¿Alguna vez has atrapado a tu hijo haciendo algo que te sorprendiera?

Solía ​​ser un tutor privado. Mis alumnos tenían entre las edades de 10 y 16 años.

Una de mis alumnas era una niña de 11 años. Siempre le gustaba sentarse en el suelo mientras escuchaba la lección, mientras que yo estaba sentado en un sofá.

Le dije que respondiera una serie de preguntas. Si bien ella era una estudiante inteligente, noté que cada respuesta estaba incorrecta. Me pregunté por qué, y la miré para preguntar, eso fue cuando vi que su mente no estaba en absoluto cerca de la clase porque ella estaba ... bueno, sus manos estaban entre sus piernas masturbándose.

Estaba sin palabras y no sabía qué hacer, no quería decirle nada que la avergonzara o la asustara.

Mantuve la boca cerrada hasta que ella terminó con la pregunta ... y lo que estaba haciendo. Luego le pedí que respondiera de nuevo. Fue entonces se dio cuenta de que cada respuesta la había contestado mal.

No quería que esto volviera a suceder, así que establecí algunas reglas:

1. Ya no se le permitía sentarse en el suelo.
2. Cada vez que trata de llegar a sus partes privadas, yo le redirijiria su mano a su cuaderno sin decir nada.

No tenía la edad suficiente para enfrentar un problema así, pero creo que lo hice lo suficientemente bien.