Cuando nos referimos al carácter abstracto del tema, estamos pensando en su capacidad de evocar no un acontecimiento par-ticular, un personaje prec...
Cuando nos referimos al carácter abstracto del tema, estamos pensando en su capacidad de evocar no un acontecimiento par-ticular, un personaje preciso o un conflicto dramático, sino mejor un determinado conjunto de valores o cierta concepción de la existencia: de ahí que se hable habitualmente de los temas del amor o de la muerte, de la felicidad, de la opresión o de la «saudade», recurriendo exactamente a términos que la gramática tradicional encuadraba en el dominio de los nombres abstractos.
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