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C A P Í T U L O 30 Inflación Se dice que Lenin declaró que la mejor forma de destruir el sistema capitalista era corromper la moneda. Con un proceso continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar, de manera secreta y sin ser observados, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos. J. M. Keynes 632 En la mayor parte del pasado cuarto de siglo, Estados Unidos pudo mantener una inflación baja y estable. Esto fue posible gracias al éxito de sus políticas moneta- ria y fiscal para mantener la producción en un estrecho corredor entre los excesos inflacionarios y las bajas súbi- tas, si bien una favorable experiencia en los precios de los commodities e incrementos moderados de salarios ayudó a reforzar dichas políticas. Un nuevo factor en la ecuación inflacionaria fue la creciente “globalización” de la producción. En la me- dida en que Estados Unidos se integró más a los merca- dos mundiales, las empresas nacionales encontraron que sus precios estaban limitados por los precios de sus competidores internacionales. Aun cuando las ventas de ropa y artículos electróni- cos pasaban por un buen momento, las empresas do- mésticas no podían elevar demasiado sus precios por temor a perder su participación en el mercado frente a los productores extranjeros. Los primeros años del nuevo milenio fueron un periodo turbulento para los precios. En la primera parte de este decenio, la inflación despertó de su largo sueño. En particular, con el ímpetu del alza en los precios del petróleo y de los alimentos, los precios subieron con rapidez. Más adelante, una profunda recesión que co- menzó en 2007 hizo que los precios de las mercancías se hundieran y que los países se enfrentaran al peligro de la deflación. ¿Cuál es la dinámica macroeconómica de la infla- ción? ¿Por qué plantea la deflación un reto tan significa- tivo para los hacedores de políticas? El presente capí- tulo examinará el significado y los determinantes de la inflación y describirá los aspectos importantes de polí- tica pública que surgen a este respecto. A. DEFINICIÓN E IMPACTO DE LA INFLACIÓN ¿QUÉ ES LA INFLACIÓN? En el capítulo 20 ya se describieron los índices de pre- cios más importantes y la inflación, pero será útil reite- rar su definición básica aquí: La inflación ocurre cuando sube el nivel general de precios. En la actualidad se calcula mediante índices de precios, promedios ponderados de los precios de miles de productos individuales. El índice de precios al consumidor (IPC) mide el costo de una canasta de bie- nes y servicios de consumo a precios de mercado, en relación con el costo de dicha canasta en un año base www.FreeLibros.me A. DEFINICIÓN E IMPACTO DE LA INFLACIÓN 633 dado. El deflactor del PIB es el precio de todos los dife- rentes componentes del PIB. La tasa de inflación es el cambio porcentual en el nivel de precios: Tasa de inflación en el año t � 100 � P t � P t � 1 ________ P t � 1 Si tiene problemas con las definiciones, vuelva a leer el capítulo 20 y refresque su memoria. Historia de la inflación La inflación es tan antigua como las economías de mer- cado. La figura 30-1 ilustra la historia de los precios en Inglaterra desde el siglo xiii. En el largo plazo, los pre- cios han subido en general, como revela la línea de color. Pero examínese también la línea negra, que ilus- tra la ruta de los salarios reales (la tasa salarial dividida entre los precios al consumidor). Los salarios reales per- dieron el rumbo hasta la Revolución industrial. La com- 100 000 10 000 1 000 100 10 P re ci o y sa la rio s re al es (i gu al a 1 00 � e n el a ño 1 26 4) Nivel de precios Primera Guerra Mundial Inflación de la posguerra Guerras napoleónicas Oro y plata de Estados Unidos Comienzo de la Revolución industrial Salario real 1200 1300 1400 1500 1600 Año 1700 1800 1900 2000 FIGURA 30-1. El nivel de precios y el salario real en Inglaterra, 1264-2007 (1270 � 100) La gráfica muestra la historia de los precios y los salarios reales en Inglaterra desde la Edad Media. En los primeros años, los incrementos de precios se relacionaron con los incremen- tos en la oferta monetaria, como los descubrimientos de los tesoros del Nuevo Mundo y la impresión de dinero durante las Guerras napoleónicas. Nótese que el salario real vagó sin rumbo antes de la Revolución industrial. Desde entonces, los salarios reales han ascendido de manera vigorosa y continua. Fuente: E. H. Phelps Brown y S. V. Hopkins, Economica, 1956, actualizado por los autores. www.FreeLibros.me 634 CAPÍTULO 30 • INFLACIÓN paración de ambas líneas muestra que la inflación no se acompaña necesariamente de un descenso en el ingreso real. El lector también puede ver que los salarios reales han ascendido de manera continua desde alrededor de 1800, multiplicándose más de 10 veces desde entonces. La figura 30-2 se centra en la conducta de los pre- cios al consumidor en Estados Unidos desde la Guerra de Independencia. Hasta la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aplicó, en general, una combinación de patrones de oro y plata, y los cambios de precios siguie- ron cierta regularidad. Los precios se disparaban en tiempos de guerra y luego retrocedían durante la pos- guerra. Pero esta norma cambió de manera sustancial después de la Segunda Guerra Mundial. Precios y sala- rios ahora viajan juntos en una calle de un solo sentido, que va sólo hacia arriba. Suben con rapidez en periodos de expansión económica y se desaceleran en tiempos de poca actividad. La figura 30-3 muestra la inflación del IPC en el pasado medio siglo. Usted puede ver que la inflación en años recientes se ha movido entre límites estrechos, fluctuando sobre todo por la volatilidad de los precios de los alimentos y la energía. Tres variedades de inflación Como las enfermedades, la inflación exhibe diferen- tes niveles de gravedad. Es útil clasificarlas en tres cate- gorías: baja inflación, inflación galopante e hiperinfla- ción. Baja inflación. Una baja inflación se caracteriza por precios que suben con lentitud y de modo predecible. Se define como una inflación cuyas tasas anuales son de un solo dígito. Cuando los precios son más o menos estables, la gente confía en el dinero porque conserva su valor mes tras mes, año tras año. La gente está dispuesta a firmar contratos de largo plazo en términos moneta- rios, porque confía en que los precios relativos de los bienes que compra y vende no se desalinearán. La ma- yoría de los países ha experimentado una baja inflación en los últimos 10 años. Inflación galopante. Es la inflación que se halla entre los límites de dobles o triples dígitos de 20, 100 o 200% anual y se llama inflación galopante o “inflación muy alta”. La inflación galopante es relativamente común, en particular en países que tienen gobiernos débiles, Año Guerra Civil Primera Guerra Mundial Segunda Guerra Mundial Guerra de 1812Guerra de Independencia 202520001950 19751925190018751825 185018001775 Ín d ic e d e p re ci o s al c o n su m id o r (2 0 0 0 = 1 0 0 ) 250 200 150 100 10 15 20 30 40 50 5 FIGURA 30-2. Precios al consumidor en Estados Unidos, 1776-2008 Hasta la Segunda Guerra Mundial, los precios fluctuaron sin dirección definida: se elevaron de prisa con cada guerra y luego cayeron en la posguerra. Pero desde entonces, la tenden- cia ha sido ascendente, tanto aquí como en el exterior. Fuente: U.S. Department of Labor. Bureau of Labor Statistics para datos desde 1919. www.FreeLibros.me A. DEFINICIÓN E IMPACTO DE LA INFLACIÓN 635 guerras o revoluciones. Muchos países latinoamerica- nos, como Argentina, Chile y Brasil, tuvieron tasas de inflación de 50 a 700% al año en los años setenta y ochenta. Una vez que la inflación galopante se atrinchera, surgen distorsiones económicas graves. En general, la mayoría de los contratos se vinculan a un índicede pre- cios o a una divisa fuerte, como el dólar. En estas condi- ciones, el dinero pierde su valor con gran rapidez, así que la gente conserva sólo la liquidez mínima necesaria para sus transacciones cotidianas. Los mercados finan- cieros languidecen conforme el capital huye. La gente atesora bienes, compra casas y nunca presta dinero a bajas tasas nominales de interés. Hiperinflación. Aunque las economías parecen sobrevi- vir bajo una inflación galopante, surge una tercera y mortal variedad cuando golpea el cáncer de la hiperin- flación. No se puede decir nada bueno de una econo- mía en que los precios suben un millón o incluso un billón por ciento al año. La hiperinflación es de especial interés para los es- tudiosos de la inflación porque exacerba los efectos desastrosos. Léase esta descripción de la hiperinflación en los estados confederados durante la Guerra Civil estadounidense: Acostumbrábamos ir a las tiendas con dinero en los bol- sillos y regresar con alimentos en la canasta. Ahora vamos con dinero en la canasta y regresamos con alimen- tos en los bolsillos. Todo es escaso, ¡excepto el dinero! Los precios son caóticos y la producción es desordenada. Una comida que antes costaba lo mismo que un boleto para la ópera, ahora cuesta 20 veces más. Todo el mundo tiende a atesorar “cosas” y trata de deshacerse del “mal” papel moneda que saca de circulación a la “buena” moneda de metal. El resultado es un retorno parcial al incómodo trueque. El caso mejor documentado de hiperinflación tuvo lugar en la República de Weimar, Alemania, durante los años veinte del siglo pasado. La figura 30-4 muestra cómo el gobierno soltó las riendas de la impresión de billetes, empujando tanto al dinero como a los precios Guerra de Vietnam Guerra de Corea Choques del precio del petróleo Primera guerra del golfo Pérsico Turbulencia a inicios del nuevo milenio 16 0 4 8 12 �4 1950 1955 1960 1965 1970 1975 Año 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 Ta sa d e in fla ci ón (I P C , p or ce nt aj e an ua l) FIGURA 30-3. La inflación ha permanecido baja y estable en años recientes Las tasas históricas de inflación en Estados Unidos han sido variables y alcanzaron niveles inaceptablemente altos a principios de los años ochenta. En los pasados 10 años, una habili- dosa administración monetaria por parte de la Reserva Federal, junto con choques favora- bles en la oferta, han mantenido baja la inflación y dentro de límites estrechos. Fuente: Bureau of Labor Statistics, www.bls.gov. Esta gráfica muestra la inflación del índice de precios al consumidor. Asimismo, puede observarse la tasa de inflación en los 12 meses anteriores. www.FreeLibros.me 636 CAPÍTULO 30 • INFLACIÓN a niveles astronómicos. De enero de 1922 a noviembre de 1923, el índice de precios subió de 1 a 10 000 000 000. Si una persona hubiera tenido bonos alemanes por 300 millones de marcos a principios de 1922, esta cantidad no le hubiera bastado para pagar un dulce dos años des- pués. Diversos estudios han encontrado varias característi- cas comunes en la hiperinflación. Primero, la cantidad real de dinero (medida por la cantidad de dinero divi- dida entre el nivel de precios) baja en forma drástica. Al final de la hiperinflación alemana, la demanda real de dinero era sólo una trigésima parte de su nivel de dos años antes. Se veía a la gente correr de tienda en tienda, deshaciéndose del dinero antes de que éste perdiera su valor. Segundo, los precios relativos se volvieron muy inestables. En condiciones normales, el salario real de una persona se mueve sólo 1% o menos de un mes a otro. En 1923, los salarios reales alemanes cambiaban en promedio un tercio (hacia arriba o hacia abajo) cada mes. Esta enorme variación en los precios relativos y en los salarios reales —y la inequidad y distorsiones provo- cadas por estas fluctuaciones— causaron pérdidas bru- tales a trabajadores y empresas, lo cual representa uno de los mayores costos de la inflación. J. M. Keynes expresó con elocuencia el efecto de la inflación: Conforme la inflación se profundiza y el valor real del dinero fluctúa de un modo tan alocado cada mes, todas las relaciones permanentes entre deudores y acreedores, que forman la base última del capitalismo, se hacen tan absolutamente desordenadas que casi pierden todo su sentido, y el proceso de acumulación de riqueza dege- nera en un juego y en una lotería. Inflación anticipada y no anticipada Una diferencia importante en el análisis de la inflación es si los incrementos de precios se anticipan o no. Su- póngase que todos los precios suben 3% al año y todo el mundo espera que dicha tendencia continúe. ¿Habría alguna razón para emocionarse por la inflación? ¿Ha- bría alguna diferencia si las tasas real y esperada de inflación fueran 1 o 3 o 5% al año? En general, los eco- nomistas creen que la inflación que se anticipa a tasas bajas tiene poco efecto sobre la eficiencia económica o en la distribución del ingreso y la riqueza. La gente tan sólo adaptaría su conducta a los cambios en la vara de medición del dinero. Pero la realidad es que no se suele anticipar la infla- ción. Por ejemplo, los rusos estuvieron acostumbrados a precios estables por muchos decenios. Cuando los pre- cios se liberaron de los controles de la planeación cen- tral en 1992, nadie, ni siquiera los economistas profesio- nales, supusieron que los precios subirían 400 000% en los cinco años siguientes. Los ingenuos que colocaron su dinero en cuentas de ahorro en rublos vieron su capi- tal evaporarse. Los que fueron más sagaces manipula- ron al sistema, y algunos se hicieron incluso “oligarcas” fabulosamente ricos. En países más estables como Estados Unidos, el efecto de la inflación no anticipada es menos profundo, pero se aplica el mismo punto general. Un salto inespe- rado en los precios empobrecerá a algunos y enrique- cerá a otros. ¿Cuán cara resulta esta redistribución? Tal vez la palabra “costo” no describa el problema. El efecto puede ser más social que económico. Una epidemia de robos puede no reducir el PIB, pero causa gran desa- zón. De modo similar, redistribuir la riqueza al azar mediante la inflación es como forzar a la gente a jugar una lotería que preferiría evitar. Atolladero de la deflación Si la inflación es tan mala, ¿deben las socieda- des, por lo contrario, luchar más bien por lle- gar a la deflación, situación en que los precios 100 000 000 000 10 000 000 000 1 000 000 000 100 000 000 10 000 000 1 000 000 100 000 10 000 1 000 100 10 1 1922 1923 Año 1924 D in er o e n c irc u la ci ó n y p re ci o s al m ay o re o (e n er o d e 1 9 2 2 = 1 ) Precios Dinero La hiperinflación alemana FIGURA 30-4. El dinero y la hiperinflación en Alemania, 1992-1924 A principios de los años veinte, Alemania no pudo cobrar sufi- cientes impuestos, así que usó las máquinas de imprimir dinero para pagar las cuentas del gobierno. La cantidad de dinero en circulación creció en forma astronómica de enero de 1922 a diciembre de 1923, y los precios siguieron en espiral ascendente mientras la gente intentaba de manera frenética gastar su dinero antes de que perdiera todo su valor. www.FreeLibros.me
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