La complejidad de los problemas y crisis ambientales y sociales demandan acciones rápidas para dar respuestas a los desafíos que requieren los problemas de la humanidad. Descolonizar el saber es una propuesta de Boaventura de Sousa de Santos (2010), bajo la premisa que, estamos colonizados por los saberes y conocimientos occidentales. Esta colonización del ser y del saber ha sido perversa, porque tiene como propósito la devastación, deterioro y degradación ecológica y social, agudizando los problemas y la crisis de pobreza, hambre, miseria e injusticia social y desigualdad, afirma que, En el campo del conocimiento, el pensamiento abismal consiste en conceder a la ciencia moderna el monopolio de la distinción universal entre lo verdadero y lo falso 005) manifiesta que: El conocimiento tiene una relación y forma parte integral de la construcción y organización del sistema mundo moderno que a la vez y todavía, es colonial. Es decir “la Historia” del conocimiento está marcada geohistoricamente, geológicamente y geoculturalmente, y que tiene valor, color y lugar de origen. (p. 41). Además, agrega que: (…) el conocimiento funciona como la economía: está organizada mediante centros de poder y regímenes subordinados, los centros de capital económico también son los centros de capital intelectual – por eso, y todavía, la producción intelectual en América latina tiene poco peso en el mundo; pero hay un problema adicional: la manera en que el discurso de la modernidad creo la ilusión de que el conocimiento es abstracto, desincorporado y deslocalizado nos hizo pensar que es algo universal que no tiene casa o cuerpo, ni tampoco genero ni color. Es este mismo discurso de la urgencia el cambio de cosmovisión. Desde el punto de vista de la lógica de acumulación, el nuevo consenso de los comodines, conlleva la profundización de una dinámica de desposesión o despojo de tierras, recursos y territorios, al tiempo que genera nuevas formas de dependencia y dominación. No es casual que gran parte de la literatura critica latinoamericana considere que el resultado de estos procesos sea la consolidación de un estilo de desarrollo extractivista, el cual debe ser comprendido como aquel patrón de acumulación basado en la sobreexplotación de recursos naturales. (Svampa, M. 2008, p. 2). Para concluir este apartado es necesario destacar que las visiones sobre desarrollo sostenible que se han presentado, según la revisión juiciosa de la literatura existente realizada por el investigador se pueden agrupar en dos grandes tendencias, el antropocentrismo y el biocentrismo. Discurso biocéntrico y antropocéntrico. La inminente crisis Ecológica que es la misma crisis humanitaria, social y planetaria, ha despertado el interés de biólogos, ambientalistas, sociólogos, antropólogos, filósofos y psicólogos, entre otros, por buscar conceptos alternativos que dinamicen, armonicen y equilibren las relaciones complejas entre los seres humanos, la economía y la naturaleza. La afectación a la naturaleza representada en la flora, la fauna, ecosistemas, agua y suelo, la biología marina y conserva-si mista estadounidense se ponen de manifiesto en la obra de Racher Carson “Primavera Silenciosa” (1962), publicación que contribuye a la puesta en marcha de la moderna conciencia ambiental advirtiendo de los peligros a que estará expuesta la humanidad y el planeta con la aplicación y uso de los adelantos científicos que llegarían junto con la modernidad, ejemplo de ello es el desarrollo industrial y tecnológico de la época y su aplicación en las prácticas agropecuarias con el uso indiscriminado de plaguicidas y pesticidas; además, con el desarrollo de las comunicaciones, dichas prácticas agropecuarias, se empanzaron a promover alrededor del mundo trayendo como consecuencia las peores afectaciones en contra de la naturaleza y la humanidad jamás antes vistas. Como lo expresa Patricia Moquel (2012), cuando afirma que: Rachel Carson (1960), anunciaba hace cincuenta años la muerte lenta y progresiva de millones de aves debido al efecto devastador de los plaguicidas aplicados a los cultivos en muchas Regiones de los Estados Unidos, se advertía con ello no solo el colapso inminente de muchos Ecosistemas y Recursos Naturales que sostienen la tierra, sino, además, la extinción masiva de mayor diversidad y riqueza de especie. (p. 2). Los argumentos anteriores revelan el creciente interés y preocupación por encontrar alternativas de solución para dar respuesta a los grandes interrogantes y desafíos que debemos enfrentar las nuevas y presentes sociedades. Para comprender e interpretar mejor esta la realidad, se hace necesario estudiar y analizar los conceptos: Antropocentrismo y Biocéntrismo, que a su vez orientan el proceso de investigación de la presente tesis. Antropocentrismo. El termino o concepto Antropocentrismo, aparece a principios del Siglo XVI, finales de la época medieval y comienzo de la edad moderna, una etapa en la que las civilizaciones iban evolucionando no solamente desde el punto de vista ético, moral y judicial sino que también habían adquirido un conocimiento nutrido de las diversas corrientes filosóficas, que comenzaron a poner en tela de juicio el Teocentrismo, donde el concepto principal, vital y medida de todas las cosas era Dios y los mitos e historias divinas, religiosas y bíblicas regían la sociedad, hecho que aún persiste en muchas comunidades religiosas, sociales y culturales. Según Gerardo Amaya Duarte (2014), etimológicamente la palabra antropocentrismo, (…) está compuesta de dos términos; una griega y otro castellano, pero que proviene del latín, “anthropos” es griego y quiere decir “hombre” en el sentido genérico de “ser humano” el especifico “varón” se dice “Andros” la segunda parte es aún más obvia y se deriva del termino latino “Centran” antropocentrismo se refiere al ser humano considerado como el centro. (p, 2). En este sentido, Amaya Duarte, en primer lugar, hace una referencia puntual al origen grecolatino del término antropocentrismo y en segundo lugar, de acuerdo a la etimología del concepto lo define como el hombre, como ser prioritario superior, inteligente y centro de atención, admiración y quien merece toda consideración por encima de los demás seres que habitan el planeta; por lo tanto, la naturaleza debe estar a su servicio para satisfacer todas sus necesidades, lo que significa que la naturaleza es considerada recurso utilitario e instrumental al servicio de los seres humanos. El término antropocéntrico ha sido utilizado en diversos sentidos, en primer lugar, en la historiografía donde el concepto es aplicado a la cultura renacentista y moderna en contraposición al anterior paradigma teocéntrico característico de la era medieval; en segundo lugar, como una rama de la filosofía en la que no solo se estudia el hombre en sociedad, sino que esté en su condición de factor social, conductor de civilizaciones y constructor de ciudades es la referencia para todo lo que se idea y se conceptualiza y en tercer lugar, desde el punto de vista biológico al considerar el proceso evolutivo que hace referencia a lo que nos dicen las ciencias sociales acerca de la realidad en que vive el supuesto antropocéntrico. Con respecto al concepto de antropocentrismo, Amaya Duarte (2014), dice: En la realidad histórica, social y cultural, nos dicen que el ideal de ser humano como centro no se ha realizado y encontraríamos muchos datos de que es incluso un concepto peligro, que puede apoyar dictaduras; y no solo políticas, sino también culturales. (p, 10). Lo presentado por Duarte, permite inferir que la postura antropocéntrica, está poniendo en riesgo la supervivencia de todas las especies, la salud y bienestar de los seres humanos, ya que, su base conceptual y epistémica se centra en la economía financiera, considerando la naturaleza como un recurso utilitario al servicio de los seres humanos. Biocéntrismo. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el término Biocéntrismo proviene del griego BIOS que significa vida y Keviper Kentrm, que significa centro, es decir, el centro principal de todas las cosas es la vida, y al igual que los términos antropocentrismo, sensocentrismo y eco centrismo, en la educación ambiental, surge como estrategia clave para armonizar las relaciones entre los seres