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Etimologia_de_la_brecha_digital_terminol

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CITA
 BUSQUET,
J.;
SASTRE,
X.R.
(2013).
"Etimología
de
la
brecha
digital:
terminologías,
taxonomías
y
onomásticas".

XXX,
p.
x‐x.

CÓDIGO
 TÍTULO
PRELIMINAR

BDb01

Etimología
de
la
brecha
digital:

terminologías,
taxonomías
y
onomásticas

by
Xavi
R.
Sastre





"Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad", 
le dice el maestro Qui-Gon Jin al joven Anakin Skywalker 
'STAR WARS. EPISODIO I: THE PHANTOM MENACE'. 
GEORGE LUCAS, 1999 






ABSTRACT

Digital
 Divide,
 that
 big
 unknown.
 Result
 of
 a
 further
 term
 drift,
 of
 a

multipurpose
 concepto
 not
 just
 materialeza
 in
 the
 information
 age,













a
escenary
too
changeable
to
consolidate
as
paradigm.
About
to
break
the

military
 side
 of
 enemies
 lines
 to
 social
 thermometer
 that
 marks
 the

distance
 between
 who
 accessing
 ICT
 and
 not,
 between
 who
 connecting

more
or
less,
between
who
benefit
and
who
tiptoe.
At
any
rate,
the
digital

divide
 was
 the
 first
 step
 in
 the
 concern
 about
 the
 effect
 of
 new

technologies
 and
 new
 learning.
 It
 is
 a
 healthy
 exercise
 to
 the

democratization
of
information,
knowledge
and
communication.



RESUMEN

Brecha
 digital,
 esa
 gran
 desconocida.
 Resultado
 de
 un
 término
 aún
 a
 la

deriva,
de
un
concepto
multiusos
que
no
acaba
de
cuajar
en
 la
era
de
 la

información,
un
escenario
demasiado
cambiante
como
para
consolidarse

como
 paradigma.
 Del
 romper
 el
 flanco
militar
 de
 las
 líneas
 enemigas
 a

termómetro
social
que
marca
la
distancia
entre
los
que
acceden
a
las
TIC


y
 los
 que
 no,
 entre
 los
 que
 se
 conectan
más
 o
menos,
 entre
 los
 que
 se

benefician
y
 los
que
pasan
de
puntillas.
Sea
como
fuere,
 la
brecha
digital

fue
 el
 primer
 paso
 en
 la
 preocupación
 por
 el
 efecto
 de
 las
 nuevas

tecnologías
 y
 los
 nuevos
 aprendizajes.
 Es
 un
 sano
 ejercicio
 hacia
 la

democratización
de
la
información,
el
conocimiento
y
la
comunicación.



KEY
WORDS

Divide,
digital
divide,
gap,
ICT,
info‐richs,
info‐poors,
digital
inclusion/exclusion,
digital

literacy,
interdiscourse,
infostructures.

PALABRAS
CLAVE

Brecha,
brecha
digital,
fractura,
TIC,
info‐ricos,
info‐pobres,
inclusión
y
exclusión
digital,

alfabetización
digital,
interdiscursividad,
infoestructuras.





ESQUEMA

1.UN
TÉRMINO
A
LA
DERIVA




Terminologías.




Taxonomías.




Onomásticas.

2.(IN)CONLUSIONES

3.BIBLIOGRAFÍA



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1.un TÉRMINO a la deriva., 
"Si digo «su ropa olía a grama» y tú tienes una sensación, 
supongo que lo mismo que se disparó en mi cerebro al pensarlo 
es lo mismo que se dispara en el tuyo al leerlo... 
Esa conexión íntima es la Literatura". 
GEORGE SAUNDERS, ESCRITOR NORTEAMERICANO 




terminologías., 
Una
brecha
se
antoja
tanto
una
grieta
como
una
abertura,
una
herida
o
una
salida,

una
 laguna
 o
 un
 claro
 (en
 el
 bosque).
 En
 cualquier
 caso,
 "estar
 en
 la
 brecha"

significa
todo
lo
contrario
a
estar
de
vacaciones...
"Estar
en
la
brecha"
representa

estar
en
la
delgada
línea
roja
que
separa
un
bando
del
otro,
la
vida
de
la
muerte,
la

derrota
 o
 la
 victoria,
 el
 pasado
 o
 el
 futuro.
 El
 vocablo
 brecha
 viene
 del
 francés

brèche,
 con
el
mismo
significado
de
brecha;
a
su
vez,
del
antiguo
 franco
breka,
el

equivalente
 a
 rotura;
 y
 del
 germánico
 breham
 o
 brëhhan,
 del
 gótico
 brikan,
 y

finalmente
de
la
raíz
indoeuropea
bhreg.
También
se
relaciona
con
el
verbo
alemán

de
 la
misma
semilla
brechen,
del
neerlandés
breke
y
acaso
del
anglo
break,
 como

romper.1
 Apareció
 en
 el
 latino
 español
 a
 mediados
 del
 siglo
 XVII
 como
 vocablo

militar
que
implicaba
el
destruir
los
fortines,
mayormente
árabes.
Un
anónimo
de

1616
 así
 lo
 decía:
 "Díjole
 al
 alcalde
 que
 para
 el
 castillo
 y
 hacerle
 brecha
 había

menester
media
docena
de
cañones".2


 Podríamos
 decir
 que
 en
 términos
 sociológicos
 la
 palabra
 brecha
 hace

referencia
 a
 la
 diferencia
 que
 existe
 entre
 aquellas
 comunidades
 que
 tienen

accesibilidad
 a
 internet
 y
 aquellas
 que
 no,
 aunque
 dichas
 desigualdades
 pueden

hacer
 referencia
 al
 conjunto
 de
 nuevas
 tecnologías
 de
 la
 información
 y
 la


























































1
Véanse
las
más
de
15
acepciones
distribuidas
en
el
diccionario
de
la
Real
Academia
de
la
Lengua
Española
[En
línea]

http://lema.rae.es/drae/?val=brecha.
En
geología
se
considera
brecha
a
una
masa
rocosa
consistente
de
fragmentos
de

rocas
de
distintos
tamaños
y
formas,
una
roca
sedimentaria
detrítica,
se
le
llama,
porque
simbólicamente
representa
el

resquicio
por
donde
algo
comienza
a
perder
su
certeza
o
seguridad.
En
el
sistema
paleontólogo,
la
brecha
de
Romer
es
el

ejemplo
de
brecha
en
el
registro
fósil.
En
el
campo
de
la
geografía
existe
la
brecha
de
Rolando,
una
formación
determinada

del
Monte
Perdido,
aunque
también
es
una
población
en
el
estado
mexicano
de
Sinaloa
e
incluso
una
calle
de
Montevideo

conserva
ese
nombre
como
evocación
de
un
episodio
de
las
Invesiones
Inglesas.
Brecha
(2009)
también
es
una
película

española
del
director
Iván
Noel,
o
un
semanario
político
cultural
uruguayo
de
1985.
La
brecha
es
una
famosa
novela

feminista
nacida
de
la
inspiración
de
Mercedes
Valdivieso
en
1961,
y
el
primer
cuento
publicado
del
ensayista
salvadoreño

Manuel
A.
Cerón
Mejía
tiene
por
título
La
brecha
en
el
jardín
(2009).
En
política
también
existe
la
brecha
de
los
bombarderos

y
la
brecha
de
los
misiles,
dos
conceptos
militares
parecidos
de
la
época
de
la
Guerra
Fría:
1)la
infundada
creencia

estadounidense
de
que
la
URSS
durante
la
década
de
los
50
estaba
tomando
ventaja
en
el
número
de
navíos
de
guerra

estratégicos
armados
de
bombas
nucleares,
y
2)la
infundada
de
nuevo
percepción
norteamericana
durante
la
década
de

1960
del
número
de
ojivas
(warheads)
o
cabezas
nucleares
de
mediano
y
largo
alcance.

2
ANÓNIMO
(1943).
La
vida
de
Estebanillo
González.
Madrid:
Espasa
Calpe,
1ª
ed.

comunicación
 (TIC):
 computadora,
 banda
 ancha,
 telefonía
 móvil
 y
 demás

dispositivos.
 Como
 tal
 la
 brecha
 digital
 separa
 a
 los
 grupos
 según
 su
 capacidad

para
 utilizar
 las
 TIC
 de
 forma
 eficaz,
 debido
 a
 los
 niveles
 distintos
 de

alfabetización,
 carencias
 y
 ciertos
 problemas
 de
 accesibilidad
 a
 dicha
 tecnología,

pero
también
se
pone
énfasis
en
la
distinción
de
aquellos
grupos
que
tienen
acceso

a
 contenidos
 digitales
 de
 calidad
 y
 los
 que
 de
 ninguna
 manera.
 Un
 concepto

asociado
 es
 la
 "inclusión
 digital"
 (infoinclusión)
 versus
 la
 "exclusión
 digital"

(infoexclusión)
 para
 designar
 los
 matices
 de
 grises
 designados
 a
 los
 efectos

discriminatorios
de
la
brecha
digital.



taxonomías., 

 En
 1959
 P.F.
 Drucker3
 describió
 la
 emergencia
 de
 un
 nuevo
 perfil
 de

profesionales
en
 la
 sociedad
postindustrial.
 Lo
denominaría
el
knowledge
worker

(trabajadores
 del
 conocimiento),
 sujetos
 que
 principalmente
 trabajarían
 con

información
o
gestión
del
conocimiento
como
empleo.
Lo
más
relevante
del
tema

es
 que
 dicha
 conceptualización
 ya
 presagiaba
 una
 sociedad
 en
 la
 cual
 el

conocimiento
 jugaría
 un
 papel
 central
 en
 las
 actividades
 diarias
 del
 sector

productivo,
sobre
todo
en
el
sector
servicios.


 La
preocupación
por
el
avance
de
las
nuevas
tecnologías
volvió
a
aparecer

en
1970,
cuando
Tichenor,
Donohue
y
Olien
hablaban
de
la
"Knowledge
Divide"
o

la
 knowledge­gap
 (la
 fractura
 del
 conocimiento
 o
 llanamente
 desniveles
 de

conocimiento),4
según
la
cual
cada
nuevo
medio
de
comunicación
incrementaba
la

división
 en
 el
 uso
del
 sistema
 social
 entre
 los
 ricos
 y
 pobres
 en
 información.
 En

otras
 palabras:
 "La
 difusión
 a
 gran
 escala
 de
 las
 comunicaciones
 de
 masas
 se

interpreta
generalmente
como
un
indicador
de
modernización,
de
desarrollo
social

y
cultural,
vinculados
a
movimientos
informativos
disponibles
para
la
libertad
y
la

equidad",
 y
 sin
 embargo,
 todoindica
 que
 "los
 media
 reproducen
 y
 acentúan

desigualdades
sociales,
son
instrumentos
del
incremento
de
las
diferencias,
no
de

una
 atenuación
 de
 ellas,
 y
 "hacen
 surgir
 nuevas
 formas
 de
 desigualdad
 y
 de


























































3
DRUCKER,
P.F.
(1959).
Landmarks
of
Tomorrow:
A
Report
on
the
New
'Post­Modern'
World.
New
York:
Harper.

4
TICHENOR,
P.J.;
DONOHUE,
G.A.;
OLIEN,
C.N.
(1970).
"Mass
Media
Flow
and
Differential
Growth
in
Knowledge".
Public

Opinion
Quarterly,
34(2),
p.
159‐170.
Algunos
atinan
mejor
y
lo
traducen
como
"brechas
del
conocimiento".

desarrollo
desigual".5
La
diferencia
en
la
adquisición
de
información
tiene
que
ver,

pues,
 con
 dos
 factores:
 el
 poder
 adquisitivo
 y
 el
 nivel
 cognitivo,
 el
 bolsillo
 y
 la

competencia,
 la
 condición
 económica
 y
 la
 condición
 educativa.
 Dichos
 niveles
 se

articulan
 de
 forma
 complementaria
 con
 el
 papel
 de
 la
 oferta
 de
 productos

electrónicos,
avisan
muchos
teóricos.
Así,
fabricantes
y
proveedores
de
aparatos
y

conexiones
a
internet,
de
no
poder
apuntar
a
un
público
universal,
apuntarán
a
los

sectores
 consumidores
 de
 tecnología.
 De
 ese
 modo,
 la
 gap
 entre
 los
 unos
 y
 los

otros
 —info­ricos
 e
 info­pobres—
 crecerá.6
 Para
 otros
 investigadores
 más

optimistas,
 no
 obstante,
 la
 red
 provocará
 con
 el
 transcurso
 de
 los
 años
 una

democratización
 social:
 "Las
 fuerzas
 que
 determinan
 la
 difusión
 del
 uso
 de
 la

computación
no
es
social
ni
racial
ni
económica,
sino
generacional".7
Es
decir,
que

los
pobres
y
los
ricos
son
tanto
jóvenes
como
viejos...
pese
a
que,
añadirá
Castells

no
 sin
 cierto
 sentido
 común,
 que
 hay
 territorios
 que
 "antes
 de
 pasar
 a
 la

electrónica
necesitan
un
suministro
fiable
de
electricidad".8
Cabe
recordar
que
hay

más
líneas
telefónicas
en
Manhattan
o
en
Tokio
que
en
toda
África
subsahariana.


 Ya
 en
 1982
 la
 comisión
 Maitland
 publicaba
 El
 eslabón
 perdido,
 un

documento
 que
 ponía
 de
 manifiesto
 las
 conclusiones
 sobre
 la
 carencia
 de

infraestructuras
 de
 telecomunicaciones
 en
 los
 países
 en
 vías
 de
 desarrollo,
 y
 se

puso
 como
 ejemplo
 el
 teléfono.
 Algunas
 referencias
 citan
 a
 Simon
Moores
 como

acuñador
del
vocablo,
otras
a
Lloyd
Morrisett
como
el
primero
que
lo
utilizó
para

poner
 de
 relieve
 la
 fractura
 que
 podía
 producirse
 en
 Estados
 Unidos
 entre
 los

conectados
 y
 los
 no
 conectados
 si
 no
 se
 superaban
 serias
 diferencias
 entre

territorios,
 razas
 o
 etnias,
 clases
 y
 géneros,
 mediante
 inversiones
 públicas
 en

infraestructuras
 y
 ayudas
 a
 la
 educación.
 Digital
 Divide
 (o
 Digital
 Gap)
 fue
 el

término
 exacto
 que
 utilizó
 la
 Administración
 Clinton‐Gore
 para
 analizar
 dicho

desfase,
 fractura
o
 rotura
en
el
 conocimiento
y
 el
 acceso
a
dicho
 conocimiento
o

comunicación.
 A
 finales
 de
 1995
 publicaron
 una
 serie
 de
 reportes
 bajo
 el
 título

común
 Falling
 through
 the
 Net.
 A
 survey
 of
 the
 'Have
 Nots'
 in
 Rural
 and
 Urban

American,
 en
 los
 cuales
 se
 dejaba
 constancia
 del
 estado
 que
 este
 fenómeno


























































5
WOLF,
M.
(1994).
Los
efectos
sociales
de
los
media.
Buenos
Aires:
Paidós,
p.
77‐78.
Esta
aportación
es
interesante
en
la

medida
que
introduce
una
posición
crítica
sobre
la
neutralidad
de
la
tecnología.
Si
los
medios
de
comunicación
representan

avances
tecnológicos,
no
son
dichos
avances
generalizables.

6
Esta
lógica
de
la
oferta
también
condiciona
a
la
sobreoferta,
una
carrera
tecnológica
de
acuerda
a
la
cual
es
necesario

actualizar
periódicamente
la
versión
del
software
y
los
últimos
adelantos
en
hardware
del
ordenador.

7
NEGROPONTE,
N.
(1995).
Ser
digital.
Buenos
Aires:
Atlántida,
p.
206.

8
CASTELLS,
M.
(1996).
La
era
de
la
información:
economía,
sociedad
y
cultura.
La
sociedad
red.
Madrid:
Alianza,
p.
117.

aguardaba
a
 la
sociedad
norteamericana
y
se
quería
concienciar
sobre
 todo
a
 los

responsables
políticos
de
la
importancia
del
acceso
a
internet
y
de
la
existencia
de

amplios
 sectores
 sociales
 en
 riesgo
 de
 exclusión
 social.
 Cuatro
 años
 después
 fue

substituido
 por
 el
 sucedáneo
 Falling
 through
 the
 Net.
 New
 Data
 on
 the
 Digital

Divide.
 Curiosamente
 en
 2001,
 con
 Bush
 hijo
 ya
 en
 el
 poder,
 la
 Administración

Nacional
de
Telecomunicaciones
e
Información
de
los
Estados
Unidos
(NTIA)
lanzó

un
 quinto
 reporte,
 A
 Nation
 Online.
 How
 Americans
 Are
 Expanding
 Their
 Use
 of

Internet,
en
donde
se
asumía
que
el
problema
estaba
de
alguna
manera
zanjado.


 Al
 principio
 en
 español
 se
 tradujo
 como
 fractura
 digital
 o
 estratificación

digital
 —incluso
 divisoria
 digital,9
 brecha
 inforcomunicacional10
 y
 abismo

digital11—
 por
 ser
 mucho
 más
 expresivos
 sobre
 lo
 que
 significa
 realmente

(también
en
francés),
aunque
en
la
mayoría
del
vocabulario
de
los
investigadores

hispanos
 aparece
 el
 de
 brecha,
 más
 suave
 quizá
 y
 parece
 que
 más
 correcto

políticamente,
haciendo
hincapié
en
cierto
analfabetismo
digital
o
escasa
habilidad

o
 competencia
 de
 un
 gran
 sector
 de
 la
 población,
 especialmente
 entre
 aquellos

nacidos
antes
de
la
década
de
1960,
para
manejar
las
herramientas
tecnológicas
y

cuyo
 acceso
 a
 los
 servicios
 de
 internet
 flaquea.12
 La
 brecha
 digital
 ha
 acabado

siendo,
 en
 resumen,
un
 reflejo
del
desarrollo
humano
entendido
mucho
más
allá

del
 crecimiento
 económico:
 como
 ese
 "entorno
 en
 el
 que
 las
 personas
 puedan

hacer
 plenamente
 realidad
 sus
 posibilidades
 y
 vivir
 en
 forma
 productiva
 y

creadora
 de
 acuerdo
 con
 sus
 necesidades
 e
 intereses".13
 Esas
 cuestiones
 fueron

abordadas
hacia
1996
desde
una
aproximación
sistémica
por
Herbert
Schiller14
y

William
Wresh15
 de
manera
 general,
 autores
 que
 se
 planteaban
 la
 necesidad
 de

incluir
 a
 todos
 los
 sectores
 de
 la
 población
 en
 lo
 que
 se
 refiere
 a
 acceso
 a
 la

información
disponible
a
través
de
las
nuevas
tecnologías
que
estaban
apareciendo

en
un
escenario
más
o
menos
global.


























































9
Véase
CASTELLS,
M.
(2001).
La
Galaxia
Internet.
Barcelona:
Plaza&Janés,
p.
275.

10
Véase
FORD,
A.
(2003).
La
marca
de
la
bestia.
Identificación,
desigualdades
e
infoentretenimiento
en
la
sociedad

contemporánea.
Buenos
Aires:
Norma,
p.
115.

11
CROVI,
D.
(2002).
"Sociedad
de
la
información
y
el
conocimiento.
Entre
el
optimismo
y
la
desesperanza".
Revista
Mexicana

de
Ciencias
Políticas
y
Sociales,
185,
p.
13‐33.

12
Para
interesados
en
toda
esta
terminología
véase
también
RODRÍGUEZ
GALLARDO,
A.
(2006).
La
brecha
digital
y
sus

determinantes.
México:
UNAM.
Centro
Universitario
de
Investigaciones
Bibliotecnológicas;
y
VEGA‐ALMEIDA,
R.L.
(2007).

"Brecha
digital:
un
problema
multidimensional
de
la
sociedad
emergente".
Inclusâo
Social,
2(2),
p.
101‐102.

13
SERRANO
SANTOYO,
A.;
MARTÍNEZ
MARTÍNEZ,
E.
(2003).
La
brecha
digital.
Mitos
y
realidades.
México:
Universidad

Autónoma
de
Baja
California,
p.
9.

14
Véase
SCHILLER,
H.I.
(1996).
Information
Inequety.
New
York:
Routledge.

15
Véase
WRESH,
W.
(1996).
Disconnected.
Haves
and
Have­Nots
in
the
Information
Age.
New
Brunswick,
NJ:
Rutgers

University
Press.


 Más
 o
menos
 es
 en
 esta
 época
 que
 nacieron
 los
 primeros
 términos
 como

tales
sobre
las
Tecnologías
de
la
Información
y
la
Comunicación
(TIC).
No
podemos

obviar
 la
 digital
 divide
 de
 Tapscott16
 o
 los
 inmigrantes
 y
 nativos
 digitales
 de

Prensky,17
 y
 sucedáneos.18
 Por
 lo
general
de
 lo
que
 se
 trataba
era
de
etiquetar
a

dos
grandes
procesos,
a
saber:
la
alfabetización
digital
—o
cyberalfabetización—y

la
sensibilización
electrónica.19
Por
un
lado,
el
desarrollo
de
destrezas
para
el
uso

de
 las
 tecnologías,
 aquellas
 habilidades
 para
 orientarse
 satisfactoriamente
 en
 la

red,
aquellas
que
ayudarán
a
descubrir,
usar
yevaluar
las
fuentes
de
información.

Por
el
otro,
la
educación
de
los
usuarios,
los
incentivos
para
el
estímulo
adaptativo

a
nuevos
procesos
y
articulaciones.


 Poco
 a
 poco
 la
 Digital
 Divide
 se
 convertiría
 en
 un
 elemento
 clave
 de

desigualdad
en
 las
sociedades
contemporáneas
sometidas
a
un
 fuerte
proceso
de

dualización:
 existen
 los
 trabajadores
mejor
 calificados
 y
 retribuidos
 y
 otros
 con

tareas
precarias
y
mal
pagados,
demostrandoi
una
vez
más,
en
palabras
del
filósofo

Alain
de
Botton,
que
"el
ascensor
social
está
estropeado".20
La
distancia
entre
unos

y
otros
cada
vez
es
mayor,
hay
ciudadanos
de
primera
y
ciudadanos
de
segunda
y

los
riesgos
de
exclusión
social
se
multiplican.
"Se
trata
de
un
fenómeno
estructural

que
 parece
 ir
 en
 aumento
 y
 que
 tiene
 un
 matiz
 multidimensional",
 advertirán

muchos
 de
 sus
 discípulos.21
 No
 sólo
 se
 trata
 de
 que
 las
 nuevas
 generaciones

posean
 un
 saber
 nuevo,22
 es
 que
 ahora
 existe
 una
 gran
 diferencia
 entre
 quienes

saben
y
quienes
no
saben...
































































16
TAPSCOTT,
D.
(1998).
Creciendo
en
un
entorno
digital.
La
Generación
Internet.
Santafé
de
Bogotá:
McGraw‐Hill.

17
PRENSKY,
M.
(2001).
"Digital
natives,
digital
immigrants".
On
the
Horizon
[MCB
University
Press],
9(5),
p.
1‐6.
Con
los
años

el
propio
Prensky
acabó
negando
la
mayor
y
desechó
haber
sido
el
primero
en
acuñar
ambos
términos.

18
Como
los
avatares
digitales
de
la
canadiense
Gerri
Sinclair
y
el
italiano
Bruno
Cerboni,
o
la
Generación
Einstein
del

holandés
Jeroen
Boschma.
Véase
GARCÍA
GARCÍA,
F.
[et
al.]
(2010).
"Una
taxonomía
del
término
«nativo
digital».
Nuevas

formas
de
relación
y
de
comunicación".
Congreso
Alfabetización
Mediática
y
Culturas
Digitales
(Sevilla,
13‐14
de
mayo).

19
En
palabras
de
SILVERA,
C.
(2005).
"La
alfabetización
digital:
una
herramienta
para
alcanzar
el
desarrollo
y
la
equidad
en

los
países
de
América
Latina
y
el
Caribe".
Acimed,
13(1),
p.
1‐8.

20
BUSQUET,
J.;
ARANDA,
D.;
BALLANO,
S.;
SÁNCHEZ‐NAVARRO,
J.;
URIBE,
A.C.
(2012).
La
bretxa
é
mobile.
La
fractura
digital

generacional
a
Catalunya.
Anuario
de
la
Societat
Catalana
de
Sociologia
2012
(coordinado
por
Josep
M.
Masjuan).

21
TEZANOS,
J.
(2001).
La
sociedad
dividida.
Estructura
de
clases
y
desigualdades
en
las
sociedades
tecnológicas.
Madrid:

Biblioteca
Nueva.
Para
interesados
en
toda
esta
terminología
véase
también
RODRÍGUEZ
GALLARDO,
A.
Op.
cit.
También

interesante
resulta
echarle
un
vistazo
a
VEGA‐ALMEIDA,
R.L.
Op.
cit.

22
BARRIOS
RUBIO,
A.
(2008).
"Los
jóvenes
y
la
red:
usos
y
consumos
de
los
nuevos
medios
en
la
sociedad
de
la
información

y
la
comunicación".
Signo
y
Pensamiento,
28(54),
p.
265‐275.

onomásticas., 
La
 Cumbre
 Mundial
 de
 la
 Sociedad
 de
 la
 Información
 (CMSI),
 a
 través
 de
 su

declaración
 de
 principios,
 argumentó
 en
 2004
 lo
 siguiente:
 "Somos
 plenamente

conscientes
de
que
las
ventajas
de
la
revolución
de
la
tecnología
de
la
información

están
en
la
actualidad
desigualmente
distribuidas
entre
los
países
desarrollados
y

en
 desarrollo,
 así
 como
 dentro
 de
 las
 sociedades.
 Estamos
 plenamente

comprometidos
a
convertir
la
brecha
digital
en
una
oportunidad
digital
para
todos,

especialmente
 aquellos
 que
 corren
 peligro
 de
 quedar
 rezagados
 y
 aún
 más

marginados".
Así,
 la
brecha
como
concepto
no
deja
de
tener
su
raíz
en
cuestiones

más
 bien
 estructurales,
 obviando
 algunas
 consideraciones
 contextuales
 obvias
 y

otras
no
 tan
obvias.
Pippa
Norris
diferencia
para
 su
 análisis
 lo
que
 llama
brecha

global
(entre
naciones),
brecha
social
(entre
pobres
y
ricos)
y
brecha
democrática

(entre
participantes
y
no
participantes),
y
trata
de
definirlo
como
"un
conjunto
de

deficiencias
de
acceso
que
afectan
el
desarrollo
potencial
que
podría
surgir
del
uso

de
 la
 tecnología".23
 Otros
 modelos
 plantean
 una
 aproximación
 más
 sofisticada,

según
 cuatro
 perspectivas:
 acceso
 a
 la
 tecnología,
 alfabetización,
 acceso
 social
 y

uso
social.24
En
pocas
palabras:
de
la
mera
conexión
a
la
apropiación,
del
cuánto
al

cómo.
 Salvar
 la
 brecha
 se
 presenta
 como
 una
 ruta
 hacia
 no
 sólo
 abundancia
 de

información,
sino
también
como
una
serie
de
oportunidades
útiles
para
corregir
o

modificar
 varias
 brechas
 preexistentes
 en
 una
 sociedad
 concreta.
 El
 tema
 que

aparece
 una
 y
 otra
 vez
 en
 estos
 análisis
 es
 el
 desequilibrio
 entre
 el
 problema
 a

gran
escala
propuesto
y
las
soluciones
de
pequeño
alcance.
Cada
nuevo
paso
puede

significar
 un
 peligro,
 un
 nuevo
 reduccionismo
 al
 uso,
 convirtiendo
 el
 trasfondo

complejo
 en
 una
 mera
 cuestión
 de
 accesos.
 En
 resumen:
 que
 la
 falta
 de
 acceso

puede
ser
una
de
las
muchas
razones
que
expliquen
esta
insalvable
barrera
entre

participantes
y
no
participantes
de
la
fiesta
digital.
Caemos
en
la
peligrosa
espiral

de
que
la
tecnología,
después
de
todo,
sea
una
frontera
más.
Y
no
sólo
entre
sujetos

de
 diferentes
 culturas
 o
 etnias
 (geografía),
 varones
 o
 mujeres
 (género),
 sino

también
entre
personas
de
diferentes
edades
(generación).


























































23
NORRIS,
P.
(2001).
Digital
Divide.
Civic
Engagement,
Information
Poverty
and
the
Internet
in
Democratic
Societies.

Cambridge:
Cambridge
University
Press.

24
Véase
CHEN,
W.;
WELLMAN,
B.
(2003).
Charting
and
Bridging
Digital
Divides:
Comparing
Socio­Economic,
Gender,
Life

Stage
and
Rural­Urban
Internet
Access
and
Use
in
Eight
Countries.
Toronto:
Center
for
Urban
and
Community
Studies
UT.


 Según
 sostiene
 Manuel
 Castells,
 la
 tecnología
 de
 la
 información
 y
 la

comunicación
ofrece
un
potencial
enorme
para
acceder
a
la
información
necesaria

para
compensar
las
limitaciones
que
existen
para
un
grupo
social
determinado.
La

información
necesaria,
disponible
gracias
a
las
tecnologías,
serviría
para
salvar
la

actual
carencia
de
oportunidades
para
el
desarrollo
económico
y,
por
ende,
traería

el
 progreso.25
 Sin
 embargo,
 poner
 infraestructuras
 sugiere
 en
 primera
 instancia

dos
 problemas:
 las
 telecomunicaciones,
 asunto
 empresarial,
 y
 el
 acceso
 a
 la
 red,

asunto
personal.
Conectividad
y
acceso,
artefactos,
red
y
permisos.
Sin
embargo,
la

cosa
no
es
ni
de
 lejos
 tan
sencilla
y
mucho
menos
se
queda
aquí.
El
 investigador

holandés
Van
Dijk
plantea
que
la
brecha
digital
está
en
constante
evolución
dado
el

surgimiento
de
nuevos
usos
tecnológicos
que
serán
apropiados
más
rápidamente

por
 aquellos
 que
 tienen
 acceso
de
 forma
más
permanente
 y
 de
mejor
 calidad
 (y

velocidad,
según
la
banda
ancha).26


 Ahora
más
 que
 nunca
 las
 TIC
—sobre
 todo
 en
 educación
 y
 empleo—
 son

herramientas
 fundamentales
 para
 el
 acceso
 de
 la
 comunidad
 a
 la
 Sociedad
de
 la

Información
 (SI)
y
el
desarrollo
en
una
Sociedad
del
Conocimiento
 (SC),27
 lo
que

algunos
 como
 Pinto
 Arboleda
 llamarán
 educación
 integral
 o
 interdiscursividad.28

Las
condiciones
cambian
y
 los
discursos
se
repiten.
Las
mutaciones
estructurales

que
 se
 suscitan
 en
 la
 compleja
 realidad
 social
 vienen
 determinadas
 por
 el

incremento
del
uso
de
la
información,
el
crecimiento
de
la
producción
de
servicios,

la
sustitución
de
bienes
tangibles
por
intangibles,
la
universalización
de
las
TIC
y
la

reorganización
del
tiempo
y
del
espacio.29
Se
trata
de
una
alteración
sustancial
de

las
condiciones
de
generación
de
conocimiento
y
procesamiento
de
la
información

consecuencia
de
 la
 revolución
 tecnológica,
 una
 realidad
 cada
vez
más
 reticular
 y

cada
 vez
 más
 digital.
 Y
 la
 retícula
 dice
 que
 a
 más
 acceso,
 más
 consumo,
 más

motivación
 para
 consumir
 de
 nuevo,
 ergo,
más
 competencias
 y
 experiencia
 para

hacerlo.
Y
tiro
porque
me
toca.




























































25
CASTELLS,
M.
Op.
cit.

26
VAN
DIJK,
J.;
KEN,
H.
(2000).
"The
Digital
Divide
as
a
Complexand
Dynamic
Phenomenon".
V
Conferencia
Anual
de
la

International
Communication
Association
(Acapulco,
1‐5
de
junio).

27
PEDRAZA,
L.F.;
LÓPEZ,
D.A.;
SALCEDO,
O.J.
(2012).
"Brecha
digital
por
estatus
socio‐económico
en
la
localidad
de
Ciudad

Bolívar
de
Bogotá
(Colombia)".
Información
Tecnológica,
23(6),
p.
63‐72.

28
PINTO
ARBOLEDA,
M.C.
(2012).
"La
construcción
de
la
referencia
entorno
al
concepto
de
brecha
digital
en
España".
Tesis

doctoral.
Universidad
Complutense
de
Madrid.

29
VEGA‐ALMEIDA,
R.L.
Op.
cit.,
p.
96‐97.






 El
propósito
de
la
brecha
digital
es
de
alguna
manera
enfocarse
a
la
revisión

de
 la
 información
 y
 la
 comunicación
 para
 el
 extenso
 desarrollo
 de
 las
 TIC.
 "La

brecha
digital
es
una
ruta
hacia
no
sólo
la
abundancia
de
información
sino
también

hacia
una
serie
de
oportunidades
que
podrían
servir
para
corregir
o
desaparecer

varias
de
las
brechas
preexistentes
en
una
sociedad
dada".30





2.(in)conclusiones., 
"En mundo en movimiento, el que se queda en el mismo lugar, retrocede". 
'ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO'. 
LEWIS CARROLL, ESCRITOR BRITÁNICO 





 En
 vez
 de
 colocar
 aquí
 una
 despedida
 y
 cierre
 hermética
 a
 modo
 de

conclusiones
definitivas,
dado
que
parece
evidente
que
 la
 cosa
no
queda
 todavía

zanjada
 —ni
 mucho
 menos—,
 parece
 más
 franco
 hablar
 de
 in­conclusiones,31


























































30
VILLANUEVA,
E.
(2006).
"Brecha
digital:
descartando
un
término
equívoco".
Razón
y
Palabra,
Primera
revista
electrónica

en
América
Latina
especializada
en
Comunicación,
51.
Originariamente
ponencia
para
el
III
Congreso
Panamericano
de

Comunicación
(Buenos
Aires,
julio
de
2005).

31
La
idea
y
el
término
in­conclusiones
es
originario
del
libro
de
COBO
ROMANÍ,
J.C.;
MORAVEC,
J.W.
(2010).
Aprendizaje

invisible.
Hacia
una
nueva
ecología
de
la
educación.
Barcelona:
Laboratori
de
Mitjans
Interactius/Publicacions
i
Edicions
de
la

UB,
p.
178.

acceso

consumo

motivación

competencias

nuevos
debates
y
ventanas
en
 torno
a
 la
necesidad
de
un
marco
 terminológico
y

conceptual
más
amplio
cada
vez
más
clarificador,
incluyente
y
explícito.


 La
 idea
 de
 la
 brecha
 digital
 no
 es
 ni
 de
 lejos
 un
 fenómeno
 que
 sea

reconocido
 de
 forma
 unánime.
 Ni
 al
 principio
 ni
 al
 final.
 De
 hecho,
 muchos

investigadores
 sospechan
 que
 se
 trata
 de
 un
 término
 cargado
 de
 connotaciones

ideológicas.
 Más
 que
 de
 brecha,
 como
 si
 sólo
 existiera
 una
 brecha
 de
 origen

tecnológico,
deberíamos
de
hablar
de
brechas,
en
plural,
ya
que
las
desigualdades
y

los
 conflictos
 sociales
 son
múltiples
 y
 se
modifican
 en
 el
 tiempo.
 Las
 diferencias

existentes
entre
aquellos
 individuos
que
saben
utilizar
 las
TIC
y
aquellos
que
no,

no
siempre
se
antojan
un
problema
de
posibilidad
de
acceso
e
infoestructuras32
o

conocimientos
 previos
 (alfabetización
 digital
 o
 digital
 literacy),
 sino
 que
 en
 la

mayoría
de
casos
se
esconde
una
tesitura
de
actitud
ante
las
nuevas
tecnologías.
Ya

no
se
trata
ni
de
la
conectividad
ni
del
acceso
propiamente
dichos,
lo
que
impera
es

lo
que
se
llama
la
apropiación:
del
dominio
de
las
teclas
al
dominio
de
las
ideas.33

Muchas
ofertas
educativas
han
malinterpretado
 las
 tecnologías
únicamente
como

dispositivos
 para
 mejorar
 la
 transferencia
 de
 contenidos,
 cerrando
 de
 raíz
 el

campo
de
la
flexibilidad
y,
sobre
todo,
la
creatividad
en
la
manera
de
aprender.


 Para
ello
es
preciso
un
cambio
cultural
que
se
corresponde
con
la
irrupción

del
nuevo
paradigma
digital:
según
parece
hoy
la
clave
no
está
en
qué
se
aprende

sino
 en
 cómo
 se
 aprende.
 La
 memorización
 preventiva
 se
 sustituye
 por
 el

aprendizaje
significativo,
del
just
in
case
al
just
in
time,
del
aprender
por
si
acaso
al

aprender
porque
lo
necesito
aquí
y
ahora.
Ya
sea
de
manera
visible
o
invisible,
en

línea
 o
 cara
 a
 cara,
 lo
 interesante
 de
 la
 cuestión
 es
 que
 cada
 cual
 sea
 capaz
 de

hacerlo
 por
 sí
 mismo,
 es
 el
 do
 it
 yourself:
 crear
 contenidos
 por
 uno
 mismo,

aprender
 haciendo
 (learning
 by
 doing),
 una
 reconstrucción
 de
 propuestas
 y

generación
de
nuevas
ideas
en
torno
a
una
experimental
zona
de
recreo,
más
allá

de
la
brecha,
que
haga
que
cada
uno
trate
con
sus
propios
métodos
y
que
la
propia

experiencia
condicione
capítulos
futuros.
Para
esta
nueva
era
de
la
información,
la

nueva
era
de
las
pantallas,
serán
necesarios
arquitectos,
pero
también
carpinteros,

como
bien
dice
uno
de
los
fundadores
de
Wikipedia,
la
enciclopedia
online
con
más


























































32
Infraestructuras
que
posibilitan
la
información,
según
PIMIENTA,
D.
(2007).
"Brecha
digital,
brecha
social,
brecha

paradigmática".
Funredes,
p.
20‐25.
Para
él
existen
las
infraestructuras
(diapositivas),
las
infoestructuras
(contenidos
y

aplicaciones)
e
infoculturas
(conocimientos,
métodos,
prácticas
y
reglas).

33
GLISTER,
P.
(1997).
Digital
Literacy.
New
York:
Wiley.

de
 350
 millones
 de
 usuarios
 y
 traducida
 a
 270
 idiomas,
 la
 nueva
 Enciclopedia

británica.
Y
es
que
para
pescar
es
tan
necesario
 la
flexibilidad
de
 la
caña
como
el

truco
delante
del
pez,
tan
importante
es
el
señuelo
como
el
nylon,
el
carrete
como

el
vadeador,
 la
bombeta
como
 la
sacadora,
 la
paciencia
de
horas
como
el
brío
de

segundos.


 En
 el
 fondo
 cabe
 siempre
 dejar
 resquicios
 para
 posteriores
 expediciones.

Consuela
 entender
 que
 la
 brecha
 digital
 nunca
 debe
 cerrarse
 del
 todo
 porque

también
 representa
 un
 indicador
 del
mundo,
 un
 termómetro
 social
 que
 firma
 la

fiebre
del
planeta
por
esta
revolución
informática
hacia
un
nuevo
objetivo
común:

el
conocimiento.
Y
a
surfear.































3.bibliografía., 
ARIÑO,
A.
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Sociología
de
la
Cultura.
La
constitución
simbólica
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Desde
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I
Simposio
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grupo
de
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Conincom
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la
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Llull
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digital?
Entornos
mediáticos
mutantes
y
distancias
generacionales
en
la
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y
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mutantes
y
distancias
generacionales
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la
escuela
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el
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línea]

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