¿Tiene Putin miedo de la democracia en Ucrania?

La democracia en Ucrania era un absoluto regalo del cielo para Putin. Y como un tonto, lo arruinó todo con su invasión. En octubre de 2021, sólo el 28% (!) de la población ucraniana aprobaba la presidencia de Volodymyr Zelensky. A finales de marzo de 2022, su índice de aprobación es superior al 90% con la gente de su nación.

La democracia habría hecho maravillas para Putin si sólo hubiera esperado... eso es literalmente todo lo que tenía que hacer: esperar. Esperar a que a su oponente en Kiev se le acabara la buena voluntad política y a que se votara a un candidato quizás más flexible. Era tan dolorosamente fácil ver cómo la moderación habría beneficiado a Rusia más que nada. Un niño podría haber hecho las cuentas. La democracia tiene una forma de funcionar al final, si juegas bien tus cartas. ¿La guerra? La guerra siempre crea héroes y villanos. Empezar una asegura que el líder de la nación que atacas, si no logras deponerlo, se convierte en un héroe. Si lo matas, se convierte en un mártir. En cualquier caso, pierdes.

Putin ha hecho que el presidente de Ucrania pase de ser uno de los líderes más impopulares del mundo a convertirse en un icono internacional de desafío frente a las temibles adversidades. Las historias negativas e incluso las críticas legítimas a Zelensky en relación con la corrupción del gobierno han sido eclipsadas por la guerra. Barrido bajo la alfombra. Perdonado. Olvidado. No hay palabras para describir la magnitud de esta enorme cagada de proporciones históricas. De la noche a la mañana, Rusia convirtió a Mickey Mouse en un traje de tres piezas en el Terminator de los bollos.

Lo mejor que le pasó a las ambiciones de Putin fue la democracia en Ucrania. Hasta que atacó a Ucrania, no logró capturar su capital y su presidente, y convirtió a ese presidente en un héroe popular legendario. Ahora la democracia en Ucrania se ha convertido en la peor pesadilla de Putin.