Vista previa del material en texto
CAPITULO 1 LA MUSICA EN EL PANORAMA HISTORICO DE MESOAMERICA El mundo musical prehispánico: Por época prehispánica se entiende el largo tramo que va de la aparición de los primeros grupos sedentarios organizados (1500 a.C.) al florecimiento y desaparición de las grandes culturas mesoamericanas en 1521 d.C. Mesoamérica estaba poblada por sociedades que alcanzaron un sistema de producción de cultivos intensivos que incluía la división del trabajo, un arte de medir el tiempo basado en un calendario un diezmilésimo más cercano del año astronómico que el traído por los conquistadores. Los pueblos prehispánicos lograron un nivel de sensibilidad y creatividad artística de profunda significación para el hombre. Para los nahuas la concepción sobre lo artístico verdadero, el Yoltéotl, se refiere siempre al que dialoga con el corazón, al que endiosa las cosas con su corazón; al que conoce los antiguos mitos, las tradiciones y al que hace descender sobre los hombres las flores y los cantos. Mesoamérica se caracterizó por una diversidad lingüística que concordaba con unidades sociopolíticas de reducida extensión geográfica. La economía era dirigida por el estado. Existía una división social del trabajo que incluía tanto especialización en distintas actividades productivas como estratificación social. Su sentido religioso fue el principio fundamental de su quehacer social ya que la vida era considerada sagrada. No existió ritual humano que no requiriera de su ritual. La música estaba estrechamente ligada a la religión. Tanto los mitos nahua como el popol Vuh, nos hablan del origen divino de la música. Atestiguan esta creencia las ofrendas de carácter musical, y las deidades del panteón indígena relacionadas con esta disciplina, Macuilxóxititl-Xochipilli, Tlazoltéotl, Quetzalcoatl y tezcatlipoca. Al estar ligada íntimamente a las observaciones del culto religioso, era de un uso exclusivo de una casta de profesionales. Las faltas y errores en la música ofendían a los dioses y se pagaba con pena de muerte. Ciertos instrumentos tenían un origen divino como el teponaztli. Como instrumentos musicales poseían el poder de traspasar el umbral de lo sobrenatural para crear estados emocionales, incluso hipnóticos. La presencia de lo divino es un elemento esencial para entender el universo cultural de estos pueblos. La repetición del mismo sonido o diseño melódico o rítmico son efectos característicos de la música prehispánica. El conocimiento de la música no llegó a crear una notación; solo signos ideográficos que representaban el canto y la música. La función de la música consistió principalmente en formar parte de las ceremonias, ritos religiosos y en las guerras, no solo para transmitir ordenes si no para enardecer a los combatientes. Tuvo también lugar en el esparcimiento profano, en danzas y cantos que llegan a alcanzar un alto grado de lirismo acompañando poesías de cierta naturaleza intima. Las fuentes para el conocimiento de la música son los códices y las pinturas murales o rupestres, los instrumentos arqueológicos y sus reproducciones votivas en barro y en piedra. ETAPA ARCAICA, FORMATIVA O PRECLASICA. La etapa arcaica abarco desde 1500 a.C. hasta los primeros siglos de la era crsitianocciendental. Durante los últimos 500 años de dicho periodo aparecen las primeras inscripciones en piedra y los más antiguos monumentos arquitectónicos. El mundo olmeca en la costa del golfo, a la altura de Tabasco y Veracruz, a la vez que en Oaxaca y Tenochtitlan, Chiapas y Guatemala donde surgen culturas olmecoides. La venta es el sitio olmeca más importante, señalado por sus famosas cabezas de piedra. Dos rasgos importantes de los olmecas fueron la creación de las ciudades estado, en el ámbito político, y, en el religioso la importancia de los dioses y de sus manifestaciones como la existencia del culto a la deidad antropomorfa del jaguar, que simboliza el terror y el misterio de la jungla, de la vida y del mas allá. Este culto especial continuara en Mesoamérica. Hacia fines del horizonte arcaico o preclásico ya se habían estructurado los dos grandes grupos que definirían a Mesoamerica: el maya y el mexicano . Los instrumentos musicales eran, los cascabeles de capullos de mariposa y los cuernos o huesos de venado. En la era arcaica se presagia la existencia de la música como un quehacer diferenciado y con cierta especialización. De entonces data la construcción del huéhuetl de Cuicuillco. Los silbatos arcaicos son piezas de barro cocido que por el uso que tuvieron es de pensar que desde su origen su uso fue el de servir en fiestas religiosas y en la guerra. Los silbatos de esta era generalmente tienen una representación zoomorfa y algunas veces humana. De los huilacapiztli, nombre nahua de silbatos y ocarinas hechas de barro, destacan, las figurinas procedentes de Tlatilco. En tres zapotes, Veracruz, sitio perteneciente a la cultura olmeca se encontraron tumbas que contenían 154 fragmentos de instrumentos musicales de barro. El valle de Oaxaca fue un asentamiento olmecoide donde se realizaron adelantos en el desarrollo de la civilización, ya que hubo intentos de irrigación. En Monte Albán surge una arquitectura pétrea. Se encuentra una escritura y calendario desarrollado. La magia tribal pasó a una religión estatal. La mayor parte del instrumental precortesiano fue experimentado en Monte Albán. PERIODO CLASICO. Este periodo va de principios de la era cristiana hasta el siglo VIII a IX d.C. su centro fue la gran ciudad de los dioses, Teotihuacán, manifestación de una cultura urbana definida en estratos sociales. Este periodo divide a Mesoamérica cronológicamente y geográficamente: hasta 680 d.C., está dominada por Teotihuacán y algunos estados menos relacionados entre sí. Su influencia se trasluce en la implantación de reglas de arquitectura. En Teotihuacán se define la religión mesoamericana. La caída de Teotihuacán y el ocaso de Monte Albán causaron conmociones y cambios importantes. Otros estados se desarrollaron poseedores de una cultura teotihuacana modificada, se infiltra a la nueva etapa de la historia mesoamericana. Cholula la segunda ciudad teotihuacana, continuara floreciendo hasta la época azteca. En la zona maya el desarrollo ocurre paralelo en sus dos áreas, que se dividen en tierras altas de Chiapas y Guatemala, y las bajas del Petén y la península de Yucatán. Hay un número considerable de grandes ciudades estado. La magnitud del instrumental en el clásico, es el resultado de una evolución, que fue empleado, hasta alcanzar la perfección de los instrumentos de arte y entretenimiento. Los instrumentos y su interpretación muestran una división en grupos sociales populares y cultos; estos, a su vez en seculares y religiosos. Los pueblos huastecos, totonacos y mixtecozapotecos, de antecedentes mayas, fueron importantes y poderosos señoríos. El material histórico y arqueológico es sumamente exiguo, la lingüística nos comprueba la intensa actividad musical y el avanzado desarrollo de ese arte entre esos pueblos. Las prácticas musicales de esos pueblos de Oaxaca dan idea del importante desarrollo de la música. En la región zapoteca al maestro de cantar se le llamaba Copéeche Tol Na; al maestro de bailar, Copéeche Toyaha; al maestro de tocar instrumentos, Copéeche Tocechi; al maestro tañedor de flauta, Copéeche Huecuechia Pijchije; al tocador de tambor, Penihuijlaxeni. En Monte Albán fue rescatado un enorme chicahuaztli, raspador de costilla de ballena, de más de dos metros de largo, con ranuras ideadas para producir cuatro tesituras. Omichicahuaztli, nombre náhuatl del raspador dentado, se encuentra dentro de todas las culturas mesoamericanas, con excepción de los olmecas.Entre las culturas del Golfo de México, la fabricación de instrumentos musicales alcanzo su apogeo en el clásico. Aerófonos, órganos de boca de tres o cuatro tubos, flautas rectas y ocarinas hasta de siete agujeros, siringas, flajotes flautas transversas,Todos hallados en el área del grupo lingüístico mayatotonaco. Al decaer esta gran época la sabiduría de los artesanos de barro permaneció viva en el Totonacapan, lo que hizo posible la realización de la triple flauta de Tenenexpan, que consta de tres tubos del mismo largo, y un tercero de mayor longitud. A la caída de la teocracia del horizonte clásico surgió el militarismo necesitado tal vez de nuevas orientaciones estéticas. Lo cierto es que la sociedad del posclásico regresó a una etapa anterior en que se fabricaban flautas sencillas, lo cual indica que la flauta triple de Tenenexpan representa el apogeo de la técnica musical de las culturas del golfo. POSCLASICO Abarca del año 700 al 1521. Se divide en posclásico temprano del siglo VII al VIII, y en posclásico tardío, de 1250 a 1521. En el primero se forma una gran cultura en Tula, caracterizada por el surgimiento del héroe Ce-Acatl-Topiltzin-Quetzalcoatl. En el segundo, el tardío llegan al Valle de México a mediados del siglo XIII los últimos grupos de pueblos cazadores, provenientes del norte, que compartían un mítico lugar de origen, el legendario Chicomoztoc. Los mexicas tras largo peregrinaje lograron establecerse en el islote de la profecía del águila y la serpiente. Siendo tributarios de Azcapotzalco, fundaron en 1325 La Ciudad Estado De México- Tenochtitlan. En 1425, cuando lograron su independencia, iniciaron su ascenso hasta llegar a ser la potencia dominante en Mesoamérica. 1168 cae Tula y le suceden los imperios chichimeca y tecpaneca, al que le siguen tras la dura guerra DE 1428 A 1433, Texcoco y Tenochtitlan, las cuales se asociaron a Tacuba, representante de los vencidos. La Triple Alianza consolida lo que se conoce como Imperio Mexica, forma con Moctezuma Ilhuicamina y se quiebra con la conquista española. Continúan en el posclásico el ceremonialismo y la aristocracia que estaban unidos a la teocracia y al militarismo. Se desarrolla la escultura monumental, y en su temperamento se combina el refinamiento con la brutalidad extrema de sus conquistas y sus sacrificios humanos. El tercer periodo precolombino se caracteriza, en el altiplano central, por los estados tolteca y mexica; en Oaxaca, por el mundo mixteco que da un estilo a toda la época posclásica y se extenderá al área maya; mientras, en Yucatán dominan los itzaes. La metalurgia surgió entre los mixtecos de Oaxaca y se hicieron los códices pictóricos del área poblanomixteca. Los Códices Becker, corresponden a los manuscritos historicopictográficos, en los que se hace perdurar la historia de las dinastías mixtecas. Acompañan a este devenir histórico los ritos que aparecen representados como el Titoobayapaaze zapoteca, fiesta del dios Cozijo para pedir lluvias por medio de un sacerdote bailarín. Entre los instrumentos provenientes de Oaxaca representados en los Códices Becker se encuentran el huéhuetl y las trompetas de guaje o corteza, las cuales tiene un tubo adicional, para desviar el soplo como un recurso acústico. Tienen diferentes tamaños y la más grande de ellas se apoya en un artefacto. En cuanto a los alientos, se encuentran tres flautas de barro mixtecas con embocadura de pico; también se conoce como flauta de un fémur. Un timbal de barro, silbatos con formas antro y zoomorfas, flautas y una figura de mujer en barro, que toca el áyotl, o caparazón de tortuga. En cuanto a los pueblos michoacanos que fueron vecinos de los aztecas, país independiente, mantuvieron con los segundo intercambios comercial y cultural. Las características de la expresión musical de los tarascos no difieren sino confirman las mismas manifestaciones generales de la música mesoamericana. En el Reino Purépecha, existió un sacerdote jefe que dirigía a los músicos y construía los instrumentos, llamado Curinguri. A los individuaos encargados de tañer los atabales se les llamaba ataparba. A los tocadores de flautas y bocinas, pinzacucha; a los que sacudían los palos sonadores, cuiripecha y a ciertos bailes, sescuasecha. Encontramos cuatro clases de instrumentos, las cornetas, en la lámina XXX, tocadas por los pungarancha o sacerdotes; y también en la XXXIX. En las mismas láminas se observan caracoles tañidos por los sacerdotes thiuimencha; aparecen también los tañedores de cornetas llamados pungarancha. En la lámina XXX aparece el teponaztli o curingua tocado por los atapacha, y en la XXVI la maraca; en la misma se encuentra representada. En la lámina XXXIX de la Relación se representan escenas de los funerales del Cazonci, en cuyo cortejo se aprecia cuatro úsicos, dos toca do caracoles y otros dos largas tro petas . } La música funeral al son de dichas trompetas acompaña la ceremonia.