Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Lea materiales sin conexión, sin usar Internet. Además de muchas otras características!
Vista previa del material en texto
DERECHOS LEGALES Este libro es para uso personal del comprador. Ninguna parte de este libro podrá ser traducida ni reproducida ni distribuida de ninguna manera y en ningún formato sin el consentimiento escrito de Sociedades Bíblicas Unidas. 2 3 4 Publicación Digital Biblia de Estudio esquematizada © Sociedades Bíblicas Unidas, 2012. Biblia de estudio esquematizada © Sociedades Bíblicas Unidas, 2007. Texto Bíblico: Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en America Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Otras revisiones: 1862, 1909. El logo de Reina-Valera 1960 ® es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia. Notas de estudio e introducciones originales en portugués © Sociedade Bíblica do Brasil, 2005. Traducción y adaptación al español © Sociedades Bíblicas Unidas, 2007. Concordación © Sociedades Bíblicas Unidas, 1964, 1985, 1995. Ayudas para el lector © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994. Mapas © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994, 2000. eISBN: 978-1-59877-449-8 www.labibliaweb.com www.reinavaleracontemporanea.com 5 http://www.labibliaweb.com http://www.reinavaleracontemporanea.com PRESENTACIÓN La Biblia es, sin lugar a dudas, uno de los más ricos tesoros de la literatura universal de todos los tiempos. Nadie mínimamente informado podría negar la evidencia del gran tesoro cultural encerrado en esta colección de antiguos escritos judeo-cristianos, que alterna la narrativa histórica con los códigos legales, las normas de conducta con la delicada belleza de la lírica hebrea, los discursos didácticos o morales con la interpretación de sueños y visiones. Sin embargo, el valor principal de la Biblia no consiste en razones estéticas ni en motivo alguno de índole cultural, sino en su contenido esencialmente religioso, que hace de ella el libro sagrado por excelencia, tanto para el pueblo de Israel en particular como para el mundo cristiano en general. Porque todo en la Biblia está ordenado a revelar que Dios, autor de la vida y de cuanto existe, no es un ser inaccesible, oculto en la hondura de su divinidad y ajeno a los problemáticos planteamientos de la historia del ser humano, sino un Padre amoroso y perdonador, que se acerca a las personas para liberarlas de sus propias faltas y errores. El valor religioso de la Biblia, que se descubre claramente en su título de «Sagradas Escrituras» o «Santas Escrituras» (véase Ro 1.2 n) es además refrendado por la forma en que a ellas se refieren Jesús y los autores del Nuevo Testamento: Dios nos habla en los escritos proféticos, como también en los demás libros del catálogo bíblico (cf. Mt 1.22, 2.15; Ro 1.2; 1 Co 9.9); los profetas, al predicar o al anunciar algún acontecimiento futuro, son transmisores de la palabra y la voluntad de Dios (cf. Mt 2.17; 3.3; 4.14), y la autoridad de las Escrituras es incuestionable (cf. Mt 5.17–18; Jn 10.35; Hechos 23.5), pues son resultado directo de la actividad del Espíritu Santo (Hechos 1.16; 28.25). La fe cristiana, de modo unánime, expresa su convicción respecto al valor y la vigencia permanentes de la Biblia con declaraciones afirmativas como hallamos en 2 P 1.19–21: «Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo» (cf. 2 Ti 3.15–17). Esta autoridad última de la Biblia —Palabra de Dios y obra inspirada por el Espíritu Santo— en cuanto que es alimento de la fe, fuente de luz, y aliento y estímulo para la vida personal y comunitaria, es patrimonio común de todo creyente cristiano. Pasada la época en que se redactaron los escritos del NT, la iglesia cristiana reconoció en ellos valores de revelación divina y autoridad doctrinal y ética idénticos a los del AT (cf. Mc 16.15–16; Lc 1.1–4; Jn 20.31; 1 Ts 2.13). El mismo NT ofrece un avance explícito de tal reconocimiento al equiparar las epístolas de Pablo a «las otras Escrituras» (2 P 3.15–16). Pero, sobre todo, fue a lo largo del siglo II d.C. cuando, 6 paso a paso, el pueblo cristiano recibió como libros sagrados, junto a los del Antiguo Testamento, la totalidad de los libros que constituyen el Nuevo, quedando de este modo completada la Biblia en su forma definitiva. Afirmar el origen religioso y la autoridad final de los textos bíblicos no supone negar o restarle importancia a la actividad humana, a la cual se debe el prolongado proceso de su redacción y compilación. Los libros fueron escritos por mano de personajes históricos, de los que desconocemos algunos, y de otros tenemos apenas alguna noticia (cf. Ec 1.13; Am 1.1, 7.14; Lc 1.1–4; 1 Co 15.21; Gl 6.11). Precisamente, esa presencia del escritor humano es el factor que incorpora a las Escrituras la extraordinaria riqueza idiomática, estilística, cultural y teológica que las caracteriza. La presente edición, llamada «de estudio», corresponde a la revisión editada en 1960 de la Biblia de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera. Esta labor fue el resultado de un largo esfuerzo de las Sociedades Bíblicas Unidas, llevado a cabo por un grupo de biblistas de varios países del mundo hispano, de diversas denominaciones y tradiciones cristianas. Se ha tratado de mantener, en lo posible, una estructura de dependencia y proximidad respecto de las claves lingüísticas que caracterizan la versión original de Reina y Valera. De igual manera, se ofrece al lector un amplio conjunto de conocimientos para facilitarle el acercamiento a la geografía, la historia, la cultura y las circunstancias en que se produjo el mensaje transmitido de una a otra generación por las Sagradas Escrituras. En realidad, existen palabras e ideas que no pueden ser explicados en el texto de la traducción. Hay informaciones de naturaleza histórica que no pueden ser introducidas en la traducción. Si a eso le sumamos detalles relacionados con el texto original, el registro de traducciones alternativas, explicaciones de contenido de la Biblia y listas de pasajes bíblicos que tratan del mismo asunto, llegaremos a millares de notas. De hecho, esta Biblia tiene más de 14 mil notas explicativas colocadas a pie de página. Otra novedad de esta Biblia de estudio son las notas de sección. La versión Reina- Valera presenta el texto bíblico dividido en secciones, cada cual con su título. La primera sección bíblica es Génesis 1.1-2.3, y tiene como título «La Creación». La división de secciones y los títulos de esas secciones fueron adaptados por los editores de esta Biblia, no formando parte del texto en sí. También se agregaron notas de secciones o esquemas, que aparecen entre el título de la sección o de un conjunto de secciones y el texto bíblico. Para marcar la diferencia, estos esquemas aparecen en bastardilla o cursiva. En total son casi 2.200. Su presencia a lo largo de todos los libros bíblicos da un toque especial a esta Biblia de estudio. De allí su nombre: «Biblia de estudio esquematizada». Además, esta edición trae una introducción a cada uno de los libros bíblicos, y otras ayudas como mapas y cuadros temáticos insertados en el texto bíblico, concluyendo con una extensa concordancia hacia el final de la edición. El objetivo principal de esta Biblia de estudioesquematizada es ayudar al lector a entender el texto bíblico. Por más preciadas que sean las notas, los esquemas, los cuadros y las demás ayudas, nada sustituye la lectura del texto bíblico. Por eso, recomendamos con insistencia que el lector examine todo el material complementario 7 a la luz del texto bíblico. La intención de esta edición es conducir al lector a un mejor entendimiento de la Palabra de Dios, para hacerla su modo de vida. 8 CÓMO USAR LOS RECURSOS DE ESTA BIBLIA DE ESTUDIO 9 10 11 12 ÍNDICE GENERAL Presentación Cómo usar los recursos de esta Biblia de Estudio Índice de tablas y mapas Abreviaturas usadas en la Biblia de Estudio Introducción general Antiguo Testamento Introducción al Antiguo Testamento Introducción el Pentateuco Génesis (Gn) Éxodo (Ex) Levítico (Lv) Números (Nm) Deuteronomio (Dt) Introducción a los libros históricos Josué (Jos) Jueces (Jue) Rut (Rt) 1 Samuel (1 S) 2 Samuel (2 S) 1 Reyes (1 R) 2 Reyes (2 R) 1 Crónicas (1 Cr) 2 Crónicas (2 Cr) Esdras (Esd) Nehemías (Neh) Ester (Est) Introducción a los libros de sabiduría y a los libros poéticos Job (Job) Salmos (Sal) Proverbios (Pr) Eclesiastés (Ec) Cantar de los Cantares ( Cnt) Introducción a los libros proféticos Isaías (Is) Jeremías (Jer) Lamentaciones (Lm) Ezequiel (Ez) Daniel (Dn) Oseas (Os) Joel (Jl) 13 Amós (Am) Abdías (Abd) Jonás (Jon) Miqueas (Miq) Nahúm (Nah) Habacuc (Hab) Sofonías (Sof) Hageo (Hag) Zacarías (Zac) Malaquías (Mal) Nuevo Testamento Introducción al Nuevo Testamento Introducción a los evangelios San Mateo (Mt) San Marcos (Mc) San Lucas (Lc) San Juan (Jn) Hechos (Hch) Introducción a las epístolas Romanos (Ro) 1 Corintios (1 Co) 2 Corintios (2 Co) Gálatas (Gl) Efesios (Ef) Filipenses (Flp) Colosenses (Col) 1 Tesalonicenses (1 Ts) 2 Tesalonicenses (2 Ts) 1 Timoteo (1 Ti) 2 Timoteo (2 Ti) Tito (Tit) Filemón (Flm) Hebreos (Heb) Santiago (Stg) 1 San Pedro (1 P) 2 San Pedro (2 P) 1 San Juan (1 Jn) 2 San Juan (2 Jn) 3 San Juan (3 Jn) San Judas( Jud) Apocalipsis (Ap) Concordancia Mapas Ayudas para el lector Tabla cronológica I: Época del Antiguo Testamento 14 Tabla cronológica II: Época del Nuevo Testamento Tabla de pesas, monedas y medidas Panorama general de los libros de la Biblia División del día Historias del Antiguo Testamento Historias del Nuevo Testamento Canciones en la Biblia Qué dice la Biblia acerca del perdón de Dios Lecturas para días especiales Cómo encontrar ayuda en la Biblia Oraciones en la Biblia 15 ÍNDICE DE TABLAS Y MAPAS Tablas Pacto con Dios Nombres y títulos de Dios en el Antiguo Testamento Las diez plagas de Egipto Ofrendas y sacrificios en el Antiguo Testamento Fiestas y días sagrados judíos Cronología del Éxodo: de Egipto a Canaán Las doce tribus de Israel Mujeres famosas del Antiguo Testamento Oraciones del Antiguo Testamento Los Herodes del Nuevo Testamento Contrastes entre el diablo y Jesucristo Nombres y títulos mesiánicos de Jesús La última semana de vida de Jesús Bautismo Las siete «palabras» de Jesús en la cruz Mujeres en el ministerio de Jesús Mujeres en las enseñanzas de Jesús Milagros de Jesús en el evangelio de Juan Amor Los «Yo soy» de Jesús en el evangelio de Juan Nombres y títulos del diablo Oraciones del Nuevo Testamento Calendario hebreo Espíritu de Dios/del Señor/Santo La vida del apóstol Pablo La fe, la esperanza y el amor Apariciones de Jesús resucitado Mujeres famosas de la iglesia primitiva Mapas El mundo antiguo Viajes de Abraham El éxodo de Egipto Ruta de los espías Las ciudades de refugio La conquista de Canaán La division de las tribus Reino de Saúl Reino de David Reino de Salomón Profetas de Israel y Judá 16 Viajes de Elías Viajes de Eliseo El imperio asirio El imperio babilónico El regreso de los exiliados La Jerusalén del Antiguo Testamento Jeremías es llevado a Egipto Planos del templo descrito en el libro de Ezequiel Profetas de Israel y Judá Palestina en el siglo II a.C. El imperio romano Primer viaje de Pablo Segundo viaje de Pablo Tercer viaje de Pablo Viaje de Pablo a Roma Ciudades a las que Pablo envió cartas Las siete iglesias del Apocalipsis 17 ABREVIATURAS USADAS EN LA BIBLIA DE ESTUDIO a.C. Antes de Cristo AT Antiguo Testamento cap., caps. capítulo, capítulos cm. centímetro(s) d.c. después de Cristo g. gramo(s) Intr. Introducción kg. kilogramo(s) km. Kilómetro(s) l. litro(s) m. metro(s) n. nota NT Nuevo Testamento RVR Reina Valera v., vv. versículo, versículos 18 INTRODUCCIÓN GENERAL 1. QUÉ ES LA BIBLIA. 1.1. El nombre «Biblia», en español, viene de la palabra griega biblía, que significa «libros». La Biblia es una colección de libros sagrados, agrupados en dos partes, llamadas «testamentos». La palabra «testamento», en ese contexto, significa «alianza», «pacto», «convenio». Los libros del Antiguo Testamento explican cómo el mundo comenzó y narran la historia del pueblo de Israel antes de la venida de Jesucristo. En el Nuevo Testamento se narra la historia de Jesucristo, de los apóstoles y de la iglesia primitiva. El Nuevo Testamento incluye también algunas cartas escritas en aquel tiempo, y un libro de visiones llamado Apocalipsis. 1.2. Los libros de la Biblia fueron escritos por varios autores, a lo largo de muchos siglos. En esos libros se encuentran los más variados géneros literarios. Hay historias, biografías, leyes, poesías, himnos, cánticos, proverbios, cartas, sermones, profecías y visiones. 1.3. El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo, con excepción de unos cuantos pasajes que fueron escritos en arameo; el Nuevo Testamento fue escrito en el griego común o popular, llamado koiné. 1.4. Para los cristianos, la Biblia es un libro sagrado y tiene un valor religioso muy especial. La Biblia es la revelación escrita de Dios, que llegó a producirse por inspiración del Espíritu Santo. Ella nos dice cómo Dios se relaciona con las personas y muestra el camino que nos lleva a conocer al verdadero Dios, justo y bondadoso quien, por medio de la encarnación, vida, muerte y resurrección de Jesucristo, nos da salvación y vida eterna. La Biblia es la cartilla de nuestra fe. Ella nos habla de nuestros errores y pecados, que nos alejan de Dios, y nos dice qué pasos debemos dar para volver a él. La Biblia nos enseña lo que significa ser cristiano, y nos muestra cómo debe ser y vivir la persona que realmente quiere seguir a Cristo. En sus páginas encontramos también palabras de orientación, ánimo y esperanza para la vida diaria personal, así como para la vida de las comunidades de seguidores de Cristo. 2. LOS TEXTOS HEBREO Y GRIEGO. 2.1. Esta traducción de la Biblia al español se basa en los textos más seguros del Antiguo Testamento (hebreo) y del Nuevo Testamento (griego). 2.1.1. Del Nuevo Testamento existen aproximadamente cinco mil manuscritos griegos, de los cuales doscientos contienen el Nuevo Testamento completo. Esos manuscritos no siempre concuerdan entre sí. Por eso, siguiendo el texto griego adoptado, en esta Biblia de Estudio los versículos que no aparecen en todos los manuscritos llevan una nota que así lo indica. 3. LA PRESENTE TRADUCCIÓN. 19 3.1. La versión Reina-Valera, revisión de 1960 (RVR 1960), busca ser fiel al sentido de los textos originales. Esa fidelidad incluye la conservación de los aspectos históricos y culturales del texto original, con lo que se evita la modernización del texto. 3.2. RVR 1960 sigue el principio de la equivalencia formal y de la correspondencia literal, que es el principio por el cual se procura reproducir, en la traducción, la forma y el orden de las palabras y la estructura gramatical del original. 3.3. RVR 1960 ha sido el texto básico de la iglesia evangélica durante varias generaciones, aunque a través de los años ha pasado por cambios considerables, de los cuales la edición de 1909 fue la última y más extensa revisión:se hicieron más de 100.000 cambios de ortografía y puntuación, y más de 60.000 cambios de palabras. Sin duda, tanto Casiodoro de Reina como Cipriano de Valera eran hombres de grandes cualidades literarias, y su traducción y revisión reflejan no sólo sensibilidad a los giros idiomáticos sino una comprensión excepcional de los problemas exegéticos. 4. TRANSFORMACIONES GRAMATICALES. 4.1. Al traducir, es necesario a veces cambiar el orden sintáctico y la función gramatical, y tomar en cuenta el sentido de las palabras y la manera de hablar, tanto en las culturas originales hebrea y griega como en la cultura del lector de hoy, en este caso, el hispanohablante. 4.2. Los traductores no cuentan el número de palabras que traducen. Al traducir, a veces se produce una reducción, por lo cual en español no aparecen algunos elementos presentes en el texto hebreo o griego. 4.3. Al tratar de expresar el sentido del texto original de manera natural, los traductores emplean a veces más palabras de las que se encuentran en el texto y recurren a la suplementación o explicitación, aunque no añaden nada al sentido del texto original; lo que buscan es usar las palabras necesarias para la buena comprensión del texto que traducen. 4.4. El traductor debe estar atento a la actualización del sentido de las palabras, es decir, a usar palabras comprensibles para el lector contemporáneo. 4.5. Para que un texto sea entendido, a veces necesita ser sometido al proceso de actualización cultural; otras veces, es necesario dar información cultural, ya sea en el mismo texto o en una nota marginal. Esto se debe a que algunos usos, costumbres o modos de hacer o de decir las cosas varían con el paso del tiempo, y también difieren de cultura en cultura. El traductor busca mantener el sentido del mensaje bíblico en las formas culturales de nuestros días, y que sean habituales para nuestras comunidades. 4.6. En una traducción de la Biblia es necesario estar atento a la actualización del vocabulario. «Frisado de cabellos» es lo mismo que decir «peinados ostentosos» (1 P 3.3). 4.7. La inversión de líneas o de palabras es un recurso que se emplea en RVR 1960 cuando esto ayuda a la mayor claridad del texto. 4.8. Para facilitar la comprensión, a veces hace falta recurrir a la transposición léxica, es decir, emplear en la traducción palabras que no pertenecen a la misma 20 categoría gramatical de la palabra que está en el original. 4.9. En aras de la claridad, las metáforas a veces pasan por el proceso de desmetaforización. La metáfora es una comparación basada en la semejanza: «la lengua es un fuego» escribió Santiago (3.6). Si determinada metáfora bíblica no es suficientemente clara para ser entendida por el lector moderno, ella puede ser «desmetaforizada», es decir, su sentido puede expresarse en lenguaje directo. 4.10. Algunas veces, en el caso de la metonimia, la solución es la desmetonimización. La metonimia es una figura del lenguaje que emplea un nombre por otro, cuando entre el sentido de ambos hay una relación objetiva. Esa relación puede ser de naturaleza variada, como por ejemplo, la causa por el efecto o el efecto por la causa, el contenedor por el contenido, lo abstracto por lo concreto, el autor por su obra, etc. Por ejemplo: El «cetro» es el bastón que alguien lleva como símbolo de su autoridad. En Heb 1.8, el texto griego es traducido en RVR 1960 como: «Cetro de equidad es el cetro de tu reino». Con la desmetonimización se traduciría como: «Tú gobernarás a tu pueblo con justicia». 4.11. Finalmente, los traductores se esfuerzan por producir un texto claro y sencillo. En 1 Co 4.1, el texto griego habla de los «ministros de Cristo y despenseros de Dios», palabras que RVR 1960 traduce como: «servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios». 5. INFORMACIONES ACERCA DE NOMBRES. 5.1. Siguiendo la costumbre que comenzó con la Septuaginta, la primera traducción del Antiguo Testamento, la gran mayoría de las Biblias emplea el título «SEñOR» (con mayúsculas) para traducir la palabra Yavé (YHVH), que es el nombre de Dios más usado en el Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento de RVR 1960, se emplea la palabra «Jehová» para referirse a Dios. En el Nuevo Testamento, «Señor» traduce la palabra griega que significa «señor» o «dueño», y que se usa tanto para el Padre como para el Hijo. 5.2. En los casos en que una persona o lugar recibe dos o más nombres, esta traducción tiende a usar el nombre más conocido. Por ejemplo, «Priscila», la esposa de Aquila. En el texto griego de Hechos 18.2, 18.26, se le llama «Priscila», mientras que en las cartas de Pablo (Ro 16.3; 1 Co 16.19; 2 Ti 4.19) su nombre es «Prisca». En RVR 1960, en todos esos pasajes se emplea el nombre más conocido, es decir, «Priscila», menos en el último (2 Ti 4.19). 6. CÓMO ORIENTARSE EN LA BIBLIA El texto de una Biblia impresa contiene una serie de recursos con orientaciones e informaciones adicionales. Si el lector usa bien esos recursos, podrá orientarse con más rapidez y tener a la mano innumerables ayudas suplementarias para comprender mejor el texto bíblico. 6.1. Todos los libros de la Biblia están divididos en capítulos y versículos (algunos libros muy cortos se dividen sólo en versículos). Esa numeración no pertenece al texto bíblico original, sino que fue incluida durante la Edad Media. Las indicaciones de 21 capítulos y versículos nos permiten encontrar rápidamente cualquier pasaje de la Biblia. Una referencia bíblica está estructurada de la siguiente manera: Las referencias están separadas unas de otras por punto y coma. En la indicación de un pasaje del mismo capítulo, los versículos se separan por guión; en el caso de pasajes que abarcan más de un capítulo, se usa un guión más largo. Normalmente el nombre del libro es sustituido por su abreviatura (véase el índice). Por ejemplo: Gn 5.2; 7.6-13 (Libro de Génesis, capítulo 5, versículo 2 y capítulo 7, versículos 6 a 13) Mt 5.43–6.4 (Evangelio de Mateo, del capítulo 5, versículo 43 al capítulo 6, versículo 4) 6.2. Para una orientación más rápida, el cabezal en la parte superior de la página contiene información en cuanto al título, los capítulos que se encuentran en aquella página y el número de la página. 6.3. Los títulos de sección dividen el texto bíblico en secciones o perícopas, según su contenido. En los manuscritos bíblicos originales (los textos en hebreo y griego) no existían esos títulos, sino que fueron añadidos posteriormente para facilitar la orientación mediante un resumen de aquella sección. 6.4. En algunos libros, como los Evangelios y los libros históricos del Antiguo Testamento, puede haber más de un registro de un mismo acontecimiento. Cuando eso sucede, las referencias a esos pasajes paralelos aparecen debajo de los títulos de las secciones. 7. CONTENIDO DE ESTA BIBLIA DE ESTUDIO. 7.1. Al principio de cada libro de la Biblia hay una Introducción, que por lo general trata acerca de la naturaleza del libro, da un resumen de su contenido, dice cuál es su mensaje y, según el caso, dice cuándo, dónde, por quién y para quién fue escrito. Con la introducción siempre va un bosquejo del contenido del libro. 7.2. Cuando el texto bíblico es en prosa, los versículos se agrupan en párrafos, y los capítulos se dividen en temas, con uno o más títulos. Véase, por ejemplo, el cap. 24 de Levítico y el cap. 5 de Mateo. En la poesía, las líneas van sueltas, y el cambio de tema se indica mediante un espacio doble entre las líneas. Véase, por ejemplo, Sal 76; Is 12; Lc 1.46–55. 7.3. En esta Biblia de Estudio contiene esquemas de secciones que sirven de introducción a una sección o unidad temática del texto bíblico y presentan los aspectos clave dedicha sección. En este caso, los esquemas aparecen entre el título de la sección y el texto bíblico, en letra bastardilla. 7.4. En esta Biblia de Estudio, las notas, que aparecen agrupadas al pie de página, son de varios tipos. 22 7.4.1. Casi en su totalidad las notas son explicativas, es decir, aclaran palabras e ideas. Véase en las notas, por ejemplo, lo que significa «conocen tu nombre» (Sal 9.10), «cimientos del mundo» (Sal 18.15) y «circuncisión... del corazón» (Ro 2.29). 7.4.2. Hay unas cuantas notas textuales, que se refieren a problemas con ciertas palabras o grupos de palabras que se usan en los textos hebreo o griego. Véanse, por ejemplo, las notas en Sal 11.6; 20.9; Mt 6.13; Ef 1.1. 7.4.3. Algunas veces, los estudiosos de la Biblia y sus traductores no concuerdan en cuanto al sentido de uno u otro pasaje bíblico. Eso se registra como traducción alternativa. Véanse, por ejemplo, las notas en Sal 7.4 y Ro 1.17. 7.4.4. Las notas pueden tener referencias cruzadas, las cuales indican al lector pasajes bíblicos que abordan un tema semejante. 7.4.5. Muchas veces, una nota remite el lector a otra nota, a fin de ofrecer mayor información acerca del asunto en cuestión. Una letra «n» lo indicará. Véase, por ejemplo, la nota en Gn 1.31. De igual manera, una nota puede remitir al lector a la información contenida en la introducción del libro. Véase, por ejemplo, la nota en Ro 1.17. 7.5. Esta Biblia trae, al final, una Concordancia con innumerables palabras y con los pasajes en que éstas aparecen. 7.6. Además, hay a lo largo de toda la Biblia otras ayudas que facilitan la comprensión del lector. 7.6.1. Los mapas retratan la geografía bíblica y el lugar de un acontecimiento importante. Están colocados cerca de los pasajes bíblicos relevantes. 7.6.2. Los cuadros temáticos reúnen información acerca de un tema específico. Lo mismo que los mapas, esos cuadros aparecen cerca de pasajes bíblicos relevantes al tema. 7.6.3. Las tablas cronológicas y otros recursos hacia el final de la edición ofrecen al lector un panorama de los principales acontecimientos narrados en la Biblia. 8. CÓMO USAR ESTA BIBLIA DE ESTUDIO Ésta es una Biblia de Estudio. Es decir, esta Biblia ofrece al lector, además de la traducción del texto bíblico, una serie de ayudas que facilitan la comprensión del texto y permiten mayor profundización en el contenido del mensaje bíblico. 8.1. En primer lugar, familiarícese con las ayudas que esta Biblia ofrece. Lea con atención la Introducción al Antiguo Testamento y la Introducción al Nuevo Testamento. Después, vaya al final de la Biblia y conozca los diversos recursos presentes. Y lea una u otra explicación en las notas al pie de página. 8.2. Antes de estudiar determinado pasaje, lea la introducción al libro en que aparece dicho pasaje. 8.3. Lea con atención el pasaje que pretende estudiar y, luego, busque alguna aclaración en las notas al pie de página. No deje de consultar las referencias bíblicas, pues la mejor explicación de un pasaje de la Biblia está en la Biblia misma y en la comparación de sus textos. 23 8.4. Antes de comenzar a estudiar un pasaje, ore y medite, y pida que la luz divina lo ilumine en ese estudio. 8.5. Trate de llegar a sus propias conclusiones. Usted descubrirá la riqueza de cada texto, y a usted le corresponde aplicar las enseñanzas bíblicas en su propia vida y en la vida de su iglesia. 9. PARA QUE MEDITE. 9.1. A usted que lee y estudia la Biblia, le invitamos a pensar siempre y con gratitud en el inmenso trabajo que hay detrás del libro que tiene en sus manos. Piense en los millares de copistas que, en el pasado distante, copiaron a mano, con cariño y atención, cada palabra del texto original. Piense en el cuidado minucioso de los especialistas que, en los tiempos modernos, han procurado presentar un texto bíblico que sea lo más fiel posible a los manuscritos originales. Piense en las investigaciones laboriosas de las personas que han producido gramáticas, diccionarios, concordancias y otras ayudas indispensables para el traductor. Piense en los exegetas, personas que se esfuerzan por descubrir el sentido del texto bíblico. Piense en los traductores, hombres y mujeres que siempre están en busca de la mejor manera de expresar la verdad bíblica en el lenguaje del pueblo. Y no se olvide de las personas que preparan las ayudas y los comentarios para las Biblias de Estudio. Acuérdese del trabajo paciente de quienes cuidan de la composición, revisión, impresión y distribución de la Biblia. Y agradezca a Dios el hecho de que haya personas que, por medio de ofrendas, permiten la venta de la Biblia a precios accesibles. 9.2. Las personas que hicieron esta traducción saben, mejor que nadie, lo difícil que es la tarea que les ha sido encomendada. Pero ellas la realizaron con disposición, pidiendo siempre la dirección y la ayuda del Espíritu Santo de Dios. Todos los esfuerzos hechos por incontables personas para producir una Biblia de Estudio como la que usted tiene en sus manos, son el resultado de la convicción de que la Biblia contiene un mensaje indispensable, que debe ponerse al alcance de todas las personas. Ese mensaje habla acerca del amor de Dios por todos nosotros, amor que fue demostrado, en su grado más alto, en la persona de nuestro Señor Jesucristo. Finalmente, por el poder del Espíritu Santo, ese mensaje de amor se diseminará por el mundo entero.«Al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.» Judas 25 24 ANTIGUO TESTAMENTO 25 26 INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO 1. QUÉ ES EL ANTIGUO TESTAMENTO 1.1. Antiguo Testamento es el nombre que los cristianos dan al conjunto de las Escrituras Sagradas del pueblo de Israel. Estos libros, originalmente escritos en hebreo, son parte también de la Santa Biblia de los cristianos. 1.2. El Antiguo Testamento habla acerca del antiguo pacto que Dios, por medio de los patriarcas y de Moisés, hizo con su pueblo. El Nuevo Testamento trata acerca del nuevo pacto que Dios, por medio de Jesucristo, hizo con su pueblo (véase 8.4). 2. DIVISIONES DEL ANTIGUO TESTAMENTO 2.1. Los israelitas organizan los libros del Antiguo Testamento en tres grupos: la Ley, los Profetas y los Escritos. En Lc 24.44, el tercer grupo es llamado «Salmos» en lugar de «Escritos», porque el Libro de Salmos era el primero de esa división. 2.1.1. La Ley agrupa a los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. 2.1.2. Los Profetas tienen dos subdivisiones: los Profetas Anteriores, desde Josué a 2 Reyes, y los Posteriores, desde Isaías hasta Malaquías. Los profetas desde Oseas hasta Malaquías reciben de los israelitas el nombre de «El Libro de los Doce» (véase 2.2.4). 2.1.3. Los escritos incluyen los siguientes libros: Salmos, Job, Proverbios, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías y Crónicas. 2.1.4. Las tres divisiones mencionadas antes corresponden al orden histórico en que sus libros fueron reconocidos como de autoridad para formar parte del canon de los israelitas. «Canon» es la colección de los libros aceptados como Escrituras Sagradas. 2.2. Las iglesias cristianas siguen, en general, un orden diferente del de los israelitas, pero los libros son los mismos, con un total de treinta y nueve. Ese orden se encuentra en las antiguas versiones griegas y latinas usadas por la iglesia primitiva. 2.2.1. Los primeros cinco libros del Antiguo Testamento son llamados «Pentateuco» o «Los Libros de la Ley». La palabra «Pentateuco» significa «cinco volúmenes». Ellos hablan acerca de la creación del mundo y de la humanidad, y narran la historia delos hebreos, desde el llamamiento de Abraham y hasta la muerte de Moisés, que sucedió cuando el pueblo de Israel estaba a punto de entrar en Canaán, la Tierra prometida. 2.2.2. Los doce libros siguientes, desde Josué hasta Ester, son libros históricos, que narran los principales sucesos en la historia de Israel desde su entrada en la Tierra prometida hasta el tiempo en que los muros de Jerusalén fueron reconstruidos, después del regreso de los israelitas del cautiverio. Eso sucedió unos cuatrocientos cuarenta y cinco años antes de Cristo. 27 2.2.3. Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares son llamados «Libros Poéticos» Entre ellos también se incluyen las Lamentaciones de Jeremías. 2.2.4. Los últimos diecisiete libros del Antiguo Testamento contienen mensajes de Dios anunciados al pueblo de Israel por medio de los profetas. Esos mensajeros de Dios condenaban los pecados del pueblo, exigían el arrepentimiento y prometían las bendiciones divinas a las personas que confiaran en Dios y vivieran de acuerdo con su voluntad. Esos libros están organizados en dos grupos: los «Profetas Mayores», de Isaías a Daniel, y los «Profetas Menores», desde Oseas hasta Malaquías (véase 2.1.2). 2.3. Algunas versiones antiguas, tales como la Septuaginta, en griego, y la Vulgata, en latín, incluyen en el AT algunos libros que no se encuentran en la Biblia Hebrea de Israel. Esos libros fueron escritos en el período intertestamentario (véase 8). La Iglesia Católica Romana los acepta y los llama «Deuterocanónicos», es decir, pertenecientes a un «segundo canon» (véase 2.1.4). Ellos son: Tobías, Judit, Ester Griego, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico (no confundirlo con Eclesiastés), Baruc, Carta de Jeremías y adiciones a Daniel, que son la Oración de Azarías, la historia de Susana, y Bel y el Dragón. 3. CÓMO SE FORMÓ EL ANTIGUO TESTAMENTO 3.1. Los treinta y nueve libros que componen el Antiguo Testamento fueron escritos durante un período de más de mil años. 3.2. Las historias, los himnos, los mensajes de los profetas y las palabras de sabiduría fueron agrupadas en colecciones que, con el tiempo, fueron aceptadas como escritura sagrada. 3.3. Algunos libros de historia que se mencionan en el Antiguo Testamento se han perdido. Ellos son: el Libro de Jaser (Jos 10.13), el Libro de los hechos de Salomón (1 Re 11.41), la Historia de los reyes de Israel (1 Re 14.19) y las Crónicas de los reyes de Judá (1 Re 14.29). 3.4. Los Libros de Salmos y Proverbios son obra de varios autores. 4. CUESTIONES DE AUTORÍA 4.1. Para el pueblo de Israel conocer al autor de determinado libro de las Escrituras no era tan importante como reconocer que se trataba de un libro que había sido escrito por inspiración divina y que contenía un mensaje, o mensajes, de valor pertinente acerca de Dios y de su relación con el pueblo de Israel, en particular, y con los pueblos del mundo, en general. 4.2. Las opiniones de los estudiosos de las Escrituras son variadas y poco unánimes en cuanto a la autoría de cada libro en particular. Esta Biblia de Estudio no discute esas cuestiones. 5. PROSA Y POESÍA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 5.1. Buena parte del Antiguo Testamento fue escrita en prosa. 28 5.1.1. Están escritos en prosa los relatos de la vida de personas, como se puede observar en Génesis y Rut. 5.1.2. En otros libros, se narra en prosa la historia del pueblo de Israel, como por ejemplo, en Éxodo 1–19, partes de Números, Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester. 5.1.3. Están en prosa los registros de las leyes dadas por Dios a Israel, así como los asuntos relacionados con el culto. 5.1.4. El Libro de Deuteronomio consta principalmente de discursos pronunciados por Moisés. 5.1.5. Hay libros de profetas escritos en prosa, como por ejemplo, Jeremías (buena parte), Ezequiel, Daniel y los profetas menores, excepto Nahúm y Habacuc. 5.1.6. En los Libros de Proverbios y Eclesiastés, aparece una forma especial de prosa apropiada para la literatura de sabiduría. 5.2. Hay varios libros y partes de libros del Antiguo Testamento que fueron escritos en forma de poesía. 5.2.1. La poesía hebrea se expresa en un estilo especial llamado paralelismo. Las características de ese tipo de poesía son tratadas en Salmos, Introducción 5. 5.2.2. La poesía del Libro de Salmos se llama litúrgica, porque los Salmos fueron escritos para ser usados en el culto. 5.2.3. El Libro de Job también es poético. 5.2.4. Y hay libros proféticos que emplean lenguaje poético, como Isaías, partes de Jeremías, Lamentaciones, Nahúm y Habacuc. 6. GEOGRAFÍA DE LA TIERRA DE ISRAEL 6.1. El Israel antiguo ocupaba un área de aproximadamente 16.000 km. cuadrados, que incluía los territorios a ambos lados del río Jordán. De norte a sur, es decir, de Dan hasta Beerseba, la distancia era de 240 km. De este a oeste, es decir, de Gaza hasta el Mar Muerto, la distancia era de 86 km. Pero es impresionante que un país tan pequeño haya ejercido una influencia religiosa tan poderosa que se extiende por el mundo entero hasta hoy día. El actual Estado de Israel ocupa un área de 20.700 km. cuadrados. 6.2. Los vecinos más cercanos a Israel eran, en la costa, los filisteos y los fenicios; al norte, estaban los hititas y los arameos (sirios); al este del Jordán, habitaban los amonitas y los moabitas; y al sur, los edomitas. Los vecinos más distantes de Israel eran Egipto y Asiria. Más tarde, el territorio de Asiria pasó a ser dominado por los babilonios; después, por los persas; y posteriormente, por los griegos (véase 7.5, 7.6 y 7.7). 6.3. Durante el período de la conquista y de los jueces (véase 7.2), el país fue dividido por las tribus de Israel (véase mapa La División de las Tribus). 6.4. En el período del reino unido, la capital era Jerusalén (véase mapa Reino de David y Salomón). 29 6.5. Durante el período del reino dividido (véase 7.4), la capital de Judá, el reino del sur, era Jerusalén. La capital de Israel, el reino del norte, era Samaria (véase mapa Los reinos de Israel y Judá). 6.6. En los tiempos del Nuevo Testamento, el país ocupaba 25.000 km. cuadrados y estaba dividido en cuatro territorios: Judea, Samaria, Perea y Galilea. 6.7. En la tierra de Israel se observan cuatro zonas paralelas, en dirección norte-sur. La primera zona es la planicie costera. La segunda, en el centro, es la región montañosa. La tercera es el valle del Jordán, río que desemboca en el Mar Muerto. Y la cuarta es el altiplano donde hoy día se encuentra Jordania. 6.8. Los israelitas dividían el año en dos estaciones. En el verano, hacía calor y se cosechaba los frutos; en el invierno terminaban las cosechas, llovía y hacía frío. 7. PERÍODOS DE LA HISTORIA DE ISRAEL EN EL ANTIGUO TESTAMENTO La historia del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento se divide en ocho períodos. Examine la Tabla Cronológica I al final de esta Biblia. 7.1. El primer período abarca aproximadamente desde 1850 a 1220 a.C., y en ese tiempo vivieron los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. 7.2. El período de los caudillos o jueces, aproximadamente desde 1220 a 1030 a.C. El pueblo de Israel es comandado por Josué y por los jueces. El último juez fue Samuel. 7.3. El reino unido, aproximadamente de 1030 a 931 a.C. El pueblo es gobernado por tres reyes: Saúl, David y Salomón. 7.4. El reino dividido, de 931 a.C. a 587 a.C. (véase 6.5). 7.4.1. El reino de Israel, al norte, duró doscientos años. Samaria, su capital, cayó en 722 a.C., conquistada por los asirios. 7.4.2. El reino de Judá, al sur, duró trescientos cuarenta y cinco años, y llegó a su fin con la conquista de Jerusalén por los babilonios en 587 o 586 a.C. 7.5. El período del exilio, también llamado cautiverio, comenzó en 722, con la conquista de Samaria (véase 7.4.1). Los moradoresdel reino del norte (Israel) fueron llevados como prisioneros a Asiria. Ciento treinta y seis años después, en 587 o 586 a.C., Jerusalén fue conquistada, y los moradores del reino del sur (Judá) fueron llevados a Babilonia (véase 7.4.2). 7.6. La época persa, o restauración. El regreso del pueblo de Dios a la Tierra prometida comenzó en 538 a.C., por orden de Ciro, rey de Persia, el cual había dominado a Babilonia. Varios grupos de judíos volvieron a la tierra de Israel, se establecieron allí y reconstruyeron el templo (520 a.C.) y los muros de Jerusalén (445– 443 a.C.). 7.7. La época helenística corresponde al período intertestamentario, es decir, lo que está entre el fin del Antiguo Testamento y el comienzo del Nuevo Testamento. Abarca desde 330 a.C. hasta el nacimiento de Cristo. 30 7.7.1. Ese período es llamado helenístico debido al dominio del poder y de la cultura griega. El rey griego Alejandro Magno, comenzó a gobernar en Israel en 333 a.C. 7.7.2. Del 323 al 197, el gobierno fue ejercido por los tolomeos, descendientes de un general de Alejandro. 7.7.3. Del 197 al 142, el dominio fue de los seléucidas, descendientes de un general de Alejandro que había gobernado a Siria. 7.7.4. Del 166 al 63, Israel vivió ciento tres años de independencia, y el país fue gobernado por los asmoneos, descendientes de Judas Macabeo, el líder de la liberación de Israel. 7.7.5. En 63 a.C., Jerusalén cayó en poder de los romanos y pasó a pertenecer al Imperio Romano. El gobierno en Israel era ejercido por reyes nombrados por el Emperador de Roma. Uno de esos reyes fue Herodes el Grande, el cual gobernó del 37 al 4 a.C. 8. VALORES RELIGIOSOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 8.1. El AT registra la experiencia que sus autores y el pueblo de Israel tuvieron con Jehová, el Dios verdadero. Las naciones vecinas tenían varios dioses y diosas, a cuyas imágenes (ídolos) rendían adoración. La fe de Israel era diferente. Para ellos, Jehová era el único Dios de Israel, y de él no se hacían imágenes. Jehová era el único Dios, Creador y Señor del universo; era un Dios vivo y salvador, que siempre vivía en medio de su pueblo. 8.2. Ese Dios imponía a sus adoradores, leyes y normas morales que tenían en mente un procedimiento justo en las relaciones de la vida. Había también leyes sociales que protegían los intereses de los otros, incluso de las personas marginadas, y del pueblo como un todo. 8.3. Ese Dios perdonaba a las personas que rompían sus leyes, pero el perdón les era concedido sólo con la condición de que éstas se arrepintieran, confesaran su error y estuvieran dispuestas a corregirse. Las personas que permanecían en el pecado eran juzgadas por Dios y castigadas. 8.4. Jehová hizo un pacto con el pueblo de Israel, por el que se comprometió a ser el Dios de Israel; y el pueblo, a su vez, se comprometió a serle fiel y a estar dispuesto a seguir y obedecer sus leyes. Esa doctrina fundamental de la fe del pueblo de Israel se complementa con estas palabras que Jesús pronunció al instituir la cena: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama» (véase 1.2 y Lc 22.20) 8.5. Por medio de símbolos (véase la Epístola a los Hebreos) y de profecías, el Antiguo Testamento preparó al pueblo de Dios para la venida del Mesías, aquél a quien Dios enviaría para traer salvación completa a toda persona. 8.6. Para comprender claramente el Nuevo Testamento es necesario recurrir al Antiguo Testamento, porque éste es la base para las enseñanzas que se hallan en el Nuevo Testamento. Pero no todas las enseñanzas presentes en el Antiguo Testamento son válidas para los cristianos, sino que estos leen el Antiguo Testamento a la luz de la interpretación de Jesús, que dijo: «No penséis que he venido para abrogar la ley o los 31 profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir» (Mt 5.17). Y, más adelante, Jesús afirmó algo que es totalmente nuevo: «Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen » (vs. 43–44). Estas palabras de Jesús acerca de los enemigos van más allá de la enseñanza del Antiguo Testamento sobre este punto. 8.7. Las enseñanzas del Antiguo Testamento en cuanto a la ley, el culto, la conducta de las personas, la vida y la muerte, y la vida después de la muerte, son entendidas y vividas por los cristianos a la luz de la revelación completa y final que se encuentra en el Nuevo Testamento. 32 INTRODUCCIÓN AL PENTATEUCO Pentateuco es el nombre dado a los cinco primeros libros del Antiguo Testamento. El nombre significa «cinco rollos», en alusión a los cinco rollos de pergamino o papiro en que estaban escritos los libros. En la Biblia Hebrea, esos libros son llamados Torá, palabra generalmente traducida como «ley», pero que significa también «enseñanza» o «instrucción». Los nombres de los libros provienen de la antigua versión griega, la Septuaginta. Génesis significa «comienzo»; Éxodo, «salida»; Levítico, «lo relacionado con los levitas»; Números, «censo»; y Deuteronomio, «segunda ley». En la Biblia Hebrea los libros reciben su nombre por las primeras palabras del texto: Génesis es «En el principio»; Éxodo, «Éstos son los nombres»; Levítico, «Y (el Señor Dios) llamó»; Números, «En el desierto»; y Deuteronomio, «Éstas (son) las palabras». 1. CONTENIDO El Pentateuco es una colección variada y compleja de historias y personajes notables e incluye muchas genealogías y colecciones extensas de mandamientos y leyes. La historia comienza con la creación del Universo y de la humanidad, y llega hasta la muerte de Moisés, aproximadamente en 1210 a.C. Este material puede ser organizado de la siguiente manera: 1. De la creación del mundo hasta la torre de Babel — Gn 1.1–11.9 2. La historia de los patriarcas — Gn 11.10–50.26 3. La salida de Egipto — Ex 1.1–15.21 4. De Egipto hasta el monte Sinaí — Ex 15.22–18.27 5. La revelación del Señor Dios en el monte Sinaí — Ex 19.1–Nm 10.10 6. Del monte Sinaí hasta Moab — Nm 10.11–21.35 7. El pueblo de Israel en Moab — Nm 22–36 8. La Ley de Dios para el pueblo de Israel — Dt 1–33 9. La muerte de Moisés — Dt 34 2. AUTOR Y FECHA En tiempos pasados, tanto la tradición judía como la tradición cristiana llamó a estos cinco libros «Los Libros de Moisés», lo cual no debe sorprendernos, pues comenzando con su nacimiento (Ex 2.1–2) y yendo hasta su muerte (Dt 34.5) Moisés es la figura predominante de esos libros. Moisés, el siervo de Dios, fue el mayor profeta de Israel, el hombre con el cual Dios hablaba cara a cara. Fue él quien, por medio de milagros y maravillas de Dios, liberó al pueblo de Israel del cautiverio en Egipto y los llevó a la Tierra prometida. Fue por medio de él como el Señor dio al pueblo de Israel todas sus leyes y mandamientos. 33 Pero eso no significa que Moisés haya escrito todo lo que está en estos cinco libros, desde Gn 1.1 hasta Dt 34.12. Los estudiosos judíos, lo mismo que los cristianos, toman en cuenta factores literarios e históricos que sugieren la mano de varios escritores y redactores de esos libros. La existencia de dos o más relatos diferentes de una misma historia sugiere el uso de más de una fuente, escrita u oral. Un ejemplo de ello es la historia de la creación del universo y de la raza humana. El primer relato (Gn 1.1-2.4a) usa el nombre genérico elohim, «Dios», para hablar acerca del Creador: «En el principio Dios creó los cielos y la tierra» (1.1). El segundo (Gn 2.4b–25) usa el nombre sagrado del Dios de Israel, YHWH elohim, «el Señor Dios»: «Cuando el Señor Dios hizo los cielos y la tierra...» (2.4b). Otro ejemploes el relato del diluvio. En Gn 6.19–20, Dios dice a Noé que ponga dentro del arca una pareja de todas las especias de aves, de animales y de seres que se arrastran por el suelo. Pero, en Gn 7.2–3, el Señor Dios le dice a Noé que ponga siete parejas de cada especie de animal puro y de aves, y una pareja de cada especie de animal impuro. Además, hay dos versiones ligeramente diferentes de los diez mandamientos (Ex 20.1–17; Dt 5.1–21), como también varios relatos de la institución de las grandes fiestas judías (Ex 23.14–19; 34.18-26; Lv 23.1– 44; Dt 16.1–17). Esos detalles, unidos a otros fenómenos literarios e históricos, han llevado a muchos estudiosos, tanto judíos como cristianos, a concluir que el Pentateuco, como lo tenemos ahora, es el resultado de un proceso que duró varios siglos. Es posible que la redacción final del Pentateuco haya ocurrido en el siglo Vantes de Cristo. 3. LA IMPORTANCIA DEL PENTATEUCO Esta colección de cinco libros narra cómo es que comenzó la vida del pueblo de Dios. Pero estos libros deben leerse y estudiarse no sólo por ser la historia del pueblo de Israel, ya que tanto para judíos como para cristianos son también fuente viva de inspiración y fe, de la cual el pueblo de Dios necesita beber. Para conmemorar la fiesta de las Cosechas (Dt 26.1–11), el padre israelita recitaba una historia abreviada del pueblo de Israel (v. 5–10), que comenzaba con Jacob y su familia y terminaba con el pueblo de Israel, próspero y feliz e instalado ya en la Tierra prometida. Al hablar de Jacob y de sus descendientes en Egipto (v. 5), el padre israelita usaba el pronombre de tercera persona, pero al hablar del sufrimiento del pueblo de Israel en Egipto cambiaba al pronombre de primera persona: «los egipcios nos maltrataron... clamamos a Jehová... oyó nuestra voz... nos sacó de Egipto» (v. 6– 9). La historia del pueblo de Israel era su historia de rescate y salvación. El israelita hacía con esto una confesión de fe. Para el lector cristiano la historia del pueblo de Israel es el comienzo de la obra redentora de Dios, que culminó con la venida de su Siervo, Jesucristo, que nos libra del poder de la muerte y nos da vida, la vida eterna. Por lo tanto, leemos estos libros no sólo para conocer la historia del pueblo de Israel, sino también, y sobre todo, para que crezca nuestra fe en aquél que es nuestro Redentor. 4. EL MENSAJE DEL PENTATEUCO 34 El mensaje principal gira en torno al Señor Dios y su pueblo. Él hace un pacto con el pueblo de Israel, al cual promete proteger y bendecir, mientras que ellos prometen serle fieles y obedecerlo en todo. La palabra bíblica que tanto en hebreo como en griego significa «pacto», se tradujo al latín como testamentum, de donde viene nuestra palabra «testamento». El Antiguo Testamento habla acerca del pacto que Dios hizo con su pueblo, Israel; el Nuevo Testamento habla acerca del nuevo pacto que Dios hizo con su pueblo, la iglesia, y que selló con la muerte de Jesús en la cruz (Lc 22.20; Heb 8.6–13; 9.15-22). Primero, Dios hace un pacto con Abraham (Gn 15.17–21; 17.1-27); luego, con Isaac (Gn 17.19–21; 26.1-5), y, más tarde, con Jacob (Gn 28.10–22; Ex 2.24; 6.2-4). En el monte Sinaí el Señor Dios hace, por medio de Moisés, un pacto con el pueblo de Israel (Ex 24.1–8). Unos cuarenta años después, cuando el pueblo está a punto de entrar en la Tierra prometida, Dios renueva su pacto con ellos (Dt 29.10–15). Aunque el pueblo sea infiel, el Señor sigue siendo fiel. Siglos más tarde, el profeta Jeremías habla acerca del nuevo pacto que Dios hará con su pueblo (Jer 31.31–34), profecía que se cumplió en el pacto hecho por Jesucristo (Mc 14.22–26; 1 Co 11.23–25). En el pacto de Dios con Abraham, él promete que sus descendientes tendrán su propia tierra, donde vivirán como pueblo del Señor (Gn 12.7; 13.14-17; 17.8). Dios repite esa promesa a Isaac (Gn 26.2–4) y a Jacob (Gn 28.13–15; 35.12). Es allí donde el santo Dios habitará con su pueblo. Por lo tanto, la tierra tendría que ser santa, como santo era el tabernáculo de reunión donde Dios habitó con su pueblo durante cuarenta años (Ex 40.9–10). Como parte de ese pacto, el pueblo de Dios es santo. El santo Dios (Lv 20.26; 22.31-33) quiere que su pueblo sea santo, es decir, que ellos lo adoren y le sirvan sólo a él, y que obedezcan todas sus leyes (Lv 11.44–45; 19.2; 20.7-8; 21.8). Por medio de su pueblo, el santo Dios bendecirá a todos los pueblos del mundo (Gn 12.1–3). Ésta es la promesa y la esperanza que el Pentateuco nos ofrece. 35 LIBRO PRIMERO DE MOISÉS GÉNESIS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 INTRODUCCIÓN La palabra Génesis significa «principio». Este libro toma su nombre de la antigua versión griega llamada Septuaginta. En el AT hebreo se le conoce como «En el comienzo», que es la primera palabra del libro. De hecho, este libro narra el comienzo de varias cosas: el mundo, los seres humanos y, también, el pecado y el sufrimiento. Génesis es, sobre todo, un libro en el que Dios actúa. Es él quien crea el mundo y a todos los seres vivientes, y quien cuida de todos y protege y guía a su pueblo. 1. CONTENIDO El libro de Génesis se divide en dos partes. La primera, que va del capítulo 1 al 11, narra cómo Dios creó todo lo que existe, incluyendo la raza humana (Sal 33.6, 9; 148.5–6; Heb 11.3). Aquí se encuentran las historias de Adán y Eva, de Caín y Abel, de Noé y el diluvio, y de la torre de Babel. La primera parte del libro termina con una lista de los descendientes de Sem, hijo de Noé (11.10–26), y con una lista de los descendientes de Tera, padre de Abram (11.27–32). La segunda parte, que va del capítulo 12 al 50, narra la historia de los patriarcas hebreos: Abraham, Isaac, Jacob y sus doce hijos, los cuales dieron origen a las doce tribus de Israel. En sus últimos capítulos el libro narra la historia de José, que fue uno de los hijos de Jacob y que hizo que su padre, sus hermanos y sus familias fueran a vivir en Egipto. Termina el libro con la muerte de José en Egipto. 2. AUTOR Y FECHA Véase «Introducción al Pentateuco» 3. MENSAJE 3.1. Dios es el creador y Señor del Universo El Dios del pueblo de Israel creó todo lo que existe y es él quien manda en este mundo. Dios tiene un plan para la humanidad y escoge al pueblo de Israel como su instrumento para cumplir su voluntad. Dios puede incluso usar los errores y pecados humanos para llevar adelante su plan (40.4–8; 50.20). 36 3.2. Dios y la humanidad Dios creó a los seres humanos «a su imagen» (1.27). Es decir, que el ser humano puede tener una relación personal con Dios, como la que existe entre padres e hijos. Dios le dio a los seres humanos poder sobre todas las otras criaturas (1.28; Sal 8.5–8). El ser humano fue creado libre, pero, al desobedecer a Dios, sufre las consecuencias de su pecado (cap. 3; 11.1–9). 3.3. El pacto Dios ama y quiere cuidar no solamente al pueblo de Israel, sino también a todo el género humano. Después de que el diluvio acabó con toda la humanidad, excepción hecha de Noé y su familia, Dios hizo un pacto, un acuerdo con Noé y con toda la humanidad, en el que prometió que jamás volvería a mandar un diluvio sobre la tierra (9.8–17). En ese pacto entre Dios y su pueblo escogido, Dios promete bendecirlos y guiarlos, y espera que su pueblo le sea obediente. Primero, él hace un pacto con Abram (15.18– 21; 17.1–8), después, con Isaac (17.21; 26.2–5) y más tarde, con Jacob (28.13–15). Una promesa muy importante de ese pacto es que Dios daría a su pueblo una tierra que para siempre sería de ellos. Tal es la promesa de Dios a Abraham (12.7; 13.14–17; 15.18–21; 17.8), a Isaac (26.2–9) y a Jacob(28.13–15; 35.12). El libro termina recordando a los hebreos que ellos volverían a la Tierra prometida. 4. ESQUEMA DE CONTENIDO Principio 1.1—11.32 1. Creación del universo y de la raza humana 1.1—2.25 2. Comienzo del pecado y del sufrimiento 3.1–24 3. Desde Adán hasta Noé 4.1—5.32 4. Noé y el diluvio 6.1—10.32 5. La torre de Babel 11.1–9 6. Desde Sem hasta Abraham 11.10–32 Los patriarcas hebreos 12.1—50.26 1. Abraham 12.1—25.18 2. Isaac 25.19—26.35 3. Jacob 27.1—36.43 4. José y sus hermanos 37.1—50.26 37 Capítulo 1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 La creación 1.1—2.3 En un período de seis días, Dios crea el universo y a la raza humana (1.1—2.1). En los primeros cuatro días crea el universo (v. 3–19); en el quinto día, Dios crea las aves y los seres marinos (v. 20–23); y en el sexto día, crea los animales terrestres y a la raza humana (v. 24–31). Con la excepción del segundo día (v. 6–8), el relato de cada día de la creación termina con la afirmación de que «Dios vio que lo que había hecho era bueno» (v. 4, 10, 12, 18, 21, 25, 31). En el séptimo día, Dios descansó y bendijo aquel día como un día sagrado (2.2–3). 1 † En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 † Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 † Y dijo Dios: Sea la luz;a y fue la luz. 4 † Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 † Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 6 † Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 † E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos.b Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 † Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 14 † Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 38 17 † Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 † Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 † Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 † Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 26 † Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,c conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 † Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.d 28 Y los bendijo Dios,e y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 † Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 † Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. 39 Capítulo 2 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 † Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.a 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó,b porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. El hombre en el huerto de Edén 2.4–25 En este relato de la creación, Dios forma al primer hombre (v. 7), planta un jardín y pone al hombre allí para que lo cuide (v. 8–17); sólo más adelante Dios forma a la primera mujer (v. 21–25). 4 † Éstos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. 7 † Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.c 8 † Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 9 † Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vidad en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. 11 † El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; 12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. 13 † El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. 14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el éufrates. 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 † Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 40 17 † mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18 † Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 † Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre. 20 † Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 † Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre,hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 † Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 † Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.e 25 † Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. 41 Capítulo 3 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Desobediencia del hombre 3.1–24 Este pasaje muestra cómo el pecado entró en el mundo (Ro 5.12). También enseña que el ser humano es responsable por sus acciones y sufre las consecuencias cuando desobedece el mandamiento de Dios (Gl 6.7–8). No puede culpar a los demás, ni al mismo diablo. 1 † Pero la serpientea era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 † pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 † Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 † sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 † Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 † Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 † Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 † Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 † Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,b y comí. 14 † Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 † Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; 42 ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 † A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 † Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá,c y comerás plantas del campo. 19 † Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20 † Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 † Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22 † Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida,d y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24 † Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. 43 Capítulo 4 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 Caín y Abel 4.1–16 Después del primer pecado (3.6), en seguida surgen otros pecados: la envidia, el odio y el asesinato. La muerte comienza a dominar a la humanidad (Ro 5.12). 1 † Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. 2 † Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 † Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;a 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7 † Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8 † Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.b 9 † Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10 † Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 † Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. 44 16 † Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. 4.17–24 Esta lista de descendientes de Caín incluye siete generaciones. Caín y sus descendientes son considerados los fundadores de la primera «cultura»: edificó una ciudad (v. 17); fue el antepasado de los que crían ganado (v. 20); fue el antepasado de todos los músicos (v. 21); también fue herrero (v. 22). Todo eso es parte de la bendición de Dios registrada en Gn 1.28. 17 † Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 23 † Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe. 24 † Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será. 25 † Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. 26 † Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová. 45 Capítulo 5 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 3031 32 Los descendientes de Adán (1.1–4) 5.1–32 Esta lista de los descendientes de Adán incluye diez generaciones y abarca desde Adán hasta Noé. La persona de más edad entre los hombres citados es Matusalén (v. 25–27), el cual vivió 969 años; el más joven es Enoc (v. 21–24), que tenía 365 años cuando Dios se lo llevó. 1 † Éste es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2 † Varón y hembra los creó;a y los bendijo,b y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. 3 † Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 5 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. 6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió. 9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió. 12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió. 15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió. 18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19 Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos 46 e hijas. 20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió. 21 † Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22 † Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 24 † Caminó, pues, Enoc con Dios,c y desapareció, porque le llevó Dios. 25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió. 28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 29 † y llamó su nombre Noé, diciendo: éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. 30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió. 32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet. 47 Capítulo 6 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 La maldad de los hombres 6.1–8 Aquí comienza un nuevo capítulo en la historia de la humanidad, la cual llega a tal grado de maldad que Dios decide acabar no sólo con todos los seres humanos sino, también, con todos los animales y las aves. únicamente Noé y su familia se salvan. 1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2 † que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 † Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. 4 † Había gigantes en la tierra en aquellos días,a y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. 5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Pacto con Dios Con Noé: Gn 6.18; 9.9-17 Com Abraham, Isaac y Jacob: Gn 15.18–19; 17.1-14, 21; Ex 2.24; 6.2-5; 2 Re 13.23; Gl 3.17 Con Finees: Nm 25.12–13 Con David: 2 Cr 13.5; 21.7 Con (el pueblo de) Israel: Ex 19.1–8; 24.1-8; 34.10-28; Dt 4.23–24; 7.1-11; 1 Cr 16.12–18; Hch 3.25; Ro 9.4; 2 Co 3.14; Gl 3.17; Ef 2.12; Heb 9.1, 18, 20 El nuevo pacto: Jer 31.31–34; Mt 26.28; Mc 14.24; Lc 22.20; 1 Co 11.25; 2 Co 3.6; Heb 7.22; 8.6-13; 9.15; 10.16,29; 12.24; 13.20 6 † Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.b 48 Noé construye el arca 6.9—7.24 La historia del arca de Noé y del diluvio, la cual termina en Gn 9.29, demuestra cómo Dios lidia con la humanidad que no quiere saber nada de él (Mt 24.37–39; Lc 17.26–27; 2 P 2.5). También demuestra el amor de Dios, pues Noé y su familia se salvaron (Heb 11.7; 1 P 3.20). 9 † Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo,c era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. 10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. 11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 † Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. 15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. 16 † Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. 17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 18 † Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. 21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. 22 Y lo hizo así Noé;d hizo conforme a todo lo que Dios le mandó. 49 Capítulo 7 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 El diluvio 1 † Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. 2 † De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. 3 También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra. 4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice. 5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová. 6 Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra. 7
RAFAELA SOUZA
Jhonatan Barragán García
Marlene González
Compartir