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Inmunología básica Funciones y trastornos del sistema inmunitario CUARTA EDICIÓN Abul K. Abbas, mbbs Distinguished Professor in Pathology Chair, Department of Pathology University of California San Francisco San Francisco, California Andrew H. Lichtman, md, phd Professor of Pathology Harvard Medical School Brigham and Women's Hospital Boston, Massachusetts Shiv Pillai, MBBS, PhD Professor of Medicine and Health Sciences and Technology Harvard Medical School Massachusetts General Hospital Boston, Massachusetts Ilustraciones a cargo de David L. Baker, MA Alexandra Baker, MS, CMI DNA Illustrations, Inc. Amsterdam Barcelona Beijing Boston Filadelfia Londres Madrid ELSEVIER México Milán Múnich Orlando París Roma Sidney Tokio Toronto ELSEVIER Edición en español de la cuarta edición de la obra original en inglés Basic Immunology: Functions and Disorders of The Immune System Copyright © 2014, 2011, 2009, 2006, 2004, 2001 by Saunders, an imprint of Elsevier Inc. Ilustraciones a cargo de: David L. Baker, MA, y Alexandra Baker, MS, CMI, DNA Illustrations, Inc. Revision científica Dr. Juan Manuel Igea Aznar Doctor en Medicina y Cirugía Especialista en Alergología e Inmunología, Universidad Complutense de Madrid © 2014 Elsevier España, S.L. Travessera de Gracia, 17-21 - 08021 Barcelona, España Fotocopiar es un delito (Art. 270 C.P.) Para que existan libros es necesario el trabajo de un importante colectivo (autores, traductores, dibujantes, correctores, impresores, editores...). El principal beneficiario de ese esfuerzo es el lector que aprovecha su contenido. Quien fotocopia un libro, en las circunstancias previstas por la ley, delinque y contribuye a la «no» existencia de nuevas ediciones. Además, a corto plazo, encarece el precio de las ya existentes. Este libro está legalmente protegido por los derechos de propiedad intelectual. Cualquier uso fuera de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento del editor, es ilegal. Esto se aplica en particular a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro sistema de recuperación y almacenaje de información. ISBN edición original: 978-1-4557-0707-2 ISBN edición española (versión impresa): 978-84-9022-506-6 ISBN edición española (versión electrónica): 978-84-9022-618-6 Depósito legal (versión impresa): B. 27932-2013 Depósito legal (versión electrónica): B. 27931-2013 Servicios editoriales: GE A Consultoría Editorial, s. l. Advertencia La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de se guridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar las dosis recomendadas, la vía y duración de la administración y las con traindicaciones. Es responsabilidad ineludible del médico determinar las dosis y el tratamiento más indicados para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso con creto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra. El Editor PREFACIO Hemos revisado exhaustivamente la cuarta edición de Inmunología básica para incluir los avances re cientes más importantes referidos a nuestro cono cimiento del sistema inmunitario y para organizar y presentar la información optimizando su utilidad para estudiantes y profesores. Los estudiantes de los diferentes cursos a los que nosotros y nuestros colegas enseñamos han recibido con entusiasmo las tres ediciones anteriores de la obra, por lo que no hemos vacilado a la hora de seguir los principios que inspiraron la génesis de dichas ediciones previas. Nuestra experiencia como docentes de inmunología y directores de cursos nos ha ayudado a definir cuáles son los contenidos necesarios para los cursos de in troducción destinados a estudiantes de medicina y para otros Grados de Ciencias de la salud, y a valorar la presentación de las bases de la inmunología de una forma sucinta y clara. En la actualidad, creemos que un abordaje conciso y moderno de la inmunología es un objetivo realista, en gran medida porque la inmunología ha madurado como disciplina y actual mente se conocen tanto los componentes esenciales del sistema inmunitario, como el modo en que es tos interactúan las respuestas inmunitarias. Como consecuencia, en la actualidad podemos enseñar a nuestros estudiantes, con razonable seguridad, có mo actúa el sistema inmunitario. Además, podemos relacionar los resultados experimentales, usando modelos simples, con la cuestión más compleja, pero fisiológicamente relevante, de la defensa del huésped frente a los patógenos infecciosos. Se ha producido, además, un progreso ciertamente significativo en la aplicación de los principios básicos con el fin de com prender y tratar las enfermedades humanas. Este libro ha sido escrito para cubrir las actuales necesidades de los estudiantes de medicina, aprove chando el nuevo enfoque de la inmunología. Hemos intentado alcanzar varios objetivos. En primer lugar, hemos presentado las bases más importantes que ri gen la función del sistema inmunitario, sintetizando los conceptos clave a partir de la ingente cantidad de datos experimentales que han surgido en el campo de la inmunología. La elección de aquello que es más importante se basa, en gran medida, en los concep tos reflejados de forma más clara en la investigación científica y en los más relevantes para la salud y la enfermedad humanas. También somos conscientes de que, en cualquier exposición concisa de fenómenos complejos, es inevitable no exponer con detalle las excepciones y salvedades. En segundo lugar, nos hemos centrado en las respuestas inmunitarias frente a agen tes infecciosos. La mayor parte de nuestra exposición del sistema inmunitario se desarrolla en este contexto. En tercer lugar, hemos aprovechado el profuso y deta llado soporte iconográfico para destacar los conceptos más importantes, si bien hemos reducido detalles que pueden encontrarse en libros de texto más exhaus tivos. En cuarto lugar, también hemos expuesto las enfermedades inmunitarias desde la perspectiva de las bases, subrayando su relación con las respuestas inmunitarias normales y evitando detalles sobre los síndromes clínicos y sus tratamientos. Hemos añadido casos clínicos escogidos, con la finalidad de ilustrar cómo pueden aplicarse las bases de la inmunología a las enfermedades humanas más frecuentes. En último lugar, con el fin de hacer los capítulos unidades inde pendientes, hemos repetido las ideas clave en diferentes lugares del libro. Creemos que tal repetición ayudará a los estudiantes a captar los conceptos más importantes. Esperamos que los estudiantes encuentren esta nueva edición de Inmunología básica clara, convin cente, manejable y didáctica. Confiamos, asimismo, que el libro transmita nuestra fascinación por todo lo relacionado con el sistema inmunitario y la emoción que sentimos al comprobar cómo ha evolucionado este campo y cómo su importancia continúa crecien do en el marco de la salud y la enfermedad humanas. Finalmente, aunque fue nuestra vinculación a los cursos de la facultad de medicina la que nos animó a acometer este proyecto, esperamos que el libro resulte útil a los estudiantes de biología, así como a los estudiantes de Ciencias de la Salud. Habremos tenido éxito si el libro responde a muchas de las cues tiones que los estudiantes se plantean sobre esta vas ta materia de estudio y, al mismo tiempo, los anima a ahondar aún más en el campo de la inmunología. vii viií Prefacio Varias personas han desempeñado funciones esenciales en la redacción de este libro. Nuestro nuevo editor, James Merritt,ha sido una fuente en tusiasta de aliento y consejo. Nuestros dos geniales ilustradores, David y Alexandra Baker, de DNA Illus trations, han modernizado la totalidad del diseño de esta nueva edición y han transformado nuestras ideas en dibujos informativos y estéticamente atrac tivos. Sarah Wunderly ha impulsado el libro a través del proceso de producción de forma eficaz y profesio nal. Nuestra editora de desarrollo, Rebecca Gruliow, ha mantenido el proyecto organizado y encauzado a pesar de las presiones de tiempo y logística. A todos ellos les debemos nuestro agradecimiento. A modo de conclusión, deseamos explicitar nuestra gran muestra de gratitud hacia nuestras familias, cuyo apoyo y aliento han sido inquebrantables y de una importancia capital. Abul K. Abbas Andrew H. Lichtman Shiv Pillai INDICE DE CONTENIDOS CAPÍTULO 1. CAPÍTULO 2. CAPÍTULO 3. CAPÍTULO 4. CAPÍTULO 5. CAPÍTULO 6. CAPÍTULO 7. CAPÍTULO 8. CAPÍTULO 9. CAPÍTULO 10. CAPÍTULO 11. CAPÍTULO 12. Introducción al sistema inmunitario 1 Nomenclatura, propiedades generales y componentes Inmunidad innata 23 La defensa temprana contra las infecciones Captura del antígeno y presentación a los linfocitos 49 Lo que los linfocitos ven Reconocimiento del antígeno en el sistema inmunitario adaptativo 71 Estructura de los receptores para el antígeno del linfocito y desarrollo de repertorios inmunitarios Inmunidad mediada por linfocitos T 93 Activación de los linfocitosT por antígenos asociados a células Mecanismos efectores de la inmunidad mediada por linfocitos T 117 Funciones de los linfocitosT en la defensa del huésped Respuestas inmunitarias humorales 131 Activación de los linfocitos B y producción de anticuerpos Mecanismos efectores de la inmunidad humoral 151 Eliminación de los microbios extracelulares y las toxinas Tolerancia inmunitaria y autoinmunidad 171 Discriminación entre lo propio y lo extraño en el sistema inmunitario y su fallo Respuestas inmunitarias contra tumores y trasplantes 189 Inmunidad frente a células transformadas y células extrañas no infecciosas Hipersensibilidad 207 Trastornos causados por respuestas inmunitarias Inmunodeficiencias congénitas y adquiridas 225 Enfermedades causadas por respuestas inmunitarias defectuosas X índice de contenidos APÉNDICE I APÉNDICE II APÉNDICE III APÉNDICE IV Lecturas recomendadas 241 Glosario 247 Principales citocinas 283 Principales características de algunas moléculas CD 287 Casos clínicos 295 índice alfabético 307 C A P Í T U L O1 Introducción al sistema inmunitario Nomenclatura, propiedades generales y componentes INMUNIDADES INNATA Y ADAPTATIVA 3 TIPOS DE INMUNIDAD ADAPTATIVA 4 PROPIEDADES DE LAS RESPUESTAS INMUNITARIAS ADAPTATIVAS 5 Especificidad y diversidad 6 Memoria 6 Otras características de la inmunidad adaptativa 7 CÉLULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO 7 Linfocitos 8 Células presentadoras de antígenos 13 Células efectoras 13 TEJIDOS DEL SISTEMA INMUNITARIO 13 Úrganos linfáticos periféricos 13 Recirculación del linfocito y migración a los tejidos 17 PERSPECTIVA GENERAL DE LAS RESPUESTAS INMUNITARIAS A LOS MICROBIOS 18 Respuesta inmunitaria innata temprana a los microbios 18 Respuesta inmunitaria adaptativa 19 Declinación de las respuestas inmunitarlas y memoria inmunitaria 21 RESUMEN 21 La inmunidad se define como la resistencia a la enfermedad, en concreto a las enfermedades infec ciosas. El conjunto de células, tejidos y moléculas que media la resistencia a las infecciones se llama sistema inmunitario y la reacción coordinada de estas células y moléculas a los microbios infecciosos es la respuesta inmunitaria. La inmunología es el estudio del sistema inmunitario, incluidas sus res puestas a los microbios patógenos y los tejidos daña dos, así como su participación en la enfermedad. La función fisiológica más importante del sistema inmunitario es evitar las infecciones potenciales y erradicar las ya establecidas, y este es el princi pal contexto en el que las respuestas inmunitarias se exponen a lo largo de este libro. La importancia del sistema inmunitario para la salud queda reflejada por el hecho de que, con fre cuencia, se observa que los sujetos con respuestas inmunitarias defectuosas tienden a sufrir infecciones graves que ponen en peligro su vida (fig. 1 -1). Por el contrario, el estímulo de las respuestas inmunita rias contra los microbios por medio de la vacunación es el método más eficaz para proteger a las personas de las infecciones; este abordaje ha llevado a la erradicación en todo el mundo de la viruela, la única enfermedad eliminada de la civilización por la intervención hu mana (fig. 1-2). La aparición del síndrome de la in- munodeficiencia adquirida (sida) en la década de los ochenta del siglo xx puso de relieve de modo trágico la importancia del sistema inmunitario en la defensa de los sujetos frente a la infección. La repercusión de la inmunología va, sin embargo, más allá del ámbito de las enfermedades infecciosas (v. fig. 1-1). El sis tema inmunitario impide el crecimiento de algunos © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 1 2 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Papel del sistema inmunitario Implicaciones Defensa frente a las infecciones La deficiencia inmunitaria aumenta la proclividad a las infecciones; un ejemplo es el sida La vacunación incrementa las defensas inmunitarias y protege frente a las infecciones Posibilidad de inmunoterapia para el cáncerDefensa frente a los tumores El sistema inmunitario reconoce y responde a injertos tisulares y moléculas recién introducidas Las respuestas inmunitarias son barreras para el trasplante y la terapia génica El sistema inmunitario puede dañar las células e inducir una inflamación patológica Las respuestas inmunitarias son la causa de las enfermedades alérgicas, autoinmunitarias y de otras enfermedades inflamatorias FIGURA 1-1 Importancia del sistema inmunitario en la salud y la enfermedad. Esta tabla resume algunas de las funciones fisiológicas del sistema Inmunitario y su función en la enfermedad, sida, síndrome de Inmunodeflclencla adquirida. tumores y se están desarrollando varios métodos para tratar los cánceres mediante el estímulo de res puestas inmunitarias frente a las células tumorales. Las respuestas inmunitarias también participan en la eliminación de células muertas y en el inicio de la reparación tisular. A diferencia de estas funciones beneficiosas, las respuestas inmunitarias anómalas son la causa de Enfermedad Número máximo de casos (año) Número de casos en 2009 Cambio porcentual Difteria 206.939 (1921) 0 -99,99 Sarampión 894.134(1941) 61 -99,99 Parotiditis 152.209 (1968) 982 -99,35 Tos ferina 265.269(1934) 13.506 -94,72 Poliomielitis (paralítica) 21.269(1952) 0 -100 Rubéola 57.686(1969) 4 -99,99 Tétanos 1.560(1923) 14 -99,1 Hemophilus influenzae del tipo B -20.000(1984) 25 -99,88 Hepatitis B 26.611 (1985) 3.020 -87,66 FIGURA 1-2 Eficacia de la vacunación en algunas enfermedades infecciosas frecuentes. Esta tabla ¡lustra el llamativo descenso de la incidencia de algunas enfermedades infecciosas para las que se han obtenido vacunas eficaces. Para algunas infecciones, como la hepatitis B, se ha obtenido una vacuna recientemente y su incidencia está empezando a disminuir. (Modificado de Orenstein WA, HinmanAR, Bart KJ, Hadler SC: Immunization. En Mandell GL, Bennett JE, Dolin R, editors: Principles and practices of infectious diseases, ed 4, New York, 1995, Churchill Livingstone; y MMWR 58:1458-1469, 2010.) © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 3 muchas enfermedades inflamatorias, con una mor bilidad y una mortalidad importantes. La respuesta inmunitaria es la principal barrera para el éxito del trasplante como medio de tratamiento de la insufi ciencia orgánica. Los productos de las célulasinmu nitarias también tienen un uso práctico. Por ejemplo, los anticuerpos, que son proteínas producidas por ciertas células del sistema inmunitario, se emplean en las pruebas clínicas de laboratorio y de investigación como reactivos muy específicos, para detectar una amplia variedad de moléculas tanto en la circulación como en las células y los tejidos. Los anticuerpos di señados para bloquear o eliminar moléculas y células en potencia lesivas se usan con profusión para el tratamiento de enfermedades inmunitarias, cánceres y otros tipos de trastornos. Por todas estas razones, el campo de la inmunología ha captado la atención de clínicos, científicos y público en general. Este capítulo expone la nomenclatura propia de la inmunología, las importantes propiedades generales de todas las respuestas inmunitarias, y las células y tejidos que conforman los principales componentes del sistema inmunitario. En particular, se da res puesta a las siguientes preguntas: • ¿Qué tipos de respuestas inmunitarias protegen a las personas de las infecciones? • ¿Cuáles son las características importantes de la inmunidad y qué mecanismos son responsables de ellas? • ¿Cómo se organizan las células y los tejidos del sistema inmunitario para encontrar y responder a los microbios de forma que se produzca su eli minación? Concluimos el capítulo con una breve exposición general de las respuestas inmunitarias contra los microbios. Los principios básicos aquí presentados son la base de exposiciones más detalladas de las respuestas inmunitarias en capítulos posteriores. En el apéndice I se proporciona un glosario de términos importantes usados en este libro. INMUNIDADES INNATA Y ADAPTATIVA Los mecanismos de defensa del huésped con sisten en la inmunidad innata, que media la protección inicial frente a las infecciones, y la inmunidad adaptativa, que se desarrolla de forma más lenta y proporciona una defensa más especializada y eficaz contra las infecciones (fig. 1-3). La inmunidad innata, también llamada inmunidad natural o nativa, siempre está presente i Microbio Inmunidad innata Barreras epiteliales Fagocitos Células dendríticas/ Inmunidad adaptativa „ , , Linfocitos Complemento j^K Horas 0 6 12 Tiempo después de la infección FIGURA 1-3 Principales mecanismos de la inmunidad innata y de la adaptativa. Los mecanismos de la inmunidad innata proporcionan la defensa inicial contra las infecciones. Algunos mecanismos (p. ej.( las barreras epiteliales) evitan las infecciones, y otros (p. ej., los fagocitos, los linfocitos citolíticos naturales [NK] o el sistema del complemento) eliminan los microbios. Las respuestas inmunitarias adaptativas se desarrollan más tarde y están mediadas por los linfocitos y sus productos. Los anticuerpos bloquean las infecciones y eliminan los microbios, y los linfocitosT erradican los microbios intracelulares. La citocinética de las respuestas inmunitarias innata y adaptativa son aproximaciones y pueden variar en diferentes infecciones. 4 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario en los sujetos sanos (de ahí el término innato), preparada para bloquear la entrada de microbios y eliminar con rapidez los que entren en los tejidos del huésped. La inmunidad adaptativa, también llamada inmunidad específica o adquirida, debe expandir y diferenciar los linfocitos en respuesta a los microbios antes de poder proporcionar una defensa eficaz; es decir, se adapta a la presencia de los invasores microbianos. La inmunidad innata es más antigua en la evolución filogenética, en tanto que el sistema inmunitario más potente y eficaz se desarrolló después. La primera línea de defensa en la inmunidad innata la proporcionan las barreras epiteliales y las células y antibióticos naturales presentes en los epi telios, todos los cuales actúan bloqueando la entrada de microbios. Si los microbios rompen los epitelios y entran en los tejidos o la circulación, son atacados por fagocitos, linfocitos especializados llamados lin focitos citolíticos naturales y varias proteínas plas máticas, incluidas las del sistema del complemento. Todos estos mecanismos de la inmunidad innata reco nocen específicamente los microbios y reaccionan contra ellos. Además de proporcionar una defensa temprana contra las infecciones, las respuestas in- munitarias innatas potencian las adaptativas contra los microorganismos infecciosos. Los componentes y mecanismos de la inmunidad innata se exponen con detalle en el capítulo 2. La defensa contra los microbios infecciosos re quiere, además, respuestas inmunitarias adaptativas, en especial contra los microbios que son patógenos para los seres humanos (es decir, capaces de causar enfermedad) y pueden haber evolucionado para re sistir a la inmunidad innata. El sistema inmunita rio adaptativo está integrado por los linfocitos y sus productos, entre ellos los anticuerpos. Mientras que los mecanismos de la inmunidad in nata reconocen estructuras compartidas por clases de microbios, las células de la inmunidad adaptativa (linfocitos) expresan receptores que reconocen es pecíficamente una variedad mucho más amplia de moléculas producidas por los microbios, así como sustancias no infecciosas. Estas sustancias se llaman antígenos. Las respuestas inmunitarias adaptativas a menudo usan las células y las moléculas del sis tema inmunitario innato para eliminar microbios, y la inmunidad adaptativa funciona para potenciar estos mecanismos antimicrobianos de la inmunidad innata. Por ejemplo, los anticuerpos (componentes de la inmunidad adaptativa) se unen a los microbios, y estos microbios cubiertos se unen con avidez a los fagocitos (componentes de la inmunidad inna ta), que, al activarse, los ingieren y destruyen. En capítulos posteriores se muestran ejemplos simila res de cooperación entre la inmunidad innata y la adaptativa. TIPOS DE INMUNIDAD ADAPTATIVA Los dos tipos de inmunidad adaptativa, la humoral y la celular, están mediados por di ferentes células y moléculas, y proporcionan una defensa adecuada contra los microbios ex- tracelulares e intracelulares, respectivamente (fig. 1-4). La inmunidad humoral está mediada por proteínas llamadas anticuerpos, que producen células conocidas como linfocitos B. Los anticuer pos se secretan en la circulación y los líquidos de las mucosas, y neutralizan y eliminan microbios y toxinas microbianas presentes fuera de las células del huésped, en la sangre y en las luces de los órganos mucosos, como los de los aparatos digestivo y res piratorio. Una de las funciones más importantes de los anticuerpos es detener a los microbios que están presentes en las superficies mucosas y en la sangre, en su acceso y colonización de las células y del tejido conjuntivo del huésped. De esta forma, los anticuerpos impiden que las infecciones se ins tauren. Los anticuerpos no pueden acceder a los microbios que viven y se dividen dentro de las cé lulas infectadas. La defensa contra tales microbios intracelulares se conoce como inmunidad celular, porque está mediada por células llamadas linfocitos T. Algunos de estos activan a los fagocitos para que destruyan los microbios que han ingerido en sus vesículas intracelulares. Otros linfocitos T matan cualquier tipo de célula del huésped que albergue microbios infecciosos en el citoplasma. De este mo do, los anticuerpos producidos por los linfocitos B reconocen antígenos microbianos extracelulares, y los linfocitos T, antígenos producidos por los mi crobios intracelulares. Otra diferencia importante entre los linfocitos B y los T es que la mayoría de estos últimos solo reconocen antígenos proteínicos, mientras que los primeros y los anticuerpos pueden reconocer muchos tipos diferentes de moléculas, incluidos proteínas, hidratos de carbono, ácidos nu cleicos y lípidos. La inmunidad puede ser inducida en un sujeto mediante infección o vacunación (in munidad activa) o ser conferida mediantela transferencia de anticuerpos o linfocitos de un sujeto inmunizado activamente (inmuni dad pasiva). En la inmunidad activa, un sujeto expuesto a los antígenos de un microbio organiza una respuesta activa para erradicar la infección y desarrollar resistencia a la infección posterior por este microbio. De tal sujeto se diría que es inmune © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 5 Inmunidad humoral Inmunidad celular Microbio Funciones -ft Linfocitos reactivos Mecanismo efector Bloquea las infecciones y elimina los microbios extracelulares Microbios extracelulares Linfoclto B Anticuerpo secretado Microbios fagocitados en macrófago Macrófago activado Elimina microbios fagocitados Microbios intracelulares (p. ej., virus) que se replican dentro de la célula infectada Linf< citot Célula infectada muerta Mata células infectadas y elimina reservorios de la infección FIGURA 1-4 Tipos de inmunidad adaptativa. En la inmunidad humoral, los linfocitos B secretan anticuerpos que eliminan microbios extracelulares. En la inmunidad celular, diferentes tipos de linfocitosT reclutan y activan fagocitos para que destruyan los microbios ingeridos y maten a las células infectadas. frente a ese microbio, al contrario que la persona que no se ha expuesto antes a los antígenos del microbio. A nosotros nos interesan sobre todo los mecanismos de la inmunidad activa. En la inmuni dad pasiva, un sujeto recibe anticuerpos o células (p. ej., linfocitos, factible solo en animales con una composición génica idéntica [endogámicos]) de otro sujeto ya inmunizado frente a una infección. Durante toda la vida de los anticuerpos o las células transferidos, el receptor es capaz de combatir la infección. Por ello, la inmunidad pasiva es útil para conferir inmunidad con rapidez, incluso antes de que el sujeto sea capaz de desarrollar una respuesta activa, pero no induce una resistencia duradera frente a la infección. El único ejemplo fisiológico de inmunidad pasiva se observa en los recién nacidos, cuyos sistemas inmunitarios no son suficientemen te maduros para responder a muchos microorganis mos patógenos, pero sí están protegidos frente a las infecciones, gracias a la adquisición de anticuerpos de sus madres a través de la placenta y de la leche materna. PROPIEDADES DE LAS RESPUESTAS INMUNITARIAS ADAPTATIVAS Varias propiedades de las respuestas inmunitarias adaptativas son cruciales por su eficacia para com batir las infecciones (fig. 1-5). 6 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Característica Significado funcional Especificidad Asegura que distintos antígenos desencadenen respuestas que se dirijan contra esos antígenos Diversidad Capacita al sistema inmunitario para responder a una gran variedad de antígenos Memoria Conduce a respuestas rápidas y aumentadas a exposiciones repetidas a los mismos antígenos Expansión clonal Aumenta el número de linfocitos específicos frente al antígeno para controlar a los microbios Especialización Genera respuestas que son óptimas para la defensa frente a diferentes tipos de microbios Contracción y homeostasis Permite al sistema inmunitario responder a antígenos con los que se acaba de encontrar Falta de reactividad frente a lo propio Impide dañar al huésped durante las respuestas a antígenos extraños FIGURA 1-5 Propiedades de las respuestas inmunitarias adaptativas. Esta tabla resume las propiedades importantes de las respuestas inmunitarias adaptativas y cómo cada característica con tribuye a la defensa del huésped contra los microbios. Especificidad y diversidad El sistema inmunitario adaptativo es capaz de dis tinguir entre millones de antígenos o porciones de antígenos diferentes. La especificidad es la capacidad de distinguir entre muchos antígenos diferentes. Implica que el grupo total de especi ficidades del linfocito, llamado a veces reperto rio linfocítico, presenta una gran diversidad. La base de esta notable especificidad y diversidad es que los linfocitos expresan receptores para los antígenos distribuidos de forma clonal, lo que sig nifica que toda la población de linfocitos consta de muchos clones diferentes (cada uno compuesto de una célula y su descendencia), cada uno de los cuales expresa un receptor para el antígeno que es diferente de los receptores de todos los demás clones. La hipótesis de la selección clonal, for mulada en la década de los cincuenta del siglo xx, predijo correctamente que los clones de linfocitos específicos frente a diferentes antígenos se desa rrollan antes del encuentro con estos, y que cada antígeno desencadena una respuesta inmunitaria al seleccionar y activar los linfocitos de un clon es pecífico (fig. 1-6). Actualmente, conocemos la base molecular de esta especificidad y esta diversidad de los linfocitos (v. capítulo 4). La diversidad del repertorio linfocítico, que capacita al sistema inmunitario para responder a un ingente número de antígenos diversos, también se traduce en que muy pocas células, quizás una de cada 100.000 linfocitos o una de cada millón, sea específica frente a un antígeno. El número total de linfocitos vírgenes (sin activar) que puede recono cer un antígeno y reaccionar contra él oscila entre unas 1.000 a 10.000 células. Para crear una defensa eficaz contra los microbios, estas pocas células tie nen que dar lugar a un gran número de linfocitos capaces de destruir a los microbios. La eficacia no table de las respuestas inmunitarias se atribuye a varias características de la inmunidad adaptativa, tales como: 1) expansión marcada del grupo de linfocitos específicos frente a cualquier antígeno al exponerse a él; 2) asas de retroalimentación posi tivas que amplifican las respuestas inmunitarias, y 3) mecanismos de selección que conservan los lin focitos más útiles. Estas características del sistema inmunitario adaptativo se describen en capítulos posteriores. Memoria El sistema inmunitario monta respuestas mayores y más eficaces ante exposiciones repetidas al mis mo antígeno. La respuesta a la primera exposición a un antígeno, llamada respuesta inmunitaria primaria, es mediada por linfocitos conocidos como linfocitos vírgenes que entran en contacto con el antígeno por primera vez (fig. 1-7). El tér mino virgen se refiere a que estas células no tienen experiencia inmunitaria, no habiendo respondido a antígenos previamente. Los encuentros posteriores con el mismo antígeno conducen a las denomina das respuestas inmunitarias secundarias, que suelen ser más rápidas, de mayor magnitud y con mayor capacidad de eliminación del antígeno que las respuestas primarias. Las respuestas secundarias son el resultado de la activación de los linfocitos de memoria, que son células de vida larga indu cidas durante la respuesta inmunitaria primaria. La memoria inmunitaria optimiza la capacidad del sistema inmunitario de combatir infecciones persistentes y recurrentes, ya que cada encuentro con un microbio genera más células de memoria y activa las generadas previamente. La memoria también es una de las razones por las que las va cunas confieren una protección duradera contra las infecciones. © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 7 En los órganos linfáticos generadores surgen clones de linfocitos con receptores diversos Clones de linfocitos maduros específicos frente a muchos antígenos entran en los tejidos linfáticos Clones específicos frente al antígeno son activados («seleccionados») por los antígenos Se producen respuestas inmunitarias específicas frente al antígeno Precursor del linfocito /i* . Í3* <z C > c <t Antígeno X Antígeno Y "'1SK ^ r Linfocitos maduros Anticuerpo anti-X Anticuerpo anti-Y FIGURA 1-6 Selección clonal. Los linfocitos maduros con receptorespara muchos antígenos se desarrollan antes del encuentro con dichos antígenos. Un clon es una población de linfocitos con receptores para el antígeno y, por tanto, con especificidades idénticas; se presume que todas estas células derivan de una sola célula precursora. Cada antígeno (p. ej., X eY) selecciona un clon preexistente de linfocitos específicos y estimula la proliferación y diferenciación de ese clon. El diagrama solo muestra linfocitos B que dan lugar a células secretoras de anticuerpos, pero se aplica el mismo principio a los linfocitos T. Los antígenos mostrados son moléculas de superficie de los microbios, pero la selección clonal también es cierta para los antígenos solubles extracelulares e intracelulares. Otras características de la inmunidad adaptativa Las respuestas inmunitarias adaptativas tienen otras características importantes para sus funciones (v. fig. 1-5). Cuando los antígenos activan a los linfo citos, estos proliferan, de modo que generan mu chos miles de células de descendencia clonal, todos con la misma especificidad antigénica. Este proceso, llamado expansión clonal, aumenta rápidamente el número de células específicas frente al antígeno encontrado, lo que posibilita que pocos linfocitos específicos frente al antígeno sirvan a su función defensora y asegura que la inmunidad adaptativa controle a los microbios en proliferación rápida. Las respuestas inmunitarias están especializadas, y di ferentes respuestas tratan de defender mejor frente a distintas clases de microbios. Todas las respuestas inmunitarias son autolimitadas y declinan a medida que la infección es eliminada, lo que permite que el sistema vuelva a un estado de reposo, preparado para responder a otra infección. El sistema inmunitario es capaz de reaccionar contra un gran número de microbios diversos y otros antígenos extraños, pero normalmente no reacciona contra las sustancias antigénicas del propio huésped -los llamados antígenos propios-. Esta falta de res puesta frente a lo propio se conoce como tolerancia inmunitaria y se refiere a la capacidad del sistema inmunitario de coexistir con (tolerar) moléculas, células y tejidos potencialmente antigénicos. CÉLULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO Las células del sistema inmunitario adaptativo son los linfocitos, las células presentadoras de antíge nos (CPA) que capturan y muestran los antígenos 8 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario A FIGURA 1-7 Respuestas inmuni tarias primaria y secundaria. Los antígenos X eY inducen la producción de diferentes anticuerpos (un reflejo de la especificidad). La respuesta secunda ria al antígeno X es más rápida y mayor que la primaria (lo que es ilustrado por la memoria) y es diferente de la respuesta primaria al antígeno Y (de nuevo, reflejo de la especificidad). Las concentraciones de anticuerpo declinan con el tiempo tras cada inmunización. La cantidad de anti cuerpo producida se muestra en unidades arbitrarias y varía con el tipo de exposición al antígeno. Solo se muestran los linfocitos B, pero se observan las mismas caracterís ticas con las respuestas del linfocitoT a los antígenos. El tiempo tras la inmuni zación puede ser de 1-3 semanas para una respuesta primaria y de 2-7 días pa ra una secundaria, pero la cinética varía en función del antígeno y de la naturaleza de la inmunización. Antígeno X Antígeno X + antígeno Y •CE Jnfocito B anti-X Linfocito B anti-Y Células plasmáticas Tiempo tras la inmunización => microbianos, y las células efectoras (entre las que se encuentran linfocitos activados y otras células, particularmente otros leucocitos) que eliminan los microbios (fig. 1-8). En esta sección se describen las importantes propiedades funcionales de las princi pales poblaciones celulares; puede encontrarse una exposición de la forma de las células en libros de histología. Las células de la inmunidad innata se describen en el capítulo 2. Linfocitos Los linfocitos son las únicas células que produ cen receptores específicos frente a antígenos diversos y son los mediadores clave de la in munidad adaptativa. Aunque todos los linfocitos tienen un aspecto similar y no destacan por él, son heterogéneos en su linaje, función y fenotipo, y capaces de producir respuestas y actividades bioló gicas complejas (fig. 1-9). Estas células a menudo se distinguen por las proteínas de superficie que pueden identificarse usando grupos de anticuerpos monoclonales. La nomenclatura estándar de estas proteínas es la designación numérica del grupo de diferenciación (CD, del inglés duster of differentiation), que se utiliza para describir las proteínas de superfi cie que definen un tipo particular de célula o estadio de diferenciación y que se reconocen por un grupo de anticuerpos. (En el apéndice II se ofrece una lis ta de las moléculas CD que se mencionan en el libro.) Como ya se indicó anteriormente, los linfocitos B son las únicas células capaces de producir anticuer pos; por tanto, son las que median la inmunidad humoral. Los linfocitos B expresan formas mem branosas de anticuerpos que sirven de receptores que reconocen antígenos e inician el proceso de activación de las células. Los antígenos solubles y los que están en la superficie de los microbios y otras células pueden unirse a estos receptores del lin focito B para el antígeno, lo que inicia el proceso de activación del linfocito B. Esto conduce a la se creción de formas solubles de anticuerpos con la misma especificidad antigénica que los receptores de membrana. Los linfocitos T son responsables de la inmuni dad celular. Los receptores para el antígeno de la mayoría de los linfocitos T solo reconocen fragmen tos peptídicos de antígenos proteínicos que están unidos a moléculas especializadas en la muestra de péptidos, conocidas como complejo principal de his- tocompatibilidad (CPH) y situadas en la superficie de células especializadas denominadas células pre sentadoras de antígenos (v. capítulo 3). Entre los linfocitos T, los CD4+ se denominan linfocitos T cooperadores, porque ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos y a los fagocitos a destruir los microbios ingeridos. Los linfocitos T CD8+ se conocen como linfocitos T citotóxicos (LTC) porque matan a las células que albergan microbios intracelulares. Algunos linfocitos T CD4+ pertenecen a un subgrupo © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 9 Tipo de célula Principal(es) función(es) Linfocitos: linfocitos B; linfocitos T; linfocitos citolíticos naturales Linfocito sanguíneo Células presentadoras de antígeno: células dendríticas; macrófagos; células dendríticas foliculares vil Célula dendrítica Monocito sanguíneo Células efectoras: linfocitos T; macrófagos; granulocitos Reconocimiento específico de antígenos: Linfocitos B: mediadores de la inmunidad humoral Linfocitos T: mediadores de la inmunidad celular Linfocitos citolíticos naturales: células de la inmunidad innata Captura de antígenos para mostrarlos a los linfocitos: Células dendríticas: inicio de respuesta del linfocito T Macrófagos: fase efectora de inmunidad celular Células dendríticas foliculares: muestra de antígenos a los linfocitos B en las respuestas inmunitarias humorales Eliminación de antígenos: Linfocitos T: linfocitos T cooperadores y linfocitos T citotóxicos Macrófagos y monocitos: células del sistema fagocítico mononuclear Granulocitos: neutrófilos, eosinófilos Neutrófito FIGURA 1-8 Principales células del sistema inmunitario. Esta tabla muestra los principales tipos celulares implicados en las res puestas inmunitarias y las funciones clave de dichas células. Las microfotografías de la izquierda ilustran la forma de algunas células de cada tipo. Obsérvese que los macrófagos tisuiares derivan de los monocitos sanguíneos. especial que impide o limita las respuestas inmuni tarias; estos se llamanlinfocitos T reguladores. Otra clase de linfocitos son los linfocitos citolíticos naturales (NK, del inglés natural killer cell), que también matan células infectadas del huésped, pero, al contrario que los linfocitos B y T, no expresan receptores para el antígeno con una distribución clonal. Los linfocitos NK son componentes de la inmunidad innata, capaces de atacar rápidamente a las células infectadas. Todos los linfocitos surgen de células troncales de la médula ósea (fig. 1-10). Los linfocitos B madu ran en la médula ósea, y los linfocitos T, en un órgano llamado timo. Estos lugares en los que se producen (generan) linfocitos maduros se llaman órganos linfáticos generadores. Los linfocitos maduros salen de estos y entran en la circulación y en los órganos linfáticos periféricos, donde pueden encontrarse con el antígeno frente al cual expresan receptores específicos. 10 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Reconocimiento del antígeno Funciones efectoras Linfocito B Neutralización del microbio, 1 fagocitosis, JL activación del complemento Linfocito T cooperador Antígeno microbiano presentado por célula presentadora de antígeno Célula infectada que expresa el antígeno microbiano Activación (proliferación y diferenciación) de linfocitos T yB Muerte de célula infectada Linfocito T regulador Linfocito citolítico natural (NK) P< f kV ==>•??•) Muerte de célula slula diana • u infectada FIGURA 1-9 Clases de linfocitos. Diferentes clases de linfocitos reconocen distintos tipos de antígenos y se diferencian en células efectoras cuya función es eliminara los antígenos. Los linfocitos B reconocen antígenos solubles o de la superficie celular y se diferencian en células secretoras de anticuerpos. Los linfocitos T cooperadores reconocen antígenos situados en las superficies de las células presentadoras de antígenos y secretan citocinas, lo que estimula diferentes mecanismos de la inmunidad y la inflamación. Los linfocitos T citotóxicos (LTC) reconocen antígenos en las células infectadas y matan a dichas células. (Obsérvese que los linfocitos T reconocen péptidos que se muestran en las moléculas del complejo principal de histocompatibilidad [CPH], analizados en el capítulo 3.) Los linfocitosT reguladores limitan la activación de otros linfocitos, especialmente de los linfocitosT, e impiden la autoinmunidad. Los linfocitos citolíticos naturales (NK) reconocen cambios en la superficie de las células infectadas y las matan. Los linfocitos NK son células de la inmunidad innata y todos los otros linfocitos son células del sistema inmunitario adaptativo. Supresión de respuesta inmunitaria © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 11 Organos linfáticos generadores Sangre, linfa Linfocitos B maduros Organos linfáticos periféricos Precursor Línea linfático de común linfocitos B Línea de linfocitos T Linfocitos B inmaduros Timo vírgenes maduros linfáticos Medula osea Bazo Tejidos linfáticos Recirculación ^ mucosos m y cutáneos Linfocitos T maduros FIGURA 1-10 Maduración de los linfocitos. Los linfocitos se desarrollan a partir de precursores en los órganos linfáticos generadores (médula ósea y timo). Los linfocitos maduros entran en los órganos linfáticos periféricos, donde responden a los antígenos extraños y recirculan en la sangre y la linfa. Cuando los linfocitos vírgenes reconocen antígenos microbianos y, además, reciben se ñales adicionales inducidas por los microbios, los linfocitos específicos frente al antígeno pro- liferan y se diferencian en células efectoras y células de memoria (fig. 1-11). Los linfocitos vírgenes expresan receptores para los antígenos, pero no realizan las funciones necesarias para eli minar a los antígenos. Estas células residen en los órganos linfáticos periféricos, circulan entre ellos y sobreviven durante semanas o meses, a la espera de encontrarse con el antígeno y responder a él. Si no son activados por el antígeno, los linfocitos vírgenes mueren por el proceso de la apoptosis y son reem plazados por células nuevas que surgen en los órga nos linfáticos generadores. La diferenciación de los linfocitos vírgenes en células efectoras y de memoria se inicia por el reconocimiento del antígeno, lo que asegura que la respuesta inmunitaria que surge sea específica frente al antígeno. Las células efectoras son la descendencia diferenciada de células vírgenes que tienen la capacidad de producir moléculas que actúan para eliminar antígenos. Las células efectoras del linaje del linfocito B son células secretoras de anticuerpos, llamadas células plasmáticas. Estas se producen en respuesta al estímulo antigénico en los órganos linfáticos periféricos, donde pueden estar y producir anticuerpos. También hay células secretoras de anticuerpos en la sangre, conocidas como plas- moblastos. Algunas de estas migran a la médula ósea, donde maduran en células plasmáticas de vida larga y continúan produciendo pequeñas cantidades de anticuerpos mucho tiempo después de que la infección esté erradicada, lo que proporciona una protección inmediata en el caso de que la infección recurra. Los linfocitos T CD4+ efectores (linfocitos T coope radores) producen las proteínas llamadas citocinas, las cuales activan a los linfocitos B, a los macrófagos y a otros tipos celulares, con lo que median en la función cooperadora de este linaje. Los linfocitos T CD8+ efectores (LTC) disponen del mecanismo para matar células infectadas del huésped. El desarrollo y las funciones de estas células efectoras se exponen en capítulos posteriores. Los linfocitos T efectores viven poco tiempo y mueren cuando se elimina el antígeno. Las células de memoria, generadas también a partir de la descendencia de linfocitos estimulados por el antígeno, sobreviven largos períodos de tiem po sin el antígeno. Por tanto, la frecuencia de apa rición de células de memoria aumenta con la edad, probablemente debido a la exposición a microbios ambientales. De hecho, las células de memoria su ponen menos del 5% de los linfocitos T de la sangre periférica de un recién nacido, pero el 50% o más de los de un adulto. Las células de memoria son inactivas; no desempeñan funciones efectoras a no ser que sean estimuladas por un antígeno. Cuando se encuentran con el mismo antígeno que indujo 12 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Tipo de célula Estadio Célula virgen Linfocito activado o efector Linfocito de memoria Linfocitos B Reconocimiento Proliferación Diferenciación del antígeno 4” 4 < Linfocitos T cooperadores Reconocimiento Prolife del antígeno ración Diferenciación Linfocito virgen Linfocitos activados o efectores Linfocitos de memoria Linfocitos T Migración Preferentemente a ganglios linfáticos periféricos Preferentemente a tejido inflamado Heterogénea: un subgrupo migra a los ganglios linfáticos y otro a la mucosa y a los tejidos inflamados Frecuencia de células reactivas a antígeno particular Muy baja Alta Baja Funciones efectoras Ninguna Secreción de citocinas; actividad citotóxica Ninguna Linfocitos B Isotipo de inmunoglobulina (Ig) de membrana IgM e IgD Habitualmente IgG, IgA, IgE Habitualmente IgG, IgA, IgE Afinidad de Ig producida Relativamente baja Aumenta durante la respuesta inmunitaria Relativamente alta Función efectora Ninguna Secreción de anticuerpos Ninguna FIGURA 1-11 Estadios en la historia vital de los linfocitos. A. Los linfocitos vírgenes reconocen antígenos extraños para iniciar las respuestas inmunitarias adaptativas. Los linfocitos vírgenes necesitan señales, además de antígenos, para proliferar y diferenciarse en células efectoras; estas señales adicionales no se muestran. Las células efectoras, que surgen a partir de las células vírgenes, actúan eliminando antígenos. Las células efectoras del linaje del linfocito Bson células plasmáticas secretoras de anticuerpos (algunas de las cuales tienen una vida larga). Las células efectoras del linaje del linfocito T CD4 producen citocinas. (Las células efectoras del linaje CD8 son linfocitos T citotóxicos; estas no se muestran.) Otros descendientes de los linfocitos estimulados por el antígeno se diferencian en células de memoria de vida larga. B. Se resumen las características importantes de los linfocitosT y B vírgenes, efectores y de memoria. La generación y las funciones de las células efectoras, incluidos los cambios en los patrones de migración y los tipos de inmunoglobulinas (Ig) producidas, se describen en capítulos posteriores. © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 13 su desarrollo, responden rápidamente para iniciar las respuestas inmunitarias secundarias. Las señales que generan y mantienen las células de memoria no se conocen bien, pero entre ellas están las citocinas. Células presentadoras de antígenos Los sitios de entrada más habituales para los microbios -la piel, el tubo digestivo y las vías respiratorias- contienen CPA especializadas, localizadas en el epitelio y que capturan antí genos, los transportan a los tejidos linfáticos periféricos y los muestran (presentan) a los linfocitos. Esta función de captura y presentación del antígeno se conoce mejor en un tipo de célula llamada célula dendrítica debido a sus largos pro cesos membranosos. Las células dendríticas capturan antígenos proteínicos de los microbios que entran a través de los epitelios y los transportan a los ganglios linfáticos regionales, donde muestran porciones de los antígenos para su reconocimiento por los linfoci tos T. Si un microbio ha invadido a través del epitelio, puede ser fagocitado por los macrófagos que viven en los tejidos y en diversos órganos. Los microbios o sus antígenos que entran en los órganos linfáticos pueden ser capturados por las células dendríticas o los macrófagos que residen en dichos órganos y pre sentados a los linfocitos. Las células dendríticas son las CPA más eficaces para iniciar las respuestas del linfocito T. El proceso de presentación del antígeno a los linfocitos T se describe en el capítulo 3. Las células especializadas en la muestra de antí genos a los linfocitos T tienen otra importante carac terística que les confiere la capacidad de activar las res puestas del linfocito T. Estas células especializadas responden a los microbios produciendo proteínas de superficie y secretadas que son necesarias, junto al antígeno, para activar los linfocitos T vírgenes para que proliferen y se diferencien en células efectoras. Las células especializadas que muestran los antíge nos a los linfocitos T y proporcionan señales acti vadores adicionales a veces son denominadas CPA profesionales. Las CPA profesionales prototípicas son las células dendríticas, pero los macrófagos, los linfocitos B y algunos otros tipos celulares pueden realizar la misma función en varias respuestas in munitarias. Se sabe menos sobre las células que pueden cap turar antígenos para presentarlos a los linfocitos B. Estos son capaces de reconocer directamente los antígenos de los microbios (liberados o en la super ficie de los microbios), o bien los macrófagos que recubren los conductos linfáticos pueden capturar antígenos y mostrarlos a los linfocitos B. Un tipo de célula, la llamada célula dendrítica folicular (CDF) reside en los centros germinales de los folí culos linfáticos en los órganos linfáticos periféricos y muestra los antígenos que estimulan la diferencia ción de los linfocitos B en los folículos (v. capítulo 7). Las CDF no presentan antígenos a los linfocitos T y difieren de las células dendríticas anteriormente des critas en que actúan como CPA para los linfocitos T. Células efectoras Las células que eliminan microbios se llaman células efectoras y consisten en linfocitos y otros leucocitos. Las células efectoras de los li najes de los linfocitos B y T ya se han mencionado. La eliminación de microbios a menudo requiere la participación de otros leucocitos no linfocíticos, como los granulocitos y los macrófagos. Estos leu cocitos pueden actuar como células efectoras tanto en la inmunidad innata como en la adaptativa. En la primera, los macrófagos y algunos granulocitos reconocen directamente a los microbios y los elimi nan (v. capítulo 2). En la inmunidad adaptativa, los productos de los linfocitos B y T potencian las activi dades de los macrófagos, y reclutan otros leucocitos y los activan para que maten a los microbios. TEJIDOS DEL SISTEMA INMUNITARIO Los tejidos del sistema inmunitario son los ór ganos linfáticos generadores, en los que los lin focitos T y B maduran y se hacen competentes para responder a los antígenos, y los órganos linfáticos periféricos, en los que se inician las respuestas inmunitarias adaptativas frente a los microbios (v. fig. 1-10). Los órganos linfáticos generadores (también llamados primarios o cen trales) se describen en el capítulo 4, donde se expone el proceso de maduración del linfocito. La siguiente sección subraya algunas de las características de los órganos linfáticos periféricos (o secundarios) que son importantes para el desarrollo de la inmunidad adaptativa. Órganos linfáticos periféricos Los órganos linfáticos periféricos -los ganglios linfá ticos, el bazo y los sistemas inmunitarios cutáneo y mucoso- están organizados para optimizar las inter acciones entre los antígenos, las CPA y los linfocitos, de modo que promuevan el desarrollo de las res puestas inmunitarias adaptativas. Los linfocitos T y B deben localizar a los microbios que entran por cualquier lugar del cuerpo, responder entonces a ellos y eliminarlos. Además, como se ha descrito anteriormente, en el sistema inmunitario normal muy pocos de estos linfocitos son específicos frente 14 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario a un antígeno. Para los pocos linfocitos específicos frente a cualquier antígeno no es posible vigilar todos los posibles sitios de entrada del antígeno. La organi zación anatómica de los órganos linfáticos periféricos capacita a las CPA para concentrar los antígenos en estos órganos, y a los linfocitos para localizarlos y responder frente a ellos. Esta organización se ve complementada por la notable capacidad de los linfocitos de circular a través del cuerpo, de forma que los linfocitos vírgenes vayan preferentemente a los órganos en que se concentra el antígeno, y las células efectoras, a los lugares de infección, donde los microbios deben ser eliminados. Además, diferentes tipos de linfocitos necesitan a menudo comunicarse para generar respuestas inmunitarias eficaces. Por ejemplo, los linfocitos T cooperadores específicos frente a un antígeno interaccionan con los linfoci tos B específicos frente al mismo antígeno y los ayu dan, lo que propicia la producción del anticuerpo. Una función importante de los órganos linfáticos es reunir estas células infrecuentes, de modo que interaccionen de forma productiva. Los ganglios linfáticos son agregados nodulares encapsulados de tejido linfático localizados a lo largo de conductos linfáticos de todo el cuerpo (fig. 1-12). Constantemente sale líquido de los vasos sanguíneos en todos los epitelios y tejidos conjuntivos, así como de la mayoría de los órganos parenquimatosos. Es te líquido, llamado linfa, es drenado por los vasos linfáticos de los tejidos hasta los ganglios linfáticos y, finalmente, lo devuelven a la circulación sanguínea. Por tanto, la linfa contiene una mezcla de sustancias absorbidas de los epitelios y los tejidos. A medida que la linfa pasa a través de los ganglios linfáticos, las CPA de los ganglios son capaces de tomar muestras de antígenos de los microbios que entren a través de los epitelios en los tejidos. Además, las células dendríti cas captan antígenosde los microbios de los epitelios y otros tejidos, y los transportan a los ganglios linfá ticos. El resultado neto de estos procesos de captura y transporte del antígeno es que los antígenos de los microbios que entran a través de los epitelios o que colonizan los tejidos se concentran en los ganglios linfáticos de drenaje. El bazo es un órgano abdominal muy vasculari- zado que realiza la misma función en las respuestas inmunitarias frente a los antígenos transportados por la sangre que los ganglios linfáticos en las res puestas frente a los antígenos transportados por la linfa (fig. 1-13). La sangre que entra en el bazo fluye a través de una red de conductos (sinusoides). Los antígenos transportados por la sangre son con centrados por las células dendríticas y los macró fagos en el bazo. Este órgano contiene abundantes fagocitos, que ingieren y destruyen los microbios de la sangre. FIGURA 1-12 Morfología de un ganglio linfático. A. Dia grama esquemático de un ganglio linfático que ilustra su organización estructural. B. Microfotografía óptica de un ganglio linfático que muestra su sección transversal, con numerosos folículos en la corteza, algunos con zonas centrales ligeramente teñidas (centros germinales). Arteria \cáPsula > . Trabécula Médula Zona de linfocitos B (folículo) Seno subcapsular Antígeno Vénula del endotelio alto (VEA) Vaso linfático aferente Zona linfocitos Centro germinal Seno medular linfático eferente Linfocitos Folículo linfático primario (zona de linfocitos B) Corteza parafolicular (zona de linfocitos T) Folículo secundario con centro germinal © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 15 Arteria trabecular central marginal Seno marginal Arteriola folicular FIGURA 1-13 Morfología del bazo. A. Diagrama esquemático que muestra una arteriola esplénica rodeada de la vaina linfática periar- teriolar (PALS) y unida al folículo que contiene un centro germinal prominente. Las PALS y los folículos linfáticos constituyen la pulpa blanca. B. Microfotografía óptica de una sección del bazo que muestra una arteriola con la PALS y un folículo con un centro germinal rodeados por la pulpa roja, que es rica en sinusoides vasculares. Los sistemas inmunitarios cutáneo y mucoso son grupos especializados de tejidos linfáticos, CPA y moléculas efectoras localizados en los epitelios de la piel y en los aparatos digestivo y respiratorio, respectivamente, y por debajo de ellos. Aunque la mayoría de las células inmunitarias de estos tejidos se dispersan difusamente bajo las barreras epite liales, se trata de grupos definidos de linfocitos y CPA organizados de una forma parecida a como lo están los ganglios linfáticos. Por ejemplo, la amígdala faríngea y las placas de Peyer del intestino son dos tejidos linfáticos mucosos definidos en estructuras anatómicas (fig. 1-14). En cualquier momento, al menos una cuarta parte de los linfocitos del cuerpo están en los tejidos mucosos y en la piel (reflejo del gran tamaño de estos tejidos) y muchos de ellos son células de memoria. Los tejidos linfáticos cutáneos y mucosos son lugares de respuestas inmunitarias a los antígenos que atraviesan los epitelios. Un desafío para estos sistemas inmunitarios mucosos y cutáneos es ser capaces de responder a los microorganismos patógenos pero no reaccionar al elevado número de microbios comensales habitualmente inocuos que están presentes en las barreras epiteliales. Esto se consigue por medio de diversos mecanismos que aún no se conocen por completo completamente, incluida la acción de los linfocitos T reguladores y de las células dendríticas que suprimen los linfocitos T, en lugar de activarlos. Dentro de los órganos linfáticos periféricos, los linfocitos T y B son segregados en diferentes com partimentos anatómicos (fig. 1-15). En los gan glios linfáticos, los linfocitos B se concentran en estructuras definidas, llamadas folículos, locali zadas alrededor de la periferia, o corteza, de cada ganglio. Si los linfocitos B en un folículo han res pondido al principio a un antígeno, este folículo puede contener una región central ligeramente teñida, conocida como centro germinal. El papel de los centros germinales en la producción de an ticuerpos se describe en el capítulo 7. Los linfocitos T se concentran fuera de los folículos pero junto a ellos, en la paracorteza. En los folículos están las CDF anteriormente descritas, que participan en la activación de los linfocitos B, y en la paracorteza se encuentran las células dendríticas, que presentan antígenos a los linfocitos T. En el bazo, estos últimos se localizan en las vainas linfáticas periarteriales (PALS, del inglés periarterial lymphoid sheath) que rodean las pequeñas arteriolas, y los linfocitos B, en los folículos. La organización anatómica de los órganos linfáti cos periféricos está muy bien regulada para permitir que las respuestas inmunitarias se desarrollen tras la estimulación de los antígenos. Los linfocitos B son atraídos y retenidos en los folículos, debido a la acción de una clase de citocinas, las quimiocinas (citocinas quimiotácticas; las quimiocinas y otras citocinas se describen con más detalle en los capí tulos posteriores). Las CDF de los folículos secretan constantemente una quimiocina particular para la que los linfocitos B vírgenes expresan un recep tor, llamado CXCR5. La quimiocina que se une al CXCR5 atrae a los linfocitos B desde la sangre a los folículos de los órganos linfáticos. De forma similar, los linfocitos T son segregados a la paracorteza de los ganglios linfáticos y las PALS del bazo, debido a que los linfocitos T vírgenes expresan un receptor, llamado CCR7, que reconoce quimiocinas produ cidas en estas regiones de los ganglios linfáticos y 16 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Placa Linfático aferente Folículo Vellosidad Bacterias _¿r comensales Linfocitos r, Jntraepiteliales cé|u|a M Célula epitelial / Moco intestinal / / Célula \ / / dendrítica Cripta de Peyer Drenaje linfático Célula dendrítica Linfocito B Ganglio linfático mesentérico íhQT Linfocito Macrófago Qéiula plasmática Luz intestinal Epitelio mucoso Lámina propia Mesenterio FIGURA 1-14 Sistema inmunitario de las mucosas. Diagrama esquemático del sistema inmunitario mucoso con el intestino delgado como ejemplo. Hay muchas bacterias comensales en la luz. El epitelio secretor de moco proporciona una barrera innata a la invasión microbiana (v. capítulo 2). Células epiteliales especializadas, como las células M, promueven el transporte de antígenos desde la luz a los tejidos subyacentes. Las células de la lámina propia, incluidas las células dendríticas, los linfocitosT y los macrófagos, proporcionan una defensa inmunitaria innata y adaptativa contra los microbios invasores; algunas de estas células se organizan en estructuras especializadas, como las placas de Peyer en el intestino delgado. La inmunoglobulina A (IgA) es un tipo de anticuerpo que se produce de forma abundante en los tejidos mucosos y se transporta a la luz, donde se une a los microbios y los neutraliza (v. capítulo 8). el bazo. Debido a ello, se reclutan linfocitos T de la sangre hacia la región parafolicular de la corteza del ganglio linfático y las PALS del bazo. Cuando los antígenos activan a los linfocitos, estos alteran la expresión de receptores para quimiocinas. Los linfocitos B y T migran entonces hacia su mutuo encuentro y se reúnen en el borde de los folículos, donde los linfocitos T cooperadores interaccionan con los linfocitos B y los ayudan a diferenciarse en células productoras de anticuerpos (v. capítulo 7). De este modo, estas poblaciones de linfocitos se mantienen separadas hasta que resulta útil para ellos interactuar, tras la exposición a un antígeno. Este es un ejemplo excelente de cómo la estructura de los órganos linfáticosasegura que las células que han reconocido y respondido a un antígeno interaccionen y se comuniquen entre sí solo cuando es necesario. Muchos de los linfocitos activados, especialmente los linfocitos T, salen, finalmente, del ganglio a través de los vasos linfáticos eferentes y abandonan el bazo a través de las venas. Estos linfocitos activados aca ban en la circulación y pueden desplazarse a lugares de infección distantes. © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 17 Zona de linfocitos B Célula dendrítica Linfocito B Quimipcina virqen .específica 'de linfocito B V Vaso linfático / A* i aferente Zona de linfocitos T Quimiocina Linfocito virgen . .- . específica de Artena linfocito T y Linfocito T célula dendrítica Linfocito B Zona de Zona de linfocitos B (folículo linfático) FIGURA 1-15 Segregación de linfocitos B yT en dife rentes regiones de un ganglio linfático. A. El diagrama esquemático ilustra la vía mediante la cual los linfocitos B yT vírgenes migran a diferentes zonas de un ganglio linfático. Los linfocitos B yT vírgenes entran a través de una vénula del endotelio alto (VEA), mos trada en corte transversal, desde donde son llevados a zonas diferentes del ganglio por la acción de quimiocinas producidas en dichas zonas y que se unen selectivamente a cada tipo celular. También se muestra la migración de las células dendríticas, que captan antígenos desde el epitelio, entran a través de los vasos linfáticos aferentes y migran a las zonas ricas en linfocitosT del ganglio (v. capítulo 3). B. En esta sección histológica de un ganglio linfático, los linfocitos B localizados en los folículos se tiñen de verde, y los linfocitosT de la corteza parafolicular, de rojo, usando inmunofluorescencia. En esta técnica, una sección de tejido se tiñe con anticuerpos específicos frente a los linfocitos T o B acoplados a fluorocromos que emiten diferentes colores cuando son estimulados con las longitudes de onda adecuadas. La segregación anatómica de los linfocitosT y B también se observa en el bazo (no mos trado). (Por cortesía de los Drs. Kathryn Pape y Jennifer Walter, University of Minnesota School of Medicine, Minneapolis.) Recirculación del linfocito y migración a los tejidos Los linfocitos vírgenes recirculan constante mente entre la sangre y los órganos linfáticos periféricos, donde pueden ser activados por antígenos para convertirse en células efectoras, y los linfocitos efectores migran desde los teji dos linfáticos a las zonas de infección, donde se eliminan los microbios (fig. 1-16). De este modo, los linfocitos en estadios definidos de su vida mi- gran a diferentes localizaciones donde son necesarios para sus funciones. La migración de los linfocitos efectores a los lugares de infección es más relevante para los linfocitos T, porque los linfocitos T efectores tienen que localizar y eliminar microbios en estos sitios. Por el contrario, las células plasmáticas no necesitan migrar a lugares de infección; en cambio, secretan anticuerpos, los cuales entran en la sangre, donde pueden unirse a microorganismos patógenos o toxinas vehiculados por la sangre. Además, los anticuerpos pueden llegar a las zonas tisulares de infección por la circulación. Los linfocitos T vírgenes que han madurado en el timo y entrado en la circulación migran a los gan glios linfáticos, donde pueden encontrarse con los antígenos que drenan los epitelios y los órganos parenquimatosos. Estos linfocitos T vírgenes entran en los ganglios linfáticos a través de vénulas poscapi lares especializadas, llamadas vénulas de endotelio alto (VEA). Las moléculas de adherencia usadas por los linfocitos T para unirse al endotelio se des criben en el capítulo 6. Las quimiocinas producidas en las zonas del linfocito T de los ganglios linfáticos y mostradas en las superficies de las VEA se unen al receptor para quimiocinas CCR7 expresado en los linfocitos T vírgenes, lo que hace que los linfoci tos T se unan fuertemente a las VEA. Los linfocitos T vírgenes migran entonces a la zona de linfocitos T, donde los antígenos son presentados por células den dríticas. Los linfocitos B vírgenes también entran en los tejidos linfáticos, pero después migran a los folículos en respuesta a las quimiocinas que se unen al CXCR5, el receptor para quimiocinas expresado en estos linfocitos B. En el ganglio linfático, si un linfocito T reconoce de forma específica a un antígeno en una célula den drítica, ese linfocito T forma conjugados estables con la célula dendrítica y se activa. Tal encuentro entre un antígeno y un linfocito específico probablemente sea un episodio aleatorio, pero la mayoría de los linfocitos T del cuerpo circulan a través de algunos ganglios linfáticos al menos una vez al día. Como se mencionó anteriormente y se describirá mejor en el capítulo 3, la probabilidad de que el linfocito T correcto encuentre a su antígeno aumenta en los 18 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Vaso Tejido periférico [_!___________ i Vaso sanguíneo periférico Vénula del endotelio alto Linfocito T efector o de memoria Linfocito T virgen Ganglio linfático FIGURA 1-16 Migración de los linfocitosT. Los linfocitosT vírgenes migran desde la sangre, a través de las vénulas de endotelio alto, hacia las zonas de linfocitosT de los ganglios linfáticos, donde son activados por antígenos. Los linfocitosT activados salen de los ganglios, entran en el torrente sanguíneo y migran, de forma preferente, a los tejidos periféricos en los sitios de infección e inflamación. Las moléculas de adherencia implicadas en la unión de los linfocitosT a las células endoteliales se describen en el capítulo 6. órganos linfáticos periféricos, en particular en los ganglios linfáticos, porque los antígenos microbianos se concentran en las mismas regiones de estos órga nos a través de los cuales recirculan los linfocitos T vírgenes. De este modo, los linfocitos T encuentran al antígeno que pueden reconocer y se activan para proliferar y diferenciarse. Los linfocitos vírgenes que no se han encontrado con los antígenos específicos abandonan los ganglios linfáticos y vuelven a entrar en la circulación. Las células efectoras generadas tras la activación del linfocito T migran preferentemen te a los tejidos infectados por los microbios, donde los linfocitos T realizan su función de erradicar la infección. Señales específicas controlan estos pa trones precisos de migración de linfocitos T vírgenes y activados (v. capítulo 6). Los linfocitos B que reconocen y responden al antígeno en los folículos del ganglio linfático se di ferencian en células secretoras de anticuerpos, que permanecen en los ganglios linfáticos o migran a la médula ósea (v. capítulo 7). Los linfocitos T de memoria constan de diferen tes poblaciones; algunas células recirculan a través de los ganglios linfáticos, donde pueden organizar respuestas secundarias a los antígenos capturados, mientras que otras migran a las zonas de infección, donde pueden responder con rapidez para eliminar la infección. Sabemos menos sobre la circulación del linfocito a través del bazo u otros tejidos linfáticos. El bazo no contiene VEA, pero el patrón general de migración del linfocito virgen a través de este órgano proba blemente sea similar al de migración a través de los ganglios linfáticos. PERSPECTIVA GENERAL DE LAS RESPUESTAS INMUNITARIAS A LOS MICROBIOS Ahora que hemos descrito los principales compo nentes del sistema inmunitario, es útil resumir las características clave de las respuestas inmunitarias a los microbios. El objetivo aquí está en la función fisiológica del sistema inmunitario: la defensa contra las infecciones. En posteriores capítulos se expondrá con mayor detalle cada una de estas características. Respuesta inmunitaria innata temprana a los microbios Las principales barrerasentre el huésped y el am biente son los epitelios de la piel y los de los aparatos digestivo y respiratorio. Los microbios infecciosos suelen entrar a través de estas vías e intentan coloni zar al huésped. Los epitelios sirven de barreras físicas y funcionales a las infecciones, al impedir, simultá neamente, la entrada de microbios e interfiriendo en su crecimiento por medio de la producción de sus tancias antimicrobianas naturales. Si los microbios son capaces de atravesar estos epitelios y de entrar en los tejidos y la circulación, se encuentran con los mecanismos de defensa de la inmunidad innata, que están diseñados para reaccionar con rapidez © E lse vie r. F oto cop iar sin au tor iza ció n e s u n d elit o. Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario 19 contra los microbios y sus productos. Los fagocitos, incluidos los neutrófilos y los macrófagos, ingieren microbios en las vesículas y los destruyen mediante la producción de sustancias microbicidas en estas últimas Los macrófagos y las células dendríticas que se encuentran con los microbios también secretan citocinas, que sirven a numerosas funciones. Las dos principales reacciones celulares de la in munidad innata son la inflamación, que induce citocinas y otras moléculas y sirve para llevar leucocitos y proteínas plasmáticas a la zona de infección o le sión, y la defensa antivírica, que está mediada por interferones de tipo I (una familia particular de cito cinas) y linfocitos NK. Muchas proteínas plasmáticas participan en la defensa del huésped, incluidas las del sistema del complemento, que activan los microbios, y cuyos productos matan a los microbios y los cu bren (opsonizan) para que sean fagocitados por los macrófagos y los neutrófilos. Además de combatir las infecciones, las respuestas inmunitarias innatas estimulan la consiguiente inmunidad adaptativa y, de este modo, proporcionan señales que son esenciales para iniciar las respuestas de linfocitos T y B específi cos frente al antígeno. Las acciones combinadas de los mecanismos de la inmunidad innata pueden erradicar algunas infecciones y mantener a los microorganis mos patógenos controlados hasta que se active la respuesta inmunitaria adaptativa, más potente. Respuesta inmunitaria adaptativa El sistema inmunitario adaptativo usa las siguientes estrategias para combatir a la mayoría de los mi crobios: • Los anticuerpos secretados se unen a los microbios extracelulares, bloquean su capacidad de infectar a las células del huésped, y promueven su ingestión y posterior destrucción por los fagocitos. • Los fagocitos ingieren microbios y los matan, y los linfocitos T cooperadores potencian las capacida des microbicidas de los fagocitos. • Los linfocitos T cooperadores reclutan leucocitos para destruir microbios y potenciar la función de barrera epitelial para expulsar microbios. • Los linfocitos T dtotóxicos destruyen a las células infectadas por los microbios que son inaccesibles a los anticuerpos. Las respuestas inmunitarias adaptativas se desa rrollan en pasos, cada uno de los cuales corresponde a determinadas reacciones de linfocitos (fig. 1-17). Captura y muestra de los antígenos microbianos Los microbios que entran a través de los epitelios, así como sus antígenos proteínicos, son capturados por las células dendríticas que residen en estos epi telios y los antígenos unidos a las células son trans portados a los ganglios linfáticos de drenaje. Los antígenos proteínicos son procesados en las células dendríticas para generar péptidos, que se muestran en la superficie de la CPA unidos a las moléculas del CPH. Los linfocitos T vírgenes reconocen estos complejos péptido-CPH, lo que constituye el primer paso en el inicio de las respuestas del linfocito T. Los antígenos proteínicos también son reconocidos por los linfocitos B en los folículos linfáticos de los órganos linfáticos periféricos. Los polisacáridos y otros antígenos no proteínicos son capturados en los órganos linfáticos y reconocidos por los linfocitos B pero no por los linfocitos T. Como parte de la respuesta inmunitaria innata, las células dendríticas que presentan el antígeno a los linfocitos T vírgenes se activan para expresar moléculas llamadas coestimuladores y secretar cito cinas, ambos necesarios, además del antígeno, para estimular la proliferación y diferenciación de los lin focitos T. La respuesta inmunitaria innata a algunos microbios y antígenos polisacáridos también da lugar a la activación del sistema del complemento, que genera productos de escisión de proteínas que tienen varias funciones inmunitarias. Algunos productos generados por el complemento potencian la prolife ración y la diferenciación de los linfocitos B. De este modo, el antígeno (a menudo denominado señal 1) y las moléculas producidas durante las respuestas inmunitarias innatas (señal 2) actúan conjuntamen te para activar a los linfocitos específicos frente al antígeno. El requisito de la señal 2 desencadenada por el microbio asegura que los microbios induzcan la respuesta inmunitaria adaptativa y no sustancias inocuas. Las señales generadas por los linfocitos por la unión de los receptores para el antígeno a su antígeno y de los receptores para los coestimu ladores a sus objetivos conducen a la transcripción de varios genes, que codifican citocinas, receptores para citocinas, moléculas efectoras y proteínas que controlan la supervivencia y el ciclo celulares. Todas estas moléculas participan en las respuestas de los linfocitos. Inmunidad celular: activación de los linfocitos T y eliminación de los microbios asociados a las células Cuando son activados por el antígeno y los coes timuladores en los órganos linfáticos, los linfocitos T vírgenes secretan citocinas, que actúan como fac tores de crecimiento y responden a otras citocinas secretadas por las CPA. La combinación de señales (antígeno, coestimulación y citocinas) estimula la proliferación de los linfocitos T y su diferenciación en linfocitos T efectores. Los linfocitos T efectores generados en el órgano linfático pueden migrar de 20 Capítulo 1 - Introducción al sistema inmunitario Reconocimiento Activación del antígeno del linfocito Eliminación del antígeno Contracción (homeostasis) Memoria Célula productora “fc, de anticuerpos jk Linfocito T efector Células de memoria supervivientes 7 Días desde la exposición al antígeno FIGURA 1-17 Fases de la respuesta inmunitaria adaptativa. Una respuesta inmunitaria adaptativa consiste en distintas fases; las tres primeras son el reconocimiento del antígeno, la activación de los linfocitos y la eliminación del antígeno (fase efectora). La respuesta declina a medida que los linfocitos estimulados por el antígeno mueren por apoptosis, restaurando así el estado estable basal llamado homeostasis; las células específicas frente al antígeno que sobreviven son las responsables de la memoria. La duración de cada fase puede variar en función de las respuestas inmunitarias. Estos principios se aplican a la inmunidad humoral (mediada por linfocitos B) y a la celular (mediada por linfocitos T). nuevo a la sangre y después a cualquier lugar donde esté el antígeno (o microbio). Estas células efecto- ras se reactivan gracias al antígeno en las zonas de infección y realizan las funciones responsables de la eliminación de los microbios. Diferentes clases de linfocitos T se diferencian en células efectoras con propiedades funcionales distintas. Los linfocitos T cooperadores secretan citocinas y expresan molé culas de superficie que median sus funciones. Al gunos de estos linfocitos T cooperadores activados reclutan neutrófilos y otros leucocitos en las zonas de infección; otros activan a los macrófagos para que maten a los microbios ingeridos, y aún otros permanecen en los órganos linfáticos y ayudan a los linfocitos B. Los LTC matan directamente a las células en cuyo citoplasma existen microbios. Estos
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