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EPISTEMOLOGIA_Y_SOCIEDAD

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EPISTEMOLOGIA Y SOCIEDAD 
Acerca del debate contemporaneo 
1 Roberto Follari 
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2000 - Homo Sapiens Ediciones 
tNDICE 
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.INTRODUCCI6N 7 
CAPiTULO 1: La ciencia como «real maravilloso» 11 
CAPiTULO 2 : Sobre el objeto y el surgimiento de las ciencias 
sociales .. 17 
CAPiTULO 3: Alan Sokal. La insuficiencia de pruebas................... 25 
CAPiTULO 4: Sobre la desfundamentaci6n epistemol6gica con-
ternporanea  37 
CAPiTULO 5: Proceso de objetivaci6n y constituci6n social de 
la  mirada  79 
CAPiTULO 6: La verdad de otro modo cuestionada: el problema 
del progreso cientifico de T. Kuhn a L. Laudan..........  87 
CAPiTULO 7: Sobre la inexistencia de paradigmas en las Ciencias 
Sociales  III 
Sarmiento 646 (2000) Rosario ­ Santa  Fe  ­Argentina 
Telefax:  54 341 4243399 ­ Email: h_sapiens@elsitio.net 
Queda hecho  eI deposito que establece la Ley N°  11.723 
ISBN:  950­808­286­0 
Prohibida su reproduccion total 0  parcial 
Diseno de  tapa:  Valeria Gorrin 
Esta  tirada  se tennin6 de imprimir en setiembre del  afio 2000 
en  Imprenta  Lux, Hipolito  Irigoyen 2463,  Santa  Fe, Argentina 
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esta critica. Lo "poscolonial" de manera lenta se va afincando en algunos 
espacios del aparato universitario latinoamericano, y por ello entendemos 
necesario el debate. Este texto se publico originalmente en un cuademillo 
por el CIPOST de la Univ. Central de Venezuela (Caracas) en 1998. 
El quinto trabajo es una reflexion acerca de las condiciones sociales y 
su relacion con el conocimiento en la actualidad, a partir de cierta apelacion a 
ladialectica,Estapresentecomo fonda latematizacionde Alfred Sohn-Rethel, 
autor injustamente desconocido en laArgentina (ya fallecido), probablemente 
por haber pertenecido a la tradicion del pensamiento marxista. Es un trabajo 
que fuera publicado en la revista DiosaEpisteme, de Rosario. 
Son ineditos los dos ultimos articulos. E1primero intenta discutir la 
cuestion del progreso en las ciencias, la cual fuera puesta como central a 
partir de la problematica abierta por T.Kuhn. Mostramos que en el habia 
una cierta nocion de tal progreso, muy generica pero existente (contra 10 que 
ha solido criticarsele, suponiendo una total falta de respuesta de su parte al 
tema). Tambien se toma en cuenta la postura de Stegmuller, quien demostro 
la logicidad de la teoria kuhniana. Y par ultimo, se discute la idea de Laudan 
de evaluar a las teorias segun su capacidad de resolucion de problemas, y los 
aciertos tanto como las dificultades que ello suscita. 
En el trabajo final, proponemos que es erroneo referirse a la nocion de I 
"paradigma" en ciencias sociales, a pesar del amplio uso que se hace de la セi 
misma. Y planteamos una altemativa a la categorizacion que hace Kuhn 
sobre tales ciencias, las que en su discurso quedan relegadas a la inmadurez 
de 10 "pre-paradigmatico". 
Quedo en la esperanza de abrir espacio a algunos de los puntos relevan-
tes del debate epistemologico actual, y de ofrecer elementos para la necesaria 
discusion.al respecto. Ello atafie no solo a los especialistas en epistemologia, 
sino a los cientificos mismos. Y tarnbien a aquellos que viven el presente con la 
mirada atenta a los nuevos rumbos del pensamiento y la cultura. 
Roberto Follari 
Julio del olio 2000 
11\ 
CAPiTULO 1: LA CIENCIA COMO 'REAL MARAVILLOSO' 
. Nada mas exacto y objetivo que el conocimiento cientifico, segun las 
versiones aceptadas por el sentido cormin de los cientificos mismos. Nada 
mas parecido al "dibujo natural del mundo"que el mapa que ofrece la cien-
cia, segun las difundidas tesis de las epistemologias mas anticuadas y -sin 
embargo-mas conocidas, al menos en Argentina (1). La pereza del pensa-
miento y la apelacion a la intuicion sensible -10 cual son dos modos de decir 
10 mismo (2)-, se imponen masivamente para hacemos creer que el conoci-
miento cientifico es una especie de fotografia de la realidad, una copia pasi-
va de sus caracteristicas intrinsecas. Esto oculta el hecho de que la ciencia es 
una produccion, una construccion: por tanto, de ninguna manera una simple 
constatacion de algo pre-constituido. Y, a partir de alli, que en realidad -al 
decir del filosofo Heidegger-la ciencia es un fruto del platonismo. La cien-
cia seria resultado de las tendencias espiritualizantes propias del pensamien-
to occidental postulado por los griegos (tras destronar a los sofistas): de 
modo que su exactitud, su supuesta certidumbre, no serian otra cosa que la 
negacion cerrada de la falibilidad, la imposibilidad de aseguramiento, y la 
contingencialidad propias del conocimiento -y el acontecer-humanos. 
La ciencia puede asi ser advertida en 10 que tiene de "objetivacion", 
mas que de "objetividad"; es el fruto de una cierta forma de poner los objetos 
en perspectiva, de cap tar sus aspectos legaliformes y repetibles, de modo de 
hacer desaparecer de la percepcion aquello que -visto como desordenado-
queda fuera de dicho campo de estipulacion previa. 
Si hacemos caso a 10 que se abre desde una posicion como la que 
hemos brevisimamente delineado (desarrollarla irnplicaria un trabajo mas 
largo que el que cabe a esta publicacion), caerian toda una serie de supuestos 
que suelen darse por obvios, y pretendidamente "naturales": 
I.La ciencia no sefiala como son los hechos; solo el comportamiento 
ideal de leyes que en la realidad factica nunca se dan aisladas (3). Es decir: 
1 1 
la ley de la gravitacion universal se cumple, pero siempre existen resisten-
cias a la caida de los cuerpos; muy claro resulta el caso de los pianos inclina-
dos, 0 las variaciones de temperatura de hervor de los liquidos de acuerdo a 
la altitud, etc. En una palabra: las leyes cientificas nunca surgen de una 
simple lectura inmediata del comportamiento de 10 real. 
2.La ciencia no "dice 10 real", sino que 10 explica por medio de teorias. Ello 
implica que la ciencia no surge de la observacion -segtin a menudo se cree (4)-
sino que implica siempre la existencia de supuestos previos que son puestos a 
contrastacion por via de la experiencia. Este es uno de los puntos que mas 
contradicen la supuesta evidencia: como "10real no habla"(S), solo se hace 
inteligible en orden a los interrogantes conceptuales que se le formulan. 
3.En continuidad con el pun to anterior, la ciencia implica apelar a teo-
rias, y ella a provocar recortes empiricos disimiles. Dicho mas facilmente: la 
observacion no es neutral ni objetiva, se capta diferencialmente de acuerdo 
con cuales son los supuestos -explicitos 0 no- que ordenan la mirada del 
observador. De modo que solo para aquellos que convencionalmente se han 
puesto de acuerdo sobre los criterios y protocolos observacionales, cabe es-
tablecer luego bases intersubjetivamente validas para observaciones en las 
que pudieran acordar los tipos de descripcion empirica, A teorias (0 a 
"paradigmas") diferentes, corresponden recortes empiricos diferentes (mo-
dalidades disimiles de clasificacion, por ej.). 
4.Teorias diferentes implican tambien categorias de analisis disimiles en 
relacion a "los mismos"objetos del mundo (en realidad, al categorizarlos 
diferencialmente deja de ser factible tomarlos simplemente por "los mis-
mos") (6). Es decir: se plantea la cuestion de la diferencia de lenguaje entre 
teorias. Si -como toda la concepcion pragrnatica dellenguaje muestra (7)-
ellenguaje no refiere inmediatamente a 10 real, sino10 hace por mediacion de 
condiciones socioculturales especificas, cabe establecer que no existe un len-
guaje neutro interteorico que pudiera remitir directamente a 10 real para re-
solver diferencias, 0 para permitir cornunicacion fluida. Ello !leva al tema de 
la "inconmensurabilidad"entre teorias (8) 0 paradigmas, que planteara 
Kuhn: dos teorias diferentes se sostienen en supuestos diferentes, y ello 
implica -por ej.-diferencia en cuanto a que se entiende por ejemplo relevan-
te, que porprueba empirica suficiente, etc. La consecuencia es evidente: dos 
teorias no pueden resolver argumentativamente sus diferencias, ni tampoco 
empiricamente, dado que sus protocolos de validez son nolhomologables. La 
ciencia crecera -muestra Kuhn-en razon de su posibilidad de resolver pro-
blemas, no de su mayor racionalidad en funcion de algun supuesto patron 
neutro de 10 que se pudiera entender por esta (9). 
5.No existe "el" metodo cientifico, fetiche preferido de la mitologia cien-
tifica. El metodo depende del especifico objeto, y por e!lo es variable en cada 
caso. Imposible practicar con el experimentalismo en Antropologia, 0 para 
realizar el analisis clinico en Psicologia 0 Medicina. Las ciencias no com-
parten un metoda -corno machaconamente insiste el positivismo en retirada 
(10)-, sino la rigurosidad metodica (respecto de la coherencia interna, la 
postulacion de teorias publicamente expuestas, la contrastacion empiric a, el 
alcance del contenido empirico, etc.). Como bien se ha sefialado, la insisten-
cia en la cuestion del metodo suele esconder la incapacidad para advertir los 
problemas episternologicos de fondo en la construccion de la ciencia (11). 
6.Las teorias cientificas no estan comprobadas, en tanto son imposibles 
de comprobar. Ya 10 mostro sobradamente Popper (12): en tanto los casos 
nunca pueden agotarse, siempre una teoria podria hallar un futuro 
contraejemplo. Podria establecerse una teoria como falsa, pero es imposible 
demostrarla verdadera. De modo que someter las teorias a contrastacion 
empirica es sin duda necesario, pero no permite asumir como valida la teoria 
que pase positivamente la prueba. Es mas: varias teorias pueden resistir las 
mismas pruebas empiricas positivamente, ser coherentes con ellas, sin ser 
teorias equivalentes 0 coextensivas. Esto haria que hubiera "mas de una 
teoria verdadera sobre el mismo objeto" (12), y que la prueba empirica no 
funcione como supuesto "experimento crucial" definitorio, como se pensaba 
desde el Circulo de Viena (fundador del positivismo logico). 
7.La ciencia no progresa linealmente, sino por rupturas. Es decir: una 
nueva teoria habitualmente plantea corte, no continuidad con la anterior. 
Asi, la ciencia no devela gradualmente una realidad pre-dada cuyas caracte-
risticas van apareciendo cada vez mas, sino define tal realidad en cada caso 
diferencialmente segun el tipo de aproximacion teorica (13). 
8.Una teoria cientifica no se cae por un contraejemplo. Lejos de la 
imagineria experimentalista, se ha mostrado que una teoria resiste casos 
adversos, hasta tanto exista otra mejor que sea capaz de resolverlos. Ningu-
na teoria cae hasta que exista otra que la reemplace, por 10 cual una teoria se 
sostiene mientras sus contrajemplos sean escasos, y resulte heuristicamente 
util en la resolucion de problemas de investigacion (14). 
9.Los cientfficos no son grandes racionalistas dedicados a la cuestion de 
confirmar 0 refutar teorias, sino hombres ligados a la resolucion de proble-
12 13 
i 
mas concretos de investigacion, que suelen ser inconcientes de los supuestos 
teoricos de su actividad. Es esto 10 aportado por la nocion kuhniana de "pa-
radigma", y ayuda a demitificar la nocion de 10 que son los cientificos, su 
actividad y sus productos. La mayoria de  los cientificos cree haberselas di-
rectamente con  la realidad, no asume estar mediado por supuestos concep-
tuales especificos. 
10. EI cientifico ­en consonancia con 10 anterior, y en contra de posicio-
nes como  la de Popper­no es un desinteresado buscador de verdades, sino 
un sujeto socialmente condicionado que busca, en primer lugar, legitimarse 
dentro de la comunidad cientifica. EI elemento objetivo de su posicion no es 
la referencia a una realidad incontaminada, sino a una situacion social obje-
tiva dentro de un campo de relaciones de poder en el aparato institucional de 
los cientfficos, el "campo"(Bourdieu). Los cientificos no buscan abstracto 
conocimiento, sino concreto reconocimiento (15). 
II.Las posiciones que se tome en las querellas de interpretacion cientifi-
ca, estan condicionadas por ellugar relativo que se ocupa dentro del espacio 
social global, y tambien en el espacio de las jerarquias cientificas. Las tomas 
de posicion en el campo del conocimiento estan afectadas por situaciones 
contextuales ajenas a 10 cientifico mismo, de las cuales a menudo el cientifi-
co no es conciente (16). 
En fin, podriamos continuar atentando contra los prejuicios constitui-
dos sobre la ciencia. Advertir su relacion con la dorninacion y  el poder 
(Foucault, Escuela de Frankfurt), enrnarcarla en relacion a intereses especi-
ficos que condicionan su tipo  de perspectiva (Habermas), insistir en su ac-
tual creciente y peligrosa puesta al servicio de necesidades pragmaticas del 
aparato politico y economico (Lyotard). 0 adentrarnos por la ruta que mues-
tra que  los sistemas fisiconaturales tambien son productivos, y por ella no 
limitables a la explicacion causalista clasica (Prigogyne): 10 cierto es que  los 
caminos estan lejos del bostezo positivista que aun habita la mentalidad de 
un amplio campo de  los cientificos practicos. A  estos, les cabe todavia a 
pleno la frase que ­en un ambito de influencia diferente­sostenia C.Marx: 
"10 hacen, pero no 10 saben". 
1 " 
Notas 
I. Estas  posiciones  las defienden  autores  como  Mario  Bunge 0  G.Klimovski, ambos  con 
fuerte peso en nuestro pais, aun cuando muy diferente calidad en sus aportes  (el prime-
ro es autor de mas de treinta  libros intemacionalmente reconocidos, mientras  el segun-
do  tiene una  limitada obra escrita) 
2. BACHELARD, G. LajOrmaciolTdel esp/dill cienl(/ico, Siglo XXI,  Mexico, 1979 
3. OLIVE,  L.  Conocimienlo, sociedadYll?alidad(problemas del anal isis del conocimiento 
y el realismo  cientifico),  F.C.E., Mexico, 1988 
4. CHALMERS, A. QlIe es esa cosa Ilamada ciencia, Siglo XXI, Madrid, 1987, el capitulo 
sobre  "el  inductivismo  ingenuo" 
5. BOURDIEU,  P. et al.: £Ioficio de soc/d/ogo, Siglo XXI, Bs.Aires, 1975 
6. KUHN, T. La esrrucrurade las revo/uciones cienl(/icas, F.C.E., Mexico,  cap.  10, donde 
sostiene  que cientificos que  estan  en paradigmas diferentes se  ubican  en "rnundos 
diferentes";  contra esta posicion se ubico H.Putnam con su "teoria causal de  la referen-
cia", por ej. en su £1 siglT(/icadode .riglT(/icado, Cuademos de Critica,  UNAM,  Mexi-
co, 1984. Putnam  ha atenuado  su posicion  inicial  sin haberla abandonado, ver su Las 
mil caras del realismo, Paidos,  Barcelona, 1994 
7. Esta teoria va desde 10 aportado  por J.Austin  en su clasico Como hacer cosas con pa/a-
bras, (Paidos, Barcelona, 1988), a 10retomado en las conocidas obras de Umberto  Eco. 
8. KUHN,  T. La estrucrura...op.cit., cap.  10 
9. GOMEZ, R. KlIhny la racionalidadcienl(/ica. ,;'HacialilT kanlianismoposdarwiniano?, 
en  O.Nudler  et  al.: La racionalidad en aeoare. Centro Editor de  A.Latina,  tomo  I, 
Bs.Aires, 1993 
10. Esta insistencia en EL  rnetodo aparece  en  las obras  de  M.Bunge,  incluso  una  de  las 
primeras  lIeva ese nombre 
II.  P.Bourdieu et aI., op.cit. 
12. QUINE,  W. Teor/asy casas, UNAM,  Mexico,  1986; B.Magee:  Popper, Grijalbo,  Bar-
celona, 1974 
13.  Esto  es 10 que  sostiene  T.Kuhn,  a  partir  de  la  obra  citada  y  tambien ­con matices 
especificos­en  sus  trabajos  posteriores.  Su posicion  tuvo  el  importante  apoyo  de  la 
"concepcion no­enunciativa de  las  teorias"de  W.Stegmiiller, basada  en  la  16gica y  la 
teoriarnatematica  de conjuntos, 10que desminti6  la supuesta "irracionalidad"atribuida 
por  los logicistas  a la posici6n  kuhniana.  Ver W.Stegmiiller, £slrllcillra y dindmica de 
reorias, Ariel,  Barcelona, 1983 
14. Idem 
15. WOOLGAR, S. Ciencia: abriendo la caja negra, Anthropos, Madrid, 1994. Este autor-
junto  a Latour­ ha abierto una decisiva  veta de analisis  concreto de 10 que  los cientifi-
cos realmente hacen  (no 10 que  "creen  hacer"),  aiin casi desconocida en Argentina,  a 
pesar de que  ya cuenta con mas de una decada de vigencia. 
15 
16. BARNES,B. Kuhn y las ciencias soc/ales, F.C.E., Mexico, 1986; C.Prego, Las bares CAPiTULO 2: SOBRE EL OBJETO Y EL SURGIMIENTO DE LAS 
socia/es del conocimien/o cien/flico (Ia revolucion cognitiva en sociologia de fa cien- CIENCIAS SOCIALES  
cia),  Centro Editor de A.Latina, Bs.Aires, 1992  
Las ciencias hoy existentes pueden en primera instancia ser clasifica-
das en formales y facticas.  Las primeras son solo  la logica y 1amaternatica, 
que no remiten a ningiin objeto directo de la realidad, sino a los mecanismos 
formales conque las comprendemos. Todas  las demas son "facticas", es de-
cir, relativas a hechos; por tanto,  las teorias que en ellas existen tienen como 
referencia aspectos de la realidad, que ellas buscan interpretar y explicar. 
Dentro de las ciencias facticas, se distinguen por una parte  las fisico-
naturales (p.ej., fisica, biologia, quimica, astronomia, geologia, etc.), y  las 
sociales (historia, sociologia, economia, antropologia, etc.). Estas ultimas, 
en otra epoca eran denominadas "ciencias humanas", y aun "ciencias del 
espiritu", 10 que marca  la menta1idad de los periodos respectivos (comienzos 
de este siglo y fines del XIX). 
El surgimiento de las ciencias con las caracteristicas que hoy Ie cono-
cemos (de aplicacion del calculo matematico y la medicion a la observacion, 
el experimento y el tratamiento de los datos), se dio desde hace ya tres siglos, 
con la denominada revolucion copemicana. A partir de Galileo, la astrono-
mia y la fisica se independizan de la filosofia, en la medida en que la presun-
cion teorica de que la Tierra no es el centro del Universo resultaba confirma-
da por observaciones telescopicas. Esto colaboro para que la razon humana 
fuera de alli  en mas  el criterio orientativo basico para  la ciencia, e  incluso 
tambien para  la etica,  la filosofia y la legitimacion de los gobiemos, abrien-
do paso a 10 que se ha llamado "modernidad". Consiguientemente, la Iglesia 
perdia hegemonia en el manejo directo  del poder politico e ideologico, 10 
cualle hizo rechazar muchos de los iniciales hallazgos de la ciencia. 
Las ciencias primeras fueron  del orden fisico­natural: quimica (por 
mucho tiempo no distinguida de la alquimia), biologia (ligada a medic ina), 
fisica. Esta ultima se convirtio con el tiempo en la ciencia/tipo 0 ejemplar, a 
traves de la teoria de Newton, que establecio y explico  la gravitacion univer-
1716 
sal (es decir, la atraccion de los cuerpos segun su masa). Esta disciplina 
ofrecio el modelo de explicacion causal-detenninistico, ligado a la existencia 
de leyes sobre hechos repetibles: siempre que se dan las mismas condiciones, 
se produciran los misrnos resultados. De tal modo -al menos en las artificia-
les condiciones de un experimento, donde todo esta controladc--se puede 
prever el comportamiento de los fenomenos a partir de conocer estrictamente 
su previa situacion, 
Estas ciencias se fueron consolidando, de modo que cuando surgieron 
las sociales, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, ya tenian una fuerte 
aceptacion y tradicion conforrnada. Ello implicaba mucha presion para que 
las ciencias sociales siguieran el modelo de las fisico-naturales (explicacion 
causal-deterrninistica), y es esta una de las razones de la supuesta superiori-
dad que a estas ultimas se ha solido atribuir, y de la pretension -muchas 
veces presente, aun hoy- de que las ciencias sociales copien a las fisico-
naturales como "modelo" a seguir. 
Uno de los supuestos difundidos es que las ciencias fisico-naturales 
serian "exactas". En rigor de verdad, ninguna medicion puede ser absoluta-
mente exacta, porque siempre podrian aparecer instrumentos mas precisos que 
los actuales: 10 unico que se conoce con exactitud es la magnitud del error que 
la medicion podria incluir. Otra idea es la de que las ciencias fisico-naturales 
serian totalmente "objetivas", porque en ellas los distintos cientificos suelen 
estar de acuerdo en las interpretaciones: T.Kuhn -un historiador de la ciencia 
riguroso-demostro que en ciencias fisico-naturales se usan supuestos.disimiles, 
y que hay puntos de vista teoricos definidos, solo que no se advierten porque 
suelen ser sucesivos y no simultaneos (el los llamo "paradigmas"); es decir, 
existen interpretaciones altemativas de los mismos hechos. Tambien hay quien 
cree que las ciencias fisico-naturales son totalrnente "comprobadas", contras-
tadas con las sociales que no 10 serian. Ya en 1930, Popper demostro que la 
probanza en ciencia nunca puede ser total: siempre puede haber un nuevo data 
que rectifique 0 refute las teorias anteriores, de modo que a 10 sumo podemos 
lIegar a confirmaciones parciales, a veces de corte probabilistico. 
Decimos todo 10 anterior para que se advierta que si las ciencias so-
ciales no son exactas, si hay en ellas puntos de vista teoricos diversos, 0 si no 
estan taxativamente comprobadas, todo esto afecta tambien a las ciencias 
fisico-naturales. En todo caso, la diferencia es solo cuestion de grado, en 
tanto estas ultimas refieren mayoritariamente a hechos repetibles, y tienen 
un mas largo desarrollo historico. Pero no existe la supuesta clara oposicion 
entre ciencias "objetivas" y otras que no 10fueran. 
Por cierto, 10 antedicho no impide advertir la dificultad atinente a las 
ciencias sociales, en cuanto el objeto de analisis es el mismo que el sujeto 
que analiza: ella hace que los obstaculos para lograr una distancia objetivante 
sean mayores. Pero no deja de haber un margen de este problema en las 
ciencias fisico-naturales: casos recientes como la clonacion 0 el virus del 
SIDA tienen tantas consecuencias eticas, que alli tambien los temas valorativos 
humanos pueden influir en las decisiones teoricas del investigador. En todo 
caso, hay que advertir que si a nivel de objeto unas ciencias son "naturales"y 
otras "sociales", a nivel de construccion todas las ciencias son sociales. Es 
decir: todas las ciencias son una construccion social, un producto de la ac-
cion social. Este ultimo aspecto suele ser poco advertido por quienes hacen 
ciencias fisico-naturales, que creen "ver" directamente la realidad sin adver-
tir los parametres de interpretacion (y aun de percepcion) socialmente ad-
quiridos que los condicionan. Los temas de investigacion, los mecanismos 
de financiamiento, la posibilidad de utilizar los resultados de las indagacio-
nes, todo ella muestra como la ciencia es un hacer social, fuertemente ligado 
a las condiciones del poder politico, su atencion a la ciencia, la posibilidad 
de libertad de opinion existente, etc. Y solo por via de las ciencias sociales es 
dable estudiar las condiciones en las cuales se producen, difunden y aplican 
las ciencias (todas, incluso ellas mismas). 
Existe otra caracteristica importante de las ciencias sociales: su capa-
cidad de influir en los comportamientos de los actores sociales. No es solo 
que "se apliquen" luego de terrninadas las investigaciones, 10 cual sucede 
igualmente en las fisico-naturales; sino que el hecho mismo de entrevistar a 
alguien 0 de hacerie una encuesta puede modificar su situacion y accion 
frente al fenomeno estudiado. La ciencia social causa por si misma detenni-
nados comportamientos, y puede precipitar actitudes 0 valoraciones. 
La tradicion filosofica 
A comienzos del siglo XIX vivio en Alemania uno de los filosofos 
mas influyentes de la modemidad, George Hegel. Su dialectica idealista pro-
ponia que el mundo era primariamenteracionalidad, que luego se 
"extemaba"como realidad material. El propuso una "filosofia de la histo-
ria", anterior a la ciencia social: interpretaba la historia de la Humanidad 
como una serie de pasos racionales que habian sucedido necesariamente, que 
se habian dado de acuerdo a un cierto ordenamiento logico que llevaba a que 
18 10 
cada vezv-a medida del decurso de la Historia-se lograra grados mayores de 
autoconciencia y de sintesis ordenada de la sociedad, 
De alii surgio luego la teoria de Marx, quien decidio "invertir"a Hegel, 
y proponer que era 10 materiallsociallo que estaba primero, y la conciencia 
social su consecuencia. Marx tarnbien concibio a la historia como pasos 
graduales hacia estadios mayores de libertad y racionalidad: pero incluyo en 
su analisis instrumentos de economia y construyo categorias de orden cienti-
fico-social. Por esto, algunos 10 asumen como el padre de la Sociologia, que 
fue la primer ciencia social aceptada como tal. Sin embargo, tal patemidad 
no le fue universalmente reconocida, dado que su teoria buscaba ser "ciencia 
critica", no neutral, y por tanto se planteaba conceptualizar los intereses de 
los trabajadores industriales ("proletarios") contra los de los capitalistas, 
que su teoria mostraba que vivian de la actividad de aquellos. A su vez, 
Marx no rehuia la filosofia dentro de su trabajo cientifico, como si 10 hacian 
los cientificos que querian ser aceptados como tales: en realidad hacia una 
sintesis de ciencia y filosofia, que implico la novedad de hacer a la filosofia 
jugar un papel como parte del analisis cientifico de hechos sociales. En todo 
caso, la peculiar ubicacion de Marx en el campo del conocimiento -al que el 
asumia explicitamente como parte del conflicto social-To llevaba a plantear 
una ciencia de 10 social unica, que incluia aspectos de economia, sociologia, 
teoria politica. Para el no habria "ciencias sociales"en plural, porque al divi-
dirse estas entre si, impedirian captar el funcionamiento organico de la so-
ciedad como un todo donde sus partes estan mutuamente imbricadas. 
Mas tarde, hacia 1880, apareceria -tambien en Alemania, fecunda 
siempre para la filosofia- W.Dilthey. Este pensador busco salvar la especifi-
cidad de las "ciencias del espiritu" respecto de aquellas que estudian la natu-
raleza. Advirtio que los comportamientos humanos no sedan causalmente 
determinados, ya que a un mismo estimulo, podemos responder cada uno de 
manera diferente, y aun la misma persona diferencialmente segun cada rna-
mento. No habria determinismo a partir de las causas; ello, porque 10 propio 
de 10 humano seria la conciencia, y la libertad que esta posibilita. EI hombre 
puede elegir, y por ella 10 que mueve sus actos seria los motivos concientes 
que cad a uno tiene en mente para realizarlos. Asi es que Dilthey plante6 la 
idea de "comprension'tcorno altemativa a la "explicacion" propia de las cien-
cias fisico-naturales (tal "comprension" 0 metodologia hermeneutica man-
tiene fuerte influencia hasta nuestros dias). Se trataria -entonces-no ya de 
especificar con proceso de observacion extema cuales son las leyes causales 
que dan razon de un hecho, sino de interpretar que paso por la mente del que 
10 realize, y obro como motivo conciente que 10 llevo a realizarlo. Es decir: 
habia que "ponerse en ellugar"de quien realize una accion para buscar el 
"sentido"de esta, el cual por supuesto es propio solo de ese sujeto y no de 
todos, y no resulta perceptible para un observador externo. 
Esta interesante aportacion de Dilthey no convencio a los cientificos de la 
epoca, imbuidos del espiritu positivista para el cual no era ciencia aquello que no 
se ligara a 10 experimental, y no se hiciera observable externamente. Pudo con-
fonnar a algunos psicologos y sociologos, pero desde un punto de vista masivo 
provoco mas bien una confirmacion del sentido comun segun el cual era evidente 
quepara 10 socialno sepodia usar eso que llarnaban"el metodo cientifico"(muchos 
creian entonces que habia uno solo): 10 social no podia estudiarse rigurosamente, 
porque alli aparecian cuestiones valorativas y filosoficas, cuando no incluso 
religiosas (es decir: si se planteaba el causalismo en 10 social, esto pollia en duda 
ellibre arbitrio, sostenido por las religiones mayoritarias). 
Por eso la liegada de Emilio Durkheim, alrededor de 1900 en Francia, 
significa de manera mas indiscutida la aceptacion de 10 social como objeto 
de ciencia. No es por ella "rnejor"su obra que la de Dilthey 0 la de Marx, 
probablemente sea menos extensa y detallada que la de este ultimo; pero si es 
la que convencio mayoritariamente a las comunidades cientificas de la epoca 
que la Sociologia podia ser ciencia (y -a partir de alli- podrian serlo luego 
las demas disciplinas sociales, como Ciencia Politica, Antropologia, etc.) 
En "Las reglas del metodo sociologico" determine Durkheim su pro-
grama: "hay que tratar a los hechos sociales como cosas". Es decir, 
objetivarlos, abandonar ideas como la de libertad del individuo para ver las 
leyes empiricas de funcionamiento, a partir de una rigurosa referencia a los 
datos. Asi fue que advirtio "regularidades" cuando, en vez de tomar la con-
ducta individual como objeto, asumio los datos estadisticos relativos a con-
juntos sociales (clases, grupos, instituciones). Alli se advierte la diferencia 
en acceso a la escuela segun clase social, 0 como el suicidio era una posibi-
lidad diferente segun el sector social a que se perteneciera. Durkheim -un 
conservador-, escandalizo a los convencionalismos de su epoca diciendo 
que los hombres sufrian "coaccion"; es decir, que 10 que ellos creian un acto 
libre, era el fruto del condicionamiento social. Pensamos y hacemos segun 
corresponde al estamento social a que pertenecemos. Esta idea resulto cen-
tral para que la ciencia social fuera factible, y establece la posibilidad de 
estudiar causas que resulten ajenas a la percepcion del sujeto que acnia. EI 
investigador puede asi advertir la existencia de influencias que son descono-
cidaspor quienes las padecen. 
20 21 
Esta version -aparentemente menos respetuosa de la especificidad de 
10 social que la de Dilthey- fue la que promovio los estudios sociales al 
rango de cientificos. Es que en realidad, se alejaba mas del "sentido comun" 
que la del autor aleman, y tambien de la filosofia especulativa que habia ocupa-
do el analisis de los objetos que desde entonces empezarian a ser diseccionados 
por las ciencias sociales. Ademas, Durkheim resulto cuidadoso en su aproxima-
cion: completaba diciendo que "hay que tratar a los hechos sociales como cosas 
sociales". Tratarlos objetivamente, como a todas las demas cosas: perc sin olvi-
dar que 10 social es un objeto especifico, diferente de los de la naturaleza. 
Durkheim demostraba que tras "el actor social"(quien actua), hay una 
estructura objetiva (clase, estamento, Estado, institucion, etc.) que explica 
como y por que acnia. El pone el enfasis en la estructura, y no tanto en la 
accion individual. Hasta nuestros dfas, los estudios sociales se dividen entre 
los que enfatizan la estructura (y por ello los factores causales no conocidos 
por el individuo), y los que privilegian la accion (y por ello los motivos concientes 
que mueven al acto del sujeto). Los primeros suelen ocuparse mas de las cues-
tiones globales de la sociedad, los segundos explican basicamente las acciones 
de cada uno de los sujetos (y no la sociedad como un todo). 
En la primera de estas tendencias, un movimiento decisivo fue el del 
estructuralismo frances de los afios sesentas y setentas de nuestro siglo. To-
maron su modelo de la lingiiistica, que paso a ser desde entonces una ciencia 
central. Autores como Levi-Strauss (en Antropologia social) y Roland Barthes 
(en teoria del texto), interpretaban al sujeto humane como conforrrIado total-
mente desde fuera, por el lenguaje 0 por el inconciente. Esto hacia que el 
sujeto humane simplemente fuera un "portador" de condiciones para el mis-
modesconocidas. Esta teoria -de compleja explicacion que no desarrollare-
mos aqui- llevo a pensar en la "muerte del sujeto", en tanto mostro una 
ruptura rotunda entre 10 que cada hombre cree que hace libremente, y las 
condiciones objetivas de su atadura a causas ignoradas (pertenecientes al 
plano de la sociedad y la cultura, al universo de los simbolos), 
La ideologia en la cieneia 
La ciencia social se produjo en ruptura con el sentido cormin y la 
filosofia: por ello, tambien en diferenciacion/separacion de la ideologia. Y 
esto sin duda resulto util en su momento: la ciencia no esta en simple conti-
nuidad con las ideas de quienes la hacen, y hay enorme distancia entre un 
trabajo de investigacion y un manifiesto ideologico. 
?? 
Pero asumido 10 anterior, es tambien una ilusion creerque se puede deste-
rrar la ideologia de las ciencias sociales en terminos totales. Inevitablemente, las 
teorias cientificas, que deben asumir condiciones de rigurosidad, coherencia in-
tema, contenido empirico, etc., a la vez resultan una interpretacion de 10 social. 
Y la interpretacion no puede dejar de tener algun viso de valoracion; aun la 
aparente no-valoracion, la supuesta neutralidad, es valorativa, dado que valora a 
laneutralidad por sobre la toma de partido (a la vez que suele favorecer objetiva-
mente a 10 que esta ya establecido, contra los partidarios del cambio). 
Como no hay ideologia que penetre mas que aquella que no se presenta 
como tal (aquella en cuyo nombre se afirma que "las cosas son asi", y nos 
convence de que "habla objetivamente'), es uti1que los presupuestos ideologi-
cos que incluyen las teorias en ciencias sociales esten explicitados. Esto rara 
vez se da (solo las teorias criticas sue len hacerlo, caso marxismo), perc en 
todo caso quienes practican ciencias sociales deben saber decodificar tales 
presupuestos en los desarrollos teoricos 0 empiricos que les sean presentados. 
Este aspecto ideologico ha estado presente en la determinacion de los 
objetos de las disciplinas cientifico-sociales. Caso paradigrnatico, el de la 
Antropologia: ligado al proceso de colonizacion a comienzos de siglo, le 
sirvio de acompafiamiento y justificacion, al proponer a las culturas supues-
tamente "primitivas'tcomo objeto de una ciencia especial. Sociedad, solo 10 
seria la occidental (por eso seria estudiada por la Sociologla). En cambio 
estas "comunidades" sin memoria historica ni escritura, sedan confinadas a 
una disciplina diferenciada, que de antemano las ponia en consideracion de 
inferioridad constitutiva en relacion a la cultura hegemonica. 
Otro caso sintomatico es la Historia: siendo parte decisiva de los rela-
tos de constitucion de las identidades nacionales (a traves de la presentacion 
de "heroes'ty situaciones fundacionales de la Nacion) aparecia como 
indiscutida e indiscutible. La apreciacion -dada con el tiempo-de los presu-
puestos ideologicos que conlleva (caben interpretaciones altemativas de los 
mismos hechos documentados), ha ido mostrando la enormidad de dificulta-
des que hacen a la disciplina: la imposibilidad de "objetividad" pura, los 
disimiles criterios para establecer los periodos, la imposibilidad de recons-
truir desde el hoy el clima cultural de la epoca que se pretende explicar, etc. 
La Historia muestra palmariamente como la ciencia no es una simple 
"copia"de la realidad, sino un recorte selectivo de esta: seria imposible ha-
blar de todos los hechos que acaecen cada dia en el mundo, de modo que 10 
que la disciplina recopila es una seleccion minima, que da por sentado que es 
10 que vale la pena rescatar de la vasta multiplicidad de los acontecimientos. 
1.1 
La economia es un caso sumamente interesante: algunos creen C)nge-
nuamente?) que es casi una ciencia exacta, con leyes inmanentes. Pero los 
clasicos hablaban acertadamente de "economia politica": en realidad, las 
leyes economicas rigen mientras rija el sistema econornico en que tienen 
lugar. En el feudalismo, ni siquiera existia el dinero, de modo que por su-
puesto tampoco existian los problemas financieros, la inflacion 0 la medida 
del salario y su relacion con los precios. Haber "recortado"el objeto de la 
economia de sus bases sociales de existencia, es una operacion propiamente 
ideologica, que lleva a muchos economistas a recitar el credo actualmente 
hegemonico creyendo que hablan en nombre de alguna ley casi natural, con 
total desconocimiento de las limitaciones contextuales de sus afirmaciones. 
Con la ciencia politica ocurre algo similar: si se la piensa al margen de 
las condiciones socioeconornicas, puede llegar a creerse que el poder en su 
totalidad pasa por las instituciones del Estado, 0 del regimen parlamentario 
hoy casi universalizado a nivel mundial. Pero es por dernas sabido que gran 
parte del poder (como Marx enfatizaba) circula por los grandes dueiios de la 
economia, al margen del manejo formal de las estructuras del aparato politi-
co. Si no se aprecia a la sociedad en su conjunto, la politica podria plantear 
un recorte artificioso -por incompleto-de su objeto. 
Tal como podemos advertir, nada menos "natural"que la determina-
cion de los objetos de la ciencia. Estos obedecen a recortes que pudieron 
haber sido planteados de otra manera, y que contimian cada vez teniendo 
nuevas aperturas, mientras aun se siguen discutiendo las anteriores. 
Y esto, aun en el supuestamente natural mundo de las ciencias natura-
les, tambien ellas siempre socialmente construidas. 
CAPiTULO 3: ALAN SOKAL. LA INSUFICIENCIA DE PRUEBAS 
Bastante se viene diciendo sobre el conocido "affaire Sokal": sobre 
todo se asiste a la celebracion de una especie de revancha de parte de aque-
110s acadernicos ligados al positivismo y sus secuelas que -superados por el 
decurso historicocultural y la creciente invalidacion de epistemologias 
aprioristicas-, se creen llamados por fin a una ocasion de salir de su crecien-
te irrelevancia conceptual. 
La razon principal de tal apreciacion es la notoria incapacidad de los 
epigonos de Sokal para advertir como aparecen en el mismo, algunas de las 
inconsistencias que encuentra en sus adversarios. Esa unilalera/idadde par-
te del subitamente celebre profesor neoyorquino, pasa desapercibida a aque-
110s que estan dispuestos a celebrarlo sin matices, dada su implicita inten-
cion de renovar sus prejuicios ya sea respecto de las ciencias sociales, la 
posmodemidad, el relativismo epistemologico, 0 todos ellos a la vez. 
Comencemos por sefialar que bay que tamar a Sakal en serio. Su 
procedimiento del envio a la revista Social Text de un texto plagado de 
sinsentidos y errores de interpretacion en la aplicacion de ciencias fisico-
naturales a problemas sociales, a traves de un discurso habilmente compues-
to y que incluia solo citas autenticas, en ningun caso puede ser respondido 
con displicencia, suponiendo que "nada ha pasado", 0 que "no se ha demos-
trado algo importante". Solo quien pretendiera negar la evidencia podria 
ignorar que Sokal dejo al descubierto que realmente puede proponerse afir-
maciones absurdas en ciertas revistas ligadas al posestructuralismo, y a la 
vez ser publicado con decision favorable del Cornite Editorial. 
Eso no es poco. Si bien nada testifica sobre la validez de la posible 
generalizacion del procedimiento (en rigor, solo se ha demostrado que en esa 
revista puede publicarse tal clase de imposturas), el trabajo de Sokal (1) a 
traves de citas de diversos autores, muestra convincentemente que tal tipo de 
uso de conceptos de ciencias fisico-naturales sin el debido rigor, se realiza a 
24 25 
"'-" 
45 GELLNER, E. Posmodernismo, razonyreligion, Paidos, Barcelona, 1992, p. 37. 
46 Ibid., p.57. 
47 FOLLARJ, R. Modernidady posmodermdad: una oplica desde AmericaLatina. Aique/ 
Rei/IDEAS, Bs.Aires, 1990. 
48 BISTUE, N. y YARZA, M.C. Derivaposmoderna: esrancamienroy puaro de injlexiOn, 
mecanogr., informe a CIUNC del proyecto "Posmodernidad, crisis y recomposicion poli-
tica", bajo direccion de R.Follari, Mendoza,1994. 
49 Esto se plantea en textos que se relacionan con este trabajo como parte de la misma 
investigacion, particularmente BISTUE, N.: DerroterofilosOfico contemporaneo, apro-
POSI'tO de lo.r retornos, Mendoza, 1997. 
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CAPiTULO s: PROCESO DE OBJETIVACI6N Y CONSTITUCI6N 
SOCIAL DE LA MIRADA 
Hoy es casi un lugar comun: la expltcacion causal-objetiva no aparece 
suficiente ni siquiera en ciencias fisico-naturales. No alcanza para dar razon de 
unaserie defenomenos:desde losdesplazamientosde los kuarks, hasta elcom-
portamiento de las particu1as bajo observacion, Desde el punto de inicio del 
universo, hasta las estructuras disipativas que ha hecho celebres Prigogyne (l) . 
Algunos autores buscan disminuir el impacto: asi Piaget insistia en la 
preeminencia de la equilibracion, en la tendencia de las estructuras (para el 
universalmente presentes en los disimiles objetos de las ciencias) a superar 
tensiones y antagonismos eventuales. Cualquier desequilibrio seria fmalmente 
abolido, y se regresaria a 1a feliz solucion de la equilibracion generalizada 
(2). Todo 10que se desvanece en el aire, finalmente se advertiria solido. 
Hay quienes han sostenido que 10supuestamente mornentaneo adscripto 
a tales desequilibrios responde mas bien a la apreciacion diferencial que de 
ellos puede realizarse en diversos momentos y condiciones historico-socia, 
les. La tendencia a percibir preferencialmente el orden que el des orden 0 
viceversa, responderia a condiciones socioculturales, las cuales obedecerlan 
a una logica pendular. De tal manera, habria epocas predominantemente 
perceptoras de las regulaciones y la sistematicidad; otras --en cambio-don-
de se captaria privilegiadamente la disrupcion y 10no repetible (3). 
Sin duda que esta ultima concepcion representa un considerable avan-
ce,en tanto desplaza el problema desde el objeto a la constitucion sociohistorica 
(en el campo de la significacion) del ウuェセエッ de 」ッョッ」セュゥ・ョエッZ no セ・ trata ya 
tanto de que exista naturalmente en el objeto 10sornetido a regulandades y 10 
que no, que predomine 10 equilibrante 0 10 tensionado; mas bien es que la 
predisposicion de la subjetividad lleva a advertir mas una cosa que la otra, 
'70 
segun las condiciones de la epoca, las conformaciones culturales, las tend en-
cias que surgen del (relativo) ordenamiento que se imponga en 10social. 
Resulta mas discutible ia nocion de una historia pendular, que lleva a 
pensar siempre la «ida y vuelta» desde una preeminencia a la otra, del predo-
minio del ordenamiento al del desorden, y 10 contrario. Ello conlleva el 
valorable abandono de la ingenua noci6n de la historia como desarrollo as-
cendente, lineal y gradual; pero implica una cierta noci6n de persistencia 
perenne de «10 mismo» que no nos parece compartible. La historia no se 
repite, al menos que se la quiera pensar esqueleticamente, como dibujando 
ciertas coordenadas 16gico-trascendentales que campearan por debajo de las 
diferencialidades facticas. La historia no se detiene ni retoma; que no «avan-
ce» en progreso esta lejos de significar que no lleve cada vez a situaciones 
ineditas, nuevas. En ese sentido, el planteo de Balandier nos parece una 
aproximaci6n insuficiente, aun cuando nos hacemos cargo de que podria ima-
ginarse algun «cruce» entre repetici6n pendular y diferenciaci6n sociocultural 
hist6ricamente dada: evidentemente, es esto 10sugerido desde el pensamiento 
estructuralista (4). Pero creemos que es la historia efectiva la que define los 
horizontes de visibilidad y comprensibilidad de cada momenta hist6rico. 
Es una gran revoluci6n epistemica considerar como propios de los 
cambios de la subjetividad los que concomitantemente se han ido adscribien-
do a los objetos de conocimiento. Al respecto, el pensamiento contempora-
neo ha dado varias aproximaciones utiles, 
Si bien en algunos aspectos las nociones habermasianas nos parecen 
poco adecuadas para pensar la epoca (5), sin duda que es fecundo apelar a la 
noci6n cuasi-trascendental de interes tal cool ella plantea. Aquello que pueda 
ser observado no esta dado a priori como condici6n ofrecida por el objeto, sino 
depende de cual interes nos lleva a la posicion epistemica, Si este es tecnico, 
una sera la visualizaci6n que hagamos del objeto; si el interes es practice, la 
observaci6n sera de otro orden. Las ciencias fisico-naturales por su lado, y las 
sociales por el suyo, construyen como «a priori» no explicito las condiciones 
de posibilidad de su objeto a partir de que busqueda define a este. Busqueda 
que por S1 no es episternicamente transparente ni autoconciente, que resulta el 
silencioso «ex-ante» de cualquier proceso cognitivo sistematico. 
En esta misma linea (y finalmente emparentado con Habermas por la 
cormin influencia de la primer Escuela de Frankfurt y la dialectica), se halla 
el decisivo aporte de Sohn Rethel por el cual el materialismo es invertido en 
relaci6n a la noci6n empirista que hegemoniz6 al marxismo pol' larguisimo 
tiempo. Para el, materialismo no significa asunci6n por el sujeto de las 
caracteristicas «materiales» adscriptas al objeto; esto no se diferenciaria del 
neopositivismo, a no ser por la insistencia en la «materialidad» asignada a los 
objetos y hechos desde los que parten los datos de experiencia. Se trata de otra 
cuesti6n: de asumir la conformacion del sujeto de conocimiento desde condicio-
nessocialrnente materiales (es decir, hist6ricamente detenninadascon modalida-
des de especifico ordenamientode la fuerza de trabajo en relacion con lapropie-
dad de los medios productivos), y advertir c6mo ese sujeto depende de tales 
condiciones objetivas. Por esto, conoceriamos diferencialrnente en tanto estaria-
mos diferencialrnente constituidos a partir a su vez de diferentes ordenamientos 
segun el modo de producci6n y la propia formacion econ6micosocial. 
Una vuelta de tuerca, entonces: es cierto que las condiciones materia-
les determinan el conocimiento. Pero se hace la constataci6n no para insistir 
en un mecanicismo para el cual conocemos segun un previa y reconocible 
dibujo del mundo, sino para mostrar que el conocimiento no es reproduccion 
sino produccion, acto. Y que en el serlo la constituci6n de 10perceptible viene 
ofrecida a partir de las posibilidades surgidas de la condicion sociohist6rica de 
quese trate. En el concreto caso del capitalismo tardio; la abstracci6n se hace 
presente en virtud del intercambio mercantil abstracto que se da en la sociedad 
porvia de la mediaci6n del intercambiable universal dinero (6). 
Si es asi, aquello que se conoce esta conformado desde el modo en que 
10 sociaVobjetivo produce a los sujetos cognoscentes. En eso consiste el mate-
rialismo: en advertir que el sujeto no es ajeno al mundo ni primariamente 
epistemico, sino que estasiempre-ya asentado en condiciones socioculturales 
especificas; en modos definidos de organizacion social de la economia y el 
trabajo, de aquello que permite la reproducci6n de la existencia humana. 
Podriamos desde esta linea de razonamiento tomar una referencia de 
L.Olive, que el propone desde su perspectiva propia, diferente de la nuestra 
(7): las regularidades empiricas no se encuentran en el mundo, son siempre 
«trascendentales». Esto, porque al darse en situaciones experimentales no 
operan igualmente que en el mundo «natural», en el cual las variables se 
mezclan y las condiciones ideales y mutuamente homologables no existen. 
Las «leyes» no son espontaneamente advertibles, sino que son construidas 
en condiciones experimentales. En esta misma linea podria apelarse a la 
tradici6n epistemo16gica que inaugur6 Bachelard: el experimento es razon 
en acto, no observacion simple de 10 dado. El experimento es -por tanto-
producci6n de la investigacion misma, preconformaci6n desde la teoria. Y la 
teoria-hoy bien 10 sabemos-no es sino censtruceien, cuyos limites con los 
camposde lainterpretaci6ncotidianason necesariamenteborrosos y no discre-
80 81 
tos. Se produce teoria -entonces-desdeel «piso» de horizontes de sentido 
extrateoricos en cada caso determinados. 
Si retomamos todo 10 anterior, podemos ir concluyendo que las rela-
ciones de causalidad objetiva adscriptas a  las regularidades empiricas han 
respondido a un modo especificado de entender la funcion de observacion. 
Se trataba de desentraiiar tales regularidades por fuera del desorden en que 
10 empirico se presentaba, se trataba de advertir como subyacia a la aparien-
cia caotica, la racionalidad ordenatoria. Ala vez,  esto que se percibia de los 
objetos era adscripto «in toto» a estos como tales, y no a la modalidad selec-
tiva establecida en los protocolos de observacion. De manera que se fetichizo 
la propia mirada, los lentes del sujeto fueron negados y ocluidos, tomada su 
influencia como propiedad intrinseca de los objetos. Fue de este modo que se 
difundio la nocion de conocimiento objetivo, segun la cual la revolucion 
copernicana habria consistido exclusivamente en establecer el reinado de la 
observacion y de 10 empirico en la ciencia. Es reconociblemente cierto que se 
impuso desde entonces la contrastacion empirica como mecanismo irrenun-
ciable de  la actividad cientifica en areas «naturales»: pero no 10 es que 10 
empirico fuese una simple constatacion de 10 existente, sin presupuestos pre-
vios. Menos cierto era aun que  las teorias que se producian fueran por si un 
fruto directo de  la observacion: esto ha sido refutado desde Popper a 
Bachelard, y reafirmado a su manera por Kuhn (8).  El conocimiento de la 
ciencia no es inductivo, segun es hoy ampliamente aceptado. 
Incluso aquel «rnetaflsico tardio» que  fuera Husserl (quien todavia 
concebia a la filosofia como espacio de fundacion de las ciencias particula-
res), autor establecido aun en la nocion de sujeto fundante pero sin duda uno 
de los grandes pensadores del siglo, ha entendido a la ciencia como actividad 
de mediacion matematica, calculativa, de  la experiencia. Nada habria de 
pristina observacion primera 0 «desnuda»: 10 aportado por la revolucion de 
la ciencia moderna habria sido precisamente la posibilidad de mediar la ex-
periencia, de someterla a reglas de matematizacion. La ciencia habria mon-
tado aparejos para aproximarse a  la experiencia: de ninguna manera ella 
captaria 10 que «son las cosas» en bruto (9). 
Si vamos cerrando la idea que organiza nuestro discurso, concluiremos 
entonces que la ciencia encontraba en la experiencia 10 que buscaba en ella. 
Era respondida solo en aquello que preguntaba; no puede haber respuesta 
para aquello sobre 10 que  no existio interrogante (10). Esto llevaba a que 
fetichizara inadvertidamente su propio proceso de determinacion de la mira-
da, adscribiendo al objeto 10 que era funcion de su propia constitucion como 
espacio de construccion social de sujetos de conocimiento. Era la expectati-
vadel conocer el encontrar leyes, regularidades, e inferir de ellas causalidades. 
Porsupuesto, aparecian otros fenomenns en el proceso de obscrvacion. pero 
entanto esta es selectiva, dejaba fuera todo 10 invisibilizado en cuanto disonante 
conel esquema organizador de la observacion, Lo que no respondia a la lega-
..  lidadesperada era «resto», 10 no captable 0 carente de interes para la ciencia. 
Como se ve,  se entendio que el mundo estaba regulado en tanto era 
una necesidad de la observacion el que 10 estuviera. No es demasiado aven-
turado sefialar que  la necesidad del calculo capitalista estudiada por Max 
Weber es 10 que estaba «por detras» de todo 10 descripto: en  la practica del 
intercambio capitalista, y particularmente en el proceso de competencia en-
tre pares, el calculo racional sistematico se hace imprescindible. Sin el, no 
:1 hay pッウセセゥャゥ、。、 de ejercicio ・ ヲ ゥ 」 セ コ ?e  la ーイッセゥ。 、・」ゥウゥッセZ D.eセ。ョ・イ。 que  la 
..   erdenacion del proceso de conoclmlento se dio en relacion intrinseca con la 
dada por el proceso economicosocial, por la organizacion social de la activi-
dad economica. La ciencia surge en consonancia con el modo de produccion 
capitalista, a  los augures de la modernidad. 
De modo que se fetichizo como si estuviera inscripto en los objetos como 
Unico y natural, el orden que inadvertidamente los hombres priorizaban en elIos. 
No es extrafio: se ha solido entender el proceso de conocimiento como un estar 
«trente» a los objetos porparte de un sujeto. Si asi fuera, todo obstaculo al recto 
conocimiento dependeria de los objetos mismos, 0 estaria ubicado en un hipote-
tico espacio «entre» sujetos y objeto.  Con  tal criterio,  si observaramos con  la 
neutralidad necesaria, nada dafiaria nuestra mirada escrutadora y precisa. 
Pero esta nocion abstracta del sujeto de conocimiento, que ha sido soste­
I nida aun  hasta  nuestros  dias por el neopositivismo y sus  muy  tardios  deudos 
te6ricos (11), es por completo insostenible. El sujeto no es una «tabula» neutra e 
incontaminada, sino un constructo social en acto. Esta «puesto» desde las condi-
ciones sociales, desde la organizacion del modo de produccion, incluso (dentro 
de aquel) desde la especifica comunidad cientifica y el especifico propio lugar en 
ella. El sujeto no llega a «desviaciones» respecto de una imaginaria objetividad 
por aquelIo que se pusiera entre el y el objeto; lIeva las perspectivizaciones con-
sigo, elias son la condicion de posibilidad de su estatuto como sujeto de conoci-
miento en general, y de conocimiento cientifico en particular. 
Producida desde relaciones sociales que requerian de  la regulacion 
calculatoria,  la mirada cient'ifica se organize de modo analogo, De manera 
que si hoy estamos asistiendo a la crisis de tal modelo sobre 10cientifico (ello 
atraves de epistemologias como la de Feyerabend, 0  reviviscencias de  la 
0,", 
sociologia de la ciencia al estilo de la Escuela de Edimburgo) (12), es porque 
ahora se nos hace posible advertir aquello que la observaci6n regulatoria 
dejaba fuera. Dificilmente podamos -entonces-, entender como si fuese s610 
intrate6rico el proceso en que estamos de deconstrucci6n de las certezas 
que la ciencia modema creyo forjar. Se ha cambiado la mirada, por ello se 
advierte otras cosas. 
Hay actualmente lugar para el desorden, para el caos, para la 
contingencialidad. Se asume 10acontecimiental, en husqueda de no reducir 
los hechos a sus condiciones de repetibilidad; de destacar su diferencialidad, 
10que tienen de especifico y singular. Se intenta acabar con el peso constitu- 
tivo que 10regulatorio ha tenido en ciencias fisico­naturales, donde la nocion  
de predicci6n ha gozado de fuerte predicamento, basada en  la idea de  la  
regularidad de 10factico. Las estructuras disipativas mostrarian la imposibi- 
lidad de prever la reacci6n de acuerdo a condiciones iniciales controladas:  
serian azar en acto, ostension de un universe no predeterminado. 
En ciencias sociales desde el posestructuralismo la  lucha contra el 
Logos ha sido decidida y explicita: Foucault y Derrida ­cada uno a su ma-
nera­han compuesto salidas fuera del horizonte de teleologia que tenia mu-
chas de las explicaciones anteriores, sea en terminos de progreso 0 de diale-
ctica de la revoluci6n necesaria. En una sociedad posmodemizada donde la 
complejidad creciente se traduce en lenguajes mutuamente inconmensura-
bles y en una globalidad cada vez mas multiple y fragmentada, la ordenaci6n 
conceptual de  la totalidad aparece problernatica. A partir de esta vision de 
cortes y heterogeneidades, es que surge el  tipo  de explicacion actual, ya no 
esencialista, en cuanto se advierte a S1 misma como a­fundada y no necesa-
ria. Ahora tal explicacion no pretende recitar el predeterminado libro del ser 
ウセョッ .se asume ella misma como arbitraria, como efecto de voluntades y de: 
sigmos que pudieron ser distintos. £1 objeto se entiende como nudo como 
red, como rizoma: desaparece la linealidad causal, 0 su inevitable contrapar-
te, lao suposici6n del actor autotransparente que al conocer los  fines  de  sus 
propios actos, encontraria en ellos sus causas (13).Esto implica poder pensar modelos nuevos de 10social; no como sis-
エ・セ。ウ Nヲセセ。ャ・ウL ni como caminos preconfigurados hacia alguna parte. Asi, 
10 Qセ_icャ。ョo 。セ」。ョコセ espacio, 10 fragmentario puede tener pertinencia, 10 
pclitico ーオ ・ セ ・ rmagmarse fuera de la logica de la acumulacion, la sumatoria 
o ,la estrategia (.14). Asomamos a modos nuevos del pensar, que  en general 
aun ョ セ セ ・ ュ ッ ウ incorporado (sobre todo a nuestros esquemas practices de 
actuacion), de manera que a menudo ponemos vino viejo en nuevos odres y 
retornamos insensiblemente a  las modalidades anteriores. Una reconstitu-
cion de  la mirada se abre camino, todavia sin haberse convertido en 
hegemonica a nivel del sentido comun cotidiano, de la explicaci6n no forma-
lizada y ajena a los especificos procesos de investigacion cientifica (existe 
una «conciencia inmediata» de la fragmentaci6n posmodema, que opera como 
horizonte de cornprension epocal; pero no una reacornodacion de los concep-
tos y esquemas de pensamiento cotidiano suficientemente conformada). 
En 10 que hace al campo teorico, correlativamente con el objeto ha 
.cambiado el sujeto; y ha cambiado su propia noci6n de si, que finalmente se 
ha hecho autorreflexiva. Por ella ha caido el sujeto tradicional fundante, 
aquel punto inicial aprioristico, esa causa no causada. Ha desaparecido aquel 
sujeto epistemico puro, inexistente en cualquier realidad pero entendido 
permanentemente como el «verdadero» sujeto, ese que provee certidumbres, 
que funda la posibilidad del conocimiento segura. 
Va esfumandose la ciencia como aquello «que nada quiere saber del 
sujeto» (15). Y  comienza a asumir a este como 10 que  es, como 10 que  el 
psicoanalisis ha mostrado: sujeto dividido, que  no  se sabe a si, que esta 
hablado desde el Otro, que esta atravesado por 10 inconciente. Sujeto sujeta-
do allenguaje, a las relaciones de parentesco, a las condiciones sociales de 
inscripcion y de practica. Sujeto, entonces, no apodictico en sus juicios, no 
anclado en 10trascendental, sometido al flujo cambiante de  las condiciones 
de 10 real; y nunca autoabarcativo, sapiente plenamente sobre si. Falible, 
diferenciado cada vez, con menos pretension de sostener universalidad, ob-
jetividad, regularidad. Capaz de advertir el pozo ultimo de arbitrariedad so-
bre el que  se inscribe cualquier orden posible de convivencia humana, y su 
correlativa normatividad (16). Ya no encontramos aquel yo  de  la evidencia 
inmediata: se colige que «soy donde no pienso, pienso donde no soy»  (17). 
84 
85 
Notas 
I. GARcIA, R. (comp.) £pis/emologlagene/ieay equilibraciOn, Coloquio a los 80 afiosde 
Piaget, Fundamentos, Madrid, 1981. 
2. Ibid. 
3. BALANDlER, G.£1 desorden (Ia reoria delcaosy las ciencias soc/ales), Gedisa, Barce-
lona,  1990. 
4. SAZB6N, 1. (comp.) £s/nlc/uralismo y psicoantilisis, Nueva  Vision,  Bs.Aires, 1970; 
POUILLON,  J. (comp.) Problemas del estructura/ismo. Siglo XXI, Mexico,  1967. 
5. FOLLARI, R. Laresrauracidnractona/isra, 0 elmiedoa la in/emperie, en Posrnodemidad, 
filosofia  y crisis politica, AiquelRei/IDEAS, Bs.Aires,  1992. 
6. SOHN RETHEL, A. Trabajo manualy /rabajo in/elec/ual (cririca de la episremotogia), 
Ed. del Viejo Topo, Bogota,  1980. 
7. OLIVE, L. Conoctmiento, socieaady reahdad(pfvblemas del antilisis del conocimienlo 
y el rea/ismo cien/ljico), Fondo de Cult. Econornica,  Mexico,  1988, p.80. 
8. Segun es ampliamente reconocido, desde La IOgica de la inves/igacidn cien/ljico, texto 
clasico de Popper escrito  en  los afios treintas,  a LaJOrmaciOn del esplri/u cien/ljico de 
Bachelard,  de  la misma  epoca,  la critica a  la  induccion  se hizo  fuerte  tanto  en la tradi-
cion sajona de filosofia  de  la ciencia,  como en  la francesa.  Los trabajos  de Kuhn, desde 
su difundido La estructura de las revo/uc/ones cien/ljicas, muestran  por su lado como se 
tl
) parte de supuestos (paradigmas) previos  a cualquier observaci6n. 
i セ Z セ Z i 9. HUSSERL,  E. Crisis de las ciencias europeas, Folios, Mexico,  1984. 
:::1  10. BOURDIEU,  P. et al. £Iojicio de sociOlogo, Siglo XXI, Bs.Aires,  1975. 
II. EI neopositivismo  ha dejado  huellas  en Argentina,  que aun guardan  fuerte  peso dentro 
,., .'",j de los circuitos de la filosofia de la ciencia, aun cuando escasa  influencia en los protoco-
._, 
:.Ji  los de produccion  y validacion  de  la ciencia  realmente existente.  ' 
,l.  12. Es muy conocida la obra de P.Feyerabend,enparticularsu Corura elmetodo, Ed.Ariel, 
Barcelona.  De  la Escuela  de  Edimburgo  (Barnes,  Bloor),  puede consultarse Barnes, B. 
Kuhn y las ciencias socia/es, Fondo  de Cult.  Economica,  Mexico,  1986. 
13. EI entender  la explicacion  de  la accion  social  por  la sola  intencion  del  actor, ha sido 
defendido por los individualistas rnetodologicos  y seguidores del segundo  Wittgenstein. 
Por ej., P. Winch,  tal cual  se  relata  en Mc  Intyre, A. La  idea  de  una ciencia  social, en 
Ryan, A. Lajilosojia de la explicacidn social, Fondo de Cult. Econornica, Mexico, 1976. 
14. GARGAN I, A. (comp.)  Crisis de /a razdn, especialmente la introduccion de su autorfa, 
Siglo XXI, Mexico,  1983. 
15. LACAN, 1. Psicoantilisis. radioJOnla y re/ev/sio», Ed. Anagrama,  Barcelona,  1977, p. 
70. Nuestra  alusion no  es  totalmente  literal. 
16. CASTORIADlS,  C. Los dominios del hombf'f!: las encruct/adas dellaberin/o, Gedisa, 
Barcelona,  1988. 
17. LACAN, 1.Retruecano  expuesto en el Seminario lacerca del  tema del Yo en  la teoria 
psicoanalitica,  Paidos;  Bs.Aires,  1984. 
86 
CAPiTULO 6: LA  VERDAD DE OTRO MODO CUESTIONADA: EL  
PROBLEMA DEL PROGRESO CIENTIFICO DE T.KUHN AL.LAUDAN  
No ha tenido demasiado eco en Argentina el trabajo de Larry Laudan 
EI progreso y sus problemas (1), a mas de una dec ada de haber aparecido. 
Sin embargo, nos parece un hito sumamente importante, en cuanto aparece 
sintetizando una serie de propuestas anteriores sobre los problemas de  la 
filosofia de la ciencia y ­sobre todo­se muestra como un intento de suturar 
la cuestion de  la racionalidad de  la actividad cientifica, abierta con  fuerza 
desde La estructura de las revoluciones cientfficas de Kuhn (2). Si bien el 
autor se cuida de especificar'que no puede superponerse el problema del pro-
greso de la ciencia con el de la racionalidad de esta, y que tal superposicion ha 
constituido una especie de reduccionismo aparecido en la obra de los oposito-
res a Kuhn, no puede dejar de advertirse que ambas problematicas estan fuer-
temente enlazadas entre si, y que una resolucion que apareciera como satisfac-
toria a la problematica del progreso de la ciencia, se entenderia como impor-
tante contribucion a asumir 10 cientifico como "racional" mas en general (3). 
El  trabajo de Laudan remarca permanentemente sus diferencias con 
T.Kuhn,  entre  otras cosas porque intenta resolver precisarnente el problema 
que aquel autor ha dejado sin soluci6n precisa: el del progreso en el conoci-
miento cientifico. De modo que las referencias que hace al autor de La estruc-
tura... son en general criticas, y reconocen escasamente haber recibido alguna 
influencia de este. Sin embargo, la nocion de anomalfas es deudora directa de 
la denominacion kuhniana para aquellos acertijos no resolubles dentro de un 
determinado paradigma: si bien el significado otorgado por Laudan a  esta 
categoria es notoriamente diferente, la necesidad de mantener la denominacion 
resulta llamativa. Por otro lado, el significado que propone Laudan para "ano-
malia" tambien remite a casos no resueltos dentro de determinada teoria (el 
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