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CITA BUSQUET, J.; SASTRE, X.R. (2013). "Etimología de la brecha digital: terminologías, taxonomías y onomásticas". XXX, p. x‐x. CÓDIGO TÍTULO PRELIMINAR BDb01 Etimología de la brecha digital: terminologías, taxonomías y onomásticas by Xavi R. Sastre "Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad", le dice el maestro Qui-Gon Jin al joven Anakin Skywalker 'STAR WARS. EPISODIO I: THE PHANTOM MENACE'. GEORGE LUCAS, 1999 ABSTRACT Digital Divide, that big unknown. Result of a further term drift, of a multipurpose concepto not just materialeza in the information age, a escenary too changeable to consolidate as paradigm. About to break the military side of enemies lines to social thermometer that marks the distance between who accessing ICT and not, between who connecting more or less, between who benefit and who tiptoe. At any rate, the digital divide was the first step in the concern about the effect of new technologies and new learning. It is a healthy exercise to the democratization of information, knowledge and communication. RESUMEN Brecha digital, esa gran desconocida. Resultado de un término aún a la deriva, de un concepto multiusos que no acaba de cuajar en la era de la información, un escenario demasiado cambiante como para consolidarse como paradigma. Del romper el flanco militar de las líneas enemigas a termómetro social que marca la distancia entre los que acceden a las TIC y los que no, entre los que se conectan más o menos, entre los que se benefician y los que pasan de puntillas. Sea como fuere, la brecha digital fue el primer paso en la preocupación por el efecto de las nuevas tecnologías y los nuevos aprendizajes. Es un sano ejercicio hacia la democratización de la información, el conocimiento y la comunicación. KEY WORDS Divide, digital divide, gap, ICT, info‐richs, info‐poors, digital inclusion/exclusion, digital literacy, interdiscourse, infostructures. PALABRAS CLAVE Brecha, brecha digital, fractura, TIC, info‐ricos, info‐pobres, inclusión y exclusión digital, alfabetización digital, interdiscursividad, infoestructuras. ESQUEMA 1.UN TÉRMINO A LA DERIVA Terminologías. Taxonomías. Onomásticas. 2.(IN)CONLUSIONES 3.BIBLIOGRAFÍA 1.un TÉRMINO a la deriva., "Si digo «su ropa olía a grama» y tú tienes una sensación, supongo que lo mismo que se disparó en mi cerebro al pensarlo es lo mismo que se dispara en el tuyo al leerlo... Esa conexión íntima es la Literatura". GEORGE SAUNDERS, ESCRITOR NORTEAMERICANO terminologías., Una brecha se antoja tanto una grieta como una abertura, una herida o una salida, una laguna o un claro (en el bosque). En cualquier caso, "estar en la brecha" significa todo lo contrario a estar de vacaciones... "Estar en la brecha" representa estar en la delgada línea roja que separa un bando del otro, la vida de la muerte, la derrota o la victoria, el pasado o el futuro. El vocablo brecha viene del francés brèche, con el mismo significado de brecha; a su vez, del antiguo franco breka, el equivalente a rotura; y del germánico breham o brëhhan, del gótico brikan, y finalmente de la raíz indoeuropea bhreg. También se relaciona con el verbo alemán de la misma semilla brechen, del neerlandés breke y acaso del anglo break, como romper.1 Apareció en el latino español a mediados del siglo XVII como vocablo militar que implicaba el destruir los fortines, mayormente árabes. Un anónimo de 1616 así lo decía: "Díjole al alcalde que para el castillo y hacerle brecha había menester media docena de cañones".2 Podríamos decir que en términos sociológicos la palabra brecha hace referencia a la diferencia que existe entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a internet y aquellas que no, aunque dichas desigualdades pueden hacer referencia al conjunto de nuevas tecnologías de la información y la 1 Véanse las más de 15 acepciones distribuidas en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española [En línea] http://lema.rae.es/drae/?val=brecha. En geología se considera brecha a una masa rocosa consistente de fragmentos de rocas de distintos tamaños y formas, una roca sedimentaria detrítica, se le llama, porque simbólicamente representa el resquicio por donde algo comienza a perder su certeza o seguridad. En el sistema paleontólogo, la brecha de Romer es el ejemplo de brecha en el registro fósil. En el campo de la geografía existe la brecha de Rolando, una formación determinada del Monte Perdido, aunque también es una población en el estado mexicano de Sinaloa e incluso una calle de Montevideo conserva ese nombre como evocación de un episodio de las Invesiones Inglesas. Brecha (2009) también es una película española del director Iván Noel, o un semanario político cultural uruguayo de 1985. La brecha es una famosa novela feminista nacida de la inspiración de Mercedes Valdivieso en 1961, y el primer cuento publicado del ensayista salvadoreño Manuel A. Cerón Mejía tiene por título La brecha en el jardín (2009). En política también existe la brecha de los bombarderos y la brecha de los misiles, dos conceptos militares parecidos de la época de la Guerra Fría: 1)la infundada creencia estadounidense de que la URSS durante la década de los 50 estaba tomando ventaja en el número de navíos de guerra estratégicos armados de bombas nucleares, y 2)la infundada de nuevo percepción norteamericana durante la década de 1960 del número de ojivas (warheads) o cabezas nucleares de mediano y largo alcance. 2 ANÓNIMO (1943). La vida de Estebanillo González. Madrid: Espasa Calpe, 1ª ed. comunicación (TIC): computadora, banda ancha, telefonía móvil y demás dispositivos. Como tal la brecha digital separa a los grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los niveles distintos de alfabetización, carencias y ciertos problemas de accesibilidad a dicha tecnología, pero también se pone énfasis en la distinción de aquellos grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y los que de ninguna manera. Un concepto asociado es la "inclusión digital" (infoinclusión) versus la "exclusión digital" (infoexclusión) para designar los matices de grises designados a los efectos discriminatorios de la brecha digital. taxonomías., En 1959 P.F. Drucker3 describió la emergencia de un nuevo perfil de profesionales en la sociedad postindustrial. Lo denominaría el knowledge worker (trabajadores del conocimiento), sujetos que principalmente trabajarían con información o gestión del conocimiento como empleo. Lo más relevante del tema es que dicha conceptualización ya presagiaba una sociedad en la cual el conocimiento jugaría un papel central en las actividades diarias del sector productivo, sobre todo en el sector servicios. La preocupación por el avance de las nuevas tecnologías volvió a aparecer en 1970, cuando Tichenor, Donohue y Olien hablaban de la "Knowledge Divide" o la knowledgegap (la fractura del conocimiento o llanamente desniveles de conocimiento),4 según la cual cada nuevo medio de comunicación incrementaba la división en el uso del sistema social entre los ricos y pobres en información. En otras palabras: "La difusión a gran escala de las comunicaciones de masas se interpreta generalmente como un indicador de modernización, de desarrollo social y cultural, vinculados a movimientos informativos disponibles para la libertad y la equidad", y sin embargo, todoindica que "los media reproducen y acentúan desigualdades sociales, son instrumentos del incremento de las diferencias, no de una atenuación de ellas, y "hacen surgir nuevas formas de desigualdad y de 3 DRUCKER, P.F. (1959). Landmarks of Tomorrow: A Report on the New 'PostModern' World. New York: Harper. 4 TICHENOR, P.J.; DONOHUE, G.A.; OLIEN, C.N. (1970). "Mass Media Flow and Differential Growth in Knowledge". Public Opinion Quarterly, 34(2), p. 159‐170. Algunos atinan mejor y lo traducen como "brechas del conocimiento". desarrollo desigual".5 La diferencia en la adquisición de información tiene que ver, pues, con dos factores: el poder adquisitivo y el nivel cognitivo, el bolsillo y la competencia, la condición económica y la condición educativa. Dichos niveles se articulan de forma complementaria con el papel de la oferta de productos electrónicos, avisan muchos teóricos. Así, fabricantes y proveedores de aparatos y conexiones a internet, de no poder apuntar a un público universal, apuntarán a los sectores consumidores de tecnología. De ese modo, la gap entre los unos y los otros —inforicos e infopobres— crecerá.6 Para otros investigadores más optimistas, no obstante, la red provocará con el transcurso de los años una democratización social: "Las fuerzas que determinan la difusión del uso de la computación no es social ni racial ni económica, sino generacional".7 Es decir, que los pobres y los ricos son tanto jóvenes como viejos... pese a que, añadirá Castells no sin cierto sentido común, que hay territorios que "antes de pasar a la electrónica necesitan un suministro fiable de electricidad".8 Cabe recordar que hay más líneas telefónicas en Manhattan o en Tokio que en toda África subsahariana. Ya en 1982 la comisión Maitland publicaba El eslabón perdido, un documento que ponía de manifiesto las conclusiones sobre la carencia de infraestructuras de telecomunicaciones en los países en vías de desarrollo, y se puso como ejemplo el teléfono. Algunas referencias citan a Simon Moores como acuñador del vocablo, otras a Lloyd Morrisett como el primero que lo utilizó para poner de relieve la fractura que podía producirse en Estados Unidos entre los conectados y los no conectados si no se superaban serias diferencias entre territorios, razas o etnias, clases y géneros, mediante inversiones públicas en infraestructuras y ayudas a la educación. Digital Divide (o Digital Gap) fue el término exacto que utilizó la Administración Clinton‐Gore para analizar dicho desfase, fractura o rotura en el conocimiento y el acceso a dicho conocimiento o comunicación. A finales de 1995 publicaron una serie de reportes bajo el título común Falling through the Net. A survey of the 'Have Nots' in Rural and Urban American, en los cuales se dejaba constancia del estado que este fenómeno 5 WOLF, M. (1994). Los efectos sociales de los media. Buenos Aires: Paidós, p. 77‐78. Esta aportación es interesante en la medida que introduce una posición crítica sobre la neutralidad de la tecnología. Si los medios de comunicación representan avances tecnológicos, no son dichos avances generalizables. 6 Esta lógica de la oferta también condiciona a la sobreoferta, una carrera tecnológica de acuerda a la cual es necesario actualizar periódicamente la versión del software y los últimos adelantos en hardware del ordenador. 7 NEGROPONTE, N. (1995). Ser digital. Buenos Aires: Atlántida, p. 206. 8 CASTELLS, M. (1996). La era de la información: economía, sociedad y cultura. La sociedad red. Madrid: Alianza, p. 117. aguardaba a la sociedad norteamericana y se quería concienciar sobre todo a los responsables políticos de la importancia del acceso a internet y de la existencia de amplios sectores sociales en riesgo de exclusión social. Cuatro años después fue substituido por el sucedáneo Falling through the Net. New Data on the Digital Divide. Curiosamente en 2001, con Bush hijo ya en el poder, la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información de los Estados Unidos (NTIA) lanzó un quinto reporte, A Nation Online. How Americans Are Expanding Their Use of Internet, en donde se asumía que el problema estaba de alguna manera zanjado. Al principio en español se tradujo como fractura digital o estratificación digital —incluso divisoria digital,9 brecha inforcomunicacional10 y abismo digital11— por ser mucho más expresivos sobre lo que significa realmente (también en francés), aunque en la mayoría del vocabulario de los investigadores hispanos aparece el de brecha, más suave quizá y parece que más correcto políticamente, haciendo hincapié en cierto analfabetismo digital o escasa habilidad o competencia de un gran sector de la población, especialmente entre aquellos nacidos antes de la década de 1960, para manejar las herramientas tecnológicas y cuyo acceso a los servicios de internet flaquea.12 La brecha digital ha acabado siendo, en resumen, un reflejo del desarrollo humano entendido mucho más allá del crecimiento económico: como ese "entorno en el que las personas puedan hacer plenamente realidad sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de acuerdo con sus necesidades e intereses".13 Esas cuestiones fueron abordadas hacia 1996 desde una aproximación sistémica por Herbert Schiller14 y William Wresh15 de manera general, autores que se planteaban la necesidad de incluir a todos los sectores de la población en lo que se refiere a acceso a la información disponible a través de las nuevas tecnologías que estaban apareciendo en un escenario más o menos global. 9 Véase CASTELLS, M. (2001). La Galaxia Internet. Barcelona: Plaza&Janés, p. 275. 10 Véase FORD, A. (2003). La marca de la bestia. Identificación, desigualdades e infoentretenimiento en la sociedad contemporánea. Buenos Aires: Norma, p. 115. 11 CROVI, D. (2002). "Sociedad de la información y el conocimiento. Entre el optimismo y la desesperanza". Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 185, p. 13‐33. 12 Para interesados en toda esta terminología véase también RODRÍGUEZ GALLARDO, A. (2006). La brecha digital y sus determinantes. México: UNAM. Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecnológicas; y VEGA‐ALMEIDA, R.L. (2007). "Brecha digital: un problema multidimensional de la sociedad emergente". Inclusâo Social, 2(2), p. 101‐102. 13 SERRANO SANTOYO, A.; MARTÍNEZ MARTÍNEZ, E. (2003). La brecha digital. Mitos y realidades. México: Universidad Autónoma de Baja California, p. 9. 14 Véase SCHILLER, H.I. (1996). Information Inequety. New York: Routledge. 15 Véase WRESH, W. (1996). Disconnected. Haves and HaveNots in the Information Age. New Brunswick, NJ: Rutgers University Press. Más o menos es en esta época que nacieron los primeros términos como tales sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). No podemos obviar la digital divide de Tapscott16 o los inmigrantes y nativos digitales de Prensky,17 y sucedáneos.18 Por lo general de lo que se trataba era de etiquetar a dos grandes procesos, a saber: la alfabetización digital —o cyberalfabetización—y la sensibilización electrónica.19 Por un lado, el desarrollo de destrezas para el uso de las tecnologías, aquellas habilidades para orientarse satisfactoriamente en la red, aquellas que ayudarán a descubrir, usar yevaluar las fuentes de información. Por el otro, la educación de los usuarios, los incentivos para el estímulo adaptativo a nuevos procesos y articulaciones. Poco a poco la Digital Divide se convertiría en un elemento clave de desigualdad en las sociedades contemporáneas sometidas a un fuerte proceso de dualización: existen los trabajadores mejor calificados y retribuidos y otros con tareas precarias y mal pagados, demostrandoi una vez más, en palabras del filósofo Alain de Botton, que "el ascensor social está estropeado".20 La distancia entre unos y otros cada vez es mayor, hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda y los riesgos de exclusión social se multiplican. "Se trata de un fenómeno estructural que parece ir en aumento y que tiene un matiz multidimensional", advertirán muchos de sus discípulos.21 No sólo se trata de que las nuevas generaciones posean un saber nuevo,22 es que ahora existe una gran diferencia entre quienes saben y quienes no saben... 16 TAPSCOTT, D. (1998). Creciendo en un entorno digital. La Generación Internet. Santafé de Bogotá: McGraw‐Hill. 17 PRENSKY, M. (2001). "Digital natives, digital immigrants". On the Horizon [MCB University Press], 9(5), p. 1‐6. Con los años el propio Prensky acabó negando la mayor y desechó haber sido el primero en acuñar ambos términos. 18 Como los avatares digitales de la canadiense Gerri Sinclair y el italiano Bruno Cerboni, o la Generación Einstein del holandés Jeroen Boschma. Véase GARCÍA GARCÍA, F. [et al.] (2010). "Una taxonomía del término «nativo digital». Nuevas formas de relación y de comunicación". Congreso Alfabetización Mediática y Culturas Digitales (Sevilla, 13‐14 de mayo). 19 En palabras de SILVERA, C. (2005). "La alfabetización digital: una herramienta para alcanzar el desarrollo y la equidad en los países de América Latina y el Caribe". Acimed, 13(1), p. 1‐8. 20 BUSQUET, J.; ARANDA, D.; BALLANO, S.; SÁNCHEZ‐NAVARRO, J.; URIBE, A.C. (2012). La bretxa é mobile. La fractura digital generacional a Catalunya. Anuario de la Societat Catalana de Sociologia 2012 (coordinado por Josep M. Masjuan). 21 TEZANOS, J. (2001). La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas. Madrid: Biblioteca Nueva. Para interesados en toda esta terminología véase también RODRÍGUEZ GALLARDO, A. Op. cit. También interesante resulta echarle un vistazo a VEGA‐ALMEIDA, R.L. Op. cit. 22 BARRIOS RUBIO, A. (2008). "Los jóvenes y la red: usos y consumos de los nuevos medios en la sociedad de la información y la comunicación". Signo y Pensamiento, 28(54), p. 265‐275. onomásticas., La Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), a través de su declaración de principios, argumentó en 2004 lo siguiente: "Somos plenamente conscientes de que las ventajas de la revolución de la tecnología de la información están en la actualidad desigualmente distribuidas entre los países desarrollados y en desarrollo, así como dentro de las sociedades. Estamos plenamente comprometidos a convertir la brecha digital en una oportunidad digital para todos, especialmente aquellos que corren peligro de quedar rezagados y aún más marginados". Así, la brecha como concepto no deja de tener su raíz en cuestiones más bien estructurales, obviando algunas consideraciones contextuales obvias y otras no tan obvias. Pippa Norris diferencia para su análisis lo que llama brecha global (entre naciones), brecha social (entre pobres y ricos) y brecha democrática (entre participantes y no participantes), y trata de definirlo como "un conjunto de deficiencias de acceso que afectan el desarrollo potencial que podría surgir del uso de la tecnología".23 Otros modelos plantean una aproximación más sofisticada, según cuatro perspectivas: acceso a la tecnología, alfabetización, acceso social y uso social.24 En pocas palabras: de la mera conexión a la apropiación, del cuánto al cómo. Salvar la brecha se presenta como una ruta hacia no sólo abundancia de información, sino también como una serie de oportunidades útiles para corregir o modificar varias brechas preexistentes en una sociedad concreta. El tema que aparece una y otra vez en estos análisis es el desequilibrio entre el problema a gran escala propuesto y las soluciones de pequeño alcance. Cada nuevo paso puede significar un peligro, un nuevo reduccionismo al uso, convirtiendo el trasfondo complejo en una mera cuestión de accesos. En resumen: que la falta de acceso puede ser una de las muchas razones que expliquen esta insalvable barrera entre participantes y no participantes de la fiesta digital. Caemos en la peligrosa espiral de que la tecnología, después de todo, sea una frontera más. Y no sólo entre sujetos de diferentes culturas o etnias (geografía), varones o mujeres (género), sino también entre personas de diferentes edades (generación). 23 NORRIS, P. (2001). Digital Divide. Civic Engagement, Information Poverty and the Internet in Democratic Societies. Cambridge: Cambridge University Press. 24 Véase CHEN, W.; WELLMAN, B. (2003). Charting and Bridging Digital Divides: Comparing SocioEconomic, Gender, Life Stage and RuralUrban Internet Access and Use in Eight Countries. Toronto: Center for Urban and Community Studies UT. Según sostiene Manuel Castells, la tecnología de la información y la comunicación ofrece un potencial enorme para acceder a la información necesaria para compensar las limitaciones que existen para un grupo social determinado. La información necesaria, disponible gracias a las tecnologías, serviría para salvar la actual carencia de oportunidades para el desarrollo económico y, por ende, traería el progreso.25 Sin embargo, poner infraestructuras sugiere en primera instancia dos problemas: las telecomunicaciones, asunto empresarial, y el acceso a la red, asunto personal. Conectividad y acceso, artefactos, red y permisos. Sin embargo, la cosa no es ni de lejos tan sencilla y mucho menos se queda aquí. El investigador holandés Van Dijk plantea que la brecha digital está en constante evolución dado el surgimiento de nuevos usos tecnológicos que serán apropiados más rápidamente por aquellos que tienen acceso de forma más permanente y de mejor calidad (y velocidad, según la banda ancha).26 Ahora más que nunca las TIC —sobre todo en educación y empleo— son herramientas fundamentales para el acceso de la comunidad a la Sociedad de la Información (SI) y el desarrollo en una Sociedad del Conocimiento (SC),27 lo que algunos como Pinto Arboleda llamarán educación integral o interdiscursividad.28 Las condiciones cambian y los discursos se repiten. Las mutaciones estructurales que se suscitan en la compleja realidad social vienen determinadas por el incremento del uso de la información, el crecimiento de la producción de servicios, la sustitución de bienes tangibles por intangibles, la universalización de las TIC y la reorganización del tiempo y del espacio.29 Se trata de una alteración sustancial de las condiciones de generación de conocimiento y procesamiento de la información consecuencia de la revolución tecnológica, una realidad cada vez más reticular y cada vez más digital. Y la retícula dice que a más acceso, más consumo, más motivación para consumir de nuevo, ergo, más competencias y experiencia para hacerlo. Y tiro porque me toca. 25 CASTELLS, M. Op. cit. 26 VAN DIJK, J.; KEN, H. (2000). "The Digital Divide as a Complexand Dynamic Phenomenon". V Conferencia Anual de la International Communication Association (Acapulco, 1‐5 de junio). 27 PEDRAZA, L.F.; LÓPEZ, D.A.; SALCEDO, O.J. (2012). "Brecha digital por estatus socio‐económico en la localidad de Ciudad Bolívar de Bogotá (Colombia)". Información Tecnológica, 23(6), p. 63‐72. 28 PINTO ARBOLEDA, M.C. (2012). "La construcción de la referencia entorno al concepto de brecha digital en España". Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid. 29 VEGA‐ALMEIDA, R.L. Op. cit., p. 96‐97. El propósito de la brecha digital es de alguna manera enfocarse a la revisión de la información y la comunicación para el extenso desarrollo de las TIC. "La brecha digital es una ruta hacia no sólo la abundancia de información sino también hacia una serie de oportunidades que podrían servir para corregir o desaparecer varias de las brechas preexistentes en una sociedad dada".30 2.(in)conclusiones., "En mundo en movimiento, el que se queda en el mismo lugar, retrocede". 'ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO'. LEWIS CARROLL, ESCRITOR BRITÁNICO En vez de colocar aquí una despedida y cierre hermética a modo de conclusiones definitivas, dado que parece evidente que la cosa no queda todavía zanjada —ni mucho menos—, parece más franco hablar de inconclusiones,31 30 VILLANUEVA, E. (2006). "Brecha digital: descartando un término equívoco". Razón y Palabra, Primera revista electrónica en América Latina especializada en Comunicación, 51. Originariamente ponencia para el III Congreso Panamericano de Comunicación (Buenos Aires, julio de 2005). 31 La idea y el término inconclusiones es originario del libro de COBO ROMANÍ, J.C.; MORAVEC, J.W. (2010). Aprendizaje invisible. Hacia una nueva ecología de la educación. Barcelona: Laboratori de Mitjans Interactius/Publicacions i Edicions de la UB, p. 178. acceso consumo motivación competencias nuevos debates y ventanas en torno a la necesidad de un marco terminológico y conceptual más amplio cada vez más clarificador, incluyente y explícito. La idea de la brecha digital no es ni de lejos un fenómeno que sea reconocido de forma unánime. Ni al principio ni al final. De hecho, muchos investigadores sospechan que se trata de un término cargado de connotaciones ideológicas. Más que de brecha, como si sólo existiera una brecha de origen tecnológico, deberíamos de hablar de brechas, en plural, ya que las desigualdades y los conflictos sociales son múltiples y se modifican en el tiempo. Las diferencias existentes entre aquellos individuos que saben utilizar las TIC y aquellos que no, no siempre se antojan un problema de posibilidad de acceso e infoestructuras32 o conocimientos previos (alfabetización digital o digital literacy), sino que en la mayoría de casos se esconde una tesitura de actitud ante las nuevas tecnologías. Ya no se trata ni de la conectividad ni del acceso propiamente dichos, lo que impera es lo que se llama la apropiación: del dominio de las teclas al dominio de las ideas.33 Muchas ofertas educativas han malinterpretado las tecnologías únicamente como dispositivos para mejorar la transferencia de contenidos, cerrando de raíz el campo de la flexibilidad y, sobre todo, la creatividad en la manera de aprender. Para ello es preciso un cambio cultural que se corresponde con la irrupción del nuevo paradigma digital: según parece hoy la clave no está en qué se aprende sino en cómo se aprende. La memorización preventiva se sustituye por el aprendizaje significativo, del just in case al just in time, del aprender por si acaso al aprender porque lo necesito aquí y ahora. Ya sea de manera visible o invisible, en línea o cara a cara, lo interesante de la cuestión es que cada cual sea capaz de hacerlo por sí mismo, es el do it yourself: crear contenidos por uno mismo, aprender haciendo (learning by doing), una reconstrucción de propuestas y generación de nuevas ideas en torno a una experimental zona de recreo, más allá de la brecha, que haga que cada uno trate con sus propios métodos y que la propia experiencia condicione capítulos futuros. Para esta nueva era de la información, la nueva era de las pantallas, serán necesarios arquitectos, pero también carpinteros, como bien dice uno de los fundadores de Wikipedia, la enciclopedia online con más 32 Infraestructuras que posibilitan la información, según PIMIENTA, D. (2007). "Brecha digital, brecha social, brecha paradigmática". Funredes, p. 20‐25. Para él existen las infraestructuras (diapositivas), las infoestructuras (contenidos y aplicaciones) e infoculturas (conocimientos, métodos, prácticas y reglas). 33 GLISTER, P. (1997). Digital Literacy. New York: Wiley. de 350 millones de usuarios y traducida a 270 idiomas, la nueva Enciclopedia británica. Y es que para pescar es tan necesario la flexibilidad de la caña como el truco delante del pez, tan importante es el señuelo como el nylon, el carrete como el vadeador, la bombeta como la sacadora, la paciencia de horas como el brío de segundos. En el fondo cabe siempre dejar resquicios para posteriores expediciones. Consuela entender que la brecha digital nunca debe cerrarse del todo porque también representa un indicador del mundo, un termómetro social que firma la fiebre del planeta por esta revolución informática hacia un nuevo objetivo común: el conocimiento. Y a surfear. 3.bibliografía., ARIÑO, A. (1998). Sociología de la Cultura. La constitución simbólica de la sociedad. 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