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2 
 
DESPIERTA A TU SANADOR 
INTERIOR 
Cómo activar el sistema de curación 
propio con la psicología energética 
Prólogo de Victoria Cadarso 
Traducción de María José Delgado Sánchez 
 
3 
 
Este libro está dedicado a mi esposa, 
Joanne Somavia De Laveaga Callahan.
4 
 
Contenido 
PROLOGO 
PREFACIO 
AGRADECIMIENTOS 
PRIMERA PARTE; TODO SOBRE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
1 LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO: UNA FORMA REVOLUCIONARIA DE 
CURACIÓN 
 ¿QUE ES LA TFT? 
 UN POCO DE HISTORIA 
 EL CASO DE MARY 
 COMIENZA LA INVESTIGACIÓN 
 ¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR? 
 EL ÉXITO CRECIENTE DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 UNA NUEVA FORMA DE PENSAR 
2 LO ESENCIAL DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO: QUÉ ES, CÓMO 
FUNCIONA 
 UN MÉTODO FÁCIL Y RÁPIDO HACIA EL BIENESTAR 
 LA EVOLUCIÓN DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 KINESIOLOGÍA APLICADA 
 ACUPUNTURA 
 PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA 
 OTRAS VÍAS DE INVESTIGACIÓN 
 EL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 LA RAÍZ DEL PROBLEMA 
 APROVECHAMIENTO DE LA ENERGÍA DEL CUERPO 
 LA CURACIÓN MEDIANTE ALGORITMOS 
 SINTONIZACIÓN CON EL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 LA NATURALEZA AISLABLE DE LAS PERTURBACIONES 
 LA EFICACIA DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 ¿ERES ESCÉPTICO? 
3 LA CIENCIA EN LA QUE SE BASA LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 LA IMPORTANCIA DE LAS PRUEBAS 
 LOS ESTUDIOS DE FIGLEY/CARBONELL 
 EL ESTUDIO STEPHEN DANIEL 
5 
 
 ESTUDIOS EN LA RADIO 
 LOS ESTUDIOS EN LA RADIO: RESULTADOS 
 OTROS ESTUDIOS 
 LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO Y TU SALUD FÍSICA 
 VARIABILIDAD DE LA FRECUENCIA CARDIACA: MEDIDA DE LA EFICACIA DE 
LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 CHARLES 
 LO QUE NOS DICE LA VFC 
 LO QUE NOS DICE LA VFC 
 LAS IDEAS DE FULLER ROYAL 
 LA INVESTIGACIÓN 
 LOS MÉDICOS Y LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 VALORES DE VFC DE STEVEN 
 CÓMO PROVOCAR LA CURACIÓN 
 VALORES VFC DE UN MÉDICO 
SEGUNDA PARTE: CÓMO DESPERTAR EL SISTEMA DE CURACIÓN INTERNO 
4. LOS RUDIMENTOS DE LOS ALGORITMOS 
 LA SINTONIZACIÓN ES FUNDAMENTAL 
 ESTIMACIÓN DEL NIVEL DE ANGUSTIA 
 APLICACIÓN DE LOS GOLPECITOS 
 LA SERIE GAMMA 
 MOVER LOS OJOS DESDE EL SUELO HASTA EL TECHO 
 INVERSIÓN PSICOLÓGICA 
 MINI IP 
 EL EJERCICIO DE LA RESPIRACIÓN CLAVICULAR 
 TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN 
 PASOS DE LOS TOQUES 
 EL CASO DE NORMA 
5. LOS ALGORITMOS PUESTOS EN FUNCIONAMIENTO 
 TRAUMA 
 ALGORITMO PARA EL TRAUMA SIMPLE 
 ALGORITMO PARA EL TRAUMA COMPLEJO 
 ALGORITMO PARA EL TRAUMA COMPLEJO CON IRA 
 ALGORITMO PARA EL TRAUMA COMPLEJO CON CULPABILIDAD 
 ANSIEDAD 
6 
 
 ALGORITMO PARA LA ANSIEDAD SIMPLE/ESTRÉS 
 ALGORITMO PARA LA ANSIEDAD COMPLEJA/ATAQUE DE PÁNICO 
 USAR EN PRIMER LUGAR 
 ALTERNATIVA 1 
 ALTERNATIVA 2 
 ALTERNATIVA 3 
 ALTERNATIVA 4 
 ALTERNATIVA 5 
 ADICCIONES 
 ALGORITMO PARA LOS IMPULSOS ADICTIVOS 
 USAR EN PRIMER LUGAR 
 ALTERNATIVA 1 
 ALTERNATIVA 2 
 FOBIAS 
 LA MAYORÍA DE LAS FOBIAS 
MIEDO A LAS ARAÑAS, MIEDO A LAS TURBULENCIAS Y CLAUSTROFOBIA 
 DEPRESIÓN 
 ALGORITMO PARA LA DEPRESIÓN 
 IRA Y CÓLERA 
 ALGORITMO PARA LA IRA 
 ALGORITMO PARA LA CÓLERA 
 OBSESIONES 
 ALGORITMO PARA LAS OBSESIONES (TOC) 
 USAR EN PRIMER LUGAR 
 ALTERNATIVA 1 
 ALTERNATIVA 2 
 CULPA 
 ALGORITMO PARA LA CULPA 
 VERGÜENZA/BOCHORNO 
 ALGORITMO PARA LA VERGÜENZA 
 ALGORITMO PARA EL BOCHORNO 
 JET LAG 
 CUATRO PUNTOS IMPORTANTES: 
 ALGORITMO PARA EL JET LAG: DE OESTE A ESTE 
 ALGORITMO PARA EL JET LAG: DE ESTE A OESTE 
7 
 
 DOLOR FÍSICO 
 ALGORITMO PARA EL DOLOR FÍSICO 
6 CONSEJOS PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS 
 LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES 
 LOS RESULTADOS DE LA INVERSIÓN PSICOLÓGICA 
 ELIMINACIÓN DE LA INVERSIÓN PSICOLÓGICA 
 LA CORRECCIÓN IP PUESTA A PRUEBA 
 TOXINAS COMUNES 
 UNOS CUANTOS CASOS 
 LAS TERAPIAS AVANZADAS 
 DIAGNÓSTICO CAUSAL 
 TECNOLOGÍA DE VOZ 
 CASOS SATISFACTORIOS 
7 EL PROBLEMA DEL ÁPICE 
 ¿QUÉ ES EL PROBLEMA DEL ÁPICE? 
 LO QUE DEMUESTRAN LAS INVESTIGACIONES 
 ¿ES NECESARIO CREER? 
 ¿ES UNA CUESTIÓN DE DISTRACCIÓN? 
 ¿SE TRATA SIMPLEMENTE DEL EFECTO PLACEBO? 
 LA IMPORTANCIA DEL PROBLEMA DEL ÁPICE 
8 ALGUNAS IDEAS A MODO DE CONCLUSIÓN 
 LA PACIENTE REACCIONÓ DE INMEDIATO 
 TFT: UNA TERAPIA PARA EL NUEVO MILENIO 
 LA GENERACIÓN MÁS AVANZADA DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO 
 UN TRATAMIENTO A LA VANGUARDIA 
APÉNDICE 
 CÓMO ENCONTRAR PROFESIONALES DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL 
PENSAMIENTO 
 INFORMACIÓN DE CONTACTO 
 
 
8 
 
Prólogo 
Conocer y estudiar con Roger Callahan ha sido todo un lujo. Es poder vivir en vivo y en directo con el 
creador y precursor de un campo de estudios y práctica terapéutica que ha venido a denominarse 
psicología energética y que está revolucionando la psicoterapia. 
Impulsado por su afán de conseguir aliviar el malestar emocional de sus clientes de forma rápida y 
duradera ha desarrollado su Terapia del Campo del Pensamiento (TFT)1, que se aplica a cualquier 
malestar emocional: ira, pena, miedos, ansiedad, fobias, rupturas amorosas, pérdidas, etc., consiguiendo 
resultados inmediatos y asombrosos. 
Callahan empezó sus descubrimientos en este campo a finales de los años setenta, escribiendo en los 
ochenta su primer libro Cómo curar una fobia en cinco minutos, así que sus enseñanzas llevan ya más de 
veinticinco años extendiéndose a lo largo del mundo. 
Callahan es visionario, astuto, curioso, flexible y ferozmente independiente, cualidades necesarias para 
soportar las críticas que han surgido desde la psicología convencional a su terapia novedosa. Criticada 
muchas veces sin conocimiento, sólo por el hecho de ser tan innovadora y diferente, sin embargo ha 
generado muchas otras terapias energéticas que se basan en sus descubrimientos. 
La primera vez que vi su técnica no me lo podía creer, pensé «si esto funciona, y eso parece, ¿para qué he 
estudiado yo tantos años y tantas psicoterapias diferentes?... ¡Qué pérdida de tiempo!». El tiempo que se 
tarda y la sensación de alivio inmediato es lo más asombroso y fascinante que tiene su terapia y también 
es lo que nos deja más perplejos, acostumbrados a escuchar que las terapias psicológicas llevan años. 
Una de las características más sobresalientes de su terapia es que cuando los clientes notan los cambios 
«no se lo pueden creer» y preguntan: « ¿Cuánto me va a durar?, ¿se me ha ido ya el malestar para 
siempre?» Esta es una pregunta que jamás se hace en una terapia convencional, fundamentalmente 
porque los cambios no se sienten inmediatamente. Es tal la incredulidad de los clientes que me 
contagiaban sus dudas hasta que en mi consulta muchos cientos de personas han corroborado que 
funciona y además es duradera. 
Es la mejor terapia que he encontrado para el estrés, las fobias, cualquier tipo de miedos —a hablar en 
público, a volar, a los ascensores—, traumas de todo tipo, e incluso para dolores (normalmente los que 
tienen una base emocional). 
En suma es la mejor contribución al bienestar emocional. 
 
1 Algunas de las siglas que aparecen en este libro corresponden al nombre original en inglés. En este caso Thought Field Therapy. 
9 
 
VICTORIA CADARSO 
PSICÓLOGA FORMADA EN TFT 
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE PSICOLOGÍA ENERGÉTICA ESPAÑOLA 
WWW.ITIIE.ORG VCADARSO@ITIEE.ORG
10 
 
PREFACIO 
En Despierta a tu sanador interior, el doctor Roger Callahan explica la Terapia del Campo del 
Pensamiento, su innovadora técnica parala salud, siguiendo un proceso paso a paso, muy fácil 
de seguir. El doctor Callahan cuenta cómo superar una serie de problemas comunes, como 
fobias, compulsiones, traumas, ansiedad, impulsos adictivos, depresión, obsesiones, jet lag y 
dolor físico. 
Explica con claridad cómo cualquier persona puede aprender esta técnica rápidamente y 
aplicarla de forma instantánea. Las ilustraciones muestran exactamente cómo y dónde aplicar 
este método. Describe las técnicas de respiración y los puntos de tratamiento tan bien que es 
posible entender fácilmente cómo aplicarse el tratamiento uno mismo. 
Se habla incluso de problemas tan difíciles de vencer como la claustrofobia y el miedo a las 
arañas o el miedo a volar, y se muestra el tratamiento específico para cada una de estas 
afecciones. El doctor Callahan cuenta cómo la ira y la cólera originan problemas físicos y hace 
sugerencias sobre la forma de hacerles frente. Este método funciona aunque seas un caso 
complejo. El doctor Callahan, que ha sido psicoterapeuta durante más de cincuenta años, lleva 
usando y actualizando su técnica de la Terapia del Campo del Pensamiento durante los últimos 
veinte años y ahora la están utilizando y comprobando su eficacia estudiantes suyos y colegas 
de todo el mundo. 
Este libro es una herramienta inestimable para ayudar a todos aquellos que sufren un 
problema psicológico o físico a recuperar la senda de una salud óptima. 
DOCTOR EARL MINDELL
11 
 
AGRADECIMIENTOS 
Cada vez que me invitan a escribir una nota de agradecimiento por mi trabajo, inmediatamente 
tengo que dar las gracias al genio desconocido de Oriente que descubrió por primera vez, hace 
más de cinco mil años, el sistema de meridianos (acupuntura). 
La otra persona cuyos descubrimientos juegan un papel en mi trabajo es un magnífico 
quiropráctico de Detroit, el doctor George Goodheart, que descubrió y desarrolló el campo de 
la kinesiología aplicada (AK). Algunos de sus hallazgos básicos fueron los que me permitieron, 
con la ayuda del sistema de meridianos, desarrollar mi sistema de diagnóstico causal, que a su 
vez hizo posible que descubriera los muy eficaces tratamientos o algoritmos para numerosos 
problemas cuyas soluciones se presentan en este libro. 
También le doy las gracias a los doctores Robert Blaich y David Walter por su espléndida 
forma de enseñar el curso de cien horas en kinesiología aplicada al que tuve el privilegio de 
asistir. El doctor Blaich también realizó un trabajo pionero en establecer el valor y la eficacia 
de mi concepto de inversión psicológica. 
Es importante manifestar que los dos eslabones de mi descubrimiento, la acupuntura y la 
kinesiología aplicada, no son responsables en absoluto de mis nuevos hallazgos; éstos son 
exclusivamente míos, como lo son todos los errores involuntarios. 
Mis descubrimientos están recibiendo ahora un fuerte apoyo científico por medio del uso de 
una tecnología de la que todo el mundo oirá hablar más en un futuro próximo y que se denomina 
variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC). 
Una de las contribuciones importantes de la VFC, además de ser una prueba potente y objetiva 
de la eficacia de la terapia, es que es la mejor forma de pronosticar la mortalidad para todas 
las enfermedades. Quiero agradecer al doctor Fuller Royal, de Las Vegas, por averiguar que 
mis descubrimientos tienen un poderoso impacto en esta medición. También quiero 
agradecerles a Peter Julián, Sallie Baugh y Rick Roncka por ayudarnos a entender algunos 
aspectos técnicos de la VFC. Que yo sepa, mi terapia es la única que mejora la VFC de forma 
espectacular y estos cambios se consiguen normalmente en unos minutos. Los resultados de la 
VFC sugieren que mis descubrimientos pueden prolongar y proteger las vidas de los que 
padecen del corazón o de otras enfermedades con peligro de muerte. Esperamos con ansiedad 
que se hagan más investigaciones sobre este importante tema. 
Quiero dar las gracias a mi esposa, Joanne Somavia De Laveaga Callahan por su apoyo y amor 
sin límites: no podría haberlo hecho sin ella. A nuestros estudiantes del nivel superior de la 
Terapia del Campo del Pensamiento, les expreso mi reconocimiento por su ayuda y apoyo: 
doctor Yoshinori Takasaki, doctora en Educación Jill Strunk, Trabajadora social clínica 
licenciada Norma Schenck, doctor Stephen Daniel, doctor Gale Joslin, Trabajadora social 
12 
 
clínica licenciada Liz Joslin, Trabajadora social clínica Monica Pignotti, doctora Carolina Sakai, 
doctora Jenny Edwards, doctor Luis Jorge González, doctor Mark Steinberg, doctor Frank 
Patton, Diplomada en Enfermería Rose Patton, doctor Rick Moses, doctor Alex Loyd, doctor 
Joel Wade y doctora Mary Cowley. 
Richard y yo estamos muy agradecidos a nuestra dinámica agente de Nueva York, Jane Dystel, 
que ha desempeñado una inusitada labor de habilidad y heroísmo para conseguir que este libro 
tuviera el reconocimiento que merece. 
Mi más profundo agradecimiento a Richard Trubo, un escritor muy especial y con muchas 
dotes. Debemos mucha gratitud al gran talento de nuestra editora, Judith McCarthy, que ha 
hecho que esta iniciativa fuera enormemente agradable. Richard y yo le damos las gracias 
también a Judith por sus útiles e indispensables sugerencias y por su excelente contribución a 
este libro. 
ROGER J. CALLAHAN
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PRIMERA PARTE 
TODO SOBRE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO
14 
 
1 
LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO: UNA FORMA REVOLUCIONARIA DE 
CURACIÓN 
Imagínate que sufres un malestar emocional y encuentras alivio en sólo unos minutos. 
Imagínate que estás agobiado por el estrés crónico, que eres adicto a la nicotina o te sientes 
paralizado por el miedo a volar, pero que puedes erradicar éstos u otro tipo de problemas 
agotadores de forma casi instantánea. 
La respuesta a las emociones negativas de tu vida está en un tratamiento muy eficaz 
denominado Terapia del Campo del Pensamiento (TFT), que constituye un avance revolucionario 
en cuanto a la forma en que se perciben y se tratan los malestares psicológicos. Decenas de 
miles de personas del mundo entero han utilizado ya esta terapia para vencer los miedos, 
eliminar las obsesiones, recuperarse en los casos de ruptura de relaciones personales, 
terminar con la tendencia a dejar las cosas para más tarde y calmar la ira y el dolor. Esta 
terapia ha supuesto para ellos una renovación emocional, llevada a cabo de forma rápida y 
segura y sin necesidad de medicamentos ni de psicoterapia a largo plazo. No hay riesgos ni 
efectos secundarios. 
Este programa también puede serte útil a ti. 
¿QUE ES LA TFT? 
La Terapia del Campo del Pensamiento es diferente a cualquier otro tratamiento psicológico al 
que te hayas sometido. El propio proceso terapéutico es absolutamente excepcional, al igual 
que su base científica y los resultados sin precedentes que pueden obtenerse. 
TFT es un sistema que accede a la esencia y la causa raíz que subyace al problema, y lo 
resuelve, ya se trate de fobias, ira, malos hábitos, traumas, ansiedad, culpabilidad o dolor. 
Estas emociones negativas son información condensada en forma de energía y vinculada a lo 
que denomino «campo del pensamiento» (más adelante explicaremos a fondo este concepto). La 
información activa de este campo del pensamiento crea malestar en tu vida al perturbar el 
flujo de energía interna del cuerpo, provocando un malestar psicológico que deteriora tu 
bienestar emocional. 
Una clave fundamental del tratamiento es la influencia que se ejerce en el campo 
bioenergético del cuerpo, dando golpecitos con los dedos en puntos corporales específicos 
situados a lo largo de los meridianos de energía. A través de un proceso muy fácil de utilizar 
queaprenderás con detalle, pensarás en el problema psicológico concreto que te preocupa para 
cuantificar la intensidad del malestar emocional que estás experimentando (en una escala de 
uno a diez). A continuación, darás unos ligeros golpecitos en puntos específicos del cuerpo, 
15 
 
siguiendo una secuencia concreta. Al hacerlo, eliminarás los desequilibrios del sistema de 
energía del cuerpo, debilitando e incluso erradicando las emociones negativas y los síntomas de 
malestar psicológico. Gracias a las nuevas investigaciones que utilizan una tecnología capaz de 
hacer un seguimiento del sistema nervioso autónomo del cuerpo, podemos medir y cuantificar 
científicamente los cambios sistémicos que produce la Terapia del Campo del Pensamiento. 
Resulta claro que dicha terapia cura al nivel más fundamental y que la curación se produce de 
forma casi instantánea. 
A lo largo de los años, he ido creando y afinando la siguiente definición de esta terapia: 
La Terapia del Campo del Pensamiento es un tratamiento para los trastornos psicológicos que 
proporciona un código que, aplicado al problema psicológico con el que está sintonizado el 
individuo, eliminará las perturbaciones del campo del pensamiento, la causa fundamental de 
todas las emociones negativas. Este código se obtiene mediante el procedimiento de 
diagnóstico causal de la Terapia del Campo del Pensamiento, a través del cual se desarrollaron 
los algoritmos de dicha terapia. 
Naturalmente, hay algunos componentes en esta definición que aún no estás en disposición de 
entender, pero cuando hayas terminado de leer este libro, los entenderás. Y lo que es más 
importante, sentirás su fuerza para resolver todos los malestares psicológicos (e incluso 
fisiológicos) que puedas estar experimentando. Esta terapia puede surtir efecto en cuestión 
de minutos, como lo ha hecho en miles de personas. En resumen, puede cambiarte la vida por 
completo. 
Un poco de historia 
Como seguramente ya te habrás dado cuenta, la Terapia del Campo del Pensamiento constituye 
un cambio radical en la forma de tratar los trastornos psicológicos. Durante la mayor parte de 
este siglo, la psicoterapia ha sido el camino tradicional y establecido para la curación 
emocional. De hecho, hasta hace aproximadamente dos décadas, yo mismo practicaba esta 
clase de psicoterapia convencional. También la enseñaba a nivel universitario. Sin embargo, 
estaba a la vez profundamente preocupado por sus deficiencias. 
Mi propia formación no podría haber sido más convencional. Después de obtener un doctorado 
en Psicología Clínica en la Universidad de Siracusa, fui profesor adjunto y director de los 
Servicios de Psicología e Investigación en Eastern Michigan University, y dicté cursos en la 
Universidad de Michigan antes de iniciar la consulta privada. También fui presidente del 
Colegio de Psicólogos Norteamericano de Terapia Marital y Familiar. Por aquel entonces, mi 
currículo tenía claramente una tendencia tradicional. 
No obstante, siempre he buscado nuevos enfoques para la curación. Fui un pionero de la 
terapia cognitiva y de la hipnoterapia, con las que esperaba salvar a los pacientes de los 
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defectos que había percibido en la psicoterapia convencional. Como muchos psicoterapeutas, 
deseaba que mis clientes mejoraran. Quería librarles de la angustia que había en sus vidas y 
ayudarles a volver a funcionar con normalidad. Pero estaba profundamente convencido de que, 
como profesión, la psicoterapia moderna estaba decepcionando a los pacientes. Ya 
estuviéramos tratándoles por depresión, fobias o una relación hecha pedazos, muchos de ellos 
parecían quedar atrapados en una costosa psicoterapia que duraba años, hablando sin cesar de 
las circunstancias de su vida. Aliviaban su trauma de forma dolorosa, echando frecuentemente 
la culpa de sus problemas presentes a algo o alguien de su pasado. Pero al final del día o del 
año, no parecía haberles servido de mucho. No sólo continuaban con la misma dinámica, sino 
que se quedaban aún más atascados en un atolladero emocional. Algunas veces me parecía que 
mis colegas terapeutas y yo mismo les enseñábamos a los pacientes que podían soportar 
muchísimos más sufrimientos de lo que ellos pensaban. 
Por supuesto que yo no era el único que adoptaba esta sombría perspectiva sobre mi profesión, 
pues hablaba a menudo con algunos de mis colegas psicólogos acerca de nuestros pésimos 
historiales. Estábamos de acuerdo en que sólo un pequeño porcentaje de nuestros pacientes 
mejoraba alguna vez. Tenían la misma frustración que yo, reconocían que los enfoques 
tradicionales no funcionaban para la mayoría de la gente, y que a su propia decepción sólo la 
superaba la desilusión y, en ocasiones, el resentimiento de sus pacientes. Pero al mismo tiempo, 
lo que gran parte de ellos me decía era: «Les ofrecemos a los pacientes la mejor posibilidad de 
curación, sean cuales sean las deficiencias del tratamiento. Unas cuantas historias con éxito 
es mejor que nada». Puede que así fuera, pero yo seguía desanimado, al igual que les ocurría a 
los pacientes que no se curaban. 
Sin embargo, a diferencia de la mayoría de mis colegas, continué buscando algo nuevo. Creía 
que tenía que haber un método mejor, así que investigué enfoques terapéuticos innovadores 
que se apartaban de la psicoterapia dominante. Me entregué a la búsqueda de un enfoque 
terapéutico distinto y más efectivo, y a través de ese proceso, nació la Terapia del Campo del 
Pensamiento. 
El caso de Mary 
La Terapia del Campo del Pensamiento surgió directamente de mi frustración al tratar a Mary, 
una paciente de cerca de cuarenta años. Mary tenía dos hijos y había luchado contra una grave 
fobia al agua desde la infancia. De hecho, tenía el miedo al agua más intenso que yo había visto 
hasta entonces en mis treinta años como terapeuta. Ese miedo la había dejado casi paralizada, 
incapaz siquiera de llevar a cabo las actividades más rutinarias. No podía bañarse con la 
bañera llena, ni siquiera podía bañar a sus hijos. Sí, se duchaba, pero sus duchas eran muy 
breves y sumamente estresantes. Cada vez que llovía, se quedaba aterrorizada y se negaba a 
salir de casa. Vivía en California, pero hasta en los días más soleados y agradables, no podía 
circular en la autopista de la costa del Pacífico, porque sólo la vista del océano la aterraba. 
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(Recuerdo que me dijo lo agradecida que estaba a la película Tiburón, porque después de verla, 
sus hijos dejaron de rogarle que les llevara a la playa). Por la noche, tenía pesadillas 
horrorosas en las que una fuerza misteriosa e indefinible la arrojaba al océano, o en las que el 
agua la estaba «atrapando». 
En 1980, llevaba trabajando con Mary durante más de un año, utilizando todas las técnicas 
psicoterapéuticas convencionales que conocía. Sin embargo, todos los métodos habían fallado 
de manera lamentable. Habíamos probado la terapia racional emotiva, la terapia centrada en el 
cliente, la terapia cognitiva, la terapia conductual, la hipnosis, el entrenamiento en relajación, 
la retroalimentación biológica, la desensibilización sistemática. No había funcionado nada, 
absolutamente nada. 
Al igual que todos los colegas que trataban fobias, forcé a Mary a enfrentarse a sus miedos de 
forma directa. Ciertamente este método puede producir una ansiedad tan intensa que, en 
algunos pacientes, puede provocar un trastorno de estrés postraumático. Algunas personas se 
sienten traumatizadas, como si hubieran pasado una guerra. Pero, como Mary, pocas veces 
mejoran y casi nunca se curan. De hecho, en aquella época no había visto a ninguna persona 
cuyas fobias hubieran sido erradicadas por completo. Siempre persistía por lo menos algún 
rastro del trastorno. Me sentía frustradoy mis pacientes con fobias estaban destrozados. 
En realidad, Mary sí había mostrado signos de una pequeña mejoría. Después de unos cuantos 
meses, había progresado hasta el punto en que podía sentarse con ansiedad en el borde de la 
piscina que había en el exterior de mi oficina central, con los pies colgando en el extremo 
donde no cubría. Le costaba armarse de valor incluso para llegar a ese punto. Sin embargo, se 
sentía fatal cada vez que se aproximaba paso a paso al lado de la piscina y una vez allí, no podía 
mirar al agua. «Es una verdadera tortura», me decía. Al final de la mayoría de las sesiones, 
tenía un fortísimo dolor de cabeza provocado por el estrés agudo que le producía estar 
expuesta al agua durante una hora por sesión. 
Al final ya no sabía qué hacer, prácticamente había perdido la esperanza de poder ayudar a 
Mary alguna vez. Entonces, una tarde, por pura frustración, decidí probar un experimento. 
Mary y yo estábamos sentados en el jardín cerca de la piscina. Poco después, la proximidad del 
agua empezó a afectarla. No se estaba quieta en la silla, se puso un poco nerviosa y al final se 
mostró muy alterada. «Lo siento en la boca del estómago», dijo. «Cada vez que miro o que 
pienso en el agua, lo siento justo aquí, en el estómago.» 
Al instante, se me ocurrió una idea. Aunque nunca había estudiado acupuntura formalmente, 
estaba lo suficientemente familiarizado con la medicina china como para entender su teoría de 
que la energía fluye por el cuerpo a lo largo de unos canales llamados meridianos, que coinciden 
con los puntos de la acupuntura. Según este sistema chino, cuando dichos canales de energía se 
desequilibran, el individuo enferma. Sabía que justo debajo del ojo era el lugar donde se 
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situaba un punto final del meridiano del estómago y, por supuesto, Mary había dicho que era en 
su estómago donde se desarrollaba esa sensación de mareo. En un impulso y debido a mi propia 
desesperación, le dije a Mary: «Date unos golpecitos aquí». Le señalé un punto justo debajo 
del ojo. «Piensa en tu miedo al agua y, con dos dedos, date golpecitos con firmeza unas cuantas 
veces debajo del ojo.» 
Mary lo hizo. 
Yo no esperaba que ocurriera gran cosa. Pero, francamente, estaba dispuesto a intentarlo 
prácticamente todo. Tal vez, sólo tal vez, el golpeteo rítmico podría equilibrar o desbloquear 
su flujo de energía. 
Transcurridos sólo dos minutos, Mary dejó de darse golpecitos y me miró con los ojos llenos 
de asombro. 
—¡Ha desaparecido! —exclamó. 
—¿Qué ha desaparecido? 
—Esa horrible sensación en la boca del estómago. ¡Ha desaparecido por completo! 
—¿Desaparecido por completo? —Miré a Mary con escepticismo. Sinceramente, no la creía. 
Antes de que pudiera decir otra palabra, Mary se levantó de la silla y empezó a correr hacia la 
piscina. Sonreía, incluso se reía, e iba cogiendo velocidad. De pronto me di cuenta de que si no 
frenaba, acabaría en la piscina, y era consciente de que ella no sabía nadar. En ese momento, 
fui yo el que se sintió aterrorizado. 
—Mary, ¡ten cuidado! —grité mientras salía corriendo tras ella a toda velocidad. 
Mary se detuvo por un momento, se dio la vuelta para mirarme con una enorme sonrisa burlona. 
—No se preocupe, doctor Callahan, ya sé que no sé nadar. 
(Esta afirmación demostraba que si, en efecto, se había eliminado el miedo, el tratamiento no 
le había debilitado el juicio, pues todavía tenía un respeto racional por el agua.) Al borde de la 
piscina, Mary contempló brevemente su propio reflejo, luego se agachó y se echó agua en la 
cara. Yo observaba asombrado. 
—¡Ha desaparecido, doctor Callahan! —exclamó—. Ya no tengo miedo. 
Como se puede suponer, me dejó sin habla. 
19 
 
Esa noche, Mary llevó a cabo la última prueba de su fobia. Aunque el océano había sido el 
centro de tantas pesadillas espantosas, se sintió con la confianza suficiente para enfrentarse 
a él directamente. En medio de una tormenta, tan poco habitual en California, Mary fue en 
coche hasta la playa y caminó hacia el agua. Fue avanzando lentamente, con valentía. El agua le 
fue subiendo poco a poco por el cuerpo al meterse entre las frías olas del océano, que primero 
le salpicaron las rodillas y al final le llegaron por la cintura. Durante todo el proceso, ella siguió 
sin tener miedo en absoluto. 
Incluso hoy día, unos veinte años después, hablo con Mary frecuentemente. Desde aquel breve 
tratamiento de «ligero golpeteo» de hace dos décadas, todavía se siente libre de todo vestigio 
de fobia al agua y han desaparecido también aquellas horrorosas pesadillas. 
Comienza la investigación 
El tratamiento de Mary había producido unos resultados absolutamente sensacionales e 
imprevistos. Con toda franqueza, apenas supe qué conclusiones sacar por un tiempo. Quizá se 
había tratado simplemente de una casualidad que no se podía reproducir. Pero tal vez había 
dado con algo de verdad... un auténtico avance en el tratamiento de las fobias. 
Trataba de entender lo que había sucedido. ¿Cómo podía ser que esta insólita técnica, tan 
opuesta a todo lo que yo había estudiado, funcionara tan extraordinariamente bien y de forma 
tan rápida? ¿Era posible que los golpecitos hubieran influido de verdad en los campos de 
energía del cuerpo, mejorando de algún modo el bienestar emocional de Mary cuando habían 
fracasado años de psicoterapia tradicional? ¿Sería posible que los golpecitos dados en un 
punto específico del meridiano hubieran estimulado el movimiento de la energía sanadora a 
través del cuerpo de Mary, como si se hubiera restablecido el flujo sanguíneo en arterias 
bloqueadas? 
Comencé a investigar en serio. Tenía esperanzas de que la técnica que había funcionado con 
Mary tuviera el mismo éxito con otros pacientes. Así que probé en unos cuantos, esperando 
que la suerte me acompañara, pero los resultados fueron decepcionantes en su mayoría. Para 
mi desesperación, el mismo método rara vez funcionó en otros. Lo utilicé en pacientes con 
fobias y muchos otros tipos de trastornos psicológicos. Pero en aquellos días iniciales, antes 
de que refinara la técnica, mi porcentaje de éxito era sólo del 3 por ciento aproximadamente. 
Sin embargo, había un rayo de esperanza. Cuando la técnica de los golpecitos funcionaba, era 
muy eficaz. Aunque este método sólo ayudaba a una reducida minoría de pacientes, creía que 
había hecho un avance importante. De modo que continué con mi investigación. 
En los meses que siguieron, descubrí que en algunos pacientes era necesario dar golpecitos en 
un serie de puntos y siguiendo una secuencia específica. De hecho, de esa forma se podía 
ayudar a mucha más gente, y no sólo a aquellos con fobias. Con el tiempo, algunas variaciones 
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de estas secuencias de golpecitos produjeron una clara mejoría en muchos tipos de trastornos 
emocionales y psicológicos. Empecé a reconocer que ciertos desórdenes emocionales requerían 
fórmulas de tratamiento específicas, o algoritmos. Según el problema que se estuviera 
tratando, una serie de golpecitos era más efectiva que otras. 
En poco tiempo, había cambiado para siempre la forma en que yo mismo (y en la actualidad un 
número creciente de psicólogos y profesionales de la salud) trataba no sólo las fobias sino 
también la mayoría de los otros tipos de problemas psicológicos. A lo largo de los años he ido 
haciendo nuevos descubrimientos que han refinado el programa y han hecho aumentar su éxito. 
En la actualidad, tras dos décadas de investigaciones y experiencia a mis espaldas, la Terapia 
del Campo del Pensamiento produce de forma habitual porcentajes de éxito sin parangón en el 
campo de la psicología. 
Los resultados que se obtienen con la TFT son predecibles y mensurables y la técnica funcionaen cuestión de minutos. 
Quizá lo más asombroso es que incluso hemos constatado la eficacia de esta terapia para 
provocar cambios fisiológicos que producen mejoras en la variabilidad de la frecuencia 
cardiaca, y con ello, solucionan muchos problemas de salud, desde dolores crónicos a arritmias 
cardiacas. El hecho de que se traten de forma satisfactoria este tipo de dolencias físicas y de 
que podamos medir esos efectos con un sofisticado equipo, me confirma que la Terapia del 
Campo del Pensamiento está incidiendo directamente en el propio sistema de curación del 
cuerpo, lo que constituye una forma única y muy eficaz de curación. 
¿Qué se puede esperar? 
Si sigues cuidadosamente el programa de este libro, te puedo prometer lo que se describe a 
continuación. Los porcentajes de éxito que hemos alcanzado con la Terapia del Campo del 
Pensamiento no tienen precedentes, y hay buenas razones para que tú tengas expectativas de 
obtener el mismo éxito. Aproximadamente entre un 75 y un 80 por ciento de los pacientes se 
han beneficiado del método TFT al utilizar las fórmulas o algoritmos que encontrará en este 
libro. Sí, así es, entre un 75 y un 80 por ciento de la gente puede esperar que sus emociones 
negativas se resuelvan por completo. Con versiones aún más sofisticadas de estas técnicas, a 
través de lo que yo llamo «diagnóstico causal», los porcentajes de éxito suben hasta un 98 por 
ciento, incluso en los casos más difíciles. 
Piensa en esto. Antes de la Terapia del Campo del Pensamiento, el porcentaje de éxito que 
obtenía (y el que obtenían mis colegas) al curar fobias era sólo de un 5 por ciento utilizando la 
psicoterapia tradicional. Ahora, utilizando las versiones más avanzadas de esta terapia, el 
porcentaje de éxito en las fobias y otros problemas psicológicos ha aumentado 
vertiginosamente hasta un 98 por ciento. Con resultados satisfactorios de esa magnitud, creo 
firmemente que la Terapia del Campo del Pensamiento trata la causa fundamental de los 
21 
 
trastornos emocionales, y lo hace de un modo en que la psicoterapia convencional no ha 
intentado nunca hacerlo. 
Cuando hablo acerca de la Terapia del Campo del Pensamiento en conferencias, la mayoría de 
mis colegas psicólogos se asustan ante esos altos porcentajes de éxito. Después de todo, 
están familiarizados con su propia psicoterapia convencional y lo que ésta puede lograr, y sus 
porcentajes de «curación» parecen insignificantes en comparación con los de la TFT. El éxito 
asociado con esta terapia no se produce con la psicoterapia dominante. Si te ha tratado algún 
terapeuta, sabes que es verdad lo que digo; el número de pacientes «curados» es 
lamentablemente pequeño, pero es todavía la norma aceptada. Para empeorar las cosas, con los 
profesionales tradicionales se requieren normalmente meses o incluso años de tratamiento 
para lograr algún resultado satisfactorio, y sin garantía alguna de que el problema se resuelva 
a largo plazo. 
A medida que vayas leyendo, verás que la Terapia del Campo del Pensamiento no encaja en 
ninguna de las ideas comúnmente aceptadas de lo que debería ser la psicoterapia, así como 
tampoco repite los limitados porcentajes de éxito de la psicoterapia tradicional. La Terapia 
del Campo del Pensamiento funcionará incluso en pacientes que han agotado todos los demás 
métodos, incluidos los fármacos, antes de probar esta nueva y eficaz terapia, es decir, en 
pacientes que podrían considerarse «casos difíciles». 
Es probable que estés leyendo este libro porque sufres un problema psicológico (o tal vez 
físico) concreto que esperas eliminar. Este libro está diseñado para ti, no sólo si tu trastorno 
emocional se considera inapropiado (una fobia, por ejemplo, o una dependencia del tabaco o del 
alcohol), sino también en el caso de que tu malestar psicológico sea apropiado (asociado a un 
acontecimiento traumático como una violación o la muerte violenta de un ser querido). La 
Terapia del Campo del Pensamiento puede erradicar todos los indicios del malestar emocional, 
calmando la angustia psicológica y quizá curando también tus dolencias físicas. 
El éxito creciente de la Terapia del Campo del Pensamiento 
Hace veinte años, yo era el único terapeuta que practicaba la Terapia del Campo del 
Pensamiento. Hoy día, aunque la mayoría de los psicoterapeutas pertenecientes a la corriente 
dominante se mantienen escépticos con respecto a esta terapia, a pesar de que saben poco 
sobre ella, este método revolucionario está siendo utilizado por cientos de psiquiatras, 
psicólogos, médicos, trabajadores sociales, consejeros educativos y maestros, no sólo en 
Estados Unidos, sino en países de todo el mundo, incluidos Inglaterra, Francia, Alemania, 
España, Suecia, Suiza, Holanda, Dinamarca, Japón, Singapur, México, Brasil, Bolivia, Australia 
y Canadá. Los profesionales de la Terapia del Campo del Pensamiento estuvieron dispuestos a 
probar el método en vista de su insatisfacción con los métodos tradicionales a la hora de 
ayudar a la gente que llegaba a sus despachos. Casi todos ellos están ahora reproduciendo los 
22 
 
impresionantes resultados que he visto en mi propia consulta. Los beneficiarios reales son, 
naturalmente, personas como tú, miles de personas. Sus vidas han mejorado de manera 
espectacular. A pesar del persistente escepticismo entre los psicoterapeutas tradicionales, yo 
también creo que su vida puede cambiar. 
No hace mucho tiempo traté a una mujer de treinta y tres años llamada Farrah, que trabajaba 
en una de las principales compañías telefónicas de Singapur. Su novio la había abandonado un 
mes antes y estaba destrozada emocionalmente. Había estado locamente enamorada de él y 
sentía que eran almas gemelas, que serían inseparables para siempre. En el periodo 
subsiguiente a la ruptura, Farrah no podía funcionar. Era una persona con un alto nivel 
educativo y tenía un trabajo muy bueno, pero de repente se sintió abrumada por una sensación 
de impotencia y de pérdida de control. Se sentía abatida y se negaba a reconocer que el amor 
de su vida se había ido para siempre. Había días que no se podía levantar de la cama, apenas 
comía y anestesiaba su dolor con tranquilizantes. Se quedaba horas mirando la fotografía de 
su antiguo amante. 
Farrah no podía entender cómo una relación que había sido tan prometedora había podido 
terminar en tanto dolor. «Creía que le hacía tan feliz», me dijo. Luego añadió: «Me ha herido y 
estoy muy resentida». 
Llorando y temblando de forma incontrolable, Farrah me pidió ayuda. Le hablé sobre la 
Terapia del Campo del Pensamiento, y probamos a través del teléfono la «receta» que yo había 
formulado para las «penas de amor». 
Según fui guiándole a través de esta técnica, ella se fue dando golpecitos en puntos 
específicos del cuerpo, uno a uno. En tres minutos, el tratamiento había terminado, del mismo 
modo que había terminado el sufrimiento emocional de Farrah. Dejó de temblar, se quedó más 
relajada. Dijo que en una escala de diez puntos, su nivel de angustia había bajado de diez a 
tres, y luego finalmente a uno. Su malestar emocional había desaparecido, se había esfumado 
por completo. Por supuesto, como Farrah dijo, «todavía preferiría que mi novio volviera». Pero 
se sentía tranquila con las circunstancias de su vida. Y lo que es asimismo importante, este 
cambio de estado psicológico tan espectacular se ha mantenido. La última vez que hablamos 
había superado su dolor, al parecer para siempre. 
¿Te suena demasiado bien para creer que es verdad? Afortunadamente, no tienes que aceptar 
mis afirmaciones sobre la eficacia de la Terapia del Campo del Pensamiento como dogma de fe. 
Este tratamiento de vanguardia se está estudiando ahora detenidamente y se está validando 
unay otra vez. Puedes probarlo tú mismo como si se tratara del experimento de un mago y 
sentir sus resultados. En este libro se te guiará paso a paso a través de un programa de 
autoayuda que te permitirá experimentar los efectos de la Terapia del Campo del Pensamiento 
en tu propia vida. Comprobarás que es un programa muy accesible, con fórmulas para la 
23 
 
recuperación increíblemente sencillas que han sido probadas en miles de personas. Estos 
algoritmos son fáciles de aprender y muy sencillos de utilizar. Siguiendo cuidadosamente los 
patrones de presión recomendados y otros procedimientos, podrás disfrutar de los resultados 
del tratamiento aunque no hayas recibido una capacitación formal en la Terapia del Campo del 
Pensamiento. 
Una nueva forma de pensar 
Este programa representa un cambio radical para la psicología, especialmente para la 
psicología clínica. Deja atrás la ciencia social e introduce la ciencia dura (con leyes y 
predicciones fiables) en el campo de la psicología clínica. La ciencia dura se presentará al 
principio del capítulo siguiente: investigación, pruebas empíricas, evidencia fisiológica y 
experiencia clínica susceptible de ser reproducida, que confirma la eficacia de la Terapia del 
Campo del Pensamiento. 
Ya no es necesario conformarse con la psicoterapia tradicional, que, en el mejor de los casos, 
te ayudará a vivir con tus miedos, ansiedad, depresión o con otros problemas. En poco tiempo 
la Terapia del Campo del Pensamiento empezará a producir efectos en tu vida. A la mayoría de 
la gente con trastornos emocionales e incluso físicos, puede proporcionarles un alivio rápido 
que tal vez haya sido difícil de alcanzar durante años. Si lo que estás buscando es una 
renovación, de forma rápida y sin riesgo de efectos secundarios, pasa la página y comienza. 
24 
 
2 
LO ESENCIAL DE LA TERAPIA DEL CAMPO DEL PENSAMIENTO: QUÉ ES, CÓMO 
FUNCIONA 
No hace mucho tiempo, traté a un hombre llamado Roy al que acababan de ofrecer un 
importante ascenso en la empresa de alta tecnología donde trabajaba. Roy era un ingeniero de 
cuarenta y dos años, atractivo y en apariencia seguro de sí mismo. Pero en vez de celebrar la 
nueva oportunidad laboral, y la importante subida salarial que conllevaba, se vino abajo. «No 
puedo dormir», me dijo. «No puedo concentrarme en el trabajo. La ansiedad me está 
consumiendo». 
Roy se sentía tan inquieto que uno hubiera podido pensar que le acababan de despedir de su 
trabajo, en vez de haberle ofrecido un ascenso y un aumento de ingresos considerable. «En mi 
nuevo puesto, tendré que supervisar un departamento entero de la empresa y tendré mucha 
más responsabilidad», dijo Roy. Luego hizo una pausa, dio un profundo suspiro y añadió: «Sé 
que suena bien y que debería estar entusiasmado. Pero toda esta situación me produce estrés. 
Para hacerme cargo del nuevo trabajo, tendré que mudarme con mi familia a Denver, donde se 
encuentra la oficina central de la compañía. Mi hija está en el instituto y tendrá que dejar a 
sus amigos. Por la noche no hago más que darle vueltas y me siento fatal con este asunto». 
Entonces Roy me contó otro problema. Sabía que en su nuevo puesto se requeriría que hablara 
en público en numerosas ocasiones, y eso era algo que le aterrorizaba por completo. Siempre 
se había sentido incómodo en el estrado. Tartamudeaba, se le trababa la lengua y hasta se 
sentía mareado. Podía notar los latidos del corazón y el sudor se le acumulaba en el labio 
superior. Las manos le temblaban y algunas veces perdía el hilo de las ideas delante de un 
grupo y le llevaba unos instantes recobrar la calma y recuperarlo. 
Cuanto más consideraba lo que significaba el ascenso, más ganas le daban de rechazarlo. «Qué 
gran ironía», decía. «Durante años tuve la mira puesta en conseguir ese nuevo trabajo y, ahora 
que me lo han dado, tengo ganas de salir corriendo.» 
Roy y yo decidimos ver si la Terapia del Campo del Pensamiento podía ayudarle a superar lo que 
él describía como una «una grave crisis vital» y «un verdadero punto de inflexión» en su vida. 
¿Podríamos acallar juntos esa angustia de modo que él pudiera tomar la mejor decisión para sí 
mismo y para su familia? 
Le pedí a Roy que evaluara la intensidad de su aflicción en una escala de uno a diez, donde diez 
representaba el peor trastorno posible. Dijo que era «al menos un nueve». Entonces le guié a 
través de una corta «receta» de la Terapia del Campo del Pensamiento para la ansiedad. Se dio 
unos golpecitos en una serie de puntos específicos del cuerpo, lo que le llevó unos tres 
minutos. 
25 
 
Cuando terminó, me miró con una sensación de alivio en los ojos. «Me siento realmente mejor», 
dijo. «Mucho mejor. Ahora mismo estoy muy tranquilo. No siento la angustia que sentía hace 
unos minutos». Fue realmente asombroso. En la misma escala de diez puntos, dijo que su nivel 
de ansiedad había descendido vertiginosamente de nueve a uno. 
Una semana más tarde, Roy me llamó para darme buenas noticias: había aceptado formalmente 
el ascenso y estaba verdaderamente entusiasmado con los retos que le esperaban. Sabía que 
aceptar el nuevo trabajo era la mejor decisión tanto para él como para su familia, a pesar de 
los ajustes que todos ellos tendrían que hacer. Atribuía a la Terapia del Campo del 
Pensamiento el alivio de la carga de ansiedad que pesaba sobre sus hombros, lo que le había 
permitido tomar una decisión racional acerca de su propio futuro. 
Un método fácil y rápido hacia el bienestar 
La Terapia del Campo del Pensamiento ofrece fórmulas o «recetas» sencillas y eficaces para la 
recuperación psicológica (y en algunos casos, incluso la recuperación física). Como descubrió 
Roy, esta técnica sólo tarda unos minutos en funcionar, no las semanas, los meses ni los años 
que requiere la psicoterapia tradicional. 
La mayoría de los terapeutas que utilizan hoy día mis procedimientos eran escépticos antes de 
probarlos, lo cual es comprensible. Los que prueban esta terapia se sorprenden al descubrir 
que es tan satisfactoria como yo afirmaba. No hay nada en la psicoterapia tradicional ni en la 
teoría psicológica actual que hubiera podido predecir ni explicar este éxito sin precedentes. 
La Terapia del Campo del Pensamiento es verdaderamente revolucionaria. Los términos con los 
que te familiarizarás en estas páginas, desde la perturbación a la información activa pasando 
por el propio concepto del campo del pensamiento, son nuevos en psicología, como lo es este 
método de curación. 
Antes de esta terapia, cuando trataba a un paciente que acababa de perder a un amante, por 
ejemplo, hacía que él o ella revivieran los momentos más angustiosos de esa relación rota, en 
dolorosas sesiones que se sucedían una a otra. Con frecuencia, el paciente sufría de veras a lo 
largo de todas estas horas de terapia. Suponía un nuevo trauma, lo que podría haber sido 
aceptable si el paciente hubiera mejorado en el proceso. Pero nunca tenía la sensación de 
ayudarle mucho para que superara su dolor y reanudara una vida normal y productiva. 
Antes de esta terapia, guiaba a los pacientes que sufrían fobias a través de técnicas de 
relajación para cuestionar posteriormente las falsas creencias que provocaban los miedos. O 
era posible que les hipnotizara, haciéndoles sugerencias positivas para combatir sus fobias y 
exponerles después directamente a la fuente de su miedo, ya fueran las multitudes, los 
insectos o el hecho de hablar en público, aumentando su nivel de exposición poco a poco 
durante un periodo de semanas o de meses. Los clientes me decían que aunque al final fueran 
capaces de estar en el balcón de un edificio de muchas plantas o de hablar delante de un 
26 
 
grupo, todavía se sentían fatal.Sí, entendían que sus miedos eran irracionales, que no deberían 
estar asustados, pero no podían evitarlo. Llegué a la conclusión de que esta terapia no 
erradicaba sus miedos, sino que simplemente les persuadía para que se involucraran en 
actividades hacia las que no tenían inclinación alguna, y por lo tanto, su sufrimiento persistía. 
Como ya sabes, la Terapia del Campo del Pensamiento no necesita una prolongada serie de 
incómodas sesiones de tratamiento que se alargan durante muchos meses. Tampoco conlleva el 
uso de agujas ni de instrumentos complicados. Pero sí exige un cambio drástico al pensar en los 
trastornos psicológicos, en su origen y en su curación. Al igual que otros profesionales de la 
salud mental, me enseñaron a creer que las experiencias del pasado, los diversos factores 
cognitivos, la química corporal, el sistema nervioso y el propio cerebro eran las causas 
fundamentales de las emociones negativas. Pero en este capítulo aprenderás que eso no es así 
en absoluto. 
La evolución de la Terapia del Campo del Pensamiento 
Cuando era niño sufría fobias. Tengo un vivido recuerdo del terror que sentía al pasar por 
túneles o al mirar al exterior desde un edificio de muchas plantas. Incluso en esa edad 
temprana, sabía que esos miedos eran irracionales, aunque el hecho de comprenderlo no hacía 
que pudiera controlar mis fobias. 
Años después, cuando era un estudiante de postgrado en Psicología, algunas veces volvía un 
poco locos a mis compañeros de estudios: cuando ellos estaban buscando diversiones los 
sábados por la noche, yo quería discutir y hacer debates sobre lo que habíamos estudiado esa 
semana. De algún modo sabía que tenía que haber algo más allá de lo que estaba aprendiendo 
para la resolución de los trastornos psicológicos. A lo largo de mi carrera profesional, seguí 
con mucha curiosidad, buscando respuestas siempre. Me viene a la mente la respuesta de 
Albert Einstein cuando le preguntaron cómo había hecho sus extraordinarios descubrimientos 
sobre la naturaleza. «No pensando prácticamente en nada más durante toda mi vida», 
respondió. Yo era igual con los temas psicológicos. Me apasionaba aprender todo lo que 
pudiera, explorando nuevas ideas y teorías sobre los orígenes de las enfermedades 
psicológicas, así como el tratamiento de las mismas. No había nada que me interesara más. 
Aún así, nunca me sentí atado a ninguna escuela de pensamiento específica de psicología ni de 
campos afines, y sigo sin estarlo. A lo largo de los años, en particular después de aquella 
experiencia positiva con mi paciente Mary (descrita en el capítulo 1), centré mi investigación 
en varias direcciones que pensé que podrían ayudarme a explicar lo que había sucedido no sólo 
con Mary, sino también con los miles de pacientes que literalmente le siguieron. A medida que 
la Terapia del Campo del Pensamiento fue tomando forma, fui aprovechando elementos de 
muchas disciplinas. En efecto, la Terapia del Campo del Pensamiento se asienta en la 
confluencia de la física cuántica, la biología, la terapia de los meridianos (acupuntura), la 
27 
 
comprensión oriental del sistema de energía natural del cuerpo y la mente y, naturalmente, en 
la psicología clínica. Yo no tenía estudios formales de acupuntura, pero fui investigando por mi 
cuenta. A menudo digo que si hubiera tenido capacitación formal en todos esos campos, 
probablemente no hubiera hecho los descubrimientos que hice, ya que me embarqué solo en 
esta aventura, siguiendo el camino donde quiera que me llevase. Podríamos llamarlo el poder de 
la ignorancia. 
Kinesiología aplicada 
A lo largo del proceso, un colega psiquiatra, el doctor Harvey Ross, me inició en un 
procedimiento para estudiar los músculos desarrollado por un quiropráctico, el doctor George 
Goodheart, que había denominado a su campo de estudio «kinesiología aplicada». 
Durante esta prueba, Harvey hizo que extendiera el brazo izquierdo horizontalmente hacia el 
lateral y mientras él intentaba empujarlo hacia abajo, yo era capaz de resistir su fuerza, 
sintiéndome bastante fuerte a pesar de la presión que él aplicaba. Pero luego me pidió que 
pensara en algo que me perturbara. Elegí concentrarme en la imagen de mi casa siendo 
destruida por el fuego. Mientras me concentraba, Harvey me empujó otra vez el brazo que 
tenía estirado con la misma fuerza que antes. Esta vez, debido a que el pensamiento negativo 
ocupaba un lugar destacado en mi mente, no pude mantener levantado el brazo. Me sentía sin 
fuerza. En aquel momento me di cuenta de que ésa era la mejor demostración de la interacción 
entre cuerpo y mente que había visto y experimentado jamás. 
Poco después, empecé a sopesar la siguiente cuestión: Si hubiera una forma de mantener la 
fuerza mientras me concentraba en un problema, ¿sería un indicio de que el problema iría 
perdiendo su intensidad? 
Acupuntura 
La acupuntura aprovecha el sistema de energía del cuerpo. Este antiguo sistema de curación 
(tiene por lo menos cinco mil años) se basa en la premisa de que al estimular el flujo de 
energía, se puede activar la red de curación que tiene el propio cuerpo. Aunque la Terapia del 
Campo del Pensamiento es mucho más eficaz que la acupuntura, ya que produce resultados 
altamente predecibles de forma inmediata, accede al mismo sistema de energía al hacer 
presión sobre los mismos puntos corporales en los que se insertan las agujas de la acupuntura. 
Al dar golpecitos en ciertos puntos en una secuencia específica, se pueden eliminar los 
problemas psicológicos. Como voy a explicar enseguida, una de las diferencias más importantes 
entre la Terapia del Campo del Pensamiento y la disciplina de la acupuntura es que mi método 
incorpora también una técnica denominada «sintonización del pensamiento» como parte del 
proceso terapéutico. Esta técnica, junto con el resto de sus características exclusivas, hace 
que la Terapia del Campo del Pensamiento sea capaz de producir una curación mucho más 
eficaz que la acupuntura. 
28 
 
Programación Neurolingüística 
La investigación llevada a cabo en el campo de la Programación Neurolingüística (PNL) ha 
demostrado los efectos de ciertos movimientos oculares en el acceso a los recuerdos y la 
probabilidad de que dichos movimientos fomenten la reducción del estrés y potencien la 
relajación. Toda la experiencia humana, según los teóricos de la PNL, está codificada en una 
serie de sistemas que corresponden a la red sensorial (visual, auditiva y cenestésica) mediante 
la cual nos relacionamos con el mundo. Influido por las nociones de la PNL relativas a los 
movimientos oculares, al desarrollar los algoritmos o «recetas» de la Terapia del Campo del 
Pensamiento, he incluido algunos de estos movimientos, que contribuyen a su eficacia general. 
Otras vías de investigación 
Los estudios que he realizado en otras disciplinas han contribuido también a la evolución de la 
Terapia del Campo del Pensamiento. Por ejemplo, cuando comencé a ser testigo de la 
asombrosa mejoría que se producía en los pacientes que utilizaban dicha terapia, sus «enormes 
saltos» me llevaron a estudiar la teoría cuántica en busca de posibles explicaciones para sus 
espectaculares transformaciones. Los escritos de teóricos cuánticos como David Bohm me 
ayudaron a entender por qué la Teoría del Campo del Pensamiento era capaz de producir 
cambios tan significativos en un paciente tras otro. También me intrigaba la investigación 
acerca de la división cerebral, que sugería que los sonidos que se tararean con la boca cerrada 
podían proporcionar el acceso a la parte derecha del cerebro. 
En su conjunto, la investigación llevada a cabo en todas estas disciplinas contribuyó y sirvió de 
apoyo a lo que había descubierto por mí mismo,llevándome en última instancia a afinar la 
Terapia del Campo del Pensamiento. 
Por otro lado, la Terapia del Campo del Pensamiento difiere de cualquier otro tratamiento 
psicológico en cuanto a la base sobre la que se ha construido, por no mencionar sus logros. 
Winston Churchill dijo una vez: «La gente tropieza a menudo con la verdad, pero la mayoría 
simplemente se levanta y continúa como si no hubiera pasado nada». Afortunadamente, cuando 
la verdad acerca de las causas de los trastornos psicológicos y el tratamiento de los mismos se 
cruzó en mi camino, me lo tomé en serio, dando como resultado la Terapia del Campo del 
Pensamiento. 
Pasemos a tratar los detalles de esta terapia y de la ciencia en la que se apoya. 
El campo del pensamiento 
Einstein demostró que todo es energía (E = me2); la Terapia del Campo del Pensamiento se 
basa en la premisa de que incluso el pensamiento es energía. Quizá no sea sorprendente que la 
energía que se produce dentro del cerebro pueda detectarse y medirse con herramientas 
29 
 
sofisticadas como la electroencefalografía (EEG). Bien, imagínate por un momento que esta 
energía del pensamiento está delimitada en un campo, no más directamente observable, pero 
igual de real, que un campo magnético o gravitacional. Aunque estos campos no pueden verse, 
sus efectos se pueden experimentar; lo mismo se puede decir de los campos del pensamiento. 
El diccionario define «campo» de este modo: «una serie de fuerzas que sirven de agentes 
causantes del comportamiento humano». El campo del pensamiento es el concepto fundamental 
de la Terapia del Campo del Pensamiento. Esta «estructura» o «andamiaje» intangible puede 
contener grandes cantidades de información, pero al tratar los trastornos psicológicos, nos 
concentraremos en la información que genera las emociones negativas que estás 
experimentando. Cuando te aterran las serpientes, te sientes abatido por una ruptura marital 
o estás deprimido por la pérdida de un trabajo, la causa de esta alteración está delimitada en 
el campo del pensamiento. Debido a que lo que piensas durante el propio tratamiento es crucial 
para el éxito de este programa, he acuñado el término campo del pensamiento, para describir 
el lugar donde se encuentra esta información crítica. 
Recuerda que no hay forma directa de observar un campo del pensamiento, como no la hay 
para observar el dolor, el trauma o el miedo que puedas estar experimentando. Pero eso no lo 
hace menos real. En el pasado, los físicos no podían ver los electrones, pero admitían las 
pruebas indirectas de su existencia. 
Algunos científicos han abordado los trastornos psicológicos de forma muy diferente a la que 
yo lo he hecho. Han argumentado que la información fundamental que provoca las emociones 
negativas está integrada en el cerebro, y que la amígdala del cerebro es el centro de dichas 
emociones y no se puede modificar. Según esta teoría, las experiencias dolorosas de la vida 
están arraigadas en el cerebro; en el mejor de los casos, podemos desviar la atención de ellas, 
o utilizar medicamentos para enmascarar el dolor que originan. Pero no habrá forma de 
librarse de ellas a menos que haya un procedimiento quirúrgico o algún tipo de droga en el 
futuro. 
Mi propia investigación, respaldada por el tratamiento efectuado con esta terapia, debilita 
seriamente esta teoría de la «integración». Si la integración fuera cierta, los trastornos 
emocionales no podrían ser erradicados de forma tan rápida mediante la Terapia del Campo del 
Pensamiento. Como ha escrito el biólogo británico Rupert Sheldrake: «La memoria no está en 
la mente más de lo que la imagen procedente de un estudio de televisión está en el televisor». 
Creo que la evidencia demuestra ahora que cuando hablamos de las emociones negativas no se 
trata de «hardware», sino que estamos tratando con «software». Y este software puede ser 
modificado muy rápidamente, ya que cuenta con poca masa inerte. 
 
 
30 
 
La raíz del problema 
Teniendo presente el concepto del campo del pensamiento, la causa raíz de un malestar 
emocional es lo que denomino una «perturbación» en un campo del pensamiento. Como es 
posible que sepas, en física y en astronomía el término perturbación indica una alteración o 
diferencia de la norma, lo que implica una cualidad aleatoria. Pero en la Terapia del Campo del 
Pensamiento, la perturbación no es nada aleatoria; es una entidad única que contiene 
información activa (un concepto de la física cuántica) muy específica, un aspecto sutil pero 
claramente susceptible de ser aislado del campo del pensamiento, que es responsable del 
desencadenamiento de las emociones negativas. El malestar psicológico no se debe a un trauma 
o a la pérdida de un amor, por ejemplo. Estas experiencias dan lugar a la perturbación, pero es 
la propia perturbación la que es responsable de generar, dirigir y controlar todos los cambios 
fundamentales que se producen en el cuerpo, influyendo en las sustancias químicas, las 
hormonas, las vías neurales y la actividad cognitiva y cerebral, lo que da como resultado la 
experiencia de emociones negativas como el miedo, la ira o la depresión. Cuando nos sentimos 
apenados, cuando comemos en exceso de forma compulsiva o cuando estamos ansiosos, hay una 
perturbación en un campo del pensamiento. La perturbación contiene la información que 
gobierna éstas y todas las demás emociones negativas o perturbadoras. 
Durante años, aunque conocía la existencia de esta entidad que creaba alteraciones 
emocionales en el campo del pensamiento, no sabía cómo llamarla. Buscaba un nombre que 
encajara en el conocimiento existente, pero que no hiciera falta cambiar cuando se dispusiera 
de nueva información. Entonces se me ocurrió la palabra perturbación y abrí el diccionario 
para ver lo que decía. Allí se definía la perturbación como «una causa de desasosiego mental». 
Cuando lo leí, supe que había encontrado la palabra que necesitaba para describir esta entidad 
del campo del pensamiento. Simplemente corregí un poco la definición, para dejarla en «la 
causa del desasosiego mental». 
El concepto de perturbación es análogo al concepto de célula en biología y al concepto de 
átomo en química. Es la unidad fundamental de causalidad de todas las emociones 
perturbadoras. Ten en cuenta que si fuera el propio acontecimiento el que causara la agitación 
emocional, es decir, la pérdida de un ser querido, por ejemplo, no se podría hacer nada para 
calmar la tormenta; después de todo no hay forma de cambiar un acontecimiento pasado. Por 
fortuna, las perturbaciones pueden ser derrumbadas y eliminadas, gracias a la Terapia del 
Campo del Pensamiento. 
Aprovechamiento de la energía del cuerpo 
Ya he mencionado el papel del sistema de energía del cuerpo en la Terapia del Campo del 
Pensamiento. Este programa se inspira en la tradición oriental y su entendimiento de la 
31 
 
presencia y de la importancia de la energía en el cuerpo. Veamos un poco más de cerca la 
ciencia que la respalda. 
Los chinos utilizan el término Qi (que se pronuncia «chii») para describir la energía vital. 
Cuando el flujo de esta energía se bloquea o se desequilibra, según los chinos puede 
desencadenar enfermedades físicas. Del mismo modo que los acupuntores han desarrollado 
modos de eliminar el dolor y de fomentar la curación física mediante la manipulación de los 
flujos de energía a lo largo de la red de los llamados meridianos o vías que hay en el cuerpo, yo 
he demostrado que se puede obtener acceso a estas vías de energía para curar los trastornos 
emocionales. 
El sistema de energía del cuerpo no ha sido pasado por alto por parte de los investigadores 
occidentales, que han aplicado la ciencia dura a este conocimientoantiguo. Ya en 1940, Harold 
Saxon Burr, de la Universidad de Yale, lanzó la hipótesis de que el sistema de energía interno 
era fundamental para los humanos y para todas las criaturas vivas. El doctor Robert O. 
Becker, cirujano ortopédico, utilizó campos de energía electromagnéticos para estimular la 
curación natural de los huesos fracturados y descubrió que dichos campos electromagnéticos 
podían utilizarse para regenerar las extremidades amputadas en las ranas. 
Algunas de las investigaciones más interesantes fueron dirigidas por el doctor Bjorn 
Nordenstrom, un prominente científico y radiólogo sueco que había sido presidente del Comité 
de Nominación al Premio Nobel. En unos estudios que abarcaron dos décadas, documenta la 
existencia de estos circuitos eléctricos en el cuerpo. El interés de Nordenstrom en esta área 
se suscitó al observar un halo en torno a los tumores pulmonares malignos, lo que le llevó a 
buscar una explicación para este fenómeno. Identificó un sistema de energía circulatorio en el 
cuerpo, que a su juicio era tan significativo para el bienestar físico como el sistema 
circulatorio sanguíneo. Demostró que los circuitos eléctricos pasan por los espacios 
intersticiales (los espacios entre las células) y los vasos sanguíneos y, según su creencia, las 
alteraciones del sistema de energía humano podían desempeñar un papel importante en el 
desarrollo de enfermedades tan graves como el cáncer. Comenzó a hacer investigaciones muy 
avanzadas en las cuales se trató con aplicaciones de corrientes eléctricas a pacientes con 
metástasis de cáncer que se consideraban terminales, y los resultados fueron prometedores. 
Otro investigador, el bioquímico francés Jacques Hauton, escribió que los hallazgos de 
Nordenstrom le llevaron a concluir que el sistema eléctrico «no sólo es tan complejo como la 
circulación de la sangre, sino que también interviene en toda la actividad fisiológica». En 1995, 
Pierre de Vernejoul aportó pruebas concretas sobre la existencia real de la red de meridianos. 
Su equipo de investigadores y él inyectaron tecnecio radiactivo de 99m, una sustancia inocua, 
en los brazos y piernas de voluntarios humanos, en las zonas donde se utilizan normalmente los 
puntos de la acupuntura a lo largo del sistema de meridianos. Luego utilizaron una cámara de 
rayos gamma para formar imágenes y hacer un seguimiento del flujo de este material 
inyectado. Descubrieron que el isótopo radiactivo viajaba específicamente a lo largo de las 
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vías de los meridianos que los chinos habían identificado hacía miles de años. Por el contrario, 
cuando la sustancia se inyectó de forma aleatoria en cualquier otra parte del cuerpo, no se 
desplazó por ninguna vía interna específica. En resumidas cuentas: el sistema de meridianos 
constituye una red real claramente definida, la misma que los chinos han estado utilizando 
durante milenios. 
Por consiguiente, el sistema de energía que se utiliza en la Terapia del Campo del Pensamiento 
es real, no se trata de una noción mística. Cada una de las perturbaciones del campo del 
pensamiento está asociada a un meridiano de energía concreto. Mi propia investigación ha 
demostrado que el sistema de meridianos es una fuerza determinante en el control y la 
curación de las emociones perturbadoras. Lo mejor de todo es que se puede obtener acceso a 
este sistema mediante la Terapia del Campo del Pensamiento, sea cual sea el problema 
psicológico: traumas, adicciones, ataques de pánico, fobias, ansiedad, ira, celos o depresión. 
Más recientemente, hemos descubierto que esta terapia también parece ser capaz de 
provocar la curación física. Al dar golpecitos en puntos específicos a lo largo del sistema de 
meridianos de energía del cuerpo, se puede producir el reequilibrio y la curación al nivel más 
básico, debilitando y eliminando la emoción negativa subyacente o la dolencia física. Debido a 
que la estimulación procedente de estos golpecitos influye en la energía electromagnética 
interna, ejerce un efecto directo en el campo del pensamiento y en la perturbación asociada 
con el problema que se está tratando. 
A medida que vayas aprendiendo los algoritmos de auto- aplicación claves de la Terapia del 
Campo del Pensamiento, te darás unos golpecitos en algunos puntos de esos meridianos de 
energía, que han sido elegidos específicamente en función del malestar emocional (o físico) 
concreto que estés experimentando; dichos golpecitos requieren seguir una secuencia 
específica, como el orden de una cerradura de combinación. Si la secuencia es errónea o los 
puntos no son los apropiados, la cerradura no se abrirá; pero si son correctos, se producirá la 
curación, de forma rápida y por lo general permanente. La «receta» para cada problema ha 
sido validada inicialmente en cientos, y en algunos casos miles, de personas, y ahora tiene una 
amplia aceptación como algoritmo. Cada una de ellas puede conseguir resultados predecibles 
paciente tras paciente. 
La curación mediante algoritmos 
Si has probado la psicoterapia tradicional en el tratamiento de los problemas emocionales, el 
concepto de un algoritmo de curación puede ser difícil de captar. Muchos de mis pacientes 
respondían inicialmente de ese modo, hasta que lo probaron. Por otra parte, el elemento clave 
de cada algoritmo es dar golpecitos en puntos específicos del cuerpo, seleccionados entre los 
doce puntos principales que se encuentran a lo largo de los meridianos de energía. No te 
olvides de que estas breves recetas son diferentes para cada problema emocional, es decir, 
hay una secuencia de golpecitos bien diferenciada para resolver las fobias, otra para las 
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«penas de amor», y así sucesivamente. En ese sentido, cada algoritmo es como un traje hecho 
a medida, más que uno de confección; está diseñado específicamente para un tipo concreto de 
malestar psicológico. La especificidad de la Terapia del Campo del Pensamiento abre la puerta 
a la recuperación una y otra vez. La energía de curación forma parte del cuerpo, sólo está a la 
espera de que se acceda a ella mediante el algoritmo adecuado que puede liberarla y estimular 
una recuperación total. 
Hay que tener en cuenta que estas recetas que apuntan a unos objetivos no se han creado por 
medio de la intuición ni por el procedimiento de ensayo y error. Han surgido a partir de una 
meticulosa evaluación de las pruebas científicas, las mías y las de otros. En los últimos años, se 
han refinado mediante un complejo proceso llamado «diagnóstico causal», del que hablaré más 
adelante, que se ha convertido en parte integral de la Terapia del Campo del Pensamiento. Es 
un método mediante el cual podemos determinar con precisión el «código» responsable de 
provocar y de curar un determinado problema psicológico. Recuerde que cada algoritmo, de 
hecho cada parte de cada uno de los algoritmos, ha sido probado antes de incorporarlo a la 
técnica de curación. A veces me he sentido como Thomas Edison cuando probó tantos 
filamentos diferentes antes de encontrar el que funcionaba. En la Terapia del Campo del 
Pensamiento, el árbitro final ha sido la realidad, el hecho de que se produjera una mejoría en 
los pacientes o no. Y en última instancia, en casi todos ellos se produjo una mejoría. 
Sintonización con el campo del pensamiento 
Como te darás cuenta, para que funcione la Terapia del Campo del Pensamiento se necesita 
algo más que el algoritmo correcto. Una parte igualmente importante de la terapia requiere 
«sintonizar con el campo del pensamiento», es decir, pensar en el problema emocional que 
estás tratando. Recuerda que la perturbación es su objetivo, y como se halla en el campo del 
pensamiento, tendrás que acceder a ella pensando en el malestar psicológico que estápresente 
en tu vida. 
Para sintonizar con un campo del pensamiento no es necesario concentrarse. El proceso sólo 
requiere pensar intencionadamente en el problema que le está causando tanta consternación. 
Mientras procedes con el algoritmo, tendrás que centrar la atención en la persona, 
acontecimiento, situación o cualquier otra cosa que esté asociada a tu malestar emocional, 
pero no tendrás que hacer ningún esfuerzo fuera de lo normal. 
Al sintonizar con el campo del pensamiento es posible que te alteres; de hecho, probablemente 
te alterarás. Si estás sufriendo por la muerte de un amigo íntimo, por ejemplo, o si te 
aterrorizan los perros, al dirigir toda tu atención a este problema o situación es lógico que te 
sientas triste, asustado, disgustado o alterado. Cuando sucede, se desencadena un torrente de 
actividad fisiológica, como la liberación de las sustancias químicas asociadas a las emociones. 
Estos sentimientos y sensaciones desagradables pueden ser tan fuertes que te preguntarás 
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(aunque por poco tiempo) si todo esto compensa. Pero debes considerarlo como un «sacrificio» 
a corto plazo que merece la pena hacer. Después de todo, este tipo de respuesta psicológica y 
fisiológica indica que en ese campo de pensamiento hay una o más perturbaciones potentes que 
tienen que ser eliminadas. Aunque es posible que te sientas afligido e inquieto durante unos 
minutos al sintonizar con el campo del pensamiento y empezar a aplicar el algoritmo, la 
recompensa es que el problema emocional debería desaparecer literalmente en cuestión de 
minutos. La terapia no sería efectiva si no pensaras en el problema que está causándote tanto 
sufrimiento. No se puede tratar un campo de pensamiento a no ser que se haya sintonizado con 
él. 
No hay duda de que este sistema es muy diferente a cualquier otro tratamiento con el que 
estés familiarizado. Cuando nos sometemos a la acupuntura, por ejemplo, no es necesaria la 
«sintonización con el pensamiento», como tampoco lo requieren los médicos o quiroprácticos de 
las tendencias dominantes. A estos profesionales no les importa lo que estemos pensando 
cuando nos sometemos a sus cuidados. El dentista no nos pide que nos concentremos en los 
molares mientras nos hace un empaste; los dientes van a responder al tratamiento de la misma 
forma, independientemente de lo que tengamos en la mente. En estos casos, lo que estemos 
pensando es irrelevante. A veces, he desafiado a los escépticos a poner a prueba esta noción 
haciendo que los pacientes utilicen los algoritmos cuando no están sintonizando con el campo 
del pensamiento, para repetir luego el proceso mientras sintonizan con dicho campo. ¡Qué 
diferencia! 
Cuando sintonizamos con el campo del pensamiento, a la vez que estimulamos los meridianos 
apropiados, podemos eliminar literalmente la emoción negativa al destruir la perturbación que 
constituye el origen de la agitación psicológica, y podemos hacerlo en unos minutos. El miedo a 
las alturas que puede habernos atormentado durante décadas... el sufrimiento por la muerte 
de alguno de nuestros padres años atrás... todos esos trastornos emocionales desaparecerán, 
normalmente para siempre. 
Después de un tratamiento satisfactorio con la Terapia del Campo del Pensamiento, notarás 
que ya no estás angustiado. Algunas personas creen erróneamente que eso se debe a que ya no 
están pensando en el problema. Esta reacción es típica, pero hay que darse cuenta de que es 
imposible decir las palabras «no puedo pensar en el problema» sin pensar efectivamente en él. 
Tras el tratamiento con la Terapia del Campo del Pensamiento ya no te angustiarás cuando 
pienses en el problema, porque el problema habrá desaparecido. 
La naturaleza aislable de las perturbaciones 
Uno de los aspectos más interesantes de este proceso es que la perturbación es aislable. 
Utilizo este término porque el algoritmo hará que se desmorone la perturbación del campo del 
pensamiento del problema, pero al hacerlo, no quedará afectado el campo del pensamiento de 
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ningún otro modo. Por ejemplo, si hubieras estado en un accidente automovilístico en el que un 
ser querido hubiera resultado herido de gravedad, seguirías recordando el accidente con todo 
detalle. Todas las experiencias vitales profundas te acompañarán para siempre, pero gracias a 
la Terapia del Campo del Pensamiento, su carga emocional se apaciguará. Ya no desencadenará 
angustias insoportables y extenuantes. Al pensar en el acontecimiento, los detalles podrían 
incluso hacerse más claros una vez que las emociones negativas se hayan eliminado. No 
obstante, no habrá malestar, no habrá sufrimiento. 
Además, no es el accidente automovilístico en sí mismo, sino la perturbación lo que causa el 
malestar emocional. Afortunadamente, la perturbación se aísla automáticamente del resto del 
campo del pensamiento y puede ser eliminada. El resto de lo que hay en el campo del 
pensamiento permanecerá tal como estaba. Después del tratamiento, cuando pienses en el 
acontecimiento que desencadenaba semejante malestar psicológico sólo unos minutos antes, no 
provocará tal respuesta emocional. Como la perturbación ha desaparecido, también ha 
desaparecido la agitación psicológica asociada a ella. 
Los psicoterapeutas más tradicionales te dirán, por supuesto, que cuando pierdes a un ser 
querido, por ejemplo, deberías pasar por un largo proceso de duelo. Pueden decirte incluso que 
sentir ese dolor es necesario y hasta deseable. Pero siempre he pensado que eso provenía de 
una racionalización. Sencillamente no saben cómo librarse del sufrimiento, así que les dicen a 
los pacientes: «El dolor que siente es normal y saludable». 
Como dijo una vez un médico de cabecera que estaba llorando la pérdida de un ser querido: «El 
consejo más compasivo que me dan los amigos y colegas profesionales que no están 
familiarizados con la Terapia del Campo del Pensamiento es que me sumerja en mi dolor, que lo 
sienta, y que eso me llevará un año. Pues bien, he descubierto que no se tarda un año, que, de 
hecho, puede ser sólo cuestión de minutos». 
Si la gente quiere sufrir, bueno, están en su derecho. Pero yo puedo ayudarles a erradicar 
para siempre esas emociones negativas. 
Una de mis primeras pacientes fue una mujer llamada Julia. Tenía cerca de cuarenta años y le 
habían diagnosticado un cáncer terminal. Naturalmente, ese pronóstico nefasto fue un golpe 
devastador para ella y su familia. Viajó hasta California desde su hogar en Chicago, para 
obtener una segunda opinión, que resultó ser tan descorazonadora como la original: le daban 
menos de un año de vida. 
El médico de Julia fue el que la envió a mi consulta con la esperanza de que pudiera ayudarla a 
lidiar con las demoledoras emociones que estaba sintiendo. Lloraba de modo incontrolable 
durante la mayor parte de las horas que estaba despierta. Experimentaba ataques de pánico a 
lo largo del día. La reacción de Julia ante su incierto futuro era totalmente comprensible e 
incluso apropiada. Jamás consideré que tuviera un problema psicológico, porque, después de 
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todo, ¿quién no reaccionaría con miedo y angustia ante una situación como la de ella? De modo 
que su tratamiento fue completamente diferente del tratamiento de alguien que tuviera, 
digamos, miedo a las arañas, que es una respuesta impropia a un insecto inofensivo. Aun así, los 
estragos emocionales que mantenían a Julia al borde de la histeria, hacían imposible que 
siguiera funcionando y que disfrutara del tiempo que le quedaba con su marido y sus hijos, de 
corta edad. 
Traté a Julia con la Terapia del Campo del Pensamiento. No hubo necesidad real de pedirle que 
sintonizara con el campo del pensamiento, pues no podía pensar en ninguna

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