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C'est done un langage dont l'un des plans, celui de l'expression, est une langue» 41. Como fácilmente se verifica, es al lenguaje literario, servid...

C'est done un langage dont l'un des plans, celui de l'expression, est une langue» 41. Como fácilmente se verifica, es al lenguaje literario, servido en su plano de la expresión por un lenguaje de denotación (el sistema lingüístico en el que se vehicula el texto), al que se ajusta el concepto de Hjelmslev; ahora bien, son justamente los diversos códigos literarios expresados a través del lingüístico los que aquí nos van a interesar. Esto quiere decir, en otras palabras, que, situado ante cierto mensaje literario, el análisis semiótico se servirá del sistema lingüístico para, a través de él, ser conducido a la descodificación de cierta dosis de información estética que surge de los códigos que a continuación vamos a describir. Nótese, entre tanto, que no es imposible que el análisis semiótico se interese también por las condiciones de existencia y por la productividad del código lingüístico: sobre todo cuando se ejerce sobre códigos de naturaleza estilística (naturalmente relacionados con aquél) o cuando se encuentra ante textos arcaicos o deliberadamente herméticos es normal que suceda esto. En último análisis, es también de la problemática del código lingüístico del que depende la ancestral cuestión del cratilismo, esto es, la cuestión de saber si es en la adecuación natural o en la convencionalidad donde se basa la relación significante-significado. Particularmente relevante en el contexto de un lenguaje (el literario) destituido, desde el principio, del aspecto utilitario, el problema del cratilismo (invariablemente valorado de modo polémico, de Platón a nuestros días) 42, puede, efectivamente, ser enriquecido, en su estudio, por la contribución de algunos de los factores y nociones teóricas anteriormente estudiados y presupuestos en las relaciones código/mensaje que interesan al análisis semiótico. Se trata, sin embargo, de una cuestión que, formulada casi sistemáticamente en una perspectiva de teorización, se vincula también al ámbito de la estilística y, como es obvio, al de la teoría del lenguaje, por lo que su interés, en el contexto de un modelo de análisis literario como el que aquí proponemos, se nos presenta como poco relevante. Justamente porque pensamos así, creemos más útil fijarnos en aquellos códigos que, de modo más evidente y frecuente, contribuyen a la estructuración del mensaje literario; y lo haremos sobre todo orientados por la certeza de que el ejercicio del análisis semiótico sólo podrá consumarse cabalmente desde el momento en que se apoye en un conocimiento seguro de las características específicas de esos códigos y de las consecuencias estéticas deducidas de su activación. De este modo, partiendo del principio anteriormente ya comentado 43 de que el mensaje estético se constituye de acuerdo con la existencia de diversos niveles de información, nos ocuparemos en principio de los diversos códigos aquí encarados como de naturaleza específicamente técnico-literaria, para, en seguida, fijarnos en los códigos temáticos y en los ideológicos. Además de esto, y en el contexto de esos diversos códigos, los propios signos que los integran merecerán nuestra atención, como importantes instrumentos que son, cuando se trata de accionar la práctica de análisis semiótico. Teniendo en cuenta las características específicas de la semiosis literaria, esa atención se fijará prioritariamente en dos cuestiones: en primer lugar, la que tratará de saber cuáles son los más relevantes signos que integran cada código, sin la preocupación de inventariarlos exhaustivamente, ya que el propio carácter relativamente fluido de la codificación literaria no lo permite; en segundo lugar, la que atañe a la problemática de la manifestación (significante literario) de esos signos, ya que sólo a partir del conocimiento de las metamorfosis formales asumidas por ellos se podrá aspirar a su detección segura en un mensaje literario. 3.1. Códigos técnico-literarios El hecho de comenzar ocupándonos de un conjunto de códigos a los que damos la designación de técnico-literarios no debe llevar a pensar que los que así no se denominan se consideran como subalternos en el proceso de estructuración del lenguaje literario. En efecto, los propios códigos temáticos, así como los ideológicos, no pueden, muchas veces, ser analizados adecuadamente sin el concurso de ¡os técnico-literarios y viceversa; lo que sólo viene a confirmar, además, una noción metodológica central, en el ámbito del análisis semiótico: la noción de que los diversos códigos literarios sustentan entre sí íntimas relaciones de dependencia 44. Si aquí proponemos la definición y descripción de determinados códigos llamados técnico-literarios, es porque, como vamos a ver, los códigos agrupados bajo esta designación operan estrictamente en el ámbito de la creación literaria, como actividad con relación a la cual es posible concebir el empleo de cierta técnica de ejecución susceptible de ser descrita desde el punto de vista del lector-crítico que la estudia. Bajo esta luz nos ocuparemos, en este párrafo (y sin pretender más que introducir determinadas nociones e instrumentos operatorios cuyo tratamiento exhaustivo no cabe en este lugar), de los códigos estilísticos, de los actanciales y de los técnico-narrativos. Por otro lado, veremos que los códigos temáticos tal como los ideológicos, contribuyendo también decisivamente a la estructuración del lenguaje literario, envuelven determinados factores que, no operando exclusivamente sobre el ámbito del mensaje literario en el que se proyectan, radican muchas veces en un espacio subtextual invocado por disciplinas críticas de inspiración psicoanalítica o sociológica. 3.1.1. Códigos estilísticos Volver a hablar aquí de toda una problemática de aproximación al texto literario en términos estilísticos parecerá, a primera vista, tarea redundante, si tenemos en cuenta que uno de los capítulos anteriores ya se ha dedicado a tal aspecto. No sucede así, sin embargo, ya que no sólo la problemática citada se aborda aquí como componente parcial de un conjunto determinado de instrumentos metodológicos, sino sobre todo porque la perspectiva de descripción que adoptamos es ahora sensiblemente diferente. En efecto, no se buscará en este momento una instrumentación crítica vuelta sólo hacia el análisis del enraizamiento subjetivo en función del cual se explica la elaboración formal de la que resulta el estilo; eso sí, importa ecuacionar (forzosamente de modo más sumario) la problemática del estilo y sus implicaciones metodológicas, partiendo del principio de que su constitución se consuma a base de la productividad de códigos específicos, afectados por necesidades de comunicación literaria, por la vigencia de determinados signos y por el ejercicio variablemente impositivo de normas de codificación. Por lo que respecta al último factor invocado, no parece, en principio, difícil de confirmar en la práctica su vigencia; para ello bastará recordar un hecho ya anteriormente evocado, pero imbuido en este contexto de significado especial: nos referimos a la existencia, en determinados períodos histórico-literarios (por ejemplo, el Renacimiento y el Neoclasicismo), de Artes Poéticas

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REIS_Carlos_1985_FUNDAMENTOS_Y_TECNICAS
216 pag.

Literário Fundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -FetFundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -Fet

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