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C Suplementos nutricionales como soporte de la dieta convencional

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4.4. Suplementos nutricionales como
soporte de la dieta convencional
Pilar García Peris Cristina Cuerda Compés Miguel Camblor Álvarez
 1. Introducción
 2. Generalidades
2.1. Concepto 
2.2. Criterios para una prescripción apropiada. Indicaciones y contraindicaciones
2.3. Clasificación de los suplementos nutricionales. Criterios de selección
2.4. Distribución horaria
 3. Suplementos nutricionales en diferentes patologías
3.1. Oncología
3.2. Fibrosis quística
3.3. Enfermedad pulmonar
3.4. Infección por VIH
3.5. Geriatría
 4. Conclusiones
 5. Resumen
 6. Bibliografía
 7. Enlaces web
Capítulo 4.4.
Suplementos nutricionales como soporte 
de la dieta convencional
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1. Introducción
n Conocer el concepto actual de los suplementos nutricionales.
n Determinar los criterios básicos para una prescripción adecuada.
n Aprender los criterios de selección de los mismos.
n Analizar los diferentes preparados que existen en el mercado.
n Establecer la evidencia científica de la utilidad de los suplementos nutricionales en diferentes patologías.
n Examinar la forma de administración, horario, tiempo que se deben mantener, etc.
Objetivos
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1. Introducción
No cabe duda de que una correcta alimentación consigue el mantenimien-to del estado nutricional o la recuperación del mismo, en caso de que se encuentre afectado. La desnutrición es una realidad frecuente tanto 
en el ámbito hospitalario como en la comunidad. Se llega a la desnutrición bien 
sea por una menor ingesta, por una alteración del metabolismo de nutrientes o 
por un exceso de los mismos. La prevención de la desnutrición depende de la 
identificación precoz de los individuos en riesgo de padecerla. Las consecuencias 
de la desnutrición dependen del tiempo que se mantenga una ingesta inadecuada 
y de las enfermedades previas o actuales del paciente. Desde hace años se co-
nocen bien los efectos deletéreos de la desnutrición: retraso en la cicatrización, 
aumento de las complicaciones y mayor número de ingresos. Todo ello provoca 
un aumento de la morbimortalidad, de la estancia media hospitalaria y de los 
costes generados por la enfermedad. La desnutrición también está presente en el 
ambiente extrahospitalario, por lo que no es de extrañar que los suplementos se 
utilicen cada vez más en la comunidad. Los reciben pacientes de todas las edades 
que, generalmente, sufren enfermedades que afectan el estado nutricional.
Como es lógico, lo más fisiológico es comer por vía oral. Sin embargo, en mu-
chas ocasiones es difícil conseguir un óptimo aporte de nutrientes por esta vía 
a pesar de dar consejos para optimizar la dieta tradicional, porque el paciente tie-
ne problemas de dentición, problemas salivares, disfagia o simplemente problemas 
de tipo social (aislamiento, etc.) o económicos. Cuando esto ocurre es necesario 
variar la textura de los alimentos, para mantener una deglución adecuada. Si a 
pesar de ello la ingesta de nutrientes sigue siendo deficitaria, está indicada la 
prescripción de suplementos nutricionales.
A pesar de ello, hay pocos estudios de intervención aleatorios que aporten su-
ficiente evidencia científica para el uso de los suplementos en las distintas patolo-
gías. Esta es la causa de que no existan unas recomendaciones clínicas específicas 
para la utilización de la mayoría de estos productos.
En este Capítulo se va a definir lo que actualmente se entiende por suplemen-
tos nutricionales, los objetivos que se deben planificar antes de su prescripción, 
los criterios de selección y los tipos de preparaciones que existen en el mercado. 
Igualmente se estudiarán las indicaciones de los suplementos nutricionales en 
determinadas patologías. 
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 2. Generalidades
2.1. Concepto
Los suplementos nutricionales se definen como 
aquellos preparados para usos nutricionales especí-
ficos, completos o no en cuanto a su composición, 
que completan una dieta oral insuficiente. Como se 
ha comentado con anterioridad, en la actualidad no 
existe un consenso para recomendar el empleo de 
suplementos nutricionales en pacientes con diferen-
tes patologías.
Con la evidencia actual, los suplementos nutri-
cionales sólo parecen tener un posible o probable 
efecto beneficioso en aquellos enfermos que pre-
sentan un riesgo de desnutrición moderado o al-
to, mientras que en los pacientes con un bajo ries-
go de desnutrición el beneficio parece improbable 
(Figura 1). Por este motivo, la indicación no de-
be hacerse sin una información exacta sobre la 
ingesta espontánea de alimentos por vía oral, el 
estado nutricional del paciente y, lo que es más 
importante, sobre la capacidad funcional del mis-
mo. El conocimiento previo de estas premisas ha-
rá posible una evaluación posterior de la repercu-
sión de los suplementos nutricionales sobre esos 
parámetros.
Desgraciadamente, esta premisa sobre el uso 
de los suplementos nutricionales, que parece tan 
evidente, no siempre se sigue y cuando se revi-
san metaanálisis sobre la utilización de los suple-
mentos nutricionales, se observa con una frecuen-
cia relativamente alta que no están registrados los 
pesos previos de los enfermos, ni tampoco, co-
mo es lógico, los pesos finales tras la intervención; 
muchas veces no queda registrado por escrito el 
nombre del suplemento nutricional empleado ni la 
cantidad, y por supuesto rara vez, se conoce el be-
neficio real de los mismos.
Por tanto, los objetivos que hay que plantear a 
la hora de prescribir los suplementos orales son: 
aumentar la ingesta total de energía, mantener y/
o recuperar el estado nutricional y mantener y/o 
mejorar la capacidad funcional del paciente.
Figura 1. Beneficios de los suplementos nutricionales según el grado de desnutrición. Fuente: Stratton RJ, Green CJ, Elia M. 
Disease-related malnutrition: an evidence-based approach to treatment. CABI Publishing. London, UK, 2003: 173.
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2.2. Criterios para una 
prescripción adecuada. 
Indicaciones y contraindicaciones
Toda prescripción de suplementos nutricionales 
debe ir siempre precedida de una evaluación co-
rrecta del estado nutricional. Además, los criterios 
para una prescripción apropiada de los suplemen-
tos nutricionales son que el paciente presente una 
ingesta oral insuficiente, que haya recibido conse-
jos dietéticos y/o que presente alteraciones en la 
deglución, capacidad de absorción alterada, o cir-
cunstancias sociales que hagan difícil una modifica-
ción dietética.
Las contraindicaciones teóricas de los suple-
mentos nutricionales serán que el paciente tenga 
un buen estado nutricional y no se prevea alte-
ración en su ingesta oral, así como los pacientes 
con riesgo de sufrir broncoaspiración (disfagia 
importante, alteración del estado de concien-
cia, etc.).
2.3. Clasificación de los
suplementos nutricionales. 
Criterios de selección
Los suplementos nutricionales se clasifican se-
gún el tipo de nutriente en energéticos (densi-
dad calórica ≥ 1,5 kcal/ml), proteicos (aporte de 
proteínas ≥ 18% del valor calórico total), mixtos 
(energéticos y proteicos) y, finalmente, con y sin fi-
bra (Tabla 1).
Según la patología específica para la que se han 
definido, se dispone de suplementos para diabetes 
mellitus, síndromes de malabsorción, insuficiencia 
respiratoria, cáncer, úlceras por presión, etc.
Dependiendo de la presentación del suplemen-
to nutricional, se clasifican:
• Según el sabor (vainilla, chocolate, café, naran-
ja, melocotón, etc.).
• Según la consistencia (polvo, líquido, semisólido 
-natillas y pudding-, y barritas).
• Según el envase (brik, botella de cristal, lata, etc.).
Los criterios de selección de los suplementos 
nutricionales deberán tener en cuenta sus caracte-
rísticas físicas (sabor, olor, consistencia y aspecto), 
la composición de nutrientes, la funcióngastroin-
testinal del paciente, la enfermedad subyacente y el 
coste (Tabla 2).
2.4. Distribución horaria
La distribución horaria es variable y siempre de-
be adaptarse individualmente: entre comidas, en 
pequeñas tomas a lo largo del día, con la comida 
principal, con la medicación, al despertar, por la tar-
de o por la noche. Siempre se debe intentar conse-
guir que los suplementos nutricionales no disminu-
yan el consumo de alimentos por vía oral.
La temperatura de los mismos es algo que depen-
de de las apetencias del enfermo, si bien es verdad 
que, en general, se prefieren fríos. Siempre, eso sí, se 
debe insistir en que se tomen despacio, bien con la pa-
jita que muchos llevan anexa en el envase o en vaso.
Tanto el horario como el tipo de suplemento se 
deben establecer de acuerdo con el paciente, con 
los familiares o con el personal responsable.
 • Características físicas: sabor, olor,
consistencia y aspecto
 • Composición de nutrientes
 • Biodisponibilidad de nutrientes
 • Función gastrointestinal
 • Enfermedad del paciente
 • Coste
Tabla 2. CRITERIOS DE SELECCIÓN
DE LOS SUPLEMENTOS
Nutrientes
• Energéticos: densidad calórica ≥ 1,5 kcal/ml
• Proteicos: aporte de proteínas ≥ 18%
• Mixtos: energéticos y proteicos
• Con o sin fibra
Patología
• Específicos: diabetes, malabsorción
de grasas, úlceras por decúbito...
Presentación
• Sabor: chocolate, vainilla, café, salados...
• Consistencia: polvo, líquido, semisólido 
(pudding, natillas) y barritas
• Envase: brik, botella de cristal, lata...
Tabla 1. TIPOS DE SUPLEMENTOS
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 3. Suplementos 
nutricionales en diferentes 
patologías
3.1. Oncología
Entre un 40% y un 80% de los pacientes con cán-
cer desarrolla algún grado de desnutrición durante el 
curso de la enfermedad. La etiología de la desnutri-
ción es multifactorial. En primer lugar existen facto-
res relacionados con el tumor, que van a dar lugar a 
alteraciones mecánicas o funcionales del aparato di-
gestivo que, dependiendo de la localización del tu-
mor, afectarán de forma distinta la ingesta de alimen-
tos, su masticación, su digestión o su absorción. En 
segundo lugar, la presencia de un tumor conlleva la 
alteración per se de la digestión, de la absorción y del 
metabolismo de todos los principios inmediatos. En 
tercer lugar, el propio tumor produce sustancias ca-
quectizantes, que no hacen sino agravar el problema.
Entre los factores relacionados con el paciente 
hay que destacar sus hábitos adquiridos y la ano-
rexia debida a la presencia del tumor, que es deter-
minante en la etiología de la desnutrición.
Por último, están los factores relacionados con 
el tratamiento. En este sentido hay que hacer én-
fasis en que tanto la cirugía como la quimioterapia 
y la radioterapia inciden negativamente en el esta-
do nutricional de los pacientes.
Como resultado de todo lo anteriormente ex-
puesto, el paciente con cáncer puede desarrollar un 
cuadro de caquexia, que va a tener una repercusión 
negativa en su evolución al dar lugar a un aumento de 
la morbimortalidad. Desde un punto de vista nutri-
cional será por tanto necesario siempre realizar una 
valoración nutricional y ver si está indicado un poste-
rior tratamiento. En el caso de que esté indicado un 
soporte nutricional, el médico debe comenzar por 
dar consejos dietéticos con el fin de optimizar la die-
ta oral. Si estos no son suficientes se utilizarán los 
fármacos disponibles en el mercado para mejorar la 
anorexia, por ejemplo el acetato de megestrol. Cuan-
do todo esto falla hay que optar por los suplementos 
nutricionales y, si esta opción de tratamiento también 
es insuficiente, se recurrirá a la nutrición artificial.
En el contexto concreto de suplementos nutri-
cionales y oncología, no son demasiados los traba-
jos que muestran una evidencia científica suficien-
te al respecto. En una revisión de la literatura se 
han encontrado 10 estudios controlados y aleato-
rizados que han comparado la eficacia de los su-
plementos nutricionales en pacientes con cáncer 
(Tabla 3). Los resultados en cuanto a los objeti-
vos antes reseñados (aumento de la ingesta de nu-
trientes, mejoría del estado nutricional y del esta-
do funcional de los pacientes) son muy dispares, y 
en muchos casos muy pobres. De hecho, sólo en 
los trabajos de Arnold et al. (1989), Douglas et al. 
(1978), Evans et al. (1987) y Ovesen et al. (1992) se 
constata un aumento de la ingesta total de ener-
gía. Con respecto al estado nutricional, únicamen-
te mejoraba de forma estadísticamente significativa 
en los trabajos de Nayel et al. (1992) y Ovesen et 
al. (1992). El estado funcional variaba positivamen-
te en los trabajos de Douglas et al. (1978), Flynn et 
al. (1987) y Nayel et al. (1992).
De todas formas, hay que señalar que estos es-
tudios presentan problemas importantes de dise-
ño, que hay que tener en cuenta a la hora de in-
terpretar los resultados. Por ejemplo, en un mismo 
estudio se incluyen pacientes con diferentes tipos 
de tumores en distintos estadios, o incluso no se 
definen éstos; igualmente, hay enfermos con radio-
terapia, quimioterapia, o ambas.
Es importante resaltar que no se define cuándo 
hay que comenzar con los suplementos nutriciona-
les; el aporte de calorías es aleatorio, y también lo es 
la duración del tratamiento con los mismos. En este 
sentido deben tenerse en cuenta los criterios esta-
blecidos para la prescripción adecuada de suplemen-
tos nutricionales, que ya se han comentado y que es 
imprescindible seguir, para optimizar el tratamiento.
Una vez que se ha decidido utilizar suplemen-
tos nutricionales, hay que optar por elegir el pre-
parado más adecuado para cada paciente. Para esta 
elección hay que tener en cuenta dos aspectos: en 
cuanto al enfermo, su patología de base que es un 
tumor, y la función gastrointestinal; en lo referente 
a los propios suplementos nutricionales, la compo-
sición de nutrientes y las cualidades físicas (sabor, 
olor, consistencia, etc.), ya que estos pacientes pre-
sentan alteraciones en el gusto, olfato, etc.
A la pregunta acerca de si existe un suplemen-
to nutricional ideal para los pacientes oncológi-
cos, la respuesta es que hoy por hoy no, pero que 
sí hay una serie de características que debe inten-
tarse que cumplan. Por ejemplo, y salvo contra-
indicación explícita, las dietas serán poliméricas 
estándar y de alta densidad calórica, para poder 
aportar en menos volumen más calorías y facilitar 
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así el cumplimiento de la prescripción. La presen-
tación y el sabor deben siempre individualizarse.
En la actualidad se está trabajando en el dise-
ño de fórmulas específicas para estos pacientes. En 
concreto hay estudios con ácido eicosapentaenoi-
co y ácido docosahexaenoico. Se ha demostrado 
que ambos pueden tener un efecto inhibidor so-
bre el crecimiento tumoral, disminuir la degrada-
ción de proteínas musculares y favorecer la supre-
sión de citokinas proinflamatorias. Dentro de este 
apartado de nutrientes específicos hay que men-
cionar también los probióticos. En este sentido, se 
ha demostrado que disminuyen la apoptosis y la 
producción de citokinas proinflamatorias, y pue-
den preservar la integridad de la barrera intestinal. 
Estas acciones serían fundamentales en la preven-
ción y/o en el tratamiento de la enterocolitis por 
radioterapia.
En cuanto a los prebióticos, al retrasar el va-
ciamiento gástrico, disminuir el tránsito intestinal 
y aumentar la producción de ácidos grasos de ca-
dena corta, serían de elección también en la ente-
rocolitis secundaria a radioterapia.
No cabe la menor duda de que el diseño de 
dietas con nutrientes específicos parar enfermos 
con cáncer, que además de mantener y/o recupe-
rar el estado nutricional de estos pacientes mo-
dularan el caos metabólicoexistente en ellos, se-
ría muy positivo.
En otro orden de cosas, no debe olvidarse hacer 
hincapié en el horario y en el tiempo de duración de 
la suplementación. En cuanto a la duración del tra-
tamiento, los estudios controlados y aleatorizados 
antes comentados están realizados a tiempo muy 
variable y muchas veces demasiado corto (entre 2 
semanas y 12 meses). Parece que los suplementos 
Tabla 3. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES CON CÁNCER 
 Estudios Cánc./trat. ↑ Ingesta ↑ Est. nut. ↑ Est. fun. Tiempo 
 Arnold Cabeza, cuello/ Sí ns No 10 sem
 1989 Radioterapia 
 Brown Abdominal/ - ns - 4-6 sem
 1980 Radioterapia 
 Douglas Gástrico/ Sí ns Sí 2-4 sem
 1978 Radioterapia 
 Elkort Mama/ - ns No 12 m
 1981 Quimioterapia 
 Evans Colon, pulmón/ Sí ns No 12 sem
 1987 Radiot., quimiot. 
 Flynn Cabeza, cuello - - Sí 2-4 sem
 1987
 Foster Abdominal/ - ns - 6 sem
 1980 Radioterapia 
 McCarter Esófago, 
 1998 estómago, - - No 1 sem
 páncreas
 Nayel Cabeza, cuello/ - Sí Sí 2-4 sem
 1992 Radioterapia 
 Ovesen Pulmón, ov., mama/ Sí Sí - 2 m
 1992 Quimioterapia
Cánc.: cáncer; Est. fun.: estado funcional; Est. nut.: estado nutricional; m: meses; ns: no significativo; ov.: ovario; sem: 
semanas; trat.: tratamiento.
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nutricionales se deben mantener durante todo el 
tiempo que sea necesario, hasta que el paciente rea-
lice una alimentación oral suficiente.
3.2. Fibrosis quística
La fibrosis quística o mucoviscidosis es una en-
fermedad hereditaria (autosómica recesiva) que 
afecta a las glándulas exocrinas y que origina una 
amplia variedad de manifestaciones clínicas. La im-
portante morbimortalidad de esta enfermedad es-
tá relacionada con la afectación pulmonar y sus 
complicaciones, que son responsables del 95% de 
las muertes en estos pacientes. Además, el 85% de 
los pacientes presentan insuficiencia pancreática.
En las dos últimas décadas se han producido 
avances sustanciales en el conocimiento de esta en-
fermedad, lo que ha permitido aumentar la super-
vivencia de estos pacientes desde los 10 años hasta 
más de los 40 años desde el momento del diag-
nóstico. Múltiples trabajos demuestran la íntima re-
lación que existe entre el estado nutricional y la 
evolución de la enfermedad respiratoria en estos 
pacientes. Asimismo, entre los niños afectados por 
esta enfermedad es frecuente el retraso del creci-
miento y del desarrollo, que mejora cuando se ins-
taura un soporte nutricional apropiado. Por todo 
ello, resulta de gran importancia optimizar el estado 
nutricional de estos pacientes mediante la prescrip-
ción de dietas orales adecuadas y de nutrición arti-
ficial (suplementos, nutrición enteral o parenteral).
Se han publicado 13 estudios en pacientes no 
hospitalizados con la administración de suplemen-
tos nutricionales añadidos a la dieta oral (Ta-
bla 4). De ellos, sólo tres son aleatorizados. En 
otros tres se incluyó un grupo control. Una de 
las razones por las que la mayoría de los trabajos 
no incluían un grupo control fue de orden ético, 
ya que los pacientes tratados presentaban retraso 
del crecimiento.
En la mayoría de ellos los suplementos utiliza-
dos fueron de fabricación casera, aunque en algu-
nos casos se utilizaron preparados comerciales. El 
aporte energético que supuso la suplementación 
en la dieta de los pacientes fue muy variable (entre 
el 20 y el 100% de la ingesta recomendada). La du-
ración de la suplementación también fue muy va-
riable, desde varias semanas hasta varios años. La 
mayoría de los estudios se hicieron con niños, aun-
que en algunos casos también se incluyeron adul-
tos. Todas estas diferencias en el diseño de los es-
tudios hacen que los resultados sean variables de 
unos a otros.
En la mayoría de los trabajos la suplementa-
ción nutricional produjo un aumento significativo 
del peso corporal, así como del peso en relación 
con la edad y con la talla. En algunos estudios tam-
bién se observó un aumento significativo de la ta-
lla para la edad. La edad ósea también aumentó en 
dos de los trabajos [Berry et al. (1975) y Yassa et al. 
(1978)]. En algunos estudios también se obtuvieron 
mejorías en la masa magra y en la masa grasa.
En muchos trabajos se observó un aumento de 
la ingesta calórica total, a pesar de que los pacien-
tes se quejaron de la saciedad producida por los 
suplementos y de su baja palatabilidad. En algunos 
de ellos se pudo constatar que más del 80% de la 
energía aportada por los suplementos se suma-
ba a la ingesta oral del enfermo. En el estudio de 
Yassa et al. se observó una disminución del apeti-
to. Con los datos aportados por los estudios no 
hay información suficiente para recomendar un 
modo de suplementación concreto ni un horario 
(mañana, tarde, noche). En casi todos los trabajos, 
la suplementación nutricional produjo una mejo-
ría funcional difícil de cuantificar en los pacien-
tes, consistente en mejoría del estado general, 
mayor actividad física, mejoría pulmonar, mejoría 
del sueño, reducción en el número de hospitali-
zaciones, mejoría de la diarrea, mejorías en el pe-
lo y uñas, etc.
En cuanto al efecto de la interrupción de la su-
plementación nutricional, sólo fue estudiado en el 
estudio de Yassa et al., en el que se produjo una pér-
dida de peso o un enlentecimiento en el incremen-
to del peso y talla, sin que se afectase la edad ósea.
3.3. Enfermedad pulmonar
Los pacientes con obstrucción crónica al flujo aé-
reo son candidatos a padecer desnutrición, por lo 
que se debe descartar su presencia en todos ellos.
Ha habido varios trabajos que han estudiado 
la utilidad de los suplementos nutricionales en 
estos pacientes (Tabla 5). De ellos, nueve son 
aleatorizados y el resto no. En general, la mayo-
ría de los estudios muestran que existe mejoría 
en aquellos pacientes con un peso corporal infe-
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P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
rior al 90% del peso ideal o con un índice de ma-
sa corporal (IMC) inferior a 20 kg/m2. La ganan-
cia ponderal media en el conjunto de los estudios 
oscila entre 1,5 y 4,4 kg, con una media de 2,6 kg. 
Desde el punto de vista antropométrico, en el 
50% de ellos se mostró una mejoría de los plie-
gues cutáneos y de la circunferencia media mus-
cular del brazo.
En cuanto a la ingesta energética, ésta aumen-
tó de manera significativa y se aproximó a un 
50% de la energía aportada por el suplemento 
(Efthimiou et al.: 53%; Lewis et al.: 57%; Norre-
gard et al.: 83%). El efecto de los suplementos so-
bre el apetito, o el momento del día en que de-
ben proporcionarse son dos aspectos que no han 
sido estudiados.
Respecto a la capacidad funcional, hay evidencias 
que muestran que, en aquellos pacientes en los que 
se consiguió una ganancia ponderal igual o superior 
a 2 kg, hubo una disminución de la sensación de dis-
nea, una mayor distancia caminada y una mejoría tan-
to de la fuerza de la musculatura respiratoria como 
de la prensil [Efthimiou et al. (1988) y Fuenzalida et 
al. (1990)]. Asimismo, estos dos autores han estudia-
Tabla 4. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN FIBROSIS QUÍSTICA 
 Estudio Suplemento Duración N.º pacientes Edad kcal Resultados
 (años) prescritas
 Scondel et Magnacal® 2 sem 16 S 7-16 a 30% RDI P y T = ↑ ingesta, 
 al., 1987* ↑ saciedad, ↓ apetito
 Kalnins et Boost plus® 3 m 7 S > 10 a 20% RDI ↑ P
 al., 1996* 6 noS 
 Steinkamp Fresubín® 3 m 16 S > 4 a 500-800 ↑ P, ↑ masa grasa
 et al., 2000* 20 noS kcal 
 Allan et al., Casero 3 m-3 a 17 S 6-20 a 100% RDI ↑ P, ↑ T (ns), mejoría
 1973 11 S 50% RDI funcional
 Barclay et Albumaid® y 1 a 12 S 5 m-8 a 100% RDI ↑ P, mejoría funcional
 al., 1975 Caloreen®
 Berry et al., Casero 1 a 15 S 10 m-18 a 50-70% ↑ P, ↑ T (ns), ↑ edad ósea,
 1975 15 noS RDI mejoría funcional
 Hayes et al., 3 m 10 S 17-19a 600 kcal ↑ P
 1995
 Kashirskaja Casero 1 a 42 S 4 m-15 a ↑ P, mejoría funcional
 et al., 1996
 Parsons et Casero 1 a 8 S 4,1-7,7 a 31% RDI ↑ P, ↑ T (ns), ↑ ingesta
 al., 1983
 Rettammel et 3 m 20 S 5-27 a 30% RDI ↑ P
 al., 1995
 Shepherd et Vipep® 6 m 7 S 5,2-13,2 a 1.000-1.200 ↑ P, ↑ T, ↑ ingesta,
 al., 1983 8 noS kcal mejoría funcional
 Skypala et Scandishake® 2 m 26 S 9-34 a 20% ↑ P, ↑ ingesta
 al., 1998 basales
 Yassa et al., Casero 1 a 28 S 3,2-16 a 100% RDI ↑ P, ↑ T, ↑ edad ósea, 
 1978 15 noS ↓ apetito
*Aleatorizado. 
a: años; m: meses; noS: grupo no suplementado; ns: no significativo; P: peso; RDI (Recommended Dietary Intake): inges-
ta dietética recomendada; S: grupo suplementado; sem: semanas; T: talla.
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P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
do la repercusión de la suspensión de los suplemen-
tos y han observado que, a los tres meses de suspen-
derlos, los pacientes vuelven al consumo de energía 
previo, pierden un 30% del peso ganado con el suple-
mento, y desaparece la mejoría funcional que se ha-
bía conseguido.
3.4. Infección por VIH
Los pacientes con infección por el virus de la in-
munodeficiencia humana (VIH) presentan frecuente-
mente una alteración del estado nutricional. Aunque 
el mayor control de la enfermedad con los nuevos tra-
Tabla 5. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES
CON ENFERMEDAD PULMONAR 
 Estudio Suplemento Duración N.º pacientes kcal prescritas Resultados
Donahoe 
et al., 1989*
16 sem 10 S
7 noS
↑ Ingesta, ↑ P y mejoría 
funcional
Efthimiou 
et al., 1988*
Build up® 3 m 7 S
7 noS
640-1.280 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC, 
↑ CMMB y mejoría funcional
Fuenzalida 
et al., 1990*
Sustacal® 6 sem 5 S
4 noS
1.080 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC, 
↑ CMMB y mejoría funcional
Ganzoni 
et al., 1994*
Fresubín® 12 m 14 S
16 noS
↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC
Knowles 
et al., 1988*
Sustacal® 2 m 12 S
13 noS
50% TEI ↑ Ingesta, ↑ P y mejoría 
funcional
Lewis et
al., 1987*
Isocal HN® 8 sem 10 S
11 noS
960 kcal ↑ Ingesta, ↑ P (ns)
Norregard 
et al., 1987*
Novo® 5 sem 9 S
7 noS
600 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ FFM y 
mejoría funcional
Otte et al.,
1989*
Novo® 13 sem 13 S
15 noS
400 kcal ↑ Ingesta, ↑ P, 4 pliegues
Rogers et
al., 1992*
Varios 16 sem 15 S
12 noS
↑ Ingesta, ↑ P y mejoría 
funcional
Openbrier 
et al., 1984
Sustacal®
Ensure®
12-22 m 9 S 750-1.000 kcal ↓ P
Pardy et 
al., 1986
Sustacal® 2 m 25 S ↑ Ingesta
Sridhar et 
al., 1994
Build up®
Fortisip®
Maxijul®
4 m 9 S ↑ P (ns)
Stauffer 
et al., 1986
1 m 10 S 1.080 kcal ↑ Ingesta, ↑ P (ns)
Wilson et
al., 1964
3105F® 1 m 43 S 750 kcal ↑ Ingesta
Wilson et
al., 1986
2 sem 3 S 150% RDI ↑ Ingesta, ↑ P, ↑ PTC, 
↑ CMMB y mejoría funcional
*Aleatorizado. CMMB: circunferencia media muscular del brazo; FFM (Fat-Free Mass): masa magra; m: meses; noS: grupo no 
suplementado; ns: no significativo; P: peso; PTC: pliegue tricipital; RDI: ingesta dietética recomendada; S: grupo suplementado; 
sem: semanas; TEI: ingesta energética total.
98
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
99
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
tamientos antirretrovirales ha contribuido a mejorar 
el estado nutricional de estos pacientes, todavía siguen 
siendo un grupo de riesgo de presentar desnutrición.
Los trabajos clásicos demostraron una relación en-
tre la pérdida de peso y la supervivencia de estos pa-
cientes. Los estudios que han analizado la ingesta de 
estos enfermos muestran en muchos casos ingestas 
normales, si bien esto depende mucho del grupo de 
riesgo (drogadictos en comparación con homosexua-
les). Los resultados de los estudios con suplementos 
orales en pacientes con infección por VIH han sido 
poco concluyentes por varias razones:
• En algunos estudios se incluyeron pacientes en 
diferentes estadios de infección por VIH.
• En muchos de los trabajos los pacientes pre-
sentaban un índice de masa corporal normal al ini-
ciar el estudio.
• El tiempo de suplementación fue muy corto en 
muchos de ellos.
• En la mayoría de los estudios la utilización de 
suplementos orales no produjo un aumento en 
la ingesta calórica total debido a reducciones en la 
dieta oral habitual y/o a la mala tolerancia a los su-
plementos.
Se han recogido los resultados de trece estu-
dios aleatorizados y ocho no aleatorizados reali-
zados con pacientes no hospitalizados (Tabla 6). 
Tres de los estudios aleatorizados compararon el 
grupo suplementado con otro no suplementado 
[Berneis et al. (2000), Gibert et al. (1999) y Ra-
beneck et al. (1998)], mientras que en el resto se 
compararon los efectos de dos fórmulas diferen-
tes de suplementos orales. La mayoría utilizaron 
dietas enriquecidas con nutrientes inmunomo-
duladores (arginina, glutamina, ácidos grasos n-3, 
RNA), fibra, triglicéridos de cadena media o pép-
tidos, que se comparaban con dietas estándar. En 
muchos de los trabajos no se estudiaron los efec-
tos de la suplementación sobre la composición 
corporal, la ingesta calórica total y el curso clíni-
co de los pacientes.
Aunque en la mayoría de los estudios se obser-
vó una ganancia de peso, sólo en cinco de ellos 
esta fue estadísticamente significativa. En algunos 
trabajos la ganancia de peso fue mayor en el gru-
po que realizaba una dieta enriquecida, si bien esto 
pudo deberse a las diferencias en el aporte caló-
rico entre los grupos. La suplementación fue po-
co eficaz en los pacientes que se encontraban en 
su peso ideal. En los estudios en los que se realiza-
ron otras medidas antropométricas (pliegues cu-
táneos, circunferencia muscular) no se encontra-
ron cambios significativos, salvo en el estudio de 
De Luis et al. (2003), en el que observó un aumen-
to significativo del pliegue tricipital en el grupo su-
plementado.
En algunos trabajos en los que se realizó bioim-
pedancia se objetivó un aumento de la masa grasa. 
Sólo en el estudio de Pichard et al. (1998) se obser-
vó también un aumento de la masa libre de grasa.
La utilización de los suplementos no condujo a 
un aumento de las calorías totales en la mayoría 
de los estudios. En los de Chlebowski et al. (1993), 
Suttman et al. (1996), Álvarez et al. (2000) y De 
Luis et al. (2003) se observó que sólo un 20% de 
las calorías aportadas por el suplemento se suma-
ban a la ingesta oral del paciente. En el estudio de 
Hoh et al. (1998) este porcentaje fue mayor, con 
entre un 36 y un 67%.
La utilización de suplementos diferentes (textu-
ra, sabor) en los pacientes puede resultar una me-
dida eficaz para mejorar la ingesta total. Asimismo, 
la ingesta de suplementos puede incrementar la in-
gesta de micronutrientes.
Los estudios anteriores tampoco aportan datos 
sobre la preferencia en el horario de la ingesta de 
los suplementos a lo largo del día.
En algunos de los estudios se recogieron mejo-
rías funcionales: estado inmunológico, función cog-
nitiva, función gastrointestinal, reducción en el nú-
mero de hospitalizaciones. En la mayoría de ellos 
estas mejorías fueron mayores con las dietas enri-
quecidas frente a las fórmulas estándar, aunque co-
mo el aporte calórico fue diferente entre ambos 
grupos no queda claro el valor de los nutrientes 
específicos en la explicación de dicha mejoría. 
En los estudios en los que se recogieron datos 
de calidad de vida no se observaron beneficios im-
portantes, salvo en el estudio de Álvarez et al., en 
el que se observó una mejoría en las dimensiones 
físicas y psicológicas de la calidad de vida medida 
por el Sickness Impact Profile. En ninguno de los tra-
bajos se recogieron datos sobre la evolución de los 
pacientes al finalizar el periodo de suplementación. 
En cuanto a la tolerancia a los suplementos orales, 
esta fue variable de unos estudios a otros. Mientras 
que en muchos casos las fórmulas fueron bien tole-
radas, en otros se observaron complicaciones gas-
trointestinales: diarrea, náuseas, epigastralgia, dis-
geusia, saciedad, etc.
100Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
101
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
 Estudio Suplemento Duración N.º pacientes kcal Resultados
 prescritas
Tabla 6. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES
CON INFECCIÓN POR VIH
Chan et 
al., 1994*
Liposorb® 
(MCT) vs. FS
12 d 12 
12
90% RDA ↑ P, ↓ peso y grasa en heces
(ambos grupos)
Chlebowski 
et al., 1992*
Ensure HN® vs. 
FE1
68 d 49 480 kcal
566 kcal
Mejoría funcional
Chlebowski 
et al., 1993*
Ensure® vs. 
Advera®
6 m 25
31
502-754 
607-910
kcal
↑ Ingesta, ↑ P, ↓ n.º de 
hospitalizaciones en Advera® vs. 
Ensure®
Hellerstein 
et al., 1994*
Fórmula 
peptídica vs. 
polimérica
1,5 m 39 610-924
521-783
kcal
↑ Linfocitos, ↓ heces, ↓ n.º de 
hospitalizaciones en fórmula
peptídica vs. polimérica
Pichard et
al., 1998*
FS vs. 
FE2
6 m 28
27
606 kcal ↑ Ingesta inicial y ↑ P en ambos 
grupos (no significativo)
Berneis et
al., 2000*
Meritene® 12 sem 8 S
7 noS
600 kcal ↑ Ingesta,↑ P, ↑ masa magra
Gibert et
al., 1999*
S1 Peptamen
®
S2 NuBasics®
4 m 178 S1
179 S2
179 noS
500 kcal ↑ Ingesta, ↑ P
Rabeneck 
et al., 1998*
Liposorb® 
(MCT)
6 sem 49 S
50 noS
Mejoría funcional
Richards et
al., 1996*
Peptídica vs. 
polimérica
18 m 27
28
400 kcal ↑ Ingesta, mejoría CD4 fórmula 
peptídica vs. polimérica
Singer et 
al., 1992*
Replete® vs. 
Impact®
3 m 13
15
948-1.422 
kcal
↑ P ambos, mejoría IgA y β2 
microglobulina en Impact®
Suttman et
al., 1996*
Impact® vs. FS 8 m 10 695 kcal
638 kcal
↑ P, ↑ ingesta, ↑ sTNFr en grupo 
del Impact®
Álvarez et
al., 2000*
FE3 3 m 29 S
25 noS
↑ IMC, ↑ masa grasa, ↑ ingesta
y mejora calidad de vida
De Luis et
al., 2003*
Ensure® 3 m 35 S
35 noS
750 kcal ↑ Ingesta, P y masa grasa
en grupo de Ensure®
Burger et
al., 1992
12 sem 37 1.000-1.500
kcal
↑ P
Burger et
al., 1994
Biosorb® drink o
Biosorb® 1.500
3 m 34 1.000-1.500 
kcal
Sin cambios en el P
Gaare et
al., 1994
Impact® 3 m 10 1.000-1.500 
kcal
Sin cambios en el P
Dowling 
et al., 1990
12 sem 17
17
↑ P no significativo
Stack et
al., 1996
Resource® plus 6 sem 17
7
10
↑ P
100
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
101
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
3.5. Geriatría
Se acepta la edad de 65 años como definición de 
persona mayor. Desde un punto de vista práctico se 
distinguen en esta población tres grupos de edad: en-
tre los 65 y los 74 años se habla de ancianos jóvenes, 
entre los 75 y los 84 años de ancianos y a edades su-
periores a los 85 años de ancianos viejos.
Un 17% de la población española es mayor de 65 
años. Esto representa 6,64 millones de personas. Es 
importante saber que un 5% de esta población vi-
ve institucionalizada y el 95% en su domicilio, algo 
diametralmente opuesto a lo que ocurre en el res-
to de Europa o en los EE UU, donde es frecuente 
que los ancianos estén en residencias, generalmen-
te por propia voluntad. En España, es importante 
decir que, afortunadamente, de ese 95% el 80% vi-
ven en familia y sólo el 20% viven solos, aunque es-
te porcentaje es mucho mayor que hace unos años 
y va en aumento.
La prevalencia de desnutrición en la población an-
ciana general oscila entre el 3% y el 5%, en los hospi-
talizados en servicios médicos el porcentaje aumen-
ta entre el 20% y el 40%, en los servicios quirúrgicos 
es entre el 40% y el 60%, y en los institucionalizados 
alrededor del 50%. La etiología de la desnutrición es 
multifactorial. Por un lado están los problemas fisio-
patológicos (edad avanzada, disfagia y otras alteracio-
nes del tracto digestivo, la pluripatología que con fre-
cuencia está presente a esta edad, etc.), por otro los 
problemas socio-económicos (aislamiento social, in-
capacidad física, alcoholismo, tabaquismo, etc.), las al-
teraciones psicológicas (depresión, trastornos del 
comportamiento alimentario), y otros como la poli-
medicación o la hospitalización reciente.
De todos es conocido que la desnutrición en 
cualquier población está directamente relacionada 
con un aumento de la morbimortalidad y empeora 
la calidad de vida, ya que predispone la aparición de 
otras patologías, afecta negativamente la capacidad 
funcional del individuo y aumenta el riesgo de pre-
cisar hospitalización y/o institucionalización. Como 
es lógico, el anciano no escapa a ninguna de estas 
consecuencias; es más, por la edad es más sensible 
a ellas. Se precisa por tanto una valoración nutri-
cional exhaustiva, pero a la vez útil y al alcance de 
cualquier profesional de la salud, para poder detec-
tar no ya desnutrición, sino población anciana en 
riesgo nutricional.
Para ello se recurrirá a una historia clínica habi-
tual, una historia dietética detallada, una reseña so-
bre la situación socio-económica del anciano, un 
examen físico, determinación del peso y antropo-
metría. La valoración se completará con una serie 
de parámetros bioquímicos y una valoración fun-
cional y mental.
 Estudio Suplemento Duración N.º pacientes kcal Resultados
 prescritas
Tabla 6. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PACIENTES
CON INFECCIÓN POR VIH (cont.)
Wandall et
al., 1992
Fórmula con 
MCT
4 sem 19 ↑ P
Fogaca et
al., 2000
Advera® 6 sem 12 ↑ P (ns), ↑ PTC
Hoh et al.,
1998
S1 Ensure®
S2 Advera®
6 sem 22 S1
17 S2
13 noS
S1 500-750
kcal
S2 606-909
kcal
Sin cambios en P, FFM, calidad
de vida, CD4
*Aleatorizado.
a: años; FE1: fórmula enriquecida (péptidos, fibra, n-3); FE2: fórmula enriquecida (arginina, n-3); FE3: fórmula enriquecida 
(MCT, glutamina, hidrolizado de proteínas y goma guar); FFM (Fat-Free Mass): masa magra; IMC: índice de masa corporal; 
m: meses; noS: grupo no suplementado; ns: no significativo; P: peso; PTC: pliegue tricipital; RDA (Recommended Dietary 
Allowances): ingesta dietética recomendada; S: grupo suplementado; sem: semanas; sTNFr: receptores solubles de TNF.
102
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
103
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
Con respecto a la historia dietética hay una se-
rie de preguntas imprescindibles que hay que ha-
cer en cuanto a cuál es su dieta habitual, si ésta se 
ha modificado últimamente y por qué, si se han no-
tado cambios en el funcionamiento del aparato di-
gestivo, dónde come habitualmente, y quién coci-
na. No debe olvidarse nunca preguntar si toma 
algún suplemento dietético o complejo vitamíni-
co y por qué.
Aunque parece algo evidente, cuando se revisa 
la literatura o simplemente algunas historias clíni-
cas, el peso no siempre está reseñado. Es un dato 
fundamental e imprescindible. Si el anciano refie-
re que ha perdido peso en los últimos meses es un 
dato de suma importancia en cuanto al pronóstico 
y tratamiento. En cuanto al índice de masa corporal 
(IMC), el American Committee on Diet and Health es-
tableció que valores de IMC inferiores a 24 kg/m2 
y superiores a 29 kg/m2 no eran deseables en indi-
viduos de más de 65 años. Son por tanto, estánda-
res de normalidad más altos que para poblaciones 
de menos de 65 años.
Siempre que sea posible se realizarán otras me-
didas antropométricas, como las de los pliegues 
cutáneos y de la circunferencia del brazo. Con res-
pecto a los pliegues, debe resaltarse que a la ho-
ra de interpretarlos no se debe olvidar que con la 
edad disminuye la masa magra y aumenta la masa 
grasa. La masa grasa se distribuye de manera dis-
tinta que en la persona joven, ya que en los ancia-
nos aumenta la grasa interna y disminuye la sub-
cutánea. Además, los pliegues en los ancianos son 
a veces pendulares y difíciles de medir.
Siempre que sea posible, para completar la valo-
ración nutricional desde el punto de vista bioquí-
mico se medirán, además de una analítica general 
de sangre, proteínas, vitaminas y minerales.
El índice de Katz es sencillo y exacto y propor-
ciona una idea clara de la capacidad del anciano pa-
ra poder realizar sus actividades diarias. También 
es útil el índice de Barthel. Para la valoración men-
tal es útilel Mini Mental de Folstein.
Existen muchos métodos de despistaje nutricio-
nal para ancianos, pero no todos son factibles. És-
tos deben ser sencillos y estar al alcance de todos, 
y ser capaces de predecir complicaciones asociadas 
a la desnutrición y por tanto evolución del pacien-
te. También deben determinar si el paciente se be-
neficiará o no con el tratamiento nutricional. El Nu-
trition Screening Initiative (NSI) tiene un cuestionario 
(Determine), muy sencillo que el paciente puede re-
llenar por sí mismo y que informa acerca del riesgo 
nutricional, pero no es un test diagnóstico. Los nive-
les I y II son complejos y no siempre necesarios. El 
Mini-Nutritional Assessment es un sencillo cuestiona-
rio que combina valores antropométricos, valora-
ción general, historia dietética y autopercepción del 
estado nutricional. Es útil para pacientes ingresados 
o frágiles. La valoración global subjetiva (VGS) es fá-
cil y útil (ver Capítulos 3.4 y 4.1).
Una vez conocido el estado nutricional del pa-
ciente es necesario hacerle una serie de recomen-
daciones en cuanto a su ingesta oral. El reparto de 
energía en los ancianos no difiere del de la pobla-
ción general en cuanto a hidratos de carbono (55-
60%) y lípidos (30%). En cuanto a las proteínas, si 
bien las ingestas dietéticas recomendadas de 1989 
sitúan los requerimientos en 0,8 g/kg/día, se pien-
sa que una recomendación ideal podía ser de 1 a 
1,25 g/kg/día. Debe, además, insistirse en la reco-
mendación de 25 g/día de fibra y en un aporte su-
ficiente de agua (2 l/día).
Ahora bien, en muchas ocasiones la alimenta-
ción oral no es suficiente para mantener un esta-
do nutricional aceptable. En estos casos, después 
de una correcta valoración nutricional, se intenta-
rá optimizar la dieta oral con consejos en cuan-
to a número de comidas, consistencia, etc. Si esto 
no es suficiente, se recurrirá a las dietas de tex-
turas modificada; si con éstas no hay un resultado 
positivo, el paso siguiente serán los suplementos 
nutricionales, y si tampoco esto es suficiente a la 
nutrición artificial, enteral o parenteral, dependien-
do de si el intestino es funcionante o no.
En cuanto a los suplementos nutricionales exis-
ten siete estudios aleatorizados y controlados que 
estudian el beneficio de dichos suplementos en esta 
población, y su eficacia en cuanto a mejoría en el es-
tado nutricional y funcional (Tablas 7 y 8). En los 
trabajos, el índice de masa corporal (IMC) de los en-
fermos estudiados oscilaba entre 19 y 25 kg/m2.
En cuatro estudios [Meredith et al. (1992), Fiata-
rone et al. (1994), Gray-Donald et al. (1995) y Potter 
et al. (2001)] se registró un aumento significativo de 
la ingesta de energía total. En todos los trabajos se 
incrementaba el peso, si bien en el de Fiatarone et 
al. sólo en el grupo que hacía, además, ejercicio. 
Menos en el trabajo de Meredith et al., en todos 
mejoraba la capacidad funcional valorada por el test 
de Barthel. En el de Potter et al. disminuía la mor-
102
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
103
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
talidad en el grupo peor nutrido tratado con suple-
mentos. En el trabajo de Gray-Donald et al. incluso 
se reseñaba, con significación estadística, una dismi-
nución en el número de caídas (0% en el suplemen-
tado frente a 21% en el no suplementado). En el es-
tudio de Fiatarone et al. mejoró la fuerza muscular, 
pero sólo en el grupo que además de recibir suple-
mentos nutricionales hacía ejercicio físico.
Merece la pena insistir en que si bien no hay un 
suplemento ideal para los ancianos, por las carac-
terísticas de éstos, son mejor tolerados los de al-
ta densidad calórica, hiperproteicos y tal vez con 
fibra. Como siempre, y dependiendo de la patolo-
gía de base, habrá que individualizar la consisten-
cia. El horario se decidirá según la ingesta oral to-
tal del paciente y su distribución espontánea a lo 
largo del día. Una opción puede ser entre comidas, 
o con la medicación. Está indicado mantener la ad-
ministración de suplementos mientras la ingesta 
oral sea inadecuada.
Como conclusiones, cabe recordar que:
• Los ancianos son una población de riesgo nu-
tricional, en la que siempre hay que hacer una valo-
ración nutricional precoz.
 IMC previo Incremento ↑ de la energía
 (kg/m2) de peso total
 Chandra, 1985 - Sí -
 Meredith, 1992 24,5 Sí Sí
 Woo, 1994 19,3 Sí -
 Fiatarone, 1994* 25 Sí* Sí*
 Gray-Donald, 1995 19 Sí Sí
 Volkert, 1996 19,8 Sí -
 Potter, 2001 Estratificado Sí Sí
Tabla 7. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN ANCIANOS
*Sólo si además de los suplementos nutricionales se hace ejercicio. 
IMC: índice de masa corporal.
 Capacidad funcional
 Chandra, 1985 Mejoría de la función inmune
 Meredith, 1992 No mejoría en el test de AVD
 Woo, 1994 Mejoría en el test de AVD. Mejoría en el test mental
 Fiatarone, 1994 Mejoría de la fuerza muscular en el grupo suplementado
 Gray-Donald, 1995 Disminución en el n.º de caídas (0% vs. 21%)
 Volkert, 1996 Mejoría significativa en el test de AVD
 Potter, 2001 Mejoría en el test de ADV. Disminución de la mortalidad
Tabla 8. ESTUDIOS CON SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN ANCIANOS
(CAPACIDAD FUNCIONAL)
AVD: actividad de la vida diaria.
104
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
105
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
• El consejo nutricional debe comenzar siempre 
por adaptar la dieta oral.
• Si esto es insuficiente, se administrarán suple-
mentos nutricionales.
• Ante la imposibilidad de utilizar la vía oral, pau-
tar nutrición enteral.
• No se debe olvidar el aporte de líquidos.
 4. Conclusiones
1. Una valoración clínica y nutricional debe pre-
ceder siempre a la prescripción de los suplemen-
tos nutricionales.
2. Un consejo dietético encaminado a optimizar 
una adecuada alimentación oral es imprescindible 
antes de comenzar con los suplementos nutricio-
nales, y es preferible al uso de suplementos nutri-
cionales únicamente.
3. Los consejos dietéticos deben continuar si-
multáneamente a la utilización de los suplementos 
nutricionales.
4. Los objetivos a conseguir con los suplemen-
tos nutricionales deben plantearse individualmente 
antes de comenzar su utilización:
a) Son útiles en pacientes con peso bajo y en ni-
ños con retraso del crecimiento.
b) Pueden ser útiles en sujetos con pérdida de 
peso.
c) Son de poca utilidad en pacientes con peso 
normal o sobrepeso que mantienen una dieta oral 
insuficiente.
5. La aceptación por parte del paciente requiere 
una cuidadosa selección del tipo, consistencia, sabor 
y presentación del suplemento nutricional.
6. El horario de la administración debe consen-
suarse con el paciente o sus familiares o con el 
personal sanitario, para no disminuir el consumo 
de alimentos por vía oral.
104
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
105
P. García Peris | C. Cuerda Compés | M. Camblor Álvarez
 Los suplementos nutricionales se definen como 
aquellos preparados alimenticios especiales para 
usos nutricionales específicos, completos o no 
en cuanto a su composición, que complementan 
una dieta oral insuficiente. Estos suplementos 
constituyen un arma de vital importancia dentro 
de la Nutrición Artificial. Su empleo está indicado 
cuando, después de una valoración nutricional 
del paciente, se demuestra que éste está desnu-
trido o en riesgo nutricional y después de que 
se ha intentado optimizar su dieta oral y esta 
opción no es suficiente.
 Los consejos dietéticos deben continuar simul-
táneamente a la utilización de los suplementos 
nutricionales.
 Se debe reevaluar periódicamente la eficacia de 
los suplementos nutricionales en los pacientes, 
tanto desde el punto de vista de la ingesta total de 
energía, como desde el nutricional y funcional.
 Debe hacerse una cuidadosa selección del tipo, 
consistencia, sabor y presentación de los suple-
mentos nutricionales. Igualmente, el horario debe 
adaptarse a la ingestaespontánea del paciente.
 No cabe duda de que los estudios sobre eficacia 
de los suplementos nutricionales en diferentes 
patologías son a veces contradictorios, pero 
siempre se debe plantear su utilización cuando 
la ingesta oral de un enfermo es insuficiente 
para mantener y/o recuperar su estado nutri-
cional y no hay contraindicación expresa para 
los mismos.
 5. Resumen
106
Capítulo 4.4. Suplementos nutricionales como soporte...
Celaya Pérez S. Tratado de nutrición artificial. Grupo Aula 
Médica, S.A. Madrid, 1998.
Es un libro muy práctico y didáctico sobre nutrición artificial.
León Sanz M, Celaya Pérez S. Manual de recomendacio-
nes nutricionales al alta hospitalaria. Novartis Consumer 
Health. Barcelona, 2001.
Es un manual que recoge, muy clara y concisamente, las 
recomendaciones dietéticas y de suplementos nutricionales 
de casi todas las patologías. El lenguaje está muy cuidado 
y pensado para que el enfermo lo pueda entender, ya que a 
él va dirigido.
Planas M, Pérez-Portabella C. Fisiopatología aplicada a la 
nutrición. Ediciones Mayo. Madrid, 2002.
Es un libro muy completo y muy bien diseñado sobre nutri-
ción. Dirigido fundamentalmente a dietistas.
Shils M, Olson J, Shike M, Ross C, 9th ed. Modern nutrition in 
health and disease. Williams & Wilkins. Baltimore, 1999.
Es un libro de alto nivel que incluye el tratamiento nutricion-
al de todas las enfermedades, desde la valoración nutricional 
hasta la dieta oral, los suplementos y la nutrición enteral 
y parenteral.
Stratton RJ, Green CJ, Elia M. Disease-related malnutrition: 
an evidence-based approach to treatment. CABI Publishing. 
London, UK, 2003.
Es un libro basado en la evidencia científica que existe sobre 
la utilización de suplementos, nutrición enteral y parenteral en 
determinadas patologías.
Vázquez C, Santos-Ruiz MÁ. Vademécum de nutrición arti-
ficial, 6ª ed. Díaz de Santos. Madrid, 2004.
Es el único vademécum español que incluye todos los produc-
tos de nutrición artificial (enteral y parenteral) que hay en el 
mercado.
 6. Bibliografía
 7. Enlaces web
 www.espen.org
 www.nutritionweek.org
 www.nadya-senpe.com

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