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Teorías de 
Relaciones Internacionales 
en el siglo XXI
Interpretaciones críticas desde México
 Jorge Alberto Schiavon Uriegas
Adriana Sletza Ortega Ramírez 
Marcela López-Vallejo Olvera 
Rafael Velázquez Flores 
Editores
Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, A.C.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C.
El Colegio de San Luis, A.C.
Universidad Autónoma de Baja California
Universidad Autónoma de Nuevo León
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
Teorías de 
Relaciones Internacionales 
en el siglo XXI
Interpretaciones críticas desde México
A los estudiantes y estudiosos de las
Relaciones Internacionales en México
Esta investigación fue dictaminada por pares académicos
Segunda edición: Agosto de 2016
© D.R. 2016 Jorge Alberto Schiavon Uriegas, Adriana Sletza Ortega 
Ramírez, Marcela López-Vallejo Olvera y Rafael Velázquez Flores 
Las características de esta publicación son propiedad de:
 
D.R. © Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, A.C.
D.R. © Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
D.R. © Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C.
D.R. © El Colegio de San Luis, A.C.
D.R. © Universidad Autónoma de Baja California
D.R. © Universidad Autónoma de Nuevo León
D.R. © Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio,
sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Impreso y hecho en México/Printed and made in Mexico
Teorías de relaciones internacionales en el siglo XXI: interpretaciones 
críticas desde México / editor Jorge Alberto Schiavon Uriegas … [et 
al.]. -- México: Asociación Mexicana de Estudios Internacionales: 
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla: Centro de 
Investigación y Docencia Económicas: El Colegio de San Luis: 
Universidad Autónoma de Baja California: Universidad Autónoma de 
Nuevo León: Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, 
2016.
Segunda edición
584 páginas; 23 cm. 
ISBN: 978-607-9367-80-0
 
1. Relaciones internacionales – Enseñanza superior – México. 2. 
Relaciones internacionales – Filosofía. 3. Relaciones internacionales – 
Historia. 4. Constructivismo (Filosofía). I. Schiavon, Jorge A., ed. II. 
Asociación Mexicana de Estudios Internacionales. III. Benemérita 
Universidad Autónoma de Puebla. IV. Centro de Investigación y Docencia 
Económicas. V. El Colegio de San Luis. VI. Universidad Autónoma de Baja 
California. VII. Universidad Autónoma de Nuevo León. VIII. Universidad 
Popular Autónoma del Estado de Puebla, 2016.
JZ1238.M46 T467 2016
Introducción
 Jorge Alberto Schiavon Uriegas, Adriana Sletza Ortega Ramírez, 
 Marcela López-Vallejo Olvera y Rafael Velázquez Flores
PRIMERA PARTE
LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
 El surgimiento y el desarrollo de la disciplina de las 
 Relaciones Internacionales
 Luis Ochoa Bilbao, Jorge Alberto Schiavon Uriegas, 
 Marta Tawil Kuri y Rafael Velázquez Flores
 ¿Deben ser consideradas las Relaciones Internacionales 
 una disciplina autónoma?
 David Jamile Sarquís Ramírez
 El oscuro objeto de las Relaciones Internacionales. 
 ¿Qué es hoy “lo internacional” en un mundo 
 transnacionalizado y gubernamentalizado?
 Isidro Morales Moreno
 Los tres niveles de análisis
 Rafael Velázquez Flores, Marcela Maldonado Bodart y
 José Manuel Vázquez Godina
 Pensamiento internacional latinoamericano
 Alfonso Sánchez Múgica
 Sociología histórica y las Relaciones Internacionales
 Luis Ochoa Bilbao
 Economía política internacional
 José Luis León-Manríquez
ÍNDICE
47
29
67
91
107
129
13
147
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
I.
 Debates y diálogo entre positivismo y pospositivismo en 
Relaciones Internacionales
 Alberto Lozano Vázquez
 La enseñanza de las teorías de 
 las Relaciones Internacionales
 Marco Aurelio Fernando Carlos Almazán St. Hill
SEGUNDA PARTE
ENFOQUES TEÓRICOS CLÁSICOS
 Idealismo clásico
 Rafael Velázquez Flores y 
 Ana Bárbara Mungaray Moctezuma
 Teoría normativa internacional
 Alejandro Chávez Segura
 Teoría de la paz democrática
 Arturo Santa Cruz
 Realismo clásico
 Rafael Velázquez Flores y Salvador Gerardo González Cruz
 Realismo estructural
 Jessica Lillian De Alba Ulloa
 La Escuela Inglesa de la Teoría de Relaciones Internacionales: 
 una aproximación conceptual
 José Luis García Aguilar
 Marxismo y teoría del imperialismo
 Salvador Vázquez Vallejo
 La teoría de la dependencia y los nuevos esquemas 
 de dependencia económica
 Juan Carlos Gachúz Maya
 La teoría general de sistemas: una opción teórica 
 para el estudio de las Relaciones Internacionales
 Luz Araceli González Uresti
185
201
213
231
251
267
303
289
321
165
347
XI.
XII.
XIII.
XIV.
XV.
XVI.
IX.
VIII.
X.
XVII.
XVIII.
 El liberalismo institucional
 Juan Pablo Prado Lallande
 La teoría de la interdependencia
 Jorge Alberto Schiavon Uriegas
 Constructivismo
 José Jesús Bravo Vergara y Miguel Ángel Sigala Gómez
TERCERA PARTE
ENFOQUES Y DEBATES TEÓRICOS CONTEMPORÁNEOS
 Teoría de la transición de poder
 Ana Bárbara Mungaray Moctezuma
 El nuevo institucionalismo en las Relaciones Internacionales
 Laura Zamudio González y Jorge Enrique Culebro Moreno
 Transnacionalismo
 Adriana Sletza Ortega Ramírez y Misael González Ramírez
 Gobernanza global
 Marcela López-Vallejo Olvera
 Feminismo y género
 Mónica Trujillo López
 Poscolonialismo/estudios decoloniales y 
 las Relaciones Internacionales
 Marianne Helena Marchand y Edmundo Meza Rodríguez
 Teoría crítica: Promesa y progreso en 
 Relaciones Internacionales
 Héctor Cuadra Montiel
 Investigar la paz en el ámbito de las 
 Relaciones Internacionales
 Gerardo Pérez Viramontes
Sobre los autores
387
423
435
453
473
493
533
367
573
553
403
513
XXIII.
XXIV.
XXV.
XXVI.
XXVII.
XXVIII.
XX.
XIX.
XXII.
XXIX.
XXI.
l lector de estas líneas tiene enfrente la segunda edición del libro ETeorías de Relaciones Internacionales en el Siglo XXI: Interpretaciones críticas desde México. Gracias a su amplia aceptación entre la 
comunidad de internacionalistas, la primera edición se agotó rápi-
damente ya que varias instituciones académicas han adoptado esta obra 
como libro de texto para impartir el curso de Teoría de Relaciones 
Internacionales. Esta versión contiene mejoras significativas e incor-
pora un nuevo capítulo, así como herramientas pedagógicas para una 
mejor comprensión de los diferentes enfoques teóricos de las Relaciones 
Internacionales. Además se suma una institución a este esfuerzo acadé-
mico: el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). La 
inclusión de este sello editorial resalta la calidad de los trabajos aquí 
presentados. En este sentido, esta segunda edición ofrece a los estudio-
sos de las relaciones internacionales un texto más completo y mejorado 
para tener un acercamiento más claro y profundo a las principales 
teorías de la disciplina. 
El objetivo principal de este libro es presentar a los estudiantes 
de Relaciones Internacionales (RI) los principales enfoques teóricos de 
la disciplina. El texto está dirigido a estudiantes de licenciatura, pero 
también puede ser un instrumento útil para profesores que enseñan la 
materia de Teoría de Relaciones Internacionales. Normalmente, las 
teorías de Relaciones Internacionales se han desarrollado en Europa y 
Estados Unidos. Esto significa que son pocas las contribuciones teóricas 
que se han generado en América Latina y un escaso número de trabajos 
se han presentado en México. Por lo tanto, la principal aportación de 
este libro es que analiza los diferentes enfoques teóricos de las Rela-
ciones Internacionales desde una perspectiva mexicana.
INTRODUCCIÓN
13
JORGE ALBERTO SCHIAVON URIEGAS
ADRIANA SLETZA ORTEGA RAMÍREZ
MARCELA LÓPEZ-VALLEJO OLVERA
RAFAEL VELÁZQUEZ FLORES
Este libro cuenta con un balance teórico, pues explora desde la 
ontología del concepto de “relaciones internacionales” y elorigen de 
la disciplina, pasando por una discusión de su objeto y sujeto de estudio, 
hasta el debate y los diálogos entre las teorías positivistas y posposi-
tivistas. Dentro de este balance también hay una recopilación de los 
principales argumentos de diversas teorías clásicas y contemporáneas, 
la cual permite mostrar una discusión actualizada en donde se presen-
tan teorías que están siendo debatidas hoy en día.
Lo que este libro propone no es un simple resumen teórico de los 
autores más reconocidos de la disciplina. El objetivo de cada capítulo es 
realizar una interpretación crítica desde los ojos de investigadores mexi-
canos. Por ello, una parte fundamental de cada capítulo es que cuenta 
con un apartado crítico que evidencia los límites explicativos de cada 
teoría. En otras palabras, este libro asume que las teorías de Relaciones 
Internacionales no son una camisa de fuerza en donde hay que mani-
pular la realidad (o la percepción sobre ella) para que la teoría funcione 
perfectamente. Los colaboradores de este libro consideramos que las 
teorías deben ser útiles para explicar, interpretar, entender o cambiar la 
realidad, pero que una teoría nunca permite analizar todos los aspectos 
de una situación o problema.
Siendo así, los colaboradores de este libro invitan a los lectores a que 
conozcan la variedad de interpretaciones y decidan qué enfoque(s) 
prefieren para explicar los fenómenos internacionales que son de su 
interés. Este libro, además, propone elementos pedagógicos que ayudan 
al profesor y al lector (sea estudiante, tomador de decisiones o público en 
general) a comprender los postulados generales de cada teoría. A través 
de ejemplos y casos actuales de las relaciones internacionales, mapas 
mentales y esquemas, preguntas guía y lecturas recomendadas, cualquier 
persona interesada en las relaciones internacionales podrá comprender 
el sentido de las afirmaciones y argumentos planteados en cada capítulo. 
El libro está dividido en tres grandes apartados. El primero presenta 
algunas generalidades sobre la disciplina de las Relaciones Internacio-
nales. El segundo contiene las teorías clásicas que surgieron al principio 
de esta disciplina. El último gran apartado aborda las teorías contem-
poráneas. En el primer capítulo de la primera parte, Luis Ochoa, Jorge A. 
Schiavon, Marta Tawil y Rafael Velázquez describen el surgimiento y 
desarrollo de la disciplina de las Relaciones Internacionales en el mundo 
y en México. La finalidad de este texto es que sirva como un primer 
acercamiento del estudiante a la disciplina para que conozca el contexto 
histórico y cómo éste se vincula con las teorías propias de las RI. 
14 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
En el segundo capítulo, David J. Sarquís discute si las Relaciones 
Internacionales deben ser consideradas como una disciplina autónoma. 
El autor plantea que la condición disciplinaria de las relaciones interna-
cionales depende en gran medida de una identificación clara y opor-
tuna de un objeto de estudio propio. Derivado de este ejercicio, se 
discute el análisis, diagnóstico, comprensión y, posteriormente, el desa-
rrollo de una metodología propia aplicable al objeto de estudio. Con 
esto, se sientan las bases para la construcción intelectual específica de 
la nueva disciplina. 
El tercer capítulo presenta una visión general sobre “lo inter-
nacional” en un mundo transnacionalizado y gubernamentalizado. En 
él, Isidro Morales pone especial énfasis en la construcción del concepto 
westfaliano de “soberanía”, explicando su genealogía tanto histórica 
como teórica desde los ojos de la teoría posestructuralista. El autor hace 
una revisión de ideas previas de origen estructuralista, como lo son el 
marxismo, el imperialismo de Lenin o la teoría de la dependencia. 
Fundamentándose en autores como Michel Foucault, Michael Hardt, 
Antonio Negri y Manuel Castells, Isidro Morales resalta conceptos como 
el biopoder, la gubernamentalización, el imperio y la desnacionalización-
transnacionalización de las relaciones sociales e individuos. Estas discu-
siones llevan al autor y al lector a criticar de manera inevitable las teorías 
clásicas de Relaciones Internacionales, así como a cuestionar el sentido 
mismo de la disciplina en una era de interconexión y cosmopolitismo. 
El cuarto capítulo ubicado en esta primera sección analiza los tres 
niveles de análisis como una herramienta teórico-metodológica para el 
estudio de los fenómenos internacionales. Rafael Velázquez, Marcela 
Maldonado Bodart y José Manuel Vázquez apuntan el origen de los tres 
niveles, los principales supuestos teóricos, así como las principales debi-
lidades y fortalezas que tiene esta herramienta teórica metodológica. 
Para los autores, los tres niveles de análisis son muy útiles cuando se usan 
de manera conjunta. Es decir, la utilización de un solo nivel por sepa-
rado únicamente explica una parte de la realidad y no todo el contexto. 
Por ello, los autores proponen utilizar los tres niveles para entender los 
fenómenos de la realidad internacional.
En el quinto capítulo, Alfonso Sánchez Múgica analiza una amplia 
variedad de ideas, conceptos y reflexiones que han surgido en América 
Latina y el Caribe sobre la realidad regional y mundial, y que forman 
parte de lo que se conoce como pensamiento latinoamericano. La pre-
sencia de un apartado así en un libro de teorías de las Relaciones 
Internacionales escrito desde México está ampliamente justificado no 
INTRODUCCIÓN 15
sólo porque México forma parte de esta región y ha contribuido a este 
cuerpo de ideas de manera relevante, sino porque el pensamiento lati-
noamericano constituye una aportación muy significativa a las ciencias 
sociales con ideas que contribuyen a entender la realidad internacional 
contemporánea. 
El sexto capítulo pone sobre la mesa de discusión la aportación de 
la sociología histórica a la disciplina de Relaciones Internacionales, 
dejando ver que la interpretación histórica es fundamental para ambas. 
Luis Ochoa Bilbao analiza las premisas de tres autores fundamentales de 
la sociología clásica, Norbert Elias, Raymond Aron y Marcel Merle, para 
explicar de forma posterior su influencia en las Relaciones Interna-
cionales. En esta última parte del texto, el autor argumenta que el 
sociólogo de las relaciones internacionales puede responder diversas 
preguntas encontrando sus causas de largo plazo. Asimismo, podría 
explicar las continuidades y los cambios en las relaciones entre actores y 
el sistema internacional. 
El séptimo capítulo analiza la relevancia de la Economía Política 
Internacional (EPI) para el estudio científico de las Relaciones Inter-
nacionales. Para alcanzar este objetivo, José Luis León-Manríquez 
primero describe brevemente las relaciones entre economía y política 
dentro de una perspectiva interdisciplinaria amplia. Más adelante, el 
autor profundiza en los orígenes y principales supuestos de la EPI y 
discute hasta qué punto es una teoría y hasta dónde resulta una herra-
mienta analítica al servicio de distintos enfoques. En conclusión, León-
Manríquez considera que la EPI puede utilizarse en las diversas teorías de 
Relaciones Internacionales. Para ello, ofrece algunos ejemplos de aplica-
ciones concretas de la EPI en el realismo/neorrealismo, el neoliberalismo 
institucional y el marxismo/dependencia. 
El octavo capítulo de esta sección presenta al lector una posibilidad 
de diálogo entre dos posiciones tradicionalmente asumidas en debate y 
antagonismo en las RI: positivismo y pospositivismo. Alberto Lozano 
tiene como objetivos particulares presentar de forma breve cuáles son 
los debates tradicionales, los antecedentes del debate entre positivismo 
y pospositivismo, el eventual diálogo entre éstos, la literatura escrita al 
respecto y su aplicabilidad práctica a temas o problemas del mundo real. 
El objetivo del autor es guiar al lector en la comprensión de la impor-
tancia de un posiblediálogo entre estas dos teorías. 
Para concluir la primera sección, el noveno capítulo aborda las 
principales debilidades de la enseñanza de la Teoría de las Relaciones 
Internacionales. Para Marco Almazán, cuatro problemas repercuten 
16 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
negativamente en la enseñanza y aprendizaje de las teorías de las RI: la 
sobreabundancia de publicaciones basadas en ciertos tipos de teoriza-
ción, la escasez de publicaciones con respecto a otros tipos de teo-
rización, la falta de consenso teórico, y la tendencia a recurrir a métodos 
y técnicas pasivos para la enseñanza y aprendizaje de teorías de RI a nivel 
licenciatura. El autor también propone soluciones a estas cuatro proble-
máticas para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.
La segunda parte del libro describe y analiza los enfoques clásicos 
de la realidad internacional e incluye del décimo al vigésimo primer 
capítulo. El capítulo décimo analiza el idealismo clásico. En la teoría de 
las RI existen diferentes versiones de idealismo o liberalismo. Por ello, 
los coordinadores de este libro consideraron oportuno incluir un capí-
tulo sobre el primer enfoque que utilizó la disciplina. En este capítulo, 
Rafael Velázquez y Ana Bárbara Mungaray describen el surgimiento del 
enfoque, así como sus principales supuestos teóricos. También iden-
tifican sus principales debilidades y fortalezas. De la misma forma, los 
autores presentan algunos puntos sobre el primer debate de la disci-
plina: realismo versus idealismo. Para finalizar, los autores incluyen una 
interpretación de cómo se explica la política exterior de México a partir 
del idealismo clásico. 
El décimo primer capítulo de esta sección aborda la teoría nor-
mativa. Su autor, Alejandro Chávez Segura, explica el desarrollo de la 
teoría normativa internacional (TNI) desde sus dimensiones morales y 
éticas. Esta teoría tiene fundamentos no sólo jurídicos sino filosóficos-
políticos, lo cual permite cuestionar expectativas, decisiones, acciones y 
dilemas que continuamente se presentan en las relaciones internacio-
nales. Las normas, por su fuerza prescriptiva, generan expectativas 
morales que tienen sustento en las bases de la teoría política, en la 
filosofía moral y en la teoría de Relaciones Internacionales, con diversos 
niveles de análisis que sirven para la toma de decisiones. Esto permite 
renovar las discusiones clásicas en relaciones internacionales sobre la 
justicia y la injusticia, pero también de manera contemporánea discutir 
los dilemas sobre comunitarismo etnocentrista y cosmopolitismo, así 
como las obligaciones morales hacia el “otro” que puede ser el “extran-
jero”, el “ilegal” o el “enemigo” como objeto de abusos. El autor insiste 
en cómo las distinciones básicas entre lo particular y lo universal, lo que 
está fuera y lo que está dentro, las sociedades y el sistema internacional, 
definitivamente cuestionan los derechos, reglas y responsabilidades de 
los agentes morales en las relaciones internacionales. 
17INTRODUCCIÓN
El capítulo décimo segundo aborda la teoría de la paz democrática 
(TDP). El autor, Arturo Santa Cruz, revisa y cuestiona las relaciones entre 
la democracia y la paz internacional. El postulado central “las demo-
cracias no hacen la guerra entre sí” ha generado, desde el punto de vista 
del autor, el desarrollo de un programa de investigación que es actual-
mente uno de los más importantes en la disciplina de las Relaciones 
Internacionales por la cantidad de estudios que genera al respecto. Los 
orígenes de la TDP en las propuestas de Immanuel Kant sobre libera-
lismo y republicanismo continúan teniendo un impacto en las vincula-
ciones de investigaciones sobre política interna, política exterior, 
estados de guerra y de paz internacionales. El autor profundiza en di-
versas variantes principales de la TPD: monádica, diádica, institucional, 
normativa y constructivista, así como en las principales críticas a este 
enfoque sobre su validez y consistencia e incluso explicaciones alter-
nativas a la TDP. 
El siguiente capítulo analiza el realismo clásico. Aquí, Rafael 
Velázquez y Salvador González describen y explican los principales 
aspectos de la teoría realista de las relaciones Internacionales. En la 
introducción, los autores presentan los conceptos más importantes de 
esta teoría. El texto se divide en cuatro secciones: los orígenes del 
realismo, sus principales supuestos, las fortalezas y debilidades de la 
teoría, y una breve explicación de la política exterior de México con base 
en el contenido expuesto anteriormente. Así, la primera sección 
presenta a los principales pensadores –así como sus escritos– que contri-
buyeron a la construcción teórica del realismo. Mediante el resumen de 
las obras de Tucídides, Maquiavelo, Hobbes, Carr y Morgenthau, iden-
tifica sus principales aportaciones conceptuales y análisis explicativos 
sobre el Estado y el conflicto internacional. La segunda sección de este 
mismo capítulo describe con mayor profundidad los pilares conceptua-
les de la teoría del realismo: el Estado racional y unitario como principal 
actor del Sistema Internacional (SI), cuyo interés nacional se define en 
términos de la maximización del poder; la naturaleza anárquica del SI y 
el equilibrio de poder como la forma de mitigarla; la seguridad como 
primer tema en la agenda internacional; y los instrumentos de política 
exterior que concibe esta teoría, es decir, el uso de la fuerza y la diplo-
macia coercitiva. 
Continuando con el análisis del realismo, el capítulo décimo cuarto 
es sobre el realismo estructural. Jessica De Alba Ulloa presenta los dife-
rentes conceptos, elementos teóricos y explicaciones causales del neo-
rrealismo o realismo estructural con base en las aportaciones de los 
18 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
principales autores de esta corriente teórica. La primera sección pre-
senta las diferencias más importantes entre el realismo clásico y el neo-
rrealismo. La segunda recopila los postulados y las contribuciones de 
Kenneth Waltz a la construcción de la teoría neorrealista. Explica el 
concepto más importante de esta teoría, la estructura, así como los 
componentes que sirven como eje para el estudio del sistema político 
internacional, y la posición de los Estados como unidades de esta 
estructura. 
La autora enfatiza que la estructura limita el comportamiento de los 
Estados, lo cual mantiene continuidades en las interacciones entre es- 
tos actores. Asimismo, recuerda que la anarquía es un principio funda-
mental del sistema internacional y examina el papel de las capacidades 
de los Estados como forma de mitigar esta anarquía. De manera breve, 
introduce y explica los conceptos de poder, equilibrio de poder, 
polaridad, alianzas y el dilema de seguridad, los cuales son esenciales 
para la comprensión de esta teoría. La tercera sección describe las va-
riantes del realismo estructural y pone especial atención en el realismo 
defensivo y ofensivo, haciendo una amplia revisión de la literatura, pues 
introduce conceptos de diversos autores como Waltz, Mearsheimer, Ruth 
Adams, Mastanduno, entre otros. La explicación del realismo defensivo y 
ofensivo se presenta en cuatro ejes: el poder, la seguridad, el compor-
tamiento de los Estados y los Estados como actores de la estructura. 
Finalmente, utiliza el caso de la intervención militar en Libia en 2011 
para aplicar los conceptos antes expuestos. En este caso, la autora 
subraya el poder relativo de Libia en el sistema internacional, así como el 
papel y los intereses de las potencias en esta crisis internacional. En la 
conclusión, la autora identifica las fortalezas de la teoría y también las 
críticas que ha recibido. 
El décimo quinto capítulo de este libro y que fue escrito por José Luis 
García Aguilar, propone el análisis de la “Escuela Inglesa”, una de las 
corrientes teóricas contemporáneas enla disciplina de Relaciones 
Internacionales. La llamada “Escuela Inglesa de Relaciones Interna-
cionales” ha sido poco estudiada desde América Latina y, por supuesto, 
desde México. El autor sugiere que la Escuela Inglesa es una corriente 
teórica ecléctica, pues conjunta diferentes aspectos de otras teorías como 
el realismo, el neorrealismo o el constructivismo. El concepto básico de 
dicha corriente teórica es la sociedad internacional, la cual, como esta-
blece el autor, hace alusión a marcos normativos que asumen que con la 
soberanía viene intrínsecamente la responsabilidad internacional. El 
autor, además, nos propone la aplicación práctica de esta corriente 
19INTRODUCCIÓN
teórica a la política exterior mexicana, argumentando que aún no se ha 
podido consolidar un compromiso ético a nivel internacional y, por lo 
tanto, su participación en la sociedad internacional es muy limitada. 
El siguiente texto, aborda los supuestos básicos del paradigma 
marxista para el estudio de Relaciones Internacionales y, en particular, 
la teoría del imperialismo y sus desarrollos durante el siglo XX. Su autor, 
Salvador Vázquez Vallejo, toma como base las propuestas de la deno-
minada teoría clásica del imperialismo y las distintas variantes sovié-
ticas, así como aquellas vertientes desarrolladas a partir de divergen- 
cias con la URSS de Stalin que supeditó el conflicto clasista en el mundo 
por consideraciones geopolíticas en el contexto de la Guerra Fría. Este 
capítulo ofrece un panorama de las distintas formulaciones sobre el 
imperialismo desarrolladas por los eurocomunistas occidentales a par-
tir de la segunda mitad del siglo XX y también las reconstrucciones 
teóricas que se hicieron desde el tercer mundo en África, Asia y América 
Latina en los procesos de descolonización y por parte de movimientos 
de liberación nacional. 
El capítulo décimo séptimo, elaborado por Juan Carlos Gachúz, 
analiza la teoría de la dependencia como un enfoque teórico latinoa-
mericano cuyos preceptos siguen siendo vigentes para explicar 
problemas estructurales de las economías de países subdesarrollados, 
sus relaciones de dependencia entre países industrializados y el papel de 
la inversión extranjera directa e indirecta y su impacto en las economías 
de estos últimos países. Este capítulo incluye antecedentes donde se 
explican los inicios de la teoría, el contexto y los académicos y pensa-
dores que desarrollan las bases de este enfoque teórico. Posteriormente, 
el texto explica las premisas básicas de la teoría, los conceptos centrales, 
las ideas principales, así como esquemas básicos. 
El capítulo dedicado a la teoría general de sistemas (TGS) fue escrito 
por Luz Araceli González Uresti presenta esta teoría como una op- 
ción para el estudio de las Relaciones Internacionales. La autora va de 
lo general a lo particular para presentar la TGS, pues el texto inicia con la 
exposición de los aspectos más generales de esta teoría y, en cada sec-
ción, la información es más específica y enfocada a la aplicación de 
la misma en el estudio de las Relaciones Internacionales. El capítulo 
está dedicado a ofrecer una explicación completa y precisa de la TGS. 
González Uresti inicia con el origen de esta teoría en las ciencias natu-
rales y apunta que su objetivo es explicar la realidad universal como 
sistemas. Así, el propósito de la TGS es utilizar el concepto de “sistemas” 
para explicar los diversos elementos del universo como subsistemas que 
20 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
interactúan en una totalidad que es un sistema, siendo por tanto aplica-
ble a las relaciones internacionales. 
Posteriormente, en el capítulo sobre liberalismo institucional en la 
teoría de las Relaciones Internacionales, Juan Pablo Prado explica en 
términos teóricos y temporales los elementos básicos para profundizar 
en esta perspectiva. El concepto principal que el autor utiliza y recuerda 
a lo largo del capítulo la importancia de la “cooperación internacional” 
como premisa, propósito y fin del liberalismo institucional vis à-vis el 
análisis del conflicto que es atendido por las teorías realistas. La primera 
sección presenta un sucinto resumen de los exponentes más importantes 
del liberalismo desde el siglo XVII y, posteriormente, subraya que la 
modernización, en términos teóricos, y la preeminencia del Estado 
liberal democrático al fin de la Guerra Fría, en términos históricos, son 
los marcos en los que se inserta el liberalismo moderno. Antes de revisar 
las diferentes ramas del liberalismo, el autor presenta los supuestos de 
esta teoría y presta especial atención a la diferencia entre armonía y coo-
peración. Más adelante, refiere brevemente los elementos más impor-
tantes del liberalismo sociológico, el interdependiente, el republicano y 
el institucional. 
El vigésimo capítulo está dedicado a la teoría de la interdepen-
dencia, en él Jorge A. Schiavon describe, explica y analiza los diferentes 
elementos de estas teorías en el campo de las Relaciones Internacionales. 
Además de una recapitulación histórica y una exposición estructurada de 
esta teoría, el autor la compara con los componentes de la teoría del 
realismo estructural. Este esfuerzo ayuda al estudiante de Relaciones 
Internacionales a comprender las similitudes y diferencias que existen 
entre ambas y, en consecuencia, a poder identificar cuál de ellas es más 
adecuada para estudiar diversos eventos del sistema internacional. En su 
capítulo, Schiavon presenta el contexto en cual se concibió la teoría de la 
interdependencia: la Guerra Fría, el desarrollo económico del bloque 
capitalista y la globalización. Aquí, el autor describe ampliamente la 
necesidad de contar con una teoría que pueda explicar la nueva dinámica 
internacional, ya que la teoría neorrealista muestra importantes limi-
taciones. En este trabajo, Schiavon presenta los elementos más 
importantes de la interdependencia compleja como una teoría multidi-
mensional (multiplicidad de actores, instrumentos de poder y temas en la 
agenda) y, por tanto, antitética a la teoría neorrealista. Por último, aplica 
esta teoría en un caso hipotético en la relación México-Estados Unidos. 
El capítulo que cierra esta sección aborda el enfoque constructivista 
en Relaciones Internacionales. En éste se presenta el contexto en el cual 
21INTRODUCCIÓN
la disciplina de las RI adopta este enfoque a partir de la crisis explicativa 
de los enfoques racionalistas y positivistas que fueron incapaces de pre-
decir el fin de la Guerra Fría. José Jesús Bravo Vergara y Miguel Sigala 
exponen las principales premisas sobre las que el constructivismo abor-
da a las relaciones internacionales como relaciones sociales e intersub-
jetivas y no únicamente como relaciones políticas. El capítulo también 
explica el entramado conceptual que sustenta a este enfoque. Los autores 
enfatizan la importancia de las estructuras sociales y las normas, las 
identidades en la construcción de los intereses de los actores inter-
nacionales, así como la capacidad explicativa de las acciones de estos 
actores a través de dichos conceptos.
El último gran apartado del libro presenta versiones alternativas de 
las Relaciones Internacionales desde enfoques y debates teóricos con-
temporáneos. Abonando desde diferentes disciplinas sociales, los autores 
proponen una visión muy crítica, tanto de los objetos/sujetos de estudio 
como de las teorías positivistas presentadas previamente en este libro. 
Desde un enfoque que trasciende el positivismo (también llamado “pos-
positivismo”), los autores proponen que existe la necesidad de eman-
cipación, cambio e inclusión social en un mundo que pareciera cooptado 
por Estados, élites o grupos que se adjudican la autoridad y ejercen el 
poder. 
En estos capítulos se cuestiona la soberanía y las premisas que se 
han dado por sentadas históricamente en la política internacional. Por 
ejemplo, algunos autores se preguntan sobrequién y con qué fin se dise-
ñan ciertas normas e instituciones, sobre quién realmente tiene el poder 
o sobre quién ha construido (y con qué intención) las categorías de aná-
lisis y los conceptos de lo que somos y lo que se supone que debemos ser. 
Esta sección inicia con el capítulo de Ana Bárbara Mungaray quien 
presenta reflexiones sobre la teoría de la transición de poder. El objetivo 
de la autora es abordar las generalidades de este enfoque teórico y su 
importancia como herramienta analítica para el entendimiento de los 
conflictos internacionales. El capítulo está dividido en tres partes. La 
primera describe los principales conceptos teóricos que sustentan la teo-
ría. La segunda parte explica la dinámica de la jerarquía internacional y 
las predicciones más importantes de la misma. Por último, la tercera 
parte comenta sobre sus relaciones con otras teorías de las Relaciones 
Internacionales, y de economía y política. 
El siguiente capítulo se dedica al nuevo institucionalismo en las 
Relaciones Internacionales. Aquí, Laura Zamudio y Jorge E. Culebro 
presentan la premisa esencial que guía a la teoría del nuevo institu-
22 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
cionalismo: que las instituciones importan. Por ello, subrayan el papel 
del individuo en sus relaciones con otros y como sujetos de normas que 
limitan su comportamiento y sus interacciones. Así, los autores plantean 
la forma en la que esta teoría se inserta en la disciplina de las relaciones 
internacionales en el marco del liberalismo institucional y los regíme-
nes internacionales. El capítulo introduce los principales elementos 
teóricos del nuevo institucionalismo y hace énfasis en que, aun cuando 
esta teoría ha sido adaptada a los diversos campos de las ciencias socia-
les, comparte ciertos postulados generales. Posteriormente, los autores 
describen las áreas principales de la teoría que se inscriben en dos 
marcos: la versión instrumental y la versión sociológica. 
El capítulo vigésimo cuarto introduce el enfoque del transnacio-
nalismo, el cual ha adquirido una importancia significativa debido a que 
hoy las relaciones entre comunidades en diferentes países son más in-
tensas y constantes. Esta característica ha hecho que el sistema 
internacional sea cada vez más complejo debido al número de actores y 
asuntos que intervienen en el contexto global. Adriana Ortega y Misael 
González plantean que, en la teoría de Relaciones Internacionales, la 
incorporación de lo transnacional ha sido un reto debido a tres proble-
máticas básicas: 1) las dificultades para superar el Estado-centrismo 
esencialista que dio origen a la disciplina; 2) caracterizar a los actores 
no-Estado y ampliar su conceptualización para incluir también a indivi-
duos y colectividades, no solamente a líderes, élites y organizaciones; y 
3) entender el poder de las interconexiones y de las redes que cruzan las 
fronteras y sus repercusiones en diversos espacios geográficos. En este 
capítulo, los autores conceptualizan el término transnacional y abordan 
los debates sobre los actores no-Estado en las Relaciones Internacio-
nales. Finalmente, explican las principales premisas del transna- 
cionalismo y cuatro de sus conceptos relevantes: las redes, los espacios 
sociales, los circuitos y la difusión transnacional. 
El siguiente texto también plantea un enfoque novedoso: la gober-
nanza global. Todavía los teóricos debaten si el término es un enfoque 
teórico o simplemente un concepto. En este sentido, Marcela López-
Vallejo busca contribuir en la construcción de dicha teoría desde una 
interpretación mexicana. En opinión de la autora, la teoría de la go-
bernanza global merece un lugar importante entre las teorías de 
Relaciones Internacionales. Desde la visión de López-Vallejo, la gober-
nanza global logra sistematizar diversos conceptos que explican el 
mundo, en especial después de la Guerra Fría. Sin embargo, la autora 
reconoce que esta teoría cuenta con diferencias conceptuales cuando se 
23INTRODUCCIÓN
trata de lograr consenso en su definición y, sobre todo, cuando se tradu-
ce en políticas y prácticas. 
El capítulo vigésimo sexto presenta el enfoque feminista y de género 
en las Relaciones Internacionales. A pesar de que las teorías feministas 
cuentan con una larga trayectoria en otras disciplinas, éstas se incor-
poran a las RI hasta la década de 1980. Así como los estudios posco-
loniales, la integración del feminismo y del enfoque de género a la 
disciplina aportó un espacio para la inclusión de temas que las teorías 
clásicas (e incluso algunas teorías críticas) no tenían: la diversidad de 
identidades y sexualidades vinculadas a la teoría y práctica de las rela-
ciones internacionales. Mónica Trujillo López explica que la desva-
lorización y la falta de entendimiento de estas comunidades vulnerables y 
sus enfoques en Relaciones Internacionales han llevado a entender 
erróneamente que sólo con agregarle el término de “mujer” a un estudio 
o política pública es suficiente para comprender los sesgos que conceptos 
como Estado, poder, seguridad, violencia, inequidad o pobreza han 
tenido a lo largo de la historia. La autora, además, plantea que, derivado 
de estudios de género, se han desarrollado otros enfoques, como la teoría 
queer o los estudios de masculinidad, que han incluido a poblaciones 
otrora invisibles en el estudio y práctica de las Relaciones Internacionales 
contemporáneas. 
El siguiente capítulo de esta sección, Marianne H. Marchand y 
Edmundo Meza Rodríguez exponen el poscolonialismo y las aporta-
ciones de los estudios de descolonización como teorías. Aquí, los autores 
proponen la reinterpretación de las viejas prácticas coloniales de los 
grandes imperios. Al reconocer que estas prácticas siguen vigentes, Mar-
chand y Meza evidencian las nuevas formas que éstas toman hoy en día 
en un contexto en donde existen movimientos informales de bienes, 
servicios y cuerpos a través de las fronteras. En otras palabras, los autores 
argumentan que una gran variedad de actividades políticas, sociales y 
económicas se mantienen fuera del ámbito de competencia de los 
Estados (y sus leyes), haciendo que los nuevos colonialismos (explotación, 
tráfico ilegal, dependencia económica, pobreza, discriminación, entre 
otros) se favorezcan. Para Marchand y Meza, explicar las Relaciones 
Internacionales desde esta perspectiva teórica implica darle voz y visibi-
lidad a temas que tradicionalmente no son reconocidos por teorías clási-
cas o globalizantes. 
El vigésimo octavo capítulo presenta la teoría crítica. Héctor Cuadra 
Montiel la caracteriza como una teoría sui generis, puesto que dentro de la 
gama de ideas de las ciencias sociales y de la disciplina de Relaciones 
24 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
25
Internacionales esta teoría evoca la promesa de liberación y emanci-
pación. En otras palabras, la teoría crítica no se entiende sin el vínculo 
teoría-praxis y llama a la acción como el único mecanismo real para 
lograr cambios sociales. A través de un recorrido sobre Marx, Gramsci, la 
Escuela de Frankfurt y autores más contemporáneos como Robert Cox, 
Stephen Gill, Karl Polanyi, Jürgen Habermas, o Andrew Linklater, el 
autor propone una discusión sobre el concepto de hegemonía, la impor-
tancia de la interpretación histórica, la acción y la resistencia en un 
contexto de hiperglobalización. 
En el último capítulo, Gerardo Pérez Viramontes propone un enfo-
que diferente para tratar la problemática internacional. En lugar de 
partir de un análisis que defina la paz como ausencia de guerra, el autor 
propone iniciar desde un enfoque de paz para explicar el conflicto y 
violencia dentro de los análisis en Relaciones Internacionales. El autor 
advierte que hay cinco “parcelas” para la construcción de la cultura de la 
paz que se basan en la clasificación de los tipos de violencia. Por 
ejemplo, una de las parcelasremite a entender la guerra como una de 
tantas expresiones de la violencia. En este sentido, para evitar la guerra, 
el autor enfatiza que la paz es un proceso de construcción social que 
exige el compromiso explícito y decidido de todas las personas, institu-
ciones y sectores sociales. El capítulo nos deja con la esperanza de 
cambio y nos alerta sobre el compromiso de los universitarios (estu-
diantes y profesores) como actores preponderantes en la búsqueda y 
consecución de la paz. 
Por último, los editores de este libro desean agradecer el trabajo y el 
compromiso de cada uno de los autores de los capítulos de este volumen. 
Sin su valioso empeño y generosidad al seguir puntualmente los linea-
mientos establecidos por los editores, esta obra no se hubiera concre-
tado. Además, gracias a la realización de dos seminarios, uno en la 
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y otro en el Centro de 
Investigación y Docencia Económicas, los autores tuvieron la posibilidad 
de presentar versiones preliminares de sus capítulos para recibir comen-
tarios, ideas y críticas constructivas por parte de los demás participantes. 
La corrección de los capítulos con base en estas recomendaciones no sólo 
aumentó la calidad de los mismos, sino que también incrementó la 
homogeneidad en la estructura de éstos, gracias a la cual logramos un 
libro muy equilibrado, en el que los capítulos se comunican entre sí.
Asimismo, los cuatro editores reconocemos sinceramente el gran 
trabajo realizado por los dictaminadores anónimos de la obra, puesto 
que sus observaciones y comentarios ayudaron a mejorar este volumen 
INTRODUCCIÓN
26 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ
colectivo. Finalmente, agradecen también a las autoridades de cada una 
de sus instituciones por el apoyo para hacer realidad este proyecto, en 
especial a los rectores de la Benemérita Universidad Autónoma de Pue-
bla (BUAP), del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), 
de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), de El Colegio de 
San Luis (COLSAN), de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) 
y de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), 
por la confianza y el apoyo ofrecidos a este proyecto. 
En particular, agradecemos a los directores de las Facultades de 
Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP, al de la Facultad de Economía y 
Relaciones Internacionales de la UABC, al de la Facultad de Ciencias 
Políticas y Administración Pública de la UANL y a las autoridades acadé-
micas y administrativas del CIDE, de la UPAEP y el Colsan por el apoyo 
financiero y logístico para publicar este libro. Nuestro objetivo siempre 
fue, por un lado, contribuir al debate teórico de las Relaciones Interna-
cionales desde una perspectiva mexicana y, por el otro, ayudar a la 
formación de los estudiantes y estudiosos de esta disciplina, a quienes 
este libro está dedicado. Sinceramente consideramos que, de forma 
colectiva, lo hemos conseguido, aunque será el lector de la obra quien 
tenga la última palabra.
PRIMERA PARTE
LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
INTRODUCCIÓN
esde hace un largo tiempo, ha existido un debate en torno a Ddiscutir si las Relaciones Internacionales (RI) son una ciencia inde-pendiente, o bien una subdisciplina de la ciencia política. Ambas 
partes del debate esbozan argumentos válidos. Efectivamente, las RI surgen 
a partir de los estudios políticos y se ha cuestionado que tengan un método 
propio y un campo de estudio independiente. También existen defensores 
de la autonomía de las Relaciones Internacionales como disciplina, quienes 
argumentan que existe un cuerpo teórico específico para explicar los 
fenómenos internacionales y un campo de estudio propio. El objetivo de 
esta introducción no es desarrollar este debate, ya que existe otro capítulo 
en el libro que profundiza en el mismo. Sin embargo, una premisa de este 
libro es que las Relaciones Internacionales pueden considerarse como una 
disciplina científica con teorías propias y con un campo de estudio 
específico: los fenómenos políticos, sociales, económicos y jurídicos que 
ocurren en el sistema internacional. Siguiendo esta misma discusión en 
torno al origen de las RI, a menudo ha existido una confusión sobre el inicio 
de las Relaciones Internacionales como disciplina científica. Algunos ubi-
can su nacimiento a partir de la Paz de Westfalia en 1648. Otros sugieren 
que su surgimiento puede establecerse a partir del término de la Primera 
Guerra Mundial en 1919, mientras que otros argumentan que la Segun- 
da Guerra Mundial dio origen a la disciplina. Cada una de estas versiones 
tiene argumentos válidos, como se discutirá más adelante.
I. EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO 
DE LA DISCIPLINA DE 
LAS RELACIONES INTERNACIONALES
29
LUIS OCHOA BILBAO
JORGE ALBERTO SCHIAVON URIEGAS
MARTA TAWIL KURI
RAFAEL VELÁZQUEZ FLORES
LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ
Siendo así, el objetivo de esta introducción es describir el surgimiento 
y desarrollo histórico de la disciplina de las Relaciones Internacionales en 
el mundo y en México. El texto está dividido en dos partes. La primera 
realiza un recuento histórico del origen de la disciplina de manera gene-
ral. La segunda parte reseña el inicio de los estudios internacionales en 
México.
 
EL SURGIMIENTO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 
COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA
Para iniciar la discusión, es importante primero hacer una distinción entre 
tres conceptos muy similares en naturaleza, pero distintos en la práctica. 
Un asunto muy distinto es “Relaciones Internacionales” con mayúsculas y 
otro muy diferente es “relaciones internacionales” con minúsculas. El 
primer concepto se refiere efectivamente a la disciplina que estudia las 
interacciones entre los diversos actores del sistema internacional. El se-
gundo es, en la práctica, el objeto de estudio de esa disciplina. Es decir, las 
Relaciones Internacionales (RI) son una disciplina científica que estudia 
las “relaciones internacionales”, es decir, los acontecimientos que suceden 
en el plano mundial. El tercer concepto se trata de las “relaciones interes-
tatales”, en referencia a las interacciones entre los Estados, siendo éstos los 
principales actores en el sistema internacional.
Quizá valdría la pena ahondar un poco más en la definición de las 
RI, y en la importancia de la teoría, aunque no resulta fácil definir a las RI 
como disciplina académica. El término relaciones internacionales parece 
demasiado exclusivo, ya que restringe nuestra atención a las relaciones 
entre-naciones. Hay varias definiciones. Para algunos, las relaciones interna-
cionales se refieren a las relaciones diplomático-estratégicas entre Estados, 
y su enfoque es en temas de guerra y paz, conflicto y cooperación. Otros 
consideran que las relaciones internacionales se refieren a transacciones 
transfronterizas de todo tipo: políticas, económicas, sociales, etcétera, por 
lo que quienes defienden esta perspectiva se abocan a defender el estudio 
de las negociaciones comerciales o el funcionamiento de instituciones 
intergubernamentales o de organismos no gubernamentales. De nuevo, 
y con cada vez más frecuencia en este siglo, otros más se enfocan en la 
globalización y estudian, por ejemplo, la comunicación mundial, siste- 
mas financieros y de transporte, corporaciones de negocios mundiales y la 
emergencia de una “sociedad civil global”. Ante este panorama, cómo 
entendemos e interpretamos el mundo depende, en buena medida, de 
cómo definimos el mundo que estamos tratando de entender e interpretar. 
30
Siempre es probable que cualquier definición que adoptemos sea contro-
vertida.
¿Cuál es o cuál debería ser el tema o contenido sobre el que los estu-
diantes de relaciones internacionales están o deberían estar más intere-
sados? ¿Qué enfoques y métodos son útiles para estudiar este tema 
central, y cómo debe escoger el estudiantede relaciones internacionales 
entre ellos? ¿Cuáles son algunos de los lineamientos que un académico 
especialista en relaciones internacionales debe seguir al desarrollar su 
trabajo en la universidad y en la sociedad?
Por teoría de relaciones internacionales puede entenderse el cuerpo 
de proposiciones generales acerca de las relaciones entre los Estados, o de 
forma más general, acerca de la política mundial. Es un sistema concep-
tual que aspira a ofrecer una explicación general y comprehensiva en 
ocasiones causal, de los fenómenos internacionales. La teoría es una espe-
cie de aparato de simplificación que permite decidir qué hechos importan 
y cuáles no para explicar la realidad internacional. La teoría no es una 
opción. No existe la posibilidad de decir que no queremos molestarnos en 
usar una teoría, y que todo lo que queremos hacer es simplemente ob-
servar los “hechos”. La única forma mediante la cual se puede decidir qué 
hechos observar, de los millones posibles, es adhiriendo un aparato de 
simplificación que pueda decirnos cuáles importan más. Las hipótesis 
teóricas deben ser explícitas, esto es, siempre se debe buscar ser tan claros 
y categóricos como sea posible cuando se trata de analizar las relaciones 
internacionales.
La teoría de relaciones internacionales incluye proposiciones nor-
mativas, consideraciones morales, legales o racionales. Incluye teorías 
generales, enfocadas a describir o a prescribir a la política mundial en su 
conjunto, pero también teorías particulares relacionadas con algún ele-
mento de ella, tales como guerra y paz, estrategia o diplomacia. Asimismo, 
abarca tanto teorías acerca de la sociedad internacional (organizaciones 
internacionales, etc.), como teorías que no se interesan en ofrecer alguna 
orientación a la política o alguna solución a los problemas de carácter 
práctico o, por el contrario, teorías abiertamente orientadas a la política 
o con inclinaciones “prácticas”. Incluye, por último, teorías en el modelo 
clásico de la investigación histórica, filosófica y legal, así como teorías que 
esperan ser científicas.
También ha existido una discusión sobre quién acuñó el término 
“relaciones internacionales”. Hoy en día, existe un consenso amplio en 
acreditarle a Jeremy Bentham la invención del término. En su obra 
Principios de moral y legislación, publicada en 1789, Bentham propuso el tér-
mino para referirse al vínculo entre los Estados del sistema internacional. 
31EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Ahora bien, cabe preguntarse ¿qué es lo que las RI deben explicar? ¿Deben 
primordialmente interesarse en el sistema internacional, esto es, las inter-
acciones entre sus unidades? ¿Deben concentrar sus esfuerzos en las 
unidades en sí mismas? De la respuesta a estas preguntas resultan dos tipos 
de estrategias de análisis. Una postula que el sistema tiene, por así decirlo, 
algún tipo de vida en su esencia y que, por lo tanto, debemos comprender 
los patrones de interacción y entender por qué los actores se comportan 
de la forma en que lo hacen. La otra postula que hay que observar los 
movimientos de los actores para comprender al sistema internacional. La 
inclinación por una u otra respuesta corresponde al estudio, respecti-
vamente, del sistema internacional y de la política exterior.
Una de las razones por las que RI es un campo de estudio sumamente 
interesante es porque ambiciona producir teoría no sólo de la política de 
un país o de un continente, sino de las relaciones globales. Eso significa 
que cualquier teoría de RI que pretenda tener validez tiene que ser capaz, 
en otros aspectos, de tomar en cuenta y trabajar con una multiplicidad de 
culturas, con el fin de ofrecer una perspectiva del mundo que no sea etno-
céntrica. La necesidad de este tipo de apertura a la ambigüedad refleja la 
importancia y el interés intrínseco de estudiar Relaciones Internacionales, 
de observar y comprender el que ahora es uno de los temas claves del siglo 
XXI: cómo aminorar, por un lado, el enfrentamiento entre las fuerzas so-
ciales y económicas globales y, por el otro lado, las jurisdicciones políticas y 
las culturas locales. 
Habiendo aclarado estos puntos, es factible plantear tres premisas. 
La primera es que no existe una fecha específica para decir cuándo 
empezaron las relaciones internacionales. Es posible afirmar que las rela-
ciones internacionales iniciaron cuando dos comunidades indepen-
dientes establecieron un primer contacto. Obviamente, la historia no 
tiene registro de este acontecimiento. El primer registro histórico que se 
tiene de un contacto entre dos comunidades es el Tratado de Qadesh. 
Este documento fue un acuerdo de paz firmado entre los imperios egipcio 
e hitita en 1269 a.C., el cual ponía fin a una larga guerra entre ambos 
actores. Pero es muy probable que antes hayan ocurrido contactos entre 
dos comunidades distintas.
La segunda premisa es que es posible poner una fecha específica al 
nacimiento de las relaciones interestatales. Esto ocurrió cuando surgió la 
figura del Estado moderno. Por lo tanto, el inicio de las interacciones 
entre Estados podría establecerse a partir de la Paz de Westfalia en 1648. 
Después de este importante acontecimiento, surgieron los Estados mo-
32
 Jorge Palacios, Tratados: legislación y práctica en México, México, SRE-UIA, 1982.1
1
LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ
dernos y, por lo tanto, las relaciones entre estos actores dominantes del 
escenario mundial durante los subsiguientes siglos. Este punto histórico 
marcó, por un lado, el fin de la era medieval y, por el otro, el inicio del 
sistema internacional moderno. La Paz de Westfalia implicó el final de la 
Guerra de los Treinta Años (1618-1648), en la cual Europa enfrentó su 
primera guerra continental. A partir de entonces el Estado se constituyó 
como el único sistema político legítimo en Europa, basado en gobiernos 
independientes que ejercían su soberanía sobre las poblaciones asentadas 
en su territorio. 
La tercera premisa es que las Relaciones Internacionales, como disci-
plina científica, surgen a partir de 1919, después del término de la 
Primera Guerra Mundial. El estudio académico de las RI era embrionario 
antes de este gran acontecimiento. En la segunda mitad del siglo XIX, 
cuando las ciencias sociales como las conocemos ahora empezaron a dis-
tinguirse, cuando la economía se consolidó como un campo de estudio 
científico y cuando la sociología, la ciencia política y la teoría social se 
reconocieron, las RI siguieron sin ser identificadas como un foco de estu-
dio autónomo; lo que ahora entendemos como RI era visto simplemente 
como una faceta o extensión de las disciplinas antes mencionadas. No 
existía antes una visión de conjunto que se ocupara de los temas mun-
diales. Por lo tanto, la disciplina de las RI es una ciencia joven a la cual le 
llevó tiempo surgir. Es probable que esto se deba a que los temas interna-
cionales, como la firma de tra-
tados, las guerras y las divisio-
nes geográficas, eran asuntos 
exclusivos de los soberanos y, 
por lo tanto, la opinión pública 
y los académicos tenían un 
acceso muy limitado a la infor-
mación sobre los temas inter-
nacionales. 
En resumen, las relaciones 
internacionales (con minús-
cula) surgen varios años antes 
de la era cristiana, mientras 
que las relaciones entre Estados 
modernos surgen a partir de la 
Paz de Westfalia en 1648, y las 
Relaciones Internacionales 
(con mayúsculas) como disci-
plina científica, aparecen a par-
33
Cronología del surgimiento de las 
RI
 
1269 a.C. Primer registro de un tratado entre 
dos actores
 
1648. Inicio de las relaciones interestatales a 
partir de la Paz de Westfalia
 
1919. Inicio formal de la disciplina de las 
Relaciones Internacionales 
1945. Consolidación y expansión de la 
disciplina 
EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
tir del término de laPrimera Guerra Mundial en 1919. También es posi-
ble afirmar que, después de la Segunda Guerra Mundial, las Relaciones 
Internacionales se consolidaron y tuvieron mayor presencia en muchos 
otros países. Siendo así, las dos guerras mundiales, la Guerra Fría, la 
consolidación de la cooperación económica estrecha entre Estados occi-
dentales y la persistente brecha de desarrollo entre el Norte y el Sur son 
ejemplos de acontecimientos y problemas mundiales que estimularon los 
estudios de Relaciones Internacionales en el siglo XX. El ataque terrorista 
del 11 de septiembre de 2001 ha sido uno de los retos recientes más 
importantes en el estudio de Relaciones Internacionales.
EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA
Como ya se mencionó, el estudio formal de las Relaciones Internacionales 
como disciplina científica inició en 1919, después del término de la 
Primera Guerra Mundial. Es decir, esta conflagración global tuvo un im-
pacto directo en la formación de esta disciplina. Por lo tanto, los primeros 
estudiosos enfocaron sus esfuerzos en buscar formas para evitar un nuevo 
conflicto como el que apenas había finalizado. Es en este contexto que la 
enseñanza de las Relaciones Internacionales tuvo, en sus inicios, un enfo-
que idealista porque buscaba la paz mediante la cooperación, las institu-
ciones y las normas internacionales, particularmente con personajes 
como Woodrow Wilson.
Los primeros estudios formales surgieron en Inglaterra y Estados 
Unidos, por lo que esta disciplina tuvo un carácter anglosajón desde sus 
inicios. La Universidad de Aberystwyth, en Gales, estableció la primera 
cátedra dedicada al estudio de las relaciones internacionales. Más ade-
lante, la London School of Economics fundó otra cátedra similar. En Esta-
dos Unidos, en 1921, se erigió el Consejo de Relaciones Exteriores, que 
fue la primera institución de investigación dedicada al análisis de los fenó-
menos mundiales. El Consejo creó también, desde su fundación, la revista 
Foreign Affairs, la primera publicación académica centrada en estos temas.
Sin embargo, la visión idealista con la que inició la disciplina pronto 
mostró su limitado poder explicativo. Veinte años después surgió un 
nuevo conflicto, aún de mayor alcance que la Primera Guerra Mundial. 
Desde la década de 1920, varios académicos ya habían confrontado las 
propuestas idealistas y planteaban que este paradigma no era la mejor 
alternativa teórica. Por lo tanto, en el periodo de entre guerras surgió el 
enfoque realista y, en consecuencia, nació el primer debate entre idealistas 
y realistas. Al terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945, el realismo se 
34 LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ
convirtió en el enfoque dominante en la enseñanza de las Relaciones 
Internacionales, con autores como E. H. Carr, Hans L. Morgenthau, 
Reinhold Niebuhr, George Kennan y Arnold Wolfers. 
Más adelante, a finales de la década de 1950 y principios de la de 
1960, surgieron nuevas perspectivas de estudio. Algunos académicos em-
pezaron a plantear que el realismo carecía de suficiente poder explicativo 
y que era necesario emplear una metodología más científica. Entonces 
surgió el segundo debate de la disciplina: los “científicos” que usaban 
visiones positivistas y los tradicionalistas que se apegaban a los enfoques 
realistas e idealistas. En la década de 1970 tuvieron lugar tres aconteci-
mientos internacionales que revolucionaron el pensamiento internacio-
nalista: la Guerra de Vietnam, la caída del sistema de Bretton Woods y el 
final del patrón oro/dólar por parte de Estados Unidos en 1971, y el boicot 
petrolero de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a 
los países de Occidente. Estos acontecimientos cuestionaron las bases 
explicativas del realismo al proponer que el poder no era la única variable 
que explicaba el comportamiento de los Estados. Siendo así, los interna-
cionalistas empezaron a tomar en consideración de manera sistemática 
otras variables relevantes para explicar las acciones estatales en el sistema 
internacional, como aspectos económicos, otros actores no gubernamen-
tales, los regímenes internacionales, las instituciones, entre otros. Nació 
así el tercer debate teórico de las Relaciones Internacionales entre los neo-
rrealistas, como Kenneth Waltz, y los neoliberales institucionales, como 
Robert Keohane y Joseph Nye, el cual dominó la discusión teórica entre 
los académicos hasta finales de la década de 1980.
Obviamente, los académicos en el mundo desarrollaron nuevas 
formas de aproximarse a los fenómenos internacionales, como fueron los 
enfoques marxistas, la teoría general de los sistemas, las teorías institu-
cionales y neoinstitucionales, el posmodernismo, el feminismo, entre 
muchos otros enfoques teóricos. A partir de la década de 1990, surgió una 
propuesta teórica muy distinta a las tradicionales: el constructivismo. Esta 
visión planteaba un enfoque novedoso, en el cual las percepciones, las 
ideas, los valores y la identidad son elementos centrales para explicar los 
fenómenos internacionales. El constructivismo, con autores como Ale-
xander Wendt, Friedrich Kratochwil y Nicholas Onuf, ofrece puentes 
entre los niveles de análisis (en términos conceptuales supera ese enfren-
tamiento u oposición entre nivel estatal e internacional y muestra que no 
son tan separables) y en el plano teórico permite explorar los múltiples 
mecanismos que conectan a lo internacional con lo interno. 
Sin embargo, a principios del siglo XXI un hecho impactante, los ata-
ques del 11 de septiembre de 2001, ocasionó un nuevo cuestionamiento 
35EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
sobre la viabilidad de las teorías 
de relaciones internacionales al 
encontrarse separadas unas de 
otras. Detrás de valores retó-
ricos, Estados Unidos recurrió al 
poder y la guerra para justificar 
una amplia gama de posiciones 
políticas que le permitieron 
fortalecer su poder económico y 
militar al tiempo que debilitaba 
y menoscababa varios acuerdos 
multilaterales sobre control de 
armamento, el medio ambiente, 
los derechos humanos y el co-
mercio. Sin embargo, de forma 
paralela, esos acontecimientos 
hicieron obvia para muchos aca-
démicos la necesidad de inte-
grar postulados de las teorías 
realistas, liberales y constructi-
vistas. Tanto Al Qaeda como los 
dos mandatos de George W. 
Bush confirmaron la importan-
cia no sólo del poder, sino de las 
redes y actores transnacionales 
(religión, medios, opiniones 
públicas), de las ideas y normas, 
de la identidad, es decir, de la 
necesidad imperiosa de dar ma-
yor peso a lo social que a lo 
material para entender el mun-
do actual.
SURGIMIENTO DE LA DISCIPLINA EN MÉXICO
El estudio universitario de las Relaciones Internacionales en México 
encontraría su primera casa en la Universidad Nacional de México. En 
1951, durante el rectorado de Luis Garrido, se abrió la Escuela Nacional 
36
 
Desarrollo	de	la	
disciplina
 
1919. Inicio de la disciplina. 
Enfoque dominante: idealismo.
 
1939. Surgimiento del primer 
debate entre realistas e idealistas.
 
1945. Término de la Segunda 
Guerra Mundial. Enfoque 
dominante: realismo. 
1950-1960. Surgimiento del 
segundo debate entre 
tradicionalistas y cientistas. 
1970-1980. Surgimiento del tercer 
debate entre neorrealistas y 
neoliberales.
 
1990. Surgimiento del 
constructivismo.
 
2001. Los ataques terroristas. 
Resurgimiento de los enfoques 
realistas. 
 
LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ
de Ciencias Políticas y Sociales en la cual se ofrecieron los estudios de 
licenciatura en cuatro disciplinas: Ciencias Sociales, Ciencias Políticas, 
Periodismo y Ciencias Diplomáticas. Esta última admitió en su primera 
promoción a 76 alumnos, siendo la más concurrida de todas las ofrecidas.
El plan de estudios de la carrera en Ciencias Diplomáticas se diseñó 
bajo la inspiración de los modelos de la London Schoolof Economics, 
del Institut d'Estudes Politiques de la Universidad de París y de la Ecole de 
Ciences Politiques et Socials de la Universidad de Lovaina. El contenido 
curricular privilegiaba las materias jurídicas e históricas, dándole así un 
perfil propio que distinguiría la orientación de sus egresados. 
También en 1951 el Mexico City College (fundado en 1940) abriría a 
sus estudiantes de licenciatura la posibilidad de tomar, junto con materias 
interdisciplinarias de historia, economía o sociología, un par de cursos de 
Relaciones Internacionales y optar al grado de Bachelor of Arts in Inter-
national Relations. Esta institución se creó originalmente para ofrecer 
educación universitaria a los hijos de empresarios, miembros del servi- 
cio exterior e industriales estadounidenses que pasaban largas tempo-
radas en México. 
Posteriormente, El Colegio de México fundaría en 1960 el Centro de 
Estudios Internacionales (CEI) y la licenciatura en dicha especialidad, que 
incluso llegó a concebirse como programa de doctorado. La iniciativa y las 
gestiones corrieron a cargo de Daniel Cosío Villegas. Casi a la par del 
centro y del programa de estudios, se había creado también un año antes 
la revista Foro Internacional y de esta forma nacería la primera publicación 
académica dedicada, aunque no de manera exclusiva, a temas interna-
cionales.
Tanto en la Universidad Nacional como en El Colegio de México, los 
estudios internacionales pretendían resolver la necesidad que enfrentaba 
el país de preparar cuadros diplomáticos y consulares de alto nivel para 
ingresar al servicio exterior mexicano en el contexto mundial de la pos-
guerra que exigía una profesionalización de la labor diplomática. De 
hecho, la carrera de Ciencias Diplomáticas en la Universidad Nacional 
surgió como parte de un proyecto auspiciado por la UNESCO desde 1950 
que tuvo como objetivo fomentar la apertura del estudio universitario de 
la diplomacia y las Relaciones Internacionales a lo largo y ancho del orbe.
37
4
 Véase Luis Ochoa, La carrera de relaciones internacionales en México. Orígenes y situación actual. México, El Colegio de 
México-Benemérita Universidad Autónoma de México, 2011.
 Sergio Colmenero y A. Tovar, “Ernesto Enríquez Coyro”, Revista Mexicana de Ciencias Sociales, año XXX, enero-junio 
1984, núms. 115-116, p. 15.
 Véase C. A. W. Maning, The University Teaching of Social Sciences. International Relations, Ginebra, UNESCO, 1954, 
p. 12.
3
2
4
3
2
EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Las tres instituciones aquí descritas pueden considerarse, sin duda 
alguna, como las fundadoras de los estudios internacionales en México. 
Cada una le imprimiría su propio matiz. En el caso de la Universidad 
Nacional, los internacionalistas tendrían una fuerte orientación jurídica 
pensando, seguramente, en la vocación histórica del país por promover el 
derecho internacional. En el Mexico City College la formación de ins-
piración estadounidense le daba a los estudios internacionales una orien-
tación multidisciplinaria mucho más cercana a la naturaleza académica de 
las Liberal Arts. Por su parte, El Colegio de México ofrecía cursos espe-
cializados sobre distintas naciones y sus relaciones internacionales, dán-
dole un matiz, en estricto sentido, más amplio en cuanto al entendi-
miento de las regiones y la naturaleza de sus vínculos y su poder mundial. 
De igual forma, cada institución se distinguiría por el tipo de alumnado 
hacia el que estaba dirigida su oferta. La Universidad Nacional, en su 
vocación de universidad pública, admitía el ingreso de un alto número de 
estudiantes que contrastaba con la selección más estricta y limitada en 
número de El Colegio de México. Como se indicó antes, el Mexico City 
College originalmente estuvo dedicado a la educación de jóvenes estado-
unidenses en México aunque tampoco de manera exclusiva.
En 1967, la ya entonces denominada Universidad Nacional Autóno-
ma de México (UNAM) modificaría los planes de estudio y cambiaría el 
nombre de la licenciatura de Ciencias Diplomáticas a Relaciones Interna-
cionales. Con el paso del tiempo, en 1985, del Mexico City College surgi-
rían dos instituciones universitarias independientes, la Universidad de las 
Américas en el Distrito Federal y la Fundación Universidad de las Amé-
ricas afincada en Cholula, Puebla, y en ambas la licenciatura en Relaciones 
Internacionales sería parte de su oferta académica. Es así como la forma-
ción de internacionalistas en México estaría concentrada en estas tres 
instituciones hasta los años ochenta.
En esos años, dos personajes merecen ser destacados en la historia de 
la disciplina en México. Mario Ojeda, egresado de la primera generación 
de Ciencias Diplomáticas de la Universidad Nacional, se incorporaría tras 
la invitación de Daniel Cosío Villegas a El Colegio de México. Ahí, dirigi-
ría el CEI y luego sería presidente de El Colegio de México de 1985 a 1995. 
Incluso fue embajador de México ante la UNESCO de 1995 a 1998. A lo 
largo de su carrera académica perfiló los contenidos del programa curri-
cular de la licenciatura y redactó trabajos fundamentales para el estudio 
de la política exterior mexicana. Una de sus principales aportaciones fue 
la introducción en México de los planteamientos clásicos del realismo 
en la teoría de las Relaciones Internacionales y su descripción de la “inter-
dependencia asimétrica” o “independencia relativa” que describiría las 
38 LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ
39
relaciones entre México y Estados Unidos. Su libro Alcances y límites de la 
política exterior de México publicado en su primera edición en 1976 es 
considerado un clásico latinoamericano de las relaciones internacionales.
En la UNAM, Modesto Seara Vázquez sería el parteaguas de la mo- 
dernización y la proyección nacional de la carrera de Relaciones Interna-
cionales en el país. Su labor docente abarcó varias generaciones de 
internacionalistas que se verían apoyadas por sus gestiones para crear 
el Centro de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas 
y Sociales (FCPyS), en 1970, lo cual permitiría la publicación, primero, del 
Boletín de Relaciones Internacionales (1970-1973) que después se convertiría 
en la revista Relaciones Internacionales, un referente fundamental junto 
con Foro Internacional de la producción científica mexicana en la disciplina. 
Fundaría también la Asociación Mexicana de Estudios Interna- 
cionales (AMEI) en 1982 (antes Instituto Mexicano de Estudios 
Internacionales, IMEI) que de manera ininterrumpida convoca a 
estudiantes e internacionalistas al único congreso mexicano de su tipo. 
Sus obras sobre derecho internacional son consideradas como funda-
mentales para entender el desarrollo de la carrera en México y entre ellas 
se destacan Del Congreso de Viena a la Paz de Versalles (1982) y La Organización 
de Naciones Unidas a los cincuenta años (1995).
La carrera experimentó una explosión con la apertura de programas 
en nuevas universidades a partir de la década de los noventa. Instituciones 
privadas y públicas de mucho prestigio a lo largo de la geografía mexicana 
ofrecerían la licenciatura en Relaciones Internacionales para un creciente 
número de estudiantes interesados en los temas mundiales. La Univer-
sidad Iberoamericana comenzaría con este boom en 1982, la Universidad 
de Guadalajara o la Universidad de Nuevo León abriría sus programas a 
principios de los noventa, igual que el Instituto Tecnológico Autónomo de 
México (ITAM) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). 
Según Marie-Odette Colin, tanto la oferta como la demanda académica 
por los estudios internacionales en México se explicaría por las necesi-
dades de un mercado laboral que experimentaba los cambios en el sistema 
internacional y que requería de especialistas preparados en el comercio y 
los asuntos internacionales, en buena medida,motivados por la firma del 
Tratado de Libre Comercio en América del Norte. También, dice Colin, 
esto impactaría en la currícula de la licenciatura, dominada tradicional-
mente por la historia y el derecho, para incorporar materias de comercio, 
economía y finanzas internacionales.
 M.O. Colin, “Desafíos de la enseñanza de las Relaciones internacionales”, Relaciones Internacionales, UNAM, núm. 84-85, 
septiembre 2000-abril 2001, pp. 107-108.
 Idem. 6
5
6
5
EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Actualmente, la carrera se ofrece prácticamente en más de cien uni-
versidades del país y la oferta académica también incluye posgrados en la 
disciplina en instituciones de prestigio y, en varios casos, con el recono-
cimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), cuya 
acreditación también da cuenta del creciente número de investigadores 
internacionalistas en el país.
Esto ocurre al mismo tiempo que se presentan transformaciones en 
la matrícula y en el mercado laboral. En el primer caso, la carrera de 
Relaciones Internacionales convoca mayoritariamente a jóvenes mujeres 
interesadas en la disciplina, contribuyendo al fenómeno denominado 
“feminización de la matrícula”, que se aprecia con claridad en todas las 
ciencias sociales en el país. 
En el segundo caso, ante la incapacidad del Servicio Exterior Mexi-
cano (SEM) para emplear a un número cada vez más alto de internacio-
nalistas que año tras año egresan de la carrera, la licenciatura ha tenido que 
flexibilizar su orientación de tal forma que le permita a sus egresados 
encontrar cabida tanto en posgrados nacionales e internacionales en varias 
áreas del conocimiento, como trabajo en un mercado laboral que requiere 
de internacionalistas para desempeñarse en el sector empresarial o pú-
blico, en los medios de comunicación masiva, las organizaciones no 
gubernamentales y los organismos multilaterales. Podría decirse que la 
interdependencia económica, la multiplicación de relaciones transnacio-
nales y la necesidad de conocer con mayor exactitud y profundidad los 
asuntos mundiales son factores que hacen de la carrera en Relaciones 
Internacionales una opción atractiva para las jóvenes generaciones estu-
diantiles, y necesaria para empresas, gobiernos e instituciones con hori-
zontes globales.
40
EL MUNDO
Se crea la carrera de 
Ciencias D iplomáticas en la 
Universidad Nacional de 
México. Se ofrece el 
Bachelor of Arts in 
International Relations en el 
Catálogo 1950-1951 del 
Mexico City College.
El presidente Miguel Alemán 
Valdés instituyó el Día del 
Ejército. Inician las 
transmisiones televisivas 
nacionales del canal 2.
El 9 de enero se inaugura en 
Nueva York la sede de las 
Naciones Unidas. El 18 de 
abril Bélgica, Francia, 
Alemania, Italia,
Luxemburgo y los Países 
Bajos firman el Tratado de 
París. China anexiona al 
Tíbet.
1959
Se publica el primer número 
de la revista Foro 
Internacional
 
de El Colegio 
de México.
 
Se crea la Comisión Nacional 
de Libros de Texto Gratuitos.
 
El 1 de enero triunfa la 
Revolución cubana liderada 
por Fidel Castro. 
Declaración de los Derechos 
del Niño por la Asamblea 
General de las Naciones 
Unidas
 
el 20 de noviembre.
 
 
 
AÑO
1951
RI MÉXICO
Cuadro I.1. Cronología comparada
LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ
1960
Se funda el Centro de 
Estudios Internacionales y la 
carrera del mismo nombre 
en El Colegio de México.
El presidente Adolfo López 
Mateos nacionaliza la 
industria eléctrica.
Obtienen su independencia 
17 naciones africanas, entre 
ellas Ghana, Costa de Marfil, 
Madagascar, Nigeria, 
Somalia y Gabón. 
1967
Se ofrece la maestría en 
Relaciones Internacionales 
en la recién creada División 
de Estudios Superiores de la 
UNAM. Se crea también el 
Instituto Mexicano de 
Estudios Internacionales.
 
Firman en México el Tratado 
de Tlatelolco junto al 
presidente Gustavo Díaz 
Ordaz los mandatarios de 
Bolivia, Brasil, Chile y 
Ecuador.
 
Estados Unidos, la Unión 
Soviética y el Reino Unido 
firman el Tratado del 
Espacio Exterior. Anastasio 
 
Somoza se convierte en 
Presidente
 
de Nicaragua.
1968
Se ofrece el doctorado en 
Relaciones Internacionales 
en la Facultad de Ciencias 
Políticas y Sociales de la 
UNAM.
 
2 de octubre, matanza de 
 
Tlatelolco. El 12 de octubre 
se inauguran los Juegos de la 
Olimpiada en México.
 Comienza la Primavera de 
Praga. Protestas estudiantiles 
y huelga general en Francia. 
Asesinato de Robert F. 
Kennedy. Nixon gana las 
elecciones presidenciales de 
Estados Unidos.
 
1970
Se crea en la UNAM el 
Centro de Relaciones 
Internacionales y comienza 
la publicación del Boletín de 
Relaciones Internacionales.
 
Se inaugura el Campeonato 
Mundial de Fútbol en México. 
Luis Echeverría gana las 
elecciones presidenciales.
 
Salvador Allende gana las 
elecciones presidenciales en 
Chile. La Guerra de Vietnam 
se extiende a Camboya.
1974
Se crea el Instituto Matías 
Romero de Estudios 
Diplomáticos de la 
Secretaría de Relaciones 
Exteriores. 
Se funda la Cineteca 
Nacional. Muere la escritora 
 
Rosario Castellanos.
 
India detona su primera 
bomba atómica. Dimite Juan 
Domingo Perón en 
Argentina. 
1982
Cambia el nombre de IMEI 
por el de Asociación 
Mexicana de Estudios 
Internacionales
 
(AMEI) . Se 
crea la licenciatura en 
Relaciones Internacionales 
en la Universidad 
Iberoamericana.
 
Miguel de la Madrid Hurtado 
gana las elecciones 
presidenciales.
 
Argentina invade las Islas 
Malvinas iniciando así la 
guerra contra Gran Bretaña. 
España se incorpora a la 
OTAN.
 
1985
Se fundan la Universidad de 
las Américas en el Distrito 
Federal y la Fundación 
 
Universidad de las Américas 
en Cholula, Puebla.
 
Rafael Caro Quintero, 
narcotraficante mexicano, es 
arrestado en Costa Rica. La 
Ciudad de México es 
devastada por un terremoto de 
8.1 grados en la escala de 
Richter.
 
Ronald Reagan comienza su 
segundo período en la 
presidencia de Estados 
Unidos. Mijaíl Gorbachov es 
elegido presidente de la 
URSS. España y Portugal se 
adhieren a la Comunidad 
Económica Europea.
1991
Se crea la licenciatura en 
Estudios Internacionales en 
 
la Universidad de 
Guadalajara y la licenciatura 
en Relaciones 
internacionales en la 
Universidad Autónoma de 
Nuevo León.
Inicia la negociación formal 
del Tratado de Libre 
Comercio de América del 
Norte. Mueren el pintor 
 
Rufino Tamayo y el filósofo 
Eli de Gortari.
Estados Unidos y una 
coalición internacional 
comienzan la Guerra del 
Golfo contra Irak. Con la 
firma del Tratado de 
Asunción se crea el 
Mercosur. Renuncia 
Gorbachov a la Presidencia y 
la Unión Soviética deja de 
existir oficialmente.
AÑO RI MÉXICO EL MUNDO
41
Cuadro I.1. Cronología comparada (continuación) 
EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
 
 
1992
Se crea la licenciatura en 
 
Relaciones Internacionales 
en el Instituto Tecnológico 
Autónomo de México
 
(ITAM).
 
Explosiones en el drenaje de 
la Ciudad de Guadalajara. Se 
crea la Secretaría de 
Desarrollo Social 
(Sedesol). México 
establece relaciones 
diplomáticas con El Vaticano .
 
Fracasa el golpe de Estado 
perpetrado por el teniente 
coronel Hugo Chávez en 
Venezuela. Se crea la Unión 
Europea con el Tratado de 
Maastricht. 
 
1993
Se crea la División de 
Estudios Internacionales del 
Centro de Investigación y 
Docencia Económicas y su 
licenciatura en Ciencia 
Política y Relaciones 
Internacionales. Se crea en 
la UNAM el Centro de 
Investigaciones Sobre 
América del Norte 
(CISAN) .
Asesinato del Cardenal 
Posadas Ocampo. Luis 
Donaldo Colosio es nombrado 
precandidato del PRI a la 
presidencia de la República. Se
aprueba el Tratado de Libre 
Comercio de América del 
Norte entre México, Estados 
Unidos y Canadá.
William Clinton toma posesión 
de la Presidencia de Estados 
Unidos en enero. Eritrea se 
independiza de Etiopía.

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