¿Qué es la competitividad sistémica?

La competitividad es resultado de una acción sistémica que se despliega desde los diferentes niveles citados (micro, meso, macro y meta), lo cual requiere la participación del conjunto de la sociedad.
Las empresas no enfrentan la pugna competitiva en los mercados por sí solas, ya que dependen decisivamente de otros aspectos como la disponibilidad de los servicios de apoyo a la producción; la dotación de infraestructuras básicas; la investigación y desarrollo para la innovación (I+D+i); la capacitación en gestión empresarial; la vinculación del sistema educativo y de capacitación de recursos humanos con los requerimientos productivos y empresariales; la red de proveedores y competidores locales; la gestión de los residuos urbanos o rurales; o el grado de interacción creativa entre el sector público y los demás agentes socioeconómicos, entre otros aspectos sustantivos.
La competitividad es sistémica o estructural, lo cual significa que las empresas no pueden enfrentar la pugna competitiva en los mercados por sí solas, ya que dependen decisivamente de otros aspectos como la disponibilidad de los servicios de apoyo a la producción; la dotación de infraestructuras básicas; la investigación y desarrollo para la innovación (I+D+i); la capacitación en gestión empresarial; la vinculación del sistema educativo y de capacitación de recursos humanos con los requerimientos productivos y empresariales; la red de proveedores y competidores locales; la gestión de los residuos urbanos o rurales; o el grado de interacción creativa entre el sector público y los demás agentes socioeconómicos, entre otros aspectos sustantivos.
La competitividad es resultado de una acción individual de cada empresa, que debe enfrentar la pugna competitiva en los mercados por sí sola, sin depender de otros aspectos.