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GASTROENTERITIS VERMINOSA EN BOVINOS Realizado por: Karla Malú Alarcón Vargas I. DEFINICIÓN Es una enfermedad que afecta a los bovinos, causada frecuentemente por un grupo mixto de nemátodes estrongilideos, de curso agudo o crónico, con presentación clínica o subclínica, que afecta primariamente a animales jóvenes o adultos jóvenes, en los que puede producir emaciación progresiva, trastornos digestivos y tróficos de la piel, anemia y un impacto económico negativo sobre la producción pecuaria de carne, leche o lana. Sinonimia.- Se conoce también a esta enfermedad como: - Disentería roja - Disentería hemorrágica - Chorro prieto II. ETIOLOGÍA Los agentes que producen la GEV son nemátodes relativamente pequeños y filiformes, que miden desde pocos milímetros hasta no más de 3 cm; pertenecen a diversos géneros con se localizan a nivel del tubo digestivo: Abomaso: Ostertagia spp, Marshallagia marshalli, Teladorsagia spp, Haemonchus spp, Trichostrongylus axei y ocasionalmente Cooperia punctata. Intestino delgado: Trichostrongylus spp, Strongyloides papillosus, Cooperia spp, Nematodirus spp, Bunostomum spp, Toxocara vitulorum. Colon: Chabertia ovina, Oesophagostomum spp, Trichuris spp (ciego). Ostertagia spp Trichostrongylus axei Cooperia spp III. CICLO BIOLÓGICO Son de evolución directa, sin huéspedes intermediarios. Los huevos se eliminan al ambiente con la materia fecal y de ellos eclosionan las L1, que mudan a L2 y L3 infestantes. Ingeridas por los huéspedes, estas pierden su vaina en el rumen y en 2 –3 días se convierten en L4. Luego de 14 a 23 días mudan a L5 (adulto inmaduro o preadulto) que se desarrollan sexualmente transformándose en adultos machos y hembras. El ciclo se cierra con la nueva postura y eliminación de huevos, dando como resultado periodos prepatentes que varían según el género entre 15 y 55 días, exceptuando el caso de hipobiosis en Ostertagia donde se alarga hasta 3 - 5 meses. Hipobiosis, inhibición larval, larvas arrestadas o fase de reposo, es el fenómeno por el cual aparece una demora en la evolución de diversos parásitos, generalmente como L4, frente a determinadas condiciones, pudiendo desencadenarla estados inmunitarios, endocrinos, o ambientales, que le sean adversos al parásito. El caso típico se da con Ostertagia en bovinos, entrando en fase de inhibición en la mucosa abomasal en primavera-verano, dando una enfermedad conocida como Ostertagiasis pre tipo 2. IV. FISIOPATOLOGÍA: tanto larvas como adultos son responsables de los efectos patológicos que se resumen en este cuadro. V. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. XIII. XIV. XV. XVI. XVII. XVIII. XIX. XX. XXI. XXII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. XXIII. LOCALIZACIÓN, LESIONES Y SIGNOS CLÍNICOS XXIV. XXV. ₪ Ostertagia: XXVI. XXVII. Localización: Abomaso XXVIII. Lesiones: Hiperplasia de glándulas gástricas con alteraciones digestivas. L4 inhibidas, producen nódulos que confluyen dando aspecto de “cuero de carpincho”. XXIX. Signos clínicos: Diarrea, edema sub-mandibular, disminución del crecimiento, muerte en casos graves, sobre todo en bovinos. XXX. ₪ Trichostrongylus axei: XXXI. XXXII. Localización: Abomaso XXXIII. Lesiones: Necrosis localizada con úlceras en los pliegues fúndicos y edema del abomaso. XXXIV. Signos clínicos: Anorexia, enflaquecimiento, debilidad. XXXV. ₪ Trichostrongylus spp.: XXXVI. XXXVII. Localización: Intestino delgado XXXVIII. Lesiones: Congestión y enteritis catarral, erosión del epitelio. XXXIX. Signos clínicos: Anorexia, diarrea, pérdida de peso. XL. ₪ Strongyloides papillosus: XLI. XLII. Localización: Intestino delgado XLIII. Lesiones: L3 penetran por piel dando dermatitis, migran por traquea (neumonías). XLIV. Signos clínicos: Adulto ocasionan inflamación catarla de ID, petequias, equimosis, eosinofilia. Dermatitis, tos, inapetencia, diarrea, disminución del crecimiento. XLV. ₪ Nematodirus spp: XLVI. XLVII. Localización: Intestino delgado XLVIII. Lesiones: Enteritis, interfieren con la función digestiva (especialmente en corderos). XLIX. Signos clínicas: Diarrea, anorexia, disminución del crecimiento. L. ₪ Cooperia spp.: LI. LII. Localización: Intestino delgado LIII. Lesiones: Interfieren con la función digestiva. LIV. Signos clínicos: Diarrea, anorexia, disminución del crecimiento. ₪ Bunostomun: LV. LVI. Localización: Intestino delgado LVII. Lesiones: L3 penetran por piel dando dermatitis, migran por traquea (neumonías). Hematófagos ocasionan hemorragia intestinal (duodenitis difteroide). LVIII. Signos clínicos: Dermatitis, tos, anemia, edema submandibular, diarrea, pérdida de peso. LIX. ₪ Trichuris spp.: LX. LXI. Localización: Ciego. LXII. Lesiones: Engrosamiento de mucosa cecal, incremento de mucus, petequias. LXIII. Signos clínicos: Anemia, diarrea, debilitamiento, disminución del crecimiento. LXIV. ₪ Oesophagostomun spp.: LXV. LXVI. Localización: Colon. LXVII. Lesiones: Las larvas evolucionan en la mucosa y forman nódulos en la mucosa (granos de tripa) que se caseifican y calcifican. LXVIII. Signos clínicos: Anorexia, fiebre, diarrea, anemia, disminución del crecimiento. LXIX. ₪ Chabertia ovina: LXX. LXXI. Localización: Colon. LXXII. Lesiones: Edema de mucosa, equimosis y pequeñas lesiones tisulares. LXXIII. Signos clínicos: Fiebre, diarrea profusa rojiza, con sangre y mucus, anemia, pérdida de peso. LXXIV. LXXV. DIAGNÓSTICO LXXVI. LXXVII. Anamnesis LXXVIII. Ubicación geográfica del establecimiento Época del año Categoría de animales afectada Ingreso de animales nuevos Tipo de pastura Tratamientos y antihelmínticos usados Fecha ultima desparasitación Registros de ganancias de peso, etc. LXXIX. Estos datos se complementan sobre el terreno observando el estado de los animales y los signos clínicos. LXXX. Para confirmar o descartar la presencia de GEV se recurre a técnicas coproparasitológicas y a la necropsia parasitológica. LXXXI. LXXXII. Análisis coproparasitológicos: LXXXIII. Determinación de huevos por gramos de materia fecal (HPG) : LXXXIV. LXXXV. Técnica de Mc Máster modificada: cuantitativa, de enriquecimiento por flotación con solución sobresaturada de cloruro de sodio, a partir de muestras individuales de materia fecal. LXXXVI. Método práctico, rápido y de bajo costo, aún no reemplazado bajo condiciones de campo; Permite conocer el numero de huevos de nemátodes gastrointestinales eliminados con las heces. LXXXVII. Si bien la presencia de grandes cantidades confirma un diagnostico, su ausencia o conteos bajos no siempre indican ausencia de helmintiasis. LXXXVIII. Es de gran valor para establecer en qué medida los animales están contaminando una pastura. El método es más útil cuando se usa no como una medida puntual sino para establecer la tendencia ascendente o descendente de los recuentos en un determinado periodo. LXXXIX. Necropsia Parasitológica: XC. XCI. Es el método que brinda la información más segura para determinar la carga de vermes. Si se va a remitir material al laboratorio, se ligan por sus extremos el abomaso, intestino delgado e intestino grueso, y se envían refrigerados. XCII. Abierto el animal, primero se mide el pH abomasal y si es mayor a 4.5, indica un severo daño en la mucosa abomasal. La recuperación y conteo de parásitos maduros e inmaduros del tracto digestivo y el recuento diferencial, se hace sobre alícuotas, después del lavado y tamizado del material recuperado en los distintos sectores (Cuajar, ID, IG). XCIII. Los parásitos fácilmente visibles a simple vista (Haemonchus en cuajar,Bunostomun en ID, Trichuris, Oesophagostomun y Chabertia en IG) se separan directamente, el resto se hace sobre las alícuotas de los distintos segmentos digestivos, en bandejas con fondo negro, bajo microscopio óptico y usando agujas de disección. XCIV. XCV. XCVI. XCVII. XCVIII. CONTROL Y TRATAMIENTO XCIX. C. Erradicar la GEV todavía no es posible, entonces se debe buscar reducir las poblaciones parasitarias a niveles que no ocasionen perjuicios a la producción, manteniendo el equilibrio a favor del hospedador. CI. CII. Para ello se debe: o Prevenir la acumulación larvaria en la pasturas o Reducir la intensidad de infestación en épocas del año en que aumentan considerablemente la cantidad de larvas o Evitar que los animales susceptibles pastoreen en pasturas contaminadas. CIII. Para ello se debe: CIV. - Proveer pasturas seguras o limpias (verdeos, rastrojos, potreros descansados) CV. - Dejar que los animales desarrollen inmunidad (entre los 18 y 24 meses) CVI. - Usar antihelmínticos. CVII. CVIII. Teniendo en cuenta el ciclo biológico, las variaciones de infectividad de las pasturas, las técnicas diagnósticas utilizadas, la interpretación epidemiológica y la finalidad de los tratamientos antiparasitarios, se deben buscar los tipos de control y tratamiento antiparasitario más adecuado. CIX. CX. CXI. CXII. Tomado de Enfermedades parasitarias de importancia económica en bovinos: Bases epidemiológicas para su prevención y control en Argentina y Uruguay. Ed: Nari, A Fiel, C. Editorial Hemisferio Sur, Montevideo (R.0.U.) (1994) CXIII. CXIV. CXV. BIBLIOGRAFÍA CXVI. Manual para el diagnóstico de nematodos en bovinos. Técnicas de frecuente utilización en la práctica veterinaria: su interpretación. Fiel, C.A; Steffan, RE; Ferreira, D.A. Edición auspiciada por la División Sanidad Animal de Bayer Argentina S.A. (2008): 1-60. CXVII. Enfermedades parasitarias de importancia económica en bovinos: Bases epidemiológicas para su prevención y control en Argentina y Uruguay. Ed: Nari, A Fiel, C. Editorial Hemisferio Sur, Montevideo (R.0.U.) (1999), 519 Pág. CXVIII. Fundamentos de Parasitología Veterinaria, Ed. Hemisferio Sur, 1ª Edición, 2007. CXIX.
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