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43PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
1. DEFINICIÓN
Garnier-Delamare defi ne este cuadro como “Reumatismo crónico no infl amatorio 
de las vértebras y sus articulaciones”. Constituye un proceso de carácter degenerativo no 
infl amatorio que puede afectar a la columna de forma generalizada o de modo segmentario, 
denominándose en tal caso con el nombre de la zona comprometida, es decir, artrosis 
cervical, dorsal o lumbar.
La artrosis raquídea puede ser perfectamente asintomática, constituyendo un 
hallazgo radiológico con ocasión de una exploración de rutina o realizada a raíz de una 
afección visceral. Puede manifestarse clínicamente de numerosas formas. Es preciso siempre 
tener en cuenta que no hay una correlación sistemática entre los signos clínicos y las 
anomalías anatómicas traducidas en el examen radiológico, siendo las zonas con mayor 
amplitud de movimiento la más perjudicadas. Al hablar de espondiloartrosis hay que 
estudiar el proceso de degeneración discal y vertebral.
2. DETERIORO DISCAL
El disco intervertebral sufre un proceso involutivo en el curso de los años, se va 
deteriorando, viéndose sometido a una alteración de su estructura, morfología y propiedades 
iniciales. A partir de los 50 años la mayoría de personas tienen signos radiológicos de 
degeneración discal en uno o varios niveles. Este proceso debe considerarse normal si no 
excede de ciertos límites y no se acompaña de dolor. Mientras que la degeneración discal es 
2TEMA
Espondiloartrosis o 
artrosis vertebral
María Concepción Pérez Alcaina, José María 
Lozano Fernández, Gloria Ruiz Arango y Juan 
Anula Martínez
44 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
progresiva, el dolor de origen vertebral predomina entre los 30 y los 50 años, disminuyendo 
su frecuencia en edades posteriores. Es necesario tener presente esta falta de correlación 
entre artrosis vertebral y dolor para comprender muchos aspectos peculiares de la patología 
vertebral. La frecuencia de la localización está en relación con la movilidad. Por ello, la 
artrosis es más frecuente en los últimos segmentos cervicales y lumbares, inmediatamente 
por encima de los segmentos más rígidos como son el dorsal y el sacro.
En el curso de la vida se produce una progresiva disminución del contenido acuoso 
del disco. En el núcleo joven el colágeno está en pequeña proporción, mientras que las 
fi bras colágenas representan el elemento fundamental del anillo fi broso. Con la edad se 
produce un aumento del contenido de colágeno en el núcleo, de forma que la diferenciación 
entre el anillo y el núcleo es cada vez menos evidente. Al mismo tiempo que aumenta el 
colágeno, disminuye el contenido en proteoglicanos. Con estos cambios el núcleo pierde 
su condición de gel, y con ello disminuye su capacidad de absorción y redistribución de 
fuerzas, y asimismo disminuyen la resistencia y la elasticidad del anillo.
En el fenómeno de la degeneración discal intervienen todas las estructuras discales 
y el hueso adyacente. Las alteraciones básicas son:
- Fisuración y deformación del núcleo pulposo y del anillo fi broso.
- Degeneración fi brilar del cartílago hialino de la placa cartilaginosa.
- Esclerosis del hueso subcondral y formación de osteofi tos.
Probablemente el trastorno inicial tiene lugar en el núcleo, y secundariamente resulta 
afectado el anillo, quizás a consecuencia de las presiones anormales que recibe al perder 
al núcleo su condición de gel. Las fi suras que se observan en el núcleo pueden prolongarse 
hasta el anillo. Al propio tiempo, en la placa cartilaginosa se producen alteraciones similares 
a las que se observan en el cartílago hialino de las articulaciones diartrodiales en la artrosis 
(fi suración, destrucción, etc.).
En el hueso esponjoso subcondral tiene lugar la aposición de hueso nuevo. Esta 
neoformación ósea tiene probablemente la fi nalidad de compensar la anormal distribución 
de tensiones intradiscales y la movilidad anormal del disco degenerado.
Estos mismos factores son los responsables de la formación de los osteofi tos, 
prominencias óseas situadas en los bordes de los cuerpos vertebrales constituidos por 
hueso esponjoso sin solución de continuidad con ellos.
Con el fenómeno de degeneración discal disminuye la altura del disco. Este signo, 
la osteofi tosis y la esclerosis subcondral, constituyen la expresión radiológica de la 
degeneración discal.
En la región cervical y lumbar la disminución de la altura discal puede determinar 
el desplazamiento de un cuerpo vertebral hasta atrás en relación con el inmediato inferior 
(retrolístesis), que también tiene su expresión radiológica.
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Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
3. REPERCUSIÓN SOBRE ELEMENTOS VECINOS
La degeneración discal comporta un trastorno funcional. El disco normal permite un 
cierto grado de movimiento, pero al mismo tiempo establece un límite al mismo. El disco 
degenerado determina que el movimiento entre dos segmentos vertebrales adyacentes 
no sea normal (inestabilidad del segmento móvil). Existe una interdependencia funcional 
y patológica entre el disco y otras estructuras situadas entre dos vértebras, como las 
articulaciones posteriores o interapofi siarias, los ligamentos intervertebrales comunes 
anterior y posterior, los ligamentos amarillos y los ligamentos interespinosos. Todo ello 
constituye lo que se denomina segmento móvil o segmento motor de Junghans.
Cualquier alteración de la morfología o de la función del disco repercute sobre 
las demás estructuras del segmento móvil. La “hipermovillidad discal” se asocia a una 
movilidad anómala de las articulaciones posteriores. Asimismo, la disminución de la altura 
discal puede dar lugar a una incongruencia o subluxación de las mismas. Los movimientos 
extremos del segmento móvil llevan a las articulaciones posteriores al límite de su 
resistencia, y esta sobrecarga funcional da como resultado una artrosis interapofi saria. De 
la misma forma, los distintos ligamentos se resienten en uno u otro sentido: relajación o 
tensión. Así pues, en la interpretación de los síntomas de origen vertebral, aunque el disco 
sea la estructura en que los trastornos son más aparentes e incluso pueden ser los más 
precoces, hay que considerar que se produce una alteración global de todo un segmento 
móvil y con toda seguridad el origen del dolor no radica en el disco, casi completamente 
desprovisto de terminaciones sensitivas, sino en las articulaciones posteriores o en los otros 
elementos con una invervación mucho más abundante y difusa.
Junto a estas alteraciones de los distintos elementos vertebrales de origen 
degenerativo discal, hay que colocar la repercusión sobre los elementos nerviosos vecinos, 
de gran trascendencia en clínica. En la columna cervical las prominencias discoosteofíticas 
que ocupan espacio dentro del conducto raquídeo pueden ser causa determinante 
o predisponente de la mielopatía, aunque en la determinación de la misma pueden 
confl uir otros factores, como insufi ciencia de irrigación, prominencia de los ligamentos 
amarillos, estenosis del conducto raquídeo, etc. Asimismo en la columna cervical dichas 
prominencias pueden comprimir la raíz nerviosa, tanto en su trayecto intrarraquídeo como 
intracanalicular.
4. SIGNOS RADIOLÓGICOS DE DEGENERACIÓN DISCAL
En las radiografías convencionales la degeneración discal se traduce por dos signos 
básicos: 
- Disminución de la altura del espacio discal.
- Los osteofi tos.
46 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
- Otros signos menos frecuentes son la esclerosis de las plataformas y la 
retrolístesis. Excepcionalmente aparece el fenómeno del vacío.
4.1. LA DISMINUCIÓN DE ALTURA DISCAL.
Es un signo inespecífico, pues también se presenta en las espondilitis. El 
acompañamiento de osteofi tos avala su signifi cación artrósica. Para valorar la disminuciónde la altura discal conviene tener un conocimiento claro de la altura normal del disco y 
que es diferente en las distintas regiones vertebrales:
- En la columna cervical cada disco es ligeramente más alto que su inmediato 
superior. La altura de C7-D1 es menor que la de C6-C7. Desde C7 a D5 la 
altura va disminuyendo progresivamente, y a partir de este nivel vuelve a 
aumentar a medida que se va descendiendo. 
47PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
- En la columna lumbar la mayor altura de un disco en relación con el 
inmediato superior es muy manifi esta a simple vista. 
- El disco lumbosacro constituye una excepción, pues su altura es muy 
variable, generalmente menor que la de los restantes discos lumbares. 
La altura discal se aprecia bien en las radiografías laterales.
4.2. EL OSTEOFITO.
Es el signo más demostrativo de artrosis. La mayoría de veces se localizan en 
el borde anterior de las plataformas. Con su clásica forma en pico de loro, dirige su 
punta hacia la vértebra contigua o se dispone horizontalmente. Los osteofi tos de 
dos vértebras contiguas pueden aproximarse mucho, pero rara vez llegan a ponerse 
en contacto. Los osteofi tos posteriores son menos frecuentes y generalmente menos 
pronunciados.
4.3. OTROS.
- La retrolístesis: consiste en el desplazamiento hacia atrás de una vértebra 
respecto a la inmediata inferior. Se observa sólo en la columna lumbar y 
cervical.
- El fenómeno del vacío intradiscal: consiste en la presencia de una claridad 
alargada de delante atrás a nivel del disco. Puede ocupar toda la longitud 
del mismo o sólo una pequeña porción.
5. ARTROSIS INTERAPOFISARIA
Las articulaciones posteriores o interapofi sarias están constituidas por los mismos 
elementos que las articulaciones periféricas. La artrosis provoca en ellas las mismas lesiones 
que en estas últimas. El proceso empieza con la aparición de grietas en los cartílagos, después 
fi suras, y seguidamente fenómenos reactivos óseos, esclerosis subcondral y osteofi tosis. En 
casos avanzados la destrucción del cartílago puede ser total.
Frecuentemente en la mujer, después de los 50 años, se integra en el marco del 
síndrome trifostáticos de la posmenopausia (De Sèze), caracterizado por una hiperlordosis 
lumbar, con obesidad y relajación de la grasa abdominal, osteoporosis y artrosis 
lumbosacra.
La artrosis interapofi saria puede dar lugar a una espondilolistesis de L4 o de L5, 
por hundimiento de las apófi sis articulares. En caso de hiperlordosis existe un contacto 
interespinoso, subrayado por una condensación ósea (artrosis interespinosa o síndrome 
de Baastrup).
48 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
6 . E S P O N D I L O L I S T E S I S D E G E N E R A T I V A O 
PSEUDOESPONDILOLISTESIS DE JUNGHANS
En casos avanzados de artrosis interapofi saria lumbar la carilla superior de la 
apófi sis articular de la vértebra inferior se aplana y permite la subluxación articular y el 
deslizamiento hacia delante de la vértebra superior, es decir, el desplazamiento anterior 
de una vértebra sobre otra, la superior sobre la inferior. Es la espondilolístesis degenerativa 
o pseudoespondilolístesis de Junghans, que tiene una personalidad clínica y radiológica 
bien defi nida. La gravedad se evalúa en cuatro grados, dependiendo del desplazamiento 
relativo de la vértebra superior sobre la inferior.
Examen radiológico.
La proyección de perfi l suele confi rmar el diagnóstico, pero es necesario practicar 
proyecciones oblicuas para descartar la presencia de una lisis del istmo. Por otra parte las 
proyecciones oblicuas permiten comprobar la artrosis interapofi saria, así como precisar 
el grado de inclinación hacia delante del plano articular. La proyección anteroposterior 
da a menudo una imagen característica. Las articulaciones interapofi sarias del segmento 
afectado destacan en la radiografía con marcados y a veces exuberantes signos de 
artrosis.
La espondilolístesis degenerativa es más frecuente en la mujer en la proporción de 
4,5 a 1 elevado a 11. Los síntomas se inician en la segunda mitad de la vida; es raro que 
aparezcan antes de los 40 años. 
Clínicamente los enfermos acuden a la consulta por dolor lumbar, dolor irradiado 
a uno o ambos glúteos, dolor referido a la cintura pelviana y a muslos con claudicación 
intermitente vertebral, si el desplazamiento vertebral implica un estrechamiento 
del canal medular o con radiculopatía si compromete el espacio en los agujeros de 
conjunción. 
La morfología corporal es característica, con sobrepeso prácticamente constante, 
abdomen prominente, hiperlordosis y surcos lumbares y costoilíacos profundos. Es probable 
que esta morfología y el trastorno estático que produce sea uno de los factores que 
contribuyen a la luxación de las articulaciones posteriores
La localización habitual es la 4ª lumbar, en contraste con la espondilolístesis ístmica 
que predomina en la 5ª. En general el desplazamiento es de unos milímetros, sobrepasando 
raramente el centímetro.
En general la aplicación de un corsé de sostén lumbar disminuye o suprime el dolor. 
La artrodesis rara vez está indicada.
49PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
7. ARTROSIS CERVICAL
7.1. DEFINICIÓN.
La cervicartrosis es un problema médico diario: es una entidad anatomoradiológica 
extremadamente frecuente después de los 40 años que se convierte casi en “fi siológica” a 
medida que se avanza en edad; así, el 80 % de los individuos presenta una artrosis cervical 
después de los 80 años.
En el nivel superior (C1 y C2), responsable de los movimientos de rotación; su 
afectación artrósica es excepcional.
En el nivel inferior (C3 a C7), dedicado a la antefl exión y retrofl exión. La máxima 
movilidad del raquis cervical radica en el segmento inferior, es decir, en los discos C5-C6 
u C6-C7; esto explica la frecuencia de la artrosis a este nivel, debido a la doble carga 
dinámica que se le impone.
Tres sistemas articulares de la región cervical defi nen dos encrucijadas anatómicas 
para los elementos vasculonerviosos:
• El canal medular.
 La encrucijada “uncoarteriorradicular”, que incluye: el canal transverso, 
formado por la superposición de los agujeros transverso de C2 a C6. 
Contiene a la arteria vertebral y sus venas y a numerosas formaciones 
nerviosas, particularmente simpáticas. La arteria está en estrecha relación 
con el raquis, al que sigue en todos los movimientos cervicales, algunos de 
los cuales disminuyen su calibre (hiperextensión y rotación).
Nervio Raquídeo
Osteofi tosis Posterior
Arteria Vertebral
Canal Medular
LA ENCRUCIJADA UNCOARTE-
RIORRADICULAR
• El canal de conjunción o espacio interpedicular contiene la raíz nerviosa, 
corta y voluminosa que atraviesa un estrecho desfi ladero, siendo, por tanto, 
muy vulnerable. 
50 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
 En todos los segmentos articulares hay lesiones degenerativas que 
repercuten en los diferentes elementos contenidos en las encrucijadas 
anatómicas.
 La artrosis discosomática provoca una degeneración estructural del 
disco, especialmente en los tres últimos. Puede dar lugar a:
- Una hernia discal por protusión del núcleo.
- Una osteofi tosis anterior, posterior o lateral, que con la uncartrosis 
entra a formar parte del nódulo discoosteofítico.
 Se asocia a menudo con la artrosis interapofi saria posterior, que irrita a 
la rama posterior del nervio raquídeo.
• La uncartrosis, o artrosis uncal: se asocia a la degeneración discal y, por 
medio del “nódulo discoosteofítico”, comprime los diversos elementos de 
la encrucijada uncoarteriorradicular.
 
Pinzamiento discal
Osteofi tosis anterior
Uncartrosis
Raiz nerviosa
Osteofi tosis
interapofi saria
posterior
7.2. SIGNOS RADIOLÓGICOS.
La exploración radiológica del raquis cervical incluye varias placas: de frente y de 
perfi l estricto, lasplacas en oblicua derecha e izquierda son eventuales y, a veces, placas 
dinámicas en fl exión y en extensión. A veces es necesario completar la exploración con 
una radiografía con la boca abierta, explorando la charnela cervicooccipital para eliminar 
una afección a este nivel.
La artrosis de los tres sistemas articulares se manifi esta:
• Al principio hay un pinzamiento discal que afecta a los tres últimos discos, 
con alteraciones estáticas y disarmonía de la curvatura y de los desniveles 
vertebrales. Esto aparece, sobre todo, en la exploración radiológica de perfi l.
• En un estadio más avanzado se observa:
- En la placa de frente: osteofi tosis de los uncus, condensación ósea de 
las plataformas y desbordamiento lateral por artrosis interapofi saria 
posterior.
51PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
- En la placa de perfi l: pinzamientos discales (desde C5 a C7) con 
esclerosis de las plataformas, osteofi tos anteriores de importancia 
variable, a veces “ en puente”, y anomalías de curvatura (deslizamientos 
vertebrales, raquis en gran S).
- En las placas oblicua: estrechamiento de los agujeros de conjunción 
“en ojo de cerradura”.
No hay ningún paralelismo entre la importancia de los signos radiológicos y 
los eventuales signos clínicos, así, algunas artrosis cervicales importantes pueden ser 
clínicamente mudas.
 
7.3. DATOS ETIOLÓGICOS.
La artrosis cervical manifestada clínicamente viene favorecida por las anomalías 
congénitas (bloques vertebrales, atrofi as vertebrales), por los traumatismos directos 
(fracturas, luxaciones) e indirectos (“golpe del conejo” en los accidentes de circulación), 
por la sobrecarga funcional en forma de microtraumatismos, etc.
7.4. MANIFESTACIONES CLÍNICAS.
7.4.1. Las algias cervicales.
Se manifi estan de forma crónica o aguda:
a) Crónicas: los dolores del cuello y de la nuca comienzan progresiva, 
espontáneamente o después de un esfuerzo. Son:
- Permanentes o intermitentes, apareciendo con el desentumecimiento 
o con ciertos movimientos de la vida corriente o profesional.
- De intensidad moderada, los enfermos hablan de sensaciones de “arena 
en el cuello”.
- Generalmente predominan en un lado, desde el que pueden 
irradiar hacia el occipucio o la región supraescapular. A veces son 
bilaterales.
- La impotencia funcional es debida en parte al dolor (imposibilidad de 
ir marcha atrás con el coche).
- El examen clínico suele ser bastante pobre, ciñéndose al descubrimiento 
de una ligera limitación de los movimientos extremos, particularmente 
de los de rotación o inclinación lateral. Se pueden despertar algunos 
puntos dolorosos, anterolaterales o posteriores.
- La evolución de las cervicalgias crónicas es caprichosa, así, junto 
a períodos prolongados de calma sobrevienen épocas de dolores 
persistentes que a veces están enmascarados por crisis agudas o por 
la aparición de cervicobraquialgias.
52 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
b) Agudas: es el “tortícolis agudo”: 
- Dolor muy intenso con bloqueo cervical.
- Importante contractura y desviación antiálgica. 
- Aparece después de un esfuerzo, una exposición al frío o cuando se 
ha mantenido una mala postura durante largo tiempo. 
- Enmascara el curso de un dolor crónico y precede a la neuralgia 
cervicobraquial.
La neuralgia cervicobraquial: puede ser uno de los primeros signos de la cervicartrosis 
o complicar una historia, más o menos antigua, de cervicalgias. Se caracteriza por un dolor 
muy intenso de carácter radicular.
7.4.2. Las algias dorsales y torácicas.
A menudo son debidas a la artrosis cervical. Acompañan a una cervicobraquialgia y, 
a veces, la preceden. Se trata de dolores dorsales, unilaterales y, a menudo, interescapulares 
frecuentes, profundos, lancinantes, no pulsátiles y continuos. Pueden ser seudoanginosos 
aislados o asociados a una coronaritis preexistente, a la que agravan (angor intrincado).
7.4.3. Las cefaleas.
Algunas son de origen cervical. En este caso se caracterizan:
- Predominancia matutina, uni o bilaterales.
- Irradiación temporal o frontal, supra y retroorbitaria.
- Un contexto cervical.
- Dolor a la movilización del raquis con antecedentes recientes o antiguos 
de neuralgia cervicobraquial.
- No hay ningún signo neurológico.
En numerosos casos, la cervicartrosis no es responsable de las cefaleas, cuando se 
trata de manifestaciones de origen neurótico, migrañosas o neurovegetativas. En estos 
casos, estas cefaleas pueden incluirse en el cuadro de un síndrome de Barré-Liéou.
7.5. SÍNDROMES DOLOROSOS DEL MIEMBRO SUPERIOR EN EL CURSO DE 
LA ARTROSIS CERVICAL.
La artrosis cervical desempeña un papel bastante importante en la génesis de ciertos 
síndromes dolorosos del miembro superior.
7.5.1. Las acroparestesias.
Son hormigueos dolorosos de la mano y de los dedos y aparecen, sobre todo, en 
la mujer en período menopáusico, a la que despiertan en la 2ª mitad de la noche. Se 
53PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
deben generalmente a una compresión o a una irritación en el canal carpiano del nervio 
mediano, en cuyo territorio se proyectan. En algunos casos, raros, no puede excluirse un 
origen cervicoartrósico.
7.5.2. La epicondilalgia.
Suele deberse a una tenoperiostitis de los músculos epicondíleos que, a veces, es 
simple testimonio de una auténtica cervicobraquialgia.
7.5.3. Hombro doloroso.
Tanto en su forma simple (tendinitis del supraespinoso o de la porción larga del 
bíceps) como en su forma anquilosante (hombro congelado, verdadera variedad de 
algodistrofi a), también puede ser inducida por una neuralgia cervicobraquial. De cualquier 
forma, el terreno artrósico la favorece.
7.5.4. Distrofi a Simpático Refl eja (DSR).
En el miembro superior, favorecida por un contexto artrósico, el síndrome hombro-
mano puede complicar una neuralgia cervicobraquial.
7.6. PRINCIPALES PROCESOS.
7.6.1. Síndrome simpático cervical posterior o de Barré-Liéou.
El síndrome de Barré-Liéou es un conjunto clínico sintomático que aparece en un 
artrósico cervical. El papel de la artrosis es muy discutido.
1. Características etiológicas: poco frecuente, se ven en general en la mujer 
alrededor de los 50 años y en período menopáusico. A menudo en un terreno 
distónico neurótico. Con frecuencia es espontáneo, aunque a veces aparece 
en el curso de un traumatismo cervical (accidente de automóvil) o, más 
rara vez, craneal.
2. Características clínicas: es un síndrome subjetivo, desencadenado o agravado 
por los movimientos de la cabeza, que asocia:
- Cefaleas frecuentes, sobre todo cervicooccipitales, que irradian hacia 
la frente. Se trata de un dolor frecuente, profundo y lancinante, no 
pulsátil, continuo y con paroxismos dolorosos, relacionados con ciertas 
posiciones de la cabeza (hiperextensión), con el cansancio o con los 
cambios de temperatura.
- Sensaciones vertiginosas: constantes, como una simple sensación de 
inestabilidad o como un verdadero vértigo, desencadenado por el 
54 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
cambio de posición de la cabeza, la rotación y la inclinación lateral. 
Puede asociarse un nistagmus de posición periférico, horizontal-
rotatorio.
- Manifestaciones auditivas: acúfenos uni o bilaterales (zumbidos, 
silbidos) y sensación de orejas tapadas sin signos objetivos.
- Manifestaciones visuales: alteraciones sensoriales (niebla, fatigabilidad, 
moscas volantes, escotomas centelleantes), sensitivas (impresión de 
“arena en los ojos”) y dolores retrobulbares o periorbitarios.
3. Signos secundarios:
- Dolores faciales, con crisis vasomotoras.
- Alteraciones laríngeas (ronquera o afonía transitoria).
- Alteraciones faríngeas (sensación de sequedad, ardores, hormigueos, 
“bola en la garganta”).
- Cervicalgias con el cansancio y con los cambios de posición.
4. El examen clínico suele ser pobre: puntos dolorosos occipitalescon limitación 
dolorosa variable de los movimientos de extensión y de lateralidad del raquis 
cervical. A veces, a la auscultación se perciben soplos arteriales cervicales.
5. El examen radiológico pone en evidencia una artrosis cervical de C4 a C7, 
sin características radiológicas especiales.
A veces, únicamente se citan las manifestaciones funcionales vertiginosas, auditivas, 
visuales y la molestia laríngea. Deben ponerse en cuanto a la artrosis cervical, las mismas 
reservas que en síndrome de Barré-Liéou.
En realidad, el síndrome de Barré-Liéou reagrupa dos tipos distintos de hechos:
A) A principios del siglo xx Barré y Lieou establecieron el concepto de «síndrome 
del simpático cervical posterior» y se ha considerado que este síndrome se debe a la 
espondiloartrosis cervical. Inicialmente se atribuyó a la irritación del nervio vertebral por 
parte de los osteófi tos cervicales, posteriormente ha predominado la teoría de que este 
síndrome se debe a la compresión de la arteria vertebral por los osteófi tos cervicales, dando 
lugar a la insufi ciencia vertebrobasilar. Pero esta insufi ciencia no sería capaz de explicar 
por si sola el síndrome, por lo que parece más lógico implicar más factores. La isquemia 
sólo es posible si a la compresión por los osteofi tos se asocia a ateromatosis de las propias 
arterias vertebrales y de las carótidas, anomalía o agenesia completa de la arteria vertebral 
del otro lado, o, más raramente, malformación, fractura o subluxación en la región de la 
charnela. Los últimos avances se inclinan más por una irritación de la capa adventicia de 
la arteria vertebral por los osteofi tos uncovertebrales o interapofi sarios.
B) En otros casos, el síndrome de Barré-Liéou representa la expresión somática de un 
problema psicológico, traduciendo así un estado depresivo-ansioso, reaccional a diversas 
difi cultades y generalmente curable por medio de una terapéutica timoanaléptica.
55PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
7.6.2. Las medulopatías cervicoartrósicas.
Ciertas medulopatías están relacionadas con la artrosis, en particular por la existencia 
asociada del canal raquídeo.
La clínica es la de una compresión medular progresiva que incluye:
a) En los miembros superiores: un síndrome doloroso radicular con abolición 
del refl ejo correspondiente, alteraciones motoras de variable importancia 
(pérdida de agilidad de las manos y de los dedos, debilidad de un brazo), 
una amiotrofi a tipo Aran-Duchenne y parestesias de las manos.
b) En los miembros inferiores: alteraciones de la marcha (fatigabilidad anormal 
de los miembros inferiores, síndrome de claudicación intermitente medular 
y paraparesia).Es fundamental la ausencia de afectación de las estructuras 
nerviosas intracraneales. 
En algunos casos raros, el cuadro clínico es más atípico, evocando una paraplejía 
espástica aislada, una esclerosis lateral amiotrófi ca o combinada de la médula o una 
siringomielia.
La responsabilidad de la cervicartrosis puede ser confi rmada por:
- Las circunstancias de aparición (varón entre 45 y 60 años), que 
es, generalmente, espontánea y progresiva, con frecuentes causas 
desencadenantes traumáticas (accidentes de automóvil, esfuerzos físicos 
repetidos) o profesionales (esfuerzos prolongados y repetidos).
- La evolución lenta y progresiva de la afección.
- La existencia de signos clínicos cervicales: algias cervicales o tortícolis 
de repetición, rigidez cervical, así, la fl exión brusca de la cabeza y región 
cervical provoca una descarga dolorosa, a lo largo del raquis, hasta los 
miembros inferiores.
- La existencia de signos radiológicos concretos: las placas standard objetivan 
una artrosis cervical importante, con anomalía de curvatura. La tomografía 
muestra un estrechamiento neto del canal raquídeo.
- Las exploraciones neurorradiológicas, por medio de la exploración con 
lipiodol y, sobre todo, por la mielografía gaseosa, ponen de manifi esto 
la compresión y el estrangulamiento de la médula, por una osteofi tosis 
manifi esta. Permiten confi rmar la existencia de una estenosis del canal 
medular, eliminando cualquier otra causa de compresión medular (hernia 
discal o tumor).
- Las medulopatías cervicoartrósicas obligan, cuando el cuadro medular 
se agrava y antes de que se instaure un défi cit demasiado severo, a una 
solución quirúrgica.
56 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
Tratamiento.
La crisis dolorosa, derivada de una artrosis cervical se benefi cia, exclusivamente:
1. Del tratamiento medicamentoso, común a todas las artrosis: son 
particularmente útiles los antiálgicos.
2. De tratamientos físicos: reposo mediante el uso de una minerva, o 
aplicando suspensiones cervicales suaves, tracciones cervicales, masajes y 
fi sioterapia.
3. De las terapéuticas complementarias (infi ltraciones en los puntos dolorosos, 
radioterapia antiinfl amatoria, crenoterapia).
A continuación vamos a ver la evaluación y tratamiento fi sioterápico en la artrosis de 
columna, delimitando cada uno de los segmentos afectados: cervical, dorsal y lumbar. 
8. TRATAMIENTO EN LOS DIFERENTES SEGMENTOS DEL RAQUIS
8.1. ARTROSIS CERVICAL.
8.1.1. Valoración.
Observación.
El paciente se sienta bajo una buena 
luz. Se observa la postura desde atrás por 
delante y de costado anotándose: porte 
de la cabeza, deformidad ósea, desgaste 
muscular, asimetría. Se tiene presente 
el patrón de dolor y se anota la mano 
dominante. 
Movilidad y fuerza.
Se prueban movimientos activos 
de la columna cervical. Si son completos 
y sin dolor, se aplica suavemente una 
sobrepresión al fi nal del espectro. Durante 
el movimiento se anota el espectro, 
comportamiento del dolor, deformidad 
protectora y patrón de movimiento en 
los segmentos cervical superior e inferior. 
Con el paciente sentado se prueba la 
fuerza muscular isométrica e isotónica 
de los músculos cervicales altos, se elevan 
57PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
ambos hombros para probar la articulación escapulohumeral y la función de la cintura 
escapular.
Valoración neurológica.
Se le pide al paciente que se acueste en decúbito dorsal con la cabeza apoyada 
en una almohada. Se efectúan pruebas neurológicas. Se estudian los refl ejos de la fuerza 
muscular isométrica en la distribución de las raíces nerviosas y la sensibilidad en la 
distribución dermatómica. La sensibilidad se prueba por medio de toques suaves. Cuando 
es necesario puede reducirse a la diferenciación entre pinchazos con el alfi ler y toques 
con el algodón. La sensibilidad al calor se prueba usando tubos de prueba fríos y calientes. 
Los músculos de las extremidades superiores se prueban isotónica e isométricamente. Si 
es necesario se estudian las articulaciones de los miembros superiores.
Valoración afecciones de la arteria vertebral.
Se realizará dicha valoración mediante el test de Klein, que consiste en: estando el 
paciente preferentemente tumbado en supino, llevaremos la cabeza a extensión, rotación 
e inclinación homolateral, manteniendo esa posición durante 20-30 segundos. El test se 
hará rotando la cabeza a un lado y a otro para asi valorar ambas arterias vertebrales. Lo 
que se busca es si aparecen signos como mareos, vértigos o nauseas, aunque algunas veces 
pueden aparecer nistagmus.
Palpación.
Se le pide al paciente que se coloque en decúbito ventral con la frente apoyada 
en ambas manos. La palpación de la columna cervical y región de los hombros comienza 
con la palpación en busca de cambios de temperatura y sudoración. Se palpan los tejidos 
blandos buscando la sensibilidad, espasmo muscular o engrosamiento fi broso. Se considera 
la alineación de las vértebras antes de efectuar cualquier prueba de movimientos accesorios 
intervertebrales.
8.1.2. Objetivos.
- Aliviar el dolor.
- Prevenir mayor tensión o lesión de las articulaciones afectadas.
- Mejorar los movimientos.- Mejorar la fuerza muscular.
- Corrección postural.
58 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
8.1.3. Tratamiento fi sioterapéutico.
a) En una exacerbación aguda: 
- Reposo absoluto durante unos días. 
- El fi sioterapeuta puede aportar un collar temporal para su uso durante 
el día para limitar el movimiento y un collar blando de sostén durante la 
noche. Debe advertirse al paciente que evite entrar en cuartos oscurecidos 
o que salga en la oscuridad y que no conduzca automóviles mientras usa 
el collar, esto se debe a que la capacidad para juzgar las distancias está 
alterada debido a la pérdida del ingreso propioceptivo desde la columna 
cervical. El uso de collarines es muy útil en esta fase pero no hay que 
olvidar los efectos negativos que su uso prolongado acarrea, como son, 
atrofi a muscular, pérdida de estimulación propioceptiva y dependencia 
al collarín. Por todo esto se deberá retirar lo antes posible.
- Debe discutirse la postura para dormir y ajustarse según necesidad el 
número de almohadas. Puede enseñarse al paciente a hacer una almohada 
en mariposa tomando una almohada blanda común y anudándola 
fl ojamente en el centro de modo que los dos extremos proporcionen un 
sostén para impedir la fl exión lateral de la región cervical. El paciente 
se acuesta con su cabeza y cuello en el área central con las dos alas de 
mariposa sosteniendo el cuello, también pueden darse consejos posturales 
para cabeza, cuello y hombros.
- Si la presión sobre una raíz nerviosa causa un dolor radicular agudo en 
un paciente con espondilosis cervical, puede lograrse alivio de la presión 
con tracción cervical sostenida intermitentemente. El paciente se ubica 
de forma tal que el segmento afectado esté en la posición media de su 
espectro de fl exión y extensión y se aplica tracción manualmente o por 
medio de un aparato con poleas. No debe aliviarse totalmente el dolor ya 
que esto a menudo lleva a una exacerbación cuando se libera la tracción. 
La tracción puede mantenerse hasta media hora cada vez y puede repetirse 
más de una vez al día.
- Masaje suave descontracturante.
b) Una vez que la fase aguda del dolor ha pasado, aplicamos:
- Técnicas de movilización pasiva pueden aliviar el dolor aun más y 
restablecer la movilidad local.
- Deben darse consejos ergonómicos al paciente y un programa para el 
hogar de ejercicios posturales y de movimientos activos suaves para 
mantener un espectro de movimiento sin dolor.
59PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
- El calor en forma de paños calientes, una botella con agua caliente o 
una almohadilla eléctrica pueden ayudar a aliviar el dolor de un espasmo 
muscular, así como los masajes en la región del cuello y hombros.
- También ayudarán a aliviar el dolor ultrasonidos, corrientes diadinámicas, 
parafangos o los infrarrojos, iontoforesis.
 
c) Los pacientes con un dolor más crónico de origen cervical pueden 
aliviarse:
- Con tracción axial intermitente, usada por su efecto movilizador y alivio 
del espasmo muscular. 
- Las técnicas de movilización pasiva que tienen un efecto bilateral son 
muy valiosas y pueden usarse más de una técnica en una sesión de 
tratamiento. 
- Ejercicios activos y de corrección postural para mantener el aumento del 
espectro de movimiento.
- Aunque estos pacientes rara vez pueden requerir el uso de un collar de 
forma prolongada, pueden benefi ciarse con consejos ergométricos y en 
cuanto a las posiciones para dormir.
- Continuar con la termoterapia en forma de infrarrojos, paños calientes, 
etc.
- Electroterapia analgésica con onda corta, ultrasonidos y diadinámicas.
- Masaje transverso profundo de Cyriax y puntiforme.
- Manipulaciones cervicales prudentes, siempre que no esté 
contraindicado.
- Ejercicios de PNF (facilitación neuromuscular propioceptiva).
8.2. ARTROSIS DORSAL.
8.2.1. Concepto y causas.
Muy frecuente entre la población general. Estos dolores dorsales pueden tener una 
etiología muy diversa, desde un dolor puramente mecánico propio de la columna hasta un 
dolor referido visceral o irradiado por un disco protruido. Las principales causas son:
- Alteración de partes blandas (múculo-ligamentosas).
- Alteraciones de la estática vertebral ya sea congénita o adquirida.
- Espondilitis anquilosante y enfermedad de Scheuerman.
- Espondiloartrosis.
- Osteoporosis.
- Tumores.
60 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
8.2.2. Valoración.
Observación. 
El paciente se sienta bajo una buena luz. se observa la postura desde atrás, adelante 
y el costado anotando: porte de la cabeza y cintura escapular, posición escapular y contorno 
general de las costillas y región vertebral, deformidad, desgaste muscular, asimetría. Se 
considera el patrón de dolor.
Movilidad y fuerza.
Se prueban los movimientos activos de la columna dorsal. La fl exión es un 
movimiento de hundimiento seguido de la extensión hasta la posición erecta incluyendo 
cualquier otra extensión que sea posible. Debe cuidarse de asegurar que el movimiento 
esté limitado a la columna dorsal. Las mediciones son difíciles de hacer. Si los movimientos 
son completos y sin dolor, se aplica suavemente una sobrepresión al fi nalizar el espectro. 
Durante el movimiento se anota el espectro, conducta del dolor, deformidad protectora y 
patrón de movimiento. Pueden probarse movimientos del cuello por dolor dorsal superior. 
Se prueba la respiración- inspiración y espiración completas seguidas de tos.
Valoración neurológica.
Con el paciente en decúbito dorsal con la cabeza apoyada en una almohada. Se 
efectúan pruebas neurológicas de las extremidades inferiores según se considere necesario 
por la distribución del dolor y los síntomas descritos durante el examen subjetivo. Las 
pruebas de elevación de la pierna estirada y fl exión pasiva del cuello pueden indicar 
tensión dural.
Luego se le pide al paciente que se ubique en decúbito ventral con los brazos a 
los costados. Se considera el contorno general con la cabeza hacia un lado y hacia otro. 
Luego se deja que el paciente mantenga la cabeza hacia el lado preferido. Se prueba, la 
fuerza muscular isométrica e isotónica de los músculos dorsales, seguido de pruebas de 
sensibilidad.
Palpación.
Se palpa la columna dorsal. Se observan cambios de temperatura y sudoración y se 
palpan los tejidos blandos por sensibilidad, espasmo muscular o engrosamiento fi broso. 
Una prueba adicional en esta región es la prueba de combamiento con la mano plana. El 
fi sioterapeuta usa suavemente su peso corporal a través de su mano colocada plana sobre las 
apófi sis espinosas vertebrales para combar la columna desde arriba hacia abajo. Fácilmente 
se detectan áreas de espasmo. Se considera la alineación de las vértebras y costillas 
61PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
antes de probar movimientos accesorios intervertebrales y espectros costovertebrales y 
costotransversos.
Se realizará además la prueba del Quickscanning que consiste en colocar al paciente 
en sedestación con los brazos cruzados sobre el pecho, mientras el fi sioterapeuta presiona 
con el puño sobre cada una de las apófi sis espinosas buscando dolor local o irradiado 
según dermatomas.
8.2.3. Objetivos.
• Aliviar el dolor.
• Prevenir mayor tensión o lesión de las articulaciones afectadas.
• Mejorar los movimientos.
• Mejorar la fuerza muscular.
• Corrección postural.
8.2.4. Tratamiento fi sioterapéutico.
Si prevalece el espasmo muscular, puede usarse alguna forma de calor o masaje 
descortractunante como un procedimiento preliminar a ejercicios de movilización y 
ejercicios de fortalecimiento postural. En muchos casos la movilización pasiva general 
puede ser valiosa, pero debe tenerse cuidado. También es de utilidad la electroterapia 
antálgica.
La hidroterapia constituye un excelente medio para cumplir los objetivos terapéuticos. 
El calor promuevela relajación del espasmo muscular y la resistencia o ayuda del agua 
puede usarse para ejercicios según necesidad. La natación es un excelente tratamiento y 
puede aconsejarse al paciente que continúe con esta efectiva actividad. No están indicadas 
las manipulaciones ni tracciones, salvo en casos súbitos y agudos.
8.3. ARTROSIS LUMBAR.
8.3.1. Concepto y causas.
Es considerada la dolencia más frecuente relacionada con el aparato locomotor. Al 
igual que en las dorsalgias sus causas son múltiples, debiendo descartar procesos graves 
(compromiso neurovascular, malignidad, infección, etc) antes del inicio de la fi sioterapia. 
Las lesiones que trataremos con fi sioterapia las agruparemos en:
- Lesiones degenerativas de los discos.
- Lesion por espasmo refl ejo de la musculatura perivertebral.
- Espondiloartrosis del raquis lumbar.
- Lesión capsiloligamentaria.
62 PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
8.3.2. Valoración.
Observación.
El paciente se sienta bajo una buena luz. Se le pide que se pare y se aleje de la silla. 
De esta forma puede verse su capacidad para levantarse y moverse y su marcha. Luego se 
queda parado y se observa su postura vertebral desde atrás, adelante y desde el costado. Se 
presta particular atención a la simetría pelviana y de los hombros, deformidad y desgaste 
muscular. Se considera el patrón de dolor.
Movilidad y fuerza.
Se prueban los movimientos activos- fl exión, extensión y fl exión lateral. No hay 
rotación de ningún grado en la columna lumbar debido al alineamiento de las articulaciones 
apofi sarias. La rotación puede probarse en problemas lumbares altos con el paciente sentado. 
Si los movimientos son completos y sin dolor, se aplica suavemente una sobrepresión al 
fi nal del espectro. Pueden probarse los movimientos funcionales con el paciente de pie. Se 
le pide que se pare en cada pierna por vez y que se ponga de puntillas repetidamente para 
estudiar la fuerza de los músculos de las pantorrillas. Durante el movimiento se observa 
el espectro, la conducta del dolor, deformidad protectora y patrón de movimiento.
Valoración neurológica.
El paciente se coloca en decúbito dorsal con la cabeza apoyada en una almohada. El 
examen neurológico de las extremidades inferiores incluye prueba de refl ejos , sensibilidad 
en la distribución dermatómica y pruebas isométricas de músculos para anormalidades 
de las raíces.
Luego, el paciente se ubica en decúbito ventral y se estudia la fuerza muscular 
isométrica e isotónica en las extremidades inferiores según se considere necesario. Asimismo 
pueden estudiarse los movimientos en las articulaciones periféricas, se estudian los músculos 
abdominales isométrica e isotónicamente.
Las pruebas especiales efectuadas en el examen de la columna lumbar son aquellas 
que estudian los movimientos de estructuras nerviosas del conducto raquídeo (remitirse 
a las ciáticas).
La prueba de las articulaciones sacro ilíacas puede llevarse a cabo bastante rápido 
por compresión y desviación de las espinas ilíacas anterosuperiores. Esto lleva a la formación 
de una brecha y compresión respectivamente en las articulaciones sacroilíacas. El dolor 
con estas pruebas requiere un mayor examen.
Luego, el paciente se ubica en decúbito ventral girando la cabeza a cada lado 
mientras se observa el contorno lumbar. Después, se ubica con los brazos a los costados 
y la cabeza hacia el lado preferido. Se prueban isométrica e isotónicamente los músculos 
extensores de la columna vertebral. Se completan las pruebas neurológicas.
63PATOLOGÍAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
Palpación.
La palpación de la columna lumbar comienza percatándose de los cambios de 
temperatura y sudoración. Se palpan los tejidos blandos por sensibilidad, espasmo muscular 
o engrosamiento fi broso. Se considera la alineación de las vértebras y la posición de las 
crestas ilíacas antes de estudiar los movimientos accesorios intervertebrales. Puede ser 
necesario palpar y estudiar aún más las articulaciones sacroilíacas.
8.3.3. Objetivos.
• Aliviar el dolor.
• Prevenir mayor tensión o lesión de las articulaciones afectadas.
• Recuperación de la capacidad funcional de la columna lumbar.
• Corrección postural.
8.3.4. Tratamiento fi sioterapéutico.
- El calor y los masajes pueden ser reconfortantes, pero no proporcionan un 
alivio duradero. Las técnicas de movilización pasivas son muy valiosas junto 
con ejercicios generales livianos de la espalda. 
- Los hombres que hacen un trabajo pesado pueden usar un corsé durante 
las horas de trabajo. 
- Deben darse consejos ergonómicos y enseñarse ejercicios posturales. 
- La tracción lumbar intermitente usada como técnica de movilización puede 
ser valiosa, así como la hidroterapia.
- Se debe instruir al paciente mediante consejos ergonómicos. Escuela de 
espalda.
Si se demuestra que un nivel segmentario de inestabilidad debido a un disco 
degenerado causa dolor, el paciente debe hacer un curso de ejercicios de estabilización, 
particularmente fortaleciendo los músculos abdominales y reeducando el control 
postural. 
BIBLIOGRAFÍA
Downie, P.A. Cashs. Kinesiología en ortopedia y reumatología. Panamericana. Buenos 
Aires, 1987.
Lapierre, A. La reeducación física. Tomo 2. Dossat 2000, Madrid 1996.
Pascual Gómez, E. V. Rodríguez Valverde. J. Carbonell Abelló. J.J. Gómez Reino Cardola. 
Tratado de reumatología. Volumen 2. Ed. Arán 1998.
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Tema 2. Espondiloartrosis o artrosis vertebral
Rothman/Simenone. La columna vertebral. Ed. Panamericana. 2ª Edición. 1989.
Viladot, R. O. Cohi, S. Clavell. Ortesis y prótesis del aparato locomotor, columna vertebral. 
Ed. Masson. 1988.
S. Amillo. Manual de cirugía ortopédica y traumatología. 2ª edición. Septiembre 2005. 
Ediciones Eunate.
Y Xhardez. Vademecum de kinesioterapia, 4ª edición. 2002. El Ateneo.
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pag 63-64. Consultado septiembre de 2007.

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