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Teorías de Relaciones Internacionales en el siglo XXI Interpretaciones críticas desde México Jorge Alberto Schiavon Uriegas Adriana Sletza Ortega Ramírez Marcela López-Vallejo Olvera Rafael Velázquez Flores Editores Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, A.C. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. El Colegio de San Luis, A.C. Universidad Autónoma de Baja California Universidad Autónoma de Nuevo León Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla Teorías de Relaciones Internacionales en el siglo XXI Interpretaciones críticas desde México A los estudiantes y estudiosos de las Relaciones Internacionales en México Esta investigación fue dictaminada por pares académicos Segunda edición: Agosto de 2016 © D.R. 2016 Jorge Alberto Schiavon Uriegas, Adriana Sletza Ortega Ramírez, Marcela López-Vallejo Olvera y Rafael Velázquez Flores Las características de esta publicación son propiedad de: D.R. © Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, A.C. D.R. © Benemérita Universidad Autónoma de Puebla D.R. © Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. D.R. © El Colegio de San Luis, A.C. D.R. © Universidad Autónoma de Baja California D.R. © Universidad Autónoma de Nuevo León D.R. © Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio, sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México/Printed and made in Mexico Teorías de relaciones internacionales en el siglo XXI: interpretaciones críticas desde México / editor Jorge Alberto Schiavon Uriegas … [et al.]. -- México: Asociación Mexicana de Estudios Internacionales: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla: Centro de Investigación y Docencia Económicas: El Colegio de San Luis: Universidad Autónoma de Baja California: Universidad Autónoma de Nuevo León: Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, 2016. Segunda edición 584 páginas; 23 cm. ISBN: 978-607-9367-80-0 1. Relaciones internacionales – Enseñanza superior – México. 2. Relaciones internacionales – Filosofía. 3. Relaciones internacionales – Historia. 4. Constructivismo (Filosofía). I. Schiavon, Jorge A., ed. II. Asociación Mexicana de Estudios Internacionales. III. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. IV. Centro de Investigación y Docencia Económicas. V. El Colegio de San Luis. VI. Universidad Autónoma de Baja California. VII. Universidad Autónoma de Nuevo León. VIII. Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, 2016. JZ1238.M46 T467 2016 Introducción Jorge Alberto Schiavon Uriegas, Adriana Sletza Ortega Ramírez, Marcela López-Vallejo Olvera y Rafael Velázquez Flores PRIMERA PARTE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES El surgimiento y el desarrollo de la disciplina de las Relaciones Internacionales Luis Ochoa Bilbao, Jorge Alberto Schiavon Uriegas, Marta Tawil Kuri y Rafael Velázquez Flores ¿Deben ser consideradas las Relaciones Internacionales una disciplina autónoma? David Jamile Sarquís Ramírez El oscuro objeto de las Relaciones Internacionales. ¿Qué es hoy “lo internacional” en un mundo transnacionalizado y gubernamentalizado? Isidro Morales Moreno Los tres niveles de análisis Rafael Velázquez Flores, Marcela Maldonado Bodart y José Manuel Vázquez Godina Pensamiento internacional latinoamericano Alfonso Sánchez Múgica Sociología histórica y las Relaciones Internacionales Luis Ochoa Bilbao Economía política internacional José Luis León-Manríquez ÍNDICE 47 29 67 91 107 129 13 147 II. III. IV. V. VI. VII. I. Debates y diálogo entre positivismo y pospositivismo en Relaciones Internacionales Alberto Lozano Vázquez La enseñanza de las teorías de las Relaciones Internacionales Marco Aurelio Fernando Carlos Almazán St. Hill SEGUNDA PARTE ENFOQUES TEÓRICOS CLÁSICOS Idealismo clásico Rafael Velázquez Flores y Ana Bárbara Mungaray Moctezuma Teoría normativa internacional Alejandro Chávez Segura Teoría de la paz democrática Arturo Santa Cruz Realismo clásico Rafael Velázquez Flores y Salvador Gerardo González Cruz Realismo estructural Jessica Lillian De Alba Ulloa La Escuela Inglesa de la Teoría de Relaciones Internacionales: una aproximación conceptual José Luis García Aguilar Marxismo y teoría del imperialismo Salvador Vázquez Vallejo La teoría de la dependencia y los nuevos esquemas de dependencia económica Juan Carlos Gachúz Maya La teoría general de sistemas: una opción teórica para el estudio de las Relaciones Internacionales Luz Araceli González Uresti 185 201 213 231 251 267 303 289 321 165 347 XI. XII. XIII. XIV. XV. XVI. IX. VIII. X. XVII. XVIII. El liberalismo institucional Juan Pablo Prado Lallande La teoría de la interdependencia Jorge Alberto Schiavon Uriegas Constructivismo José Jesús Bravo Vergara y Miguel Ángel Sigala Gómez TERCERA PARTE ENFOQUES Y DEBATES TEÓRICOS CONTEMPORÁNEOS Teoría de la transición de poder Ana Bárbara Mungaray Moctezuma El nuevo institucionalismo en las Relaciones Internacionales Laura Zamudio González y Jorge Enrique Culebro Moreno Transnacionalismo Adriana Sletza Ortega Ramírez y Misael González Ramírez Gobernanza global Marcela López-Vallejo Olvera Feminismo y género Mónica Trujillo López Poscolonialismo/estudios decoloniales y las Relaciones Internacionales Marianne Helena Marchand y Edmundo Meza Rodríguez Teoría crítica: Promesa y progreso en Relaciones Internacionales Héctor Cuadra Montiel Investigar la paz en el ámbito de las Relaciones Internacionales Gerardo Pérez Viramontes Sobre los autores 387 423 435 453 473 493 533 367 573 553 403 513 XXIII. XXIV. XXV. XXVI. XXVII. XXVIII. XX. XIX. XXII. XXIX. XXI. l lector de estas líneas tiene enfrente la segunda edición del libro ETeorías de Relaciones Internacionales en el Siglo XXI: Interpretaciones críticas desde México. Gracias a su amplia aceptación entre la comunidad de internacionalistas, la primera edición se agotó rápi- damente ya que varias instituciones académicas han adoptado esta obra como libro de texto para impartir el curso de Teoría de Relaciones Internacionales. Esta versión contiene mejoras significativas e incor- pora un nuevo capítulo, así como herramientas pedagógicas para una mejor comprensión de los diferentes enfoques teóricos de las Relaciones Internacionales. Además se suma una institución a este esfuerzo acadé- mico: el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). La inclusión de este sello editorial resalta la calidad de los trabajos aquí presentados. En este sentido, esta segunda edición ofrece a los estudio- sos de las relaciones internacionales un texto más completo y mejorado para tener un acercamiento más claro y profundo a las principales teorías de la disciplina. El objetivo principal de este libro es presentar a los estudiantes de Relaciones Internacionales (RI) los principales enfoques teóricos de la disciplina. El texto está dirigido a estudiantes de licenciatura, pero también puede ser un instrumento útil para profesores que enseñan la materia de Teoría de Relaciones Internacionales. Normalmente, las teorías de Relaciones Internacionales se han desarrollado en Europa y Estados Unidos. Esto significa que son pocas las contribuciones teóricas que se han generado en América Latina y un escaso número de trabajos se han presentado en México. Por lo tanto, la principal aportación de este libro es que analiza los diferentes enfoques teóricos de las Rela- ciones Internacionales desde una perspectiva mexicana. INTRODUCCIÓN 13 JORGE ALBERTO SCHIAVON URIEGAS ADRIANA SLETZA ORTEGA RAMÍREZ MARCELA LÓPEZ-VALLEJO OLVERA RAFAEL VELÁZQUEZ FLORES Este libro cuenta con un balance teórico, pues explora desde la ontología del concepto de “relaciones internacionales” y elorigen de la disciplina, pasando por una discusión de su objeto y sujeto de estudio, hasta el debate y los diálogos entre las teorías positivistas y posposi- tivistas. Dentro de este balance también hay una recopilación de los principales argumentos de diversas teorías clásicas y contemporáneas, la cual permite mostrar una discusión actualizada en donde se presen- tan teorías que están siendo debatidas hoy en día. Lo que este libro propone no es un simple resumen teórico de los autores más reconocidos de la disciplina. El objetivo de cada capítulo es realizar una interpretación crítica desde los ojos de investigadores mexi- canos. Por ello, una parte fundamental de cada capítulo es que cuenta con un apartado crítico que evidencia los límites explicativos de cada teoría. En otras palabras, este libro asume que las teorías de Relaciones Internacionales no son una camisa de fuerza en donde hay que mani- pular la realidad (o la percepción sobre ella) para que la teoría funcione perfectamente. Los colaboradores de este libro consideramos que las teorías deben ser útiles para explicar, interpretar, entender o cambiar la realidad, pero que una teoría nunca permite analizar todos los aspectos de una situación o problema. Siendo así, los colaboradores de este libro invitan a los lectores a que conozcan la variedad de interpretaciones y decidan qué enfoque(s) prefieren para explicar los fenómenos internacionales que son de su interés. Este libro, además, propone elementos pedagógicos que ayudan al profesor y al lector (sea estudiante, tomador de decisiones o público en general) a comprender los postulados generales de cada teoría. A través de ejemplos y casos actuales de las relaciones internacionales, mapas mentales y esquemas, preguntas guía y lecturas recomendadas, cualquier persona interesada en las relaciones internacionales podrá comprender el sentido de las afirmaciones y argumentos planteados en cada capítulo. El libro está dividido en tres grandes apartados. El primero presenta algunas generalidades sobre la disciplina de las Relaciones Internacio- nales. El segundo contiene las teorías clásicas que surgieron al principio de esta disciplina. El último gran apartado aborda las teorías contem- poráneas. En el primer capítulo de la primera parte, Luis Ochoa, Jorge A. Schiavon, Marta Tawil y Rafael Velázquez describen el surgimiento y desarrollo de la disciplina de las Relaciones Internacionales en el mundo y en México. La finalidad de este texto es que sirva como un primer acercamiento del estudiante a la disciplina para que conozca el contexto histórico y cómo éste se vincula con las teorías propias de las RI. 14 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ En el segundo capítulo, David J. Sarquís discute si las Relaciones Internacionales deben ser consideradas como una disciplina autónoma. El autor plantea que la condición disciplinaria de las relaciones interna- cionales depende en gran medida de una identificación clara y opor- tuna de un objeto de estudio propio. Derivado de este ejercicio, se discute el análisis, diagnóstico, comprensión y, posteriormente, el desa- rrollo de una metodología propia aplicable al objeto de estudio. Con esto, se sientan las bases para la construcción intelectual específica de la nueva disciplina. El tercer capítulo presenta una visión general sobre “lo inter- nacional” en un mundo transnacionalizado y gubernamentalizado. En él, Isidro Morales pone especial énfasis en la construcción del concepto westfaliano de “soberanía”, explicando su genealogía tanto histórica como teórica desde los ojos de la teoría posestructuralista. El autor hace una revisión de ideas previas de origen estructuralista, como lo son el marxismo, el imperialismo de Lenin o la teoría de la dependencia. Fundamentándose en autores como Michel Foucault, Michael Hardt, Antonio Negri y Manuel Castells, Isidro Morales resalta conceptos como el biopoder, la gubernamentalización, el imperio y la desnacionalización- transnacionalización de las relaciones sociales e individuos. Estas discu- siones llevan al autor y al lector a criticar de manera inevitable las teorías clásicas de Relaciones Internacionales, así como a cuestionar el sentido mismo de la disciplina en una era de interconexión y cosmopolitismo. El cuarto capítulo ubicado en esta primera sección analiza los tres niveles de análisis como una herramienta teórico-metodológica para el estudio de los fenómenos internacionales. Rafael Velázquez, Marcela Maldonado Bodart y José Manuel Vázquez apuntan el origen de los tres niveles, los principales supuestos teóricos, así como las principales debi- lidades y fortalezas que tiene esta herramienta teórica metodológica. Para los autores, los tres niveles de análisis son muy útiles cuando se usan de manera conjunta. Es decir, la utilización de un solo nivel por sepa- rado únicamente explica una parte de la realidad y no todo el contexto. Por ello, los autores proponen utilizar los tres niveles para entender los fenómenos de la realidad internacional. En el quinto capítulo, Alfonso Sánchez Múgica analiza una amplia variedad de ideas, conceptos y reflexiones que han surgido en América Latina y el Caribe sobre la realidad regional y mundial, y que forman parte de lo que se conoce como pensamiento latinoamericano. La pre- sencia de un apartado así en un libro de teorías de las Relaciones Internacionales escrito desde México está ampliamente justificado no INTRODUCCIÓN 15 sólo porque México forma parte de esta región y ha contribuido a este cuerpo de ideas de manera relevante, sino porque el pensamiento lati- noamericano constituye una aportación muy significativa a las ciencias sociales con ideas que contribuyen a entender la realidad internacional contemporánea. El sexto capítulo pone sobre la mesa de discusión la aportación de la sociología histórica a la disciplina de Relaciones Internacionales, dejando ver que la interpretación histórica es fundamental para ambas. Luis Ochoa Bilbao analiza las premisas de tres autores fundamentales de la sociología clásica, Norbert Elias, Raymond Aron y Marcel Merle, para explicar de forma posterior su influencia en las Relaciones Interna- cionales. En esta última parte del texto, el autor argumenta que el sociólogo de las relaciones internacionales puede responder diversas preguntas encontrando sus causas de largo plazo. Asimismo, podría explicar las continuidades y los cambios en las relaciones entre actores y el sistema internacional. El séptimo capítulo analiza la relevancia de la Economía Política Internacional (EPI) para el estudio científico de las Relaciones Inter- nacionales. Para alcanzar este objetivo, José Luis León-Manríquez primero describe brevemente las relaciones entre economía y política dentro de una perspectiva interdisciplinaria amplia. Más adelante, el autor profundiza en los orígenes y principales supuestos de la EPI y discute hasta qué punto es una teoría y hasta dónde resulta una herra- mienta analítica al servicio de distintos enfoques. En conclusión, León- Manríquez considera que la EPI puede utilizarse en las diversas teorías de Relaciones Internacionales. Para ello, ofrece algunos ejemplos de aplica- ciones concretas de la EPI en el realismo/neorrealismo, el neoliberalismo institucional y el marxismo/dependencia. El octavo capítulo de esta sección presenta al lector una posibilidad de diálogo entre dos posiciones tradicionalmente asumidas en debate y antagonismo en las RI: positivismo y pospositivismo. Alberto Lozano tiene como objetivos particulares presentar de forma breve cuáles son los debates tradicionales, los antecedentes del debate entre positivismo y pospositivismo, el eventual diálogo entre éstos, la literatura escrita al respecto y su aplicabilidad práctica a temas o problemas del mundo real. El objetivo del autor es guiar al lector en la comprensión de la impor- tancia de un posiblediálogo entre estas dos teorías. Para concluir la primera sección, el noveno capítulo aborda las principales debilidades de la enseñanza de la Teoría de las Relaciones Internacionales. Para Marco Almazán, cuatro problemas repercuten 16 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ negativamente en la enseñanza y aprendizaje de las teorías de las RI: la sobreabundancia de publicaciones basadas en ciertos tipos de teoriza- ción, la escasez de publicaciones con respecto a otros tipos de teo- rización, la falta de consenso teórico, y la tendencia a recurrir a métodos y técnicas pasivos para la enseñanza y aprendizaje de teorías de RI a nivel licenciatura. El autor también propone soluciones a estas cuatro proble- máticas para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje. La segunda parte del libro describe y analiza los enfoques clásicos de la realidad internacional e incluye del décimo al vigésimo primer capítulo. El capítulo décimo analiza el idealismo clásico. En la teoría de las RI existen diferentes versiones de idealismo o liberalismo. Por ello, los coordinadores de este libro consideraron oportuno incluir un capí- tulo sobre el primer enfoque que utilizó la disciplina. En este capítulo, Rafael Velázquez y Ana Bárbara Mungaray describen el surgimiento del enfoque, así como sus principales supuestos teóricos. También iden- tifican sus principales debilidades y fortalezas. De la misma forma, los autores presentan algunos puntos sobre el primer debate de la disci- plina: realismo versus idealismo. Para finalizar, los autores incluyen una interpretación de cómo se explica la política exterior de México a partir del idealismo clásico. El décimo primer capítulo de esta sección aborda la teoría nor- mativa. Su autor, Alejandro Chávez Segura, explica el desarrollo de la teoría normativa internacional (TNI) desde sus dimensiones morales y éticas. Esta teoría tiene fundamentos no sólo jurídicos sino filosóficos- políticos, lo cual permite cuestionar expectativas, decisiones, acciones y dilemas que continuamente se presentan en las relaciones internacio- nales. Las normas, por su fuerza prescriptiva, generan expectativas morales que tienen sustento en las bases de la teoría política, en la filosofía moral y en la teoría de Relaciones Internacionales, con diversos niveles de análisis que sirven para la toma de decisiones. Esto permite renovar las discusiones clásicas en relaciones internacionales sobre la justicia y la injusticia, pero también de manera contemporánea discutir los dilemas sobre comunitarismo etnocentrista y cosmopolitismo, así como las obligaciones morales hacia el “otro” que puede ser el “extran- jero”, el “ilegal” o el “enemigo” como objeto de abusos. El autor insiste en cómo las distinciones básicas entre lo particular y lo universal, lo que está fuera y lo que está dentro, las sociedades y el sistema internacional, definitivamente cuestionan los derechos, reglas y responsabilidades de los agentes morales en las relaciones internacionales. 17INTRODUCCIÓN El capítulo décimo segundo aborda la teoría de la paz democrática (TDP). El autor, Arturo Santa Cruz, revisa y cuestiona las relaciones entre la democracia y la paz internacional. El postulado central “las demo- cracias no hacen la guerra entre sí” ha generado, desde el punto de vista del autor, el desarrollo de un programa de investigación que es actual- mente uno de los más importantes en la disciplina de las Relaciones Internacionales por la cantidad de estudios que genera al respecto. Los orígenes de la TDP en las propuestas de Immanuel Kant sobre libera- lismo y republicanismo continúan teniendo un impacto en las vincula- ciones de investigaciones sobre política interna, política exterior, estados de guerra y de paz internacionales. El autor profundiza en di- versas variantes principales de la TPD: monádica, diádica, institucional, normativa y constructivista, así como en las principales críticas a este enfoque sobre su validez y consistencia e incluso explicaciones alter- nativas a la TDP. El siguiente capítulo analiza el realismo clásico. Aquí, Rafael Velázquez y Salvador González describen y explican los principales aspectos de la teoría realista de las relaciones Internacionales. En la introducción, los autores presentan los conceptos más importantes de esta teoría. El texto se divide en cuatro secciones: los orígenes del realismo, sus principales supuestos, las fortalezas y debilidades de la teoría, y una breve explicación de la política exterior de México con base en el contenido expuesto anteriormente. Así, la primera sección presenta a los principales pensadores –así como sus escritos– que contri- buyeron a la construcción teórica del realismo. Mediante el resumen de las obras de Tucídides, Maquiavelo, Hobbes, Carr y Morgenthau, iden- tifica sus principales aportaciones conceptuales y análisis explicativos sobre el Estado y el conflicto internacional. La segunda sección de este mismo capítulo describe con mayor profundidad los pilares conceptua- les de la teoría del realismo: el Estado racional y unitario como principal actor del Sistema Internacional (SI), cuyo interés nacional se define en términos de la maximización del poder; la naturaleza anárquica del SI y el equilibrio de poder como la forma de mitigarla; la seguridad como primer tema en la agenda internacional; y los instrumentos de política exterior que concibe esta teoría, es decir, el uso de la fuerza y la diplo- macia coercitiva. Continuando con el análisis del realismo, el capítulo décimo cuarto es sobre el realismo estructural. Jessica De Alba Ulloa presenta los dife- rentes conceptos, elementos teóricos y explicaciones causales del neo- rrealismo o realismo estructural con base en las aportaciones de los 18 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ principales autores de esta corriente teórica. La primera sección pre- senta las diferencias más importantes entre el realismo clásico y el neo- rrealismo. La segunda recopila los postulados y las contribuciones de Kenneth Waltz a la construcción de la teoría neorrealista. Explica el concepto más importante de esta teoría, la estructura, así como los componentes que sirven como eje para el estudio del sistema político internacional, y la posición de los Estados como unidades de esta estructura. La autora enfatiza que la estructura limita el comportamiento de los Estados, lo cual mantiene continuidades en las interacciones entre es- tos actores. Asimismo, recuerda que la anarquía es un principio funda- mental del sistema internacional y examina el papel de las capacidades de los Estados como forma de mitigar esta anarquía. De manera breve, introduce y explica los conceptos de poder, equilibrio de poder, polaridad, alianzas y el dilema de seguridad, los cuales son esenciales para la comprensión de esta teoría. La tercera sección describe las va- riantes del realismo estructural y pone especial atención en el realismo defensivo y ofensivo, haciendo una amplia revisión de la literatura, pues introduce conceptos de diversos autores como Waltz, Mearsheimer, Ruth Adams, Mastanduno, entre otros. La explicación del realismo defensivo y ofensivo se presenta en cuatro ejes: el poder, la seguridad, el compor- tamiento de los Estados y los Estados como actores de la estructura. Finalmente, utiliza el caso de la intervención militar en Libia en 2011 para aplicar los conceptos antes expuestos. En este caso, la autora subraya el poder relativo de Libia en el sistema internacional, así como el papel y los intereses de las potencias en esta crisis internacional. En la conclusión, la autora identifica las fortalezas de la teoría y también las críticas que ha recibido. El décimo quinto capítulo de este libro y que fue escrito por José Luis García Aguilar, propone el análisis de la “Escuela Inglesa”, una de las corrientes teóricas contemporáneas enla disciplina de Relaciones Internacionales. La llamada “Escuela Inglesa de Relaciones Interna- cionales” ha sido poco estudiada desde América Latina y, por supuesto, desde México. El autor sugiere que la Escuela Inglesa es una corriente teórica ecléctica, pues conjunta diferentes aspectos de otras teorías como el realismo, el neorrealismo o el constructivismo. El concepto básico de dicha corriente teórica es la sociedad internacional, la cual, como esta- blece el autor, hace alusión a marcos normativos que asumen que con la soberanía viene intrínsecamente la responsabilidad internacional. El autor, además, nos propone la aplicación práctica de esta corriente 19INTRODUCCIÓN teórica a la política exterior mexicana, argumentando que aún no se ha podido consolidar un compromiso ético a nivel internacional y, por lo tanto, su participación en la sociedad internacional es muy limitada. El siguiente texto, aborda los supuestos básicos del paradigma marxista para el estudio de Relaciones Internacionales y, en particular, la teoría del imperialismo y sus desarrollos durante el siglo XX. Su autor, Salvador Vázquez Vallejo, toma como base las propuestas de la deno- minada teoría clásica del imperialismo y las distintas variantes sovié- ticas, así como aquellas vertientes desarrolladas a partir de divergen- cias con la URSS de Stalin que supeditó el conflicto clasista en el mundo por consideraciones geopolíticas en el contexto de la Guerra Fría. Este capítulo ofrece un panorama de las distintas formulaciones sobre el imperialismo desarrolladas por los eurocomunistas occidentales a par- tir de la segunda mitad del siglo XX y también las reconstrucciones teóricas que se hicieron desde el tercer mundo en África, Asia y América Latina en los procesos de descolonización y por parte de movimientos de liberación nacional. El capítulo décimo séptimo, elaborado por Juan Carlos Gachúz, analiza la teoría de la dependencia como un enfoque teórico latinoa- mericano cuyos preceptos siguen siendo vigentes para explicar problemas estructurales de las economías de países subdesarrollados, sus relaciones de dependencia entre países industrializados y el papel de la inversión extranjera directa e indirecta y su impacto en las economías de estos últimos países. Este capítulo incluye antecedentes donde se explican los inicios de la teoría, el contexto y los académicos y pensa- dores que desarrollan las bases de este enfoque teórico. Posteriormente, el texto explica las premisas básicas de la teoría, los conceptos centrales, las ideas principales, así como esquemas básicos. El capítulo dedicado a la teoría general de sistemas (TGS) fue escrito por Luz Araceli González Uresti presenta esta teoría como una op- ción para el estudio de las Relaciones Internacionales. La autora va de lo general a lo particular para presentar la TGS, pues el texto inicia con la exposición de los aspectos más generales de esta teoría y, en cada sec- ción, la información es más específica y enfocada a la aplicación de la misma en el estudio de las Relaciones Internacionales. El capítulo está dedicado a ofrecer una explicación completa y precisa de la TGS. González Uresti inicia con el origen de esta teoría en las ciencias natu- rales y apunta que su objetivo es explicar la realidad universal como sistemas. Así, el propósito de la TGS es utilizar el concepto de “sistemas” para explicar los diversos elementos del universo como subsistemas que 20 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ interactúan en una totalidad que es un sistema, siendo por tanto aplica- ble a las relaciones internacionales. Posteriormente, en el capítulo sobre liberalismo institucional en la teoría de las Relaciones Internacionales, Juan Pablo Prado explica en términos teóricos y temporales los elementos básicos para profundizar en esta perspectiva. El concepto principal que el autor utiliza y recuerda a lo largo del capítulo la importancia de la “cooperación internacional” como premisa, propósito y fin del liberalismo institucional vis à-vis el análisis del conflicto que es atendido por las teorías realistas. La primera sección presenta un sucinto resumen de los exponentes más importantes del liberalismo desde el siglo XVII y, posteriormente, subraya que la modernización, en términos teóricos, y la preeminencia del Estado liberal democrático al fin de la Guerra Fría, en términos históricos, son los marcos en los que se inserta el liberalismo moderno. Antes de revisar las diferentes ramas del liberalismo, el autor presenta los supuestos de esta teoría y presta especial atención a la diferencia entre armonía y coo- peración. Más adelante, refiere brevemente los elementos más impor- tantes del liberalismo sociológico, el interdependiente, el republicano y el institucional. El vigésimo capítulo está dedicado a la teoría de la interdepen- dencia, en él Jorge A. Schiavon describe, explica y analiza los diferentes elementos de estas teorías en el campo de las Relaciones Internacionales. Además de una recapitulación histórica y una exposición estructurada de esta teoría, el autor la compara con los componentes de la teoría del realismo estructural. Este esfuerzo ayuda al estudiante de Relaciones Internacionales a comprender las similitudes y diferencias que existen entre ambas y, en consecuencia, a poder identificar cuál de ellas es más adecuada para estudiar diversos eventos del sistema internacional. En su capítulo, Schiavon presenta el contexto en cual se concibió la teoría de la interdependencia: la Guerra Fría, el desarrollo económico del bloque capitalista y la globalización. Aquí, el autor describe ampliamente la necesidad de contar con una teoría que pueda explicar la nueva dinámica internacional, ya que la teoría neorrealista muestra importantes limi- taciones. En este trabajo, Schiavon presenta los elementos más importantes de la interdependencia compleja como una teoría multidi- mensional (multiplicidad de actores, instrumentos de poder y temas en la agenda) y, por tanto, antitética a la teoría neorrealista. Por último, aplica esta teoría en un caso hipotético en la relación México-Estados Unidos. El capítulo que cierra esta sección aborda el enfoque constructivista en Relaciones Internacionales. En éste se presenta el contexto en el cual 21INTRODUCCIÓN la disciplina de las RI adopta este enfoque a partir de la crisis explicativa de los enfoques racionalistas y positivistas que fueron incapaces de pre- decir el fin de la Guerra Fría. José Jesús Bravo Vergara y Miguel Sigala exponen las principales premisas sobre las que el constructivismo abor- da a las relaciones internacionales como relaciones sociales e intersub- jetivas y no únicamente como relaciones políticas. El capítulo también explica el entramado conceptual que sustenta a este enfoque. Los autores enfatizan la importancia de las estructuras sociales y las normas, las identidades en la construcción de los intereses de los actores inter- nacionales, así como la capacidad explicativa de las acciones de estos actores a través de dichos conceptos. El último gran apartado del libro presenta versiones alternativas de las Relaciones Internacionales desde enfoques y debates teóricos con- temporáneos. Abonando desde diferentes disciplinas sociales, los autores proponen una visión muy crítica, tanto de los objetos/sujetos de estudio como de las teorías positivistas presentadas previamente en este libro. Desde un enfoque que trasciende el positivismo (también llamado “pos- positivismo”), los autores proponen que existe la necesidad de eman- cipación, cambio e inclusión social en un mundo que pareciera cooptado por Estados, élites o grupos que se adjudican la autoridad y ejercen el poder. En estos capítulos se cuestiona la soberanía y las premisas que se han dado por sentadas históricamente en la política internacional. Por ejemplo, algunos autores se preguntan sobrequién y con qué fin se dise- ñan ciertas normas e instituciones, sobre quién realmente tiene el poder o sobre quién ha construido (y con qué intención) las categorías de aná- lisis y los conceptos de lo que somos y lo que se supone que debemos ser. Esta sección inicia con el capítulo de Ana Bárbara Mungaray quien presenta reflexiones sobre la teoría de la transición de poder. El objetivo de la autora es abordar las generalidades de este enfoque teórico y su importancia como herramienta analítica para el entendimiento de los conflictos internacionales. El capítulo está dividido en tres partes. La primera describe los principales conceptos teóricos que sustentan la teo- ría. La segunda parte explica la dinámica de la jerarquía internacional y las predicciones más importantes de la misma. Por último, la tercera parte comenta sobre sus relaciones con otras teorías de las Relaciones Internacionales, y de economía y política. El siguiente capítulo se dedica al nuevo institucionalismo en las Relaciones Internacionales. Aquí, Laura Zamudio y Jorge E. Culebro presentan la premisa esencial que guía a la teoría del nuevo institu- 22 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ cionalismo: que las instituciones importan. Por ello, subrayan el papel del individuo en sus relaciones con otros y como sujetos de normas que limitan su comportamiento y sus interacciones. Así, los autores plantean la forma en la que esta teoría se inserta en la disciplina de las relaciones internacionales en el marco del liberalismo institucional y los regíme- nes internacionales. El capítulo introduce los principales elementos teóricos del nuevo institucionalismo y hace énfasis en que, aun cuando esta teoría ha sido adaptada a los diversos campos de las ciencias socia- les, comparte ciertos postulados generales. Posteriormente, los autores describen las áreas principales de la teoría que se inscriben en dos marcos: la versión instrumental y la versión sociológica. El capítulo vigésimo cuarto introduce el enfoque del transnacio- nalismo, el cual ha adquirido una importancia significativa debido a que hoy las relaciones entre comunidades en diferentes países son más in- tensas y constantes. Esta característica ha hecho que el sistema internacional sea cada vez más complejo debido al número de actores y asuntos que intervienen en el contexto global. Adriana Ortega y Misael González plantean que, en la teoría de Relaciones Internacionales, la incorporación de lo transnacional ha sido un reto debido a tres proble- máticas básicas: 1) las dificultades para superar el Estado-centrismo esencialista que dio origen a la disciplina; 2) caracterizar a los actores no-Estado y ampliar su conceptualización para incluir también a indivi- duos y colectividades, no solamente a líderes, élites y organizaciones; y 3) entender el poder de las interconexiones y de las redes que cruzan las fronteras y sus repercusiones en diversos espacios geográficos. En este capítulo, los autores conceptualizan el término transnacional y abordan los debates sobre los actores no-Estado en las Relaciones Internacio- nales. Finalmente, explican las principales premisas del transna- cionalismo y cuatro de sus conceptos relevantes: las redes, los espacios sociales, los circuitos y la difusión transnacional. El siguiente texto también plantea un enfoque novedoso: la gober- nanza global. Todavía los teóricos debaten si el término es un enfoque teórico o simplemente un concepto. En este sentido, Marcela López- Vallejo busca contribuir en la construcción de dicha teoría desde una interpretación mexicana. En opinión de la autora, la teoría de la go- bernanza global merece un lugar importante entre las teorías de Relaciones Internacionales. Desde la visión de López-Vallejo, la gober- nanza global logra sistematizar diversos conceptos que explican el mundo, en especial después de la Guerra Fría. Sin embargo, la autora reconoce que esta teoría cuenta con diferencias conceptuales cuando se 23INTRODUCCIÓN trata de lograr consenso en su definición y, sobre todo, cuando se tradu- ce en políticas y prácticas. El capítulo vigésimo sexto presenta el enfoque feminista y de género en las Relaciones Internacionales. A pesar de que las teorías feministas cuentan con una larga trayectoria en otras disciplinas, éstas se incor- poran a las RI hasta la década de 1980. Así como los estudios posco- loniales, la integración del feminismo y del enfoque de género a la disciplina aportó un espacio para la inclusión de temas que las teorías clásicas (e incluso algunas teorías críticas) no tenían: la diversidad de identidades y sexualidades vinculadas a la teoría y práctica de las rela- ciones internacionales. Mónica Trujillo López explica que la desva- lorización y la falta de entendimiento de estas comunidades vulnerables y sus enfoques en Relaciones Internacionales han llevado a entender erróneamente que sólo con agregarle el término de “mujer” a un estudio o política pública es suficiente para comprender los sesgos que conceptos como Estado, poder, seguridad, violencia, inequidad o pobreza han tenido a lo largo de la historia. La autora, además, plantea que, derivado de estudios de género, se han desarrollado otros enfoques, como la teoría queer o los estudios de masculinidad, que han incluido a poblaciones otrora invisibles en el estudio y práctica de las Relaciones Internacionales contemporáneas. El siguiente capítulo de esta sección, Marianne H. Marchand y Edmundo Meza Rodríguez exponen el poscolonialismo y las aporta- ciones de los estudios de descolonización como teorías. Aquí, los autores proponen la reinterpretación de las viejas prácticas coloniales de los grandes imperios. Al reconocer que estas prácticas siguen vigentes, Mar- chand y Meza evidencian las nuevas formas que éstas toman hoy en día en un contexto en donde existen movimientos informales de bienes, servicios y cuerpos a través de las fronteras. En otras palabras, los autores argumentan que una gran variedad de actividades políticas, sociales y económicas se mantienen fuera del ámbito de competencia de los Estados (y sus leyes), haciendo que los nuevos colonialismos (explotación, tráfico ilegal, dependencia económica, pobreza, discriminación, entre otros) se favorezcan. Para Marchand y Meza, explicar las Relaciones Internacionales desde esta perspectiva teórica implica darle voz y visibi- lidad a temas que tradicionalmente no son reconocidos por teorías clási- cas o globalizantes. El vigésimo octavo capítulo presenta la teoría crítica. Héctor Cuadra Montiel la caracteriza como una teoría sui generis, puesto que dentro de la gama de ideas de las ciencias sociales y de la disciplina de Relaciones 24 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ 25 Internacionales esta teoría evoca la promesa de liberación y emanci- pación. En otras palabras, la teoría crítica no se entiende sin el vínculo teoría-praxis y llama a la acción como el único mecanismo real para lograr cambios sociales. A través de un recorrido sobre Marx, Gramsci, la Escuela de Frankfurt y autores más contemporáneos como Robert Cox, Stephen Gill, Karl Polanyi, Jürgen Habermas, o Andrew Linklater, el autor propone una discusión sobre el concepto de hegemonía, la impor- tancia de la interpretación histórica, la acción y la resistencia en un contexto de hiperglobalización. En el último capítulo, Gerardo Pérez Viramontes propone un enfo- que diferente para tratar la problemática internacional. En lugar de partir de un análisis que defina la paz como ausencia de guerra, el autor propone iniciar desde un enfoque de paz para explicar el conflicto y violencia dentro de los análisis en Relaciones Internacionales. El autor advierte que hay cinco “parcelas” para la construcción de la cultura de la paz que se basan en la clasificación de los tipos de violencia. Por ejemplo, una de las parcelasremite a entender la guerra como una de tantas expresiones de la violencia. En este sentido, para evitar la guerra, el autor enfatiza que la paz es un proceso de construcción social que exige el compromiso explícito y decidido de todas las personas, institu- ciones y sectores sociales. El capítulo nos deja con la esperanza de cambio y nos alerta sobre el compromiso de los universitarios (estu- diantes y profesores) como actores preponderantes en la búsqueda y consecución de la paz. Por último, los editores de este libro desean agradecer el trabajo y el compromiso de cada uno de los autores de los capítulos de este volumen. Sin su valioso empeño y generosidad al seguir puntualmente los linea- mientos establecidos por los editores, esta obra no se hubiera concre- tado. Además, gracias a la realización de dos seminarios, uno en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y otro en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, los autores tuvieron la posibilidad de presentar versiones preliminares de sus capítulos para recibir comen- tarios, ideas y críticas constructivas por parte de los demás participantes. La corrección de los capítulos con base en estas recomendaciones no sólo aumentó la calidad de los mismos, sino que también incrementó la homogeneidad en la estructura de éstos, gracias a la cual logramos un libro muy equilibrado, en el que los capítulos se comunican entre sí. Asimismo, los cuatro editores reconocemos sinceramente el gran trabajo realizado por los dictaminadores anónimos de la obra, puesto que sus observaciones y comentarios ayudaron a mejorar este volumen INTRODUCCIÓN 26 JORGE A. SCHIAVON • ADRIANA SLETZA ORTEGA • MARCELA LÓPEZ-VALLEJO • RAFAEL VELÁZQUEZ colectivo. Finalmente, agradecen también a las autoridades de cada una de sus instituciones por el apoyo para hacer realidad este proyecto, en especial a los rectores de la Benemérita Universidad Autónoma de Pue- bla (BUAP), del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), de El Colegio de San Luis (COLSAN), de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), por la confianza y el apoyo ofrecidos a este proyecto. En particular, agradecemos a los directores de las Facultades de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP, al de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la UABC, al de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la UANL y a las autoridades acadé- micas y administrativas del CIDE, de la UPAEP y el Colsan por el apoyo financiero y logístico para publicar este libro. Nuestro objetivo siempre fue, por un lado, contribuir al debate teórico de las Relaciones Interna- cionales desde una perspectiva mexicana y, por el otro, ayudar a la formación de los estudiantes y estudiosos de esta disciplina, a quienes este libro está dedicado. Sinceramente consideramos que, de forma colectiva, lo hemos conseguido, aunque será el lector de la obra quien tenga la última palabra. PRIMERA PARTE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES INTRODUCCIÓN esde hace un largo tiempo, ha existido un debate en torno a Ddiscutir si las Relaciones Internacionales (RI) son una ciencia inde-pendiente, o bien una subdisciplina de la ciencia política. Ambas partes del debate esbozan argumentos válidos. Efectivamente, las RI surgen a partir de los estudios políticos y se ha cuestionado que tengan un método propio y un campo de estudio independiente. También existen defensores de la autonomía de las Relaciones Internacionales como disciplina, quienes argumentan que existe un cuerpo teórico específico para explicar los fenómenos internacionales y un campo de estudio propio. El objetivo de esta introducción no es desarrollar este debate, ya que existe otro capítulo en el libro que profundiza en el mismo. Sin embargo, una premisa de este libro es que las Relaciones Internacionales pueden considerarse como una disciplina científica con teorías propias y con un campo de estudio específico: los fenómenos políticos, sociales, económicos y jurídicos que ocurren en el sistema internacional. Siguiendo esta misma discusión en torno al origen de las RI, a menudo ha existido una confusión sobre el inicio de las Relaciones Internacionales como disciplina científica. Algunos ubi- can su nacimiento a partir de la Paz de Westfalia en 1648. Otros sugieren que su surgimiento puede establecerse a partir del término de la Primera Guerra Mundial en 1919, mientras que otros argumentan que la Segun- da Guerra Mundial dio origen a la disciplina. Cada una de estas versiones tiene argumentos válidos, como se discutirá más adelante. I. EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 29 LUIS OCHOA BILBAO JORGE ALBERTO SCHIAVON URIEGAS MARTA TAWIL KURI RAFAEL VELÁZQUEZ FLORES LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ Siendo así, el objetivo de esta introducción es describir el surgimiento y desarrollo histórico de la disciplina de las Relaciones Internacionales en el mundo y en México. El texto está dividido en dos partes. La primera realiza un recuento histórico del origen de la disciplina de manera gene- ral. La segunda parte reseña el inicio de los estudios internacionales en México. EL SURGIMIENTO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA Para iniciar la discusión, es importante primero hacer una distinción entre tres conceptos muy similares en naturaleza, pero distintos en la práctica. Un asunto muy distinto es “Relaciones Internacionales” con mayúsculas y otro muy diferente es “relaciones internacionales” con minúsculas. El primer concepto se refiere efectivamente a la disciplina que estudia las interacciones entre los diversos actores del sistema internacional. El se- gundo es, en la práctica, el objeto de estudio de esa disciplina. Es decir, las Relaciones Internacionales (RI) son una disciplina científica que estudia las “relaciones internacionales”, es decir, los acontecimientos que suceden en el plano mundial. El tercer concepto se trata de las “relaciones interes- tatales”, en referencia a las interacciones entre los Estados, siendo éstos los principales actores en el sistema internacional. Quizá valdría la pena ahondar un poco más en la definición de las RI, y en la importancia de la teoría, aunque no resulta fácil definir a las RI como disciplina académica. El término relaciones internacionales parece demasiado exclusivo, ya que restringe nuestra atención a las relaciones entre-naciones. Hay varias definiciones. Para algunos, las relaciones interna- cionales se refieren a las relaciones diplomático-estratégicas entre Estados, y su enfoque es en temas de guerra y paz, conflicto y cooperación. Otros consideran que las relaciones internacionales se refieren a transacciones transfronterizas de todo tipo: políticas, económicas, sociales, etcétera, por lo que quienes defienden esta perspectiva se abocan a defender el estudio de las negociaciones comerciales o el funcionamiento de instituciones intergubernamentales o de organismos no gubernamentales. De nuevo, y con cada vez más frecuencia en este siglo, otros más se enfocan en la globalización y estudian, por ejemplo, la comunicación mundial, siste- mas financieros y de transporte, corporaciones de negocios mundiales y la emergencia de una “sociedad civil global”. Ante este panorama, cómo entendemos e interpretamos el mundo depende, en buena medida, de cómo definimos el mundo que estamos tratando de entender e interpretar. 30 Siempre es probable que cualquier definición que adoptemos sea contro- vertida. ¿Cuál es o cuál debería ser el tema o contenido sobre el que los estu- diantes de relaciones internacionales están o deberían estar más intere- sados? ¿Qué enfoques y métodos son útiles para estudiar este tema central, y cómo debe escoger el estudiantede relaciones internacionales entre ellos? ¿Cuáles son algunos de los lineamientos que un académico especialista en relaciones internacionales debe seguir al desarrollar su trabajo en la universidad y en la sociedad? Por teoría de relaciones internacionales puede entenderse el cuerpo de proposiciones generales acerca de las relaciones entre los Estados, o de forma más general, acerca de la política mundial. Es un sistema concep- tual que aspira a ofrecer una explicación general y comprehensiva en ocasiones causal, de los fenómenos internacionales. La teoría es una espe- cie de aparato de simplificación que permite decidir qué hechos importan y cuáles no para explicar la realidad internacional. La teoría no es una opción. No existe la posibilidad de decir que no queremos molestarnos en usar una teoría, y que todo lo que queremos hacer es simplemente ob- servar los “hechos”. La única forma mediante la cual se puede decidir qué hechos observar, de los millones posibles, es adhiriendo un aparato de simplificación que pueda decirnos cuáles importan más. Las hipótesis teóricas deben ser explícitas, esto es, siempre se debe buscar ser tan claros y categóricos como sea posible cuando se trata de analizar las relaciones internacionales. La teoría de relaciones internacionales incluye proposiciones nor- mativas, consideraciones morales, legales o racionales. Incluye teorías generales, enfocadas a describir o a prescribir a la política mundial en su conjunto, pero también teorías particulares relacionadas con algún ele- mento de ella, tales como guerra y paz, estrategia o diplomacia. Asimismo, abarca tanto teorías acerca de la sociedad internacional (organizaciones internacionales, etc.), como teorías que no se interesan en ofrecer alguna orientación a la política o alguna solución a los problemas de carácter práctico o, por el contrario, teorías abiertamente orientadas a la política o con inclinaciones “prácticas”. Incluye, por último, teorías en el modelo clásico de la investigación histórica, filosófica y legal, así como teorías que esperan ser científicas. También ha existido una discusión sobre quién acuñó el término “relaciones internacionales”. Hoy en día, existe un consenso amplio en acreditarle a Jeremy Bentham la invención del término. En su obra Principios de moral y legislación, publicada en 1789, Bentham propuso el tér- mino para referirse al vínculo entre los Estados del sistema internacional. 31EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Ahora bien, cabe preguntarse ¿qué es lo que las RI deben explicar? ¿Deben primordialmente interesarse en el sistema internacional, esto es, las inter- acciones entre sus unidades? ¿Deben concentrar sus esfuerzos en las unidades en sí mismas? De la respuesta a estas preguntas resultan dos tipos de estrategias de análisis. Una postula que el sistema tiene, por así decirlo, algún tipo de vida en su esencia y que, por lo tanto, debemos comprender los patrones de interacción y entender por qué los actores se comportan de la forma en que lo hacen. La otra postula que hay que observar los movimientos de los actores para comprender al sistema internacional. La inclinación por una u otra respuesta corresponde al estudio, respecti- vamente, del sistema internacional y de la política exterior. Una de las razones por las que RI es un campo de estudio sumamente interesante es porque ambiciona producir teoría no sólo de la política de un país o de un continente, sino de las relaciones globales. Eso significa que cualquier teoría de RI que pretenda tener validez tiene que ser capaz, en otros aspectos, de tomar en cuenta y trabajar con una multiplicidad de culturas, con el fin de ofrecer una perspectiva del mundo que no sea etno- céntrica. La necesidad de este tipo de apertura a la ambigüedad refleja la importancia y el interés intrínseco de estudiar Relaciones Internacionales, de observar y comprender el que ahora es uno de los temas claves del siglo XXI: cómo aminorar, por un lado, el enfrentamiento entre las fuerzas so- ciales y económicas globales y, por el otro lado, las jurisdicciones políticas y las culturas locales. Habiendo aclarado estos puntos, es factible plantear tres premisas. La primera es que no existe una fecha específica para decir cuándo empezaron las relaciones internacionales. Es posible afirmar que las rela- ciones internacionales iniciaron cuando dos comunidades indepen- dientes establecieron un primer contacto. Obviamente, la historia no tiene registro de este acontecimiento. El primer registro histórico que se tiene de un contacto entre dos comunidades es el Tratado de Qadesh. Este documento fue un acuerdo de paz firmado entre los imperios egipcio e hitita en 1269 a.C., el cual ponía fin a una larga guerra entre ambos actores. Pero es muy probable que antes hayan ocurrido contactos entre dos comunidades distintas. La segunda premisa es que es posible poner una fecha específica al nacimiento de las relaciones interestatales. Esto ocurrió cuando surgió la figura del Estado moderno. Por lo tanto, el inicio de las interacciones entre Estados podría establecerse a partir de la Paz de Westfalia en 1648. Después de este importante acontecimiento, surgieron los Estados mo- 32 Jorge Palacios, Tratados: legislación y práctica en México, México, SRE-UIA, 1982.1 1 LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ dernos y, por lo tanto, las relaciones entre estos actores dominantes del escenario mundial durante los subsiguientes siglos. Este punto histórico marcó, por un lado, el fin de la era medieval y, por el otro, el inicio del sistema internacional moderno. La Paz de Westfalia implicó el final de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), en la cual Europa enfrentó su primera guerra continental. A partir de entonces el Estado se constituyó como el único sistema político legítimo en Europa, basado en gobiernos independientes que ejercían su soberanía sobre las poblaciones asentadas en su territorio. La tercera premisa es que las Relaciones Internacionales, como disci- plina científica, surgen a partir de 1919, después del término de la Primera Guerra Mundial. El estudio académico de las RI era embrionario antes de este gran acontecimiento. En la segunda mitad del siglo XIX, cuando las ciencias sociales como las conocemos ahora empezaron a dis- tinguirse, cuando la economía se consolidó como un campo de estudio científico y cuando la sociología, la ciencia política y la teoría social se reconocieron, las RI siguieron sin ser identificadas como un foco de estu- dio autónomo; lo que ahora entendemos como RI era visto simplemente como una faceta o extensión de las disciplinas antes mencionadas. No existía antes una visión de conjunto que se ocupara de los temas mun- diales. Por lo tanto, la disciplina de las RI es una ciencia joven a la cual le llevó tiempo surgir. Es probable que esto se deba a que los temas interna- cionales, como la firma de tra- tados, las guerras y las divisio- nes geográficas, eran asuntos exclusivos de los soberanos y, por lo tanto, la opinión pública y los académicos tenían un acceso muy limitado a la infor- mación sobre los temas inter- nacionales. En resumen, las relaciones internacionales (con minús- cula) surgen varios años antes de la era cristiana, mientras que las relaciones entre Estados modernos surgen a partir de la Paz de Westfalia en 1648, y las Relaciones Internacionales (con mayúsculas) como disci- plina científica, aparecen a par- 33 Cronología del surgimiento de las RI 1269 a.C. Primer registro de un tratado entre dos actores 1648. Inicio de las relaciones interestatales a partir de la Paz de Westfalia 1919. Inicio formal de la disciplina de las Relaciones Internacionales 1945. Consolidación y expansión de la disciplina EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES tir del término de laPrimera Guerra Mundial en 1919. También es posi- ble afirmar que, después de la Segunda Guerra Mundial, las Relaciones Internacionales se consolidaron y tuvieron mayor presencia en muchos otros países. Siendo así, las dos guerras mundiales, la Guerra Fría, la consolidación de la cooperación económica estrecha entre Estados occi- dentales y la persistente brecha de desarrollo entre el Norte y el Sur son ejemplos de acontecimientos y problemas mundiales que estimularon los estudios de Relaciones Internacionales en el siglo XX. El ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 ha sido uno de los retos recientes más importantes en el estudio de Relaciones Internacionales. EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA Como ya se mencionó, el estudio formal de las Relaciones Internacionales como disciplina científica inició en 1919, después del término de la Primera Guerra Mundial. Es decir, esta conflagración global tuvo un im- pacto directo en la formación de esta disciplina. Por lo tanto, los primeros estudiosos enfocaron sus esfuerzos en buscar formas para evitar un nuevo conflicto como el que apenas había finalizado. Es en este contexto que la enseñanza de las Relaciones Internacionales tuvo, en sus inicios, un enfo- que idealista porque buscaba la paz mediante la cooperación, las institu- ciones y las normas internacionales, particularmente con personajes como Woodrow Wilson. Los primeros estudios formales surgieron en Inglaterra y Estados Unidos, por lo que esta disciplina tuvo un carácter anglosajón desde sus inicios. La Universidad de Aberystwyth, en Gales, estableció la primera cátedra dedicada al estudio de las relaciones internacionales. Más ade- lante, la London School of Economics fundó otra cátedra similar. En Esta- dos Unidos, en 1921, se erigió el Consejo de Relaciones Exteriores, que fue la primera institución de investigación dedicada al análisis de los fenó- menos mundiales. El Consejo creó también, desde su fundación, la revista Foreign Affairs, la primera publicación académica centrada en estos temas. Sin embargo, la visión idealista con la que inició la disciplina pronto mostró su limitado poder explicativo. Veinte años después surgió un nuevo conflicto, aún de mayor alcance que la Primera Guerra Mundial. Desde la década de 1920, varios académicos ya habían confrontado las propuestas idealistas y planteaban que este paradigma no era la mejor alternativa teórica. Por lo tanto, en el periodo de entre guerras surgió el enfoque realista y, en consecuencia, nació el primer debate entre idealistas y realistas. Al terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945, el realismo se 34 LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ convirtió en el enfoque dominante en la enseñanza de las Relaciones Internacionales, con autores como E. H. Carr, Hans L. Morgenthau, Reinhold Niebuhr, George Kennan y Arnold Wolfers. Más adelante, a finales de la década de 1950 y principios de la de 1960, surgieron nuevas perspectivas de estudio. Algunos académicos em- pezaron a plantear que el realismo carecía de suficiente poder explicativo y que era necesario emplear una metodología más científica. Entonces surgió el segundo debate de la disciplina: los “científicos” que usaban visiones positivistas y los tradicionalistas que se apegaban a los enfoques realistas e idealistas. En la década de 1970 tuvieron lugar tres aconteci- mientos internacionales que revolucionaron el pensamiento internacio- nalista: la Guerra de Vietnam, la caída del sistema de Bretton Woods y el final del patrón oro/dólar por parte de Estados Unidos en 1971, y el boicot petrolero de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a los países de Occidente. Estos acontecimientos cuestionaron las bases explicativas del realismo al proponer que el poder no era la única variable que explicaba el comportamiento de los Estados. Siendo así, los interna- cionalistas empezaron a tomar en consideración de manera sistemática otras variables relevantes para explicar las acciones estatales en el sistema internacional, como aspectos económicos, otros actores no gubernamen- tales, los regímenes internacionales, las instituciones, entre otros. Nació así el tercer debate teórico de las Relaciones Internacionales entre los neo- rrealistas, como Kenneth Waltz, y los neoliberales institucionales, como Robert Keohane y Joseph Nye, el cual dominó la discusión teórica entre los académicos hasta finales de la década de 1980. Obviamente, los académicos en el mundo desarrollaron nuevas formas de aproximarse a los fenómenos internacionales, como fueron los enfoques marxistas, la teoría general de los sistemas, las teorías institu- cionales y neoinstitucionales, el posmodernismo, el feminismo, entre muchos otros enfoques teóricos. A partir de la década de 1990, surgió una propuesta teórica muy distinta a las tradicionales: el constructivismo. Esta visión planteaba un enfoque novedoso, en el cual las percepciones, las ideas, los valores y la identidad son elementos centrales para explicar los fenómenos internacionales. El constructivismo, con autores como Ale- xander Wendt, Friedrich Kratochwil y Nicholas Onuf, ofrece puentes entre los niveles de análisis (en términos conceptuales supera ese enfren- tamiento u oposición entre nivel estatal e internacional y muestra que no son tan separables) y en el plano teórico permite explorar los múltiples mecanismos que conectan a lo internacional con lo interno. Sin embargo, a principios del siglo XXI un hecho impactante, los ata- ques del 11 de septiembre de 2001, ocasionó un nuevo cuestionamiento 35EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES sobre la viabilidad de las teorías de relaciones internacionales al encontrarse separadas unas de otras. Detrás de valores retó- ricos, Estados Unidos recurrió al poder y la guerra para justificar una amplia gama de posiciones políticas que le permitieron fortalecer su poder económico y militar al tiempo que debilitaba y menoscababa varios acuerdos multilaterales sobre control de armamento, el medio ambiente, los derechos humanos y el co- mercio. Sin embargo, de forma paralela, esos acontecimientos hicieron obvia para muchos aca- démicos la necesidad de inte- grar postulados de las teorías realistas, liberales y constructi- vistas. Tanto Al Qaeda como los dos mandatos de George W. Bush confirmaron la importan- cia no sólo del poder, sino de las redes y actores transnacionales (religión, medios, opiniones públicas), de las ideas y normas, de la identidad, es decir, de la necesidad imperiosa de dar ma- yor peso a lo social que a lo material para entender el mun- do actual. SURGIMIENTO DE LA DISCIPLINA EN MÉXICO El estudio universitario de las Relaciones Internacionales en México encontraría su primera casa en la Universidad Nacional de México. En 1951, durante el rectorado de Luis Garrido, se abrió la Escuela Nacional 36 Desarrollo de la disciplina 1919. Inicio de la disciplina. Enfoque dominante: idealismo. 1939. Surgimiento del primer debate entre realistas e idealistas. 1945. Término de la Segunda Guerra Mundial. Enfoque dominante: realismo. 1950-1960. Surgimiento del segundo debate entre tradicionalistas y cientistas. 1970-1980. Surgimiento del tercer debate entre neorrealistas y neoliberales. 1990. Surgimiento del constructivismo. 2001. Los ataques terroristas. Resurgimiento de los enfoques realistas. LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ de Ciencias Políticas y Sociales en la cual se ofrecieron los estudios de licenciatura en cuatro disciplinas: Ciencias Sociales, Ciencias Políticas, Periodismo y Ciencias Diplomáticas. Esta última admitió en su primera promoción a 76 alumnos, siendo la más concurrida de todas las ofrecidas. El plan de estudios de la carrera en Ciencias Diplomáticas se diseñó bajo la inspiración de los modelos de la London Schoolof Economics, del Institut d'Estudes Politiques de la Universidad de París y de la Ecole de Ciences Politiques et Socials de la Universidad de Lovaina. El contenido curricular privilegiaba las materias jurídicas e históricas, dándole así un perfil propio que distinguiría la orientación de sus egresados. También en 1951 el Mexico City College (fundado en 1940) abriría a sus estudiantes de licenciatura la posibilidad de tomar, junto con materias interdisciplinarias de historia, economía o sociología, un par de cursos de Relaciones Internacionales y optar al grado de Bachelor of Arts in Inter- national Relations. Esta institución se creó originalmente para ofrecer educación universitaria a los hijos de empresarios, miembros del servi- cio exterior e industriales estadounidenses que pasaban largas tempo- radas en México. Posteriormente, El Colegio de México fundaría en 1960 el Centro de Estudios Internacionales (CEI) y la licenciatura en dicha especialidad, que incluso llegó a concebirse como programa de doctorado. La iniciativa y las gestiones corrieron a cargo de Daniel Cosío Villegas. Casi a la par del centro y del programa de estudios, se había creado también un año antes la revista Foro Internacional y de esta forma nacería la primera publicación académica dedicada, aunque no de manera exclusiva, a temas interna- cionales. Tanto en la Universidad Nacional como en El Colegio de México, los estudios internacionales pretendían resolver la necesidad que enfrentaba el país de preparar cuadros diplomáticos y consulares de alto nivel para ingresar al servicio exterior mexicano en el contexto mundial de la pos- guerra que exigía una profesionalización de la labor diplomática. De hecho, la carrera de Ciencias Diplomáticas en la Universidad Nacional surgió como parte de un proyecto auspiciado por la UNESCO desde 1950 que tuvo como objetivo fomentar la apertura del estudio universitario de la diplomacia y las Relaciones Internacionales a lo largo y ancho del orbe. 37 4 Véase Luis Ochoa, La carrera de relaciones internacionales en México. Orígenes y situación actual. México, El Colegio de México-Benemérita Universidad Autónoma de México, 2011. Sergio Colmenero y A. Tovar, “Ernesto Enríquez Coyro”, Revista Mexicana de Ciencias Sociales, año XXX, enero-junio 1984, núms. 115-116, p. 15. Véase C. A. W. Maning, The University Teaching of Social Sciences. International Relations, Ginebra, UNESCO, 1954, p. 12. 3 2 4 3 2 EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Las tres instituciones aquí descritas pueden considerarse, sin duda alguna, como las fundadoras de los estudios internacionales en México. Cada una le imprimiría su propio matiz. En el caso de la Universidad Nacional, los internacionalistas tendrían una fuerte orientación jurídica pensando, seguramente, en la vocación histórica del país por promover el derecho internacional. En el Mexico City College la formación de ins- piración estadounidense le daba a los estudios internacionales una orien- tación multidisciplinaria mucho más cercana a la naturaleza académica de las Liberal Arts. Por su parte, El Colegio de México ofrecía cursos espe- cializados sobre distintas naciones y sus relaciones internacionales, dán- dole un matiz, en estricto sentido, más amplio en cuanto al entendi- miento de las regiones y la naturaleza de sus vínculos y su poder mundial. De igual forma, cada institución se distinguiría por el tipo de alumnado hacia el que estaba dirigida su oferta. La Universidad Nacional, en su vocación de universidad pública, admitía el ingreso de un alto número de estudiantes que contrastaba con la selección más estricta y limitada en número de El Colegio de México. Como se indicó antes, el Mexico City College originalmente estuvo dedicado a la educación de jóvenes estado- unidenses en México aunque tampoco de manera exclusiva. En 1967, la ya entonces denominada Universidad Nacional Autóno- ma de México (UNAM) modificaría los planes de estudio y cambiaría el nombre de la licenciatura de Ciencias Diplomáticas a Relaciones Interna- cionales. Con el paso del tiempo, en 1985, del Mexico City College surgi- rían dos instituciones universitarias independientes, la Universidad de las Américas en el Distrito Federal y la Fundación Universidad de las Amé- ricas afincada en Cholula, Puebla, y en ambas la licenciatura en Relaciones Internacionales sería parte de su oferta académica. Es así como la forma- ción de internacionalistas en México estaría concentrada en estas tres instituciones hasta los años ochenta. En esos años, dos personajes merecen ser destacados en la historia de la disciplina en México. Mario Ojeda, egresado de la primera generación de Ciencias Diplomáticas de la Universidad Nacional, se incorporaría tras la invitación de Daniel Cosío Villegas a El Colegio de México. Ahí, dirigi- ría el CEI y luego sería presidente de El Colegio de México de 1985 a 1995. Incluso fue embajador de México ante la UNESCO de 1995 a 1998. A lo largo de su carrera académica perfiló los contenidos del programa curri- cular de la licenciatura y redactó trabajos fundamentales para el estudio de la política exterior mexicana. Una de sus principales aportaciones fue la introducción en México de los planteamientos clásicos del realismo en la teoría de las Relaciones Internacionales y su descripción de la “inter- dependencia asimétrica” o “independencia relativa” que describiría las 38 LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ 39 relaciones entre México y Estados Unidos. Su libro Alcances y límites de la política exterior de México publicado en su primera edición en 1976 es considerado un clásico latinoamericano de las relaciones internacionales. En la UNAM, Modesto Seara Vázquez sería el parteaguas de la mo- dernización y la proyección nacional de la carrera de Relaciones Interna- cionales en el país. Su labor docente abarcó varias generaciones de internacionalistas que se verían apoyadas por sus gestiones para crear el Centro de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en 1970, lo cual permitiría la publicación, primero, del Boletín de Relaciones Internacionales (1970-1973) que después se convertiría en la revista Relaciones Internacionales, un referente fundamental junto con Foro Internacional de la producción científica mexicana en la disciplina. Fundaría también la Asociación Mexicana de Estudios Interna- cionales (AMEI) en 1982 (antes Instituto Mexicano de Estudios Internacionales, IMEI) que de manera ininterrumpida convoca a estudiantes e internacionalistas al único congreso mexicano de su tipo. Sus obras sobre derecho internacional son consideradas como funda- mentales para entender el desarrollo de la carrera en México y entre ellas se destacan Del Congreso de Viena a la Paz de Versalles (1982) y La Organización de Naciones Unidas a los cincuenta años (1995). La carrera experimentó una explosión con la apertura de programas en nuevas universidades a partir de la década de los noventa. Instituciones privadas y públicas de mucho prestigio a lo largo de la geografía mexicana ofrecerían la licenciatura en Relaciones Internacionales para un creciente número de estudiantes interesados en los temas mundiales. La Univer- sidad Iberoamericana comenzaría con este boom en 1982, la Universidad de Guadalajara o la Universidad de Nuevo León abriría sus programas a principios de los noventa, igual que el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Según Marie-Odette Colin, tanto la oferta como la demanda académica por los estudios internacionales en México se explicaría por las necesi- dades de un mercado laboral que experimentaba los cambios en el sistema internacional y que requería de especialistas preparados en el comercio y los asuntos internacionales, en buena medida,motivados por la firma del Tratado de Libre Comercio en América del Norte. También, dice Colin, esto impactaría en la currícula de la licenciatura, dominada tradicional- mente por la historia y el derecho, para incorporar materias de comercio, economía y finanzas internacionales. M.O. Colin, “Desafíos de la enseñanza de las Relaciones internacionales”, Relaciones Internacionales, UNAM, núm. 84-85, septiembre 2000-abril 2001, pp. 107-108. Idem. 6 5 6 5 EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Actualmente, la carrera se ofrece prácticamente en más de cien uni- versidades del país y la oferta académica también incluye posgrados en la disciplina en instituciones de prestigio y, en varios casos, con el recono- cimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), cuya acreditación también da cuenta del creciente número de investigadores internacionalistas en el país. Esto ocurre al mismo tiempo que se presentan transformaciones en la matrícula y en el mercado laboral. En el primer caso, la carrera de Relaciones Internacionales convoca mayoritariamente a jóvenes mujeres interesadas en la disciplina, contribuyendo al fenómeno denominado “feminización de la matrícula”, que se aprecia con claridad en todas las ciencias sociales en el país. En el segundo caso, ante la incapacidad del Servicio Exterior Mexi- cano (SEM) para emplear a un número cada vez más alto de internacio- nalistas que año tras año egresan de la carrera, la licenciatura ha tenido que flexibilizar su orientación de tal forma que le permita a sus egresados encontrar cabida tanto en posgrados nacionales e internacionales en varias áreas del conocimiento, como trabajo en un mercado laboral que requiere de internacionalistas para desempeñarse en el sector empresarial o pú- blico, en los medios de comunicación masiva, las organizaciones no gubernamentales y los organismos multilaterales. Podría decirse que la interdependencia económica, la multiplicación de relaciones transnacio- nales y la necesidad de conocer con mayor exactitud y profundidad los asuntos mundiales son factores que hacen de la carrera en Relaciones Internacionales una opción atractiva para las jóvenes generaciones estu- diantiles, y necesaria para empresas, gobiernos e instituciones con hori- zontes globales. 40 EL MUNDO Se crea la carrera de Ciencias D iplomáticas en la Universidad Nacional de México. Se ofrece el Bachelor of Arts in International Relations en el Catálogo 1950-1951 del Mexico City College. El presidente Miguel Alemán Valdés instituyó el Día del Ejército. Inician las transmisiones televisivas nacionales del canal 2. El 9 de enero se inaugura en Nueva York la sede de las Naciones Unidas. El 18 de abril Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos firman el Tratado de París. China anexiona al Tíbet. 1959 Se publica el primer número de la revista Foro Internacional de El Colegio de México. Se crea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. El 1 de enero triunfa la Revolución cubana liderada por Fidel Castro. Declaración de los Derechos del Niño por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre. AÑO 1951 RI MÉXICO Cuadro I.1. Cronología comparada LUIS OCHOA • JORGE A. SCHIAVON • MARTA TAWIL • RAFAEL VELÁZQUEZ 1960 Se funda el Centro de Estudios Internacionales y la carrera del mismo nombre en El Colegio de México. El presidente Adolfo López Mateos nacionaliza la industria eléctrica. Obtienen su independencia 17 naciones africanas, entre ellas Ghana, Costa de Marfil, Madagascar, Nigeria, Somalia y Gabón. 1967 Se ofrece la maestría en Relaciones Internacionales en la recién creada División de Estudios Superiores de la UNAM. Se crea también el Instituto Mexicano de Estudios Internacionales. Firman en México el Tratado de Tlatelolco junto al presidente Gustavo Díaz Ordaz los mandatarios de Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador. Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido firman el Tratado del Espacio Exterior. Anastasio Somoza se convierte en Presidente de Nicaragua. 1968 Se ofrece el doctorado en Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. 2 de octubre, matanza de Tlatelolco. El 12 de octubre se inauguran los Juegos de la Olimpiada en México. Comienza la Primavera de Praga. Protestas estudiantiles y huelga general en Francia. Asesinato de Robert F. Kennedy. Nixon gana las elecciones presidenciales de Estados Unidos. 1970 Se crea en la UNAM el Centro de Relaciones Internacionales y comienza la publicación del Boletín de Relaciones Internacionales. Se inaugura el Campeonato Mundial de Fútbol en México. Luis Echeverría gana las elecciones presidenciales. Salvador Allende gana las elecciones presidenciales en Chile. La Guerra de Vietnam se extiende a Camboya. 1974 Se crea el Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Se funda la Cineteca Nacional. Muere la escritora Rosario Castellanos. India detona su primera bomba atómica. Dimite Juan Domingo Perón en Argentina. 1982 Cambia el nombre de IMEI por el de Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI) . Se crea la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana. Miguel de la Madrid Hurtado gana las elecciones presidenciales. Argentina invade las Islas Malvinas iniciando así la guerra contra Gran Bretaña. España se incorpora a la OTAN. 1985 Se fundan la Universidad de las Américas en el Distrito Federal y la Fundación Universidad de las Américas en Cholula, Puebla. Rafael Caro Quintero, narcotraficante mexicano, es arrestado en Costa Rica. La Ciudad de México es devastada por un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter. Ronald Reagan comienza su segundo período en la presidencia de Estados Unidos. Mijaíl Gorbachov es elegido presidente de la URSS. España y Portugal se adhieren a la Comunidad Económica Europea. 1991 Se crea la licenciatura en Estudios Internacionales en la Universidad de Guadalajara y la licenciatura en Relaciones internacionales en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Inicia la negociación formal del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Mueren el pintor Rufino Tamayo y el filósofo Eli de Gortari. Estados Unidos y una coalición internacional comienzan la Guerra del Golfo contra Irak. Con la firma del Tratado de Asunción se crea el Mercosur. Renuncia Gorbachov a la Presidencia y la Unión Soviética deja de existir oficialmente. AÑO RI MÉXICO EL MUNDO 41 Cuadro I.1. Cronología comparada (continuación) EL SURGIMIENTO Y EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES 1992 Se crea la licenciatura en Relaciones Internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Explosiones en el drenaje de la Ciudad de Guadalajara. Se crea la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). México establece relaciones diplomáticas con El Vaticano . Fracasa el golpe de Estado perpetrado por el teniente coronel Hugo Chávez en Venezuela. Se crea la Unión Europea con el Tratado de Maastricht. 1993 Se crea la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas y su licenciatura en Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Se crea en la UNAM el Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) . Asesinato del Cardenal Posadas Ocampo. Luis Donaldo Colosio es nombrado precandidato del PRI a la presidencia de la República. Se aprueba el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre México, Estados Unidos y Canadá. William Clinton toma posesión de la Presidencia de Estados Unidos en enero. Eritrea se independiza de Etiopía.
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