¿Dejaste de ser ateo? ¿Nos cuentas tu testimonio?

Todavía no, y por favor, tomen asiento que se van a cansar.

Hasta allí era mi respuesta original, pero recordé algo.

Una vez, un amigo de mucha confianza, me oyó hacer un comentario que demostraba mi descreimiento de la religión. Me dijo algo como: "Pues a ver si algún día no te pasa algo tan fuerte o tan triste que te haga cambiar de opinión."

Me sorprendió, y burlonamente le agradecí sus "buenas intenciones". Pero le dije en esencia: "Si me pasara lo más terrible en esta vida y en un momento de debilidad me quebrara (que no puedo decir que sea imposible) y me tirara y llorara y rezara de nuevo a Dios… ¿Qué diferencia hace respecto a si existe o no? Si existía, existía a pesar de mi ateísmo. Si no existía, mi repentino regreso a buscar consuelo en él no hace ninguna diferencia y seguirá sin existir. NADA TIENE QUE VER QUE YO DEJE DE SER ATEO O NO CON QUE EXISTA O NO.

Ese amigo tenía buenas intenciones. Más adelante me apoyó muchísimo cuando mi madre repentinamente enfermó y murió. Aún la extraño mucho. Para mi fue lo peor que me ha pasado y afortunadamente la idea de que necesitara tanto consuelo que me dieran ganas de creer en dios de nuevo nunca estuvo más lejos de mi cabeza. Pero de nuevo, no es el orgullo de no echarme para atrás (aunque me da mucho alivio), sino lo poco que eso es relevante para la existencia o inexistencia de una divinidad.