Pocas diferencias se pueden observar entre la vivienda señorial y su homologa del campo: el cortijo, ya que éste viene a ser una reproducción más o...
Pocas diferencias se pueden observar entre la vivienda señorial y su homologa del campo: el cortijo, ya que éste viene a ser una reproducción más o menos similar de aquélla. En buena lógica, no podía ser de otra manera, si la idea que he apuntado anteriormente, referida a que la vivienda refleja en su configuración la ideología que define a la unidad familiar, es acertada. Consecuentemente, al corresponderse tanto el tipo de hábitat urbano como el rural con una misma organización social, ambos habrán de responder a los mismos esquemas. Mas dado que los contextos en los que se encuentran situados uno y otro edificio son diferentes, como distintas son también sus funciones, de alguna manera tendrán que manifestarse éstas circunstancias en su morfología. Como ciertamente así ocurre. Se puede apreciar inmediatamente una apariencia menos lujosa en el campo que en el pueblo. Y es que, como hemos visto en la casa urbana, la sofisticación del mobiliario
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