Llevar más oxígeno al cerebro. Este es el mecanismo más conocido. Es decir: cuando estamos cansados o aburridos, el cerebro necesita más oxígeno para recuperarse. Entonces, bostezando, se necesita mucho más aire en menos tiempo.
La segunda función está más oculta. Esa es la comunicación social. Los mamíferos sociales, que tienen un cerebro muy grande, bostezan por fatiga, pero no solo. Piense en el perro: el bostezo, así como la fatiga, indica "disculpa", sumisión. Un perro que se siente incómodo con un "superior", como el maestro o el "macho alfa", bosteza. Entre los primates, el bostezo es testigo del "contagio social", es decir, es útil establecer una relación. Esto puede parecer extraño, pero es muy útil en su lugar. Cuando bostezas, todos los demás bostezan. Esto para indicar "Te entiendo" o "Estoy de tu lado". Significa esa relación. A primera vista parece que el mecanismo del bostezo es siempre el mismo: si vemos a alguien bostezando, también bostezamos. Pero se ha demostrado que esto sucede solo con seres humanos a quienes consideramos "similares". Si, por ejemplo, vemos a una persona que odiamos bostezar, NO bostezamos. Por lo tanto, no sentimos una "similitud" con el otro.
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