente de riqueza y de c-on sulta ineludible para quien pretenda estudiar el conflicto internacio nal. El hombre representala primera imagen, en ella se analizan las causas que llevan a la mente humana a ser egoísta o virtuosa. La se gunda imagen, el Estado, hace referencia a fa organización política in terna de un estado y al comportamiento de sus estructuras. La tercera imagen, Ja guerra, es la que describe el comportamiento de los estados entre sí y su desenvolvimiento dentro de la estructura internacional. S. Hoffman93 no dudó que la línea de pensamiento de algunas teo rías de la política internacional eran sumamente prejuciosas y conte nían una fuerte carga valorativa en su intento de explicar los aconteci mientos mundiales, siendo esto razón suficiente para que el analista quedara asombrado o perplejo -él particularmente confiesa haber es tado exhausto en alguna época- dada la abundancia de presupuestos reduccionistas y a menudo contradictorios. El fue, junto a R. Aron, partidario de no asignar a los hechos internacionales un sentido 180 CoLECClON ANO v1 Nº 9 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• epistemológico-explicativo basado por ej. en el modt>lo hipotético de ductivo, donde la realidad sea analizada como si pudiera aislarse en un laboratorio y someterla a distintas pruebas. Por el contrario, fue más bien partidario de no apartar el estudio de la realidad del senti do histórico, considerando que el estudio de la historia tenía en sí la finalidad de comparar hechos, y que la misma constituía una inagotablFuente de sucesos muy similares que ayudarían a compren der la razonabilidad de los acontecimientos políticos. De la misma manera, Hoffman prevenía a los investigadores científicos acerca de la peligrosidad de la teoría de caer en la trampa cimentando causas vagas e irrelevantes. R. Aron pensaba al sentido de la historia como una concientización de la historia dada como consecuencia de "atribuir importancia y sig nificación a la fortuna cambiante de las armas y las leyes, las ciudades y los regímenes, las alternam:ia::. de guerras y revoluciones, de grande za y degradación en que meditamos, a través de los siglos, filósofos y analistas"94 • En "Historia de las guerras del Peloponeso", Tucídides no se propuso analizar ex-pos facto un cuadro determinista de la historia, a fin de entender a la misma como una repetición de ciclos que se su cedían, sino simplemente narrar de "manera inteligible los sucesos de aquella época a la manera de un drama en que una mezcla de decisio nes reflexionadas, de falsos cálculos, de impulsos irracionales y de aza res han determinado un curso"95 • Su estudio sirvió para poder cons truir un rompecabezas de situaciones concretas que tenían por objeto comprender de manera racional un marco global a través del tiempo, evitando un "determinismo causal que pretenda interpretar a la histo ria del hombre a partir de hechos aislados, vinculados de manera in cierta e inequívoca"96 • En cuanto al futuro método científico de Ja disciplina,una de las contribuciones más auspiuciosas fue la noción de "paradigma" intro ducida por Kuhn, a partir de la cual, las explicación teórica de la reali dad se sustenta en base a una construcción de conceptos y categorías amparadas los designios normativos de las ciencias naturales. Si bien la teoría tiene un poder explicativo importante a partir de grandes de bates, estos no siempre apelaron a la evaluación de las percepciones, las imágenes o de la psicología cognitiva97 • O. Waever entiende que no es posible la "conmensurabilidad" - la medición- de teorías como si ello fuera un mero análisis de laboratorio, como así tampoco es posible CoLEcc10N AÑO v1 Nº 9 181 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE lA TEORÍA DE ••• desligar aquello que Lákatos entendía por "construcción de hipótesb auxiliares" y una "progresiva" evolución de la investigación. Para Waever "el deb;:ite interparadigmático consiste en un acuerdo en donde las te'o rías de relaciones internacionales son vistas como filtros percepcionales inconmensurables y en competencia"98 • "Los debates operan como una dialéctica entre cuadros implícitos y autorepresentaciones de la disci plina", constituyendo "construcciones parciales e imposiciones artiA cíales"99. En un sentido parecido, pero desde una óptica distinta, J. Gaddis 1ºº, realiza un mea culpa desde el estudio de la historia de las relaciones intermcionJles al explicar que, la descripción "lineal" tanto como la "cíclica", son herramientas válidas y complementarias y que, llegado el caso, la teoría de los ciclos puede servir como una forma más poderosa y conmovedora de llamar la atención que el simple ejercicio lineal de la historia y viceversa. Asimismo, objeta cualquier verdad ab soluta y preeminencia por parte de la historia como de la teoría, en el sentido de que la primera, no puede desentenderse absolutamente de un esquema leúrirn, rr1ie11Lras que la segunda, no puede abstraerse en sus generalizaciones desconociendo los hechos históricos 1º1 • Gaddis advierte que el ejercicio de simulación por medio dt>l cual se pretende representar la realidad, deberá establecer un conjunto de parámetros - o variables de control- razonables lo más claro posible, que permitan llevar a cabo una adecuada predictibilidad 1º2 ; ese ejercicio tendrá que contar la suficiente flexibilidad de criterio tal que permita validar y desaprobar teorías y, con una dinámica de experimentación que posi bilite un «feedback» o avance y retroceso, tal que permita al investiga dor hallar continuamente alternativas y evitar caer en modelos linea les. Esta es una buena manera de ordenar la investigación porque la misma se circunscribirá a un limitado número de parámetros que des echará un uso y abuso "excesivo" de predicciones generales cuyo único objetivo sea evitar distorsionar la realidad. Los 80' y comienzos de los 90' fueron años en donde el fervor del interdebate entre realistas y liberales iría bajando el tono de confron tación desarrollado en los 70' y evitaría futuras explicaciones teóricas monocausales de la política internacional, dando lugar a que ambos paradigmas se constituyeran en parte complementaria de la otra, a fin de una mejor comprensión de la realidad. La afirmación del neoinstitucionalismo en los 90' no fue consecuencia de la anulación o destrucción del neorrealismo, sino el resultado de haber sabido edificar 182 CoLEcc10N AÑO v1 Nº 9 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• sobre éL Frigir teorías sobre un vacío. es decir, sin tener en cuenta otra teoría u otro punto de vista, sería un ejercicio poco productivo ya que no se podría medir cuán profundo se ha avanzado en relación a otra cosa. Criticando al establishment de la disciplina, J. Rochester dice de manera más enfática que "los académicos han estado dando vuelta sobre la misma rueda o reinventando la rueda, en vez de avanzar en el cono cimiento"1º1, mientras que S. Smith -al referirse los métodos alternati vos que la disciplina ofrece- alude una "falta de interés" en la búsque da de alternativas al método "positivista"1º4 • El estudiante deberá com prender que los cambios y continuidades en la teoría de las relaciones internacionales estuvieron sujetos -y lo seguirán estando- al ~·sentido crítico" 105 con que se abordó -o se abordará- una determinada cues tión. Este representa un elemento de análisis imprescindible, que ja más podrá ser considerado inútil porque es el principal responsable de que el estudiante origine y cree diferentes prejuicios que le permitirán poder contrastar varias ideas, para así poder ir construyendo el límite y el contexto sobre los cuales podrá teorizar. Este ejercicio será una ma nera de evitar lo que Rochester percibe como una de las causas que alientan el deterioro de la cientificidad de la disciplina: la mera narra ción de hechos y la reacción del estudiante o científico frente a los úl timos acontecimientos, sin prestar la debida atención a tendencias de largo plazo u otras posibilidades latentes106 • Notas *Lic. Ciencia Política egresado de la Universidad de Buenos Aires .Docente auxiliar de "Teoría de la Política Internacional" y "Relaciones Internacionales Contemporáneas" en la Carrera de Ciencia Política en la Univer!>idad de Buenos Aires. Becario de Posgrado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. 1. WALTZ K. : "Laws and Theories" in KEOHANE, R.:"Neorealism and its critics" Columbia University Press 1986, p. 33 2. ibídem 3. WALTZ, K .. : "Reductionist and Systemic Theories" in KEOHANE, R.: "Neorealísm and its critics" Columbia University Press 1986, p. 52 4. KEOHANE, R.: "Theory ofWorld Politics: Structural Realism and Beyond" in KEOHANE, R.:"Neorealism and its critics" Columbia University Press 1986, p. 160 (OLECClON AÑO Vl Nº 9 183 (OMPRENDIENOU ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• 5. KEOHANE, R. -NYE, J.: Power ;imJ lr1Lt:rdependence revisíted". lnternationa 1 Orga niz<Jtion 41,4, Autumn 1987, p. 729 6. RUGCllE, J.: "Continuity ancl Tr;insformation in World Polity: Toward a Neorealis Synthesis" in KEOHANE, R.:"Neorealísm and íts critics" Columbia University Press 1986, p. 142 7. ibídem 8. Ruggie ejemplifica esto en el sentido de que las relaciones sociales, por antigua<; í]Ue parecieron, definieron y marcaron siempre una etapa CQncreta de la historia del hombre; durante la era del "Estado feudal" la "relación" caracte rística de la época fue la el "amo" con el "esclavo", mientras que la "propiedad privada" lo fue durante la era del "Estado mUlkrno". Estos dos "momentos his tóricos", desde el punto de vista conceptual y real, fueron analizados por E. Ourkheim teniendo en cuenta el grado de desarrollo de la "densidad" habido en esas sociedades. Esta "densidad" le permitía medir la cantidad, velocidad y diver sidad de las transacciones con las que desarrolló la sociedad. Op. cit. p. 143 9. KEOHANE, R.: "Theory ofWurld Politics ... " pp. lG0-161 10. KEOHANE, R.: "Theory ofWorld Politics ... " pp. 161 162 11. KEOHANE. R. -NYE, J.: op. cit. p.729 "Nuestro análisis estuvo clara mente enmarcado en la teoría de la interdependencia, la que compartía custíones con el liberalismo, no hicimos ningún esfuerzo para localizarnos respecto a la tradición liberal''. 12. BUZAN, B.: "The tímeless widsom od realism" in SMlTH, S.- BOOTH, K.-ZALEWSKl, M.: '1nternational theory: positivism and beyond''. Cambdridge Universíty Press 1996, U.K., p. 56 13. ROCHESTER, J.M.: "The rise and fati of international organization as a field uf study". lnternational Organization 40,4, /\utumn 1986, p. 791 14. COX, R.W.: "SociaLForces, States and World Orders: Beyond lnternational Relations Theory" in KEOHANE, R.:"Neorealism and its critics" Columbia University Press 1986, op. cit. p. 233 15. COX, R.W.: op. cit. p.234 16. COX, R.W.: op. dt. p.236 17. POULANTZAS, N: Clases sociales y poder político en el Estado Capitalista. Siglo XXI, México D.F., 1985 p.94-9518. ASHLEY, R.: "The Poverty of neorealism"in KEOHANE, R.:"Neorealism and its critics" Columbia University Press 1986, p. 256 19. Gilpin dijo que los clásicos como Tuddides estudiaban el impacto de aspectos comerciales (su expansión y sus consecuencias) y la monetización de las economías agrarias (Op. cit. p.308) y agrega que "durante los siglos XVll y XVlll, el interés nacional era identificado más con el comportamiento de la balanza comercial y la de pagos. Un Estado necesita necesitaba de oro y plata para poder emprender campafü1s militares". Op. dt. p.309 (citando a Jacobo Viner) 184 CotEcc10N AÑO vr Nº 9 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORlA DE ••• 20. GILPIN, R.: "The Richness of the Tr::idition of Politicnl Rcalism" in KEOHANE, R.:"Neorealism and its critics" Columbia University Press 1986, op. cit. p .. 310 21. KEOHANE, R.-NYE, R.: op. cit. p. 729 22. WALTZ, K.: "Retlections on Theory of lnternational Politics: A Response to My Crítics" ín KEOHANE, R.:"Neorealism and its critics" Columbia University Press 1986, p. 328 · 23. WALTZ, K.: "Retlections on Theory ... " pp. 328-329 24. WALTZ, K.: "Reflections on Theory ... " p. 331 25. BULL, H.: The Anarchical Society. Columbia University Press, New York 1977, p.22. Es importante tener en cuenta además qué es lo que se entiende por "orden mundial". H. Bull dice que "Orden mundial es más fundamental y primordial que el orden internacional porque las últimas unidades de la gran sociedad humana no son los estados ( o naciones, tribus, imperios, clases o partidos) sino la existencia del individuo humano, que mantiene una relación permanente e indestrnctihle" p. 22 26. RUGGIE, J.: op. cit. p. 151 27. BUZAN, B.: op. cit. p.58 28. RUGGIE, J.: op. cit. p. 141 29. KEOHANE, R.: op. cit. pp. 167-168 30. BALDWIN, D.: "Neoliberalism, Neorealism, and World Politics" in BALDWIN, D.:"Neorealism and Neoliberalism: The Contemporary Debate" Co lumbia University Press, New York 1993 pp. 4-11 31. BALDWIN, D.: op. cit. p. 14 32. ibídem 33. WALTZ, K.: El hombre. el Estado yla Guerra. Editorial Nova Ruenos Aires p. 11 Son importantes los comentarios de K. Waltz en "Man, State and War" de 1959, acerca de la conduela humana y los motivos que la llevan a un estado de guerra: p.11. Es ilustrativo el aprendizaje que Waltz rescata acerca del pen samiento clásico (Hobbes, Rousseau, San Agustín, Niebhur, etc.) para poder entender la naturaleza hostil del ser humano, su instinto de autoconservación y sus ambiciones de poder, siendo estos quienes lo llevarán a convivir en un permanente estado de tensión entre sus µares. 34. MILNER, H.: "The Assumption of Anarchy in lnternational Relatíons Theory: A Critique" in BALDWIN, D.:"Neorealism and Neoliberalism: The Contemporary Debate" Columbia University Press, New York 1993 op. cit. p. 147 35. MILNER, H.: op. cit. p. 148 36. MILNER, H.: op. cit. p. 1 54 37. MILNER, H.: op. cit. p. 155 38. MILNER, H.: op. cit. p. 157 39. ibídem COLECCION AÑO Vl Nº 9 185 (OMPRENDIENDO ALGUNO~ ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• 40. STEIN, A.: "Coorclin<Jtion ;rncl coll<JboraLur1: Regímenes in an anarchic world" in BALDWIN, O.:"Neorealism and Neoliber<Jlism: The Contemporary Debate" Columbi;:i University Press, New York 1993 p. 29 41. STElN, A: op. cit.p.30. En la p.38 del mismo trabajo resalta este tipo de conducta durante la risis económica de los años JO'. Para él, la crisis tuvo como causa fundamental las diferentes posturas dt: comercio interm1cíonal adoptada por cada nación. 42. STFIN, A.: op. cit p. 37 43. STElN, A.: op. cit. p. 38 44. LIPSON, C.: "lnternational Cooperation in Economic and Security Affairs" in BALUWIN, D.:"Neorealism and Nt:uliberalism; The Contcmpornry Debate" Columbia University Press, New York 1993 op. cit. p. 61 4i;_ LIPSON, C.: op. cit. p. 62 Asimismo, en "Rational Choice" de 1986, J. Elster sostiene que "la teoría de la elección racional apeló a tres elementos en la situación elegida: el primero, cursos de acción viables qut: ~atisfagan constreñimicntos lógicos, físicos y eco nómicos. El segundo, un juego de creencias racionales sobre las causas estructu rales de la situación, que determinará qué cursos de acción primarán en relación a qué desarrollos. El tercero, un ránking de alternativas viables, usualmente deri vadas de un ránking de desarrollo con las cuales esperan liderar''. p. 4. "Por otro lado se debe tener en cuenta que la racionalidad nos dicta la op ción a elegir la expectativa de más utilidad y no la de mayor beneficio". "Asu miendo que estamos de cara a elegir bajo incertidumbre ... , la elección racional, nos dice algo acerca de lo que debiéramos hacer? Muy poco. Nos dice que no podemos contar racionalmente las consecuencias de una opción , excepto lo mejor y lo peor" p .. 6 46. ELSTER, J: Ratianal Choice. New York University Press, Washington Square, New York 1986, p. ;- - 47. LIPSON, C.: op. cit. p. 63 48. LIPSON, C.: op. cit. p. 64 49. LlPSON, C.: op. cit. p. 65 50. LIPSON, C.: op. cit. p. 66 51. LIPSON, C.: op. cit. p. 68 52. AXELROD, R. - KEOHANE, R.: "Achievmg Cooperation Under Anarchy: Strategies and lnstitutions" in BALDWIN D.:"Neorealism and Neoliberalism: The Contemporary Debate". Columbia University Press, New York 1993 p. 85 53. AXELROD, R. - KEOHANE, R.: op. cit. p . 87 54. ibídem 55. Axelrod y Keohane sostienen que ~las depresiones de 1873-96 y la de los años 30' estimularon la demanda de protección por parte de individuos y de empresas. Ello redujo los incentivos de los gobiernos para cooperar tanto con uno como con otro''. Es decir que "los gobiernos no pudieron calcular y 186 CoLECc10N AÑO v1 Nº 9 CüMPRl::NLJll::NUO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• resolver los co~los que generaron e~t<J~ µerceµcium:s ª partir de facture~ uuje tivos, ya que las percepciones de los actores estaban definidas según su inte rt'>s". p. 88 56. AXELROD, R. - KEOHANE, R.: op. cit. pp. 91-92 57. AXELROD, R. - KEOHANE, R.: op. cit. p. 94 58. AXELROD, R. - KEOHANE, R.: op. cit. p. 95 59. AXELROD, R. KEOHANE, R.: op. cit. p. 99 60. AXELROD. R. KEOHANE, R.: op. cit. p. 104 61. GRIECO, J.: "Anarchy and the Limits of Cooperation: A Realist Critique of the Newest Liberal lnstitusionalism" in BALDWIN, D.:"Neorealism and Neoliberalism: The Conternµorary Debate" Columbia University Press, Nc:w York 1993 p. 122 (Axelrod 1984:7, Keohane 1984: 66-69, Axelrod-Keohane 1985: 231, Lipson 1984: 2, Stein 1983: 120-124). 62. GRIECO, J.: op. cit. p. 125 63. GRIECO, J.: op. cit. p. 128 Robert Pfaltzgraff escribe en "The Unitc:d Statc:s and the world: reconc:iling post cold war security interests and values" que "la política exterior norteame ricana, en el siglo XX, como lo he notado, ha tenido una no fácil coexistencia entre el énfasis puestos en el orden político mundial y en el balance de poder''. "W.Wilson ha alimentado esta contradicción. Bajo su liderazgo, nosotros en tramos en la primera guerra en un esfuerzo, como lo llamó T. Jefferson, para prevenir la dominación del continente europeo por un sólo poder". "Al mismo tiempo, Wilson retomó el concepto de equilibrio de poder como un principio de gobierno de las relaciones de política internacional en favor de un orden político mundial basado en la seguridad colectiva como lo dispuesto en la con vención de la Liga de las Naciones". 64. SNIDAL, D.: "Relative gains and the Pattem oflntemational Cooperation" in BALDWIN, D.:"Neorealism and Neoliberalism: The Contemporary Debate" Columbia University Press, New York 1993, p. 171 65. ibídem 66. ibídem 67. POWELL, R.: "Absolute and relative Gains in lnternational Relations Theory" in BALDWIN, D.: "Neorealism and Neoliberalism: The Contemporary Debate" Columbia University Press, New York 1993 pp. 215-216 68. MASTANDUNO, M.: "Do Relative Gains Matter? American's Response to japanese Industrial Policy" in BALDWIN, D.: "Neorealism and Neoliberalism: The ContemporaryDebate" Columbia University Press, New York 1993 p .. 251 69. Keohane y Nye sostienen en Poder e interdependencia de 1977 que "las corporaciones multinacionales pueden ser significativas tanto como actores independientes o como instrumentos manejados por los gobiernos. Las actitu des y plataformas políticas de los grupos internos probablemente se vean afecta- (OLECCION AÑO Vl Nº 9 187 COMPRENDIENDO ALGUNOS ASPECTOS DE LA TEORÍA DE ••• UJ) 1-1u1 lu comunicJción, Oll:JJllÍLadJ u rru, tnlre eliu) y )LIS t1omólogos en el exterior·: p. 52 70. KEOHANE, R.: "Hobbes's Dilemma and lnstitutional Change", publihrd in: Holm, H and Sorensen G. eds.: "Whose World Order? Under Globalization and he End of the Cold War", Westview Press, EE.UU., Feb. 1995 p. 174 71. SNIDAL, D.: op. cit. p. 198 72. ibídem 73. MASTANDUNO, M.: op. cit. p. 252 74. MASTANDUNO, M.: op. cit. p. 254 75. R. Rosecrance escribió en "The rise of trading State-Comemerce an conquist in the modern world" de 1986 que posteriormente a la segunda gue rra mundial -y como consecuencia de su derrota- algunos Estados habían quedado en la imposibilidad de proseguir un expansionismo territorial, te niendo que recurrir en cambio a una alternativa de desarrollo económica y comercial. Este cambio de actitud, permitió a países como Alemania y Ja pón, evitar el aislamiento internacional adoptado previo a la contienda, adoptando una política de consolidación de relaciones internacionales. Para una mejor comprensión se recomienda leer las p. l 58-159 del Libro de Rosecrance. "Resulta correcto afirmar que ambos países se decidieron a probar suerte con el comercio exterior, una vez que el resultado de la se gunda guerra mundial les desengañó de la oportunidad del expansionismo militar. Habían quedado imposibilitados de guerrear a gran escala durante un cierto tiempo, por lo que no les quedaba más remedio que adoptar el sistema comercial como única alternativa a su alcance". En la p.159 dice que " ... el cambio de la tendencia obligaba a los pequeños Estados, que quisieran consolidarse a establecer relarionpo;; ron otros países y a no pre tender mantenerse en U!J aislamiento inviable. El resultado fue lo que he mos dado en llamar el sistema comercial...". Al mismo tiempo afirmaba que "la nueva vocación de las naciones comer ciales ha llamado la atención de muchos paises, y aqu.ellos que se han sumado a esta tendencia han sido recompensados de una forma increíble muchas veces con ganancias mayores y más durareras que las conseguidas por sus colegas orientados por principios militaristas y territoriales". p. 173. 76. MASTANDUNO, M.: op. dl. p. 256 77. MASTANDUNO. M.: op. cit. p. 254 78. MASTANDUNO, M.: op. cit. p. 257 79. MASTANDUNO, M.: op. cit. p. 258 80. 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