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Estudos Etnomusicais: Comunicação Formal

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Autor: 
Dr. Alfonso Muñoz Güemes1 
 
Título: 
La música. Estudios etnomusicales de un sistema de comunicación 
formal 
Hace un tiempo un colega de la Universidad me preguntaba por qué a 
los antropólogos nos interesa tanto la música como objeto de 
estudio2. Esa pregunta además de indagar en lo que hacen las ciencias 
antropológicas y la estética del arte, implica un “problema” central: 
¿la música es solamente la expresión de genialidad de quién la crea?; 
¿la música es un sistema de comunicación formal basado en una 
estructura gramatical, sintáctica y con contenido semántico 
específico?; ¿la música es un sistema de comunicación humano que 
implica saberes y conductas sociales para “entenderla”?, ¿por qué 
los humanos gozamos con ciertos tipos de música dependiendo de la 
época, la región, el estatus social o por nuestro origen étnico 
cultural? 
Todas estas interrogantes están implícitas en la duda inicial que me 
formuló el colega. Ahora es buen momento para volver a reflexionar 
sobre esto. Comenzaremos por los orígenes del ser humano con la 
aclaración inicial que hoy en día no se utiliza ya el término “raza 
humana3” debido a que formalmente somos un Especie del Reino Animal, 
que ha tenido un proceso evolutivo independiente de otras especies 
de homínidos que inició hace un millón de años. Posteriormente, la 
especie sapiens se desarrolló física y cognitivamente, para 
perfeccionar las habilidades que la diferenciaron aún más de otras 
ramificaciones de seres que no alcanzaron las modificaciones 
fisiológicas y mentales que llevaron a que hace unos 350 mil años, 
 
1 Alfonso Muñoz Güemes es Profesor Investigador de Tiempo Completo en la 
Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca de la Universidad 
Autónoma de San Luis Potosí, Ciudad Valles. Adscrito al PE Gestión y 
Políticas Púbicas. Correo electrónico: alfonso.munoz@uaslp.mx 
2 Se puede consulta: Merriam, Alan P.: The anthropology of Music. Evanston, 
Illinois: Northwestern University Press, 1964. 
3 Además que se ha convenido que el término “raza” es inapropiado para 
referirse a los humanos por las connotaciones racistas que implica. 
mailto:alfonso.munoz@uaslp.mx
comenzaran a habitar el planeta los primeros homo sapiens sapiens. 
O sea, nosotros. 
Junto al proceso de evolución biológica de la especie humana, se fue 
gestando en paralelo otra gran transformación en los homo sapiens: 
su cerebro además de crecer dentro de la bóveda craneal, comenzó a 
desarrollarse con el fin de convertirse en el complejo órgano que 
permite el pensamiento racional que nos distinguió para siempre del 
resto del reino animal en el planeta. La capacidad humana de crear 
pensamiento abstracto, razonamiento lógico matemático, la capacidad 
de crear sistemas de comunicación entre especímenes de la especie 
y por ende crear conducta social y finalmente cultura. 
Hace 35 mil años solamente dos rasgos fundamentales nos distinguieron 
del Neanderthal, que fue la única otra especie humana que habitó el 
planeta, pero se extinguió. Primero el haber creado herramientas que 
nos permitieron transformar la naturaleza y obtener de forma más 
eficiente nuestros recursos para subsistir (digamos que sería el 
origen de la tecnología humana); y segundo, la capacidad de crear 
lenguajes abstractos, que representaran la realidad, y que fueran 
susceptibles de ser formalizados en secuencias lógicas 
significantes, permitiendo su decodificación estandarizada para 
crear comunicación humana (la música y la danza son parte de estos 
sistemas comunicacionales)4. 
Junto con la aparición de las primeras muestras de cultura 
manifestadas en las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira en 
España, surgió el lenguaje hablado y las primeras formas de música. 
Es decir, que la producción de sonido por parte del hombre implica 
al menos dos cosas importantes 1. La producción tecnológica de 
“herramientas sonoras”, conocidas como instrumentos musicales5; y 2. 
La capacidad humana de producir sonidos y organizarlos de forma tal, 
 
4 Se puede consultar: Saphir, Edward: el lenguaje. Fondo de Cultura 
Económica, Breviarios, 1985 Además: Saussure de Ferdinand: Curso de 
lingüística general, AKAL, Universitaria, Madrid, 1980. 
5 Se puede consultar: Dournon, Genevieve: Instruments de Musique du Monde, 
Collection du Centre National de la Recherche Scientifique et du Musee de´l 
Homme. Le Chant du Monde, LDX, 274 – 675 CM 251, France. 
que crearan tonos de manera secuencial. A esto último le denominamos 
melodías, y tiene que ver con la creación de lenguajes formales de 
organización y reproducción de símbolos. Exactamente igual que el 
lenguaje6. 
Una vez que los humanos fuimos capaces de articular sonido en 
secuencias “lógicas” para quienes las producían y para quienes las 
escuchaban, surgió la comunicación humana. Esta comunicación 
permitió a conjuntos cada vez más numerosos de individuos del grupo 
social (clan, fratria o tribu), “comprender el significado” de lo 
que se le estaba diciendo7. Esta compresión de los símbolos sonoros 
(y posteriormente escritos8), permitió a los humanos transmitir 
pautas de comportamiento colectivo, además de poder “comprender los 
significados de la cosas”: creamos cultura simbólica y cultura 
material9. 
Desde este punto podemos decir ya, que los humanos creamos sonidos 
articulados en reglas formales a los que denominados: lenguaje sonoro 
o lenguaje musical. El lenguaje musical cambia de época en época, de 
cultura en cultura, de grupo social en grupo social; y aunque es 
común a todos los seres humanos en cuanto a forma de expresión 
colectiva, el factor estético nos señala que no a todos los sectores 
sociales les agrada el mismo tipo de música y que además consideran 
no entenderlo. 
Ya desde finales del siglo XIX, diversos estudiosos y viajeros que 
llegaron a México como Alexander Von Humboldt, Robert M., Zingg y 
 
6 Se puede consultar: Blacking, John: How Musical Is Man? Seattle University 
Press, 1973. 
7 Recomendamos al lector consultar: Leach, Edmund: Cultura y comunicación 
La lógica de la comunicación de los símbolos. Siglo XXI, Madrid, 1989. 
Además de: Lee Whorf, Benjamin: Lenguaje, pensamiento y realidad. Breve 
biblioteca de Reforma, Barral Editores, Barcelona 1971. 
8 Recuerde estimado lector que no solamente la literatura se escribe y eso 
fue lo que diferenció a los pueblos con historia de los pueblos de tradición 
oral. También la música se escribe y tiene reglas precisas de gramática 
ortografía y sintaxis. 
9 Se puede consultar: Swadesh, Morris: El lenguaje y la vida humana, Fondo 
de Cultura Económica, México, 1973. 
Carl Lumholtz10 comenzaron la larga tradición de estudiar desde el 
punto de vista etnográfico las costumbres de los Pueblos originarios, 
así como documentar sus ciclos rituales entre los que hay excelentes 
reseñas de los ritos, fiestas y tradiciones litúrgicas y de ciclo 
agrícola de estos pueblos. Con estos estudios se inicia la tradición 
de la Etnomusicología en México. 
La etnomusicología es la antropología de la música. Es decir, el 
estudio formal (basado en teorías formales, bajo criterios de 
análisis derivados de la observación etnográfica11, y con 
metodologías de recopilación de datos in situ específicamente 
desarrollados por estas disciplinas), de la música, la danza y la 
lírica de los pueblos originarios, dentro de su contexto ceremonial, 
ritual y festivo. Para decirlo en otras palabras es el estudio de la 
música y la danza tradicional de los grupos étnicos del país. 
Por lo que habrán inferido los lectores, un etnomusicólogo y un 
etnocoreógrafo, deben de ser académicos con estudios formales (en un 
conservatorio de música y/o en una Escuela Superior de Danza, con un 
título universitario en la materia), así como contar con estudios 
universitarios especializados en etnología con especialidad en 
etnomusicología y/oetnocoreografía o etnodanza12. 
 
10 Se recomienda ampliamente la lectura de la semblanza bio bibliográfica 
de Carl Lumholtz publicada por quién esto suscribe en: Lina Odena Güemes / 
Carlos García Mora Coords. La antropología en México. Panorama Histórico, 
Vol. 10. Los protagonistas (Díaz – Murillo), Colección Biblioteca del INAH, 
1ª Ed. México 1988. Págs. 452 – 459. 
11 Tanto la etnomusicología como la etnocoreografía han desarrollado formas 
de escritura o notación musical y dancística que utilizan los estudiosos 
cuando viajan a las comunidades indígenas a recopilar estas expresiones 
culturales. De forma tal, que un etnomusicólogo debe de tener un 
conocimiento musical elevado, para ser capaz de escuchar una melodía y 
transcribirla a pentagrama de manera inmediata a su escucha. De la misma 
forma, un etnocoreógrafo, debe ser capaz de ver una danza y transcribir los 
pasos y las evoluciones coreográficas en un sistema de escritura llamado 
“notación Lavan”. 
12 El lector interesado puede consultar la tesis de licenciatura en 
etnomusicología de quién esto escribe. ”Etnicidad y música. Estudio de caso 
de una comunidad zapoteca de emigrantes en la Ciudad de México”, tesis de 
licenciatura sin publicar, Escuela Nacional de antropología e Historia, 
Instituto Nacional de antropología e Historia, México 1994. 
Ahora sí ya para finalizar este breve ensayo, podemos enumerar los 
distintos tipos de estudios que abordan los etnomusicólogos en su 
trabajo de investigación disciplinar. En un primer grupo de estudios 
podemos mencionar los que tienen que ver con el origen de los 
instrumentos actuales13. La evolución histórica de las diferentes 
familias de instrumentos: cordófonos o de cuerdas; idiófonos que 
producen sonido por medio de su propia estructura física; los 
membranófonos o percutores de parche; los aerófonos que son la 
familia de instrumentos de aliento madera y aliento metal; los 
electrófonos como los sintetizadores, y un sinfín de subtipos 
producidos a lo largo y ancho del planeta de la mano con la historia 
de la evolución humana. 
Otros estudios se abocan al análisis formal de la música de cada 
región y de los diferentes grupos humanos que las producen, con el 
fin de determinar comparativamente el origen de ciertos estilos 
musicales y cómo han ido cambiando con el tiempo entre esos mismos 
grupos sociales14. Estos estudios hacen énfasis en los aspectos de 
armonía, ritmo, timbre y melodía que son los cuatro componentes 
formales de toda la música. 
Y ya como último ejemplo de los muchos tipos de estudios 
etnomusicales que existen en las diferentes universidades y centros 
de investigación del mundo en la actualidad, podemos decir que se 
encuentran los que están más enfocados a los procesos sociales en 
los cuales se producen los discursos musicales. Es decir, que desde 
un enfoque más social, la música es entendida como parte de “procesos 
sociales” que implican ciertos conocimientos de los participantes en 
las pautas culturales que crean e interpretan esas sonoridades. Se 
concibe a la música como “un hecho social” que se produce 
deliberadamente dentro de un contexto cultural determinado. Por eso 
afirmamos los etnomusicólogos, que la música es una expresión de 
 
13 Se recomienda la lectura de la obra de Curt Sachs: The History of Musical 
Instruments, New York, Norton Press, 1940. 
14 Se recomienda la lectura de Bruno Nettl: Música folklórica y tradicional 
de los continentes occidentales, Alianza Música, Madrid, 1985. 
cultura inmaterial, asociada a procesos de comunicación humana, que 
tienen significados específicos en cada cultura y en cada época. 
En este sentido, quien esto suscribe ha dedicado algunos trabajos a 
estudiar porqué la música y la danza, sirven como mecanismos de 
cohesión social posibilitando que los participantes del hecho social 
sonoro (que implica tal vez música, danza y lírica popular como en 
el caso del guapango Huasteco, del son jarocho, o de la música de 
Artesa de la Costa Chica de Guerrero), se sientan identificados como 
miembros de un grupo socio cultural con una “identidad particular” 
y de ahí derive la noción de pertenencia social al grupo cultural 
“huasteco”, “jarocho” o “afro mestizo”15. 
Música y globalización. Bajo este subtema de análisis encontramos 
algunos estudios que nos permiten comprender cómo los fenómenos de 
estandarización de hábitos de consumo globales, se han ido creando 
modas y estilos musicales que se extienden por todo el mundo, de 
forma que los jóvenes se identifican por igual con un grupo musical 
de Corea del Sur que canta el mismo estilo musical que uno de Estados 
Unidos de Norte América o uno de Portugal. Es decir, que la 
globalización ha permitido un hibridación cultural16, en la que 
pueden ser diferentes el idioma y los rasgos fenotípicos de la 
 
15 Se puede consultar el texto de este investigador: Migración, música e 
identidad. El caso de los zapotecos inmigrados a Ciudad Nezahualcóyotl, en 
Música sin fronteras. Ensayos sobre migración, música e identidad, 1a 
Edición Consejo Nacional para la cultura y las Artes, México 2006. Págs. 
181 – 218. 
16 Ser recomienda consultar estas obras del autor de este texto: 
“Música tradicional e identidades (híbridas) transterritoriales en 
la era global”, en Música tradicional y procesos de globalización, 
Antropología Boletín Oficial del Instituto Nacional de Antropología 
e Historia, Nueva Época No. 80, septiembre 2007, México; INAH, 
CONACULTA, pp. 5-12. ISSN: O188-462X 
“Music and sociocultural identity: An Anthropological Approximation” en 
Jökull Journal, Islandia, Reikiavik, 
ISSN: 0449-0576 Vol. 64, No. 4; Págs. 458-470, abril 2014, disponible en: 
http://www.jokulljournal.com/issue.php?v=64&i=4 
La música de tunditos. Prácticas socioculturales entre los otomíes: 
Guanajuato, México Editorial Académica Española, Omni Scriptum, GmbH & Co. 
KG, Alemania, 2014. 
ISBN-10: 3846569852; ISBN-13: 978-3846569856 
 
http://www.jokulljournal.com/issue.php?v=64&i=4
población, pero el “estilo musical es el mismo”, y se consume por 
segmentos de población de las mismas característas a lo largo del 
mundo. 
Con esta breve reseña de los que es la antropología musical o 
etnomusicología, hemos querido no solamente dar respuesta a la 
pregunta que nos formuló un colega, sino que hemos querido 
difundir cuál es el objeto de estudio de una de las ramas de la 
antropología menos conocida entre el público en general y en el 
ámbito académico inclusive. 
 
Bibliografía recomendada: 
Blacking, John: How Musical Is Man? Seattle University Press, 1973. 
 
Curt Sachs: The History of Musical Instruments, New York, Norton 
Press, 1940. 
Leach, Edmund: Cultura y comunicación La lógica de la comunicación 
de los símbolos. Siglo XXI, Madrid, 1989. 
Lee Whorf, Benjamin: Lenguaje, pensamiento y realidad. Breve 
biblioteca de Reforma, Barral Editores, Barcelona 1971. 
Dournon, Genevieve: Instruments de Musique du Monde, Collection du Centre 
National de la Recherche Scientifique et du Musee de´l Homme. Le Chant du 
Monde, LDX, 274 – 675 CM 251, France. 
 
Merriam, Alan P.: The anthropology of Music. Evanston, Illinois: 
Northwestern University Press, 1964. 
Muñoz Güemes Alfonso: 
“Music and sociocultural identity: An Anthropological Approximation” en 
Jökull Journal, Islandia, Reikiavik, 
ISSN: 0449-0576 Vol. 64, No. 4; Págs. 458-470, abril 2014, disponible en: 
http://www.jokulljournal.com/issue.php?v=64&i=4 
 
La música de tunditos. Prácticas socioculturales entre los otomíes: 
Guanajuato, México Editorial Académica Española, Omni Scriptum, GmbH & Co. 
KG, Alemania, 2014. 
ISBN-10: 3846569852; ISBN-13: 978-3846569856 
http://www.jokulljournal.com/issue.php?v=64&i=4
 
Análisis de danzas tradicionales. La expresión etnocoreográfica entre los 
grupos de Mesoamérica y Aridoamérica, Memoria del VII Foro Internacional 
de MúsicaTradicional, en Antropología No. 95, Boletín Oficial del Instituto 
Nacional de Antropología e Historia, México, D.F., Nueva Época, agosto 
2013, ISSN: 0188-462X, págs. 3 – 16. 
 
“Música e identidad sociocultural. Aproximación Antropológica” En 
TECSISTECATL: Economía y Sociedad de México, Revista Electrónica de 
Ciencias Sociales, ISSN: 1886-8452, Vol. 5 Número 15, diciembre 2013, 
Editorial EUMED.NET, Universidad de Málaga, España. 
Edición electrónica disponible en 
http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n15/identidad.html 
 
Migración, música e identidad. El caso de los zapotecos inmigrados a Ciudad 
Nezahualcóyotl, en Música sin fronteras. Ensayos sobre migración, música e 
identidad, 1a Edición Consejo Nacional para la cultura y las Artes, México 
2006. Págs. 181 – 218. 
 
”Etnicidad y música. Estudio de caso de una comunidad zapoteca de 
emigrantes en la Ciudad de México”, tesis de licenciatura sin 
publicar, Escuela Nacional de antropología e Historia, Instituto 
Nacional de antropología e Historia, México 1994. 
 
Carl Lumholtz, en Lina Odena Güemes / Carlos García Mora Coords. La 
antropología en México. Panorama Histórico, Vol. 10. Los protagonistas 
(Díaz – Murillo), Colección Biblioteca del INAH, 1ª Ed. México 1988. Págs. 
452 – 459. 
 
La música mexicana de concierto en el Siglo XIX: los pre 
nacionalistas, en "... y la música se volvió mexicana" Col. 
Testimonio Musical de México, Vol. 51, Instituto Nacional de 
Antropología, CONACULTA, CENIDIM, INBA, INAH, México 2011. Págs. 
149-156, 
ISBN: 978-607-484-128-2. 
Esta Publicación fue merecedora del Premio Anual 2011 del Instituto 
Nacional de Antropología e Historia Raúl Guerrero en la categoría: 
Investigación Y Difusión Del Patrimonio Musical. 
 
 
“Música y patrimonio cultural intangible de la Península de Yucatán”, 
en Cunas ramas y encuentros sonoros (12 ensayos sobre patrimonio, 
diversidad e interculturalidad en la culturas musicales de México), 
Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, Museo Nacional 
de Culturas Populares, CONACULTA, 2009. ISBN: 978-607-455-233-1. pp. 
121-145, 
 
“Invención de la tradición o resurgimiento de nacionalismos 
musicales en la Unión Europea: el caso de una comunidad en el norte 
de España”, en Antropología, Boletín Oficial, del Instituto Nacional 
de Antropología e Historia, Nueva época, mayo – agosto, 2009, ISSN: 
O188-462X Págs. 97–103. 
http://www.eumed.net/rev/tecsistecatl/n15/identidad.html
 
“El músico tradicional: Mesa redonda”, en Antropología, Boletín 
Oficial, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Nueva 
época No. 86, mayo – agosto, 2009, México; INAH, CONACULTA. ISSN: 
O188-462X Págs. 30-39. 
 
“Música tradicional e identidades (híbridas) transterritoriales en 
la era global”, en Música tradicional y procesos de globalización, 
Antropología Boletín Oficial del Instituto Nacional de Antropología 
e Historia, Nueva Época No. 80, septiembre 2007, México; INAH, 
CONACULTA, pp. 5-12. ISSN: O188-462X 
 
“La fonoteca pública. El desarrollo de colecciones y la conservación 
y difusión del patrimonio cultural sonoro” en Memorias del el 7° 
Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas: Propuestas para un nuevo 
modelo bibliotecario. CONACULTA – Dirección General de Bibliotecas 
y el Gobierno del Estado de Jalisco. México, 2007, ISBN: 978-607-
455-076-4, pp. 325- 330. 
 
“Migración, música e identidad. El caso de los zapotecos inmigrados 
a Ciudad Netzahualcóyotl”, en Música sin Fronteras. Ensayos sobre 
migración, música e identidad, DGCPI, CONACULTA, México 2006, pp. 
181-218. ISBN: 970-35-1147-3. 
 
Nettl Bruno: Música folklórica y tradicional de los continentes 
occidentales, Alianza Música, Madrid, 1985. 
Saphir, Edward: el lenguaje. Fondo de Cultura Económica, Breviarios, 1985 
 
Saussure de Ferdinand: Curso de lingüística general, AKAL, Universitaria, 
Madrid, 1980. 
 
Swadesh, Morris: El lenguaje y la vida humana, Fondo de Cultura 
Económica, México, 1973.