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I 4 22 lo que precisamente hemos dicho antes de que la retórica consiste, por un lado, en la ciencia analítica (51) y por otro 10 en la política que se refiere a las costumbres (52), es verdad; y es semejante, además, por una parte a la dialéctica (53), por otra, a los razonamientos sofísticos (54). Y cuanto más se intentara disponer la dialéctica o la retórica no como si fueran habilidades (55), sino como ciencias, más la natura leza de ellas quedaría desconocida y borrada al pasarlas a is ser ciencias que tienen como objetos ciertas cosas, y no sólo de razonamientos. Sin embargo, en cuanto es útil distinguirlo (y queda además campo para la ciencia políti ca), tratémoslo ahora. Los TEM AS D E LA ORATORIA D E LIB E R A T IV A . Más o menos, acerca de lo que todos deliberan y de lo que. hablan los que deliberan, son principalmente cinco 20 cosas, a saber: sobre los ingresos fiscales,' sobre la guerra y la paz, sobre la custodia del país, de las importaciones y ex portaciones y sobre la legislación. a) I n g r e s o s f i s c a l e s . De manera que el que ha de dar consejos acerca de los ingresos habría de saber los recursos de la ciudad, cuáles y 25 cuántos son, para, si alguno ha sido olvidado, añadirlo, y si alguno es pequeño, aumentarlo; además, todos los gastos de la ciudad, para si alguno es superfluo, suprimirlo, y si alguno es demasiado grande, reducirlo; pues no sólo se au menta la riqueza añadiendo a lo que hay, sino también re- 30 duciendo los gastos. Esto no sólo cabe verlo por la propia experiencia, sino que es necesario estar informado (56) acer ca de lo que los extranjeros han inventado para aconsejar acerca de esto. I 4 23 b) L a GUERRA Y LA PAZ. Acerca de la guerra y la paz, es preciso conocer la fuer za de la ciudad, cuánta es en la actualidad y de cuánto se puede llegar a ser, y cómo es la que existe y cómo la que cabe añadir; y, además, cuáles fueron las guerras de la ciu dad y cómo peleó. Y no sólo de la propia ciudad, sino tam bién de las vecinas es preciso saber estas cosas; así como cuáles son posibles enemigas, de manera que frente a las 1300 a más fuertes se guarde paz y puedan hacer la guerra con tra las que son más débiles. Y también las fuerzas, si son iguales o desiguales, pues también en este punto cabe ex ceder o ser inferior. Es necesario, además, haber estudiado, nt> sólo las guerras propias, sino las de las otras ciudades, s cómo terminaron, pues de causas semejantes suelen resul tar efectos semejantes. c) . L a d e f e n s a d e l p a ís . Además, acerca de la custodia del país, es preciso que no quede desconocido cómo está guardado, y además la cantidad de los defensores y la especie de éstos y los luga res de las defensas (y esto es imposible si no se tiene cono cimiento del país), con el fin de que si la defensa es débil 10 sea reforzada, y si alguna resulta excesiva, suprimirla, y se custodien mejor las posiciones ventajosas. d) I m p o r ta c io n e s y e x p o r t a c i o n e s . • Además, sobre el aprovisionamiento, qué gasto es sufi ciente para la ciudad, y cuál es el aprovisionamiento que se produce en el país y cuál el de importación, y cuáles nece sitan ser exportados y cuáles importados, para hacer con 15 quienes corresponda tratados y acuerdos. Dos clases de ciudades es preciso guardar sin queja, las que son más fuertes y las que son para el comercio convenientes.
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