¿Qué cosas te hacen pensar en nuestra capacidad de llegar al absurdo en asuntos jurídicos?

Saludos. Como sociedad, claro que tenemos esa capacidad. Lo que no nos hace ni infalibles ni tan confiables.

Para la muestra un botón. En mi país, se discuten diariamente decisiones de resorte jurídico, unas más escandalosas que otras.

Pero, una de las que atrae a la opinión pública, indignada no pocas veces, es la de la situación compleja de quienes intentan defenderse de agresiones físicas de los asaltantes en estos tiempos.

Resulta que como víctima de un delito de hurto (atraco a mano armada) podrías actuar en legítima defensa. Sin embargo, a veces pasan cosas que rayan en el absurdo.

EDITAR: Para dar algo de contexto, si usted es víctima de la agresión armada y decide defenderse usando la fuerza en legítima defensa, más vale que tenga testigos de los hechos a su favor. Mejor aún, más vale que un oficial de policía pueda dar fe del uso de fuerza que usted empleó.

De lo contrario, el delincuente podría argumentar que usted lo atacó con saña, y que cometió contra él el delito de lesiones personales, incluso el de tentativa de homicidio.

Usted se complica la vida en circunstancias realmente antisociales: primero fue víctima de un robo a mano armada, luego se defiende y el resultado de su defensa, usando la fuerza, es que el delincuente lo acusa de uno o dos delitos cometidos por usted en su contra.

Lo que antes era territorio de la legítima defensa, ahora se convierte en la caja de Pandora, y el pobre agredido víctima del hurto es traído a las autoridades como un agresor victimario.

Esto es ni más ni menos que abrir la caja de Pandora en materia punitiva y de política criminal. Y una vez abierta podemos llegar a cualquier absurdo jurídico como el que describe la imagen caricaturesca presentada en la página web del distinguido periódico de contenido jurídico de Colombia, "Ámbito Jurídico", he aquí la imagen:

Fuente imagen: Cualquier parecido con la realidad no es coincidencia

¿Realidad o ficción?, ¿Exageración? Dios quiera que nunca lleguemos como sociedad a semejantes extremos, como el de esta imagen.

Gracias por leer.