El control de alérgenos en las diferentes fases de producción de alimentos debe ser riguroso y constante. Desde la recepción de materias primas, pasando por el almacenamiento, la preparación, el envasado y la distribución, es crucial identificar, etiquetar y separar los ingredientes alergénicos. Además, se deben implementar medidas de limpieza y desinfección para prevenir la contaminación cruzada. La formación del personal y la verificación regular son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria en relación con los alérgenos.
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