Logo Studenta

Acotar las nociones de tema y Stoff en su función de conceptos básicos de la tematología resulta sumamente dificultoso. En primer lugar, habría que...

Acotar las nociones de tema y Stoff en su función de conceptos básicos de la tematología resulta sumamente dificultoso. En primer lugar, habría que subrayar cómo el término alemán Stoff (argumento) ha sido paulatinamente sustituido por tema en el proceso de internacionalización de la antigua Stoffgeschichte (historia de temas y motivos) hacia la moderna tematología7. Tema hereda la acepción de argumento inherente a Stoff y suele utilizarse en el campo de la tematología también predominantemente dentro de este marco semántico reducido. Pero, frente a los numerosos defensores de la equiparación entre ambos términos, hay investigadores, como Beller (1970, 1981), que defienden el uso exclusivo de tema como hiperónimo para designar el conjunto de los objetos de estudio de la tematología. A diferencia de la interpretación restringida de tema como argumento narrativo (o dramático) culturalmente compartido, este planteamiento más amplio serviría no sólo para fijar tema como término que engloba los jerárquicamente inferiores, sino también para acoger dentro de esta designación conceptos abstractos como ideas, problemas y sentimientos tan generales e inabarcables como el amor, la amistad, el odio o la angustia ante la irremediable finitud de la vida. Sin embargo, para evitar la confusión que traería consigo una acepción de tema como algo ilimitado debemos recordar que la tematología se aplica al estudio de temas histórica y culturalmente recurrentes, lo que conlleva el inmediato estrechamiento del círculo de temas que pueden constituir objeto de un estudio tematológico. Para motivo caben, como para tema, delimitaciones de diferentes alcances. La acepción más importante de motivo es la macrotextual, que equivaldría a considerar el motivo como una constelación o situación profundamente enraizada en la condición humana, esto es, una constante antropológica. Sería el caso, por ejemplo, del triángulo amoroso. Esta interpretación de motivo en sentido amplio se acerca peligrosamente a la acepción de tema como idea, problema o sentimiento general, pero, si acentuamos el factor dinámico de `constelación´ frente al contenido reflexivo de `idea o problema abstracto´, podemos trazar aún, al menos en opinión de Naupert (2001: 97-99), una fina línea divisoria entre sendos conceptos. Cabría decir también que, aunque, por lo general, la práctica tematológica se ha decantado por utilizar motivo en su acepción macrotextual, es decir, por el análisis de constelaciones y situaciones recurrentes y decisivas en la idiosincrasia de los seres humanos, existen también estudios sobre motivos microtextuales, que, por contraposición a los primeros - aplicables, especialmente, a los géneros narrativos y dramáticos - aparecen, por regla general, como constituyentes del entramado poético del discurso lírico8. Aparte de los dos términos principales –tema y motivo– y su conflictiva interrelación no exenta de fricciones, se podría aludir a diferentes nociones próximas que tienen cabida en el ámbito de los estudios tematológicos: images / mirages, motivos líricos, leitmotiv, icono... El estudio de estos elementos no puede ser dominio exclusivo de la tematología, pues, aun privilegiando la faceta temática, habría que tener presente en todo momento el indisoluble vínculo que en estos casos se establece entre tematología, morfología y genología (Guillén, 1985), y concebir el estudio de algunos de ellos, en especial de los motivos líricos, más que como estudio tematológico propiamente dicho, como ejercicio de una peculiar estilística comparada. Los tópicos presentan rasgos comunes con algunos de estos conceptos, pero podemos aislarlos como unidad temática independiente por razones que iremos detallando a continuación. Definir históricamente la noción de tópico resulta una tarea extremadamente ardua y compleja. La complejidad y confusión del panorama vienen dadas por el hecho de que la noción ha sufrido cambios profundos en la historia y por la dificultad de que en la propia obra de algunos autores (como Aristóteles, Cicerón y Quintiliano) encontramos varias nociones de tópico, diferentes y contradictorias entre sí. El cambio que ha experimentado el concepto de tópico ha sido doble: 1) Por un lado, ha pasado de designar una categoría (lugar, casilla) vacía (véase apartado III 2) a designar una forma llena (III 4). 2) En segundo lugar, ha pasado de pertenecer al ámbito de la Retórica antigua (III 2), como estrategia de búsqueda de argumentos, a ser una categoría de análisis literario de la Crítica Literaria moderna (III 4). En la discusión que sigue intentamos dilucidar cuál ha sido el proceso histórico que ha propiciado ese doble cambio. Nuestra mayor aportación, aparte de presentar sintéticamente un panorama del conjunto del proceso, ha sido postular la noción de “lugar común”, que surgió ya en la instrucción retórica antigua, como fase intermedia y fundamental de esa evolución (III 3). 2. TÓPICO COMO FÓRMULA DE INVESTIGACIÓN EN LA RETÓRICA ANTIGUA9 a. Aristóteles10 Al objeto de simplificar el panorama, no nos detendremos en una primera categoría de tópico, concebido como mero método dialéctico, o estrategia de argumentación. Esta es la posición de Aristóteles en sus Topica (obra anterior a la Retórica) y en el capítulo II 23 de Retórica. También es la visión de Cicerón en sus Topica, escritos sobre el modelo de la obra homónima aristotélica. Esta primera noción de tópico apenas es pertinente para nuestros intereses. Pero Aristóteles, en la misma Retórica, delinea igualmente otra noción de tópico que sí nos interesa. Con ello, Aristóteles identifica por primera vez una categoría retórica que va a ser esencial durante siglos, hasta que fuera rechazada ya en el siglo XVIII. Aristóteles introduce su noción de tópico en relación con su teoría general de la retórica como la “habilidad, en cada caso, para ver los medios disponibles de persuasión”, según su famosa definición (Rh. I 2). Para él, los tópicos son lugares o fórmulas de investigación a los que el orador debe pasar revista para buscar argumentos de persuasión, temas y materiales que usar en su causa. Presentaremos someramente una explicación de su teoría retórica, al objeto de insertar en el marco general de la misma la noción de tópico. Para Aristóteles, las pruebas, o medios posibles de persuasión (πίστεις), se dividen en dos clases: atécnicas y técnicas. Las atécnicas son formas de prueba que el 10 mismo. La argumentación es el procedimiento más importante; se divide en dos formas: inductiva, basada sobre todo en ejemplos, ilustraciones, precedentes; y deductiva, consistente en el uso del silogismo lógico o entimema. El silogismo, por su parte, se construye mediante proposiciones o premisas. Pues bien, Aristóteles introduce la categoría de tópicos como medios para buscar el contenido de tales premisas o proposiciones. Y distingue dos tipos de tópicos: los especiales o particulares, propios de cada modalidad de discurso (deliberativo, judicial y demostrativo) y que son datos pertenecientes a ciencias ajenas a la Retórica, como la

Esta pregunta también está en el material:

2018000001788
366 pag.

Tópicos Especiais Manuel Cavazos LermaManuel Cavazos Lerma

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Lo siento, pero no puedo responder a esta pregunta.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales