De acuerdo con lo anterior, las relaciones interpersonales dentro del trabajo constituye la valoración de las ideas de todos los sujetos inmersos en la organización, al respecto es uno de los elementos complejos porque cada uno de los miembros posee un carácter diferente, los cuales al interactuar pueden generar choque y de esta manera alterar el sano desarrollo de las relaciones interpersonales. Bajo este marco de complejidad la constitución de la calidad dentro de las relaciones interpersonales depende de cada uno de los sujetos que se encuentra inserto de la organización, porque es desde su contribución que las mismas se promueven de manera adecuada. De igual forma, es evidente que las relaciones interpersonales inciden en elevar los niveles de productividad de una organización determinada, en el caso de la universidad, donde se trabaja con capital humano, el mismo se evidencia en la calidad que se evidencia en los egresados, pero de igual forma en la calidad de todos los bienes y servicios que surgen desde cada una de las dependencias que hacen vida activa dentro de la universidad, para nadie es un secreto que con regularidad la alteración en la convivencia se evidencia dentro del contexto y de esta manera puede incidir de manera negativa en la proyección del trabajo. Para que se den relaciones interpersonales desde el punto de vista significativo, se enmarca en lo enunciado por Ruíz (2012): 1. Mostrar un interés genuino: La buena comunicación es una vía de doble sentido, es decir, debemos hablar pero también escuchar a los demás y así poder crear amistades y personas de influencia. Si escuchamos más nos daremos cuenta que a las personas les gusta mucho hablar de sí mismos o sobre un tema que a ellos les apasiona. 2. Ser positivo: Si nos convertimos en personas que estamos pendientes de las cosas positivas de nuestro alrededor o interlocutor y lo elogiamos genuinamente, hará que seamos percibidos como unas personas atractivas. Todas las personas y todas las circunstancias tienen su lado positivo, es cuestión de verlas y exponerlas de forma natural. 3. Ser una persona amistosa: En algunos momentos para conseguir transmitir que somos personas amistosas no hace falta hacer casi nada, simplemente con una mirada amistosa y una sonrisa se puede conseguir esa impresión. Podemos encontrar a alguien increíblemente interesante, amable y carismático, pero si no sabemos comunicarle todo lo que sentimos, no vamos a construir amistades beneficiosas y de influencia. 4. Recordar los detalles: Cuando hablemos con alguien siempre podremos observar pequeños detalles de sus conductas, sus vidas, sus gustos y sobre aquello que les desagrada. Un aspecto crítico en las habilidades de comunicación interpersonal es recordar estos detalles y luego utilizarlos en nuestro favor. 5. Animar a los demás: Una habilidad de comunicación importante es animar a los demás a que alcancen lo que quieren lograr, fundamentados en la información que conozcamos de ellos como resultado de la interrelación personal. 6. Cuando estemos en desacuerdo no seamos desagradables: Las personas no van a estar de acuerdo todo el tiempo con nosotros, por lo que no debemos alterarnos si hay algún desacuerdo, esta misma actitud para que observen el mismo proceder, a fin de evitar ser desagradables y que se puedan herir mutuamente. 7. Cuando corrijamos a alguien observemos una forma correcta de hacerlo: Hay momentos en los que tendremos que corregir a alguien, pero para hacerlo no debemos recurrir al grito ni a la humillación y peor aún delante de otras personas. Por el contrario debemos mencionar sus aspectos positivos y los que se están haciendo bien. Cuando así procedamos vamos a conseguir su aprecio y aceptación, generando una reacción positiva y beneficiosa para las relaciones interpersonales. Estos elementos se manifiestan en una clara referencia para la constitución de una realidad que se determina desde el punto de vista ideal, es decir, cuando se trabaja con personas, se debe poner de manifiesto un escenario que sirva de base para la consolidación de un clima organizacional adecuado, en este sentido, dentro de este tipo de relaciones, es pertinente considerar el interés de los sujetos por interrelacionarse, las personas generalmente se asocian debido a los interés que cada uno tiene, en el caso de lo laboral, todos interactúan dentro de la universidad con la finalidad de promover la formación de un profesional íntegro. En el mismo orden de ideas, es preciso poseer una actitud positiva porque ello permite captar la atención, además de ello, es necesario aprovechar las potencialidades del entorno para su incidencia dentro del desarrollo de las relaciones interpersonales. De igual forma, se considera la proyección de una persona amistosa, cuando un sujeto acude a solicitar un bien o un servicio se le debe atender con disposición y de esta forma aún incluso cuando no se le pueda resolver su solicitud este se retirará satisfecho, caso contrario si se manifiesta un trato hostil, se causará en este caso problemas difíciles de tratar. Es conveniente cuando se trabaja en una estructura organizacional que integra diferentes situaciones es el hecho de la buena memoria, con la finalidad de recordar los detalles, ello valorará el trabajo de todos los sujetos dentro de la organización, asimismo se debe promover el animar a los demás, en algunos casos, por la diversidad que se genera dentro de los espacios universitarios los ánimos pueden decaer, pero se debe contar con personas proactivas que conduzcan a la revaloración de la organización y por ende se consoliden acciones que sirvan de base en el desarrollo de la misma. De igual forma, en la diversidad humana la diferencia de las ideas es común, porque en la diversidad de pensamiento descansa la cientificidad de los procesos, en este sentido, dentro de los contextos laborales esa diferenciación debe ser tomada en cuenta, asumiendo el hecho de que cada quien aportará sus ideas para alcanzar la consolidación de un escenario adecuado a las necesidades del entorno. En algunos casos se puede generar el hecho de que haya que corregir algunos fenómenos de la realidad, tal corrección debe hacerse de una manera favorable con la finalidad de lograr un impacto favorable dentro del funcionamiento de la organización. Relación entre Comunicación y Universidad Dentro de la universidad se establecen elementos que permiten la generación de la comunicación, donde se manifiesta el intercambio de mensajes que subyacen desde la realidad misma de cada uno de los sujetos que allí interactúan y se comprometen con su acción en función de trazarse metas comunes, como la base de dar éxito a la organización, al respecto, es necesario, señalar lo expuesto por Del Pozo (2004) quien destaca: “invertir en comunicación significa invertir en capital humano, en beneficios intangibles y a largo plazo, y en consecuencia dicha inversión supone para la organización generar coherencia, identidad, unidad, participación y lucha por un proyecto común” (p. 146). De manera que la comunicación dentro de las estructuras universitarias, se enmarcan en función de mecanismos que subyacen en la formación del capital humano de una organización, como la base para la promoción de diversos valores, dentro de los cuales destaca la coherencia en la construcción de mensajes significativos que redunden en la perfección de la misión y visión de la universidad, donde se evidencie la identidad de los sujetos, en relación a la pertenencia y pertinencia de los mismos con la realidad. Todo ello en un marco de cohesión unitario, donde el colectivo universitario participe de manera mancomunada orientado hacia la posibilidad de alcanzar los aspectos comunes que redunden en la perfección de la organización, todo ello, se manifiesta en relación a la necesidad de una comunicación flexible que oriente los pasos desde las manifestaciones de las necesidades de los sujetos que allí están presentes, la participación siendo la base de los procesos comunicacionales puede llegar a construir espacios para la reflexión desde el empleo de la misma como base de la infinidad de procesos que allí se llevan a cabo, al respecto, es de fundamental importancia referir lo expuesto por Del Pozo (2004b Un estilo de dirección participativo basado en la confianza y en la comunicación, junto con la construcción de canales formales e informales que permitan compaginar las distintas estructuras empresariales, favorece la eficacia de la comunicación interna en