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308_Programa_para_la_Primera_Infancia_en_Colombia_Ficha

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LA IMPORTANCIA DE LOS PROGRAMAS PARA LA 
PRIMERA INFANCIA EN COLOMBIA1 
 
 
Ficha Resumen 
 
 
Generalidades de la política 
La primera infancia es comúnmente definida como el periodo de vida desde la gestación hasta los 6 años de edad. En 
el Código de Infancia y Adolescencia, Ley 1098 de 2006, se establecen las normas para la protección integral de 
niños, niñas y adolescentes en Colombia, y se posiciona al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) como 
rector del Sistema de Bienestar Familiar a cargo de la articulación de las entidades responsables de la garantía de los 
derechos y la protección de la primera infancia. 
 
Al ICBF le corresponde ejecutar las políticas del gobierno nacional en materia de fortalecimiento a la familia, 
protección al menor de edad, y formulación, ejecución y evaluación de programas que promuevan la atención 
integral2 a la primera infancia. Entre los programas más importantes que están a cargo del ICBF se encuentran: 
programa Materno Infantil, Hogares FAMI, Hogares Comunitarios de Bienestar, Hogares Infantiles, Lactantes y 
Preescolares, y Jardines Comunitarios. Los programas consisten principalmente en la provisión de cuidado integral 
para los niños y niñas de grupos vulnerables con énfasis en la promoción del estado nutricional, desarrollo cognitivo 
y desarrollo psicosocial. El programa Hogares FAMI tiene énfasis particular en el seguimiento de madres gestantes y 
lactantes para la capacitación de buenos hábitos de crianza. 
 
Objetivo de la evaluación 
 
El estudio realizado como parte de un convenio interinstitucional entre el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar 
y la Universidad de los Andes, presentando su primera versión en el 2009, tiene como objetivo caracterizar la 
importancia de los programas del ICBF destinados a la primera infancia, en términos de su alcance, cobertura, 
beneficios y pertinencia. A la vez, se pretende ratificar que las intervenciones durante la infancia temprana son más 
rentables que inversiones posteriores. 
 
Metodología y recolección de información 
 
La evaluación a los programas del ICBF se inscribió en dos frentes: un estudio que examinaba la pertinencia de los 
programas como proyectos de inversión, y una evaluación de resultados que examinaba los efectos de los programas 
sobre variables nutricionales y la relación entre costos y beneficios. 
 
Para exhibir la importancia de la inversión en el desarrollo de la primera infancia se hizo una revisión de literatura 
sobre las inversiones en primera infancia, identificando las razones empíricas y teóricas por las cuales los programas 
de primera infancia pueden tener mayores retornos que otras intervenciones en capital humano. 
 
Para contextualizar la importancia de los programas del ICBF se presentaron las necesidades de cuidado infantil que 
hay en el país y se evaluaron a nivel descriptivo las coberturas de los programas del ICBF con respecto al 
comportamiento de variables como tasas de criminalidad, participación laboral femenina, maltrato infantil y nivel de 
pobreza. La información fue obtenida a partir de distintas fuentes que incluyen la encuesta nacional de Sisben, la 
Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) y los datos administrativos del ICBF. 
 
 
1
 Esta evaluación fue contratada por el ICBF y realizada por la Universidad de los Andes. Este documento, al ser un resumen de la evaluación, 
no refleja la posición y opiniones oficiales del Departamento Nacional de Planeación. 
2
 La atención integral es definida como el conjunto de acciones coordinadas con el fin de satisfacer, tanto las necesidades esenciales para 
preservar la vida, como aquellas relacionadas con el desarrollo y aprendizaje. 
Bajo el mismo objetivo del párrafo anterior se presentó un análisis de rentabilidad de los programas de primera 
infancia en Colombia haciendo comparaciones con el reporte de otros estudios sobre la rentabilidad de otro tipo de 
inversiones en capital humano. Así mismo, se realizaron comparaciones con programas de cuidado infantil en otros 
países de Latinoamérica y se hicieron simulaciones de los costos en los que incurriría el país en caso de que no se 
atendieran los niños que son beneficiarios. Las simulaciones eran de dos tipos: una que evaluaba la efectividad de 
varias políticas de inversión en capital humano con respecto al costo de reducir el nivel de desigualdad, y otra que 
determinaba el costo de dejar de atender a los beneficiarios del programa Hogares Comunitarios, en términos del 
aumento en la desigualdad del ingreso. 
 
Con el objetivo de determinar la pertinencia y el impacto de la aplicación del programa de Hogares Comunitarios de 
Bienestar se realizó un análisis costo- beneficio. Este se utiliza para evaluar los costos de un programa o tratamiento 
respecto a los beneficios del mismo. Tanto los parámetros de costos como de beneficios son expresados en términos 
monetarios. Con base en la evaluación de impacto de Bernal et al (2009), e información de 28.000 niños 
participantes y no participantes en el programa Hogares Comunitarios y de 1.100 Hogares Comunitarios – recogida 
entre febrero y julio de 2007 por una unión temporal entre Profamilia y la Universidad de los Andes –, se tomó el 
impacto reportado del programa sobre la nutrición, desarrollo psicosocial y desarrollo cognitivo y se calculó la 
manera como dichos impactos se traducen en cambios salariales. Los costos del programa se dividieron en 
operativos y administrativos, reportados por el ICBF; y privados calculados a partir de la cuota de participación de los 
padres y los costos de transporte al Hogar Comunitario. 
 
Finalmente, se realizó un análisis de la base de datos de seguimiento nutricional Metrix. La base de datos Metrix 
contiene información nutricional de los niños beneficiarios de los diferentes programas del ICBF entre 2006 y 2008. 
Los datos permitieron obtener indicadores nutricionales estandarizados de talla para la edad, peso para la edad y 
peso para la talla. La base de seguimiento incluyó niños en los siguientes programas: Hogares Comunitarios de 
Bienestar Empresariales, Grupales, Múltiples, Tradicionales, FAMI, Hogares Infantiles, Sustitutos, Lactantes y 
Preescolares, Unidades Móviles y Recuperación Nutricional. Los datos disponibles se utilizaron para identificar el 
impacto diferenciado de la asistencia a cada uno de los programas sobre los indicadores de desnutrición: peso para 
la talla, peso para la edad y talla para la edad. Los efectos de cada programa sobre los indicadores de nutrición son 
comparables contra el programa Hogares Infantiles. 
 
Principales conclusiones 
 
La literatura que estudia la importancia de la inversión en la primera infancia justifica este hecho a través 
de los siguientes argumentos: 
 
 El mayor desarrollo del cerebro ocurre durante el primer año de vida y los estímulos externos durante esta 
etapa son cruciales para el desarrollo de la red neural. 
 El desarrollo en los primeros años de vida es determinante para la adquisición de habilidades en edades 
posteriores. 
 Los programas de primera infancia son más rentables que cualquier otro programa de inversión en capital 
humano durante etapas posteriores de la vida. En general, se observa que los retornos a las inversiones en 
capital humano son decrecientes con la edad del individuo beneficiario. 
 Las inversiones durante la primera infancia contribuyen a la reducción de la desigualdad del ingreso debido a 
que reducen las disparidades en dotaciones iniciales entre los individuos y son más efectivas en poblaciones 
vulnerables. 
 
Los principales argumentos a través de los cuales se justifica la importancia de la implementación de los 
programas del ICBF en el país son los siguientes: 
 
 Existen 3,9 millones de niños entre los 0 y 5 años de edad, representando el 14,8% del total de personas de 
los primeros niveles de Sisben. La cantidad de niños entre 0 y 5 años que reportan no asistira ningún tipo de 
establecimiento es del 77,5% en Sisben 1 y 71,6% en Sisben 2. Se calcula que entre los niños que reportan no 
asistir, alrededor del 27,8% pueden encontrarse solos en el hogar, siendo una cifra bastante alta ya que 
representa el 20,4% del total de niños en el Sisben. Adicionalmente, para los niños que reciben cuidado en 
el hogar, se calcula que alrededor del 16,2% de los cuidadores se encuentran entre los 12 y 17 años de edad 
o son mayores de 65 años, lo que no representa una forma de cuidado óptima. 
 Se identifica una correlación negativa entre la tasa de castigos violentos y la tasa de usuarios ICBF por lo que 
se establece que el ICBF puede estar haciendo una buena labor en corregir comportamientos incorrectos 
tales como el maltrato infantil. Por otro lado, los municipios con altas tasas de usuarios del ICBF presentan 
una correlación negativa con la tasa de ataques violentos, resultado que indica que la presencia del ICBF 
puede estar reduciendo la actividad criminal a través del cuidado, protección y formación de menores. 
 El retorno anual del programa Hogares Comunitarios es de 32 centavos por cada dólar invertido, mientras 
que el de un Hogar Comunitario “ideal”3 es de 41 centavos por cada dólar invertido. Por otro lado, el retorno 
anual de un año adicional de educación primaria es de 23 centavos por cada dólar invertido, el de los 
programas de entrenamiento laboral operados por el SENA es de 16 centavos por cada dólar invertido. En 
resumidas cuentas, las tasas de retorno de programas de primera infancia en Colombia son 
significativamente más altas que los retornos de los programas ofrecidos a individuos mayores. 
 Las evaluaciones de impacto de primera infancia en Latinoamérica indican efectos importantes sobre el 
bienestar de los beneficiarios, su estado nutricional, y desarrollo cognitivo y psicosocial. 
 Bajo el ejercicio de simulación en el que se evalúan varias políticas de inversión en capital humano se 
obtiene que el costo de reducir la desigualdad del ingreso obtenido en el 2006 (gini=0,51) al obtenido en 
1998 (gini=0,46) sería de 46 mil millones de dólares si se hace a través de una política educativa con 
beneficiarios entre 5 y 18 años de edad. Si la política se enmarcara en Hogares Comunitarios, el costo sería 
del 35% de la política educativa. Por otro lado, la simulación sobre el costo de dejar de atender a los 
beneficiarios de Hogares Comunitarios, establece que esto implicaría un aumento de la desigualdad del 
ingreso del 0,8% con un ahorro de US$1.200 millones para el Estado. Si el mismo número de individuos 
dejara de recibir educación básica, el incremento de la desigualdad sería de 0,7% con un ahorro de US$3.500 
millones. 
 Bajo el análisis de costo- beneficio se obtiene que en diferentes escenarios4 y dependiendo de la tasa de 
descuento utilizada (5 ó 10%), la relación beneficio- costo varía entre 1,3 y 8,6, lo que quiere decir que los 
beneficios siempre exceden los costos de los programas y pueden llegar a representar ocho veces el valor 
invertido en el escenario más optimista. Los retornos mencionados son superiores a los de otras 
intervenciones de capital humano. 
 Bajo el análisis de la base de datos Metrix se encuentra que los resultados nutricionales de Hogares 
Infantiles y diferentes tipos de Hogares Comunitarios son muy similares. Por el contrario el Hogar FAMI tiene 
un impacto positivo sobre los indicadores de peso para la talla y peso para la edad, implicando mejores 
efectos en esta área respecto del programa Hogares Infantiles. Sin embargo, el mismo programa tiene un 
efecto negativo sobre el indicador de talla para la edad. El programa con mayores deficiencias es el de 
Recuperación nutricional que muestra resultados negativos respecto a los Hogares Infantiles en los tres 
indicadores. 
 
 
 
3
 Programa con fuentes de financiación adicionales a las del ICBF. Ofrecen pisos que no son de tierra, mayores recursos pedagógicos, y una 
madre comunitaria más educada, con mejores conocimientos de desarrollo infantil y mejor entrenamiento. 
4
 Se proponen tres escenarios distintos: i) el programa tiene un impacto directo de 6,8% sobre salarios a través de las mejoras en el estado 
nutricional, el desarrollo cognitivo y el desarrollo psicosocial de los beneficiarios, (ii) el programa tiene un efecto directo sobre salarios más 
una reducción de un año en la edad de finalización de la escolaridad debida a la mejoría en el estado nutricional del beneficiario, y (iii) el 
programa tiene un efecto directo sobre salarios más un aumento de un año en la escolaridad asociado a mejoras nutricionales del beneficiario.