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Nuestra forma de administrar las organizaciones se hace cada vez más anticuada. Tenemos una profunda sensación de que es posible más. Anhelamos lugares de trabajo llenos de vida, autenticidad, comunidad, pasión y propósito. En este revolucionario libro, el autor nos muestra cómo cada vez que la humanidad viró hacia un nuevo estadio de conciencia en el pasado, logró extraordinarios avances en su forma de colaborar. Actualmente, un nuevo estadio de conciencia ya está en curso. ¿Podrá ayudarnos a inventar una forma más significativa de manejar nuestros negocios, organizaciones sin fines de lucro, escuelas y hospitales? Algunos pioneros ya han “crackeado el código” y nos muestran cómo hacerlo con detalles prácticos. Los líderes, fundadores, coaches y consultores encontrarán que este trabajo es un placentero manual, lleno de revelaciones, ejemplos e historias inspiradoras Extraordinarios pioneros nos revelan cómo podemos crear negocios, organizaciones sin fines de lucro, escuelas y hospitales verdaderamente significativos. Elogios a reinventando las organizaciones “¡Vanguardista! ¡Revolucionario! ¡Brillante! El libro más apasionante que he leído en años sobre diseño de organizaciones y modelos de liderazgo. ¿Sustentabilidad? ¿Compromiso de los trabajadores? ¿Innovación? Esta forma elegante y sobria de trabajar realiza todas estas aspiraciones sin esfuerzo y, al mismo tiempo, excede los balances tradicionales y le infunde al trabajo corazón y espíritu sin artilugios. A modo de práctica Zen, se requiere disciplina para aprender a hacer menos, y este libro muestra cómo soltar nos devuelve: a nosotros, a nuestra organización, a nuestros grupos de interés y al mundo.” —Jenny Wade, Ph.D., autora de Changes of Mind “Por mucho tiempo, la gente me ha preguntado cómo se vería en concreto una organización de “5º orden” o de “estadio avanzado”. El libro de Frederic Laloux con su extensa investigación es lo más cerca que alguien ha llegado de responder esta pregunta. ¡Es una lectura estimulante e inspiradora!” —Robert Kegan, Profesor de aprendizaje adulto de la Harvard University’s Meehan y autor de In Over Our Heads “Un libro como este sólo aparece una vez cada década. Con un alcance tremendo y brillante, es la guía de “bien a mejor” para una era más iluminada. Lo que revela del modelo organizativo del futuro es estimulante y profundamente esperanzador.” —Norman Wolfe, autor de The Living Organization “Un recuento exhaustivo y altamente práctico de la visión de mundo emergente en los negocios. ¡Todo lo que necesitamos saber sobre cómo construir una organización desde el nuevo paradigma!” —Richard Barrett, Presidente y fundador del Centro de Valores Barrett “Frederic Laloux ha hecho una notable labor para la gente de negocios y los profesionales. Al describir en detalle las mejores y más inusuales prácticas de hoy, ha descubierto un futuro mejor para las organizaciones.” —Bill Torbert, autor de Action Inquiry “ La organización teal de Frederic Laloux es el modelo más cercano que he visto a lo que llamo una ‘organización consciente’: una organización y una cultura que no sólo prospera en el paradigma de pensamiento colectivo que se despliega, sino que además ayuda a su despliegue. Podría servir de partero para una nueva visión de mundo que le permitirá a la raza humana evolucionar conscientemente a un nivel en el que el mundo funcione para todos.” —John Renesch, futurista, fundador de FutureShapers, LLC y autor de 14 libros, incluyendo The Great Growing Up “A medida que la tasa de cambio escala de manera exponencial, están muriendo las viejas formas de organizarse y educar, que fueron diseñadas para la eficiencia y la repetición. Frederic Laloux es uno de los pocos líderes de management que explora lo que está por venir. Es profundamente distinto.” —Bill Drayton, fundador, Ashoka: Innovadores para el público REINVENTANDO LAS ORGANIZACIONES Una Guía para Crear Organizaciones Inspiradas en el Siguiente Estadio de la Conciencia Humana Frederic Laloux Copyright © 2014 Frederic Laloux. Primera edición. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro podrá utilizarse, reproducirse, almacenarse en o ingresarse en un sistema de recuperación, o transmitirse en ninguna forma o medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro) sin el permiso escrito del editor, exceptuando el caso de citas breves que pudiera incluirse en revisiones críticas y algunos otros usos no comerciales que estén permitidos por la ley de derechos de autor. Por favor adquiera sólo ediciones electrónicas autorizadas y no participe en la piratería electrónica de material sujeto a derechos de autor ni la fomente. Agradeceremos su apoyo a los derechos de autor. Publicado por NELSON PARKER. Nelson Parker is a trademark of Unfolding sprl. 54 Serbia Street, Brussels 1190, Belgium Traducido por: Andrea Maturana Revisado por : Diego Cuadra, Daniel Fernández, Aldo Ilardi, Antonia Reyes y Pablo Reyes TABLA DE CONTENIDOS Introducción 1 Primera Parte - Perspectiva histórica y del desarrollo 11 Cambios de paradigmas: modelos precedentes y actuales de organizaciones 13 Sobre los estadios de desarrollo 41 Teal-evolutivo 47 Segunda parte- Las estructuras, prácticas y culturas de las organizaciones teal 57 Tres avances revolucionarios y una metáfora 59 Autogestión (estructuras) 67 Autogestión (procesos) 109 La lucha por lograr la plenitud (Prácticas Generales) 157 La lucha por lograr la plenitud (Procesos de RRHH) 193 Escuchar el propósito evolutivo 215 Rasgos culturales compartidos 251 Tercera parte -El surgimiento de las organizaciones teal 263 Requisitos indispensables 265 Cómo poner en marcha una organización Teal 291 Cómo transformar una organización existente 299 Resultados 319 Organizaciones Teal y La sociedad Teal 329 Apéndices 343 Preguntas de la investigación 345 Más allá del Teal-evolutivo 351 Estructuras de las organizaciones Teal 355 Visión general de las estructuras, prácticas y procesos de las organizaciones Teal 363 Notas 369 Lecturas seleccionadas 385 Agradecimientos 391 ÍNDICE DE ESTRUCTURAS Y PRÁCTICAS CLAVE Estructura Estructura organizativa 71, 73, 76, 355 Funciones de staff 78 Equipos asociados a proyectos/ Equipos operativos voluntarios 92, 99 Junta / Propiedad 281, 337 Recursos humanos Reclutamiento 176, 194, 244 Incorporación 196 Capacitaciones y coaching 199 Construcción de equipos 161, 170, 175 Horas laborales 203 Títulos de trabajo / Descripciones de cargo 100, 202 Objetivos / Establecer metas 236 Retroalimentación / Gestión del desempeño 136, 138, 205 Compensación 143 Ascensos / Rotación laboral 126, 202 Despidos 140, 209 Vida cotidiana Espacios de oficinas 95, 160, 184 Reuniones 179 Toma de decisiones 110, 114 Resolución de conflictos 124, 182 Flujo de información 121, 241 Cultura / Valores 161, 167, 251 Construcción de comunidad / Espacios de reflexión 170, 175 Procesos organizativos mayores Propósito / Estrategia 217, 222,225, 231 Innovación / Desarrollo de productos 231 Ventas / Marketing 231, 236 Compras / Inversiones 117 Presupuestos / Control 88, 233 Financiamiento 281 Gestión medioambiental y social 187 Gestión del cambio 114, 239 Traducir es habilitar a un mundo para algo que tenía limitado. Etimológicamente es “pasar al otro lado”. Y eso fue lo que quisimos hacer, traer al mundo hispano el planteamiento de Fred Laloux respecto a las organizaciones. Así, en acuerdo con el autor, decidimos emprender el proyecto de hacer la traducción y publicar el libroen español. Las motivaciones fueron variadas y cada una anclada a nuestras experiencias en el mundo corporativo y social, donde por diversos caminos nos fuimos encontrando con la necesidad integradora de nuevos paradigmas para gestionar la complejidad que estamos viviendo tanto en nuestro país, como en Latinoamérica y el mundo en general. Encontramos así que las organizaciones teal son una luz orientadora para este escenario. Agradecemos a Andrea Maturana por la traducción, a Aldo Ilardi y Antonia Reyes por las revisiones de textos y edición, a Mariel Torres por el diseño y a varios más que participaron apoyando para que este libro pudiera estar disponible para el mundo hispano parlante. Diego Cuadra Leiva Daniel Fernández Koprich Pablo Reyes Arellano Gestores de la traducción al español Santiago de Chile, diciembre 2015 XIII Prólogo PRÓLOGO Este es un libro muy importante y profundamente significativo, tanto por su investigación pionera, sus reflexiones, sus directrices y las sugerencias que hace, como por la cantidad de preguntas y problemas que pone sobre el tapete, igualmente importantes. Sin duda está a la vanguardia de un tipo de trabajo cada vez más común en esta época: trabajos que se preocupan de los profundos cambios de la conciencia, cultura y de los sistemas sociales que vemos emerger en este momento de la evolución humana (y también cósmica). El trabajo de Frederic Laloux se enfoca específicamente en los valores, prácticas y estructuras de las organizaciones (tanto grandes como pequeñas) que son impulsadas por esta extraordinaria transformación de la conciencia que ocurre a lo largo del mundo. Ofrece un recuento muy detallado y práctico (que llega en realidad a ser un instructivo) para aquellos que sienten que el paradigma actual del management es profundamente limitante y anhelan traer una mayor conciencia a la forma en que manejan las organizaciones, pero se preguntan si será posible y cómo hacerlo. Este libro es muy práctico, pero no se equivoquen: está sólidamente arraigado en la teoría evolutiva y del desarrollo. En las últimas tres décadas se han publicado libros que describen la transformación de la conciencia a un nivel más amplio, no solo en las organizaciones sino en la sociedad, partiendo por trabajos pioneros como La conspiración de Acuario, El punto crucial, The Greening of America, y otros. Pero existe una gran y profunda diferencia: los estudios del desarrollo siguen indicando, con creciente certeza, que aquello que en las últimas cuatro o cinco décadas se ha considerado una única gran transformación de la conciencia y de la cultura, en realidad contiene dos grandes transformaciones. Éstas están emergiendo sucesivamente y se conocen con varios nombres, como pluralista e integral, individualista y autónoma, relativista y sistémica, Vínculo humano y Flujo y flexibilidad, verde y teal, y orden 4.5 y orden 5.0, entre muchos otros. Como descubren de manera creciente los psicólogos desarrollistas, estas dos transformaciones son solo las últimas dos en una larga línea de transformaciones de la conciencia que, modificando levemente los XIV Reinventando las Organizaciones términos de Jean Gebser, se llaman Arcaico, Mágico (Tribal), Mítico (Tradicional), Racional (Moderno), Pluralista (Postmoderno), e Integral (Post-postmoderno). La humanidad, como un todo, ha pasado por cada uno de estos estadios del desarrollo, y esto se repite también a nivel individual todos partimos en el estadio uno y transitamos hasta el nivel promedio de desarrollo de nuestra cultura (algunos individuos quedan más abajo y otros más arriba). Cada uno de estos estadios generales tiene un conjunto distinto de valores, necesidades, motivaciones, normas éticas, visiones de mundo, estructuras del ego, tipo societal, redes culturales y otras características fundamentales. Las dos transformaciones básicas a las que hice referencia anteriormente son las últimas dos de la serie: el estadio Pluralista, que emergió en los años 60 y marcó el inicio del Postmodernismo y, más reciente (y aún mucho más escaso), el estadio Integral, recién emergiendo y que marca el inicio de la fase (en lo que sea que se transforme) que está yendo más allá del Postmodernismo y sus principios básicos. La profunda diferencia a la que hacía alusión es la siguiente: la mayoría de los libros anteriores que proclamaban una transformación de la sociedad, hablan desde una perspectiva postmoderna, y tienen una visión más bien simplista de la evolución humana. El libro de Laloux habla desde una perspectiva Integral y está fundamentado en una sofisticada comprensión de la teoría del desarrollo y evolutiva, y en aquello que, en la teoría integral, se llama AQAL (all quadrants, all levels1). El Postmodernismo, como su nombre sugiere, es aquella fase general del desarrollo humano que vino después (y fue en muchos casos crítica) de la anterior fase general llamada Modernismo, que comenzó en Occidente con el Renacimiento y luego terminó de florecer con la Iluminación, la “Era de la razón y de la revolución”. La modernidad de la Iluminación fue un movimiento que fue más allá de la era anterior, mítico-literal, religiosa y tradicional. En ella, la Biblia era la única fuente de verdad literal e indiscutida: la humanidad tenía solo un Salvador y “nadie se salva si no es a través de la Madre Iglesia”, cuyos dogmas repartían verdades en todos los ámbitos, de lo artístico a lo normativo y de lo científico a lo religioso. Con la Iluminación, la democracia representativa reemplazó a la monarquía; la libertad reemplazó a la esclavitud (en un período de 100 años, más o menos entre 1770 y 1870, toda sociedad racional-industrial sobre el planeta abolió la esclavitud, la primera vez que esto le ocurrió a cualquier tipo societal en la historia humana); las ciencias experimentales modernas reemplazaron a las religiones míticas reveladoras (como fuentes de verdad seria); y ocurrió lo que Weber llamó “la diferenciación de las esferas de valor” (la diferenciación del arte, las normas éticas y la ciencia, de modo que cada 1 Todos los cuadrantes, todos los niveles. XV Prólogo una pudiera ir tras su propia lógica y sus propias verdades y salir de su fusión en el dogma de la iglesia; ahí donde los clérigos se rehusaban incluso a mirar por el telescopio de Galileo, cientos y luego miles de investigadores sí comenzaron a hacerlo, llevando a una explosión de lo que ahora se conoce como “ciencias modernas”: geología, física, química, biología, psicología, sociología). Las ciencias modernas fueron tan exitosas que otros dominios importantes de la existencia y el conocimiento humano (de lo artístico a lo moral) comenzaron a ser invadidos y colonizados por el cientificismo (la creencia de que la ciencia, y solo la ciencia, puede proporcionar verdades valiosas). La “dignidad de la modernidad” (la diferenciación de las esferas de valor) pronto colapsó para transformarse en el “desastre de la modernidad” (la disociación de las esferas de valor), resultando en aquello que Weber llamó “el universo desencantado.” Esta fue la situación por alrededor de 300 años: una mezcla de grandes progresos y sorprendentes descubrimientos en el territorio de la ciencia, acompañada de un reduccionismo y un materialismo científico que dejó a todas las otras áreas como obsoletas, anticuadas, infantiles, arcaicas. “El Darwinismo Social”, la noción de la supervivencia del más apto aplicada a todos los aspectos de la existencia humana, empezó a invadir insidiosamente las humanidades, la ética, la política, incluso a los dos sistemas económicos más poderosos: el capitalismo y el socialismo. El materialismo científico (la idea de que todo fenómeno en el universo, incluyendo la conciencia, la cultura y la creatividad), se podría reducir a átomos materiales y sus interacciones(y por ende conocerse solo a través del método científico), y la política más bien liberal que acompañaba tales creencias, prepararon el escenario para los tres siglos siguientes. A partir de los años 60, se empieza a desafiar no solo el reino del materialismo científico (en calidad de constructo cultural y no de portón divino a verdades universales), sino también todas las restantes indignidades de la era mítico-religiosa (algunas de ellas desafiadas por el Modernismo y otras exacerbadas por él): indignidades como la opresión de las mujeres y otras minorías, el expolio tóxico de la naturaleza y del medioambiente, la ausencia de derechos civiles igualitarios y el reinado general del materialismo propiamente tal. Todas estas indignidades fueron atacadas agresivamente por el Postmodernismo en un intento de remediarlas. Los desarrollistas descubrieron que este nuevo surgimiento fue impulsado en gran medida por la aparición de un estadio más desarrollado del despliegue humano (el que se ha llamado pluralista, individualista, relativista, postmoderno). Esto no quiere decir que todas las declaraciones del Postmodernismo sean verdades, sino solo que se fundaba en una manera de pensar más compleja, más sofisticada, más inclusiva y que incluía más perspectivas que la típica estructura formal y racional de la era Moderna (y que el estadio moderno en el desarrollo individual actual). XVI Reinventando las Organizaciones Este nuevo y más inclusivo estadio del desarrollo produjo una primera ola de libros que sostenían que “hay un nuevo gran paradigma y una gran trasformación de la conciencia”, que hoy está en curso. Estos libros, que empezaron a surgir en los años 70 y 80 (algunos de ellos ya mencionados), solían contener un conspicuo diagrama con dos columnas: una que representaba el “paradigma antiguo” que era “analítico-divisivo”, “Newtoniano-Cartesiano”, “abstracto-intelectual”, “fragmentado”, “masculino”, y que causaba literalmente todos los problemas de la humanidad, desde la guerra nuclear hasta las caries; y otra columna que representaba “el nuevo paradigma”, que era “orgánico”, “holístico”, “sistémico”, “inclusivo”, y “femenino”, y que era la fuente de una salvación radical y de la liberación paradisíaca de prácticamente todos los males de la humanidad. Es más, esta dos opciones (el paradigma antiguo y el nuevo paradigma), eran las únicas opciones básicas que tenía la humanidad. Sus estadios tempranos (por ejemplo el tribal) eran simplemente versiones anteriores del nuevo paradigma, que fueron reprimidas y destruidas por la agresiva versión moderna del viejo paradigma. En gran medida, estos libros representaban a una generación de escritores que documentaban la transformación de la que habían sido parte: en ella, a los restos de los paradigmas Mágico, Mítico y Racional que aún existían en grados variables, se agregó la posibilidad del paradigma emergente Post-Racional o Postmoderno. Esta generación de escritores fue la primera en acceder a estos cambios. Hoy, en las culturas occidentales, el estadio Pluralista/Postmoderno ocupa alrededor del 20% de la población, el 30-40% funciona desde el estadio Moderno- Racional, el 40-50% desde el estadio Mítico y un 10% desde el estadio Mágico. Estos primeros libros tienen varios rasgos comunes. Al limitaro las posibilidades de la humanidad a solo dos grandes elecciones (el antiguo y el nuevo paradigma), culpan de todos los males de la humanidad únicamente al paradigma de la Modernidad y la Ilustración. Con esto, distorsionan severamente la situación actual, en la que la mayoría de los problemas culturales más serios que enfrenta la humanidad son resultado de la estructura Mítico-literal: desde los etnocéntricos “pueblos elegidos” hasta la opresión de las mujeres, la esclavitud, gran parte de las guerras y la destrucción ambiental. En algunos casos, la tecnología moderna se agregó a esas motivaciones míticas, volviéndolas aún más letales (por ejemplo en Auschwitz, que no fue el producto de una moral moderna mundo-céntrica, que trata a todas las personas con justicia, sin importar su raza, color, sexo o credo, sino de un etno-centrismo mítico, que cree en los grupos externos de infieles y los grupos internos de “pueblos elegidos”; los infieles, que carecen de alma, pueden ser asesinados o exterminados y la jihad está a la orden del día en cualquiera de sus formas, desde la conversión misionaria hasta las XVII Prólogo cruzadas declaradas. En muchos casos, la Modernidad estaba en proceso de acabar con estos insultos míticos etnocéntricos (como la esclavitud, mediante el uso de la tolerancia, una actitud específica de la Modernidad y muy escasa anteriormente), pero la Postmodernidad culpó a la Modernidad (y a los valores racionales de la Ilustración) de todo, lo que en muchos casos empeoró la situación. Pero de otras formas, la Postmodernidad, con sus propias perspectivas más amplias, trajo no solo avances en las ciencias, sino que también otorgó un énfasis imparcial a todas las otras disciplinas (a veces hasta el extremo de afirmar que ninguna verdad era posible, sino solo varias interpretaciones y que, por lo tanto, todas las disciplinas debían ser incluidas). Y, con este impulso hacia los derechos civiles, el ambientalismo, los derechos para los homosexuales y discapacitados, el tejido moral superior, posibilitado por un estadio superior de desarrollo, llegó a ocupar el primer plano. Estos eran los avances que todos los libros sobre el “nuevo paradigma” estaban celebrando. Nadie puede culparlos por dejarse llevar por el entusiasmo y asumir que todo el mundo estaba avanzando hacia esta fase Pluralista, en vez de entender que esta fase era simplemente la cuarta o la quinta de las grandes transformaciones de la historia humana, y que ocuparía su lugar junto a las otras, sin reemplazarlas completamente. Aún compartía muchas características con sus predecesoras; Maslow diría que todas ellas son impulsadas por “necesidades por carencia” y los seguidores de Clare Graves las llamarían “primer orden”. Pero los desarrollistas de aquel tiempo empezaron a percibir algo que inicialmente era desconcertante, y luego se transformó en asombroso: entre aquellas personas que se habían desarrollado hasta el estadio Postmodernista/Pluralista, un pequeño porcentaje (2%-3%) empezaron a mostrar características literalmente sin precedentes en la historia humana. Graves llamó al surgimiento de este nivel aún más nuevo, “un salto monumental de significado”, y Maslow se refirió a él como el surgimiento de los “valores del Ser”. Mientras todos los estadios anteriores (el Mágico, Mítico, Racional y Pluralista) habían operado desde la sensación de escasez, de carencia y deficiencia, este nuevo nivel (que distintos investigadores empezaron a llamar “integrado”, “integral”, “autónomo”, “de segundo orden”, “inclusivo”, “sistémico”) actuaba desde una sensación de abundancia radical, como si estuviera desbordándose de bondad, verdad y belleza. El nivel de plenitud era como si alguien hubiera depositado mil millones de dólares en su cuenta psicológica, y lo único que quisiera fuera compartir esta abundancia. También había algo más: mientras todos los estadios de primer orden sentían que sus verdades y valores eran las únicos verdades y valores reales que existían (todas las demás estaban equivocadas, eran falsas, infantiles o simplemente ridículas), este nuevo estadio Integral de alguna manera intuyó que todas las estructuras de valores anteriores eran verdaderas e importantes de su manera, que todas tenían algo que XVIII Reinventando las Organizaciones ofrecer, que todas eran “verdaderas pero parciales”. El estadio Postmoderno/Pluralista, por mucho que deseaba verse como “incluyente”, aborrecía los valores Racionales y Míticos. Pero el estadio Integral sí los incluía, o acogía, o les daba espacio dentro de su visión de mundo. Por primeravez en la historia emergía un nivel de conciencia humana verdaderamente incluyente y que no marginaba. Y esto, de hecho, iba a cambiarlo todo. Lentamente, pero a velocidad creciente, empezó a aparecer una segunda generación de libros sobre el “nuevo paradigma”. Esta incluyó a pioneros como James Mark Baldwin y Jean Genser, y luego, más recientemente, libros escritos por filósofos, psicólogos y teólogos como Jürgen Habermas, Abe Maslow, Bede Griffiths, Wayne Teasdale, Allan Combs, y mi propio trabajo, por mencionar solo algunos. A diferencia de la primera ola de libros del nuevo paradigma, esta segunda ola tenía un componente psicológico mucho más sofisticado, e incluía al menos cuatro o cinco estadios de desarrollo, y a veces hasta nueve o diez (sin duda más que dos, el “viejo” y el “nuevo” paradigma, como en la primera ola). Además de esos niveles de desarrollo, definían una serie de líneas de desarrollo, o de inteligencias múltiples que se movían a través de esos niveles (como la inteligencia cognitiva, la inteligencia emocional, la inteligencia moral, la inteligencia kinestésica, la inteligencia espiritual, etc.). También le dieron espacio a la integración entre ciencia y espiritualidad, sin subordinar una a la otra (ni consideraron que toda la espiritualidad era explicable en términos de la física cuántica o de la neuroplasticidad cerebral, ni que toda la ciencia era reductible al terreno místico; tanto la ciencia como la espiritualidad eran dominios irreductibles y sumamente importantes). Además, todos consideraron que la primera ola de los libros del nuevo paradigma describían principalmente el estadio Postmoderno/Pluralista, y no un genuino estadio Integral/Sistémico. El libro de Frederic Laloux pertenece claramente a esta segunda ola de publicaciones. Pero ese no es su rasgo más significativo. En la última década o dos, hemos vistos libros que crecientemente se enfocan en los negocios (la mayoría de ellos todavía de la primera ola, pero cada vez más también de la segunda ola). Pero el trabajo de Laloux cubre, más que cualquier otro libro que yo conozca, los cuatro cuadrantes (que se explicarán en seguida), al menos cinco niveles de conciencia y cultura, múltiples líneas de inteligencias y varios tipos de estructuras organizacionales, pasando de lo Mágico a lo Mítico, a lo Racional, a lo Pluralista y a lo Integral. Obviamente, se enfoca en último y más reciente surgimiento, el estadio Integral; allí describe manera sofisticada y detallada las organizaciones de negocios que parecen construirse alrededor de las características del estadio Integral, incluyendo las visiones individuales del mundo, los valores culturales, el comportamiento individual y colectivo, y las estructuras, procesos y XIX Prólogo prácticas sociales. Todo esto lo convierte en una obra verdaderamente pionera. En este punto, corresponde ofrecer una breve explicación de los cuadrantes, niveles y líneas. Tal como indica Laloux, estos aspectos técnicos están tomados de mi propia Teoría Integral, que llegó a lo que se podría considerar un “mapa abarcador” de la constitución humana como resultado de una búsqueda intercultural a través de cientos de culturas pre-modernas, modernas y postmodernas, y los diversos mapas de la conciencia humana y de la cultura que ellas nos han ofrecido. Este “mapa abarcador” se construyó poniendo todos los mapas conocidos sobre la mesa, y usando cada uno de ellos para llenar cualquier brecha existente en los otros; con esto se llegó a un mapa verdaderamente inclusivo de las dimensiones, los niveles y las líneas fundamentales que son las principales potencialidades de todos los humanos. Esta estructura tiene cinco dimensiones básicas: cuadrantes, niveles de desarrollo, líneas de desarrollo, estados de conciencia, y tipos. Los cuadrantes hacen referencia a cuatro perspectivas principales a través de las cuales se puede observar cualquier fenómeno: lo interior y lo exterior en lo individual y lo colectivo. Estos pueden ser indicados inicialmente por los pronombres que los representan. Lo interior de lo individual es el espacio del “yo” (e incluye todo pensamiento subjetivo, sentimientos, emociones, ideas, visiones y experiencias que se aparecen cuando hacemos trabajos introspectivos; lo interior de lo colectivo es el espacio de “nosotros” (los valores, semánticas, normas, ética y comprensiones inter-subjetivos que cada grupo comparte (sus culturas y sub-culturas)); lo exterior de lo individual es el espacio de “ello”, que incluye los hechos o datos “objetivos” o “científicos” sobre nuestro organismo individual: un sistema límbico, dos pulmones, dos riñones, un corazón, la cantidad de dopamina, de serotonina, de glucosa, etc. (incluye no solo ingredientes “objetivos”, sino también la conducta); y lo exterior de lo colectivo es el espacio de “ellos”, que incluye todos los sistemas inter-objetivos: procesos, sintaxis, reglas, relaciones externas, modos tecno-económicos, sistemas ecológicos, prácticas sociales, etc.). No solo los seres humanos, sino todas sus actividades, disciplinas y organizaciones pueden ser observados a través de este lente de cuatro cuadrantes, y los resultados son siempre reveladores. Según la Teoría Integral, una descripción completa de cualquier cosa requiere de la observación de estas cuatro perspectivas: de la primera persona (“yo”), de la segunda persona (“tu” y “nosotros”), y de la tercera persona (“ello” y “ellos”). La mayor parte de las disciplinas humanas reconocen solamente uno o dos de estos cuadrantes y le ignoran o niegan una verdadera existencia a los demás. En el estudio de la conciencia, por ejemplo, el campo está equitativamente dividido entre aquellos que creen que la conciencia es un producto exclusivo de procesos de “esto” objetivo o del cuadrante superior-derecho (a saber, del cerebro humano y sus actividades); mientras que la otra mitad cree que la conciencia XX Reinventando las Organizaciones misma (el espacio del cuadrante superior-izquierdo o del “yo” subjetivo) es primaria, y que todos los objetos (como el cerebro) aparecen en ese campo de la conciencia. La Teoría Integral sostiene que ambas perspectivas son correctas es decir, estos dos cuadrantes (juntos con los dos restantes) surgen todos juntos, simultáneamente, y se influyen mutuamente como aspectos correlativos del Todo. El intento de reducir todos los cuadrantes a uno solo es “absolutismo cuadrante”, una forma desdichada de reduccionismo que oculta más de lo que revela. Observar cómo los cuatro cuadrantes surgen simultáneamente y evolucionan juntos, clarifica enormemente algunos problemas siempre enigmáticos (desde el problema cuerpo/mente hasta la relación entre la ciencia y la espiritualidad y hasta el mecanismo de la evolución misma). Laloux incluye cuidadosamente los cuatro cuadrantes y una descripción detallada de cada uno a medida que aparecen en distintos tipos de organizaciones, enfocándose siempre en el estadio pionero, o Integral. En sus palabras, “El modelo de los cuatro cuadrantes muestra cuán profundamente las mentalidades (superior izquierdo o “Yo”), la cultura (inferior izquierdo o “Nosotros”), las conductas (superior derecho o “Esto”), y los sistemas (inferior derecho o “Estos”) se entrelazan. Un cambio en cualquiera de las dimensiones reverberará en las otras.” Luego señala que, tanto la teoría mítica de la organización como la moderna, se enfocan en hechos externos “duros” (los dos cuadrantes del lado derecho), mientras que la postmoderna incluyó por primera vez los interiores de las mentalidades y la cultura (los dos cuadrantes del lado izquierdo). Al Postmodernismo muchas veces se le fue la mano al sostener que solo era importante la cultura. Solo las Organizaciones Integrales incluyen, deliberada y conscientemente, los cuatro cuadrantes (así como el libro de Laloux es uno de los pocos que incluyen los cuatro cuadrantes en su investigación).Muchos escritores Integrales, a pesar de estar conscientes de todos los cuadrantes, se enfocan en los cuadrantes izquierdos de los niveles de conciencia y visiones del mundo y dejan de lado los cuadrantes derechos de las conductas, procesos y prácticas que son necesarios para apoyar el surgimiento de las dimensiones integrales del lado izquierdo. Laloux señala, por ejemplo, que la cultura organizacional Integral (inferior izquierdo, “nosotros”) se promulga sobre todo en la medida en que aquellos con autoridad moral (del cuadrante superior izquierdo) en la organización son ejemplos Integrales a seguir, y también siguiendo el ejemplo del cuadrante inferior derecho o “estos”: la estructuras de apoyo, los procesos y las prácticas. Acerca de los niveles y líneas, Laloux afirma que “En su exploración [muchos investigadores] se encontraron consistentemente con que la humanidad evoluciona en estadios. Hoy tenemos un robusto conocimiento sobre las etapas del desarrollo humano. Dos pensadores en particular, Ken Wilber y Jenny Wade, han hecho un trabajo extraordinario comparando y contrastando los modelos más XXI Prólogo significativos de estos estadios y han descubierto una gran convergencia... Para caracterizar estos estadios, recojo información en particular de los meta-análisis realizados por Wade y Wilber, y me detengo brevemente en las distintas facetas de cada estadio: la visión de mundo, las necesidades, el desarrollo cognitivo, el desarrollo moral. Acertadamente, Laloux nos invita a ser extremadamente cuidadosos con lo que queremos decir cuando decimos “un estadio”. Como popularizó Howard Gardner, y prácticamente todos los desarrollistas están de acuerdo, no solo hay una línea de desarrollo con sus estadios o niveles, sino múltiples líneas o múltiples inteligencias, y cada una de ellas es bastante distinta, con distintas características y diferentes estructuras de nivel. Pero lo más interesante es que, aunque las diversas líneas son bastante distintas, todas se desarrollan a través de los mismos niveles básicos de conciencia. Por ahora, numeremos los niveles o, como suele hacer la Teoría Integral, podemos asignarles un color, o un nombre (por ejemplo, rojo, naranja o verde). Pero digamos que, en este ejemplo, hay siete grandes líneas de desarrollo (cognitivo, emocional, moral, valores, necesidades y espiritualidad, entre otros). Cada línea (cognitiva, moral o emocional, por ejemplo) evoluciona pasando por cada uno de los niveles, así que podemos hablar de cognición roja, de moral roja, de valores rojos (el rojo es el nivel 3). Pero alguien que está en el naranja (Nivel 5) puede tener la cognición en rojo (nivel 3). De modo que hablar de niveles sin hablar de las líneas resulta peligroso. Todas las múltiples inteligencias de los seres humanos se desarrollan a través de jerarquías de actualización. La cognición, por ejemplo, se mueve desde la inteligencia sensorimotora, a imágenes, luego símbolos, luego conceptos, luego esquema, luego reglas, luego meta-reglas y después redes sistémicas. Vale la pena enfatizar este punto, porque el libro de Laloux muestra que las organizaciones que operan en el estadio Integral o teal ya no funcionan con jerarquías dominantes, las relaciones jefe-subordinado más comunes en las organizaciones de hoy. Pero la ausencia de jerarquías dominantes no es lo mismo que la ausencia de cualquier jerarquía. Incluso si miramos el trabajo de Graves, por ejemplo, una de las más relevantes características que definen el estadio Integral, o teal, es el regreso de las jerarquías anidadas, después de haber sido casi totalmente eliminadas en el pluralismo postmoderno verde. (Los postmodernistas no logran distinguir entre las jerarquías dominantes, que sí son bastante despreciables, y las jerarquías de actualización, que son la forma primaria del crecimiento natural, el desarrollo y la evolución en el mundo: de los átomos a las moléculas a las células a los organismos, por ejemplo. Los postmodernistas se deshacen de todas las jerarquías como si fueran la maldad misma. Esta es una característica del estadio igualitario pluralista, y una de sus sombras.) XXII Reinventando las Organizaciones Pero con la emergencia de la actitud teal, está lleno de jerarquías. Como lo han demostrado empíricamente los trabajos de Elliot Jacques, así como están estructuradas la mayoría de las organizaciones, aquellos que están en los niveles más bajos de la jerarquía suelen trabajar en la fábrica o en la línea de montaje; aquellos en los niveles intermedios trabajan sobre todo en los mandos medios; y los que están en niveles superiores trabajan en los altos mandos (incluyendo CEO, CFO (director de finanzas), COO (director de operaciones)). Lo que hacen estas organizaciones más nuevas es organizar todos esos niveles (la jerarquía completa) en equipos de 10 a 15 personas. Cada persona, en cualquier equipo, puede tomar literalmente cualquier decisión para la empresa (y, de hecho, prácticamente todas las decisiones importantes son tomadas por miembros del equipo), incluyendo ventas, marketing, contrataciones y reclutamiento, investigación y desarrollo, decisiones de sueldo, despidos, funciones de recursos humanos, compras de equipamiento, relaciones comunitarias, etc. Esto permite que cada equipo, y cada persona dentro del equipo, sea mucho más Integral: pueden operar en cualquier nivel de la jerarquía en que sean capaces, siempre que consulten a aquellos que serán afectados por su decisión (aunque no tengan que seguir el consejo). Antes, habían estado limitados por el lugar de la pirámide que ocupaban. Uno de los grandes descubrimientos del trabajo de Laloux es que las jerarquías de actualización solo pueden florecer cuando se eliminan las jerarquías dominantes. Así, una empresa de 500 individuos no tiene un CEO, sino 500, cualquiera de los cuales puede tener una idea revolucionaria y puede implementarla: un movimiento hacia la verdadera autogestión, que es una de las principales razones del sorprendente éxito de muchas de estas organizaciones. ¿Qué sucede con los mandos medios y altos? Mayoritariamente, no existen. Esas jerarquías han sido reubicadas. Como dije anteriormente, este trabajo es uno de los libros más importantes de la segunda ola de libros del “nuevo paradigma”. Así como el mismo Laloux admite, no sabemos si todas las características, procesos y prácticas que describe terminarán describiendo realmente la estructura y la forma que tomarán las organizaciones teal. Pero este estudio merece ser tomado seriamente por todo estudioso Integral, y hasta convencional, de las organizaciones y del desarrollo organizacional. En términos de la sofisticación AQAL (todos los cuadrantes, todos los niveles), simplemente no hay nada que se le parezca. Mis felicitaciones a Frederic Laloux por su espectacular tratado. Ojalá ayude a muchos lectores a reunir la inspiración necesaria para crear negocios, escuelas, hospitales u organizaciones sin fines de lucro inspiradas por este nueva ola emergente de conciencia que está comenzando a transformar el mundo. XXIII Prólogo Ken Wilber Denver, Colorado Fall 2013 Introducción • La emergencia de un nuevo modelo organizacional 1 INTRODUCCIÓN LA EMERGENCIA DE UN NUEVO MODELO ORGANIZATIVO No es posible cambiar las cosas luchando con la realidad. Para cambiar algo, construye un modelo nuevo que deje obsoleto el modelo existente. Richard Buckminster Fuller Aristóteles, el gran filósofo y científico griego, proclamó en un tratado escrito en el año 350 a. C. que las mujeres tienen menos dientes que los hombres.1Hoy sabemos que esto es absurdo, pero el mundo occidental lo aceptó sin cuestionamientos durante cerca de dos mil años. Hasta que un día alguien tuvo la más revolucionaria de las ideas: “¡Contemos!” El método científico (formular una hipótesis y luego ponerla a prueba) está tan enraizadoen nuestro pensamiento que nos cuesta concebir que alguien inteligente pueda confiar ciegamente en una autoridad sin poner a prueba sus supuestos. Sería hasta aceptable pensar que tal vez la gente de esa época no era tan inteligente. Pero, antes de juzgarla con tanta dureza, preguntémonos lo siguiente: ¿cabe la posibilidad de que las generaciones futuras se diviertan a costa nuestra de la misma manera? ¿Estaremos también nosotros prisioneros de una forma simplista de entender el mundo? Existen razones para creerlo. A modo de ejemplo, permítanme plantear una sencilla pregunta: ¿Cuántos cerebros tiene un ser humano? Supongo que responderán que uno o, si sospechan que es una pregunta capciosa, que dos, si tomamos en cuenta el cerebro derecho y el 2 Reinventando las Organizaciones izquierdo. Hoy en día sabemos que tenemos tres: el gran cerebro ubicado en nuestra cabeza, uno pequeño en nuestro corazón y otro en nuestro intestino. Los dos últimos son, mucho más pequeños en comparación2, pero aun así son sistemas nerviosos totalmente autónomos. Aquí es donde la cosa se pone interesante: los cerebros del corazón y del intestino se descubrieron hace poco tiempo, a pesar de que la tecnología nos habría permitido identificarlos hace mucho tiempo. Para poder verlos sólo necesitamos un cadáver, un cuchillo y un sencillo microscopio. De hecho, el cerebro del intestino sí lo descubrió un médico alemán llamado Auerbach hace mucho tiempo, en la década de 1860. Dos colegas ingleses, Bayliss y Starling, refinaron luego su descubrimiento. Y después sucedió algo extraordinario. De alguna forma, los círculos médicos se olvidaron de este cerebro. ¡Lo perdieron totalmente de vista durante un siglo! Sólo a fines de los años noventa fue redescubierto por el neurocientífico estadounidense Michael Gershon y sus colaboradores. ¿Cómo es posible que los círculos médicos olvidaran la existencia de un cerebro? Creo que esto guarda relación con el sistema de creencias de nuestra época: en el contexto de una visión jerárquica del mundo, puede haber sólo un cerebro al mando, así como sólo debe haber un jefe a la cabeza de cada organización. Si bien las expresiones coloquiales “saber con el corazón” y “saber con las entrañas” existen desde hace mucho tiempo, esto de que tengamos tres cerebros autónomos funcionando al mismo tiempo no es compatible con la idea de que el mundo necesita jerarquías claras para poder funcionar. Quizás no sea casualidad que hayamos descubierto (o redescubierto) los otros dos cerebros precisamente cuando Internet se convirtió en una influencia dominante para nosotros. La era de Internet ha precipitado una nueva visión de mundo que contempla la posibilidad de una inteligencia distribuida en vez de una jerarquía vertical. En esa visión de mundo, podemos hacerle lugar a la idea de que tenemos más de un cerebro, y que estos cerebros pueden trabajar juntos con una inteligencia compartida. Resulta difícil entender del todo cómo la gente de la Edad Media creyó el postulado aristotélico de que las mujeres tenían menos dientes que los hombres. Aun así, podríamos encontrarnos tan prisioneros de nuestros pensamientos como ellos. Los científicos modernos no miraron a través del microscopio con la suficiente dedicación porque “sólo puede haber un cerebro”, así como los contemporáneos de Galileo se negaron a mirar por el telescopio porque era inconcebible que nuestro planeta creado por Dios, pudiera ser algo menos que el centro del universo. Los límites de los modelos organizativos actuales Mis intereses no están orientados a la medicina y la astronomía sino a las organizaciones y la colaboración. Sin embargo, la pregunta Introducción • La emergencia de un nuevo modelo organizacional 3 conceptual es la misma: ¿es posible que nuestra visión actual de mundo esté limitando la forma en que pensamos acerca de las organizaciones? ¿Podríamos inventar una forma de trabajar juntos que sea más poderosa y más significativa si cambiáramos nuestro sistema de creencias? En muchos sentidos, esta es una pregunta extraña e incluso ingrata. Durante miles y miles de años, la gente ha vivido al borde de la hambruna y con temor a las plagas, siempre a merced de una sequía o de una simple gripe. Y de pronto, como salida de ninguna parte, la modernidad nos ha traído una abundancia y un aumento en la expectativa de vida sin precedentes en los últimos dos siglos. Y este progreso extraordinario no ha surgido de individuos aislados, sino de personas que colaboran en el marco de las organizaciones: • Las grandes y pequeñas empresas de nuestras economías de libre mercado han generado niveles de abundancia sin precedentes en el mundo occidental y, hoy en día, están sacando de la pobreza a millones de personas en India, China, África y otros lugares. Hemos construido cadenas de suministro increíblemente intrincadas, que vinculan a los seres humanos de manera creciente en relaciones que podríamos decir que han contribuido a la paz entre las naciones más que ningún acuerdo político. • Se ha entrelazado una densa red de organizaciones (centros de investigación, compañías farmacéuticas, hospitales, facultades de medicina y compañías de seguros) para constituir un sistema médico altamente sofisticado que habría sido inconcebible hace sólo un siglo. En este último siglo, esta red contribuyó a aumentar en cerca de veinte años la expectativa de vida de una persona promedio en Estados Unidos. La mortalidad infantil se ha reducido en un 90%, y la mortalidad maternal en un 99%. Antiguos males como la polio, la lepra, la viruela y la tuberculosis, hoy se encuentran archivadas en los libros de historia, incluso en los países más pobres del mundo. • En el campo de la educación, una red de escuelas (jardines de infancia, escuelas primarias y secundarias, universidades y escuelas de post grado) les han proporcionado a millones de niños y jóvenes la educación que una vez fuera privilegio de unos pocos. Nunca antes en la historia de la humanidad ha habido sistemas de educación gratuita disponibles para todos los niños. Los elevados grados de alfabetización que hoy damos por descontados no tienen precedentes históricos. • En las últimas décadas, el sector de las organizaciones sin fines de lucro ha crecido de manera espectacular en el mundo y ha creado puestos de trabajo con mayor rapidez que las empresas con fines de lucro. Un número creciente de personas donan su tiempo, energía y dinero a fines que consideran importantes para sí mismos y para el mundo. 4 Reinventando las Organizaciones En menos de dos siglos (un abrir y cerrar de ojos en la cronología de nuestra especie), las organizaciones modernas han dado lugar a progresos sensacionales para la humanidad. En ausencia de estas organizaciones centradas en la colaboración humana, no habría sido posible ninguno de los avances recientes de la historia de la humanidad. A pesar de todo esto, hay una sensación generalizada de que la gestión actual de las organizaciones ha llegado a su límite. La vida de las organizaciones nos desilusiona cada vez más. Las encuestas son consistentes en dar cuenta de que, para quienes se esfuerzan en la base de la pirámide laboral, el trabajo conlleva más tedio y temor que pasión y propósito. El hecho de que las tiras cómicas de Dilbert se hayan convertido en iconos culturales dice mucho sobre el grado en que las organizaciones pueden transformar el trabajo en algo miserable y carente de sentido. Y esto no sólo sucede en la base de la pirámide. Un triste secreto que he descubierto durante mis quince años como consultor y coach de líderes de empresas es que la vida en la cima de la pirámide tampoco resulta mucho más satisfactoria. Detrás de la fachada y la fanfarronería, las vidas de los líderes corporativos también están inundadas de silencioso sufrimiento. Su actividad frenética suele ser una cortina de humo para encubriruna profunda sensación de vacío. Los juegos de poder, la política y las luchas internas terminan cobrando un precio a todos. Tanto en la cima como en la base, las organizaciones tienden a ser una cancha en la que compiten nuestras búsquedas egoístas, que suelen ser poco satisfactorias y no dejan lugar a los anhelos más profundos del alma. El propósito de este libro no es despotricar sobre cómo las grandes empresas han enloquecido de codicia. Las personas que trabajan en instituciones de gobierno y en organizaciones sin fines de lucro, rara vez se muestran más entusiastas acerca de sus lugares de trabajo. Ni siquiera las carreras vocacionales son inmunes a la desilusión organizativa. Los profesores, médicos y enfermeras abandonan en manadas sus ámbitos de trabajo. En su mayoría, nuestras escuelas son máquinas desprovistas de alma en las que estudiantes y profesores hacen las cosas de manera mecánica. Hemos transformado los hospitales en frías y burocráticas instituciones que despojan a los médicos y enfermeras de su capacidad de cuidar desde el corazón. Las preguntas que desencadenaron la investigación que dio lugar a este libro La forma en que intentamos lidiar con los problemas actuales de las organizaciones tiende a empeorar las cosas en vez de mejorarlas. La Instintivamente, sabemos que la gerencia está obsoleta. Sabemos que sus rituales y rutinas se ven un poco ridículas en los albores del siglo XXI. Es por eso que las ridiculeces de una tira cómica de Dilbert o un episodio de The Office nos resultan tan familiares y a la vez incómodos Gary Hamel Introducción • La emergencia de un nuevo modelo organizacional 5 mayoría de las organizaciones han participado en muchas rondas de programas de cambio, fusiones, centralizaciones y descentralizaciones, nuevos sistemas de tecnologías de la información, nuevas misiones, nuevos cuadros de mando o nuevos sistemas de incentivos. Parecería que hemos forzado la forma en que actualmente gestionamos las organizaciones hasta su límite, y estas recetas tradicionales tienden a convertirse en parte del problema más que en su solución. Sentimos el anhelo de algo más. De encontrar formas de mejorar la manera de ser de las organizaciones. Pero ¿se trata de algo verdaderamente posible o de una mera ilusión? Si resulta que es posible crear organizaciones que nos permitan manifestar al máximo nuestro potencial humano, ¿cómo serían? ¿Cómo les damos vida? Estas son las preguntas medulares de este libro. Para mí, estas son preguntas prácticas y no meramente académicas. Un número cada vez mayor de personas anhelamos crear organizaciones llenas de vida, pero no sabemos cómo. No necesitamos que nos convenzan de la necesidad de hacerlo. Lo que necesitamos es tener fe en que es posible y la respuesta a algunas preguntas muy concretas. La pirámide jerárquica parece obsoleta, pero ¿qué otra estructura podría reemplazarla? ¿Qué sucede con la toma de decisiones? Todas las personas involucradas deberían poder tomar decisiones importantes, no sólo aquellos en los cargos más elevados, pero ¿no llevaría eso al caos? ¿Qué pasa con los ascensos y con los aumentos de sueldo? ¿Podemos lidiar con esos asuntos sin entrar en la política? ¿Cómo podemos llevar a cabo reuniones productivas e inspiradoras en las que hablamos desde nuestro corazón y no desde nuestro ego? ¿Cómo podemos llevar el propósito al centro de lo que hacemos y evitar el cinismo que surge como consecuencia a las misiones demasiado ambiciosas? No sólo necesitamos una visión amplia de un nuevo tipo de organización, sino además respuestas concretas a docenas de preguntas prácticas como estas. Adoptar esta perspectiva práctica no nos impide tomar también en cuenta implicancias sociales y ambientales mucho más amplias. Nuestra forma de gestionar los negocios ha sobrepasado la capacidad de nuestro planeta. Nuestras organizaciones contribuyen de forma masiva a agotar los recursos naturales, destruir ecosistemas, cambiar el clima y acabar con las reservas de aguas y suelos. Cuando apostamos a que una mayor tecnología logrará sanar las heridas que la modernidad ha inflingido sobre el planeta entramos en un juego muy arriesgado con el futuro. En el plano económico, y frente a recursos finitos, es muy probable que un modelo siempre creciente termine por llegar a un límite. Quizás las recientes crisis financieras hayan sido sólo los temblores que preceden terremotos más intensos. La triste realidad, sin exagerar, es que la supervivencia de muchas especies, El mayor peligro en tiempos turbulentos no es la turbulencia; es actuar con la misma lógica que antes. Peter Drucker 6 Reinventando las Organizaciones ecosistemas y hasta de la propia raza humana depende de nuestra capacidad de alcanzar niveles de conciencia más elevados que nos permitan encontrar nuevas formas de colaborar para sanar nuestra relación con el mundo y reparar el daño que hemos causado. Las organizaciones a lo largo de la evolución (Primera Parte) Einstein sostuvo una vez que no era posible resolver los problemas desde el mismo nivel de conciencia en que habían surgido. Quizás necesitemos acceder a un nuevo estadio de conciencia, a una nueva visión de mundo, para reinventar las organizaciones humanas. Puede que algunos consideren ilusoria la idea de que la sociedad pueda transitar hacia otra visión de mundo desde la cual podríamos crear un tipo de organización radicalmente diferente. Sin embargo, es precisamente esto lo que ha sucedido varias veces a lo largo de la historia, y ciertos elementos sugieren que a la vuelta de la esquina podría estar gestándose otro cambio de mentalidad y, como consecuencia, otro modelo de organización. Muchos investigadores (psicólogos, filósofos y antropólogos, entre otros) han estudiado el viaje de la conciencia humana, y han encontrado que en los cien mil años aproximados que tiene la historia de la humanidad hemos pasado por una serie de estadios sucesivos. En cada nuevo estadio dimos un salto con relación a nuestras habilidades cognitivas, morales y psicológicas para lidiar con el mundo. Pero hay un aspecto importante que los investigadores han pasado por alto hasta hace muy poco: cada vez que la humanidad ha pasado a un nuevo estadio, ha inventado una nueva forma de colaborar, un nuevo modelo de organización. La primera parte de este libro hace un recuento de esta historia: cómo evolucionó la conciencia humana y cómo, en cada paso del camino, hemos inventado nuevos modelos organizativos. Esos modelos sucesivos aún están presentes, de modo que esta perspectiva histórica nos sirve para comprender los distintos tipos de organizaciones que existen hoy en día y los actuales debates en el campo de la gestión empresarial. Y aquí es donde las cosas se ponen particularmente fascinantes: la psicología del desarrollo tiene mucho que decir sobre el siguiente estadio de la conciencia humana, hacia el que estamos comenzando a hacer una transición. Esta nueva etapa requiere que domestiquemos nuestro ego y busquemos más auténticas e íntegras formas de ser. Si podemos considerar el pasado una guía del futuro, a medida que crezcamos hacia este nuevo estadio de conciencia, desarrollaremos un modelo de organización consecuente con él. Investigación empírica: qué pueden enseñarnos los pioneros (Segunda Parte) La segunda parte del libro describe en detalle y de manera práctica cómo operan las organizaciones en este nuevo estadio. El futuro Introducción • La emergencia de un nuevo modelo organizacional 7 no sólo está a la vuelta de la esquina, sino que ya está fundiéndose con el presente. A lo largo de dos años, he investigado organizaciones pioneras que ya han comenzado en gran medida a operar en el marco de un nuevo modelo de organizaciones que es consistente con el nuevo estadio de desarrollo humano. Las preguntas que intenté responder a medida que investigaba estas organizacionesfueron las siguientes: ¿Cómo se ven y sienten las organizaciones formadas en torno al siguiente estadio de conciencia? ¿Podemos hoy describir sus estructuras, prácticas, procesos y culturas (conceptualizar el modelo organizativo, en otras palabras) con suficiente detalle como para ayudar a otros a poner en marcha organizaciones similares? Cuando me dispuse a identificar organizaciones pioneras, no sabía qué esperar. Es un campo que apenas emerge. ¿Lograría encontrar buenos ejemplos? ¿Me encontraría sólo con organizaciones pequeñas, con una historia demasiado corta como para obtener revelaciones significativas? En cualquier caso, sentí que necesitaba criterios de selección relativamente estrictos. De otro modo, los postulados del estudio podrían carecer de valor. Esta investigación podía incluir organizaciones procedentes de cualquier área geográfica o sector (negocio, sin fines de lucro, educación, salud o gobierno), pero debían tener un mínimo de cien empleados,3y debían llevar un mínimo de cinco años operando con estructuras, prácticas, procesos y culturas que fueran sustancialmente consistentes con las características del siguiente estadio de desarrollo. Pero mis aprensiones resultaron infundadas. Las doce organizaciones que investigué (resumidas en el capítulo 2.1) superaron con creces estos criterios. Muchas de ellas han operado con estos principios revolucionarios durante largo tiempo, a veces treinta o cuarenta años, y no restringidas a un puñado de empleados, sino con un personal de cientos y a veces de varios miles de personas. Otra sorpresa: esperaba encontrar ejemplos sobre todo en profesiones asociadas al ámbito de los servicios (cuidado de la salud o educación), en las que el trabajo suele ser vocacional, y el noble propósito de la organización ayuda a la gente a trascender sus motivaciones más egoístas. Me alegró haberme equivocado. Además de una escuela y un conjunto de hospitales, entre los pioneros hay organizaciones con y sin fines de lucro. Hay también minoristas, empresas manufactureras, una empresa de energía y un productor de alimentos. También me sorprendió descubrir que estas organizaciones no se conocían entre sí. De encontrar pioneros como los que buscaba, esperaba que estuvieran informados acerca de sus pares y que intercambiaran reflexiones y experiencias. Sin embargo, en general se mostraron encantados de saber que no eran los únicos que cuestionaban las 8 Reinventando las Organizaciones actuales prácticas de management. A modo de chiste interno, me imaginé a estas organizaciones como aquellos alienígenas amistosos de las viejas series de televisión, que vivían ya hace tiempo entre nosotros y estaban dotados de superpoderes, pero vivían aislados y sin ningún reconocimiento. Quizás los tiempos ya estén dándoles alcance; quizás estemos listos para verlos por lo que realmente son: no sólo unos alienígenas amistosos y estrafalarios, sino los pioneros de nuestro futuro colectivo. La investigación de estos casos prácticos incluyó dos conjuntos de preguntas que aparecen listadas en el Apéndice 1. El primero guarda relación con 45 prácticas y procesos que se abordan en la investigación de las organizaciones. Estos se relacionan con: • procesos generales que son clave en las organizaciones, como estrategia, marketing, ventas, operaciones, presupuesto y control; • los principales procesos asociados a los recursos humanos, que incluyen el reclutamiento, la capacitación, la evaluación, la compensación; y • prácticas esenciales de la vida cotidiana, como reuniones, flujo de información y espacios de oficina. Para cada una de estas 45 áreas, la investigación intentó identificar de qué manera las prácticas de estos pioneros difieren (o no) de los métodos convencionales de management. El enfoque fue deliberadamente amplio y no concluyente: dada la naturaleza emergente del asunto, la investigación observó el espectro completo de estructuras, prácticas y culturas consideradas normalmente en la investigación de las organizaciones, sin nociones preconcebidas. Se basó en el material accesible al público, en documentos internos y en visitas en terreno. Advertencia: información anticipatoria Cada una de estas organizaciones pioneras es extraordinaria por derecho propio y merecería su propio libro. Sin embargo, y como parte de la investigación, me interesaba investigar si el asunto involucraba más que algunos casos aislados. ¿Existen patrones y rasgos comunes que apuntan a un nuevo modelo coherente? ¿Es posible que los pioneros no sólo nos proporcionen inspiración sino también un patrón para quienes aspiren a crear organizaciones más significativas? La respuesta es claramente positiva. Estas organizaciones pioneras no sabían de la existencia de otras y experimentaron por su cuenta; trabajan en sectores y lugares radicalmente distintos; algunas tienen cientos de empleados y otras decenas de miles. Y a pesar de todo esto, después de mucho ensayo y error, han llegado a desarrollar estructuras y prácticas sorprendentemente similares. Me cuesta no sentir entusiasmo al constatar esto. Esto implica Las organizaciones que fueron estudiadas para este libro son como alienígenas de una vieja serie de televisión: a pesar de sus superpoderes, viven entre nosotros sin ser vistas. Introducción • La emergencia de un nuevo modelo organizacional 9 que parece estar emergiendo un modelo organizativo coherente que puede describirse con bastantes detalles. No se trata de un modelo teórico ni de una idea utópica, sino de una forma muy concreta de administrar las organizaciones desde un estadio de conciencia más elevado. Si aceptamos que la evolución humana sigue un rumbo, tenemos entre las manos algo bastante extraordinario: el esquema de las organizaciones del futuro; el esquema del futuro del trabajo mismo. Escribo esto con plena conciencia de que nos encontramos ante el amanecer de este fenómeno emergente. No pretendo que este libro ofrezca una descripción fija y definitiva de este inminente modelo organizativo. Sin duda, el cuadro ganará riqueza y textura a medida que otras empresas comiencen a innovar en este campo, que otros investigadores las observen desde distintos ángulos y que la sociedad como un todo evolucione. Aún así, confío en que hoy ya disponemos de un esquema de la forma en que podemos organizarnos para que el trabajo resulte más productivo, más satisfactorio y tenga más sentido. Los líderes que quieran crear nuevos tipos de organizaciones no necesitan partir de cero; pueden obtener inspiración a partir de las descripciones concretas que aparecen en la segunda parte de este libro, donde se resumen los principios, estructuras, prácticas y culturas que están a la base de una nueva forma de agruparnos para formar organizaciones. Requisitos indispensables (Tercera Parte) La investigación realizada para este libro también ha producido interesantes reflexiones acerca del recorrido que es necesario hacer para dar vida a estas nuevas organizaciones (con base en un segundo conjunto de preguntas, que están contenidas en el Apéndice 1). ¿Cuáles son los requisitos para que este nuevo modelo funcione? Si planeamos poner en marcha una organización y queremos romper con el viejo modelo y comenzar sobre nuevas bases, ¿qué podemos aprender de los pioneros que ya lo hicieron? O, si lideramos una organización grande o pequeña que ya existe, y estamos considerando la idea de hacer una transición hacia este nuevo paradigma, ¿cuál sería la mejor manera de partir e involucrar en ella a nuestros colegas? Estas son algunas de las preguntas que aborda la tercera parte de este libro. Si queremos sobreponernos a los abrumadores problemas de nuestra época, necesitaremos nuevos tipos de organizaciones: negocios con un propósito más claro, escuelas más llenas de vida, organizaciones sin fines de lucro más productivas. Con alta probabilidad, quienquieraque rompa el molde y se aventure a lo nuevo se topará con muchas resistencias; lo tildarán de idealista o loco. En una oportunidad, la antropóloga Margaret Meade dijo: “Nunca subestimes el poder que unas pocas personas comprometidas tienen de cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha logrado.” Si eres uno de ellos, si te sientes llamado 10 Reinventando las Organizaciones a crear un lugar de trabajo radicalmente más significativo, con un propósito claro y además productivo, espero que este libro te proporcione la confianza necesaria para hacerlo. Ojalá te sirva como manual práctico durante el viaje. No tengo dudas de que el mundo está preparado, esperándote. Primera Parte Perspectiva histórica y del desarrollo Capítulo 1.1 • Cambios de paradigmas 13 CAPÍTULO 1.1 CAMBIOS DE PARADIGMAS: MODELOS PRECEDENTES Y ACTUALES DE ORGANIZACIONES Ver no es creer; ¡creer es ver! No vemos las cosas como son, sino como somos. Eric Butterworth ¿Podemos crear organizaciones carentes de las patologías que tienden a surgir en los lugares de trabajo? ¿Libres de política, de burocracia y de disputas internas; libres de estrés y de fatiga; de resignación, resentimiento y apatía; libres de las poses de los altos mandos y de la monotonía que experimentan los que están en la base? ¿Será posible reinventar las organizaciones, concebir un nuevo modelo que transforme el trabajo en algo productivo, satisfactorio y significativo? ¿Podemos crear lugares de trabajo llenos de vida (escuelas, hospitales, negocios y organizaciones sin fines de lucro) en los que puedan florecer nuestros talentos y podamos honrar nuestras vocaciones? Si somos líderes o fundadores de una organización y anhelamos crear un lugar de trabajo diferente, mucho depende de nuestra respuesta a esa pregunta. Quizás muchos descarten la idea por ilusa e intenten disuadirnos hasta de intentarlo. Nos dirán “la gente es la gente”. “Tiene egos, móviles políticos, le gusta culpar y criticar a otros y difundir rumores. Eso nunca va a cambiar.” ¿Quién podría asegurar lo contrario? Sin embargo, también hemos experimentado momentos cumbre de trabajo en equipo, en los que logramos nuestras metas con alegría y sin esfuerzo. La inventiva humana es ilimitada y las innovaciones radicales a veces aparecen de la nada, de un momento a otro. ¿Quién lo apostaría todo a que no podemos inventar lugares de trabajo mucho más apasionantes? 14 Reinventando las Organizaciones ¿A cuál de estas voces le prestamos atención? ¿Será posible encontrar un camino que se aleje del territorio del management tal y como lo conocemos y vaya en busca de un nuevo mundo? ¿O tendremos que seguir navegando por la orilla porque no hay nada más allá del mundo que ya conocemos? Para mi sorpresa, he descubierto que parte de la respuesta surge cuando miramos el pasado y no hacia el futuro. Durante el curso de la historia, la humanidad ha reinventado varias veces la forma de agruparse para trabajar y, cada vez, ha surgido un nuevo modelo de organización, ampliamente superior al precedente. Además, esta perspectiva histórica nos proporciona pistas sobre un nuevo modelo de organización que podría estar a la vuelta de la esquina, esperando emerger. Es interesante constatar que la clave de esta perspectiva histórica no viene del campo de la historia de las organizaciones sino del campo más amplio de la historia humana y de la psicología del desarrollo. Resulta que los tipos de organizaciones que hemos inventado a lo largo de la historia siempre han estado ligados a la visión de mundo y conciencia predominantes. Cada vez que, como especie, hemos cambiado nuestra forma de concebir el mundo, hemos creado tipos de organizaciones más poderosas. Muchas personas (historiadores, antropólogos, filósofos, místicos, psicólogos y neurocientíficos) se han detenido a profundizar en esta fascinante pregunta:¿Cómo ha evolucionado la humanidad desde las formas más tempranas de su conciencia hasta la compleja conciencia de la era moderna? Algunos de ellos investigaron también una pregunta relacionada: ¿Cómo es que los humanos evolucionamos desde la forma de conciencia comparativamente simple que tenemos al nacer hasta el desarrollo completo de la madurez adulta? Hemos analizado estas preguntas desde todos los ángulos posibles. Es bien sabido que Abraham Maslow observó cómo evolucionan las necesidades a lo largo del recorrido humano, desde las necesidades básicas fisiológicas hasta la autorrealización. Otros observaron el desarrollo a través de los lentes de las visiones de mundo (Gebser, entre otros), de las capacidades cognitivas (Piaget), de los valores (Graves), del desarrollo moral (Kohlberg, Gilligan), de la autoidentidad (Loevinger), de la espiritualidad (Fowler), del liderazgo (Cook-Greuter, Kegan, Torbert), etc. En sus investigaciones, se encontraron de manera consistente con que la humanidad evoluciona en estadios o etapas. No somos como los árboles que crecen de forma continua. Evolucionamos mediante transformaciones repentinas, así como una crisálida se transforma en mariposa o un renacuajo se transforma en sapo. En la actualidad contamos con un sólido conocimiento sobre las etapas del desarrollo humano. Dos pensadores en particular, Ken Wilber y Jenny Wade, han hecho un trabajo extraordinario al comparar y contrastar los modelos más Capítulo 1.1 • Cambios de paradigmas 15 significativos de cada estadio y han descubierto fuertes convergencias. Si bien los distintos modelos ponen su foco en un solo lado de la montaña (por ejemplo, uno toma en cuenta las necesidades y otro la cognición), se trata de la misma montaña. Quizás les asignen distintos nombres a los estadios, o los subdividan o reagrupen de distinto modo. Sin embargo, el fenómeno subyacente es el mismo, así como Fahrenheit y Celsius reconocen que hay un punto de congelación del agua y otro de ebullición aunque los llamen de distinta manera. Esta visión con base en el desarrollo está respaldada por la sólida evidencia de grandes bancos de datos; algunos académicos, como Jane Loevinger, Susanne Cook- Greuter, Bill Torbert, y Robert Kegan han evaluado esta teoría de estadios con miles de personas en diversas culturas y escenarios, incluidos los escenarios corporativos o de las organizaciones. Cada transición a un nuevo estadio de conciencia ha dado lugar a toda una nueva era de la historia humana. En cada coyuntura todo cambió: la sociedad (que pasó de los clanes familiares hasta las tribus, imperios y naciones); la economía (que pasó de los recolectores hasta llegar a la horticultura, la agricultura y la industrialización); el poder de las estructuras; el papel de la religión. Dentro de esta evolución, hay un aspecto al que aún no se le ha prestado atención suficiente: con cada nuevo estadio de conciencia humana, ha ocurrido también un avance revolucionario en nuestra habilidad de colaborar. Esto ha traído consigo un nuevo modelo de organización. Las organizaciones que hoy conocemos son la expresión de nuestra visión de mundo y de nuestro estadio de desarrollo actuales. Antes hubo otros modelos y la evidencia indica que luego vendrán más. ¿Cuáles son los modelos precedentes y actuales de organizaciones en la historia humana, y cómo podría ser el que está por venir? En este capítulo haremos un tour relámpago por los principales estadios de desarrollo de la conciencia humana y sus correspondientes modelos de organizaciones. Para caracterizar estos estadios recojo información de varios investigadores, en particular de los meta-análisis realizados por Wade y Wilber, y me detengo brevemente en las distintas facetas de cada estadio: su visión de mundo, sus necesidades, su desarrollo cognitivo y su desarrollo moral. Para referirme a cada estadio y a su modelo organizativo correspondiente, utilizo tanto un color como un nombre. Siempre resulta difíciletiquetar los estadios, ya que un solo adjetivo nunca logrará capturar la compleja realidad de un estadio de conciencia humana. He escogido los adjetivos que consideré más evocativos para cada uno. En algunos casos tomé prestada una etiqueta de una teoría ya existente y en otros escogí una inventado por mí. La Teoría Integral suele referirse a los estadios con un color y no con un Tanto filósofos y místicos de muchas tradiciones de sabiduría, como psicólogos y neurocientíficos, han investigado esta fascinante pregunta: ¿Cómo ha evolucionado la conciencia humana desde la época en que vivíamos en las cavernas hasta lo que hoy somos? 16 Reinventando las Organizaciones nombre. Algunas personas consideran que es más fácil memorizar este sistema de códigos con color. Tomando esto en cuenta, en este libro a menudo me referiré a los estadios con su color correspondiente. (Para evitar malos entendidos, me gustaría aclarar que a pesar de eso la forma en que describo los estadios de conciencia deriva de una síntesis personal del trabajo de distintos investigadores, que si bien es en general compatible con la forma en que la Teoría Integral los describe, puede que no siempre calce con ella completamente.) Reactivo: El paradigma infrarrojo1 Este es el estadio de desarrollo más temprano de la humanidad, y corresponde aproximadamente al período comprendido entre los años 100.000 y 50.000 a.C., cuando vivíamos en pequeños clanes familiares (algunos de los cuales aún sobreviven en zonas remotas del mundo, lo que da cuenta de lo que sabemos de él). En general, son clanes de unas pocas docenas de personas. Por encima de este número, las cosas comienzan a fallar ya que en este estadio existe una capacidad muy limitada para lidiar con la complejidad de las relaciones. El ego aún no está del todo formado; las personas no llegan a percibirse a sí mismas como totalmente diferenciadas de los demás o del entorno (lo que lleva a algunos a adoptar una visión romántica de este período; lo ven como una suerte de éxtasis pre-dualista e ignoran su enorme tasa de violencia y asesinatos). La subsistencia está basada en la recolección. Este modelo no requiere de ningún tipo de división del trabajo (solamente que las mujeres se responsabilicen de tener y criar a los niños), de modo que en este nivel no hay nada parecido a un modelo de organización. De hecho, ni siquiera hay jerarquías dentro del clan. Ni siquiera un anciano o jefe que opere como líder. Hoy en día existen sólo unos pocos clanes en el mundo que operan desde este paradigma. Sin embargo, los psicólogos infantiles estudian el mismo estadio en los bebés recién nacidos, que se relacionan con el mundo con una forma de conciencia similar, en la que el concepto del yo aún no está completamente separado de la madre y del entorno. Mágico: El paradigma magenta2 Hace cerca de quince mil años, y quizás antes en algunas partes del mundo, la humanidad comenzó a moverse hacia un estadio de conciencia que algunos autores han llamado “mágico”. Este estadio corresponde a la transición que va de pequeños clanes familiares a constituir tribus de algunos cientos de personas. A nivel psicológico y cognitivo, esto representa un gran paso adelante en la habilidad de lidiar con la complejidad. En este estadio, el yo ya está física y psicológicamente bastante diferenciado de los demás, pero aún se Capítulo 1.1 • Cambios de paradigmas 17 percibe a sí mismo como el centro del universo. Hay escasa comprensión de la causa y el efecto y, en consecuencia, el universo está lleno de espíritus y magia: las nubes se mueven para seguirme; el mal clima es el castigo de los espíritus por mis malas acciones. Para apaciguar este mundo mágico, las tribus buscan consuelo en comportamientos ritualistas y siguen a los ancianos o a un chamán. Se vive sobre todo en el presente, con alguna intrusión del pasado, pero con poca proyección hacia el futuro. A nivel cognitivo, aún no existen la abstracción, la clasificación ni el concepto de grandes números. La muerte no se considera particularmente real y el miedo a la propia muerte no está presente (lo que da cuenta de la persistencia de altas tasas de violencia y asesinatos). En este estadio aún no existen las organizaciones. La diferenciación de las tareas sigue siendo muy limitada, aunque los ancianos tienen un estatus especial y un cierto grado de autoridad. En el presente, este estadio lo experimentan los niños de entre tres y veinticuatro meses. Corresponde al período en que adquieren una diferenciación sensomotora (no es lo mismo cuando me muerdo el dedo que cuando muerdo mi manta) y emocional (no soy mi madre, a pesar de que me siento mágicamente seguro/a en su presencia). En el marco de una crianza adecuada, la mayoría de los niños crecen más allá de esta etapa. Impulsivo: El paradigma rojo3 El cambio hacia el paradigma rojo-impulsivo fue otro gran paso para la humanidad. Trajo consigo los primeros cacicazgos y proto- imperios, hace cerca de diez mil años. También emergieron las primeras formas de organizaciones (a las que llamaré organizaciones rojas). Aquí el ego ya está completamente formado y hay una percepción del yo como algo totalmente separado de los demás y del mundo. Al principio, esta realización atemoriza: por primera vez la muerte es algo real. Si sólo soy una pequeña parte separada del todo podría sufrir o morir. En este estadio, el mundo se considera un lugar peligroso en el que sólo es posible conseguir lo que necesitamos si somos fuertes y matones. La moneda del mundo es el poder. Si tengo más poder que tú, puedo exigir que se satisfagan mis necesidades; si tienes más poder que yo, me someteré con la esperanza de que me cuides. El espectro emocional es más bien tosco y las necesidades tienden a expresarse como ataques de rabia o con violencia. Hay muy poca conciencia de los sentimientos de los demás. La vida sigue estando orientada en gran medida al presente (lo quiero, y lo quiero ahora),pero es posible proyectar esta impulsividad hacia el futuro en cierta medida con estrategias simples que hacen uso del poder, de la manipulación o del sometimiento. Hay una comprensión de relaciones causales simples, como la recompensa y el castigo. El pensamiento está formado por polaridades opuestas, lo que da cuenta de un mundo blanco y negro. Por ejemplo, débil/fuerte, a mi manera/a tu manera. 18 Reinventando las Organizaciones A partir de la diferenciación del ego se posibilita una diferenciación de los roles; en otras palabras, una división significativa del trabajo. Ahora hay un jefe y también soldados de a pie. Y como es posible separar las tareas y asignárselas a aquellos enemigos vencidos y apresados de las tribus vecinas, entra en escena la esclavitud a gran escala. Históricamente, esto ha llevado al surgimiento de cacicazgos que gobernaban no sólo a cientos sino hasta a miles o decenas de miles de personas. Este funcionamiento rojo-impulsivo aún puede encontrarse en adultos que habitan en sociedades tribales a lo largo del mundo y en áreas pobres de las sociedades desarrolladas, cuando las circunstancias de crianza no han permitido a los niños desarrollarse más allá de este estadio. Cada paradigma tiene su punto óptimo, el contexto en el que resulta más apropiado. El Rojo-Impulsivo es altamente adecuado en entornos hostiles: zonas de combate, guerras civiles, estados fallidos, cárceles o barrios violentos dentro de las ciudades. Organizaciones rojas Las organizaciones creadas en el marco de la conciencia rojo- impulsivo aparecieron primero en forma de pequeños ejércitos conquistadores, cuando los cacicazgos más poderosos crecieron hasta transformarse en proto-imperios. Hoy todavía pueden encontrarse en forma de pandillas callejeras y mafias. Las organizaciones rojas de hoy toman herramientas e ideas de la modernidad; por ejemplo, el uso que el crimen organizado hace de las
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