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BALONCESTO FORMATIVO LA PREPARACION FISICA

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PABLO	ALBERTO	ESPER	DI	CESARE
BALONCESTO	FORMATIVO
LA	PREPARACIÓN	FÍSICA
EDITORIAL	AUTORES	DE	ARGENTINA
Esper	Di	Cesare,	Pablo	Alberto
Baloncesto	formativo	:	la	preparación	física	/	Pablo	Alberto	Esper	Di	Cesare.	-	1a	ed.	-	Ciudad	Autónoma
de	Buenos	Aires	:	Autores	de	Argentina,	2017.
336	p.	;	22	x	15	cm.
ISBN	978-987-761-052-9
1.	Deporte.	2.	Balance.	I.	Título.
CDD	794.86323
EDITORIAL	AUTORES	DE	ARGENTDG@INA
www.autoresdeargentina.com
Mail:	info@autoresdeargentina.com
Coordinación	de	producción:	Helena	Maso	Baldi
Diseño	de	portada:	Justo	Echeverría
Diseño	de	maquetado:	Maximiliano	Nuttini
Contacto	con	el	autor:	baloncestoformativo@gmail.com
Queda	hecho	el	depósito	que	establece	la	LEY	11.723
Impreso	en	Argentina	–	Printed	in	Argentina
ÍNDICE
Agradecimientos:
Prólogo
Prólogo
Capítulo	1
“El	rol	del	preparador	físico	en	las	divisiones	formativas	del	baloncesto”
Capítulo	2
¿Formación,	desarrollo	o	preparación	física	en	divisiones	de	base?
Capítulo	3
El	rol	del	preparador	físico	en	proceso	de	selección	y	torneos	internacionales.
Capítulo	4
“Proceso	de	formación	y	desarrollo	de	un	jugador	de	Básquetbol,	edades	de	13	a	19	años	de	edad”
Capítulo	5
Baloncesto	de	Formación:	¿Hacia	la	especificidad	del	entrenamiento?
Capítulo	6
“Desarrollo	de	las	cualidades	físicas	en	divisiones	formativas”
Capítulo	7
“La	planificación	del	trabajo	físico	en	divisiones	formativas”
Capítulo	8
“El	proceso	de	prevención	de	lesiones	en	jugadores	en	formación.	Desarrollo	de	ejercicios	con	carácter	preventivo”
Capítulo	9
“Trabajo	de	fuerza	en	etapas	infantiles,	cómo	comenzar	el	entrenamiento	con	sobrecarga	(período	13	a	15	años)”
Capítulo	10
“Desarrollo	de	la	Fuerza	en	Jugadores	Juniors	(período	15	a	19	años)”
Capítulo	11
“El	desarrollo	del	CORE	en	edades	infanto	-	juveniles”
Capítulo	12
Entrenamiento	y	Periodización	de	la	Resistencia	Especifica	en	edades	juveniles.
Capítulo	13
“El	entrenamiento	de	la	saltabilidad	en	el	baloncesto	de	etapas	formativas”
Capítulo	14
“El	entrenamiento	de	la	rapidez	y	la	agilidad	en	las	divisiones	formativas.”
Capítulo	15
“Trabajos	físicos	específicos	para	jugadores	altos	en	formativas”
AGRADECIMIENTOS:
Luego	de	mucho	trabajo	durante	más	de	dos	años,	finalmente	llegamos	al	puerto,
lograr	 editar	un	 libro	 en	 forma	 independiente	 en	nuestro	país,	 sobre	divisiones
formativas	del	básquet,	las	que	menos	prensa	tiene.
En	1998	presentamos	nuestro	primer	 libro	“Baloncesto	Formativo,	una	forma
diferente	de	enseñar	el	básquet”.	Hoy	casi	20	años	después,	enriquecidos	por	el
estudio	y	la	experiencia	de	tantos	viajes	dentro	y	fuera	del	país,	presentamos	esta
nueva	 obra,	 de	 carácter	 inédito	 en	 habla	 hispana,	 ya	 que	 no	hay	 ninguna	 obra
literaria	dedicada	en	su	exclusividad	al	entrenamiento	físico	de	las	formativas.
Para	llegar	a	este	logro	colectivo	fue	necesaria	la	participación	de	mucha	gente
que	 nos	 apoyó,	 algunos	 sin	 conocernos	 personalmente,	 lo	 cual	 engrandece	 aún
más	su	colaboración.
Llegó	el	momento	de	 los	agradecimientos	y	voy	a	 tratar	de	no	dejar	ninguno
afuera,	aunque	el	orden	de	aparición	no	tenga	que	ver	con	un	orden	de	méritos.
En	primer	lugar,	a	mi	familia,	la	que	hace	más	de	30	años	me	da	el	soporte,	en
las	buenas	y	en	las	malas,	para	poder	seguir	dedicándome	a	esta	pasión	y	poder
restarle	horas	al	descanso	para	escribir	este	libro.	A	Coqui,	que	desde	hace	más
de	30	años	me	sigue	en	todas	mis	locuras	deportivas;	a	mi	hijo	Nicolás,	del	cual
fui	 su	 entrenador,	 jugamos	 juntos	 en	 primera	 división	 (algo	 que	 pocos	 han
podido)	y,	luego,	fue	mi	entrenador	en	primera	división,	además	de	dar	clínicas
juntos;	a	mi	hijo	Federico,	que	en	este	libro	debuta	como	escritor	con	uno	de	sus
puntos	 fuertes,	 el	 trabajo	 de	 fuerza;	 a	 mi	 hija	 Julieta,	 que	 me	 ayudó	 con	 las
imágenes	y	foto	de	tapa,	buscando	tiempo	entre	sus	estudios.
A	mis	viejos,	en	especial	a	mi	papá	Miguel,	gracias	al	cual	fui	por	primera	vez	a
jugar	al	básquet	a	los	6	años	siguiendo	el	mandato	familiar.
Al	Gobierno	del	Partido	de	Pergamino	por	permitirnos,	por	medio	del	Fondo
de	Promoción	Cultural,	hacer	más	accesible	a	los	entrenadores	el	libro	y	ponerlo
a	disposición	en	forma	gratuita	de	los	clubes	de	básquetbol	de	la	ciudad.
Al	Diputado	Provincial	Fabio	Britos,	quien	creyó	en	nosotros	desde	el	primer
momento	 y	 nos	 dio	 un	 soporte	 para	 permitirnos	 entregarle	 a	 los	 clubes	 de
básquetbol,	de	la	ciudad	de	Chivilcoy	un	ejemplar	en	forma	gratuita.
A	mis	 entrenadores	 del	Club	Sirio	Libanes	 y	 del	Club	Gimnasia	 y	Esgrima,
ambos	de	Pergamino.
Al	 Dr.	 Néstor	 Lentini,	 quien	 además	 me	 ha	 hecho	 el	 honor	 de	 prologar	 el
libro,	porque	cuando	la	mano	venía	cambiada	no	dudo	en	ayudarme	para	poder
seguir	estudiando.
Al	 Lic.	 Horacio	 Anselmi,	 una	 personalidad	 del	 entrenamiento	 deportivo
mundial,	que	no	dudó	en	prologar	el	libro	cuando	se	lo	propuse,	sabiendo	que	su
nombre	es	marca	registrada	de	calidad.
A	la	Universidad	Nacional	de	Lomas	de	Zamora,	en	el	nombre	del	coordinador
de	la	carrera	Mag.	Luis	Erdociain	por	brindarme	su	apoyo	ya	hace	12	años	como
docente	de	la	Licenciatura	en	Alto	Rendimiento	Deportivo	y,	en	la	Maestría	en
Formación	y	Desarrollo	Deportivo.
A	 los	 profesionales	 que	 aceptaron	 el	 reto	 de	 escribir	 un	 capítulo	 del	 libro:
Manuel	 Alvarez,	 Enrique	 Orellana,	 Marco	 Cerveró	 Simonet,	 Libni	 Morales
Lorenzana,	Daniel	Castillo	Díaz,	Matías	Gizzarelli,	Marcelo	Magliarella,	Pablo
Añón,	Federico	Esper	y	Diego	Rodríguez.
Al	David	Rodríguez,	coach	español,	que	no	dudo	en	ayudarme	para	hacer	 los
gráficos	de	mis	capítulos.
A	los	amigos	entrañables	que	el	deporte	me	dio	de	mi	ciudad	natal,	Pergamino,
a	los	cuales	voy	a	representar	a	todos,	en	el	nombre	de	mi	amigo	de	la	infancia
José	Luis	Picarelli,	un	apasionado	del	básquet	que	cumplió,	al	igual	que	yo,	uno
de	los	sueños	que	solo	el	deporte	puede	darnos:	ser	dirigidos	por	nuestros	hijos
como	entrenadores	y	ser	nosotros,	 los	padres	los	 jugadores.	Si	 leyó	bien,	el	hijo
entrenador,	el	padre	jugador.	Los	dos	lo	cumplimos.
A	todos	los	que	colaboraron	de	diferentes	formas,	alentándonos,	criticándonos,
marcando	 nuestros	 aciertos	 y	 nuestros	 errores.	 Pasaron	 casi	 20	 años,	 pero	 acá
estamos	nuevamente	presentando	UN	LIBRO.
Dr.	Pablo	A.	Esper	Di	Cesare
Dr.	Néstor	Lentini
Jefe	Médico	del	Laboratorio	de	Medicina	Deportiva	del	Centro	Nacional	de	Alto	Rendimiento	de	Argentina
Ex	–	Médico	de	las	selecciones	nacionales	de	básquetbol	CABB
Actualmente	a	cargo	de	la	medicina	deportiva	del	club	Fujeirah	de	Emiratos	Árabes,	llevado	por	Diego	Maradona.
Prólogo
El	 deporte	Argentino	 ya	 sea	 de	Alto	Rendimiento	 o	 de	 competencia	 adoleció
SIEMPRE	 de	 un	 orden	 en	 la	 etapa	 formativa	 donde	 el	 empirismo	 superó	 al
conocimiento.
Cuando	Pablo	me	invitó	a	escribir	el	prólogo	de	este	libro	de	pronto	al	recorrer
los	 capítulos	 comencé	 a	 recordar	 a	 aquel	 joven	 que	 venía	 desde	 lejos	 todos	 los
días	 en	 bicicleta	 al	 CENARD	 con	 muchas	 inquietudes,	 ganas	 de	 aprender,	 y
buscando	siempre	cómo	concretar	sus	objetivos;	ese	 joven	 luchador,	de	grandes
ilusiones	 creció,	 se	 capacitó,	 venció	 todos	 los	 obstáculos	 que	 aparecen	 en	 el
camino	de	 la	 vida	 y	 sus	 convicciones	 lo	 llevaron	 a	 concretar	 entre	 tantos	 otros
logros	este	libro	tan	necesario	en	la	etapa	formativa	del	deporte.
Los	 autores	 invitados	 de	 los	 distintos	 capítulos	 le	 dan	 sin	 duda	 el	 respaldo
necesario	 para	 que	 toda	 la	 problemática	 que	 se	 presenta	 en	 el	 desarrollo	 de	 la
evolución	deportiva	de	un	joven	esté	contemplada.
No	 tengo	dudas	 que	 este	 libro	marcará	 el	 rumbo	para	 el	 desarrollo	 pleno	del
deporte	 no	 solo	 del	 alto	 rendimiento	 sino	 que	 dejará	 a	 todos	 los	 jóvenes	 una
enseñanza	 y	 aprendizaje	 que	 seguramente	 hará	 de	 todos	 ellos	 personas
físicamente	y	mentalmente	sanas.
En	el	deporte	se	necesitan	muchos	litros	de	sudor	para	alcanzar	apenas	gotitas
de	felicidad.	Este	libro	seguro	representa	para	Pablo	esas	gotitas	de	felicidadque
se	merece	por	tanto	esfuerzo	dedicado	a	su	formación	y	al	deporte	en	su	vida.
Ojalá	cada	lector	encuentre	esas	gotitas	después	de	leerlo.
Mi	más	sincero	deseo	de	éxito	en	el	nuevo	desafío
Dr.	Néstor	A.	Lentini
Lic.	Horacio	Anselmi.
Director	Deportivo	del	Club	Atlético	Boca	Juniors	desde	1992	hasta	la	fecha.
Director	Técnico	de	la	Selección	Argentina	de	Pesas	1983	-	1997.
Member	of	the	National	Strength	Coach	Asociation.	U.S.A.Director	Nacional	de	Deportes	de	Alto	Rendimiento	1997.
Director	de	la	Junta	metodológica	de	la	Secretaria	de	Deportes	de	la	Nación
Trabajó	 con	 los	 siguientes	 tenistas	 profesionales	 entre	 otros:	 Gabriela	 Sabatini,	 Mercedes	 Paz,	 Alberto	 Mancini,
Franco	Davin,	Hernán	Gumy,	Gastón	Etlis,	Mariano	Zabaleta,	Gastón	Gaudio,	Guillermo	Coria,	Juan	Martin	Del	Potro	y
Marco	Bagdathis.
Preparador	Físico	del	equipo	de	la	Liga	Nacional	de	Básquetbol	de	Boca	Juniors	1998-1999
Analista	Técnico	Deportivo	del	Ente	Nacional	de	Alto	Rendimiento
Coordinador	de	Preparación	fisica	en	el	Club	Atletico	Boca	Juniors	de	Enero	2016	a	la	fecha.
Prólogo
La	Republica	Argentina,	es	y	será	poderosa	en	 los	deportes	de	conjunto,	varias
son	las	razones	que	lo	hacen	posible,	algunas	de	ellas	de	índole	sociológica	y	que
tienen	que	ver	con	nuestra	conformación	como	Nación.
En	este	libro	el	Dr,	sí...	Dr	Pablo	Esper	de	Cesare,	hace	gala	de	varias	de	estas
razones
En	primer	lugar	estamos	hablando	de	alguien	que	en	su	afán	de	perfección	se
proyectó	a	sí	mismo	a	los	más	altos	grados	de	educación	académica,	sabiendo	de
antemano	que	la	mayor	parte	de	su	enorme	sabiduría	basquetbolística	la	obtuvo
picando	el	mismo	la	pelota.
Evidentemente	 este	 nivel	 de	 formación	 le	 permite	 ordenar	 su	 sabiduría,
organizarla	y	darle	método.
Como	buen	argentino	conductor	de	equipo,	se	deshace	de	posibles	vanidades	y
confía	 en	 otros	 profesionales	 para	 darles	 participación	 en	 este	 libro,	 por
considerarlos	más	aptos	para	desarrollar	temas	específicos.
Por	ultimo	este	libro	forma	parte	de	la	estrategia	que	en	nuestro	país	debemos
poseer	 para	 poder	 seguir	 compitiendo	 con	 éxito	 en	 el	 más	 alto	 nivel
internacional.
No	podemos	copiar,	debemos	adaptar	y	crear,	proponer	ideas	superadoras	que
nos	permitan	seguir	disfrutando	de	un	alto	nivel	codeándonos	con	las	potencias.
De	esto	trata	este	libro,	disfrútenlo.
CAPÍTULO	1
Dr.	Pablo	Esper	Di	Cesare	(Argentina).	
Doctor	en	Ciencias	del	Deporte
Master	en	Diseño	de	Planes	de	Actividad	Física	y	Salud
Licenciado	en	Educación	Física
Profesor	titular	de	la	Licenciatura	en	Alto	Rendimiento	Deportivo	de	la	U.N.L.Z.	de	la	cátedra:	Teoría	y	Método	del	Alto
Rendimiento	Deportivo.
Profesor	titular	de	la	Maestría	en	Formación	y	Desarrollo	Deportivo	de	la	U.N.L.Z.	de	la	cátedra:	Deportes	de	Equipo.
Director	 del	 Diplomado	 de	 Baloncesto	 en	 Etapas	 Formativas	 de	 la	 Facultad	 de	 Cultura	 Física	 de	 la	 Benemérita
Universidad	Autónoma	de	Puebla,	México.
Entrenador	Nacional	de	Básquetbol,	acreditación	E.N.E.B.A.	3.	Acreditación	FIBA.
Integrante	del	cuerpo	de	preparadores	físicos	de	la	C.A.B.B.	2015	a	2017.
Conferencista	en	Congresos,	Campus	 y	Clínicas	en	USA,	Cuba,	México,	 Perú,	Paraguay,	Uruguay,	Chile,	Colombia,
Venezuela,	Argentina,	Portugal,	España	e	Italia.
“El	rol	del	preparador	físico	en	las	divisiones
formativas	del	baloncesto”
Decidimos	 comenzar	 el	 libro	 con	 este	 punto	 ya	 que	 es	 necesario	 que	 nuestro
lector	 tenga	 claro	 cuál	 es	 la	 concepción	 que	 tenemos	 de	 nuestro	 rol,	 el	 de
preparador	 físico	 en	 un	 deporte	 como	 el	 baloncesto	 y,	 principalmente,	 en	 sus
divisiones	formativas.
En	 primer	 lugar,	 analicemos	 a	 nuestro	 deporte,	 el	 baloncesto:	 un	 deporte	 de
resolución	 de	 situaciones	 tácticas,	 por	 medio	 de	 gestos	 técnicos,	 con	 soporte
físico.	 Este	 análisis	 nos	 muestra	 que	 en	 el	 baloncesto,	 lo	 prioritario	 y
determinante	 es	 tener	 una	 excelente	 técnica	 que	 le	 permita	 al	 jugador	 resolver
situaciones	 tácticas	 (individuales	 y	 colectivas),	 y	 una	 vez	 que	 su	 nivel	 de
prestación	deportiva	es	elevado,	entonces	la	preparación	física	será	determinante
para	 poder	 realizar	 los	 movimientos	 a	 la	 mayor	 intensidad	 posible,	 y	 poder
mantener	el	esfuerzo	durante	el	mayor	tiempo	de	juego.
El	 baloncesto	 es	 un	 deporte	 colectivo,	 acíclico,	 de	 cooperación	 y	 oposición,
ejecutado	 en	 un	 espacio	 delimitado	 y	 con	 unas	 normas	 perfectamente
codificadas,	 pero	 donde	 se	 producen	 constantemente	 variables	 controladas	 e
incontroladas.	Debemos	 programar	 y	 pensar	 ejercicios	 para	 conseguir	 la	 fuerza
específica	que,	a	las	velocidades	que	requiere	en	cada	circunstancia	del	 juego,	el
jugador	 pueda	 ejecutar	 la	 técnica	 eficazmente	 en	 tiempo	 y	 espacio	 en	 pos	 del
logro	de	lo	que	él	propone,	y	el	adversario	permite
Hoy	 por	 hoy	 es	 impensable	 pensar	 que	 un	 equipo	 de	 formativas	 con
aspiraciones	 de	 desarrollo	 de	 sus	 jugadores,	 no	 posea	 un	 especialista	 que	 se
dedique	única	y	exclusivamente	a	la	faceta	física	del	jugador,	ya	que	está	más	que
comprobado,	 que	 las	 mejoras	 técnicas	 e	 incluso	 mejoras	 tácticas	 del	 equipo,
vienen	 precedidas,	 por	 supuesto	 de	 un	 gran	 trabajo	 del	 entrenador	 el	 cuál	 va
compaginado	 con	un	gran	 trabajo	 físico,	 formando	una	 gran	 equipo	 técnico	 que
permite	 un	 buen	 desarrollo	 del	 conjunto.	Un	 club	 puede	 existir	 sin	 que	 pueda
resolver	estas	funciones,	pero	si	este	club	quiere	ser	moderno,	pionero	y	el	mejor,
debe	ser	capaz	de	resolver	estas	demandas.
Me	detengo	en	lo	que	destaqué	en	cursiva	en	el	párrafo	anterior:	equipo	técnico.
El	 PF	 tiene	 un	 rol	 que	 cumplir	 dentro	 del	 engranaje	 del	 equipo	 técnico,	 que
conformará	 con	el	 entrenador	principal	 y,	 en	algunos	equipos	de	 formativas	de
mayor	 prestigio,	 un	 asistente.	 Es	 fundamental	 que	 el	 PF	 tenga	 reuniones
semanales	con	el	equipo	técnico	para	planificar	las	cargas	de	entrenamiento,	para
presentarle	al	entrenador	los	ejercicios	especiales	y	específicos	seleccionados	para
que	éste	haga	 las	correcciones	técnicas	y/o	tácticas	que	considere	necesarias,	así
como,	 ante	 los	 ejercicios	 propuestos	 por	 el	 conductor,	 programar	 las	 series,
repeticiones,	pausas,	en	definitiva	la	carga	de	entrenamiento.
Ya	no	debería	 existir	 el	 clásico	PF	que	 llega	 y	hace	 “su	 trabajo”	 al	 inicio	o	 al
final	de	la	práctica,	sin	tener	en	claro	siquiera	el	objetivo	diario	de	entrenamiento,
menos	aún	el	semanal,	y	que	cuando	termina	su	parte	se	retira	de	la	práctica.	El
equipo	es	un	conjunto	no	una	suma	de	partes,	es	por	ello	que	el	PF	debe	estar
presente	 toda	 la	 práctica	 apoyando	 al	 entrenador,	 trabajando	 en	 las	 pausas,
haciendo	 trabajos	 diferenciados	 para	 jugadores	 en	 recuperación,	 trabajando	 en
tecnificación	con	aquellos	que	necesitan	trabajos	 individualizados,	pero	siempre
presente	y	activo	en	el	entrenamiento.
Juan	 Trapero	 (2017),	 señala	 “…creo	 firmemente	 en	 el	 papel	 del	 preparador
físico	 como	 asesor	 en	 la	 planificación	 semanal	 y	 mensual,	 ya	 que	 tiene	 la
información	proveniente	de	médico	y	fisioterapeutas,	a	la	vez	que	obtiene	datos
del	propio	entrenamiento	 físico,	pero	me	cuesta	creer	que	 se	puedan	establecer
metas	a	muy	largo	plazo.	En	los	equipos	de	Euroliga	y	ACB,	que	llegan	a	los	85
partidos	por	temporada,	el	entrenamiento	de	fuerza	como	prevención	de	lesiones
y	 desequilibrios	 artromusculares,	 debe	 ser	 un	 trabajo	 prioritario.	 Deberemos
controlar	 los	 aspectos	 fisiológicos	 que	 cada	 entrenador	 aporta	 a	 su	 equipo
(manera	 de	 entrenar,	 tiempos	 de	 esfuerzo	 y	 pausa,	 o	 sea,	 la	 carga	 real...),	 los
porcentajes	 de	 grasa,	 niveles	 de	 fuerza,	 etc...”;	 “…estaríamos	 hablando	 de
semanas	 donde	 a	 lo	 sumo	 tendríamos	 3	 días	 para	 trabajar	 a	 alta	 intensidad.
Realmente	 tenemos	 que	 individualizar	 y	 trabajar	 como	 un	 EQUIPO,	 los
entrenadores,	médicos,	fisios	y	preparadores	físicos”.
Como	podemos	ver,	el	PF	del	Real	Madrid,	equiposuperprofesional	plantea	la
necesidad	de	planificar	 (acorde	a	su	 tipo	de	competencia)	y	de	relacionarse	con
los	 otros	 integrantes	 del	 equipo.	 ¿Cómo	 no	 hacerlo	 ya,	 dentro	 de	 las
posibilidades	desde	las	formativas?
Las	 divisiones	 formativas	 no	 deberían	 tener	 la	 presión	 de	 triunfos	 de	 las
categorías	mayores	(al	menos	hasta	la	U	15	incluida),	lo	cual	nos	debería	permitir
planificar	junto	al	equipo	técnico	el	año	de	trabajo	sobre	la	base	de	los	objetivos
técnicos,	tácticos	(individuales	y	colectivos)	y	de	preparación	física	que	queremos
alcanzar	 (el	 Lic.	 Enrique	 Orellana	 los	 desarrolla	 en	 su	 capítulo).	 El	 equipo
técnico	debe	tener	al	menos	tres	cosas	muy	claras:
•	La	planificación	mensual,	con	sus	objetivos	técnicos,	de	juego	y	de	PF.
•	La	planificación	semanal,	que	en	el	caso	de	la	PF	debería	tener	determinado	el
objetivo	 por	 día,	 por	 ejemplo:	 lunes:	 fuerza;	 martes:	 potencia	 aeróbica;
miércoles:	neuromuscular;	jueves:	fuerza;	viernes:	velocidad	acíclica	y	gestual.
•	La	planificación	diaria:	el	PF	debe	llevar	un	cuaderno	de	entrenador	donde	vaya
plasmando	 los	 ejercicios	 que	 va	 a	 utilizar	 día	 por	 día,	 con	 sus	 cargas,
necesidades	 de	 materiales,	 diagramación	 espacial,	 para	 poder	 tener	 claro	 el
tiempo	activo	de	entrenamiento	del	jugador	que	debe	ser	amplio.
Y	detengámonos	en	este	punto:	el	preparador	físico	(PF)	es	un	entrenador	de
individualidades	de	un	juego	colectivo.	Comprender	esto	es	determinante	para	la
labor	del	PF	que	deberá	encontrar	la	forma	metodológica	de	individualizar	cargas
cuando	 es	 necesario,	 unificar	 cargas	 cuando	 la	 ejercitación	 lo	 requiera,	 armar
grupos	 de	 rendimiento	 similares	 para	 los	 trabajos	 que	 impliquen	 la	 resistencia
específica,	la	resistencia	general	o	los	ejercicios	pliométricos.
Juan	Trapero	(2017),	PF	del	Real	Madrid,	destaca	que	“…la	individualización
la	debemos	hacer	al	trabajar	sprints	repetidos	con	cambio	de	dirección,	ya	que	los
“pequeños”	 siempre	 realizaran	 mayor	 distancia	 que	 los	 “grandes”.	 Tendremos
muy	en	cuenta	a	la	hora	de	diseñar	sesiones	de	velocidad	específicas,	qué	tipo	de
trabajo	 están	 realizando	 en	 los	 entrenamientos	 de	 baloncesto	 y	 con	 qué
frecuencia,	puesto	que	muchos	de	ellos	ya	 llevan	un	alto	número	de	sprints”.	Y
para	poder	hacer	esta	 individualización	en	el	capítulo	5	de	este	 libfo,	 “Hacia	 la
especificidad	del	entrenamiento	en	el	baloncesto	juvenil”,	el	PF	podrá	conocer	la
cantidad	de	frenos	y	en	qué	dirección	los	hacen,	por	posición	en	cancha,	por	sexo
y	por	edad.	Porque	sin	datos	no	existe	la	individualización	de	la	carga.
Un	consejo	que	siempre	les	damos	a	nuestros	amigos	PF	es:	recuerden	que	no
entrenan	 repeticiones	 sino	 sistemas	 energéticos.	Qué	 significa	 esto?	Que	 si	 no
tienen	evaluados	a	los	 jugadores	para	darles	planes	individuales,	por	ejemplo	en
saltos,	 determinen	 qué	 área	 quieren	 entrenar,	 por	 ejemplo	 potencia	 anaeróbica
aláctica	 (esfuerzos	de	 la	máxima	 intensidad	que	van	de	1”	a	5-6”)	y	 le	piden	al
jugador	que	haga	 la	mayor	 cantidad	de	 repeticiones	posibles	 en	ese	 tiempo,	 en
lugar	 de	 pedir	 10	 repeticiones	 para	 todos	 los	 jugadores,	 lo	 cual	 es	 un	 error
metodológico.
Nuevamente	nos	apoyamos	en	Juan	Trapero	(2017),	quien	destaca	que	“…los
componente	técnico-táctica	lo	diseñarán	los	entrenadores,	pero	los	preparadores
físicos,	deberemos	 realizar	un	 trabajo	 cuyo	 fin	 sea	que	pongamos	al	 servicio	de
esos	 entrenamientos,	 unas	 cualidades	 físicas	 especificas	 (fuerza,	 agilidad,
velocidad,	etc...)”.	Resaltamos,	trabajo	en	equipo.
Cuando	 comienza	 la	 temporada	 el	 entrenador	 va	 a	 plantear	 una	 forma	 de
trabajar	en	la	cancha	y	una	idea	de	juego.	Vaya	por	delante	que	los	jugadores	que
forman	parte	del	equipo	son	los	que	realmente	condicionan	el	estilo	de	juego.	Es
decir,	 que	 si	 quiero	 jugar	 rápido,	 necesito	 jugadores	 con	 esa	 cualidad
predominante.
No	 creo	 que	 existan	 2	 entrenadores	 iguales	 a	 la	 hora	 de	 entrenar,	 realizar
ejercicios,	 tiempos	 de	 esfuerzo	 y	 pausa,	 distancia	 recorrida	 en	 cada	 ejercicio,
rotaciones,	etc.....	Ahí	es	donde	empieza	nuestra	 labor,	analizando	su	 forma	de
trabajar,	para	saber	si	está	en	consonancia	con	lo	que	luego	querremos	plasmar	en
un	 estilo	 de	 juego.	 Después	 diseñaremos	 un	 trabajo	 de	 fuerza,	 carrera,	 de
prevención,	de	recuperación,	descansos,	etc...,	para	que	cuando	llegue	el	día	del
partido	o	el	momento	de	la	temporada,	seamos	capaces	de	desarrollarlo	al	100%.	
Sería	 un	 error	 gravísimo	 trabajar	 a	 espaldas	 de	 los	 esfuerzos	 que	 realizan	 los
jugadores	en	la	cancha,	o	sea,	que	si	han	realizado	ejercicios	de	contra	-	ataque,
velocidad,	etc...,	tratemos	de	repetir	el	mismo	día	en	la	sesión	física,	esa	cualidad.
Eso	nos	lleva	a	lesiones.
Para	 Seirul-lo	 (1987)	 el	 PF	 tiene	 como	 única	 misión	 reconocida	 el	 lograr	 la
forma	física	óptima	de	los	jugadores,	mantenerla	el	mayor	tiempo	posible	y	sobre
todo,	 en	 los	mayores	 compromisos	de	 la	 competición	 sus	 funciones	pueden	 ser
muchas	 más.	 Esto	 supone	 el	 seguimiento	 diario	 del	 proceso	 global	 de
entrenamiento,	 tanto	 de	 las	 cargas	 físicas	 como	 técnico-tácticas,	 el	 control
objetivo	 de	 las	 mismas,	 la	 elaboración	 de	 planes	 alternativos,	 de	 programas
individuales	y	de	un	sin	fin	de	tareas	que	el	entrenador	no	puede	realizar	él	solo.
Luca	 Bechi	 (2015),	 afirma	 que	 los	 clubes	 profesionales	 y,	 en	 general	 todos
aquellos	que	deciden	construir	un	jugador	de	calidad	han	reconocido	la	necesidad
de	 una	 construcción	 física	 y	 otra	 técnica	 del	 jugador,	 sobretodo	 en	 el
entrenamiento	de	la	rapidez	y	la	agilidad	de	los	jugadores.
Los	 deportes	 de	 equipo	 se	 entrenan	 tácticamente	 en	 grupo,	 pero	 el	 resto	 de
aspectos	técnico-táctico	individuales	y	de	condición	física,	deben	ser	entrenados
según	las	necesidades	individuales.	Esta	es	la	situación	con	la	que	se	encuentran
todos	los	profesionales	de	la	preparación	física,	por	un	lado	el	trabajo	en	conjunto
y	por	el	otro	el	desarrollo	y/o	perfeccionamiento	individual	a	fin	de	incrementar
el	trabajo	de	grupo.
Hoy	en	día,	en	aquellos	clubes	de	mayor	rendimiento,	sus	divisiones	formativas
tienen	planes	de	tecnificación	física,	y	física	–	técnicas,	individualizados	fuera	del
entrenamiento.	Ese	es	el	camino	que	debe	recorrer	hoy	la	PF	de	las	formativas,	la
individualización	 de	 los	 planes	 de	 tecnificación,	 siempre	 teniendo	 en	 claro	 la
premisa	 de	 ejercicios	 generales	 (motores	 sin	 balón),	 especiales	 (motores	 con
balón)	 y	 específicos	 (motores	 con	 balón	 y	 resolviendo	 situaciones	 de	 táctica
individual,	al	principio	y,	luego,	de	táctica	colectiva.
Dentro	de	las	funciones	que	le	atribuye	a	un	preparador	físico	Seirul-lo	(1987),
podemos	destacar	en	trabajo	con	un	equipo	las	siguientes:
•	 Planificación	 y	 ejecución	 de	 los	 programas	 de	 entrenamiento.	 Supone	 la
responsabilidad	del	estado	de	la	condición	física	de	los	jugadores	a	lo	largo	de
la	temporada.	Un	elemento	esencial	de	esta	tarea	es	la	elaboración	de	objetivos
y	planes	de	trabajo,	así	como	la	evaluación	posterior.
•	 Seguimiento	 y	 control	 de	 los	 jugadores.	 El	 control	 de	 la	 evolución	 de	 diversos
aspectos	 a	 lo	 largo	 del	 ciclo	 de	 entrenamiento	 es	 fundamental	 a	 la	 hora	 de
mantener	o	modificar	los	planes	marcados,	además	nos	sirve	como	herramienta
de	motivación	o	explicación	de	diversas	circunstancias.
•	Análisis	de	 la	eficacia	técnico-táctica	de	 los	 jugadores	durante	 los	partidos.	Durante
los	 encuentros	 el	 entrenador	 tiene	 previstas	 diferentes	 situaciones	 tácticas,
individuales	 o	 colectivas,	 que	 precisan	 de	 feed-back	 que	 el	 preparador	 físico
desde	su	posición	no	principal	a	lo	largo	del	partido,	puede	facilitarle,	ya	sea	en
los	 descansos	 o	 al	 finalizar	 el	 partido.	 De	 igual	 forma	 esta	 información
condicionará	los	contenidos	de	trabajo	de	futuros	microciclos	competitivos.
•	Realización	de	programas	para	la	enseñanzay	perfeccionamiento	técnico-táctico.	El
preparador	 físico	puede	diseñar	métodos	de	aprendizaje,	al	objeto	de	enseñar
cualquier	acción	técnico-táctica	individual	o	colectiva.
•	 Recuperación	 de	 lesiones.	 Dentro	 de	 esta	 función	 el	 preparador	 físico	 debe
centrarse	en	el	trabajo	que	le	permita	al	jugador	encontrarse	dentro	del	umbral
de	 menor	 riesgo	 de	 lesiones.	 Si	 ésta	 se	 produce,	 debe	 procurar	 su	 rápida
integración	dentro	del	grupo.
•	Formación	e	higiene	deportiva	de	 los	 jugadores.	La	motivación	 interna	es	 la	más
fuerte	y	segura	para	la	permanencia	y	participación	interesada	en	un	hecho.	El
conocimiento	 teórico	 de	 ciertos	 aspectos	 es	 la	 base	 para	 modificar	 una
conducta	 personal.	 La	 cultura	 deportiva	 va	 a	 mejorar	 su	 nivel	 deportivo	 y
personal.
El	preparador	físico	es	la	pieza	fundamental	del	trabajo	de	cada	día,	del	que	no
se	ve,	pero	del	que	los	jugadores	sienten,	del	que	da	seguridad	en	cada	acción	a	lo
largo	de	un	partido	en	el	puesto	y	funciones	que	el	entrenador	asigne.	El	trabajo
del	preparador	físico,	no	sólo	es	una	acción	directa	sobre	los	jugadores,	sino	que
es	mucho	más	polivalente.	(Seirul-lo,	1987,	pág.	71).
Otra	función	que	tiene	el	PF	es	lograr	el	aumento	del	tiempo	de	compromiso
motor	 exitoso	 por	 parte	 de	 los	 jugadores	 contribuye	 a	 la	 optimización	 del
aprendizaje	 de	 éstos,	 entendiendo	 por	 tiempo	 de	 compromiso	 motor	 exitoso
aquel	que	los	deportistas	emplean	en	la	realización	de	actividades	tendentes	a	la
consecución	 de	 unos	 objetivos	 prefijados,	 con	 un	 nivel	 adaptado	 al	 nivel	 de
quienes	practican	deporte,	posibilitando	gran	número	de	 repeticiones	correctas,
conociendo	 las	 y	 los	 jugadores	 lo	 que	 se	 les	 solicita	 y	 obteniendo	 frecuente
información	sobre	su	actuación.
Con	la	Maestría	en	Formación	y	Desarrollo	Deportivo,	y	con	la	Licenciatura	de
Alto	Rendimiento	Deportivo,	de	la	Universidad	Nacional	de	Lomas	de	Zamora,
desde	 2007	 a	 la	 fecha	 hemos	 realizado	 observaciones	 de	 más	 de	 1000
entrenamientos	 de	 las	 etapas	 de	 iniciación	 (8	 a	 12),	 formación	 (13	 a	 15),	 y
desarrollo	(17	a	19),	en	todo	tipo	de	deportes	colectivos	y	tenemos	una	media	de
tiempo	activo	del	 jugador	de	12’	por	hora	de	practica	 en	 iniciación,	de	13’	por
hora	 en	 formación	 y,	 de	 16’	 por	 hora	 en	 desarrollo.	Muy	 poco	 tiempo	 activo,
debido	 casi	 exclusivamente	 a	 la	mala	 planeación	metodológica	 de	 los	 ejercicios
(sobre	este	aspecto	no	extenderemos	en	el	capítulo	2).	Los	deportes	se	aprenden
haciendo,	 por	 eso	 como	 regla	 general	 siempre	 decimos	 que	 cada	 60’	 d’
entrenamiento,	no	más	de	10’	deberían	ser	de	explicaciones.
Otro	 aspecto	 importante	 que	 debe	 tener	 en	 cuenta	 el	 PF,	 es	 la	 necesidad	 de
adaptar	el	tipo	de	entrenador	a	la	edad	de	desarrollo	de	la	persona.	Su	papel	debe
evolucionar	 y	 cambiar	 de	 acuerdo	 a	 los	 cambios	 experimentados	 por	 los
deportistas	a	lo	largo	de	sus	años.	En	los	estudios	relacionados	con	el	papel	de	la
persona	entrenadora	en	los	deportistas	más	jóvenes	(Bloom,	1985;	Côté	y	Hay,
2002)	 se	 propone	 que	 en	 las	 primeras	 edades	 de	 su	 desarrollo,	 éste	 precisa
básicamente	 feedback	 para	 desarrollar	 fundamentalmente	 los	 atributos	 del
deporte.	Al	mismo	tiempo,	se	propone	que	en	estas	edades	el	entrenador	necesita
entusiasmo	y	desarrollar	un	papel	fundamentalmente	motivador	para	favorecer	su
compromiso.	El	PF	 será	 quien	motive	 a	 los	 jugadores,	 si	 él	 no	 está	motivado,
difícilmente	lo	haga	con	sus	jugadores.
Esta	circunstancia	obliga	al	PF,	en	esta	fase,	a	preocuparse	no	solo	de	modelos
técnico-tácticos,	 sino	 también	 tratar	 de	 atender	 a	 aspectos	 contextuales	 que
rodeen	a	 la	 joven	persona	deportista	 (como	 los	exámenes,	 su	situación	familiar,
sus	relaciones	sociales,…)	y	que	sin	duda	influyen	en	su	estado	de	ánimo,	en	su
desarrollo	y	en	la	calidad	del	entrenamiento.
Lorenzo	 Calvo,	 A.;	 Calleja	 Gonzalez,	 J.	 (2010)	 proponen	 como	 medidas
concretas	para	conseguir	esta	situación	se	proponen	las	siguientes:
1.	Mantener	reuniones	durante	la	pretemporada	donde	se	discutan	y	acuerden
las	funciones,	las	responsabilidades	y	los	objetivos	deportivos	y	de	entrenamiento,
las	competiciones,	la	implicación	en	el	equipo,	etc.
2.	Este	tipo	de	encuentros	no	solo	se	debe	mantener	con	los	y	las	entrenadoras,
sino	también	con	las	madres	y	padres,	donde	se	aclaren	las	expectativas	y	el	papel
de	éstos.
3.	Tratar	de	fomentar	la	responsabilidad	y	la	toma	de	decisión,	la	persona	que
entrena	debe	implicar	en	las	decisiones	a	sus	deportistas.
4.	Se	debe	observar	de	forma	conjunta	y	global	el	resto	de	la	vida	de	la	persona
deportista	y	compatibilizarla	con	el	entrenamiento.	Así	será	preciso	conocer	sus
necesidades	sobre	el	colegio,	 familia,	amistades.	Por	ejemplo,	 las	competiciones
pueden	coincidir	con	los	exámenes	o	con	un	importante	evento	familiar.	Habrá
ocasiones	en	que	 la	competición	requiera	ese	 tipo	de	sacrificios,	pero	deben	ser
conocidos,	y	será	el	quien	tome	la	decisión	de	que	grado	de	implicación	asume.
5.	Otra	 forma	de	 asumir	 dicha	 responsabilidad	 sobre	 las	 personas	 deportistas
por	 parte	 de	 quien	 les	 entrena	 de	 las	 instituciones,	 es	 el	 proporcionar
oportunidades	 para	 que	 puedan	 entrenar	 en	 niveles	 más	 bajos,	 introducirlos
como	entrenadoras	y	entrenadores,	darles	alguna	función	dentro	del	equipo,	etc.
Una	cuestión	que	debe	tener	siempre	presente	el	PF	de	divisiones	formativas	es
que	 es	muy	 importante	 valorar	 al	 comienzo	de	 la	 temporada,	 el	 estado	 real	 de
articulaciones	 y	 sus	 desequilibrios	 artromusculares,	 porque	 nos	 ayudarán	 a
elaborar	 programas	 individuales.	 Igualmente	 debemos	 de	 transmitir	 a	 los
entrenadores	el	resultado	de	las	valoraciones	médicas,	que	condicionaran	si	todos
pueden	entrenar	al	mismo	nivel	o	no	(edad,	antecedentes	lesionales,...).	
Todos	estos	informes	nos	ayudaran	a	saber	si	podemos	entrenar	y	jugar	al	estilo
que	 quiere	 el	 entrenador.	 En	 definitiva,	 debemos	 mantener	 un	 diálogo
permanente	con	 los	entrenadores	para	moldear	el	entrenamiento	y	tratar	de	ser
más	artesanos	que	científicos	en	el	día	a	día.	Qué	evaluar,	cómo	evaluar,	cuándo
evaluar,	lo	decidirá	cada	PF	de	acuerdo	a	sus	posibilidades,	materiales,	medio	en
el	 cual	 se	 desempeña,	 pero	 siempre	 se	 debe	 evaluar,	 porque	 es	 la	 forma	 de
determinar	si	la	planificación	del	equipo	va	en	el	sentido	deseado	o,	de	no	ser	así,
realizar	los	ajustes	necesarios.
Finalmente,	considero	que	el	PF	y	todo	el	cuerpo	técnico	debe	tener	presente	la
Regla	 de	 los	 10	 años,	 que	 Epstein	 D.	 (2017),	 plantea	 en	 su	 libro	 “El	 gen
deportivo”	quien	 señala	que	 “…los	científicos	deben	 ir	más	allá	de	decir	que	 la
práctica	 importa	 y	 acometer	 la	 difícil	 tarea	 de	 determinar	 con	 exactitud	 cuánto
importa	 la	 práctica.	 Con	 la	 mentalidad	 más	 estricta	 de	 las	 10.000	 horas,	 la
práctica	 acumulada	 debería	 explicar	 la	 mayor	 parte	 o	 toda	 la	 varianza	 en	 la
destreza.	Pero	eso	jamás	sucede”.
Se	 plantea	 que	 al	 menos	 se	 requieren	 10	 años	 de	 entrenamiento	 planificado
para	alcanzar	el	nivel	de	deportista	experto
Recientemente	 han	 demostrado	 como	 una	 especialización	 temprana	 y	 un
entrenamiento	altamente	estructurado	en	el	que	el	control	es	desarrollado	por	un
agente	externo	(entrenador)	reduce	la	motivación	intrínseca	del	niño	o	de	la	niña
y	puede	desencadenar	en	un	abandono	prematuro	del	deporte
Los	deportistas	que	 llegan	a	ser	expertos	toman	la	decisión	de	 invertir	mucho
tiempo	 y	 esfuerzo	 en	 el	 entrenamiento	 después	 de	 al	 menos	 9	 años	 de
entrenamiento	o	sobre	la	edad	de	los	18	años.
Epstein	D.	(2017),	finalmente,	señala,	respecto	a	las	10.000	horas,	que	“…los
datos	apoyan	con	bastante	claridad	un	concepto	de	la	destreza	(desde	el	ajedrez	a
la	música,	y	del	béisbol	al	tenis)	que	no	se	basa	en	un	paradigma	de	hardware,	no
software,	 sino	 en	 otro	 tanto	 de	 un	 hardware	 innato	 como	 de	 un	 software
aprendido”.	Y	enel	desarrollo	del	software	del	deportista,	el	trabajo	del	PF	en	sus
etapas	de	formación,	desarrollo	y	entrenamiento	deberá	ser	de	calidad	respetando
las	etapas	evolutivas	infanto	–	juveniles.
El	 recorrido	 de	 los	 5	 a	 los	 19	 años	 debe	 der	 coherente	 con	 los	 objetivos
propuestos	 definiendo	 el	 camino	 más	 adecuado	 para	 alcanzarlos.	 Todos	 los
medios,	 incluyendo	 el	 juego,	 deben	 estar	 dirigidas	 al	 desarrollo	 de	 su	 calidad
física,	técnica	y	cognitiva.
En	 este	 largo	 camino	 de	 las	 10.000	 horas	 es	 prioritario	 comenzar	 con	 el
desarrollo	 de	 los	 estímulos	 coordinativos	 y	 el	 conocimiento	 de	 la	 técnica	 en
sintonía	con	contenidos	adaptados	a	la	edad	con	la	cual	trabajamos.	La	propuesta
didáctica	por	 lo	 tanto	 es	 la	que	debe	organizar	 el	 trabajo	 teniendo	presente	 las
capacidades	 específicas	del	 sujeto,	 teniendo	 en	 cuenta	 la	maduración	 física	 y	 la
experiencia	deportiva.	No	existe	un	ejercicio	para	una	edad	particular,	existen	en
cambio	 metodologías	 y	 requisitos	 analíticos	 que	 comienzan	 en	 el	 Minibasket
para	llegar	al	senior,	pasando	por	las	categorías	juveniles.
Por	eso,	volvemos	al	inicio:	el	PF	es	un	desarrollador	de	individualidades	en	un
deporte	 colectivo.	 Y	 esa	 es	 su	 principal	 y	 más	 difícil	 función,	 en	 un	 equipo
técnico	en	divisiones	formativas.
Bibliografía:
Bloom,	B.S.	(1985).	Developing	talent	in	young	people.	New-York:	Ballantine.
Epstein	 D.	 (2017).	 El	 gen	 deportivo,	 un	 atleta	 excelente	 ¿nace	 o	 se	 hace?
Editorial	Indicios.
Lorenzo	 Calvo,	 A.;	 Calleja	 Gonzalez,	 J.	 (2010).	 Factores	 condicionantes	 del
desarrollo	 deportivo.	 Diputación	 Foral	 de	 Bizkaia.	 Dirección	 General	 de
Deportes.
Seirul-lo,	F.	 (1987)	Las	funciones	y	competencias	del	preparador	físico	en	un
club	deportivo.	Revista	de	entrenamiento	deportivo.	Volumen	1	nº	1.	págs.	70-77.
Ideasport.
Trapero,	 J.	 (2017).	 Lo	 físico	 y	 el	 estilo	 de	 juego.
http://www.fsbasketball.com/2016/11/la-preparacion-fisica-ha-de-ser-
acorde.html
http://www.fsbasketball.com/2016/11/la-preparacion-fisica-ha-de-ser-acorde.html
CAPÍTULO	2
Dr.	Pablo	Esper	Di	Cesare	(Argentina).	
Doctor	en	Ciencias	del	Deporte
Master	en	Diseño	de	Planes	de	Actividad	Física	y	Salud
Licenciado	en	Educación	Física
Profesor	titular	de	la	Licenciatura	en	Alto	Rendimiento	Deportivo	de	la	U.N.L.Z.	de	la	cátedra:	Teoría	y	Método	del	Alto
Rendimiento	Deportivo.
Profesor	titular	de	la	Maestría	en	Formación	y	Desarrollo	Deportivo	de	la	U.N.L.Z.	de	la	cátedra:	Deportes	de	Equipo.
Director	 del	 Diplomado	 de	 Baloncesto	 en	 Etapas	 Formativas	 de	 la	 Facultad	 de	 Cultura	 Física	 de	 la	 Benemérita
Universidad	Autónoma	de	Puebla,	México.
Entrenador	Nacional	de	Básquetbol,	acreditación	E.N.E.B.A.	3.	Acreditación	FIBA.
Integrante	del	cuerpo	de	preparadores	físicos	de	la	C.A.B.B.	2015	a	2017.
Conferencista	en	Congresos,	Campus	 y	Clínicas	en	USA,	Cuba,	México,	 Perú,	Paraguay,	Uruguay,	Chile,	Colombia,
Venezuela,	Argentina,	Portugal,	España	e	Italia.
¿Formación,	desarrollo	o	preparación	física	en
divisiones	de	base?
La	 pregunta	 que	 encabeza	 el	 título	 de	 este	 capítulo	 con	 el	 cual	 les	 damos	 la
bienvenida	 a	 esta	 obra	 es	 la	 que	 motivo	 presentarles	 un	 libro	 dedicado
exclusivamente	a	 las	divisiones	 formativas	del	baloncesto,	 ya	que	 la	bibliografía
existente	 siempre	 es	 dedicada	 al	 alto	 rendimiento	 que	 es	 el	 que	 tiene	 mayor
impacto	 publicitario,	 llevando	muchas	 veces,	 a	 confundir	 el	 trabajo	 y	 presentar
entrenamientos	 en	 edades	 infanto	 –	 juveniles	 que	 no	 son	 acordes	 a	 las	 etapas
evolutivas	de	los	jugadores.
En	 primer	 lugar	 debemos	 dar	 nuestra	 respuesta	 a	 la	 pregunta.	 ¿Formación,
desarrollo	 o	 preparación	 física?	 Las	 tres!!!!	 Pero	 cada	 una	 a	 su	 etapa,	 en	 su
momento,	 y	 teniendo	 en	 cuenta	 que	 las	 tres	 son	 parte	 de	 un	 proceso,	 la
formación	integral	del	jugador	de	base.
La	etapa	de	la	formación	motriz	es	la	que,	en	el	caso	del	baloncesto	se	extiende
desde	los	6/7	años	a	11/12	años.
La	 etapa	 del	 desarrollo	motor,	 se	 extiende	 desde	 los	 12/13	 años	 a	 los	 15/16
años;	para	comenzar	la	preparación	física	específica	a	partir	de	los	16/17	años.
Cuando	 planteamos	 estas	 etapas	 tenemos	 en	 cuenta	 cuál	 es	 la	 edad	 del	 alto
rendimiento	 en	 el	 baloncesto.	 Hoy	 podemos	 ver	 jugadores	 de	 la	 LNB	 de
Argentina,	 la	 ACB	 de	 España,	 la	 NBA,	 la	 Lega	 de	 Italia,	 que	 superan
largamente	los	30	años	de	edad,	y	más	de	20	años	de	edad	deportiva.	Es	por	ello
que,	 en	 el	 caso	 del	 trabajo	 físico	 en	 edades	 infanto	 –	 juveniles,	 toma	 siempre
relevancia	la	frase:	Vísteme	despacio,	que	tengo	prisa!
1.	La	Etapa	de	la	Formación	Motora
en	el	Baloncesto	de	Base.
La	 principal	 función	 que	 debe	 cumplir	 un	 PF	 en	 la	 primera	 etapa	 en	 el
desarrollo	integral	del	jugador	de	baloncesto,	es	la	de	ser	docente	formador,	cuyo
principal	objetivo	es	la	formación	motor,	donde	el	objetivo	principal	debe	ser	el
desarrollo	 del	 Acervo	 Motor.	 El	 acervo	 motor	 es	 el	 conjunto	 de	 experiencias
motrices	 vividas	 por	 cada	 individuo,	 acumuladas	 y	 ordenadas	 en	 esquemas	 de
acción	 y	 que	 se	 encuentran	disponibles	 para	 cuando	 sean	necesaria.	Es	 en	 esta
etapa	que	debemos	trabajar	para	aumentar	el	caudal	de	experiencias	motrices	por
encima	de	las	técnicas	deportivas	específicas.
En	 esta	 etapa	 debemos	 poner	 énfasis	 en	 el	 desarrollo	 de	 los	 gestos	 motores
básicos,	 en	 los	 cuales	 se	 apoyarán	 más	 adelante	 las	 técnicas	 específicas	 del
deporte.	Debemos	estimular	la	carrera,	los	frenos,	los	giros	en	todos	los	sentidos,
los	 saltos	 con	 uno	 y	 dos	 pies,	 los	 desplazamientos	 en	 diferentes	 direcciones.
Nuestra	propuesta	para	esta	etapa	de	la	formación	motora	general	es	determinar
un	 porcentaje	 de	 tiempo	 dentro	 del	 entrenamiento	 para	 el	 desarrollo	 de	 las
habilidades	motoras	básicas.	Nuestra	propuesta	es:
•	6/8	años:	50%	del	tiempo	de	práctica	debe	ser	dedicado	a	la	formación	motora
general.
•	9/10	años:	40%	del	tiempo	de	práctica	debe	ser	dedicado	a	la	formación	motora
general.
•	 11/12	 años:	 30%	 del	 tiempo	 de	 práctica	 debe	 ser	 dedicado	 a	 la	 formación
motora	general.
Les	 recomendamos	 mirar	 la	 clínica	 de	 Pablo	 Esper	 Di	 Cesare	 sobre	 esta
temática	en:
•	https://www.youtube.com/watch?v=iwzLmIEdTcI
•	https://www.youtube.com/watch?v=KZMjvYi5YfU
En	esta	etapa	el	objetivo	esencial	es	la	conformación	de	un	acervo	motor	en	el
niño,	rico	en	experiencias,	complejo	y	variado.	Las	actividades	deben	contemplar
todas	las	habilidades	básicas	con	todas	sus	variantes	posibles.
https://www.youtube.com/watch?v=iwzLmIEdTcI
https://www.youtube.com/watch?v=KZMjvYi5YfU
Al	acervo	motor	se	le	integran	todas	las	conductas	locomotrices,	manipulativas
y	 no	 locomotivas.	 El	 acento	 está	 puesto	 en	 la	 cantidad	 y	 variedad	 del
movimiento.
Todo	 el	 proceso	 cerebral	 que	 se	 desarrolla	 durante	 un	 acto	 motor	 se	 suele
resumir	 en	 tres	 fases:	 percepción,	 decisión	 y	 ejecución,	 según	 autores	 como
Marteniuk	 (1971),	 citado	 por	 Delgado	 (1993).	 En	 realidad	 este	 proceso	 es
mucho	más	complejo,	pero	el	esquema	de	las	capacidades	que	requiere	da	lugar	a
los	tres	mecanismos:	la	percepción,	la	decisión	y,	finalmente	la	ejecución.
Las	tareas	motrices	se	pueden	analizar	en	función	de	la	utilización	de	cada	uno
de	 los	 mecanismos.	 El	 mecanismo	 de	 percepción	 interviene	 cuando	 hacemos
consciente	un	estímulo.	Normalmente,	sucede	a	nivel	visual,	pero	cualquiera	de
los	sentidos	puede	percibir.
El	mecanismo	perceptivo	depende	de	varios	 factores:	 la	capacidad	perceptiva	de
cada	 individuo,	 las	 condiciones	 del	 entorno,	 los	 tipos	 de	 estímulos	 o	 la
movilización	 de	 objetos.	 Debemos	 ser	 capaces	 de	 analizar	 el	 mecanismo	 de
percepción	en	las	acciones	técnico	-	tácticas	del	baloncesto.	Por	ejemplo,	un	pase
en	 situación	 real	 es	 muy	 complejo	 por	 manipular	 un	 balón,	 en	 un	 contexto
abierto	yperceptivo.	El	jugador	debe	ser	capaz,	no	sólo	de	ser	consciente	de	sus
movimientos,	sino	de	percibir	los	del	compañero	que	recibe,	y	de	los	adversarios
que	pueden	variar	el	espacio	y	el	tiempo	de	la	acción.
El	 mecanismo	 de	 decisión	 se	 produce	 tras	 el	 perceptivo.	 Se	 analizan	 los	 datos
percibidos	 y	 se	 toma	 una	 decisión	 que	 viajará	 a	 toda	 velocidad	 desde	 nuestro
cerebro	a	los	músculos	a	través	del	Sistema	Nervioso.	Esta	decisión	depende	de	la
inteligencia	 motriz	 del	 individuo,	 del	 número	 de	 decisiones,	 del	 número	 de
respuestas	alternativas,	del	 tiempo	que	requiere,	del	nivel	de	 incertidumbre,	del
nivel	de	riesgo,	del	orden	secuencial	o	del	número	de	elementos	a	recordar.	En
baloncesto	son	constantes	las	decisiones	que	deben	tomar	los	jugadores	tanto	en
ataque,	 por	 ejemplo	 a	 quién	 realizo	 el	 pase,	 por	 dónde	 supero	 a	mi	 oponente,
como	en	defensa,	qué	lado	defiendo	más	fuerte,	cuándo	realizo	la	ayuda,	etc.
Por	último,	se	presenta	el	mecanismo	de	ejecución	que	es	lo	que	se	ve,	es	decir
el	gesto	que	se	realiza	tras	el	proceso	cognitivo.	Es,	por	tanto,	la	ejecución	técnica
final.	 Depende	 de	 aspectos	 cuantitativos	 como	 la	 velocidad,	 la	 flexibilidad,	 la
resistencia	o	la	fuerza,	y	de	aspectos	cualitativos	como	la	coordinación,	la	agilidad
o	el	equilibrio.
El	 desconocimiento	 de	 este	 proceso	 ha	 hecho	 que	 se	 dé	 más	 importancia	 al
mecanismo	de	ejecución	incluso	en	tareas	motrices	en	las	que	la	percepción	y	la
decisión	son	más	trascendentes.	En	general,	en	los	juegos	y	deportes	de	oposición
los	 mecanismos	 perceptivos	 y	 decisional	 son	 claves	 para	 la	 eficacia	 final	 del
movimiento.	En	los	deportes	colectivos,	como	el	baloncesto,	esta	importancia	es
todavía	más	notable.	 Sin	 embargo,	muchos	 entrenadores	 se	 siguen	 empeñando
en	practicar	casi	exclusivamente	el	mecanismo	de	ejecución,	lo	que	consideramos
un	grave	error,	ya	que	es	indudable	que	los	tres	mecanismos	se	pueden	mejorar.
Es	 más,	 consideramos,	 siguiendo	 a	 Antón	 (1989)	 y	 a	 Pintor	 (1987)	 que	 el
mecanismo	clave	 en	 los	deportes	 colectivos,	 como	ya	hemos	afirmado,	 es	 el	de
percepción-decisión.
Lo	 que	 debemos	 buscar	 en	 esta	 etapa	 son	 tipos	 de	 movimiento:	 habilidades
básicas,	 y	 tipo	 de	 respuesta	 motriz:	 Respuesta	 general;	 la	 modalidad	 de
adquisición:	Aprendizaje	 por	 ensayo	 y	 error;	 aprendizaje	 por	 insight;	 respuesta
motora	a	consignas	simples.	Esto	implica	que	en	esta	etapa	no	se	deben	realizar
correcciones	 técnicas	 específicas	 sino	 permitirle	 equivocarse	 y	 vivenciar	 el
movimiento.
Se	debe	estimular	el	 conocimiento	acerca	de	 los	movimientos,	que	aprenda	el
nombre	formal	de	las	habilidades	básicas.
Debemos	en	esta	respetar	algunos	principios	metodológicos.
•	Principio	de	 la	globalidad:	todas	las	actividades	motrices	presentadas	durante	el
período	de	los	6/8	años	deben	ser	planteadas	evitando	dar	indicaciones	precisas
acerca	del	modo	de	ejecución	de	los	movimientos.	Todas	las	habilidades	que	se
logran	en	este	período	deben	ser	H.	B.	Su	modo	de	ejecución	se	da	a	través	de
respuestas	motoras	generales.	No	se	deben	hacer	correcciones	de	tipo	técnico.
La	globalidad	se	logra	respetando	la	etapa	evolutiva	del	niño.
•	 Principio	 de	 la	 estimulación:	 Todas	 las	 actividades	 motrices	 deben	 estar
orientadas	en	la	misma	dirección	y	ritmo	que	el	desarrollo	de	las	funciones:
Ø	Acompañar	el	crecimiento.
Ø	 Acompañar	 el	 aumento	 normal	 de	 fuerza	 con	 estimulación	 de	 grandes
grupos	musculares.
Ø	Incitar	a	crear	relaciones	sociales.
Ø	Presentar	situaciones	que	comprometan	el	intelecto.
Ø	Promover	aprendizajes	significativos
•	Principio	 de	 la	 exploración:	Exploración	=	 experiencia	 o	 vivencia	motriz.	Cada
niño	 debe	 tener	 sus	 propias	 vivencias	 motrices	 para	 conformar	 su	 propia
experiencia.	 Aconsejamos	 no	 dar	 una	 respuesta	 única	 frente	 a	 un	 mismo
problema	motor,	ya	que	este	es	el	paso	previo	al	descubrimiento	que	incluye	la
vivencia	 motriz.	 Los	 descubrimientos	 dan	 lugar	 a	 nuevas	 exploraciones	 y
nuevos	descubrimientos,	pero	lo	fundamental	es	que	el	niño	“aprende”,	que	es
verdaderamente	protagonista,	el	docente	debe	“ayudarlo	a	aprender”.
•	 Principio	 de	 variabilidad:	 Las	 actividades	 deben	 contener	 la	 mayor	 variedad
posible	de:
Ø	Estímulos	para	los	diferentes	aparatos	y	sistemas.
Ø	Formas	de	movimiento	con	y	sin	elementos.
Ø	Las	distintas	formas	de	movimiento	deben	ser	realizadas	de	las	más	variadas
formas	(direcciones,	velocidades,	etc).
Ø	Tipos	de	situaciones	motrices	a	resolver.	Plantear	recorridos	motrices	donde
el	niño	encuentra	la	forma	de	realizarlo.
Ø	Situaciones	de	trabajo	que	contemplen	el	trabajo	individual	y	la	tarea	con	un
compañero	o	con	varios.
Es	 en	 esta	 etapa	 donde	 comienza	 el	 gran	 trabajo	 para	 el	 desarrollo	 de	 la
coordinación	 motora	 general	 del	 niño.	 La	 capacidad	 coordinativa	 permite	 al
jugador	de	baloncesto	demostrar	un	determinado	nivel	de	 control	 operativo	de
nuestras	acciones	motoras	en	las	condiciones	más	variadas:	en	 la	asimilación	de
nuevos	 movimientos,	 en	 la	 reproducción	 de	 movimientos	 eficaces	 cuando	 el
dispendio	de	tiempo,	o	espacio	es	breve,	en	estado	de	fatiga,	en	 la	anticipación
frente	a	acciones	de	nuestros	rivales	y/o	compañeros,	en	improvisaciones	frente	a
situaciones	inesperadas,	en	la	transición	rápida	de	unas	acciones	a	otras.
En	esta	capacidad,	variada	y	específica	para	cada	deporte,	es	posible	diferenciar
aspectos	que	se	presentan	en	la	actividad	competitiva	en	compleja	interacción:
Ø	 La	 capacidad	 para	 valorar	 y	 regular	 los	 parámetros	 dinámicos	 y	 espacio-
temporales	de	los	movimientos.
Ø	La	capacidad	de	mantener	una	posición.
Ø	El	sentido	del	ritmo.
Ø	La	capacidad	de	orientarse	adecuadamente	en	el	espacio.
Ø	La	capacidad	para	relajar	voluntariamente	los	músculos.
Ø	El	nivel	de	coordinación	de	movimientos.
Este	cúmulo	de	necesidades	se	pone	en	evidencia	en	mayor	o	menor	medida	en
nuestra	 competición	 siendo	 nuestro	 objetivo	 trabajarlas	 en	 función	 de	 esa
relevancia.
También	 es	 importante	 que	 en	 esta	 etapa	 el	 niño	 tenga	 tiempo	 pleno	 de
movimiento	en	la	clase	cosa	que	se	logra	con	una	buena	distribución	espacial,	el
tener	abundante	material	didáctico,	 la	no	realización	de	 largas	filas,	el	aumento
del	tiempo	útil	en	la	práctica	e	involucrarlo	al	niño	desde	lo	perceptivo	y	desde	la
toma	de	decisiones,	no	ser	simplemente	un	ejecutor	de	movimientos.
Es	 en	 esta	 etapa	 en	 que	 debemos	 garantizar	 la	 educación	 y	 desarrollo	 de
habilidades	y	capacidades	motrices	básicas	de	forma	multilateral.	El	baloncesto	es
un	deporte	que	debe	ser	jugador	con	el	lado	dominante	y	el	lado	no	dominante,
es	por	ello	que	debemos	dedicar	tiempo	en	la	parte	motriz	y	en	la	parte	técnica	a
que	 el	 niño	 tenga	 la	misma	destreza	para	 girar	hacia	derecha	o	 izquierda,	 para
saltar	 con	 igual	 eficacia	 con	 apoyo	 en	 su	 pierna	 derecha	 o	 izquierda,	 debemos
comenzar	en	esta	etapa	con	la	ambidestría	deportiva.
El	 desarrollo	 de	 estas	 capacidades	 o	 cualidades	 físicas	 influencian	 de	 modo
determinantes	 en	 las	 habilidades	 técnicas,	 tanto	 que	 entre	 técnica	 y	 cualidad
física	 existe	 una	 inevitable	 y	 estrecha	 interdependencia.	 A	 la	 hora	 de	 enseñar
diversas	habilidades	técnicas	deberemos	tener	en	cuenta	el	desarrollo	de	cada	una
de	estas	capacidades	físicas	en	el	niño,	ya	que	el	desarrollo	de	éstas	condicionará,
inevitablemente,	 la	 ejecución	 del	 gesto.	Conociendo	 el	 estado	 de	 desarrollo	 de
cada	 capacidad	 física	 en	 el	 niño,	 los	 entrenadores	 podremos	 proporcionarle
instrucciones	 adecuadas	 para	 la	 realización	 de	 los	 gestos	 técnicos.	 Sería	 poco
coherente,	en	nuestra	función	de	formadores,	exigirle	al	niño	gestos	complejos	y
de	elevada	exigencia	física,	poco	acordes	con	su	nivel	de	desarrollo	físico.
Lo	que	debemos	tener	presente	es	que	en	esta	edad	el	fundamento	técnico	más
importante	es	el	dribling	ya	que	el	juego	en	esta	etapa	es	el1	x	1,	por	lo	cual	el
dribling	 es	 necesario	 para	 poder	 progresar	 en	 el	 campo.	 Es	 por	 ello	 que	 la
recomendación	es	tratar	de	 involucrar	siempre	al	gesto	motor	con	el	dribling,	y
brindarle	 al	 niño	 la	 mayor	 cantidad	 de	 experiencias	 de	 dribling	 posibles	 con
balones	 de	 diferentes	 tamaños,	 densidades,	 colores,	 para	 incrementar	 su	 nivel
coordinativo.
•	Fases	del	desarrollo	de	las	habilidades	motrices	básicas	y	específicas.
En	primer	 lugar	deberemos	establecer	 la	definición	de	habilidad	motriz	básica.
Estas	 habilidades	 motrices	 básicas	 se	 pueden	 considerar	 como	 habilidades
motrices	 comunes	 a	 todos	 los	 niños	 durante	 su	 desarrollo	 (Knapp,	 1979)	 y
además,	sobre	éstas	habilidades	básicas	se	desarrollan	aprendizajes	motores	más
complejos	(Singer,	1975).
Estas	habilidades	básicas	son,	pues,	el	cimiento	sobre	el	cual	se	desarrollarán	los
aprendizajes	 de	 las	 acciones	 técnicas	 más	 complejas.	 Evidentemente,	 no
podremos	 enseñar	 habilidades	 más	 complejas	 si	 el	 niño	 no	 ha	 adquirido
habilidades	simples.
Estas	habilidades	motrices	básicas	pueden	clasificarse	en:
a)	Habilidades	motrices	de	Locomoción.	(Andar,	correr,	saltar,	etc.)
b)	 Habilidades	 motrices	 de	 No	 Locomotrices.	 (Giros,	 equilibraciones,
balanceos,	etc.)
c)	 Habilidades	 motrices	 de	 Proyección,	 Manipulación	 y	 Recepción.	 (Lanzar,
golpear,	recepcionar,	etc.)
Como	vemos	en	el	cuadro	1,	las	habilidades	motrices	básicas	se	desarrollan	en
el	 niño	 desde	 los	 2	 a	 los	 6-7	 años.	 Es	 en	 ese	 momento	 cuando	 los	 estímulos
deben	 ir	 dirigidos	 al	 desarrollo	 de	 estas	 habilidades	 sin	 exigencias	 mayores.	 A
medida	que	el	niño	va	madurando	va	adquiriendo	capacidades	que	 le	permiten
desarrollar	habilidades	más	complejas.
Períodos	Cronológicos	Aproximados Fases	del	Desarrollo	Motor Estadios	del	Desarrollo	Motor
0	–	4	meses
4	meses	–	1	año
Fase	de	movimientos	reflejos Estadio	de	captación	de	información
Estadio	de	procesamiento
1°	año
1°	año	–	2°	año
Fase	de	movimientos	rudimentarios Estadio	de	inhibición	refleja
Estadio	pre	-	control
2	–	3	años
4	–	5	años
6	–	7	años
Fase	de	habilidades	motrices	básicas
Estadio	inicial
Estadio	elemental
Estadio	maduro
7	-	10	años
11	–	13	años
Fase	de	habilidades	motrices	específicas Estadio	transicional
Estadio	específico
+	de	14	años Fase	de	habilidades	motrices	especializadas Estadio	especializado
Cuadro	1.	Ureña	R.,	y	Refoyo	I.	(2001)
A	continuación	vemos	la	progresión	en	la	capacidad	de	lanzamiento	a	canasta,
presentada	por	Ureña	R.	y	Refoyo	I.,	partiendo	de	la	fase	de	habilidades	motrices
básicas	 en	 la	 que	 el	 niño	 debe	 recibir	 un	 gran	 número	 de	 estímulos	 diferentes
(diferentes	 pesos,	 tamaños,	 formas	 y	 objetivos).	 En	 esta	 fase	 no	 deberemos
centrarnos	 en	 un	 solo	 tipo	 de	 lanzamiento.	 Posteriormente	 en	 la	 fase	 de
habilidades	 motrices	 específicas,	 propondremos	 al	 niño,	 además	 de	 todos	 los
lanzamientos	 de	 la	 fase	 anterior,	 las	 posiciones	 correctas	 de	 los	 segmentos
corporales	 (brazos,	 piernas,	muñecas,	 etc.)	 para	 el	 lanzamiento	 a	 canasta,	 pero
deberemos	tener	en	cuenta,	una	vez	más	la	capacidad	de	éste	para	ejecutarlas.
Por	último,	en	la	fase	de	habilidades	motrices	especializadas,	proporcionaremos
al	 jugador	 las	 correcciones	 oportunas	 para	 la	 adquisición	 de	 automatismo	 y
siempre	adecuadas	a	su	nivel	de	capacidad	física.	Es	en	este	momento	en	el	cual
el	jugador	debe	aprender	a	utilizar	dichos	automatismos	en	situaciones	reales	de
juego.	Es	por	ello	que	nuestra	función	es	la	de	brindarles	diferentes	posibilidades
de	 vivenciar	 el	 gesto	 motor	 de	 lanzar,	 para	 que	 le	 sirva	 de	 base	 para	 luego
aprender	la	técnica	del	lanzamiento,	para	lo	cual	necesitaremos	que	el	balón	y	la
altura	del	canasto	estén	adecuados	a	las	posibilidades	motrices	el	niño.
Ureña	R.,	y	Refoyo	I.	(2001),	señalan	que...	“en	el	desarrollo	de	nuestra	práctica
deportiva	 sobre	 jugadores	 jóvenes	 deberemos	 tener	 en	 cuenta	 una	 serie	 de
factores	evolutivos	que	afectan	a	éstos.	Estos	factores	evolutivos	están	en	relación
con	los	procesos	de	crecimiento	y	maduración	de	los	distintos	componentes	que
constituyen	 al	 ser	 humano.	 Los	 ritmos	 de	 crecimiento	 y	 la	 velocidad	 de
maduración	de	 los	diversos	 sistemas	 funcionales	deben	 respetarse	 con	 el	 fin	de
favorecerlos.	Una	estimulación	prematura	de	determinados	procesos	metabólicos
podría	perjudicar	seriamente	el	desarrollo	del	niño”.
El	desarrollo	de	estas	capacidades	o	cualidades	físicas	 influencian	de	modo	en
las	 habilidades	 técnicas,	 tanto	 que	 entre	 técnica	 y	 cualidad	 física	 existe	 una
inevitable	y	estrecha	interdependencia.	A	la	hora	de	enseñar	diversas	habilidades
técnicas	deberemos	tener	en	cuenta	el	desarrollo	de	cada	una	de	estas	capacidades
físicas	en	el	niño,	ya	que	el	desarrollo	de	éstas	condicionará,	inevitablemente,	la
ejecución	del	gesto.	Conociendo	el	estado	de	desarrollo	de	cada	capacidad	física
en	 el	 niño,	 los	 entrenadores	 podremos	 proporcionarle	 instrucciones	 adecuadas
para	 la	 realización	 de	 los	 gestos	 técnicos.	 Sería	 poco	 coherente,	 en	 nuestra
función	de	 formadores,	exigirle	al	niño	gestos	complejos	y	de	elevada	exigencia
física,	poco	acordes	con	su	nivel	de	desarrollo	físico.
No	obstante,	dentro	del	desarrollo	de	cada	capacidad	existen	unos	periodos	o
fases	en	 los	cuales	el	desarrollo	de	esa	capacidad	se	ve	 favorecido	si	 se	estimula
adecuadamente	 el	 organismo.	 A	 estas	 fases	 se	 les	 denomina	 Fases	 Sensibles:
“Periodo	ontogenético	con	una	predisposición	(entrenabilidad	en	este	caso)	muy
favorable	 para	 el	 desarrollo	 de	 una	 determinada	 capacidad	 física”.	 Es	 decir,	 es
más	 fácil	 influenciar	 (estimular)	 una	 capacidad	 cuando	 está	 madurando	 que
cuando	ya	ha	madurado.
Dentro	 de	 la	 capacidad	 física	 de	 la	 fuerza	 deberemos	 diferenciar	 entre:	 1)	 Se
puede	estimular	la	potencia	desde	los	8-12	años	y	siempre	con	esfuerzos	de	baja
sobrecarga	 y	 velocidades	 de	 ejecución	 elevada.	 2)	 En	 cuanto	 a	 la	 fuerza
resistencia,	se	puede	empezar	a	estimular,	al	igual	que	la	potencia,	desde	los	8-12
años	 y	 también	 con	 esfuerzos	 de	 baja	 sobrecarga,	 pero	 con	 elevado	número	de
repeticiones.	 Esto	 ha	 sido	 muy	 bien	 desarrollado	 en	 el	 capítulo	 que	 llevan
adelante	Rodríguez	D.,	y	Esper	F.
En	estas	edades	el	incremento	de	la	fuerza	se	basa	principalmente	en	mejora	de
la	coordinación	intra	e	intermuscular	no	en	hipertrofia.
En	 la	 velocidad	 deberemos	 tener	 en	 cuenta	 que:	 1)	 Gracias	 al	 desarrollo	 del
músculo	esquelético	existe	una	 fase	sensible	para	 la	Velocidad	de	Reacción	y	 la
Frecuencia	desde	 los	6-7	 años	 a	 los	11-12	años.	 2)	Para	 la	Velocidad	Gestual,
Velocidad	 Acíclica,	 la	 capacidad	 de	 Aceleración	 y	 la	 Velocidad	 máxima	 existe
una	fase	para	los	niños	desde	los	8	a	los	14-15	años,	y	en	las	niñas	desde	los	8	a
los	11-12	años.	Esto	debe	ser	teniendo	en	cuenta	que	los	movimientos	deben	ser
cortos,	 explosivos,	 con	 poco	 tiempo	 de	 contacto,	 con	 salidas	 hacia	 derecha	 e
izquierda,	y	utilizando	principalmente,	estímulos	visuales.
Para	 la	Resistencia	 diferenciaremos:	 1)	Ya	 que	 la	Resistencia	Aeróbica	 es	 una
capacidad	 de	 baja	 intensidad,	 ésta	 se	 puede	 entrenar	 desde	 los	 5	 años
(obteniéndose	valores	de	VO2	max.	absolutos	entre	15-18	años	y	de	VO2	max.
relativos	entre	los	11-13	años).	2)	En	cuanto	a	la	Resistencia	Anaerobia,	ésta	se
podrá	entrenar	siempre	después	de	la	pubertad.
En	 cuanto	 a	 la	 flexibilidad,	 deberemos	 diferenciar	 la	 utilización	 de	 métodos
pasivos	(aquellos	en	los	que	no	se	utiliza	ninguna	fuerza,	ni	externa,	ni	interna	al
sujeto,	 para	 producir	 el	 estiramiento	 del	 músculo	 y	 el	 tendón)	 y	 los	 métodos
activos	(utilización	de	fuerzas,	ya	sean	externas	o	musculares,	para	el	estiramiento
del	 tendón	 y	 el	 músculo).	 1)	 Se	 pueden	 utilizar	 métodos	 pasivos	 desde	 los
primeros	 años	 de	 vida	 hasta	 la	 pubertad.	 2)	 Para	 utilizarmétodos	 activos,
encontramos	que	la	fase	sensible	se	sitúa	en	las	niñas	desde	los	8	a	los	11-12	años
y	en	los	niños	desde	los	8	a	los	12-13	años.
2.	La	Etapa	del	Desarrollo	Motor	en	el	Baloncesto	de	Base.
En	esta	etapa	debemos	poner	énfasis	en	el	desarrollo	de	las	técnicas	específicas
del	 deporte,	 que	 se	 basan	 en	 el	 desarrollo	 de	 las	 habilidades	 motoras	 básicas
como	señalamos	anteriormente.
En	este	período	es	cuando	comienza	la	primera	aproximación	al	entrenamiento
deportivo	 y	 sus	 principios,	 lo	 cual	 implica	 cargas,	 repeticiones,	 series,
dosificación,	 tiempos	 de	 pausa,	 siendo	 a	 nuestro	 entender	 en	 estas	 etapas	 tres
principios	del	entrenamiento	deportivo,	determinantes	de	futuros	rendimientos:
•	Principio	de	la	individualidad	biológica.
•	Principio	de	la	variabilidad	de	la	carga.
•	Principio	de	la	continuidad	de	la	carga.
Nuestra	 propuesta	 para	 esta	 etapa	 del	 desarrollo	 motor	 es	 mantener	 un
porcentaje	 de	 tiempo	 dentro	 del	 entrenamiento	 para	 el	 desarrollo	 de	 las
habilidades	motoras	básicas:
•	13/14	años:	15	-	20%	del	tiempo	de	práctica	debe	ser	dedicado	a	la	formación
motora	general.
•	 15/16	 años:	 10%	 del	 tiempo	 de	 práctica	 debe	 ser	 dedicado	 a	 la	 formación
motora	general.
Algunos	aspectos	pedagógicos	a	tener	en	cuenta	en	esta	etapa	son:
•	Se	busca	el	pulimento	 técnico	 con	aumento	de	 la	 velocidad	de	ejecución	y	 la
incorporación	de	nuevas	técnicas.
•	Se	aprenden	técnicas	deportivas	a	partir	de	 la	disociación,	es	decir	por	medio
del	aprendizaje	analítico.
•	Las	respuestas	motrices	son	específicas	y	especializadas.
•	Esta	etapa	es	el	primer	paso	hacia	la	especialización	deportiva.
•	 Se	 deben	 realizar	 la	 mayor	 cantidad	 de	 movimientos	 posibles	 con	 el	 balón
siendo	mayor	la	carga	de	ejercicios	especiales	y	específicos	que	los	generales.
3.	La	Etapa	de	la	Preparación	Física	en	el	Baloncesto	de	Base.
La	preparación	física	es	uno	de	los	componentes	que	en	deportes	de	equipo	va
cobrando	 de	 forma	 progresiva	 mayor	 importancia	 en	 el	 ámbito	 general	 del
entrenamiento	 deportivo.	 El	 entrenamiento	 físico,	 la	 valoración	 funcional,	 la
recuperación	 del	 lesionado	 y	 el	 calentamiento	 son	 los	 campos	 de	 intervención
más	importantes.
A	priori	quizás	sea	éste	el	contenido	más	fácilmente	programable	de	todas	las
que	concurren	en	el	baloncesto.	Trabajaremos	la	condición	física	de	los	jugadores
desglosando	debidamente	los	diversos	aspectos	que	la	componen.
La	 Preparación	 Física	 se	 divide	 en	 general	 y	 especial.	 La	 primera	 pretende
desarrollar	 equilibradamente	 las	 cualidades	 motoras,	 siendo	 este	 desarrollo	 el
fundamento	 funcional	 para	 abordar	 las	 cualidades	 físicas	 especiales.	 La
preparación	especial	 está	destinada	a	desarrollar	 las	 aptitudes	 físicas	de	acuerdo
con	las	exigencias	que	plantean	el	deporte	en	cuestión	y	la	actividad	competitiva
determinada,	 cobrando	 una	mayor	 importancia	 a	medida	 que	 se	 incrementa	 el
nivel	del	deportista	(proximidad	a	la	élite	o	edad	adulta).
Por	 otra	 parte,	 durante	 este	 proceso	 de	 trabajo	 para	 desarrollar	 las	 diferentes
cualidades	físicas	tenemos	muy	en	cuenta	que	en	nuestra	especialidad	deportiva
el	 jugador	 debe	 demostrar	 fuerza,	 rapidez,	 coordinación,	 resistencia,	 en	 estado
estable,	con	una	gran	capacidad	de	trabajo	de	los	distintos	sistemas	funcionales	y
con	 la	manifestación	más	 clara	 de	 fatiga	 progresiva.	Por	 ello,	 en	 el	 proceso	 de
preparación	física	es	importante,	tanto	más	cuanto	mayor	sea	el	nivel	del	jugador,
poner	 en	 práctica	 un	 método	 que	 le	 permita	 no	 sólo	 desarrollar	 unos	 índices
suficientemente	 altos	 de	 las	 cualidades	 físicas,	 sino	 que	 pueda	 además
demostrarlas	en	condiciones	de	fatiga.
Les	presentamos	una	selección	de	ejercicios	especiales	y	específicos	para	trabajar
con	 las	 divisiones	 formativas,	 en	 especial	U17	 y	U19,	 recordando	 que	 siempre
que	se	entrene	un	fundamento	en	condiciones	de	exigencias	físicas	elevadas,	éste
debe	estar	 fijado	en	el	acervo	motor	del	 jugador,	para	no	producir	errores	en	el
proceso	de	formación	técnica.
1.	Ejercicios	especiales	en	cancha.
Siguiendo	el	mapa	de	los	medios	de	entrenamiento,	los	ejercicios	especiales	se
encuadran	dentro	de	 los	medios	básicos	 (ejercicios	de	desarrollo	condicional),	a
pesar	de	ser	realizados	en	la	cancha	de	baloncesto	y	de	utilizar,	en	la	mayoría	de
los	casos,	el	balón.
	
Los	ejercicios	especiales	fomentan	el	desarrollo	y	la	mejora	de	la	condición	y	de
la	 coordinación	 individual,	 así	 como	 los	 elementos	 técnicos,	 tácticos	 y
psicológicos	necesarios	para	el	perfeccionamiento	de	 las	 aptitudes	 competitivas.
La	ventaja	de	los	ejercicios	especiales	consiste,	sobre	todo,	en	la	variación	de	las
cargas	que	se	puede	realizar	sobre	las	capacidades	individuales	en	relación	con	las
características	de	la	carga	específica	de	competición.
	
En	 estos	 ejercicios,	 la	 secuencia	 de	 movimientos	 corresponde,	 en	 su	 forma
básica,	 a	 la	 disciplina	 en	 cuestión.	 Las	 desviaciones	 respecto	 de	 las	 exigencias
específicas	de	la	competencia	surgen	de	las	características	de	la	carga,	 lo	mismo
que	la	limitación	del	alcance	de	las	tareas.
Ejercicio	1:	fuerza	explosiva
El	jugador	1,	corriendo	rápido	en	diagonal,	tira	desde	las	posiciones	marcadas,	rebotea,	pasa	al
jugador	2	y	va	a	la	siguiente	posición.	Es	importante	el	trabajo	de	recepción	y	el	movimiento	de	los
pies	para	tirar.
Ejercicio	2:	fuerza	explosiva
El	jugador	2	recoge	un	pase	corto	y	difícil	del	jugador	1,	se	gira	y	pasa	al	jugador	3,	en	la	zona	de	la
esquina,	para	que	éste	tire	en	suspensión
Ejercicio	3:	velocidad	de	reacción
Cuando	el	jugador	1	salta	el	primer	obstáculo	y	pasa	el	segundo,	recibe	del	jugador	2,	se	encara	al	aro
y	tira	en	suspensión.
Ejercicio	4:	velocidad
Mientras	el	jugador	1	se	desplaza	velozmente,	el	jugador	2	le	pasa	un	balón	que	atrapa	en	la	cabecera
de	la	zona,	se	gira	y	tira	en	suspensión.
Ejercicio	5:	potencia	anaeróbica	láctica
En	la	posición	1,	iniciamos	el	ejercicio	mirando	hacia	la	línea	de	fondo	más	próxima.	En	el	tramo	1-2
hacemos	repliegue	defensivo	(se	impulsa	el	pie	izquierdo).	En	el	tramo	2-3	hacemos	sprint.	En	el	tramo
3-4	hacemos	desplazamiento	lateral	(uno	o	dos	pasos)	mirando	hacia	la	línea	de	fondo	más	próxima.
En	el	tramo	4-5	hacemos	repliegue	defensivo	(se	impulsa	el	pie	derecho).	En	el	tramo	5-6	hacemos
sprint.	En	el	tramo	6-7	hacemos	desplazamiento	lateral	mirando	hacia	la	línea	de	fondo	más	próxima.
En	la	posición	7	hacemos	recuperación	(ver	figura).	Variaciones:
-	Empezar	con	tres	palmeos	en	el	aro	o	en	el	tablero.	Realizar	desplazamiento	lateral	de	la	posición	1	a
la	3.	Andar	de	espaldas	de	la	posición	3	a	la	2.	Hacer	sprint	de	la	posición	2	a	la	4	y	dar	tres	palmeos
en	el	tablero.	Repetir	por	el	otro	lado.
-	Usando	una	o	dos	canastas,	organizar	carreras	individuales	o	por	equipos.
Ejercicio	6:	potencia	anaeróbica	láctica
Iniciamos	el	ejercicio	en	la	posición	1	bajo	canasta,	haciendo	tres	palmeos	en	el	aro	o	en	el	tablero.	En
los	tramos	1-2	y	2-3	hacemos	sprint.	En	la	posición	3	damos	tres	palmeos	al	tablero.	En	los	tramos	3-
4	y	4-5	hacemos	sprint.	En	la	posición	5	damos	tres	palmeos	al	tablero.	En	el	tramo	5-6	hacemos
sprint.	En	el	tramo	6-7	hacemos	sprint	hasta	la	“botella”,	donde	recibimos	un	pase	del	jugador	2	y
entramos	a	canasta	(ver	figura).	Variantes:
-Proponer	el	ejercicio	como	una	carrera	de	relevos,	con	el	fin	de	hacer	una	competición	y	que	así	se
realice	con	más	intensidad.
-Introducir	distintas	pautas	de	movimiento:	realizar	los	desplazamientos	lateralmente,	de	espaldas,
salvando	obstáculos	en	el	camino,	etc.
Ejercicio	7:	potencia	aeróbica	máxima
Desarrollar	las	trayectorias	que	se	describen	en	la	figura.	El	jugador	1	realiza	los	desplazamientos	a
máxima	velocidad	para	finalmente	tocar	el	aro,	mientras	que	el	jugador	2	se	desplaza	con	movimientos
defensivos	en	la	trayectoria	indicada.	A	continuación,	el	jugador	1	realiza	los	movimientos	del	jugador	2
y	éste	los	del	1.El	jugador	2	se	traslada	a	la	otra	canasta	para	imitar	al	jugador	1,	al	trote,
recuperando	durante	20	s,	y	el	jugador	1	recupera	al	ir	a	la	otra	canasta	durante	10	s	(ver	figura).
Intensidad	del	85%	(frecuencia	cardiaca	sobre	180	pulsaciones/minuto).	Duración	del	ejercicio:	5
minutos	(sin	disminuir	la	intensidad).
Ejercicio	8:	capacidad	aeróbica
Ejercicio	para	trabajar,	fundamentalmente,	en	el	período	preparatorio.	Intensidad:	130-160
pulsaciones/minuto.	Duración:	de	30	a	60	minutos.	Cada	jugador	botando	un	balón.	Actuaciones.
	
1.	Desplazamiento	frontal	adelante	y	atrás	con	un	balón	(o	con	dos).	
2.	Cambios	de	dirección.	
3.	Entradas	por	ambos	lados	de	la	zona.	
4.	Bote	de	balón	entre	bancos	suecos.	
5.	Tiros	libres.	
6.	Desplazamientos	laterales.	
7.	Realizar	10”	abdominales	y	10”	fondos.	Salida.
2.	Ejercicios	específicos	en	cancha:
Este	 tipo	 de	 ejercicios	 queda	 encuadrado,	 dentro	 del	mapa	 de	 los	medios	 de
entrenamiento,	 en	 situaciones	 colectivas	 de	 juego	 simplificadas	 y	 partidos	 de
entrenamiento.
	
Debido	 a	 su	 forma	 de	 movimiento	 y	 a	 su	 énfasis	 sobre	 las	 características
específicas	de	la	competición	(intensidad,	volumen	y	calidad	de	movimiento),	el
ejercicio	 específico	 es	 particularmente	 eficaz	 en	 la	 formación	 de	 un	 equilibrio
entre	 los	 factores	 de	 rendimiento	 y	 el	 complejo	 perfeccionamiento	 del
rendimiento	específico	de	una	disciplina.	De	este	modo,	es	posible	la	formación
de	 capacidades	 tácticas,	 así	 como	 técnicas	 y	 condicionales,	 que	 serán
determinantes	en	la	capacidad	y	la	habilidad	táctica.
El	 entrenamiento	 específico	 para	 la	 competición	 tiene	 una	 importante
influencia	sobre	el	 ritmo	de	desarrollo	del	rendimiento,	particularmente	al	 final
del	 período	 preparatorio	 y	 durante	 el	 período	 competitivo.	 Exige	 las	 fuerzas
físicas	 y	 psicológicas	 del	 deportista.	 Por	 lo	 tanto,	 el	 volumen	 del	 esfuerzo	 es
relativamente	pequeño,	si	 se	compara	con	el	volumen	total	de	 la	carga	en	otras
etapas	y	períodos
	 En	 la	 realización	 de	 estos	 ejercicios	 incluimos	 la	 táctica	 individual	 y	 la
colectiva.	En	algunos	casos,	basta	con	 incluir	alguna	norma	en	el	ejercicio	para
incidir,	 de	 esta	 forma,	 en	 una	 capacidad	 condicional	 más	 intensamente,	 sin
abandonar	 el	 carácter	 global	 y	 pluri	 -	 direccional	 que	 tienen	 los	 ejercicios
específicos.
Ejercicio	1:	uno	contra	uno	(1x1)	en	medio	campo	a	partir	del	“dribbling”	de
avance.
Ubicamos	en	esquinas	opuestas	a	los	jugadores,	agrupados	por	parejas.	El	portador	del	balón	va	por	el
exterior	del	campo,	entrando	con	él	a	partir	de	media	cancha	y	eligiendo	la	vía	de	penetración	en	función	del
defensor	(ver	figura	9).	Este	ejercicio	permite	desarrollar	el	“dribbling”	de	avance	y	encadenarlo	con	él.	Hacer
dos	series	por	cinco	repeticiones.	Limitar	el	tiempo	de	ejecución.
Fig.	1
Ejercicio	2:	dos	contra	dos	(2x2)
Un	jugador	pasa	y	va	con	cortes	por	delante	del	defensor.	A	partir	de	una	situación	de	2x2,	desarrollar	un
juego	de	pasa	y	va	en	base	a	cortes	por	delante	del	defensor:	sin	finta,	con	finta	previa	y	con	reverso	(ver
figuras	1,	2	y	3).	Si	no	utilizamos	fintas	previas,	emplear	la	velocidad.	Duración:	de	5	a	7	minutos.
Fig.	2
Fig.	3
Ejercicio	3:	dos	contra	dos	(2x2)
Un	jugador	interior	y	otro	exterior:	jugamos	con	cortes	y	con	fintas.	No	hay	bloqueos.	El	jugador	interior	trabaja
para	encontrar	una	posición	ventajosa	cerca	del	aro	y	anotar	canasta.	El	jugador	de	fuera	debe	conseguir	un
tiro	de	6,25	(ver	figura).	En	este	ejercicio	es	importante	que	los	atacantes	lean	la	defensa	de	los	contrarios	y
que	jueguen	en	consecuencia.
Ejercicio	4:	tres	contra	tres	(3x3)
Con	dos	bases	y	un	alero.	Descubrir	las	relaciones	que	pueden	darse	entre	un	alero	y	dos	bases.	Antes	de
efectuar	cualquier	acción,	realizar	una	finta	previa.	El	hombre-balón	debe	mirar	para	ver	si	hay	algún
compañero	mejor	situado,	y,	en	caso	contrario,	jugar	1x1.	Ejemplos	de	situaciones	de	tres	jugadores:	pasa	y
va,	bloqueo	directo	al	base	y	corte	sobre	un	jugador	interior	(ver	figuras	4,	5	y	6).
Fig.	4
Fig.	5
Fig.	6
Ejercicio	5:	cuatro	contra	cuatro	(4x4)
Tres	jugadores	exteriores	y	uno	interior.	Efectuar,	preferentemente,	cortes	de	los	jugadores	exteriores	sobre	los
interiores	y	bloqueos	indirectos	del	pívot	sobre	los	alas	(ver	figuras).	Cada	equipo	debe	realizar	cinco	ataques
Fig.	7
antes	de	cambiar	los	roles,	pero	cada	ataque	continúa	hasta	que	se	consiga	canasta.	La	recuperación	se
realiza	lanzando	tiros	libres	(10-15)	por	parejas.	Este	ejercicio	podemos	hacerlo	también	en	toda	la	pista	si
introducimos	normas	como:	si	hay	rebote	defensivo,	corremos	contraataque,	y	es	válida	la	canasta	si	todos	los
jugadores	de	ese	equipo	han	pasado	el	centro	del	campo.	Esta	variación	hace	más	intenso	el	ejercicio,	lo	que
influirá	positivamente	en	la	resistencia	del	jugador.	(Ver	figuras	7,	8	y	9).
Fig.	8
Fig.	9
Ejercicio	6:	cinco	contra	cinco	(5x5)
El	último	paso	son	los	partidos	de	5x5	que	realizamos	en	los	entrenamientos	como	trabajo	complejo	para	la
mejora	del	rendimiento	del	jugador.
Bibliografía:
1.	 Antón,	 J.	 (1989).	 La	 formación	 de	 los	 factores	 psico-caracteriales.	 En
ANTÓN,	J.	(coord.).	Entrenamiento	deportivo	en	la	edad	escolar.	Bases	de
aplicación.	UNISPORT.	Málaga.
2.	 Antón,	 J.	 (1997).	 La	 iniciación	 a	 los	 deportes	 colectivos,	 una	 propuesta
pedagógica.	Gymnos.	Madrid.
3.	Delgado,	M.A.	(1993).	Los	métodos	didácticos	en	la	E.F.	Fundamentos	de
E.F.	para	la	enseñanza	primaria.	INDE.	Barcelona
4.	 Sáenz-López,	 P.;	 Giménez	 Fuentes-Guerra,	 F.	 Curso	 entrenador	 de
baloncesto	de	1°	nivel.	Federación	Andaluza	de	Baloncesto.	España
5.	Ureña	R.,	 y	Refoyo	 I.,	Curso	 de	Entrenador	 de	 Iniciación	 de	Baloncesto.
Federación	Guipuzcoana	de	Baloncesto.	España.
CAPÍTULO	3
Prof.	Álvarez,	Manuel	Guillermo.
Profesor	en	Educación	Física.	UNLP,	La	Plata,
Argentina.	1992
Posgrado	en	Alto	Rendimiento	Deportivo.	INEF,	Madrid,	España.	1994
Esp.	En	Alto	Rendimiento	Deportivo	Instituto.	Manuel	Fajardo	La	Habana,	Cuba.	1995
Preparador	Físico	1era	división	Basquetbol	Club	Gimnasia	Esgrima	La	Plata	1993-2005.	Argentina.
Preparador	 Físico	 Selección	 Mayor	 Nacional	 Argentina	 de	 Basquetbol	 2006-2017.	 Director	 de	 Educación	 Media
Colegio	del	Centenario,	La	Plata,	Argentina	1999-2017
El	rol	del	preparador	físico	en	proceso	de	selección
y	torneos	internacionales.
El	concepto	de	rol	está	vinculado	a	la	función	o	papel	que	cumple	alguien	o	algo.
Pensar	 en	 el	 rol	 es	 pensar	 en	 acción,	 tanto	 como	 pensar	 en	 equipo	 supone
correrse	de	eje,	de	modo	que	los	conceptos	y	las	intervenciones	formen	parte	de
un	 conjunto,	 alejándose	 de	 posturas	 individualistas	 con	 la	 severa	 intención	 de
colaborar	y	o	aportar.
La	 formación	 permanente,	 la	 escucha,	 la	 contextualización,	 las	 valoraciones
objetivas	y	subjetivas,	 las	proposiciones	expresadas	en	actividad,	 la	capacidad	de
observación,	 el	 equilibrio	 emocional,	 las	 modalidades	 de	 abordaje,	 conforman
una	especie	de	conjunto	indispensable	para	los	profesionales	que	forman	parte	de
un	equipo	o	grupo	de	trabajo,	en	este	caso,	en	el	ámbito	deportivo.	Entendemos
que	no	hay	rol	más	importante	que	formar	parte	de	un	equipo.
Al	 entender	 el	 deporte	 como	 un	 patrón	 cultural	 de	 construcción	 social,	 son
incomprensibles	las	posturas	cerradas	en	los	aspectos	biológicos	y	mecánicos,	ya
que	 los	 protagonistas	 del	 mismo	 son	 sujetos	 en	 movimiento,	 atravesados	 por
incontables	 factores	 que	 superan	 puramente	 lo	 biomecánico.	 Bajo	 esta
conceptualización	 las	 acciones	 de	 aquellos	 que	 ocupan	 lugares	 en	 la	 toma	 de
decisiones	en	los	cuerpos	técnicos,	se	ven	sumamente	enriquecidas,	promueven	la
resignificación	permanente	de	conceptos	y	potencian	la	formación	profesional	de
todos	los	implicados	en	la	mesa	de	trabajo.
En	 el	marco	de	 lo	 enunciado	 se	describen	 los	 alcances	del	 rol	 del	Preparador
Físico	expresado	en	acciones.
Definición	general	de	modalidad	de	trabajo	con	todoslos	integrantes	del
Cuerpo	Técnico,	modo	de	entreno	definiendo	alcances	en	cada	rol.
No	 existe	 una	 sola	 forma	 de	 entrenamiento,	 el	 abanico	 de	 modalidades	 es
inagotable.	No	obstante	 cada	Cuerpo	Técnico	definirá	un	 estilo,	una	 forma	de
trabajo,	 que	 se	 ajustará	 a	 las	 variables	 de	 cada	 equipo,	 calendario	 competitivo,
sistema	 y	 tipo	 de	 competencia,	 aspectos	 temporales	 (propuestas	 plurianuales,
anuales,	 mensuales),	 características	 de	 los	 deportistas	 implicados	 (categorías
formativas,	 jugadores	mayores),	infraestructura	disponible,	etc.	La	definición	de
la	modalidad	de	abordaje	estará	signada	por	la	convicción	como	estandarte.
Esta	 instancia	 se	 presenta	 como	 un	 pilar	 imposible	 de	 sortear,	 ya	 que	 la
asignación	 y	 definición	 de	 roles	 es	 un	 agente	 facilitador	 para	 la	 dinámica	 de
trabajo.
Conocimiento	de	lugares	de	anclaje	para	llevar	adelante	la	preparación.
Es	 imprescindible	 el	 conocimiento	 de	 las	 sedes	 de	 entrenamiento	 previo	 al
inicio	de	cualquier	proceso.	Saber	con	antelación	con	qué	medios	contamos	para
llevar	 adelante	 el	 trabajo	 implica	 no	 sólo	 atender	 a	 las	 cuestiones	 de
infraestructura,	 sino	 también	a	 la	dinámica	de	 los	 recursos	humanos	de	 la	 sede
que	se	ha	consignado	(conocer	referentes	del	lugar,	horarios	de	apertura	y	cierre,
tiempo	 de	 acceso	 al	 lugar	 de	 entrenamiento,	 instalaciones	 referidas	 al	 área	 de
salud,	gimnasio,	vestuario,	comedor,	etc.),	para	procurar	una	rápida	adaptación	y
evitar	improvisaciones	que	desajusten	lo	planificado.
Identificación	de	la	competencia,	lugar,	tipo,	calendario,	fixture.
Este	punto	atiende	directamente	a	los	procesos	adaptativos,	con	el	fin	de	lograr
una	acomodación	y	o	climatización	para	evitar	que	existan	perturbaciones	de	las
condiciones	 de	 rendimiento	 en	 el	 período	 previo	 a	 la	 competencia.	Conocer	 e
identificar	 las	 características	 y	 particularidades	 del	 lugar	 y	 la	 modalidad
secuencial	 de	 los	 juegos,	 permite	 tomar	 decisiones	 que	 no	 atenten	 contra	 las
condiciones	logradas	tanto	en	términos	individuales	como	colectivos.
Saber	con	precisión	la	zona	horaria	de	la	sede	de	competencia	permite	delinear
las	acciones	que	faciliten	una	adecuada	y	mejor	adaptación,	debido	a	que	muchos
torneos	 se	desarrollan	en	otros	continentes	provocando	el	 síndrome	del	cambio
rápido	 de	 zona	 horaria,	 conocido	 como	 Jet	 Lag,	 el	 cual	 se	 define	 como	 un
desequilibrio	producido	entre	el	 reloj	biológico	del	deportista	 (periodo	definido
de	sueño	y	vigilia)	y	el	nuevo	horario	que	se	establece	al	viajar	largas	distancias.
Esta	 identificación	debe	 ser	 evaluada	 conjuntamente	 con	 el	 equipo	del	 área	 de
salud,	con	el	fin	de	intervenir	objetivamente	para	intentar	disminuir	la	presencia
de	 los	 síntomas	 que	 conlleva	 este	 cambio	 como,	 desajustes	 en	 el	 sueño,
problemas	digestivos,	astenia,	irritabilidad,	ya	que	tienen	una	relación	directa	con
la	aparición	temprana	de	la	fatiga.
Conocer	con	anticipación	la	locación	del	torneo	permite	la	toma	de	decisiones
que	atañen	a	la	adaptación	del	esfuerzo,	por	ejemplo,	en	el	caso	de	la	altura.	El
rendimiento	deportivo	en	actividades	con	componente	oxidativo	se	ve	claramente
afectado	por	la	hipoxia	relativa	que	hay	en	la	altura,	si	bien	estas	alteraciones	son
de	 carácter	 transitorias,	 anticiparse	 en	 las	 acciones,	 puede	 dar	 una	 ventaja
deportiva.	Las	repuestas	entre	los	deportistas	suelen	ser	diferentes	en	este	ámbito,
por	lo	cual	la	observación	y	la	planificación	individualizada	merecen	una	especial
atención.
En	 la	 altura,	 la	 disminución	de	 la	 presión	de	O2	hará	 que	 el	O2	 circule	 con
menor	 presión	 en	 los	 tejidos	 periféricos,	 dando	 lugar	 a	 una	hipoxia	 relativa;	 el
organismo	para	compensar	aumentará	la	ventilación	pulmonar,	aumentando	a	su
vez,	 el	 gasto	 cardiaco	 (a	 costo	 de	 un	 incremento	 de	 la	 frecuencia	 cardiaca),
conjuntamente	 con	 otras	 alteraciones	 de	 menor	 grado.	 La	 disminución	 del
VO2máx.,	es	proporcional	al	aumento	de	la	altitud.
Altura	(M) Presión	Atmosférica
(mmHg)
Presión	Parcial	del	O2
0	(Nivel	del	mar) 760 159,2
1000 674 141,2
2000 596 124,9
3000 526 110,2
4000 462 96,9
9000 231 48,4
Adaptado	de	Willmore	JH	y	Costill	DL	Physiology	of	Sport	and	Exercise.	Human
Kinetics	2004
“En	 los	primeros	días	de	estancia	en	altitud	moderada	puede	aparecer	de	una
manera	individualizada	unos	síntomas	leves,	que	varían	entre	dolores	de	cabeza,
distrés	respiratorio,	nauseas,	mareos,	insomnio	y	falta	de	apetito.	Estos	síntomas
pueden	aparecer	de	una	manera	aislada	o	varios	a	la	vez	y	no	aparecen	en	todos
los	casos”	(Terrados	Cepeda	2012)
Las	 investigaciones	 en	 este	 campo	 acuerdan	 que	 los	 tiempos	 de	 adaptación	 a
situaciones	de	esfuerzo	en	altura	rondan	entre	las	dos	y	tres	semanas.
Conforme	a	lo	expuesto	y	a	la	modalidad	de	nuestro	deporte	y	las	características
de	los	torneos,	la	estrategia	a	tomar,	es	tratar	de	realizar	la	etapa	de	preparación
en	lugares	que	guarden	cierta	similitud	de	altitud	a	 la	sede	de	competencia.	En
los	casos	donde	solo	se	desarrolla	un	juego,	se	puede	tomar	la	decisión	de	arribar
al	encuentro	deportivo	lo	más	próximo	al	horario	de	su	inicio,	pero	no	cabe	este
modelo	para	los	torneos	de	corte	internacional	que	suelen	desarrollarse	en	una	o
dos	sedes	como	máximo,	por	el	lapso	de	10	(diez)	a	14	(catorce)	días.
En	la	actualidad	el	uso	de	máscaras	que	simulan	situación	de	altitud	variando	la
presión	parcial	de	O2	es	un	recurso	que	se	está	implementando,	no	registrándose
en	las	investigaciones	un	resultado	que	asegure	fehacientemente	el	éxito	de	este
elemento	en	los	procesos	de	adaptación	en	la	altura.
La	 identificación	de	cambios	drásticos	de	 temperatura,	entre	 la	 locación	de	 la
preparación	y	la	sede	de	competencia,	también	es	un	punto	a	no	descuidar.	En	el
caso	 de	 las	 competencias	 en	 ambientes	 calurosos,	 el	 deportista	 necesita	 una
climatización	previa	para	no	tener	una	merma	en	su	rendimiento,	acompañada	de
una	correcta	dosificación	de	las	cargas	de	trabajo,	estrategias	de	hidratación	pre,
intra	y	post	esfuerzo,	alimentación	adecuada	y	regulada.	La	hidratación	en	todo
proceso	de	entrenamiento	merece	una	atención	especial;	en	los	ámbitos	calurosos
se	debe	potenciar	su	atención,	se	debe	pautar	la	interrupción	de	las	sesiones	para
asegurar	la	correcta	hidratación	y	activar	los	mecanismos	observacionales	de	todo
el	 cuerpo	 técnico	 para	 la	 detección	 de	 un	 posible	 caso	 de	 deshidratación,
situación	que	amerita	una	atención	especial	y	una	re	dosificación	de	la	carga	de
entrenamiento.
Las	 competencias	 que	 se	 desarrollan	 en	 ambientes	 fríos	 no	 presentan	 una
problemática	adaptativa,	no	obstante	el	acondicionamiento	previo	deberá	ser	más
prolongado.	 Según	 Bataller	 (2010)	 en	 los	 entrenamientos	 de	 fuerza,	 el
rendimiento	 se	 ve	 afectado	 debido	 al	 aumento	 de	 la	 viscosidad	 del	 tejido
muscular,	 corresponde	 entonces,	 en	 este	 área	 de	 entrenamiento	 una	 activación
particular,	que	atienda	todos	los	núcleos	articulares	y	la	aplicación	de	la	carga	en
forma	gradual.
Conocimiento	de	la	lista	de	jugadores	convocados	o	pre	seleccionados.
Identificación	 retrospectiva	 de	 cada	 jugador	 en	 su	 equipo	 de	 procedencia.
Variables	a	contemplar:
•	Desempeño.
•	Registro	lesivo.
•	Fecha	de	último	juego.
•	 Obtención	 de	 registros	 (antropométricos,	 evaluaciones	 de	 capacidades
condicionales,	registros	cualitativos	de	observación)
•	Aspectos	socio	culturales.
•	Condición	de	desarraigo.
•	Dedicación	exclusiva	o	no.
La	adquisición	de	estos	parámetros	pretende	evitar	 la	 repetición	de	 instancias
evaluatorias	con	el	fin	de	optimizar	el	Factor	Tiempo.	Este	último	en	situaciones
de	procesos	relativamente	cortos	de	preparación	cobra	una	dimensión	imposible
de	descuidar.
Confección	de	planes	de	trabajo	para	los	jugadores	citados,	para	la	transición	entre
su	último	juego	y	el	inicio	de	la	preparación.
La	 premisa	 de	 optimizar	 los	 tiempos	 lleva	 consigo	 tomar

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