PROFESIONALISMO DE LOS DIRECTIVOS en la participacion ciudadana

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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y EMPRESARIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS 
 
 
ASIGNATURA: COMUNICACIÓN Y REDACCIÓN 
SECCIÓN: A
UNIDAD: 1era UNIDAD 
ALUMNA: MARIA LUCIA ANDREA MAMANI ROJAS
CÓDIGO: 2024-105013
 
TACNA – PERÚ 
 2024
PROFESIONALISMO DE LOS DIRECTIVOS
La dirección política de la Administración Pública debe ser coherente con la profesionalidad de su gestión y la aplicación de los principios de mérito y competencia en la selección de los directivos de la Administración, de tal manera, el directivo es uno de los profesionales más importantes en la estructura interna de está, quien se encarga de planificar, coordinar, supervisar y analizar cada acción que se lleve a cabo en la Administración pública. Es por ello, que la profesionalización de los directivos públicos es fundamental para incrementar la eficiencia y transparencia de la administración.
Si bien se ha logrado un cierto grado de profesionalización de los puestos de dirección política, estos directivos, muy dependientes del poder que los ha nombrado, habitualmente no prestan excesiva atención a mejorar la gestión de los centros administrativos que se les confían. Esto suele ser aún más cierto en aquellos servicios públicos que no tienen que afrontar una relación directa con los ciudadanos y por lo tanto no reciben la presión directa de las posibles quejas de los clientes. La evaluación del desempeño de la gestión de los directivos en su propio centro directivo no se lleva a cabo, lo que en muchos casos conduce a un lento descenso de la calidad del centro debido a la falta de motivación de los directivos implicados.
Por consiguiente, se han planteado propuestas tales como: promoción interna a puestos directivos basándose, no tanto en conocimientos especializados en la materia, sino en habilidades directivas, exigiendo, además de la condición de funcionario, que los candidatos a los puestos indicados reúnan ciertas habilidades y competencias directivas que se puedan adquirir a través de sistemas fiables de formación y acreditación, y por último, implantar los sistemas de selección de directivos públicos que funcionan con éxito en otros países.
En conclusión, es urgente la modificación de los métodos de designación de los directivos públicos, como paso necesario para profesionalizar la Administración del Estado, defender más eficazmente el interés general en las empresas públicas y acabar con la práctica de cambiar a un alto número de gestores públicos cada vez que cambia el Gobierno.
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