La guerra iniciada por Vladimir Putin nunca terminará realmente.
En el escenario más probable, la Rusia de Putin tomará el control de Ucrania, pero la guerra de guerrillas continuará en el país porque el pueblo ucraniano no quiere ser servido por Afganistán.
Mientras Rusia seguirá siendo un paria del sistema económico y financiero mundial, Putin tendrá que gastar más y más dinero para tratar de asegurar su botín de guerra.
Un botín envenenado, porque le costará tanto que nunca podrá disfrutarlo plenamente como había imaginado antes de iniciar esta guerra.
Ucrania se convertirá para la Rusia de Putin en lo que Afganistán fue para la URSS: un atolladero que pondrá fin a este régimen.
El principio del fin ya ha comenzado para Putin, y no hay vuelta atrás si Occidente sigue unido contra la Rusia de Putin, lo cual no es algo obvio, lo reconozco.
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