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Emmanuel Kant e o Conhecimento Trascendental

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Módulo 1 
Sesión 14 
Emmanuel Kant y el Imperativo Categórico 
 
Material complementario: 
 
Emmanuel Kant 
La frase “Crítica Trascendental” señala la manera de pensar de Kant, quien utiliza el término “crítica” 
en el sentido de estudio o examen. 
 
Elementos del conocimiento 
 
 Idealistas 
 Empiristas 
 
 Sujeto cognoscente Relación Objeto cognoscible 
 
En el conflicto entre los racionalistas cartesianos (idealistas) y los empiristas británicos (realistas), Kant 
hace una observación muy aguda en relación al conocimiento y la especialización científica. 
Afirma que la naturaleza presenta por sí misma únicamente hechos y cosas. El científico (sujeto 
cognoscente) es quien objetiva (apoyado en su horizonte de comprensión trascendental a – priori). 
Partiendo de esto, Kant se interesa en explicar el proceso de especialización científica. 
Kant se percató que la especialización no es una suma de conocimientos, sino una síntesis de 
conocimientos, y si esta síntesis no viene de las cosas sino a través del sujeto que las examina, ello quiere 
decir que la razón es la fuente de esa síntesis. 
Afirma que hay en la conciencia una “razón pura”, que, independientemente de toda experiencia, posee 
una facultad de hacer síntesis, de crear objetividades. 
En suma: hay un saber a – priori de la razón, un saber absolutamente independiente de toda experiencia, 
un saber capaz de crear síntesis a- priori. 
 
Entonces, el conocimiento trascendental es la posibilidad de la razón humana de ponerse por encima de 
sus propios conocimientos para ver, desde arriba, las condiciones que los hacen posibles. 
 
Conocimiento trascendental 
 
 
 
 Sujeto cognoscente Relación Objeto cognoscible 
 Razón pura Experiencia 
 
Como a Kant le preocupaba la metafísica, propone la nueva idea de una “metafísica Trascendental” que 
fuera capaz de llevar a cabo un examen riguroso de las condiciones, los límites y los alcances del 
conocimiento en general (Crítica Trascendental). 
Aportaciones: 
 
1. Haberle impuesto a la filosofía un nuevo sentido, convirtiéndola en Crítica Trascendental 
2. Una segunda aportación es haber rescatado a la filosofía del atolladero en que la habían dejado sus 
antecesores 
3. Afirma que el conocimiento humano no procede de una sola fuente, sino de dos: la razón pura y la 
experiencia 
4. Kant vuelve a concebir la metafísica en un sentido ético (perfeccionamiento hacia un Bien Supremo) 
 
Obra: “La Crítica de la Razón Pura” 
Estructura: Introducción, La Ética Trascendental y La Doctrina Trascendental del Método. 
• Kant se propone demostrar, en contra de Hume (que había reducido el conocimiento a meras 
impresiones), que el conocimiento humano no tiene un solo origen, sino dos: la experiencia y la 
razón pura 
• Afirma que el juicio es la expresión formal, lógica, de algún conocimiento 
• Todo juicio está constituido por un sujeto (idea o concepto del cual se puede predicar algo), un 
predicado (aquello que se dice o predica del sujeto) y una cópula (enlace entre ambos elementos, 
expresada por el verbo “ser”). 
 
 
 
 
El juicio 
El juicio es la expresión formal, lógica, de algún conocimiento 
 
Estructura de un juicio: 
La estructura más simple de un juicio es la siguiente: 
• Sujeto: es la idea de que se habla en el juicio 
• Predicado: es lo que se dice o predica del sujeto 
• Cópula (predicativa): es el elemento que relaciona al sujeto y el predicado. 
Ejemplo: 
 Sujeto Cópula Predicado 
 
 
 
 
LÓGICA TRASCENDENTAL 
(Parte de la Crítica de la Razón Pura) 
 
El propósito de Kant en esta parte de su obra es resolver los problemas dejados por el idealismo (Descartes, 
Malebranche, Spinoza y Leibniz) y el empirismo (Locke, Berkeley y Hume). 
Para que la filosofía no perdiera su original rumbo ontológico, tuvo que dedicarse, en primer lugar, a 
resolver el problema del conocimiento (problemas ontológico y gnoseológico). 
Kant es el primer filósofo que se percata que el conocimiento consiste en una relación indisoluble y 
recíproca entre sujeto (cognoscente) y objeto (cognoscible). 
En la “Lógica Trascendental” Kant examina el conocimiento (relación entre sujeto y objeto) tal como 
tiene lugar en las ciencias naturales (especialmente la física). 
Los físicos son sujetos cognoscentes que enfocan objetos dados en la experiencia, observan y 
experimentan los fenómenos físicos, los hechos de la naturaleza. Kant se interesa en el problema de fijar 
cuáles son las condiciones que hacen posible el conocimiento físico – matemático. 
Kant afirma que la observación de la naturaleza sería imposible si previamente (a – priori) ellos no 
proyectaran su contemplación, su mirada espiritual de conjunto sobre los fenómenos, que es lo que les da 
sentido y coherencia. 
 
 
 
 
 La manzana es roja 
Dialéctica Trascendental 
En la “Dialéctica Trascendental” (parte de la Crítica de la Razón Pura) Kant se propuso demostrar que la 
metafísica no es posible como ciencia. 
Kant distingue entre saber y conocer. Al respecto se refiere de la siguiente manera: 
El conocimiento es el núcleo mismo de las ciencias, la parte esencialmente constitutiva de la investigación 
sobre la naturaleza. En cambio, el saber es una exigencia espiritual que rebasa los objetos del mundo 
natural, del mundo de la experiencia, y se dirige a objetos suprasensibles como las ideas de Dios, Alma y 
Mundo. 
Pero, Kant era un filósofo y estaba preocupado por resolver los problemas metafísicos tal como éstos eran 
planteados en su época (problemas acerca de la existencia de Dios, de la esencia de las cosas del mundo 
y de la inmortalidad del alma). Se percataba perfectamente bien de que los conceptos de Dios, mundo y 
alma no son objetos “sensibles” sino “suprasensibles”, y que por lo mismo no pueden ser aprehendidos 
por los científicos. Entonces debe existir otra vía, otro camino distinto al de las ciencias: un camino de 
“saber” que comienza precisamente donde termina el conocimiento. 
La Metafísica en la Época de Kant 
Esta disciplina estudiaba tres problemas básicos 
• La existencia de Dios (teología) 
• El alma humana y su libertad (psicología) 
• El mundo (cosmología) 
Si Dios, alma y mundo son ideas que se hallan fuera del círculo de la experiencia humana, y si no puede 
haber ciencia más que la de la experiencia, entonces la metafísica, que se encarga precisamente de los 
problemas de Dios, alma y mundo, no puede ser una ciencia. 
 
LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA 
Posibilidad de la Metafísica por el Rumbo de Ético Moral 
Si la metafísica no es una ciencia, entonces ¿Cuál es su camino? 
El estado de ánimo que acompañó a este filósofo durante su vida se expresa en esta frase “... el cielo 
estrellado sobre mí y la ley moral en mí” es decir, la admiración respetuosa por el contenido mismo de su 
contemplación reflexiva: lo “visible” del universo, la presencia de un Ser que se hace patente en seres 
reluctantes y, al mismo tiempo, lo “invisible” de una Perfección Suprema hacia la cual tiende todo. “El cielo 
estrellado” y “la ley moral” son frases que señalan hacia lo que siempre se orientó su actitud filosófica: el 
rumbo hacia el Ser y el rumbo hacia el Perfeccionamiento. 
Si ya demostró que la metafísica no es posible como ciencia, aquí la señala como necesaria en la dimensión 
del perfeccionamiento humano, en el rumbo de lo ético. 
La “Crítica de la Razón Práctica” representa la culminación de su propósito inicialde abrir un nuevo 
camino a la filosofía, o más precisamente a la ontología, sólo que ahora mediante una rigurosa distinción 
entre conocimiento científico y saber filosófico. 
 
 
El conocimiento no se limita a una relación entre sujeto y objeto. El hombre es, además, un ser que crea, 
un hacedor de cosas útiles y cosas bellas. La creación de cosas útiles constata la dimensión cultural de la 
artesanía y las cosas bellas que produce constatan la dimensión cultural del arte, que son algo más que 
una función cognoscitiva. Por su parte, lo que llamamos actos morales son síntoma de que el hombre 
busca, además, lo que es bueno, tratando de perfeccionarse. Toda actividad genuinamente humana es 
tendencia hacia el perfeccionamiento. 
CIENCIA MORAL, DEBER Y LIBERTAD 
En el sentido de perfeccionamiento, Kant ve claramente que, además de una conciencia cognoscitiva, al 
hombre le caracteriza, por encima de todo, una conciencia moral, un uso de la razón en sentido práctico. 
Si bien es cierto que somos prácticos al hacer, fabricar o disfrutar de las cosas útiles y bellas, también lo 
somos cuando realizamos actos con plena conciencia de que son buenos o malos, según nuestra 
responsabilidad ante un Bien Supremo que consideramos como valor que orienta nuestra conducta. 
Para Kant, la conciencia cognoscitiva se hace patente en la ciencia, y la conciencia moral, en el sentido 
ético del hombre, se manifiesta contundentemente en las leyes que rigen nuestra conducta – tanto 
interna como externa – en el seno de nuestra colectividad. 
Los usos, las costumbres y los convencionalismos sociales, pero sobre todo las normas morales y las 
normas jurídicas, constituyen el signo innegable de que existe la conciencia moral que es la que eleva al 
hombre por encima de su animalidad. 
Elementos Específicos de la Conciencia Moral: Deber y Libertad 
El deber (como aparece instaurado en las normas y leyes que rigen nuestra conducta) es la expresión de 
una exigencia espiritual que se halla situada muy por encima de la necesidad natural. Pero si el hombre 
actúa movido por una exigencia espiritual, es porque es libre con respecto a las leyes naturales y puede 
él mismo dictarse normas y principios que lo sitúan precisamente por encima de la naturaleza, 
diferenciándolo de todos los demás seres privados de razón. 
 
Facultades del Hombre 
El hombre posee una facultad racional, una facultad emotiva y una facultad volitiva (voluntad que le 
permite decidir conscientemente lo que quiere). A la facultad volitiva corresponde la orientación de 
nuestros actos hacia el perfeccionamiento. 
Libertad 
Entonces, lo que nos distingue de otros animales consiste en querer lo que es útil, lo que es bueno, lo que 
es bello, lo que es verdad; cuando somos capaces de orientar estos valores – utilidad, bondad, belleza, 
verdad – hacia fines espirituales, y estos dependen siempre de nuestra voluntad libre, de nuestra voluntad 
cuando no está determinada por leyes naturales, entonces somos libres. 
 
 
Imperativos Hipotéticos y Categóricos 
Kant se percata que toda actividad humana está regida por imperativos, normas que exigen hacer esto o 
aquello (se presentan cuando se realiza alguna actividad conscientemente). 
Todos los imperativos pueden reducirse a dos clases: hipotéticos y categóricos. 
 
• Imperativos Hipotéticos: son los que están condicionados. Por ejemplo: “Si quieres vivir contento, 
toma en cuenta el qué dirán” (la opinión de los demás está condicionando los actos que realicemos 
para vivir contentos). 
 
• Imperativos Categóricos: son los que no están sujetos a ninguna condición. Implican un absoluto 
respeto al deber, una voluntad pura que nos conecta con la Perfección Suprema. Por ejemplo: 
“No matarás” (matar será siempre malo, la defensa propia convierte esta acción en “dispensable”, 
pero no la hace buena. Entonces, negarnos a matar, será siempre una actitud buena, en virtud de 
que responde al Bien Absoluto; dar limosna para quedar bien con los demás no puede 
considerarse como un acto “bueno”). 
 
Kant formula su imperativo categórico de la siguiente forma: 
“Obra de tal modo que puedas querer que el motivo que 
te ha llevado a obrar sea una ley de observancia universal” 
 
Primacía de la Razón Práctica 
 
En la Crítica de la Razón Pura Kant concluyó que la metafísica no es posible como ciencia. En cambio, en la 
Crítica de la Razón Práctica determinó que la metafísica es posible como “Saber”, como orientación 
espiritual del hombre hacia el Ser (Dios), hacia su propia conciencia (el alma) y hacia el sentido esencial de 
las cosas naturales que pueden ser conocidas y transformadas por el afán de perfeccionamiento mediante 
la ciencia y la técnica (universo). 
 
Es la razón práctica, la conciencia moral del hombre, la que puede conducirnos a verdades de la 
metafísica, pues la conciencia cognoscitiva sólo puede conducirnos a fenómenos y no a las “cosas en sí 
mismas” de Dios y las almas puras. En todo caso, Kant piensa que estas verdades relativas son un tránsito 
hacia la Verdad del Ser Absoluto o Bien Supremo. 
 
 
 
 
Resuelve el siguiente cuestionario en tu libreta. Las respuestas a las preguntas son literales, es decir, las 
encontrarás claramente escritas en el texto. 
Cuestionario: 
1. ¿Cuáles son los elementos del conocimiento? Menciónalos y defínelos. 
2. ¿Cuál es la fuente del conocimiento según Kant? 
3. ¿Cómo se expresan los conocimientos? 
4. ¿Cuál es la estructura de un juicio? Escribe un ejemplo. 
5. ¿Cuáles eran los tres principales problemas que estudiaba la Metafísica (filosofía) en la época de 
Kant? 
6. ¿Cómo se manifiesta la “conciencia moral” según Kant? 
7. De las facultades del hombre (ser humano), ¿a cuál corresponde la orientación de nuestros actos 
hacia el “perfeccionamiento”? 
8. ¿Cuándo los seres humanos somos “libres” según Kant? 
9. ¿Qué es un imperativo hipotético? Escribe un ejemplo (que no sea el mismo de este texto). 
10. ¿Qué es un imperativo categórico? Escribe un ejemplo.

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