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II ,/ I" . t- / ':'II EPISTEMOLOGIA Y SOCIEDAD Acerca del debate contemporaneo 1 Roberto Follari I 1 I I FLACSO . Biblioteca I , j j セ セ ゥZセZG p.' 'i'r(' セ .. F' ACSO . E'C..... V.;·..• ⦅セャN[セ .. l LLLヲセ MNセLN " l+-OI ') ( . Lvセ .. .".".: ,-::'\..9..0Q...."..."__,,j, .. CNZGセセNZ 5/ '7' rn . .. .. y セLLBNLNLセ GiiGセGv '.,. ': ',.' £ A A es I t I •• ".--, U/--tK.... - ⦅M⦅N⦅セMM .....:...., - .. _. '.,- -_.. , .-,. '--.".- . r '.. \r. \ -. \ . ., セN \ セNNNNNNN \ 1 セ ,... セ l , '.. '-". セ _ I'e •• - .- 7.. . _ セN n' ._ REG. Z N N N Z セ G Z M セ セ ...," セ CUT. I -.. セ| .! \ " BlBLlCTECA . Fl.ACSO i- - I 2000 - Homo Sapiens Ediciones tNDICE セ[[ \. -, \ -'\'? .INTRODUCCI6N 7 CAPiTULO 1: La ciencia como «real maravilloso» 11 CAPiTULO 2 : Sobre el objeto y el surgimiento de las ciencias sociales .. 17 CAPiTULO 3: Alan Sokal. La insuficiencia de pruebas................... 25 CAPiTULO 4: Sobre la desfundamentaci6n epistemol6gica con- ternporanea 37 CAPiTULO 5: Proceso de objetivaci6n y constituci6n social de la mirada 79 CAPiTULO 6: La verdad de otro modo cuestionada: el problema del progreso cientifico de T. Kuhn a L. Laudan.......... 87 CAPiTULO 7: Sobre la inexistencia de paradigmas en las Ciencias Sociales III Sarmiento 646 (2000) Rosario Santa Fe Argentina Telefax: 54 341 4243399 Email: h_sapiens@elsitio.net Queda hecho eI deposito que establece la Ley N° 11.723 ISBN: 9508082860 Prohibida su reproduccion total 0 parcial Diseno de tapa: Valeria Gorrin Esta tirada se tennin6 de imprimir en setiembre del afio 2000 en Imprenta Lux, Hipolito Irigoyen 2463, Santa Fe, Argentina セ ^ I esta critica. Lo "poscolonial" de manera lenta se va afincando en algunos espacios del aparato universitario latinoamericano, y por ello entendemos necesario el debate. Este texto se publico originalmente en un cuademillo por el CIPOST de la Univ. Central de Venezuela (Caracas) en 1998. El quinto trabajo es una reflexion acerca de las condiciones sociales y su relacion con el conocimiento en la actualidad, a partir de cierta apelacion a ladialectica,Estapresentecomo fonda latematizacionde Alfred Sohn-Rethel, autor injustamente desconocido en laArgentina (ya fallecido), probablemente por haber pertenecido a la tradicion del pensamiento marxista. Es un trabajo que fuera publicado en la revista DiosaEpisteme, de Rosario. Son ineditos los dos ultimos articulos. E1primero intenta discutir la cuestion del progreso en las ciencias, la cual fuera puesta como central a partir de la problematica abierta por T.Kuhn. Mostramos que en el habia una cierta nocion de tal progreso, muy generica pero existente (contra 10 que ha solido criticarsele, suponiendo una total falta de respuesta de su parte al tema). Tambien se toma en cuenta la postura de Stegmuller, quien demostro la logicidad de la teoria kuhniana. Y par ultimo, se discute la idea de Laudan de evaluar a las teorias segun su capacidad de resolucion de problemas, y los aciertos tanto como las dificultades que ello suscita. En el trabajo final, proponemos que es erroneo referirse a la nocion de I "paradigma" en ciencias sociales, a pesar del amplio uso que se hace de la セi misma. Y planteamos una altemativa a la categorizacion que hace Kuhn sobre tales ciencias, las que en su discurso quedan relegadas a la inmadurez de 10 "pre-paradigmatico". Quedo en la esperanza de abrir espacio a algunos de los puntos relevan- tes del debate epistemologico actual, y de ofrecer elementos para la necesaria discusion.al respecto. Ello atafie no solo a los especialistas en epistemologia, sino a los cientificos mismos. Y tarnbien a aquellos que viven el presente con la mirada atenta a los nuevos rumbos del pensamiento y la cultura. Roberto Follari Julio del olio 2000 11\ CAPiTULO 1: LA CIENCIA COMO 'REAL MARAVILLOSO' . Nada mas exacto y objetivo que el conocimiento cientifico, segun las versiones aceptadas por el sentido cormin de los cientificos mismos. Nada mas parecido al "dibujo natural del mundo"que el mapa que ofrece la cien- cia, segun las difundidas tesis de las epistemologias mas anticuadas y -sin embargo-mas conocidas, al menos en Argentina (1). La pereza del pensa- miento y la apelacion a la intuicion sensible -10 cual son dos modos de decir 10 mismo (2)-, se imponen masivamente para hacemos creer que el conoci- miento cientifico es una especie de fotografia de la realidad, una copia pasi- va de sus caracteristicas intrinsecas. Esto oculta el hecho de que la ciencia es una produccion, una construccion: por tanto, de ninguna manera una simple constatacion de algo pre-constituido. Y, a partir de alli, que en realidad -al decir del filosofo Heidegger-la ciencia es un fruto del platonismo. La cien- cia seria resultado de las tendencias espiritualizantes propias del pensamien- to occidental postulado por los griegos (tras destronar a los sofistas): de modo que su exactitud, su supuesta certidumbre, no serian otra cosa que la negacion cerrada de la falibilidad, la imposibilidad de aseguramiento, y la contingencialidad propias del conocimiento -y el acontecer-humanos. La ciencia puede asi ser advertida en 10 que tiene de "objetivacion", mas que de "objetividad"; es el fruto de una cierta forma de poner los objetos en perspectiva, de cap tar sus aspectos legaliformes y repetibles, de modo de hacer desaparecer de la percepcion aquello que -visto como desordenado- queda fuera de dicho campo de estipulacion previa. Si hacemos caso a 10 que se abre desde una posicion como la que hemos brevisimamente delineado (desarrollarla irnplicaria un trabajo mas largo que el que cabe a esta publicacion), caerian toda una serie de supuestos que suelen darse por obvios, y pretendidamente "naturales": I.La ciencia no sefiala como son los hechos; solo el comportamiento ideal de leyes que en la realidad factica nunca se dan aisladas (3). Es decir: 1 1 la ley de la gravitacion universal se cumple, pero siempre existen resisten- cias a la caida de los cuerpos; muy claro resulta el caso de los pianos inclina- dos, 0 las variaciones de temperatura de hervor de los liquidos de acuerdo a la altitud, etc. En una palabra: las leyes cientificas nunca surgen de una simple lectura inmediata del comportamiento de 10 real. 2.La ciencia no "dice 10 real", sino que 10 explica por medio de teorias. Ello implica que la ciencia no surge de la observacion -segtin a menudo se cree (4)- sino que implica siempre la existencia de supuestos previos que son puestos a contrastacion por via de la experiencia. Este es uno de los puntos que mas contradicen la supuesta evidencia: como "10real no habla"(S), solo se hace inteligible en orden a los interrogantes conceptuales que se le formulan. 3.En continuidad con el pun to anterior, la ciencia implica apelar a teo- rias, y ella a provocar recortes empiricos disimiles. Dicho mas facilmente: la observacion no es neutral ni objetiva, se capta diferencialmente de acuerdo con cuales son los supuestos -explicitos 0 no- que ordenan la mirada del observador. De modo que solo para aquellos que convencionalmente se han puesto de acuerdo sobre los criterios y protocolos observacionales, cabe es- tablecer luego bases intersubjetivamente validas para observaciones en las que pudieran acordar los tipos de descripcion empirica, A teorias (0 a "paradigmas") diferentes, corresponden recortes empiricos diferentes (mo- dalidades disimiles de clasificacion, por ej.). 4.Teorias diferentes implican tambien categorias de analisis disimiles en relacion a "los mismos"objetos del mundo (en realidad, al categorizarlos diferencialmente deja de ser factible tomarlos simplemente por "los mis- mos") (6). Es decir: se plantea la cuestion de la diferencia de lenguaje entre teorias. Si -como toda la concepcion pragrnatica dellenguaje muestra (7)- ellenguaje no refiere inmediatamente a 10 real, sino10 hace por mediacion de condiciones socioculturales especificas, cabe establecer que no existe un len- guaje neutro interteorico que pudiera remitir directamente a 10 real para re- solver diferencias, 0 para permitir cornunicacion fluida. Ello !leva al tema de la "inconmensurabilidad"entre teorias (8) 0 paradigmas, que planteara Kuhn: dos teorias diferentes se sostienen en supuestos diferentes, y ello implica -por ej.-diferencia en cuanto a que se entiende por ejemplo relevan- te, que porprueba empirica suficiente, etc. La consecuencia es evidente: dos teorias no pueden resolver argumentativamente sus diferencias, ni tampoco empiricamente, dado que sus protocolos de validez son nolhomologables. La ciencia crecera -muestra Kuhn-en razon de su posibilidad de resolver pro- blemas, no de su mayor racionalidad en funcion de algun supuesto patron neutro de 10 que se pudiera entender por esta (9). 5.No existe "el" metodo cientifico, fetiche preferido de la mitologia cien- tifica. El metodo depende del especifico objeto, y por e!lo es variable en cada caso. Imposible practicar con el experimentalismo en Antropologia, 0 para realizar el analisis clinico en Psicologia 0 Medicina. Las ciencias no com- parten un metoda -corno machaconamente insiste el positivismo en retirada (10)-, sino la rigurosidad metodica (respecto de la coherencia interna, la postulacion de teorias publicamente expuestas, la contrastacion empiric a, el alcance del contenido empirico, etc.). Como bien se ha sefialado, la insisten- cia en la cuestion del metodo suele esconder la incapacidad para advertir los problemas episternologicos de fondo en la construccion de la ciencia (11). 6.Las teorias cientificas no estan comprobadas, en tanto son imposibles de comprobar. Ya 10 mostro sobradamente Popper (12): en tanto los casos nunca pueden agotarse, siempre una teoria podria hallar un futuro contraejemplo. Podria establecerse una teoria como falsa, pero es imposible demostrarla verdadera. De modo que someter las teorias a contrastacion empirica es sin duda necesario, pero no permite asumir como valida la teoria que pase positivamente la prueba. Es mas: varias teorias pueden resistir las mismas pruebas empiricas positivamente, ser coherentes con ellas, sin ser teorias equivalentes 0 coextensivas. Esto haria que hubiera "mas de una teoria verdadera sobre el mismo objeto" (12), y que la prueba empirica no funcione como supuesto "experimento crucial" definitorio, como se pensaba desde el Circulo de Viena (fundador del positivismo logico). 7.La ciencia no progresa linealmente, sino por rupturas. Es decir: una nueva teoria habitualmente plantea corte, no continuidad con la anterior. Asi, la ciencia no devela gradualmente una realidad pre-dada cuyas caracte- risticas van apareciendo cada vez mas, sino define tal realidad en cada caso diferencialmente segun el tipo de aproximacion teorica (13). 8.Una teoria cientifica no se cae por un contraejemplo. Lejos de la imagineria experimentalista, se ha mostrado que una teoria resiste casos adversos, hasta tanto exista otra mejor que sea capaz de resolverlos. Ningu- na teoria cae hasta que exista otra que la reemplace, por 10 cual una teoria se sostiene mientras sus contrajemplos sean escasos, y resulte heuristicamente util en la resolucion de problemas de investigacion (14). 9.Los cientfficos no son grandes racionalistas dedicados a la cuestion de confirmar 0 refutar teorias, sino hombres ligados a la resolucion de proble- 12 13 i mas concretos de investigacion, que suelen ser inconcientes de los supuestos teoricos de su actividad. Es esto 10 aportado por la nocion kuhniana de "pa- radigma", y ayuda a demitificar la nocion de 10 que son los cientificos, su actividad y sus productos. La mayoria de los cientificos cree haberselas di- rectamente con la realidad, no asume estar mediado por supuestos concep- tuales especificos. 10. EI cientifico en consonancia con 10 anterior, y en contra de posicio- nes como la de Popperno es un desinteresado buscador de verdades, sino un sujeto socialmente condicionado que busca, en primer lugar, legitimarse dentro de la comunidad cientifica. EI elemento objetivo de su posicion no es la referencia a una realidad incontaminada, sino a una situacion social obje- tiva dentro de un campo de relaciones de poder en el aparato institucional de los cientfficos, el "campo"(Bourdieu). Los cientificos no buscan abstracto conocimiento, sino concreto reconocimiento (15). II.Las posiciones que se tome en las querellas de interpretacion cientifi- ca, estan condicionadas por ellugar relativo que se ocupa dentro del espacio social global, y tambien en el espacio de las jerarquias cientificas. Las tomas de posicion en el campo del conocimiento estan afectadas por situaciones contextuales ajenas a 10 cientifico mismo, de las cuales a menudo el cientifi- co no es conciente (16). En fin, podriamos continuar atentando contra los prejuicios constitui- dos sobre la ciencia. Advertir su relacion con la dorninacion y el poder (Foucault, Escuela de Frankfurt), enrnarcarla en relacion a intereses especi- ficos que condicionan su tipo de perspectiva (Habermas), insistir en su ac- tual creciente y peligrosa puesta al servicio de necesidades pragmaticas del aparato politico y economico (Lyotard). 0 adentrarnos por la ruta que mues- tra que los sistemas fisiconaturales tambien son productivos, y por ella no limitables a la explicacion causalista clasica (Prigogyne): 10 cierto es que los caminos estan lejos del bostezo positivista que aun habita la mentalidad de un amplio campo de los cientificos practicos. A estos, les cabe todavia a pleno la frase que en un ambito de influencia diferentesostenia C.Marx: "10 hacen, pero no 10 saben". 1 " Notas I. Estas posiciones las defienden autores como Mario Bunge 0 G.Klimovski, ambos con fuerte peso en nuestro pais, aun cuando muy diferente calidad en sus aportes (el prime- ro es autor de mas de treinta libros intemacionalmente reconocidos, mientras el segun- do tiene una limitada obra escrita) 2. BACHELARD, G. LajOrmaciolTdel esp/dill cienl(/ico, Siglo XXI, Mexico, 1979 3. OLIVE, L. Conocimienlo, sociedadYll?alidad(problemas del anal isis del conocimiento y el realismo cientifico), F.C.E., Mexico, 1988 4. CHALMERS, A. QlIe es esa cosa Ilamada ciencia, Siglo XXI, Madrid, 1987, el capitulo sobre "el inductivismo ingenuo" 5. BOURDIEU, P. et al.: £Ioficio de soc/d/ogo, Siglo XXI, Bs.Aires, 1975 6. KUHN, T. La esrrucrurade las revo/uciones cienl(/icas, F.C.E., Mexico, cap. 10, donde sostiene que cientificos que estan en paradigmas diferentes se ubican en "rnundos diferentes"; contra esta posicion se ubico H.Putnam con su "teoria causal de la referen- cia", por ej. en su £1 siglT(/icadode .riglT(/icado, Cuademos de Critica, UNAM, Mexi- co, 1984. Putnam ha atenuado su posicion inicial sin haberla abandonado, ver su Las mil caras del realismo, Paidos, Barcelona, 1994 7. Esta teoria va desde 10 aportado por J.Austin en su clasico Como hacer cosas con pa/a- bras, (Paidos, Barcelona, 1988), a 10retomado en las conocidas obras de Umberto Eco. 8. KUHN, T. La estrucrura...op.cit., cap. 10 9. GOMEZ, R. KlIhny la racionalidadcienl(/ica. ,;'HacialilT kanlianismoposdarwiniano?, en O.Nudler et al.: La racionalidad en aeoare. Centro Editor de A.Latina, tomo I, Bs.Aires, 1993 10. Esta insistencia en EL rnetodo aparece en las obras de M.Bunge, incluso una de las primeras lIeva ese nombre II. P.Bourdieu et aI., op.cit. 12. QUINE, W. Teor/asy casas, UNAM, Mexico, 1986; B.Magee: Popper, Grijalbo, Bar- celona, 1974 13. Esto es 10 que sostiene T.Kuhn, a partir de la obra citada y tambien con matices especificosen sus trabajos posteriores. Su posicion tuvo el importante apoyo de la "concepcion noenunciativa de las teorias"de W.Stegmiiller, basada en la 16gica y la teoriarnatematica de conjuntos, 10que desminti6 la supuesta "irracionalidad"atribuida por los logicistas a la posici6n kuhniana. Ver W.Stegmiiller, £slrllcillra y dindmica de reorias, Ariel, Barcelona, 1983 14. Idem 15. WOOLGAR, S. Ciencia: abriendo la caja negra, Anthropos, Madrid, 1994. Este autor- junto a Latour ha abierto una decisiva veta de analisis concreto de 10 que los cientifi- cos realmente hacen (no 10 que "creen hacer"), aiin casi desconocida en Argentina, a pesar de que ya cuenta con mas de una decada de vigencia. 15 16. BARNES,B. Kuhn y las ciencias soc/ales, F.C.E., Mexico, 1986; C.Prego, Las bares CAPiTULO 2: SOBRE EL OBJETO Y EL SURGIMIENTO DE LAS socia/es del conocimien/o cien/flico (Ia revolucion cognitiva en sociologia de fa cien- CIENCIAS SOCIALES cia), Centro Editor de A.Latina, Bs.Aires, 1992 Las ciencias hoy existentes pueden en primera instancia ser clasifica- das en formales y facticas. Las primeras son solo la logica y 1amaternatica, que no remiten a ningiin objeto directo de la realidad, sino a los mecanismos formales conque las comprendemos. Todas las demas son "facticas", es de- cir, relativas a hechos; por tanto, las teorias que en ellas existen tienen como referencia aspectos de la realidad, que ellas buscan interpretar y explicar. Dentro de las ciencias facticas, se distinguen por una parte las fisico- naturales (p.ej., fisica, biologia, quimica, astronomia, geologia, etc.), y las sociales (historia, sociologia, economia, antropologia, etc.). Estas ultimas, en otra epoca eran denominadas "ciencias humanas", y aun "ciencias del espiritu", 10 que marca la menta1idad de los periodos respectivos (comienzos de este siglo y fines del XIX). El surgimiento de las ciencias con las caracteristicas que hoy Ie cono- cemos (de aplicacion del calculo matematico y la medicion a la observacion, el experimento y el tratamiento de los datos), se dio desde hace ya tres siglos, con la denominada revolucion copemicana. A partir de Galileo, la astrono- mia y la fisica se independizan de la filosofia, en la medida en que la presun- cion teorica de que la Tierra no es el centro del Universo resultaba confirma- da por observaciones telescopicas. Esto colaboro para que la razon humana fuera de alli en mas el criterio orientativo basico para la ciencia, e incluso tambien para la etica, la filosofia y la legitimacion de los gobiemos, abrien- do paso a 10 que se ha llamado "modernidad". Consiguientemente, la Iglesia perdia hegemonia en el manejo directo del poder politico e ideologico, 10 cualle hizo rechazar muchos de los iniciales hallazgos de la ciencia. Las ciencias primeras fueron del orden fisiconatural: quimica (por mucho tiempo no distinguida de la alquimia), biologia (ligada a medic ina), fisica. Esta ultima se convirtio con el tiempo en la ciencia/tipo 0 ejemplar, a traves de la teoria de Newton, que establecio y explico la gravitacion univer- 1716 sal (es decir, la atraccion de los cuerpos segun su masa). Esta disciplina ofrecio el modelo de explicacion causal-detenninistico, ligado a la existencia de leyes sobre hechos repetibles: siempre que se dan las mismas condiciones, se produciran los misrnos resultados. De tal modo -al menos en las artificia- les condiciones de un experimento, donde todo esta controladc--se puede prever el comportamiento de los fenomenos a partir de conocer estrictamente su previa situacion, Estas ciencias se fueron consolidando, de modo que cuando surgieron las sociales, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, ya tenian una fuerte aceptacion y tradicion conforrnada. Ello implicaba mucha presion para que las ciencias sociales siguieran el modelo de las fisico-naturales (explicacion causal-deterrninistica), y es esta una de las razones de la supuesta superiori- dad que a estas ultimas se ha solido atribuir, y de la pretension -muchas veces presente, aun hoy- de que las ciencias sociales copien a las fisico- naturales como "modelo" a seguir. Uno de los supuestos difundidos es que las ciencias fisico-naturales serian "exactas". En rigor de verdad, ninguna medicion puede ser absoluta- mente exacta, porque siempre podrian aparecer instrumentos mas precisos que los actuales: 10 unico que se conoce con exactitud es la magnitud del error que la medicion podria incluir. Otra idea es la de que las ciencias fisico-naturales serian totalmente "objetivas", porque en ellas los distintos cientificos suelen estar de acuerdo en las interpretaciones: T.Kuhn -un historiador de la ciencia riguroso-demostro que en ciencias fisico-naturales se usan supuestos.disimiles, y que hay puntos de vista teoricos definidos, solo que no se advierten porque suelen ser sucesivos y no simultaneos (el los llamo "paradigmas"); es decir, existen interpretaciones altemativas de los mismos hechos. Tambien hay quien cree que las ciencias fisico-naturales son totalrnente "comprobadas", contras- tadas con las sociales que no 10 serian. Ya en 1930, Popper demostro que la probanza en ciencia nunca puede ser total: siempre puede haber un nuevo data que rectifique 0 refute las teorias anteriores, de modo que a 10 sumo podemos lIegar a confirmaciones parciales, a veces de corte probabilistico. Decimos todo 10 anterior para que se advierta que si las ciencias so- ciales no son exactas, si hay en ellas puntos de vista teoricos diversos, 0 si no estan taxativamente comprobadas, todo esto afecta tambien a las ciencias fisico-naturales. En todo caso, la diferencia es solo cuestion de grado, en tanto estas ultimas refieren mayoritariamente a hechos repetibles, y tienen un mas largo desarrollo historico. Pero no existe la supuesta clara oposicion entre ciencias "objetivas" y otras que no 10fueran. Por cierto, 10 antedicho no impide advertir la dificultad atinente a las ciencias sociales, en cuanto el objeto de analisis es el mismo que el sujeto que analiza: ella hace que los obstaculos para lograr una distancia objetivante sean mayores. Pero no deja de haber un margen de este problema en las ciencias fisico-naturales: casos recientes como la clonacion 0 el virus del SIDA tienen tantas consecuencias eticas, que alli tambien los temas valorativos humanos pueden influir en las decisiones teoricas del investigador. En todo caso, hay que advertir que si a nivel de objeto unas ciencias son "naturales"y otras "sociales", a nivel de construccion todas las ciencias son sociales. Es decir: todas las ciencias son una construccion social, un producto de la ac- cion social. Este ultimo aspecto suele ser poco advertido por quienes hacen ciencias fisico-naturales, que creen "ver" directamente la realidad sin adver- tir los parametres de interpretacion (y aun de percepcion) socialmente ad- quiridos que los condicionan. Los temas de investigacion, los mecanismos de financiamiento, la posibilidad de utilizar los resultados de las indagacio- nes, todo ella muestra como la ciencia es un hacer social, fuertemente ligado a las condiciones del poder politico, su atencion a la ciencia, la posibilidad de libertad de opinion existente, etc. Y solo por via de las ciencias sociales es dable estudiar las condiciones en las cuales se producen, difunden y aplican las ciencias (todas, incluso ellas mismas). Existe otra caracteristica importante de las ciencias sociales: su capa- cidad de influir en los comportamientos de los actores sociales. No es solo que "se apliquen" luego de terrninadas las investigaciones, 10 cual sucede igualmente en las fisico-naturales; sino que el hecho mismo de entrevistar a alguien 0 de hacerie una encuesta puede modificar su situacion y accion frente al fenomeno estudiado. La ciencia social causa por si misma detenni- nados comportamientos, y puede precipitar actitudes 0 valoraciones. La tradicion filosofica A comienzos del siglo XIX vivio en Alemania uno de los filosofos mas influyentes de la modemidad, George Hegel. Su dialectica idealista pro- ponia que el mundo era primariamenteracionalidad, que luego se "extemaba"como realidad material. El propuso una "filosofia de la histo- ria", anterior a la ciencia social: interpretaba la historia de la Humanidad como una serie de pasos racionales que habian sucedido necesariamente, que se habian dado de acuerdo a un cierto ordenamiento logico que llevaba a que 18 10 cada vezv-a medida del decurso de la Historia-se lograra grados mayores de autoconciencia y de sintesis ordenada de la sociedad, De alii surgio luego la teoria de Marx, quien decidio "invertir"a Hegel, y proponer que era 10 materiallsociallo que estaba primero, y la conciencia social su consecuencia. Marx tarnbien concibio a la historia como pasos graduales hacia estadios mayores de libertad y racionalidad: pero incluyo en su analisis instrumentos de economia y construyo categorias de orden cienti- fico-social. Por esto, algunos 10 asumen como el padre de la Sociologia, que fue la primer ciencia social aceptada como tal. Sin embargo, tal patemidad no le fue universalmente reconocida, dado que su teoria buscaba ser "ciencia critica", no neutral, y por tanto se planteaba conceptualizar los intereses de los trabajadores industriales ("proletarios") contra los de los capitalistas, que su teoria mostraba que vivian de la actividad de aquellos. A su vez, Marx no rehuia la filosofia dentro de su trabajo cientifico, como si 10 hacian los cientificos que querian ser aceptados como tales: en realidad hacia una sintesis de ciencia y filosofia, que implico la novedad de hacer a la filosofia jugar un papel como parte del analisis cientifico de hechos sociales. En todo caso, la peculiar ubicacion de Marx en el campo del conocimiento -al que el asumia explicitamente como parte del conflicto social-To llevaba a plantear una ciencia de 10 social unica, que incluia aspectos de economia, sociologia, teoria politica. Para el no habria "ciencias sociales"en plural, porque al divi- dirse estas entre si, impedirian captar el funcionamiento organico de la so- ciedad como un todo donde sus partes estan mutuamente imbricadas. Mas tarde, hacia 1880, apareceria -tambien en Alemania, fecunda siempre para la filosofia- W.Dilthey. Este pensador busco salvar la especifi- cidad de las "ciencias del espiritu" respecto de aquellas que estudian la natu- raleza. Advirtio que los comportamientos humanos no sedan causalmente determinados, ya que a un mismo estimulo, podemos responder cada uno de manera diferente, y aun la misma persona diferencialmente segun cada rna- mento. No habria determinismo a partir de las causas; ello, porque 10 propio de 10 humano seria la conciencia, y la libertad que esta posibilita. EI hombre puede elegir, y por ella 10 que mueve sus actos seria los motivos concientes que cad a uno tiene en mente para realizarlos. Asi es que Dilthey plante6 la idea de "comprension'tcorno altemativa a la "explicacion" propia de las cien- cias fisico-naturales (tal "comprension" 0 metodologia hermeneutica man- tiene fuerte influencia hasta nuestros dias). Se trataria -entonces-no ya de especificar con proceso de observacion extema cuales son las leyes causales que dan razon de un hecho, sino de interpretar que paso por la mente del que 10 realize, y obro como motivo conciente que 10 llevo a realizarlo. Es decir: habia que "ponerse en ellugar"de quien realize una accion para buscar el "sentido"de esta, el cual por supuesto es propio solo de ese sujeto y no de todos, y no resulta perceptible para un observador externo. Esta interesante aportacion de Dilthey no convencio a los cientificos de la epoca, imbuidos del espiritu positivista para el cual no era ciencia aquello que no se ligara a 10 experimental, y no se hiciera observable externamente. Pudo con- fonnar a algunos psicologos y sociologos, pero desde un punto de vista masivo provoco mas bien una confirmacion del sentido comun segun el cual era evidente quepara 10 socialno sepodia usar eso que llarnaban"el metodo cientifico"(muchos creian entonces que habia uno solo): 10 social no podia estudiarse rigurosamente, porque alli aparecian cuestiones valorativas y filosoficas, cuando no incluso religiosas (es decir: si se planteaba el causalismo en 10 social, esto pollia en duda ellibre arbitrio, sostenido por las religiones mayoritarias). Por eso la liegada de Emilio Durkheim, alrededor de 1900 en Francia, significa de manera mas indiscutida la aceptacion de 10 social como objeto de ciencia. No es por ella "rnejor"su obra que la de Dilthey 0 la de Marx, probablemente sea menos extensa y detallada que la de este ultimo; pero si es la que convencio mayoritariamente a las comunidades cientificas de la epoca que la Sociologia podia ser ciencia (y -a partir de alli- podrian serlo luego las demas disciplinas sociales, como Ciencia Politica, Antropologia, etc.) En "Las reglas del metodo sociologico" determine Durkheim su pro- grama: "hay que tratar a los hechos sociales como cosas". Es decir, objetivarlos, abandonar ideas como la de libertad del individuo para ver las leyes empiricas de funcionamiento, a partir de una rigurosa referencia a los datos. Asi fue que advirtio "regularidades" cuando, en vez de tomar la con- ducta individual como objeto, asumio los datos estadisticos relativos a con- juntos sociales (clases, grupos, instituciones). Alli se advierte la diferencia en acceso a la escuela segun clase social, 0 como el suicidio era una posibi- lidad diferente segun el sector social a que se perteneciera. Durkheim -un conservador-, escandalizo a los convencionalismos de su epoca diciendo que los hombres sufrian "coaccion"; es decir, que 10 que ellos creian un acto libre, era el fruto del condicionamiento social. Pensamos y hacemos segun corresponde al estamento social a que pertenecemos. Esta idea resulto cen- tral para que la ciencia social fuera factible, y establece la posibilidad de estudiar causas que resulten ajenas a la percepcion del sujeto que acnia. EI investigador puede asi advertir la existencia de influencias que son descono- cidaspor quienes las padecen. 20 21 Esta version -aparentemente menos respetuosa de la especificidad de 10 social que la de Dilthey- fue la que promovio los estudios sociales al rango de cientificos. Es que en realidad, se alejaba mas del "sentido comun" que la del autor aleman, y tambien de la filosofia especulativa que habia ocupa- do el analisis de los objetos que desde entonces empezarian a ser diseccionados por las ciencias sociales. Ademas, Durkheim resulto cuidadoso en su aproxima- cion: completaba diciendo que "hay que tratar a los hechos sociales como cosas sociales". Tratarlos objetivamente, como a todas las demas cosas: perc sin olvi- dar que 10 social es un objeto especifico, diferente de los de la naturaleza. Durkheim demostraba que tras "el actor social"(quien actua), hay una estructura objetiva (clase, estamento, Estado, institucion, etc.) que explica como y por que acnia. El pone el enfasis en la estructura, y no tanto en la accion individual. Hasta nuestros dfas, los estudios sociales se dividen entre los que enfatizan la estructura (y por ello los factores causales no conocidos por el individuo), y los que privilegian la accion (y por ello los motivos concientes que mueven al acto del sujeto). Los primeros suelen ocuparse mas de las cues- tiones globales de la sociedad, los segundos explican basicamente las acciones de cada uno de los sujetos (y no la sociedad como un todo). En la primera de estas tendencias, un movimiento decisivo fue el del estructuralismo frances de los afios sesentas y setentas de nuestro siglo. To- maron su modelo de la lingiiistica, que paso a ser desde entonces una ciencia central. Autores como Levi-Strauss (en Antropologia social) y Roland Barthes (en teoria del texto), interpretaban al sujeto humane como conforrrIado total- mente desde fuera, por el lenguaje 0 por el inconciente. Esto hacia que el sujeto humane simplemente fuera un "portador" de condiciones para el mis- modesconocidas. Esta teoria -de compleja explicacion que no desarrollare- mos aqui- llevo a pensar en la "muerte del sujeto", en tanto mostro una ruptura rotunda entre 10 que cada hombre cree que hace libremente, y las condiciones objetivas de su atadura a causas ignoradas (pertenecientes al plano de la sociedad y la cultura, al universo de los simbolos), La ideologia en la cieneia La ciencia social se produjo en ruptura con el sentido cormin y la filosofia: por ello, tambien en diferenciacion/separacion de la ideologia. Y esto sin duda resulto util en su momento: la ciencia no esta en simple conti- nuidad con las ideas de quienes la hacen, y hay enorme distancia entre un trabajo de investigacion y un manifiesto ideologico. ?? Pero asumido 10 anterior, es tambien una ilusion creerque se puede deste- rrar la ideologia de las ciencias sociales en terminos totales. Inevitablemente, las teorias cientificas, que deben asumir condiciones de rigurosidad, coherencia in- tema, contenido empirico, etc., a la vez resultan una interpretacion de 10 social. Y la interpretacion no puede dejar de tener algun viso de valoracion; aun la aparente no-valoracion, la supuesta neutralidad, es valorativa, dado que valora a laneutralidad por sobre la toma de partido (a la vez que suele favorecer objetiva- mente a 10 que esta ya establecido, contra los partidarios del cambio). Como no hay ideologia que penetre mas que aquella que no se presenta como tal (aquella en cuyo nombre se afirma que "las cosas son asi", y nos convence de que "habla objetivamente'), es uti1que los presupuestos ideologi- cos que incluyen las teorias en ciencias sociales esten explicitados. Esto rara vez se da (solo las teorias criticas sue len hacerlo, caso marxismo), perc en todo caso quienes practican ciencias sociales deben saber decodificar tales presupuestos en los desarrollos teoricos 0 empiricos que les sean presentados. Este aspecto ideologico ha estado presente en la determinacion de los objetos de las disciplinas cientifico-sociales. Caso paradigrnatico, el de la Antropologia: ligado al proceso de colonizacion a comienzos de siglo, le sirvio de acompafiamiento y justificacion, al proponer a las culturas supues- tamente "primitivas'tcomo objeto de una ciencia especial. Sociedad, solo 10 seria la occidental (por eso seria estudiada por la Sociologla). En cambio estas "comunidades" sin memoria historica ni escritura, sedan confinadas a una disciplina diferenciada, que de antemano las ponia en consideracion de inferioridad constitutiva en relacion a la cultura hegemonica. Otro caso sintomatico es la Historia: siendo parte decisiva de los rela- tos de constitucion de las identidades nacionales (a traves de la presentacion de "heroes'ty situaciones fundacionales de la Nacion) aparecia como indiscutida e indiscutible. La apreciacion -dada con el tiempo-de los presu- puestos ideologicos que conlleva (caben interpretaciones altemativas de los mismos hechos documentados), ha ido mostrando la enormidad de dificulta- des que hacen a la disciplina: la imposibilidad de "objetividad" pura, los disimiles criterios para establecer los periodos, la imposibilidad de recons- truir desde el hoy el clima cultural de la epoca que se pretende explicar, etc. La Historia muestra palmariamente como la ciencia no es una simple "copia"de la realidad, sino un recorte selectivo de esta: seria imposible ha- blar de todos los hechos que acaecen cada dia en el mundo, de modo que 10 que la disciplina recopila es una seleccion minima, que da por sentado que es 10 que vale la pena rescatar de la vasta multiplicidad de los acontecimientos. 1.1 La economia es un caso sumamente interesante: algunos creen C)nge- nuamente?) que es casi una ciencia exacta, con leyes inmanentes. Pero los clasicos hablaban acertadamente de "economia politica": en realidad, las leyes economicas rigen mientras rija el sistema econornico en que tienen lugar. En el feudalismo, ni siquiera existia el dinero, de modo que por su- puesto tampoco existian los problemas financieros, la inflacion 0 la medida del salario y su relacion con los precios. Haber "recortado"el objeto de la economia de sus bases sociales de existencia, es una operacion propiamente ideologica, que lleva a muchos economistas a recitar el credo actualmente hegemonico creyendo que hablan en nombre de alguna ley casi natural, con total desconocimiento de las limitaciones contextuales de sus afirmaciones. Con la ciencia politica ocurre algo similar: si se la piensa al margen de las condiciones socioeconornicas, puede llegar a creerse que el poder en su totalidad pasa por las instituciones del Estado, 0 del regimen parlamentario hoy casi universalizado a nivel mundial. Pero es por dernas sabido que gran parte del poder (como Marx enfatizaba) circula por los grandes dueiios de la economia, al margen del manejo formal de las estructuras del aparato politi- co. Si no se aprecia a la sociedad en su conjunto, la politica podria plantear un recorte artificioso -por incompleto-de su objeto. Tal como podemos advertir, nada menos "natural"que la determina- cion de los objetos de la ciencia. Estos obedecen a recortes que pudieron haber sido planteados de otra manera, y que contimian cada vez teniendo nuevas aperturas, mientras aun se siguen discutiendo las anteriores. Y esto, aun en el supuestamente natural mundo de las ciencias natura- les, tambien ellas siempre socialmente construidas. CAPiTULO 3: ALAN SOKAL. LA INSUFICIENCIA DE PRUEBAS Bastante se viene diciendo sobre el conocido "affaire Sokal": sobre todo se asiste a la celebracion de una especie de revancha de parte de aque- 110s acadernicos ligados al positivismo y sus secuelas que -superados por el decurso historicocultural y la creciente invalidacion de epistemologias aprioristicas-, se creen llamados por fin a una ocasion de salir de su crecien- te irrelevancia conceptual. La razon principal de tal apreciacion es la notoria incapacidad de los epigonos de Sokal para advertir como aparecen en el mismo, algunas de las inconsistencias que encuentra en sus adversarios. Esa unilalera/idadde par- te del subitamente celebre profesor neoyorquino, pasa desapercibida a aque- 110s que estan dispuestos a celebrarlo sin matices, dada su implicita inten- cion de renovar sus prejuicios ya sea respecto de las ciencias sociales, la posmodemidad, el relativismo epistemologico, 0 todos ellos a la vez. Comencemos por sefialar que bay que tamar a Sakal en serio. Su procedimiento del envio a la revista Social Text de un texto plagado de sinsentidos y errores de interpretacion en la aplicacion de ciencias fisico- naturales a problemas sociales, a traves de un discurso habilmente compues- to y que incluia solo citas autenticas, en ningun caso puede ser respondido con displicencia, suponiendo que "nada ha pasado", 0 que "no se ha demos- trado algo importante". Solo quien pretendiera negar la evidencia podria ignorar que Sokal dejo al descubierto que realmente puede proponerse afir- maciones absurdas en ciertas revistas ligadas al posestructuralismo, y a la vez ser publicado con decision favorable del Cornite Editorial. Eso no es poco. Si bien nada testifica sobre la validez de la posible generalizacion del procedimiento (en rigor, solo se ha demostrado que en esa revista puede publicarse tal clase de imposturas), el trabajo de Sokal (1) a traves de citas de diversos autores, muestra convincentemente que tal tipo de uso de conceptos de ciencias fisico-naturales sin el debido rigor, se realiza a 24 25 "'-" 45 GELLNER, E. Posmodernismo, razonyreligion, Paidos, Barcelona, 1992, p. 37. 46 Ibid., p.57. 47 FOLLARJ, R. Modernidady posmodermdad: una oplica desde AmericaLatina. Aique/ Rei/IDEAS, Bs.Aires, 1990. 48 BISTUE, N. y YARZA, M.C. Derivaposmoderna: esrancamienroy puaro de injlexiOn, mecanogr., informe a CIUNC del proyecto "Posmodernidad, crisis y recomposicion poli- tica", bajo direccion de R.Follari, Mendoza,1994. 49 Esto se plantea en textos que se relacionan con este trabajo como parte de la misma investigacion, particularmente BISTUE, N.: DerroterofilosOfico contemporaneo, apro- POSI'tO de lo.r retornos, Mendoza, 1997. . ' セQ セ It: セョ CAPiTULO s: PROCESO DE OBJETIVACI6N Y CONSTITUCI6N SOCIAL DE LA MIRADA Hoy es casi un lugar comun: la expltcacion causal-objetiva no aparece suficiente ni siquiera en ciencias fisico-naturales. No alcanza para dar razon de unaserie defenomenos:desde losdesplazamientosde los kuarks, hasta elcom- portamiento de las particu1as bajo observacion, Desde el punto de inicio del universo, hasta las estructuras disipativas que ha hecho celebres Prigogyne (l) . Algunos autores buscan disminuir el impacto: asi Piaget insistia en la preeminencia de la equilibracion, en la tendencia de las estructuras (para el universalmente presentes en los disimiles objetos de las ciencias) a superar tensiones y antagonismos eventuales. Cualquier desequilibrio seria fmalmente abolido, y se regresaria a 1a feliz solucion de la equilibracion generalizada (2). Todo 10que se desvanece en el aire, finalmente se advertiria solido. Hay quienes han sostenido que 10supuestamente mornentaneo adscripto a tales desequilibrios responde mas bien a la apreciacion diferencial que de ellos puede realizarse en diversos momentos y condiciones historico-socia, les. La tendencia a percibir preferencialmente el orden que el des orden 0 viceversa, responderia a condiciones socioculturales, las cuales obedecerlan a una logica pendular. De tal manera, habria epocas predominantemente perceptoras de las regulaciones y la sistematicidad; otras --en cambio-don- de se captaria privilegiadamente la disrupcion y 10no repetible (3). Sin duda que esta ultima concepcion representa un considerable avan- ce,en tanto desplaza el problema desde el objeto a la constitucion sociohistorica (en el campo de la significacion) del ウuェセエッ de 」ッョッ」セュゥ・ョエッZ no セ・ trata ya tanto de que exista naturalmente en el objeto 10sornetido a regulandades y 10 que no, que predomine 10 equilibrante 0 10 tensionado; mas bien es que la predisposicion de la subjetividad lleva a advertir mas una cosa que la otra, '70 segun las condiciones de la epoca, las conformaciones culturales, las tend en- cias que surgen del (relativo) ordenamiento que se imponga en 10social. Resulta mas discutible ia nocion de una historia pendular, que lleva a pensar siempre la «ida y vuelta» desde una preeminencia a la otra, del predo- minio del ordenamiento al del desorden, y 10 contrario. Ello conlleva el valorable abandono de la ingenua noci6n de la historia como desarrollo as- cendente, lineal y gradual; pero implica una cierta noci6n de persistencia perenne de «10 mismo» que no nos parece compartible. La historia no se repite, al menos que se la quiera pensar esqueleticamente, como dibujando ciertas coordenadas 16gico-trascendentales que campearan por debajo de las diferencialidades facticas. La historia no se detiene ni retoma; que no «avan- ce» en progreso esta lejos de significar que no lleve cada vez a situaciones ineditas, nuevas. En ese sentido, el planteo de Balandier nos parece una aproximaci6n insuficiente, aun cuando nos hacemos cargo de que podria ima- ginarse algun «cruce» entre repetici6n pendular y diferenciaci6n sociocultural hist6ricamente dada: evidentemente, es esto 10sugerido desde el pensamiento estructuralista (4). Pero creemos que es la historia efectiva la que define los horizontes de visibilidad y comprensibilidad de cada momenta hist6rico. Es una gran revoluci6n epistemica considerar como propios de los cambios de la subjetividad los que concomitantemente se han ido adscribien- do a los objetos de conocimiento. Al respecto, el pensamiento contempora- neo ha dado varias aproximaciones utiles, Si bien en algunos aspectos las nociones habermasianas nos parecen poco adecuadas para pensar la epoca (5), sin duda que es fecundo apelar a la noci6n cuasi-trascendental de interes tal cool ella plantea. Aquello que pueda ser observado no esta dado a priori como condici6n ofrecida por el objeto, sino depende de cual interes nos lleva a la posicion epistemica, Si este es tecnico, una sera la visualizaci6n que hagamos del objeto; si el interes es practice, la observaci6n sera de otro orden. Las ciencias fisico-naturales por su lado, y las sociales por el suyo, construyen como «a priori» no explicito las condiciones de posibilidad de su objeto a partir de que busqueda define a este. Busqueda que por S1 no es episternicamente transparente ni autoconciente, que resulta el silencioso «ex-ante» de cualquier proceso cognitivo sistematico. En esta misma linea (y finalmente emparentado con Habermas por la cormin influencia de la primer Escuela de Frankfurt y la dialectica), se halla el decisivo aporte de Sohn Rethel por el cual el materialismo es invertido en relaci6n a la noci6n empirista que hegemoniz6 al marxismo pol' larguisimo tiempo. Para el, materialismo no significa asunci6n por el sujeto de las caracteristicas «materiales» adscriptas al objeto; esto no se diferenciaria del neopositivismo, a no ser por la insistencia en la «materialidad» asignada a los objetos y hechos desde los que parten los datos de experiencia. Se trata de otra cuesti6n: de asumir la conformacion del sujeto de conocimiento desde condicio- nessocialrnente materiales (es decir, hist6ricamente detenninadascon modalida- des de especifico ordenamientode la fuerza de trabajo en relacion con lapropie- dad de los medios productivos), y advertir c6mo ese sujeto depende de tales condiciones objetivas. Por esto, conoceriamos diferencialrnente en tanto estaria- mos diferencialrnente constituidos a partir a su vez de diferentes ordenamientos segun el modo de producci6n y la propia formacion econ6micosocial. Una vuelta de tuerca, entonces: es cierto que las condiciones materia- les determinan el conocimiento. Pero se hace la constataci6n no para insistir en un mecanicismo para el cual conocemos segun un previa y reconocible dibujo del mundo, sino para mostrar que el conocimiento no es reproduccion sino produccion, acto. Y que en el serlo la constituci6n de 10perceptible viene ofrecida a partir de las posibilidades surgidas de la condicion sociohist6rica de quese trate. En el concreto caso del capitalismo tardio; la abstracci6n se hace presente en virtud del intercambio mercantil abstracto que se da en la sociedad porvia de la mediaci6n del intercambiable universal dinero (6). Si es asi, aquello que se conoce esta conformado desde el modo en que 10 sociaVobjetivo produce a los sujetos cognoscentes. En eso consiste el mate- rialismo: en advertir que el sujeto no es ajeno al mundo ni primariamente epistemico, sino que estasiempre-ya asentado en condiciones socioculturales especificas; en modos definidos de organizacion social de la economia y el trabajo, de aquello que permite la reproducci6n de la existencia humana. Podriamos desde esta linea de razonamiento tomar una referencia de L.Olive, que el propone desde su perspectiva propia, diferente de la nuestra (7): las regularidades empiricas no se encuentran en el mundo, son siempre «trascendentales». Esto, porque al darse en situaciones experimentales no operan igualmente que en el mundo «natural», en el cual las variables se mezclan y las condiciones ideales y mutuamente homologables no existen. Las «leyes» no son espontaneamente advertibles, sino que son construidas en condiciones experimentales. En esta misma linea podria apelarse a la tradici6n epistemo16gica que inaugur6 Bachelard: el experimento es razon en acto, no observacion simple de 10 dado. El experimento es -por tanto- producci6n de la investigacion misma, preconformaci6n desde la teoria. Y la teoria-hoy bien 10 sabemos-no es sino censtruceien, cuyos limites con los camposde lainterpretaci6ncotidianason necesariamenteborrosos y no discre- 80 81 tos. Se produce teoria -entonces-desdeel «piso» de horizontes de sentido extrateoricos en cada caso determinados. Si retomamos todo 10 anterior, podemos ir concluyendo que las rela- ciones de causalidad objetiva adscriptas a las regularidades empiricas han respondido a un modo especificado de entender la funcion de observacion. Se trataba de desentraiiar tales regularidades por fuera del desorden en que 10 empirico se presentaba, se trataba de advertir como subyacia a la aparien- cia caotica, la racionalidad ordenatoria. Ala vez, esto que se percibia de los objetos era adscripto «in toto» a estos como tales, y no a la modalidad selec- tiva establecida en los protocolos de observacion. De manera que se fetichizo la propia mirada, los lentes del sujeto fueron negados y ocluidos, tomada su influencia como propiedad intrinseca de los objetos. Fue de este modo que se difundio la nocion de conocimiento objetivo, segun la cual la revolucion copernicana habria consistido exclusivamente en establecer el reinado de la observacion y de 10 empirico en la ciencia. Es reconociblemente cierto que se impuso desde entonces la contrastacion empirica como mecanismo irrenun- ciable de la actividad cientifica en areas «naturales»: pero no 10 es que 10 empirico fuese una simple constatacion de 10 existente, sin presupuestos pre- vios. Menos cierto era aun que las teorias que se producian fueran por si un fruto directo de la observacion: esto ha sido refutado desde Popper a Bachelard, y reafirmado a su manera por Kuhn (8). El conocimiento de la ciencia no es inductivo, segun es hoy ampliamente aceptado. Incluso aquel «rnetaflsico tardio» que fuera Husserl (quien todavia concebia a la filosofia como espacio de fundacion de las ciencias particula- res), autor establecido aun en la nocion de sujeto fundante pero sin duda uno de los grandes pensadores del siglo, ha entendido a la ciencia como actividad de mediacion matematica, calculativa, de la experiencia. Nada habria de pristina observacion primera 0 «desnuda»: 10 aportado por la revolucion de la ciencia moderna habria sido precisamente la posibilidad de mediar la ex- periencia, de someterla a reglas de matematizacion. La ciencia habria mon- tado aparejos para aproximarse a la experiencia: de ninguna manera ella captaria 10 que «son las cosas» en bruto (9). Si vamos cerrando la idea que organiza nuestro discurso, concluiremos entonces que la ciencia encontraba en la experiencia 10 que buscaba en ella. Era respondida solo en aquello que preguntaba; no puede haber respuesta para aquello sobre 10 que no existio interrogante (10). Esto llevaba a que fetichizara inadvertidamente su propio proceso de determinacion de la mira- da, adscribiendo al objeto 10 que era funcion de su propia constitucion como espacio de construccion social de sujetos de conocimiento. Era la expectati- vadel conocer el encontrar leyes, regularidades, e inferir de ellas causalidades. Porsupuesto, aparecian otros fenomenns en el proceso de obscrvacion. pero entanto esta es selectiva, dejaba fuera todo 10 invisibilizado en cuanto disonante conel esquema organizador de la observacion, Lo que no respondia a la lega- .. lidadesperada era «resto», 10 no captable 0 carente de interes para la ciencia. Como se ve, se entendio que el mundo estaba regulado en tanto era una necesidad de la observacion el que 10 estuviera. No es demasiado aven- turado sefialar que la necesidad del calculo capitalista estudiada por Max Weber es 10 que estaba «por detras» de todo 10 descripto: en la practica del intercambio capitalista, y particularmente en el proceso de competencia en- tre pares, el calculo racional sistematico se hace imprescindible. Sin el, no :1 hay pッウセセゥャゥ、。、 de ejercicio ・ ヲ ゥ 」 セ コ ?e la ーイッセゥ。 、・」ゥウゥッセZ D.eセ。ョ・イ。 que la .. erdenacion del proceso de conoclmlento se dio en relacion intrinseca con la dada por el proceso economicosocial, por la organizacion social de la activi- dad economica. La ciencia surge en consonancia con el modo de produccion capitalista, a los augures de la modernidad. De modo que se fetichizo como si estuviera inscripto en los objetos como Unico y natural, el orden que inadvertidamente los hombres priorizaban en elIos. No es extrafio: se ha solido entender el proceso de conocimiento como un estar «trente» a los objetos porparte de un sujeto. Si asi fuera, todo obstaculo al recto conocimiento dependeria de los objetos mismos, 0 estaria ubicado en un hipote- tico espacio «entre» sujetos y objeto. Con tal criterio, si observaramos con la neutralidad necesaria, nada dafiaria nuestra mirada escrutadora y precisa. Pero esta nocion abstracta del sujeto de conocimiento, que ha sido soste I nida aun hasta nuestros dias por el neopositivismo y sus muy tardios deudos te6ricos (11), es por completo insostenible. El sujeto no es una «tabula» neutra e incontaminada, sino un constructo social en acto. Esta «puesto» desde las condi- ciones sociales, desde la organizacion del modo de produccion, incluso (dentro de aquel) desde la especifica comunidad cientifica y el especifico propio lugar en ella. El sujeto no llega a «desviaciones» respecto de una imaginaria objetividad por aquelIo que se pusiera entre el y el objeto; lIeva las perspectivizaciones con- sigo, elias son la condicion de posibilidad de su estatuto como sujeto de conoci- miento en general, y de conocimiento cientifico en particular. Producida desde relaciones sociales que requerian de la regulacion calculatoria, la mirada cient'ifica se organize de modo analogo, De manera que si hoy estamos asistiendo a la crisis de tal modelo sobre 10cientifico (ello atraves de epistemologias como la de Feyerabend, 0 reviviscencias de la 0,", sociologia de la ciencia al estilo de la Escuela de Edimburgo) (12), es porque ahora se nos hace posible advertir aquello que la observaci6n regulatoria dejaba fuera. Dificilmente podamos -entonces-, entender como si fuese s610 intrate6rico el proceso en que estamos de deconstrucci6n de las certezas que la ciencia modema creyo forjar. Se ha cambiado la mirada, por ello se advierte otras cosas. Hay actualmente lugar para el desorden, para el caos, para la contingencialidad. Se asume 10acontecimiental, en husqueda de no reducir los hechos a sus condiciones de repetibilidad; de destacar su diferencialidad, 10que tienen de especifico y singular. Se intenta acabar con el peso constitu- tivo que 10regulatorio ha tenido en ciencias fisiconaturales, donde la nocion de predicci6n ha gozado de fuerte predicamento, basada en la idea de la regularidad de 10factico. Las estructuras disipativas mostrarian la imposibi- lidad de prever la reacci6n de acuerdo a condiciones iniciales controladas: serian azar en acto, ostension de un universe no predeterminado. En ciencias sociales desde el posestructuralismo la lucha contra el Logos ha sido decidida y explicita: Foucault y Derrida cada uno a su ma- nerahan compuesto salidas fuera del horizonte de teleologia que tenia mu- chas de las explicaciones anteriores, sea en terminos de progreso 0 de diale- ctica de la revoluci6n necesaria. En una sociedad posmodemizada donde la complejidad creciente se traduce en lenguajes mutuamente inconmensura- bles y en una globalidad cada vez mas multiple y fragmentada, la ordenaci6n conceptual de la totalidad aparece problernatica. A partir de esta vision de cortes y heterogeneidades, es que surge el tipo de explicacion actual, ya no esencialista, en cuanto se advierte a S1 misma como afundada y no necesa- ria. Ahora tal explicacion no pretende recitar el predeterminado libro del ser ウセョッ .se asume ella misma como arbitraria, como efecto de voluntades y de: sigmos que pudieron ser distintos. £1 objeto se entiende como nudo como red, como rizoma: desaparece la linealidad causal, 0 su inevitable contrapar- te, lao suposici6n del actor autotransparente que al conocer los fines de sus propios actos, encontraria en ellos sus causas (13).Esto implica poder pensar modelos nuevos de 10social; no como sis- エ・セ。ウ Nヲセセ。ャ・ウL ni como caminos preconfigurados hacia alguna parte. Asi, 10 Qセ_icャ。ョo 。セ」。ョコセ espacio, 10 fragmentario puede tener pertinencia, 10 pclitico ーオ ・ セ ・ rmagmarse fuera de la logica de la acumulacion, la sumatoria o ,la estrategia (.14). Asomamos a modos nuevos del pensar, que en general aun ョ セ セ ・ ュ ッ ウ incorporado (sobre todo a nuestros esquemas practices de actuacion), de manera que a menudo ponemos vino viejo en nuevos odres y retornamos insensiblemente a las modalidades anteriores. Una reconstitu- cion de la mirada se abre camino, todavia sin haberse convertido en hegemonica a nivel del sentido comun cotidiano, de la explicaci6n no forma- lizada y ajena a los especificos procesos de investigacion cientifica (existe una «conciencia inmediata» de la fragmentaci6n posmodema, que opera como horizonte de cornprension epocal; pero no una reacornodacion de los concep- tos y esquemas de pensamiento cotidiano suficientemente conformada). En 10 que hace al campo teorico, correlativamente con el objeto ha .cambiado el sujeto; y ha cambiado su propia noci6n de si, que finalmente se ha hecho autorreflexiva. Por ella ha caido el sujeto tradicional fundante, aquel punto inicial aprioristico, esa causa no causada. Ha desaparecido aquel sujeto epistemico puro, inexistente en cualquier realidad pero entendido permanentemente como el «verdadero» sujeto, ese que provee certidumbres, que funda la posibilidad del conocimiento segura. Va esfumandose la ciencia como aquello «que nada quiere saber del sujeto» (15). Y comienza a asumir a este como 10 que es, como 10 que el psicoanalisis ha mostrado: sujeto dividido, que no se sabe a si, que esta hablado desde el Otro, que esta atravesado por 10 inconciente. Sujeto sujeta- do allenguaje, a las relaciones de parentesco, a las condiciones sociales de inscripcion y de practica. Sujeto, entonces, no apodictico en sus juicios, no anclado en 10trascendental, sometido al flujo cambiante de las condiciones de 10 real; y nunca autoabarcativo, sapiente plenamente sobre si. Falible, diferenciado cada vez, con menos pretension de sostener universalidad, ob- jetividad, regularidad. Capaz de advertir el pozo ultimo de arbitrariedad so- bre el que se inscribe cualquier orden posible de convivencia humana, y su correlativa normatividad (16). Ya no encontramos aquel yo de la evidencia inmediata: se colige que «soy donde no pienso, pienso donde no soy» (17). 84 85 Notas I. GARcIA, R. (comp.) £pis/emologlagene/ieay equilibraciOn, Coloquio a los 80 afiosde Piaget, Fundamentos, Madrid, 1981. 2. Ibid. 3. BALANDlER, G.£1 desorden (Ia reoria delcaosy las ciencias soc/ales), Gedisa, Barce- lona, 1990. 4. SAZB6N, 1. (comp.) £s/nlc/uralismo y psicoantilisis, Nueva Vision, Bs.Aires, 1970; POUILLON, J. (comp.) Problemas del estructura/ismo. Siglo XXI, Mexico, 1967. 5. FOLLARI, R. Laresrauracidnractona/isra, 0 elmiedoa la in/emperie, en Posrnodemidad, filosofia y crisis politica, AiquelRei/IDEAS, Bs.Aires, 1992. 6. SOHN RETHEL, A. Trabajo manualy /rabajo in/elec/ual (cririca de la episremotogia), Ed. del Viejo Topo, Bogota, 1980. 7. OLIVE, L. Conoctmiento, socieaady reahdad(pfvblemas del antilisis del conocimienlo y el rea/ismo cien/ljico), Fondo de Cult. Econornica, Mexico, 1988, p.80. 8. Segun es ampliamente reconocido, desde La IOgica de la inves/igacidn cien/ljico, texto clasico de Popper escrito en los afios treintas, a LaJOrmaciOn del esplri/u cien/ljico de Bachelard, de la misma epoca, la critica a la induccion se hizo fuerte tanto en la tradi- cion sajona de filosofia de la ciencia, como en la francesa. Los trabajos de Kuhn, desde su difundido La estructura de las revo/uc/ones cien/ljicas, muestran por su lado como se tl ) parte de supuestos (paradigmas) previos a cualquier observaci6n. i セ Z セ Z i 9. HUSSERL, E. Crisis de las ciencias europeas, Folios, Mexico, 1984. :::1 10. BOURDIEU, P. et al. £Iojicio de sociOlogo, Siglo XXI, Bs.Aires, 1975. II. EI neopositivismo ha dejado huellas en Argentina, que aun guardan fuerte peso dentro ,., .'",j de los circuitos de la filosofia de la ciencia, aun cuando escasa influencia en los protoco- ._, :.Ji los de produccion y validacion de la ciencia realmente existente. ' ,l. 12. Es muy conocida la obra de P.Feyerabend,enparticularsu Corura elmetodo, Ed.Ariel, Barcelona. De la Escuela de Edimburgo (Barnes, Bloor), puede consultarse Barnes, B. Kuhn y las ciencias socia/es, Fondo de Cult. Economica, Mexico, 1986. 13. EI entender la explicacion de la accion social por la sola intencion del actor, ha sido defendido por los individualistas rnetodologicos y seguidores del segundo Wittgenstein. Por ej., P. Winch, tal cual se relata en Mc Intyre, A. La idea de una ciencia social, en Ryan, A. Lajilosojia de la explicacidn social, Fondo de Cult. Econornica, Mexico, 1976. 14. GARGAN I, A. (comp.) Crisis de /a razdn, especialmente la introduccion de su autorfa, Siglo XXI, Mexico, 1983. 15. LACAN, 1. Psicoantilisis. radioJOnla y re/ev/sio», Ed. Anagrama, Barcelona, 1977, p. 70. Nuestra alusion no es totalmente literal. 16. CASTORIADlS, C. Los dominios del hombf'f!: las encruct/adas dellaberin/o, Gedisa, Barcelona, 1988. 17. LACAN, 1.Retruecano expuesto en el Seminario lacerca del tema del Yo en la teoria psicoanalitica, Paidos; Bs.Aires, 1984. 86 CAPiTULO 6: LA VERDAD DE OTRO MODO CUESTIONADA: EL PROBLEMA DEL PROGRESO CIENTIFICO DE T.KUHN AL.LAUDAN No ha tenido demasiado eco en Argentina el trabajo de Larry Laudan EI progreso y sus problemas (1), a mas de una dec ada de haber aparecido. Sin embargo, nos parece un hito sumamente importante, en cuanto aparece sintetizando una serie de propuestas anteriores sobre los problemas de la filosofia de la ciencia y sobre todose muestra como un intento de suturar la cuestion de la racionalidad de la actividad cientifica, abierta con fuerza desde La estructura de las revoluciones cientfficas de Kuhn (2). Si bien el autor se cuida de especificar'que no puede superponerse el problema del pro- greso de la ciencia con el de la racionalidad de esta, y que tal superposicion ha constituido una especie de reduccionismo aparecido en la obra de los oposito- res a Kuhn, no puede dejar de advertirse que ambas problematicas estan fuer- temente enlazadas entre si, y que una resolucion que apareciera como satisfac- toria a la problematica del progreso de la ciencia, se entenderia como impor- tante contribucion a asumir 10 cientifico como "racional" mas en general (3). El trabajo de Laudan remarca permanentemente sus diferencias con T.Kuhn, entre otras cosas porque intenta resolver precisarnente el problema que aquel autor ha dejado sin soluci6n precisa: el del progreso en el conoci- miento cientifico. De modo que las referencias que hace al autor de La estruc- tura... son en general criticas, y reconocen escasamente haber recibido alguna influencia de este. Sin embargo, la nocion de anomalfas es deudora directa de la denominacion kuhniana para aquellos acertijos no resolubles dentro de un determinado paradigma: si bien el significado otorgado por Laudan a esta categoria es notoriamente diferente, la necesidad de mantener la denominacion resulta llamativa. Por otro lado, el significado que propone Laudan para "ano- malia" tambien remite a casos no resueltos dentro de determinada teoria (el 87
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