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Revista_Tiempo_y_Espacio_numero_67_corre

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Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 1 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Enero-Junio, 2017 
VOL XXXVI 
ISSN: 1315-9496 
Depósito Legal: pp198402DC2832 
Caracas-Venezuela 
 
 
 
120años
1897-2017
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
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120años 
 
1897-2017 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 3 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Revista 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
Instituto Pedagógico de Caracas 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 
 
 
 
 
 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
Instituto Pedagógico de Caracas 
Subdirección de Investigación y Postgrado 
Coordinación General de Investigación 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 
Av. José Antonio Páez. El Paraíso, Caracas-Venezuela 
Zona Postal 1021 
Teléfonos: (0212) 915-83-69 
Diagramación y arte final: Luis Fernando Castillo Herrera 
Traducciones: Deborah Silva 
Fotografía: Adriana Parga Valera 
Depósito Legal pp198402DC2832 
ISSN: 1315-9496 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
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 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 5 
 
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR 
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS 
 CUERPO DIRECTIVO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DEPARTAMENTO DE GEOGRAFIA E HISTORIA 
JEFE DE DEPARTAMENTO 
 
Franklin Nuñez Ravelo 
 
 
 
 
 
 
CENTRO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS 
MARIO BRICEÑO IRAGORRY 
 
Coordinadora: Haydeé Vilchez 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Directora (E) Alix Agudelo 
Subdirectora de Docencia ( E ) Judith Rangel 
Subdirectora de Investigación 
y Postgrado ( E ) 
Miren de Tejada 
Subdirector de Extensión ( E) Humberto González 
Secretario Juan Acosta Bool 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
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Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
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1.- Es una publicación científica fundada en 1983 perteneciente al Centro de Investigaciones (istóricas Mario Briceño )ragorry del )nstituto Pedagógico de Caracas; de circulación nacional e 
internacional, destinada a divulgar los resultados de investigaciones realizadas en áreas de Geografía, 
Historia y Ciencias Sociales. 
 
2.- Podrán publicar trabajos en esta Revista, los profesores del Departamento de Geografía e Historia 
de todos los Institutos Pedagógicos, estudiantes de pregrado y postgrado de la UPEL y otras 
Universidades, historiadores nacionales e internacionales y personas de alta calificación intelectual y 
académica. 
 
3.- El sistema de arbitraje utilizado por el Consejo Editorial seguirá el criterio denominado doble ciego , es decir, los autores no conocen quien los arbitra y éstos últimos no conocen la identidad del 
autor. 
 
4.- Publicación financiada por la Subdirección de Investigación y Postgrado del Instituto Pedagógico 
de Caracas. 
 
5.- Tiempo y Espacio está indizada en el Proyecto Scielo Venezuela, en la base de datos de Citas 
Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE), además de DIALNET (Universidad de 
la Rioja, España) en el Índice y Directorio de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología REVENCYT, 
Código: RVT011 y en la Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico (REDIB). 
 
6.- La Revista no se hace responsable de los juicios y criterios expuestos por los autores. 
 
7.- Para efectuar canje y correspondencia enviar a Centro de )nvestigaciones (istóricas Mario 
Briceño )ragorry C)(MB) ; Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Instituto Pedagógico 
de Caracas, Torre Docente, piso 8, Nº 802, Av. Páez, Urbanización El Paraíso, teléfono 0058-
02129158369 (Directo) / 4616036 / 4616086 / 4616121; Ext. 272. Caracas Venezuela. 
 
 
 
 
 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN POR CUALQUIER MEDIO SIN 
AUTORIZACIÓN DE SUS EDITORES 
Depósito Legal pp198402DC2832 
ISSN: 1315-9496 
 
 
 
 
 
 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
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Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 7 
 
 
Publicación del Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño )ragorry 
 
 
Directora 
Haydeé Vilchez 
anatapimpo@gmail.com 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
 
Editor/Jefe de Redacción 
Luis Fernando Castillo Herrera 
castilloluis93@gmail.com 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
 
 
Consejo Editorial 
 
 
Elina Lovera Reyes 
elovera19@gmail.com 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
Tarcila Briceño 
tarcibri@hotmail.com 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
José Alberto Olivar 
 josealbertolivarp@usb.ve 
Universidad Simón Bolívar 
 
 
María Lourdes Villafuerte 
 villafuerteg@yahoo.com.mx 
Instituto Nacional de Antropología 
Dirección de Estudios Históricos, México D. F 
 
Rebeca Padrón García 
riswka@gmail.com 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
Jaime Ybarra 
 jaimeybarra2004@hotmail.com 
Universidad de Carabobo 
 
Alexander Torres Iriarte 
alextorres71@yahoo.es 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
Richard López 
 riloale@gmail.com 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
José J. Hernández Palomo 
jpalomo@eehaa.csic.es 
Consejo Superior de Investigaciones Científicas 
Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Sevilla-España 
 
 
 
 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
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Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
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Normas de Publicación para los Autores 
 
 
1.- La Revista incluirá en su publicación: artículos, documentos, avances de investigación y reseñas 
bibliográficas que correspondan al campo de las Ciencias Sociales, especialmente al de la Historia. 
2.- Los artículos deben ser inéditos y producto de investigaciones originales, cuyo contenido debe 
estar expresado con claridad y sus argumentos bien fundamentados. 
3.- Cada artículo debe venir acompañado de un resumen con una extensión máxima de ½ cuartilla, y 
de 3 a 5 palabras clave. Así mismo, debe incluir una breve relación de los datos académicos del autor 
(Currículum Vitae). 
4.- Se presentará en redacción definitiva, a doble espacio, en papel blanco tamaño carta, y con una 
extensión no mayor a 25 cuartillas. En cada página se dejará un margen de 3 centímetros del lado 
izquierdo y 2 del lado derecho con un máximo de 30 líneas por página, tipo de letra Times New Román 
12. 
5.- El encabezamiento de los artículos debe incluir el título, en la siguiente línea y a la derecha el 
nombre del autor o autores e inmediatamente insertar un pie de página con el grado académico, el 
departamento, institución a la que pertenece y correo electrónico. 
6.- Las normas de redacción, presentación de tablas y gráficos, citas, señalamientos de autores, 
referencias bibliográficas y otros aspectos afines deben hacerse en el sistema autor-año- página 
(Cárdenas, 2006: 85). Las citas textuales que tengan una extensión mayor de 2 líneas deben aparecer 
sangradas sin comillas y a un (1) espacio. También pueden colocarse citas al pie de página o al finaldel trabajo, indicando Autor, Título y Página. 
7.- Los títulos de libros, revistas y periódicos así como las palabras que se empleen en otro idioma, 
irán con negritas; para indicarlos se subrayan en el texto. Las comillas quedan reservadas para los 
títulos de artículos, partes o capítulos, lo mismo que para las citas textuales cortas. 
8.- Los títulos de obras o artículos deberán citarse completos en la primera oportunidad, a 
continuación pueden abreviarse o si se trabaja con varios títulos de un mismo autor éstos pueden 
codificarse con el empleo de siglas que estarán identificadas en notas a píe de página. 
9.- El sistema de arbitraje utilizado por el Consejo Editorial seguirá el criterio denominado doble ciego , es decir, los autores no conocen quien los arbitra y éstos ’ltimos no conocen la identidad del 
autor. 
10.- La bibliografía se incluirá sólo en casos muy especiales, cuando el tema lo requiera o que el 
artículo no incluya citas a pie de página. 
11.- El material ilustrativo, mapas, cartogramas, cuadros o fi guras en general, será reproducido sólo 
en aquellos casos estrictamente necesarios y deberán contemplar normas establecidas en la 
metodología de la investigación. Los cartogramas, mapas o figuras deben presentarse en original. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
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Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 9 
 
CONTENIDO 
 
 
Nota del Editor 
 
13 
Presentación 
 
14-19 
DOSSIER 
Carlos Roberto Carvalho Daróz 
A artilharia brasileira e a defesa de Fernando de Noronha durante 
a 2ª Guerra Mundial 
 
 
21-43 
Eder Antonio de Jesús Gallegos Ruiz 
Apuntes sobre la Real Maestranza de Artillería, Veracruz, 1762-1798 
 
45-61 
Germán Guía Caripe 
La artillería costera rayada en Venezuela: Innovación tecnológica en la 
regeneración guzmancista (1875-1876) 
 
63-111 
Jesús Ruiz de Gordejuela Urquijo 
La artillería realista en el intento de reconquista de México 
 
112-134 
Iván Segura Muñoz 
Una convivencia difícil: Las fuerzas armadas republicanas y sus 
relaciones con la población de Guadalajara durante la guerra de 
intervención francesa en México (1863) 
136-150 
Vanessa C. Ávila Sánchez 
La guerra entre Colombia y Perú (1932-1934). Una perspectiva desde la 
prensa venezolana 
 
151-175 
Joaquín E. Espinosa Aguirre 
La imperiosa ley de la necesidad. Guanajuato y la génesis de las 
comandancias militares novohispanas 
 
176-199 
Noemí Pérez / Francisco Ortiz 
Panorama del poder militar y político guanajuatense (1836-1846) 
 
200-215 
 
José Gregorio Maita Ruiz 
Armamento y capacidades de los destructores clase Nueva Esparta de 
Venezuela, 1953 – 1978 
 
216-236 
 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
10 
 
 
Ramón Alonso Pérez Escutia 
La formación y desempeño de los ingenieros militares mexicanos en la 
primera mitad del siglo XIX: El caso del coronel Ignacio Iniestra 
 
 
237-257 
Edgar Maldonado 
Bunker, Lind y Van Creveld: Tres visiones de las nuevas guerras 
 
259-284 
José Raimundo Porras Pérez 
Entre el claustro académico y la formación en combate: La Academia 
Militar de Matemáticas y el Ejército Libertador de Venezuela 
(1810-1830) 
 
285-309 
Luis Alberto Buttó 
Bolivarian revolution´s arms build-up 
 
ESTUDIOS 
María C. Viana del B. 
311-321 
La construcción de la autopista regional central y su influencia en el 
desarrollo urbano-industrial del eje Caracas-Maracay-Valencia 
 
323-351 
Reseñas 
 
353-366 
Eventos 368-371 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 11 
 
 
CONTENT 
 
 
 
Editor's note 13 
 
Presentation 
 
14-19 
DOSSIER 
Carlos Roberto Carvalho Daróz 
Brazilian artillery and the defense of Fernando de Noronha 
during the 2nd World War 
 
21-43 
Eder Antonio de Jesús Gallegos Ruiz 
Notes about the Royal Armory of Artillery, Veracruz, 1762-1798 
 
45-61 
Germán Guía Caripe 
Coastal artillery striped in Venezuela: technological innovation in 
guzmancist regeneration (1875-1876) 
 
63-111 
Jesús Ruiz de Gordejuela Urquijo 
The royal artillery in the attempt of reconquest of Mexico 
 
112-134 
Iván Segura Muñoz 
A difficult coexistence: The armed forces republicans and their 
relationships with the population of Guadalajara during war of french 
intervention in Mexico (1863) 
136-150 
Vanessa C. Ávila Sánchez 
The war between Colombia and Perú (1932-1934). 
A perspective from the venezuelan press 
 
151-175 
Joaquín E. Espinosa Aguirre 
The immediate law of need. Guanajuato and genesis 
of the new hispanic military commands 
 
176-199 
Noemí Pérez / Francisco Ortiz 
Panoramic view of the militar and political 
power in Guanajuato (1836-1846) 
 
200-215 
 
José Gregorio Maita Ruiz 
Weapons and capabilities of "Nueva Esparta" class destroyer 
of Venezuela (1953 – 1978) 
216-236 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
 
Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
12 
 
 
Ramón Alonso Pérez Escutia 
The training and performance of mexican military engineers in the first 
half of the nineteenth century: 
The case of the colonel Ignacio Iniestra 
 
237-257 
 
 
Edgar Maldonado 
Bunker, Lind and Van Creveld: three visions of the new wars 
 
259-284 
José Raimundo Porras Pérez 
Between the academic cloister and the training in combat: The Military 
Academy of Mathematics and the Liberating 
 Army of Venezuela (1810-1830) 
 
285-309 
Luis Alberto Buttó 
Bolivarian revolution´s arms build-up 
 
ESTUDIOS 
María C. Viana del B. 
311-321 
The construction of the highway regional central and its influence on the 
development urban-industrial 
of the axis Caracas-Maracay-Valencia 
 
323-351 
Reviews 
 
 
353-366 
Events 368-371 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 13 
 
NOTA DEL EDITOR 
 
 
Ante las más espinosas dificultades que enfrenta Venezuela, la revista Tiempo y 
Espacio intenta una vez más llevar al escenario académico una serie de trabajos fruto de la 
investigación de profesionales que apuestan por el ético, autónomo y esperanzador camino 
de Clío. Tiempo y Espacio desde los días fundacionales se ha caracterizado por la amplitud de 
sus publicaciones, diversas tendencias han logrado encontrar en nuestras páginas una 
ventana, un espacio, un punto de partida para disertar y argumentar, en este sentido; 
creemos firmemente que la pluralidad, el respeto y el apego a las normas comprende el pilar 
esencial para la verdadera convivencia democrática. 
Por otro lado, no podemos como estudiosos de las ciencias sociales escapar de nuestro 
presente o mirar hacia horizontes distintos para engañar nuestra conciencia. Venezuela vive 
tiempos agrios, nuestro círculo cromático se ha tornado gris, hechos lamentables han 
opacado la autonomía universitaria, por no mencionar hogares y familias. Pese a ello, es 
necesario calibrar nuestra templanza y preparar la senda del porvenir nacional, y como diría 
el cineasta Paul Auster: para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=1364
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
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Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
14 
 
PRESENTACIÓN 
 
 
 
En el presente número de la revista Tiempo y Espacio tengo el agrado de presentar elDossier de investigaciones sobre Artillería, tecnología e historia militar en (ispanoamérica en los siglos XV))), X)X y XX , temática de indiscutible relevancia dentro de la historiografía 
actual pues enmarca el debate histórico en cuestiones sociales y culturales que 
tradicionalmente no se asocian inmediatamente a la historia militar. 
 Desde el nacimiento de la disciplina histórica como práctica académica profesional, la 
producción de Clío centrada en las fuerzas armadas –en tierra y mar- ha adolecido de una 
latente mirada suspicaz por parte del resto de colegas en Hispanoamérica (incluyendo en 
este caso al mundo de habla portuguesa). Obviamente, la relación entre armas, política y 
gobiernos con diversos grados de cariz dictatorial llevaron a relacionar la Historia 
Naval/Militar con una historia positivista cargada de oficialismo institucional y didáctica ultranacionalista: una (istoria de bronce plagada de villanos culpables y de héroes 
incuestionables, capitanes, almirantes, batallas y efemérides compulsivas, una forma de 
escribir la historia, apodada así por su semejanza al presunto lustre de las estatuas que 
guardan muchas de nuestras plazas centrales, desde las fronteras mexicanas hasta las costas 
brasileras y mucho más al sur, desde el tropical Orinoco hasta las urbes andinas. 
Todo lo contrario, la historia militar en Hispanoamérica desde las últimas décadas del siglo XX ha combatido eficazmente -historiográficamente hablando- por hacerse de un 
espacio importante dentro de la pléyade de líneas de investigación tras el boom de la Escuela 
francesa de los Annales, Historia social inglesa, Historia de las mentalidades, Microhistoria, 
Nueva Historia Cultural (enfocándose en la guerra como fenómeno)1, transnational, global 
history, etc. Su armamento de vanguardia ha sido una cantidad creciente de artículos 
científicos, libros arbitrados, congresos y simposios internacionales que han incorporado los 
avances teóricos y metodológicos anteriormente mencionados a su objeto de estudio. Ello, a 
 
1 Véase: Alejandro Ravinovich De la historia militar a la historia de la guerra. Aportes y propuestas para el estudio de la guerra en los márgenes , en Corpus. Archivos virtuales de la alteridad americana, vol. 5, núm. 1, 2015, pp.3-5 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
 Depósito Legal pp198402DC2832. ISSN: 1315-9496 
Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 15 
 
su vez, realizando un esfuerzo constante por entablar lazos entre las plumas de los militares 
de carrera y los académicos de la esfera civil.2 
De esta forma, la historia militar ha avanzado vertiginosamente por senderos que le 
alejaron cada vez más de ser una mera crónica institucional para dilucidar académicamente 
sus sostenes económicos y fiscales, sus diversos mecanismos de reclutamiento y relaciones 
con la población local, apreciar sus representaciones simbólicas, sensibilidades y vida 
cotidiana; enfocarse en la construcción de sus identidades y espíritu de cuerpo, en su 
formación, sus motivaciones de combate e ideología de sacrificio, así como en la cultura 
material técnica que floreció en torno al fenómeno marcial. 
Justamente en este último punto es que el Dossier hace mayor hincapié (como bien 
indica su título) pues su mayor deseo es poner en el centro de la discusión actual la tecnóloga 
militar, entendido como materialidad cultural que recrea a una sociedad en sus momentos 
históricos más críticos; pero ¿En qué tipo de armamento enfocarse? 
Como he señalado, en América la artillería fue durante los últimos siglos una verdadera 
tecnología de punta que se catalizó en los campos de batalla, en las fortificaciones y en las 
flotas navales. 3 Hoy día, aún se recrea con imaginación su sonoro rugir en parques públicos, 
bienes inmuebles, monumentos y glorietas al aire libre, tanto como sus ecos resuenan dentro 
de las paredes de instituciones educativas castrenses, archivos, museos navales, militares, 
histórico-nacionales, arqueológicos, etc. Todo ello, con frecuencia, sin detenerse en darle la 
importancia que se merecen como bienes culturales de primer orden, parte de un patrimonio 
histórico cercano entre las naciones.4 
Una historia compartida –y aun por explorar- en que dichos instrumentales sirvieron 
como garantes defensivos de los regímenes durante los siglos XVIII, XIX y XX; es por ello, que 
 
2 María Eugenia Arias. (istoria militar y Naval mexicana del siglo X)X -2013). Un estudio introductorio, en Tiempo y 
Espacio, núm.64, 2015, pp.556-562 
3 Véase los artículos de Eder Gallegos. Tecnología militar en tiempos de José María Morelos y Pavón: La producción de 
artillería, 1812- , en La insurgencia mexicana y la constitución de Apatzingán, 1808-1824. México, UNAM, 2014, pp. 79-
94; La artillería novohispana ante el fantasma de invasión naval, - en Revista Tiempo y Espacio, vol. XXXIII, 
núm.64, Caracas, 2015, pp.192-216; La producción de artillería de bronce en Acapulco (1601-1616), un elemento del 
sistema defensivo del Pacifico en Red de Estudios Superiores Asia-Pacifico, núm.3, México, 2016, pp.39-59; La circulación 
oceánica de tecnología artillera Sevilla-Manila, siglos XVI-XV))) en Relaciones Intercoloniales. Nueva España y Filipinas, 
Guadalajara, El Colegio de Jalisco, 2017, pp.89-103. 
4 Como bien enfatiza Diana Arana Recio. Proyecto Restauración de vestigios de artillería : aspectos sobre la investigación y conservación de cañones con aleación de hierro de la ciudad de San Francisco de Campeche , en 
Intervención. Revista Internacional de Conservación, Restauración y Museología, núm.8, México, 2013, pp.47-53 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017. 
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Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
16 
 
su desplazamiento, acumulación y trasferencia técnica estuvo siempre dentro de sus agendas 
políticas prioritarias, aunque su éxito ya fuera otra historia. 
Académicamente hablando, desde 1955, el historiador Michael Roberts en su clásica 
disertación Military Revolution impartida en la Queen's University of Belfast) mostró que 
el estudio del armamento no solo se limitaba a esclarecer los bemoles de las batallas, sino 
que podía ser eje de todo un concepto historiográfico que pretendía explicar las celeras 
transformaciones económicas y sociopolíticas de la Europa renacentista. 5 Algunos años 
después, para 1965, el historiador económico Carlo M. Cipolla dilucidó que el nacimiento del 
moderno sistema de capital mundial se favoreció enormemente gracias al desarrollo y 
transferencia de la tecnología artillera en ultramar, dejando constancia otra vez de su 
importancia como objeto de estudio histórico.6 
En las sucesivas décadas, otros teóricos pusieron en relieve la importancia de la 
artillería en los procesos históricos modernos. Tal es el caso de William McNeill, quien en su clásico The Pursuit of Power teorizó sobre el papel primordial que tuvo la manufactura 
artillera en los procesos de conformación del Estado occidental y su expansión imperial, 
concluyendo que su ignición como herramienta del poder solo fue posible mediante una 
alianza eficaz de tipo empresarial-industrial entre capitalistas y gobernantes.7 Por su parte, Geoffrey Parker bajo el concepto de technological edge abonó a la teoría de la Military Revolution al revisar el rol de la artillería en el devenir de los pueblos 
alrededor del mundo. Para este eminente hispanista la tecnología militar de pólvora, en 
particular el cañón, fue un elemento que definió las relaciones de poder a lo largo de la 
Historia moderna, pues al introducirse masivamente la artillería en regiones coloniales o de 
frontera fungió como peso de equilibrio en la balanza bélica para sociedades con limitada 
tradición de ejércitos permanentes. Tal fue el caso de la urgente defensa delos virreinatos 
ibéricos en América durante la segunda mitad del siglo XVIII y sus herencias estructurales 
 
5 Michael Roberts, The Military Revolution, 1560–1660, Belfast, M. Boyd, 1956, 32 pp. 
6 Carlo M. Cipolla, Guns and Sails in the Early Phase of European Expansion 1400-1700, Londres, Collins, 1965, 192 pp. 
7 William McNeill, The Pursuit of Power: Technology, Armed Forces, and Society since A.D. 1000, Chicago, University of Chicago 
Press, 1984, 416 pp. 
 Nº 67, Vol. XXXVI. Enero-Junio, 2017.
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Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry 17 
 
decimonónicas, que marcaron en tierra y mar las experiencias de guerra hispanoamericanas 
ya como estados-nación independientes. 8 
Aun así, el resultado de las guerras difícilmente puede reducirse solo a un desbalance 
tecnológico a nivelarse con transferencia técnica. Las sociedades hispanoamericanas no 
fueron solamente recipientes vacíos en que se vertieron los avances de las potencias 
occidentales (en una dinámica centro-periferia) sino que contribuyeron a la eficacia (o 
deficiencia) de dicha cultura material desde sus particulares circunstancias. De esta forma, 
convengo con Daniel R. Headrick al afirmar que durante los pasados siglos fue importante 
contar con el mejor armamento pesado, pero más importante aún fue contar con el peso del 
factor humano. 9 Por ello, este Dossier invita a reenfocar la historiografía de la tecnología 
militar hacia su dimensión social donde aparecen los individuos cotidianos que se 
encargaron de su manipulación, estudio, trasferencia, reparo o manufactura. 
Esta compilación inicia con cuatro investigaciones que se centran en las bocas de fuego. Primero, tenemos el artículo A Artilharia brasileira e a defesa de Fernando de Noronha durante a ª guerra mundial de Carlos Roberto Carvalho Daróz (istoriador y oficial de 
artillería del ejército de Brasil), que detalla las vicisitudes técnicas y humanas para crear una 
defensa artillera estratégica en la frontera insular del Nordeste brasileño ante la amenaza de invasión Nazi a Sudamérica en . Le sigue el estudio titulado Apuntes sobre la Real 
Maestranza de Artillería, Veracruz, 1762- del historiador mexicano Eder Antonio de 
Jesús Gallegos Ruiz (Universidad Pablo de Olavide de Sevilla), una aproximación al mundo 
del trabajo necesario para mantener la maquinaria defensiva del puerto más importante de 
Nueva España, en un punto de quiebre entre el sistema de contratistas particulares y una 
producción estatalizada de cureñas y cañones. El siguiente estudio La artillería costera rayada en Venezuela: innovación tecnológica 
en la regeneración guzmancista (1875- de German Guía Caripe Universidad Simón 
Bolívar) versa sobre la accidentada transferencia de tecnología artillería industrializada para 
 
8 Geoffrey Parker, Military Revolution, -1660 - A Myth? , en The Journal of Modern History, vol.48, núm.2, pp.195-214; 
The Military Revolution: Military Innovation and the Rise of the West, 1500-1800, Cambridge University Press, Cambridge 
/New York, 1996, pp.128-170; Cambridge Ilustrated History of Warfare, New York, Cambridge University Press, 2008, pp.2-
6. 
9 Daniel R. Headrick. Los instrumentos del imperio. Tecnología e imperialismo europeo en el siglo XIX, Alianza Editorial, Madrid 
1989, pp.75-85. 
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la defensa costera de la aún joven nación venezolana, bajo la figura de Antonio Guzmán 
Blanco. El último artículo artillero lo presenta el historiador español Jesús Ruiz de Gordejuela Urquijo Universidad Rey Juan Carlos , La artillería realista en el intento de reconquista de México es un análisis del papel que tuvo este armamento en el intento de reconquista del 
antiguo virreinato novohispano, en un verano de 1829 y que para entonces era ya una 
república federal mexicana. 
En adelante los textos científicos se vuelcan a contribuir a la historia militar desde 
diversas ópticas pero en líneas reconocibles. En un primer momento aparece el impacto 
social del conflicto a través del artículo de Iván Segura Muñoz (Universidad de Guadalajara) Una convivencia difícil: las fuerzas armadas republicanas y sus relaciones con la población 
de Guadalajara durante la Guerra de )ntervención Francesa en México , y por la 
contribución de Vanessa Ávila Sánchez (Universidad Pedagógica Experimental Libertador) La guerra entre Colombia y Per’. - . Una perspectiva desde la prensa Venezolana . 
Más adelante, llega el turno de las relaciones político-militares en los aportes de Joaquín E. Espinosa Aguirre Universidad Nacional Autónoma de México La imperiosa ley de la necesidad. Guanajuato y la génesis de las comandancias militares novohispanas y del dúo de 
investigadores Noemí Guadalupe Pérez-Francisco Miguel Ortiz (Universidad de Guanajuato) que presentan su pesquisa en conjunto Panorama del poder Militar y Político 
Guanajuatense, 1836- . 
Finalmente, cierran el Dossier cuatro cargas de cañón que se avocan al ámbito técnico, 
teórico y pedagógico militar desde Hispanoamérica para el resto del mundo. Me refiero a Armamento y capacidades de los Destructores Clase Nueva Esparta de Venezuela, 1953- del historiador y Alférez de Navío de la Armada Bolivariana de Venezuela José Gregorio Maita Ruiz; a continuación destaca el artículo La formación y desempeño de los ingenieros militares mexicanos en la primera mitad del siglo X)X: El caso del Coronel )gnacio )niestra 
del historiador mexicano Ramón Alonso Pérez Escutia (Universidad Michoacana de San 
Nicolás de Hidalgo); sigue el trabajo teórico de Edgar Maldonado (Universidad Central de Venezuela Bunker, Lind y Van Creveld: Tres visiones de las nuevas guerras ; le sigue -con 
el estopín de artillero bien encendido- la investigación de José Raimundo Porras Pérez 
(Historiador y Teniente Coronel del Ejército de Venezuela Entre el claustro académico y la 
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formación en combate: La Academia Militar de Matemáticas y el Ejército Libertador de 
Venezuela (1810- . Por último, Luis Alberto Buttó explica El armamentismo de la 
Revolución Bolivariana . 
El número lo concluye la investigación de María C. Viana del B. con su aporte La 
construcción de la autopista regional central y su influencia en el desarrollo urbano-
industrial del eje Caracas-Maracay-Valencia, en la ya acostubrada sección Estudios . 
La presente edición de Tiempo y Espacio no hubiera sido posible sin la excelente 
disposición de su equipo editorial encabezado por Haydeé Vilchez y Luis Fernando Castillo; 
quienes junto a Germán Guía Caripe y quien escribe llevaron a puerto seguro esta nueva 
experiencia interinstitucional en su carácter de coordinadores del dossier. 
 
Eder Antonio de Jesús Gallegos Ruiz 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Artilleria, tecnología e 
historia militar, 
siglos XVIII, XIX y XX 
Dossier 
Archivo Muñoz Tebas de 1875 
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Dossier 
A ARTILHARIA BRASILEIRA E A 
DEFESA DE FERNANDO DE NORONHA 
DURANTE A 2ª GUERRA MUNDIAL 
 
Brazilian artillery and the defense of Fernando de Noronha 
during the 2nd World War 
 
La artilharia brasileña y la defensa de Fernando de Noronha 
durante la 2ª Guerra MundialRecibido: 2/10/2016 
Aceptado: 5/11/2016 
 
Resumo: Com a entrada do Brasil na 2ª Guerra Mundial, em 1942, a possibilidade de uma 
invasão ao Nordeste brasileiro apresentava-se em cores vivas e reais. No contexto do Teatro 
de Operações Nordeste, o arquipélago de Fernando de Noronha representava um dos vértices 
do chamado triângulo estratégico de defesa e, para defendê-lo, o Exército Brasileiro 
organizou um Destacamento Misto, forte em unidades de artilharia, capazes de fazer frente a 
um ataque. O presente artigo tem como propósito revisitar a história da presença do Exército 
Brasileiro na ilha durante a 2ª Guerra Mundial e analisar o papel das unidades de artilharia 
no dispositivo defensivo. 
Palavras chave: Artilharia, defesa do litoral, 2ª Guerra Mundial 
 
 
Mestre em Operações Militares pela Escola de 
Aperfeiçoamento de Oficiais do Exército Brasileiro, 
mestrando em História do Brasil pela Universidade 
Salgado de Oliveira, especialista em História Militar 
pela Universidade Federal do Estado do Rio de 
Janeiro e pelo Instituto de Geografia e História Militar 
do Brasil, licenciado em História pela Universidade 
Salgado de Oliveira. Professor da Universidade do Sul 
de Santa Catarina. 
E-mail: cdaroz@yahoo.com.br 
 
Carlos Roberto Carvalho Daróz 
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Abstract: With Brazil's entry into the World War Two, in 1942, the possibility of an invasion 
of northeastern Brazil presented in vivid and real colors. In the context of Northeast 
Operations Theatre, the Fernando de Noronha archipelago represented a defense of the so-
called strategic triangle vertices, and to defend him, the Brazilian Army organized a Joint 
Detachment, strong in artillery units, able to cope with an atack. This article aims to revisit 
the history of the presence of the Brazilian Army on the island during the 2nd World War and 
analyze the role of artillery units on the defensive device. 
Keywords: Artillery, coastal defence, World War Two 
 
Resumen: Con la entrada de Brasil en la Segunda Guerra Mundial, en 1942, la posibilidad de una 
invasión del Nordeste de Brasil se presentó en colores vivos y reales. En el contexto del Teatro de 
Operaciones del Nordeste, el archipiélago de Fernando de Noronha representó la defensa de uno 
de los vértices del llamado triángulo estratégico, y que para defenderlo, el Ejército de Brasil 
organizó un destacamento conjunto, fuerte en las unidades de artillería, capaz de hacer frente a un 
ataque. Este artículo tiene como objetivo revisar la historia de la presencia del Ejército de Brasil 
en las islas durante la Segunda Guerra Mundial y analizar el papel de las unidades de artillería en 
el dispositivo defensivo. 
Palabras clave: Artillería, defensa de la costa, Segunda Guerra Mundial. 
 
 
 
Introdução 
Quando se estuda a 2ª Guerra Mundial (1939-1945), são de conhecimento geral os 
combates no Oceano Pacífico, onde forças anfíbias norte-americanas assaltaram ilhas 
isoladas na imensidão do oceano, fortemente defendidas pelos japoneses. Nomes como 
Guadalcanal, Midway, Saipan, Iwo Jima e Okinawa – todas ilhas – são uma referência no 
imaginário coletivo do conflito. Da mesma forma, é bem conhecida a defesa da ilha de Malta 
pelas tropas da Commonwealth1, que impediu o domínio do Mediterrâneo pelas forças alemãs 
e italianas. O que pouca gente sabe, contudo, é que, durante a guerra, o Exército Brasileiro 
teve que defender um arquipélago, Fernando de Noronha, para que não viesse a cair em mãos 
inimigas. 
O presente trabalho tem por propósito revisitar esse episódio e analisar como as 
unidades de artilharia foram empregadas para defender o arquipélago de um possível ataque 
procedente do mar ou do ar. Busca responder também a indagações como: de que forma os 
soldados brasileiros, muitos recém-convocados e sem experiência, superaram uma imensa 
 
1 Comunidade Britânica das nações. 
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quantidade de obstáculos e instalaram-se no arquipélago, ponto mais avançado do 
dispositivo defensivo do Nordeste brasileiro, para defendê-lo de um ataque que nunca veio? 
Essa é a história dos homens e seus canhões que defenderam Fernando de Noronha entre 
1942 e 1945. 
 
A guerra chega ao Brasil 
Nos primeiros anos da guerra, a Alemanha venceu praticamente todas as campanhas 
de que tomou parte na Europa Ocidental, isolando a Grã-Bretanha que, privilegiada por seu 
território insular, continuou resistindo. Em seguida, em junho de 1941, rompendo o pacto 
de não agressão 2 que havia firmado menos de dois anos antes, Hitler invadiu a União 
Soviética, abrindo a Frente Oriental. Na África do Norte, os alemães foram em socorro a seus 
aliados italianos com seu Afrika Korps3, dando início à Campanha do Deserto. 
Inicialmente, o Brasil permaneceu neutro, embora muitos integrantes do governo – 
inclusive o próprio presidente Getúlio Vargas – e oficiais do Exército Brasileiro nutrissem 
evidente simpatia pelo regime nazista da Alemanha. O governo dos Estados Unidos (EUA), 
principal potência das Américas também permaneceu em posição de neutralidade, 
pressionado por sua opinião pública que considerava a guerra um assunto essencialmente 
europeu. No entanto, aos poucos, os EUA passaram a apoiar, com equipamentos militares, a 
Grã-Bretanha em sua resistência contra a Alemanha. 
A guerra, no entanto, não tardaria a chegar ao Atlântico Sul. O episódio do 
afundamento do encouraçado de bolso alemão Graf Spee pela Marinha Real britânica, a 17 de 
dezembro de 1939, diante de Montevidéu, na foz do Rio da Prata, demonstrou que a 
manutenção da neutralidade seria tarefa difícil.4 
Em julho de 1940, na conferência de Havana, as nações americanas firmaram um 
compromisso estabelecendo que um ato de agressão contra um de seus países seria 
considerado um atentado contra toda a América. Assim, o Brasil precisou tomar uma posição 
 
2 O pacto de não agressão, também conhecido como Pacto Molotov-Ribbentrop, foi firmado entre a Alemanha e a União 
Soviética em 23 de agosto de 1939, às vésperas da 2ª Guerra Mundial e definia um período de cinco anos de paz entre os 
dois países e a invasão da Polônia (que seria divida entre ambos), dos países Bálticos e da Finlândia. 
3 Corpo Expedicionário Africano, comandado pelo General Erwin Rommel, a Raposa do deserto . 
4 COSTA, Octávio. Trinta anos depois da volta. Rio de Janeiro: Biblioteca do Exército, 1976, p.16. 
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após o ataque japonês contra a Esquadra do Pacífico norte-americana no Havaí, em 7 de 
dezembro de 1941, e a subsequente declaração de guerra dos EUA contra o Japão, a Alemanha 
e a Itália, no dia seguinte. Como participante desta cúpula, o país se solidarizou com os EUA e, honrando seus compromissos no plano internacional , apoiou a decisão rompendo as 
relações diplomáticas com o Eixo durante a Terceira Reunião dos Chanceleres, em janeiro de 
1942.5 
Encerrada a via diplomática, de meados de junho até fins de julho de 1942 as marinhas 
de guerra da Itália e da Alemanha respeitaram uma trégua unilateral, na expectativa de uma 
mudança de posição do Governo brasileiro. Todavia, o intenso comércio do país com os EUA, 
assim como a cooperação militar, prosseguiram em ritmo acelerado. Para o Eixo, não havia 
mais esperanças e, em fins de julho, os submarinos alemães e italianos foram autorizados a 
intensificar as operações contra os navios mercantes brasileiros, e, a partir do mês seguinte, 
foram desencadeados os mais violentos ataquescontra a Marinha Mercante brasileira.6 Em 
apenas sete meses, dezenove navios nacionais foram afundados pelos u-boat alemães e 
submarinos italianos, ceifando a vida de mais de 900 brasileiros, o que gerou grande comoção 
e clamor popular.7 Em resposta, no dia 22 de agosto de 1942 o Brasil decretou o estado de 
guerra contra os governos da Alemanha e da Itália.8 
 
Parceria no Atlântico Sul 
Antes mesmo de o Brasil entrar efetivamente no conflito, o governo dos EUA procurou 
se aproximar das autoridades brasileiras, particularmente em função do valor militar do 
nordeste brasileiro para o controle do Atlântico Sul, área de importância geopolítica 
fundamental para o esforço de guerra estadunidense.9 Além disso, a instalação de bases 
aeronavais dos EUA no saliente nordestino – localizadas no ponto de menor distância entre 
 
5 MASCARENHAS DE MORAES, João Batista. A FEB pelo seu comandante. Rio de Janeiro: Biblioteca do Exército, 2005, p.23. 
6 SEITENFUS, Ricardo. O Brasil vai à Guerra: O processo de envolvimento do Brasil na Segunda Guerra Mundial. São Paulo: 
Manole, 2003, p.295. 
7 Os afundamentos de navios brasileiros resultaram na cifra de 972 mortos (dos quais 470 tripulantes e 502 passageiros) 
de um total de 1.889 brasileiros mortos em função da guerra, perfazendo cerca de 51% das baixas fatais. 
8 COSTA, Octávio. Trinta anos depois da volta..., p.16. 
9 ESTADO-MAIOR DO EXÉRCITO. História do Exército Brasileiro. Brasília: IBGE, 1972, p.826. 
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as Américas e o norte da África – possibilitaria o abastecimento dos aviões que mantinham a 
linha de suprimentos para as tropas lá desdobradas.10 Nesse sentido, depois de complexas 
tratativas diplomáticas entre EUA e Brasil, que incluíram a visita do presidente Franklin 
Delano Roosevelt a Natal, em 23 de julho de 1941, os dois países firmaram um acordo de 
cooperação econômica e militar. Conforme observa Moura, 
[...] a aliança Brasil–Estados Unidos não era o resultado natural de elos históricos 
culturais comuns entre os dois países, nem era um exemplo de boa vontade 
unilateral. Ela resultou de um processo de negociações árduas e contínuas entre 
os dois países.11 
 
A Comissão Militar Mista Brasil-EUA 12 , constituída por oficiais de estado-maior 
brasileiros e estadunidenses, passou a gerenciar a vertente militar do acordo, que definia 
claramente as responsabilidades de ambos os signatários, conforme assinala Duarte: 
O Brasil prometia auxiliar com todas as suas forças e meios disponíveis a defesa 
comum do continente americano; construir bases aéreas e navais, permitindo sua 
utilização às outras nações americanas; organizar e defender sua costa e as ilhas 
ao longo do litoral, bem assim, as estradas e os meios de comunicação do país. Por 
seu turno, os Estados Unidos prometiam não só o emprego de suas forças 
armadas em auxílio do Brasil, na defesa contra ataque de força armada de Estado 
extracontinental, com a obtenção de armamento e todos os meios materiais de 
que pudesse necessitar o Brasil para a meta em questão, bem como fornecer o 
que este país declarasse necessitar.13 
 
Em decorrência desse acordo, foram organizados a Força Expedicionária Brasileira 
(FEB) e o 1º Grupo de Aviação de Caça da Força Aérea Brasileira (FAB), que combateriam na 
Itália. Além disso, os EUA forneceram expressiva quantidade de material de guerra, 
armamento, viaturas, navios e aviões. Para a defesa do litoral do Nordeste e do Atlântico Sul, 
o acordo possibilitou a construção de bases aéreas e navais, quartéis, o fornecimento de 
material e equipamentos de guerra e a instalação, com base no Recife, da 4ª Esquadra da 
Marinha dos EUA, à qual ficou subordinada a Força Naval do Nordeste brasileira. No segundo 
 
10 LAVENÈRE-WANDERLEY, Nelson Freire. História da Força Aérea Brasileira. Belo Horizonte: Itatiaia, 1975. 
11 MOURA, Gerson. Sucessos e ilusões: Relações internacionais do Brasil durante e após a Segunda Guerra Mundial. Rio de 
Janeiro: FGV, 1991, p.13. 
12 A Comissão Militar Mista Brasil-EUA resultava das bases firmadas no Acordo de Cooperação entre EUA e Brasil, de 29 de 
outubro de 1940. 
13 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial. Rio de Janeiro: Record, 1971, p.131. 
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semestre de 1941, com a situação da África do Norte ainda indefinida, a ameaça de um ataque 
alemão contra o litoral nordestino era bastante plausível.14 
 
Organizando a defesa do nordeste 
Ainda em meados do ano de 1941, ou seja, antes mesmo do ataque japonês à base da 
Marinha dos EUA, em Pearl Harbor, e da entrada do Brasil na guerra, o governo brasileiro 
criou o Teatro de Operações (TO) Nordeste, que, por sua vez, era dividido em dois setores de 
defesa, cada qual compreendendo dois estados da federação e mobiliados com uma divisão 
de infantaria (DI), ainda a serem organizadas. 
O Setor Sul englobava os estados de Pernambuco e Alagoas e ficou sob a 
responsabilidade da 7ª DI, com quartel-general (QG) no Recife, posto que também era sede 
da 4ª Esquadra da Marinha dos EUA e da base aérea do Ibura15, construída pela engenharia 
do Exército dos EUA. 
A 14ª DI, com QG em João Pessoa, era responsável pela defesa do Setor Norte, que 
abrangia os estados da Paraíba e do Rio Grande do Norte. Próximo a Natal, na localidade de 
Parnamirim, foi construída uma imensa base aeronaval norte-americana16, ponto de partida 
das patrulhas antissubmarino e com instalações de reabastecimento de aviões e navios em 
trânsito dos EUA para a África17. 
 
14 MCCANN, Frank. Aliança Brasil-Estados Unidos, 1937-1945. Rio de Janeiro: Biblioteca do Exército, 1995. 
15 Atual Aeroporto Internacional dos Guararapes / Gilberto Freire, que serve à capital pernambucana, e Base Aérea do Recife, 
da FAB. 
16 Atual aeroporto internacional de Natal / Augusto Severo e Base Aérea de Natal, da FAB. 
17 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial..., p.92. 
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Fig. 1 – Teatro de Operações Nordeste com seus setores de defesa 
 
Complementando o dispositivo de defesa do saliente nordestino, decidiu-se pela 
ocupação militar do arquipélago de Fernando de Noronha, que, juntamente com Natal e 
Recife, passou a formar o triângulo estratégico de defesa sul do continente americano. 
 
 
Fig. 2 – Triângulo estratégico de defesa sul do continente americano 
 
Com o estabelecimento do TO Nordeste, foram iniciadas as providências efetivas para 
prover a devida defesa da região. Diversas unidades do exército baseadas nas regiões Sul e 
Sudeste foram transferidas para completar as novas DI e outras tantas foram criadas e 
organizadas localmente. O novo TO requeria um comandante com boa capacidade 
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organizacional e, em janeiro de 1942, o experiente General Estevão Leitão de Carvalho18 foi 
nomeado comandante do 1º Grupo de Regiões Militares (1º GRM) e, um mês depois, 
comandante dos TO Este e Nordeste, cuja área de responsabilidade se estendia desde o 
estado da Bahia até o Piauí. 
Uma das primeiras providências tomadas pelo novo comandante foi realizar uma 
viagem de reconhecimento ao Nordeste, com o objetivo de conhecer o valor e o poder de 
combate das tropas à sua disposição, bem como identificar as possibilidades defensivas e 
vulnerabilidadesdo terreno do TO. Como resultado dessa viagem de inspeção, o General 
Leitão de Carvalho elaborou um Plano de Manobra para a defesa do Nordeste, que, dentre 
outras disposições, definia como missão que 
A defesa do Nordeste far-se-á mediante grupamentos de força, concentrados em 
torno dos portos marítimos e das bases aéreas da região, competindo a esses 
grupamentos: 
[...] 
- impedir o estabelecimento do inimigo no Arquipélago de Fernando de Noronha; 
[...]19 
 
O plano, protocolado no Ministério da Guerra em 30 de maio de 1942, propunha a 
seguinte composição de forças: 
- uma DI com sede em Natal; 
- uma DI com sede no Recife; 
- uma DI em reserva; 
- um Centro de Resistência em Fernando de Noronha; 
- uma rede de postos de vigilância ao longo do litoral.20 
 
 
18 O Geral Estevão Leitão de Carvalho foi um dos fundadores da revista A defesa nacional. Adido militar no Chile (1918-21), 
membro da delegação na V Conferência Pan-Americana (Chile); consultor militar na IV Assembleia da Liga das Nações 
(Genebra 1923-1936), consultor militar da delegação do Brasil à Conferência do Desarmamento (Genebra, 1932), chefe da 
delegação brasileira na Comissão Militar Neutra incumbida de executar o acordo de Paz entre o Paraguai e a Bolívia (Questão 
do Chaco, 1935), chefe da delegação brasileira na Conferência de São Francisco (EUA), que elaborou a Carta das Nações 
Unidas. 
19 CARVALHO, Estevão Leitão. A serviço do Brasil na Segunda Guerra Mundial. Rio de Janeiro: Edições d´A Noite, 1952. 
20 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial..., p.144. 
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Mesmo com modificações e vencidas algumas resistências, o plano foi adotado, dando 
início à ocupação militar de Fernando de Noronha, objeto do presente trabalho. 
 
Defendendo a ilha: o exército brasileiro em Fernando de Noronha 
 
Composto por 21 ilhas e ilhotas de origem vulcânica, o arquipélago de Fernando de 
Noronha dista 345 km de Natal e 545 km do Recife. A ilha de Fernando de Noronha é a maior 
do arquipélago, tendo uma área de 17 km² e algumas elevações, que podem ser avistadas a 
distância.21 Em meados de 1941, a ilha abrigava um presídio com cerca de 400 detentos, que 
eram guardados por uma força policial de 165 homens. Um relatório da época aponta as 
deficiências de infraestrutura da ilha: 
Uma informação procedente da ilha, datada dos últimos dias de 1941, e assinada 
por Coriolano Monteiro de Oliveira, endereçada ao QG da 7ª Região Militar, adiantava que existia um grande campo de aviação cimentado, com 
possibilidade de alongamento por ambos os lados, tendo nas proximidades um 
poço artesiano, produzindo 3.200 litros d´água por hora; que o presídio possuía 
uma lancha de alto-mar e grandes jangadas para desembarque de pessoal e 
material, além de dois caminhões, fabricação de 1939; que a energia elétrica era 
assegurada por um motor Wortington, de 100 HP, e dois outros de 36 e 24 HP; a 
voltagem do primeiro era de 2.300 volts, passando por uma transformação para 
corrente de 220 volts alternada, com possibilidade de ampliação .22 
 
Uma rápida leitura do relatório permite verificar a precariedade da infraestrutura da 
ilha, particularmente no que diz respeito à obtenção de água potável, um enorme desafio para 
as forças de ocupação. O contato com o continente era efetuado por intermédio de uma 
estação radiotelegráfica de alta potência, de prefixo PYV-2, que operava na faixa de 32 
metros. Para minimizar os problemas estruturais e planejar as tarefas de ocupação da ilha, 
uma comissão da 7ª Região Militar (7ª RM) visitou a ilha para verificar as necessidades 
logísticas da operação. 
No decorrer do ano de 1941 discutiu-se a respeito de qual força poderia ocupar 
Fernando de Noronha, a Marinha ou o Exército. Em uma longa carta pessoal enviada ao 
 
21 Para simplificar o entendimento e adotando a linguagem corrente no Brasil, a partir daqui designaremos de Fernando de 
Noronha tanto a ilha maior, única habitada, quanto o arquipélago no todo. 
22 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial..., p.155. 
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Presidente Getúlio Vargas, o Almirante Alberto Lemos Bastos, comandante do 2º Distrito 
Naval, com sede em Salvador, queixou-se da falta de disposição do Ministro da Marinha em 
enviar os Fuzileiros para a missão: 
[...] O Fuzileiro Naval deve ser especialista em operações de desembarque. Os 
nossos nunca praticaram essas coisas, nem têm os meios necessários para fazê-
los e não se os quiseram ter. Não têm armamento, nem barracas, nem cozinhas 
de campanha. A ocupação de Fernando de Noronha deveria, penso, ter sido feita 
pela Marinha. Quando nisto falei ao Ministro, ele me disse que a Marinha não 
tinha como fazê-la.23 
 
Apesar dos lamentos do comandante naval, a realidade é que os Fuzileiros Navais não 
teriam condições para cumprir uma missão com a envergadura que a ocupação exigia. Assim, 
no final do ano, o Conselho de Segurança Nacional decidiu que o arquipélago seria ocupado 
por uma força do Exército Brasileiro. 
A necessidade de incluir o arquipélago no sistema defensivo do Nordeste já era 
evidente em meados de 1941, de acordo com estudos realizados pelo Comandante Paulus 
Powel, integrante da Missão Naval dos EUA no Brasil, que se baseava nas ameaças existentes 
e nos meios disponíveis para a defesa, ressaltando que 
Devido a não haver comunicações terrestres regulares, ferroviárias ou 
rodoviárias, entre o norte e o sul do país, o efeito imediato da ocupação de 
Fernando de Noronha, por um inimigo que tivesse superioridade aérea, seria o 
isolamento dos estados setentrionais, da Bahia para o norte, dos meridionais, 
onde está concentrado o poder político e econômico do Brasil.24 
 
De acordo com a estimativa do oficial da Marinha dos EUA, se Fernando de Noronha 
caísse em poder do inimigo e fosse utilizada como base aérea para ataque ao continente e à 
navegação de cabotagem, o Brasil corria o risco de ser dividido em dois. Concluía seu estudo 
ressaltando a importância estratégica da ilha e a necessidade de ocupá-la, ainda que houvesse 
enormes dificuldades logísticas. 
Com seu imenso litoral, o Brasil era, em fins de 1941, bastante vulnerável a ataques 
provenientes do mar – particularmente desfechados por submarinos, que já operavam 
 
23 Carta do Almirante Alberto Lemos Bastos ao Presidente Getúlio Vargas, de 2 de março de 1943. Acervo da Diretoria de 
Patrimônio Histórico da Marinha. 
24 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial..., p.153. 
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amplamente no Atlântico – e do ar. Com a premissa de enfrentar tais ameaças, foi preparada 
a defesa de Fernando de Noronha. Para guarnecer o arquipélago, em 13 de janeiro de 1942 
foi formalmente criado o Destacamento Misto de Fernando de Noronha, sob o comando de 
um oficial general, e composto por unidades de infantaria, artilharia de campanha, artilharia 
de costa e artilharia antiaérea, com seus respectivos apoios. 
O primeiro boletim interno do Destacamento Misto resumia o valor militar de 
Fernando de Noronha para o sistema defensivo do Nordeste: 
A existência dessa ilha, indefesa, em posição dominante sobre o litoral, é um 
ponto fraco em qualquer organização defensiva costeira, e, nas mãos do inimigo, 
uma ameaça permanente e séria a essa defesa. 
Realmente, grande é o valor do arquipélago por sua singular posição geográfica e 
a sua queda hoje em mãos estranhas poriaem perigo nossa linha de 
comunicações marítima, além de proporcionar ao invasor a faculdade de 
aproveitá-la como base avançada, de onde se preparariam operações 
preliminares para a posse de outras no litoral do Nordeste.25 
 
A ameaça era bastante clara: se Fernando de Noronha caísse em mãos inimigas, a 
navegação aliada no Atlântico Sul estaria comprometida e o litoral nordestino ameaçado. 
Para o comando do Destacamento Misto, foi designado o General-de-Brigada 
Francisco Gil Castelo Branco, que, juntamente com seu estado-maior, realizou uma viagem de 
reconhecimento e inspeção ao arquipélago na primeira semana de fevereiro de 1942 e, 
posteriormente, tomou as providências para reunir os meios alocados para seu comando e 
coordenou com a Marinha do Brasil o transporte das unidades com as devidas escoltas. 
Como os meios de transporte marítimo disponíveis eram escassos, foi necessário 
planejar a ocupação do arquipélago em diferentes escalões, seguindo, em primeiro lugar, as 
tropas necessárias para estabelecer sua defesa imediata. A respeito da prioridade de 
embarque das unidades, o General Castelo Branco definiu sua intenção: 
Parece-me que a primeira tropa combatente a seguir deva ser a infantaria, para 
tomar posse efetiva da ilha e evitar qualquer golpe de mão. [...] Com o primeiro 
BC [batalhão de caçadores] a embarcar, poderá seguir a bateria de obuses que já 
se acha no Recife.26 
 
 
25 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial..., p.161-162. 
26 Ibid, p.157. 
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32 
 
Após dois dias de navegação, com escolta e obedecendo à disciplina de luzes no 
período noturno, em 16 de abril de 1942 chegou a Fernando de Noronha o primeiro 
contingente, composto pelo Comando e estado-maior do Destacamento, 30º Batalhão de 
Caçadores (30º BC), 1ª Bateria Independente de Obuses (1ª Bia Indep O) e elementos de 
apoio. O 30º BC havia sido organizado em dezembro de 1941, na cidade de Olinda27, e possuía 
em seu efetivo expressiva quantidade de soldados recrutas, com pouca instrução militar. A 
1ª Bia Indep O fora organizada no Rio de Janeiro, na mesma época do BC28, e deslocou-se para 
o Recife, por via marítima, em fevereiro de 1942, antes de seguir para Fernando de Noronha. 
Seu armamento consistia em obuseiros Krupp C/14 de 105mm. 
Quase um mês depois, no dia 18 de maio, o segundo contingente chegou no transporte 
Itapura, com o comando e uma bateria do 1º Grupo Móvel de Artilharia de Costa (1º GMAC), 
um destacamento de pontoneiros, e outro de transmissões. O 1º GMAC era uma unidade 
nova, criada há apenas quatro meses na cidade do Rio de Janeiro29, e possuía duas baterias 
de canhões, cada qual dotada de duas peças Vickers-Armstrong 30 calibre 152,4mm (6 
polegadas), e uma seção de projetores Modelo Sperry, destinados a iluminar os alvos. 
O terceiro contingente chegou em 10 de julho, a bordo do navio Santarém, trazendo a 
bateria restante do 1º GMAC e o 1º Grupo do 2º Regimento de Artilharia Antiaérea (I/2º 
RAAAe), unidade originalmente sediada em Quitaúna-SP e que permaneceria na ilha por 
quase dois anos e meio31. O I/2º RAAAe era dotado dos modernos canhões antiaéreos Krupp 
Flak 18 de 88mm, de fabricação alemã (que angariariam fama nos combates da 2ª Guerra 
Mundial por sua precisão e capacidade de destruição), tracionados por viaturas meia-
lagartas Sdkfz 7, e tinha por missão realizar a defesa da ilha contra possíveis ataques de 
 
27 O 30º BC foi criado por intermédio do Aviso Reservado nº 556-491, de 23 de dezembro de 1941. 
28 A 1ª Bia Indep O foi criada pelo Decreto-Lei nº 3.959, de 19 de dezembro de 1941, e foi organizada, inicialmente, no quartel 
do 1º Grupo de Obuses (1º GO), em São Cristóvão, na Capital Federal. 
29 O 1º GMAC foi criado pelo Decreto-Lei nº 4.074, de 31 de janeiro de 1942, e também viu seus primeiros dias no quartel 
do 1º GO, no Rio de Janeiro. 
30 De acordo com Duarte (1971, p.23), o Brasil adquiriu nos EUA, no final da década de 1930, 99 canhões de artilharia de 
costa Vickers-Armstrong, ao custo apenas do preço do transporte e que terminaram por artilhar diversos pontos do litoral 
brasileiro. Para utilizá-los efetivamente, a Diretoria de Material Bélico determinou que uma empresa particular projetasse 
uma plataforma visando aumentar-lhes o campo horizontal. O primeiro modelo de plataforma, contudo, foi rejeitado pelo 
Exército Brasileiro, mas estas foram distribuídas aos canhões que constituíram a defesa de Fernando de Noronha. 
31 O I/2º RAAAe havia sido criado pelo Decreto-Lei nº 2.830, de 3 de dezembro de 1940, sendo, das unidades presentes em 
Fernando de Noronha, a que existia há mais tempo. É interessante observar que possuía menos de dois anos de 
funcionamento, quando foi enviada para o arquipélago. 
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aeronaves inimigas. Todo o material do Grupo havia sido adquirido dos alemães antes da 
declaração de o Brasil declarar guerra à Alemanha. 
O quarto e último contingente também chegou à Fernando de Noronha a bordo do 
Santarém, no dia 9 de julho, com o 31º Batalhão de Caçadores (31º BC), unidade organizada 
no Recife, em fins de 194132, além de alguns elementos de apoio. Com a chegada dessa 
unidade, completava-se o dispositivo do Destacamento Misto de Fernando de Noronha, que 
ficou assim constituído: 
 
Fig. 3 – Composição do Destacamento Misto de Fernando de Noronha 
 
O grupo de apoio abrangia pequenas unidades logísticas, administrativas e de apoio 
ao combate, dentre as quais figuravam o Serviço de Saúde da 7ª RM, Serviço de Veterinária, 
Serviço de Intendência, Serviço de Material Bélico, Companhia de Transmissões, Serviço de 
Polícia, Depósito de Material de Engenharia, Serviço Religioso, prefeitura militar e o Conselho 
Extraordinário de Justiça, além do destacamento de pontoneiros. 
Tão logo foram vencidas as dificuldades relativas ao desembarque do material pesado 
na ilha – não havia porto ou local de atracação, o que obrigou os pontoneiros a construírem 
um trapiche – deu-se prosseguimento ao Plano de Defesa nº 1, datado de 20 de julho de 1942, 
elaborado pelo estado-maior do General Castelo Branco. O QG do comandante do 
 
32 O 31º BC foi criado pelo Decreto-Lei nº 3.992, de 30 de dezembro de 1941, e foi organizado, inicialmente, no Colégio Padre 
Machado, na capital de Pernambuco. 
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Destacamento Misto foi instalado na antiga casa paroquial, ao lado da igreja da Vila dos 
Remédios, principal centro populacional da ilha, onde também permaneceram acantonadas 
quase todas as unidades de apoio. O 30º BC construiu um quartel no largo da antiga usina33, 
enquanto o 31º BC ficou responsável pela defesa da porção sueste da ilha. 
Com tanto litoral e possíveis áreas de desembarque a defender, o 1º GMAC desdobrou-
se em diferentes locais, ficando seu comando na antiga diretoria do presídio, a 1ª Bateria de 
Canhões no Hospital Velho, a 2ª Bateria na antiga prefeitura e a Seção de Projetores 
distribuída pela ilha, nas alturas que dominavam as praias adjacentes34. 
No intuito de cooperar com a Artilharia de Costa, a 1ª Bia Indep O ocupou posição na 
vila do Porto de Santo Antônio e, mais tarde, foi deslocada para as proximidades do Forte da 
Conceição. O I/2º RAAAe ocupou posições elevadas do terreno, para otimizar os campos de 
tiro de seus canhões Krupp 88mm contra possíveis ataques aéreos, destacando suas baterias 
para o Morro do Currale o Morro Dois Irmãos. 
 
 
Fig. 4 – Dispositivo estabelecido pelo Plane Defensivo nº 1 
 
 
33 Localidade atualmente conhecida como Vila do Trinta, que teve seu nome originado do n’mero , pintado no telhado 
do quartel que abrigou o 30º BC. 
34 Alto da Ponta da Sapata, Ponta da Pedra Alta e Alto da Viração. 
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Complementavam o sistema defensivo os Núcleos de Segurança, constituídos por 
postos de observação e vigilância, localizados no Porto de Santo Antônio, estação da Air 
France, Fortaleza dos Remédios, Morro do Pico, Praia da Quixaba, Praia do Boldró, Baía do 
Sancho, Baía Sueste, Praia do Leão, Morro do Espinhaço e Praia do Atalaia. A missão dos 
núcleos era dar o alerta antecipado no caso de uma tentativa de invasão ou localização de 
aeronaves suspeitas. 
 
 
Fig. 5 – A dificuldade do desembarque: um pesado canhão Vickers-Armstrong M1917, 
pertencente ao 1º GMAC, entrando em posição com o auxílio de um trator. 
 
Dadas as imensas dificuldades logísticas – foi necessário desembarcar mais de 
quarenta canhões e viaturas sem porto ou atracadouro adequado – e as carências normais de 
uma ilha localizada na imensidão do oceano, o plano foi executado com bastante rapidez e 
eficiência e logo as unidades puderam entrar em operação e participar de inúmeros 
exercícios coordenados de defesa. O Major José Campos Aragão, primeiro comandante do 
I/2º RAAAe, descreveu um desses treinamentos que simulavam ataques aéreos e tentativas 
de desembarque inimigos no arquipélago: 
[...] um foguete, de lagartas amarelas, subiu ao céu no Alto da Floresta. Seguiu-se 
o badalar constante dos sinos e silvos estridentes de sirenes [...] Incontinenti, o 
grupamento de defesa contra aeronaves aprontou-se para a ação simulada. 
Canhões esticavam os longos tubos, de boca aberta, farejando o ar. 
Metralhadoras contra aviões em voo baixo, também foram acionadas. Da posição 
da bateria pudemos ver o desencadeamento do alarme em todos os pormenores. 
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Correria interessante para as trincheiras antiaéreas. No aquartelamento do 30º 
BC tinha-se a impressão de colmeia atacada.35 
 
O soldado Ayrton Guimarães também registrou suas impressões sobre um desses 
treinamentos: 
Trabalhávamos dia e noite na fortificação da ilha e logo iniciaram os treinamentos 
antiaéreos. A ilha, quase sempre, era um eterno black-out. Apagavam toda a 
iluminação existente; até o cigarro era proibido. Quando tocava a sirene de 
alarme, todos corriam para os abrigos, armados até os dentes, e os faróis de longo 
alcance entravam em ação, vasculhando todo o céu. Quando se descobria o avião, 
todos os faróis ficavam dirigidos para o céu, até que soltasse uma sinalização em 
cores e codificada, secretamente para o Brasil, avisando ser avião aliado e 
autorizado a voar sobre a ilha. Então, cessava o alarme e voltava ao normal a 
situação.36 
 
Para reforçar ainda mais as defesas da ilha, em outubro de 1942 foi criado o 1º Grupo 
Independente de Artilharia 37 (1º GIA), dotado de canhões de tiro rápido Saint-Chamond 
75mm C/36 TR, de fabricação francesa. A unidade, no entanto, teve vida curta na ilha, sendo, 
posteriormente, transferida para Niterói, contando apenas quatro meses de serviço no 
Destacamento Misto. No período em que esteve na ilha, o 1º GIA permaneceu aquartelado 
no Hospital Velho. 
 
Um rochedo duro - problemas enfrentados pelos soldados 
Mesmo antes de enviar as tropas, os planejadores da ocupação militar de Fernando de 
Noronha puderam visualizar a dificuldade que teriam para alojar e abastecer mais de 
2.500homens em um território de apenas 17 km² e com escassas edificações construídas. 
Nesse sentido, uma das primeiras providências adotadas foi transferir todos os presos 
políticos e a maioria dos detentos comuns para o continente, com o objetivo de diminuir a 
população da ilha. Para um melhor controle da tropa, ficou determinado que, para servir no 
 
35 ARAGÃO, José Campos. Guardando céu nos trópicos: Ilha de Fernando de Noronha. Rio de Janeiro: Biblioteca do Exército, 
1950. 
36 GUIMARÃES, Ayrton Vianna Alves. Do teatro ao teatro de guerra: caminhos e descaminhos de um pracinha pernambucano 
na Segunda Guerra Mundial. Recife: Gráfica e Editora do Nordeste, 2001. 
37 O 1º GIA foi criado pelo Decreto-Lei nº 4.798, de 6 de outubro de 1942. 
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Destacamento Misto, os homens deveriam ser, prioritariamente, solteiros ou, se casados, não 
terem filhos. 
 
 
Fig. 6 – A Canhão Antiaéreo Flak 18 calibre 88 mm, pertencente ao I/2º RAAAe, em posição 
no Morro do Curral, de onde fazia a defesa da pista de pouso da ilha 
 
Com o propósito de manter a motivação e a saúde física e mental dos homens, foi 
estabelecido um período de serviço de seis meses na ilha, após o qual os soldados seriam 
substituídos em sistema de rodízio. Em meados de 1943, o tempo de permanência foi 
estendido para dez meses de serviço ininterrupto. Dada a carência de meio de transporte 
aéreo ou marítimo, é possível avaliar as dificuldades enfrentadas pelos comandos para 
colocar em prática esse sistema, mas, em que pese as limitações, os rodízios foram realizados 
com relativo sucesso. 
O trabalho de preparação dos quartéis e das posições de combate foi bastante árduo 
e exigia muito dos homens, conforme testemunhou o soldado Ayrton Guimarães: 
Durante o dia, nosso trabalho era o de preparara o terreno da ilha para a nossa 
defesa. Trincheiras e casamatas, que eram lugares que agasalhavam os combates, 
em local de difícil acesso ao inimigo, em caso de invasão. Como a ilha era uma 
rocha só, as escavações foram penosas e nossas mãos ficavam cheias de calos. O 
arquipélago não tinha nenhuma defesa e, pela gravidade da situação e riscos ao 
nosso continente, havia a necessidade do exército estar aquartelado e 
fortificando-a para a defesa de todos.38 
 
 
38 GUIMARÃES, Ayrton Vianna Alves. Do teatro ao teatro de guerra.., p.25. 
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38 
 
Um problema que perseguia o soldado e a administração militar era a obtenção de 
água potável. Embora houvesse algumas fontes naturais – a principal delas era a Cacimba do 
Padre, que abastecia a ilha – o súbito crescimento da população no arquipélago levou os 
soldados ao expediente de cavarem poços, onde a água era, frequentemente, salobra e de 
qualidade duvidosa. Não raro os soldados enfrentavam situações de sede e precisavam de 
muita criatividade para atender às suas necessidades. Mais uma vez nos reportamos ao 
depoimento do soldado Ayrton Guimarães, que exemplifica a dificuldade para se obter água 
na ilha: 
Tive minha primeira sede na ilha. Como achar água? Perguntei a um colega que 
estava ali há mais tempo, como encontrar água para beber. Ele respondeu: 
- Rapaz, você vai ter que fazer o seu poço também. [...] Vim a saber que o poço a que ele se referia era feito da seguinte maneira: cada 
um possuía um litro, de vidro, tampado por uma cortiça. A garrafa era amarrada 
a um cordão grosso no gargalo e marcada com o nome de cada um, para não ser 
tirada pelos outros, e atirada ao mar. No outro dia pescava-se a garrafa e, dentro 
dela, vinha uma água salobra, para beber e lavar o rosto.39 
 
É oportuno observar que, decorridos setenta anos da ocupação militar de Fernandode Noronha, o abastecimento de água potável continua a ser um dos maiores problemas de 
infraestrutura da ilha. 
Obter alimentos frescos, especialmente a carne verde, era outro desafio. A carne, 
normalmente, vinha do Recife, por via marítima, procedente do matadouro de emergência 
construído pelo Serviço de Subsistência da 7ª RM, mas as entregas eram bastante irregulares, 
em função da dificuldade em realizar, em ambiente de guerra, o transporte marítimo para o 
arquipélago. No intuito de ter uma reserva alimentar para ser consumida em caso de 
emergência, o Serviço de Veterinária do Destacamento Misto mantinha a criação de um 
rebanho na ilha que, em fins de 1943, compreendia 558 bovinos, 238 suínos, 400 caprinos e 
27 ovinos40. 
As carências de água e alimentação de boa qualidade, associadas ao próprio 
isolamento na imensidão do Atlântico, tinham um peso na saúde dos homens, provocando 
 
39 Ibid. 
40 DUARTE, Paulo. O Nordeste na II Guerra Mundial..., p.167. 
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doenças físicas e mentais que os soldados apelidavam, genericamente, de fernandite . O 
relatório anual de 1943, elaborado pelo Estado-Maior da 7ª RM, alertava para os problemas 
sanitários da tropa: 
As condições de vida da ilha, alimentação incompleta e escassa, deficiência de 
água para beber e higiene individual não permitiam, como não permitem, que 
se exijam grandes esforços dos homens. Isso se acentuou com o incremento dos 
casos de carência (avitaminose) e beribéri havidos.41 
 
Diversas ações foram realizadas no sentido de minimizar as doenças e os problemas 
sanitários da tropa. Foram implantadas rigorosas normas de higiene individual e coletiva, 
com particular atenção para os alojamentos da tropa. O lixo passou a ser enterrado e uma 
equipe do Serviço de Febre Amarela deslocou-se do Recife para a ilha, para tentar erradicar 
os mosquitos e ratos, bastante comuns em Fernando de Noronha. 
 
 
Fig. 7 e 8 – Os dois primeiros comandantes do Destacamento Misto de Fernando de 
Noronha: generais-de-brigada Francisco Gil Castelo Branco 
 (a esquerda) e Ângelo Mendes de Morais 
É interessante observar que, no auge da ocupação militar, em meados de 1943, o 
Destacamento Misto reunia aproximadamente 2.600 homens. A eles, somavam-se quase 300 
militares da base da Marinha dos EUA existente nas proximidades da Baía de Sueste. 
 
 
41 Arquivo Histórico do Exército. Acervo da 7ª Região Militar. 
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Fig.9 - Canhão Vickers-Armstrong M1917, de 152,4mm, em posição 
 
Novo comando, novos planos 
No princípio de 1943, o General Francisco Gil Castelo Branco foi substituído no 
comando do Destacamento Misto pelo General-de-Brigada Ângelo Mendes de Morais, que 
havia sido promovido ao generalato recentemente. Em março, logo após a posse do novo 
comandante, o Destacamento recebeu da 7ª RM a Instrução nº 2, que atualizava a missão das 
tropas: – Manter o arquipélago contra as investidas por mar, organizando-se na ilha de 
Fernando de Noronha, sobretudo diante da Baía de Santo Antônio, de sorte a 
impedir qualquer tentativa de desembarque; – precaver-se contra os bombardeios navais e aéreos e atuar contra as tropas ou 
agentes vindos por ar e que desçam no arquipélago, destruindo-os ou 
aprisionando-os; em qualquer caso, impedir que a ilha seja utilizada como base 
aérea de operações contra o continente.42 
 
Com base nessas instruções, o General Morais emitiu uma nova ordem de operações43, 
que estabelecia um novo dispositivo defensivo. A ilha foi dividida em dois quarteirões 
defensivos de infantaria, cujo limite era materializado, no terreno, pela linha Pico – Morro da 
Boa Vista – Morro do Macedo. O Quarteirão Leste ficou sob a responsabilidade do 30º BC 
 
42 Arquivo Histórico do Exército. Acervo do Destacamento Misto de Fernando de Noronha. 
43 Ordem Geral de Operações nº 2 para Instalação Defensiva, de 26 de março de 1943. Arquivo Histórico do Exército. Acervo 
do Destacamento Misto de Fernando de Noronha. 
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(menos uma companhia) e o Oeste passou a ser defendido pelo 31º BC, também desfalcado 
de uma subunidade. As duas companhias subtraídas dos BC passaram a constituir a reserva 
móvel, juntamente com a tropa de choque do QG do Destacamento. Tal organização tinha por 
objetivo implantar uma defesa mais flexível, capaz de responder rapidamente a ataques em 
qualquer ponto da ilha. 
 
Fig. 10 – Dispositivo estabelecido pelo Plane Defensivo nº 2 
 
Redução dos efetivos e o fim do destacamento misto 
Com a derrota das forças do Eixo na África do Norte, a ameaça de uma invasão contra 
o Nordeste e contra o arquipélago diminuiu consideravelmente. Com efeito, o governo 
brasileiro deu início a um processo gradual de redução das unidades desdobradas em 
Fernando de Noronha e, em meados de 1943, foram transferidos da ilha para o continente o 
1º GIA, que permaneceu apenas quatro meses subordinado ao Destacamento Misto, e o 31º 
BC, que passou a ocupar aquartelamento em Campina Grande, na Paraíba. 
Na primeira semana de agosto de 1943, o General Ângelo Mendes de Morais partiu 
para o Rio de Janeiro e o comando do Destacamento passou a ser exercido, interinamente, 
pelo Coronel Tristão de Alencar Araripe. Um mês depois, no dia 6 de setembro, foi criado o 
Território Federal de Fernando de Noronha44, e o Coronel Araripe foi nomeado governador 
 
44 O Território foi criado por intermédio do Decreto-Lei nº 5.718, de 6 de setembro de 1943. 
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do Território e efetivado como comandante do Destacamento Misto, acumulando as funções 
de comandante militar e gestor administrativo do arquipélago. 
Uma das providências tomadas pelo novo comandante foi expedir o Plano Defensivo 
nº 3 que, com a volta de algumas unidades para o continente, teve que atender ao princípio 
de economia de meios e passou a ser baseado em um centro de resistência, na Vila dos 
Remédios e adjacências, e uma rede de postos de observação e postos de vigilância. 
Na segunda metade de 1944 a situação estratégica da guerra tinha-se modificado 
completamente em favor dos Aliados, eliminando, na prática, a ameaça de invasão ao 
arquipélago. As tropas anglo-americanas haviam invadido a Sicília e a Normandia, os 
soviéticos pressionavam as forças nazistas na Frente Oriental europeia e a 4ª Esquadra dos 
EUA dominava o Atlântico Sul. Pouco a pouco, as unidades do Destacamento Misto foram 
sendo desmobilizadas ou transferidas para o continente. Com o fim da guerra na Europa, no 
entanto, não havia mais razão para manter em Fernando de Noronha um contingente tão 
numeroso, e, em agosto de 1945, o Destacamento Misto foi extinto, dando lugar à Guarnição 
de Fernando de Noronha, ato regulamentado pelo Aviso nº 1.732, de 13 de agosto de 1945: 
Fica criada, na conformidade do Art 2º do Decreto-Lei nº 19.116, de 6 do corrente, 
a Guarnição de Fernando de Noronha, em substituição ao Destacamento Misto de 
mesmo nome, extinto pelo referido decreto. A citada Guarnição terá efetivo em 
pessoal constante do quadro aprovado pela Portaria nº 21/21, de 13 de julho de 
1945 (Reservada). Em consequência da alteração supra, ficam extintos o QG do 
Destacamento, a 1ª Cia Independente de