¿Por qué no se pueden estimular los glóbulos blancos (células B) in vitro con un virus y recolectar los anticuerpos? ¿Por qué debe ocurrir la...

La razón fundamental estriba en que la estimulación de los linfocitos no se realiza por exposición directa a los antígenos. El asunto es mucho más complejo que juntar virus y leucocitos en un reciepiente.

Antes de nada déjame explicarte que los anticuerpos y todo el sistema inmune humoral está diseñada tan sólo para eliminar a patógenos extracelulares y evitar la diseminación de los intracelulares aprovechando que estos últimos se transmiten de célula a célula a través de los fluidos extracelulares. Por esto y otras razones, los anticuerpos, por sí mismos no suelen eliminar más que a ciertos virus o inactivar toxinas bacterianas. En la mayor parte de los casos, la eliminación efectiva del patógeno suele deberse a la inducción de las funciones efectoras de los anticuerpos sobre otros sistemas (opsonización, citotoxicidad, factor del complemento, etc).

Dicho esto la respuesta mediada por anticuerpo sería, muy sucintamente:

• Cuando ingresa en el organismo un agente ajeno al cuerpo o bien del propio cuerpo pero con cambios que puedan indicar algo nocivo la primera linea de defensa son las células fagocíticas y presentadoras de antígenos. En lineas generales se trata de células que saben identificar agentes patógenos de forma inespecífica. Cuando se encuentran con uno lo primero que intentan es fagocitarlo (internalizarlo y digerirlo).
• Una vez hecho esto, comienzan a producir sustancias que atraen a otras células inmunitarias y promueven la inflamación (citoquinas, inmunomoduladores, mediadores inflamatorios, etc).
• En respuesta a eso llegan otras células inmunitarias y entran en contacto con las primeras que ya han "troceado" el patógeno y han dispuesto fragmentos diversos en su membrana, asociadas a proteínas específicas que son reconocidas por un tipo especial de linfocitos que se denominan colaboradores.
• Estos linfocitos colaboradores poseen especificidad antigénica. Reaccionan específicamente a un antígeno y sólo se activan si lo encuentran asociado a los activadores de una célula presentadora. Cuando esto sucede, sufren maduración y expansión clonal
• Por su parte los linfocitos B que son los que producen anticuperpos poseen la misma esepecificidad y además son capaces de identificar y presentar ellos mismos los antígenos. Sin embargo, necesitan encontrarse con un linfocito colaborador con la misma especificidad. En este encuentro reside una de las claves del asunto, pues el linfocito B necesita recibir del colaborador una señal de "conformidad" y sólo entonces se vuelve en productor activo de anticuerpos.

Esto leelo con mucha cautela, pues no es más que un esquema simplificado al extremo de lo que resulta un mecanismo intrincado, complejo y sumamente eficaz. Entre los condicionantes dificultan emular su funcionamiento in vitro existen algunos verdaderamente peculiares.

Uno reside en que linfocito B y T coloaborador específicos para el mismo antígeno, no lo son para la misma región (epitopo) del mismo. La otra es que el propio linfocito B puede actuar como presentador de antígenos. El organismo dispone de un sistema de recirculación linfocitaria muy eficiente para promover estos encuentros afortunados, además de lugares adecuados donde promover interacciones y modificaciones imprescindibles para un consolidación de la respuesta inmune, así como para refinar el control sobre su intensidad, duración, etc.

No es imposible en absoluto, pero resulta muy difícil conseguir esto de forma artificial Unicamente se consigue paricalmente con el trabajo de los laboratorios más avanzados que existen. Y son aquellos que se localizan en el organismo de otros humanos y a veces otros mamíferos. Se hace desde hace ya décadas.