Existen diferentes criterios para clasificar las fuentes tipográficas, pero uno de los más comunes es por su morfología, dividiéndolas en cuatro grandes grupos:
1. Serif (con remates):
2. Sans Serif (sin remates):
3. Script (cursivas):
4. Display (decorativas):
Además de esta clasificación morfológica, existen otras categorías que pueden usarse para clasificar las fuentes tipográficas, como:
La elección de la tipografía adecuada es un factor importante en el diseño gráfico. Se debe considerar el mensaje que se quiere transmitir, el público objetivo y el medio en el que se va a utilizar la tipografía.
Aquí hay algunos ejemplos adicionales de cómo se clasifican las fuentes tipográficas:
Es importante tener en cuenta que las categorías no son siempre excluyentes. Algunas fuentes pueden tener características de dos o más categorías.
Al elegir una tipografía, es importante considerar todas las opciones disponibles y seleccionar la que mejor se adapte a las necesidades del proyecto.
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