En efecto, los directores entrevistados no terminan por abandonar del todo la imagen mítica de la escuela moderna ni de las funciones otorgada por ...

En efecto, los directores entrevistados no terminan por abandonar del todo la imagen mítica de la escuela moderna ni de las funciones otorgada por ella a los directivos escolares a pesar de que en el afuera abundan las situaciones que ejemplificarían las diferencias con aquella institución escolar del Siglo XIX. Especialmente aquellas que ya no consideran al tránsito por la escolarización como un trampolín de nuevas posibilidades ni existen oportunidades para que lo sea, debido a que no hay trabajo. Algo que, en el imaginario docente, se repite permanentemente: “[...] porque hoy la educación no es salvadora del...el famoso “no future, bueno, el “no futuro y la escuela tampoco te da, hoy por hoy, las armas como para esta luz. Vos me decías recién: “¿Hay clases, hay extra-clases?” ¡No. No hay! Y yo sería el tipo más feliz del mundo si pudiera darles...inglés, informática. Que tuviera una sala prevista con veinte computadoras aunque no fueran de la última generación. Este...entonces qué pasa, como la escuela no lo tiene el chico va al ciber. El chico va al ciber y qué sé yo si el pibe va a trabajar en Word, Excel o alguna herramienta que lo capacite como para decir: “Yo tengo este curso hecho”. El pibe va al ciber. Vos entrás a un ciber, hay diez máquinas: en ocho están matándose a tiros y en dos están mirando mujeres desnudas. Es así. Entonces...” (Director S).