Cabe resaltar que dicho porcentaje se incrementa monotónicamente con el nivel de ingreso per cápita del hogar. En efecto, mientras el porcentaje de...
Cabe resaltar que dicho porcentaje se incrementa monotónicamente con el nivel de ingreso per cápita del hogar. En efecto, mientras el porcentaje de este tipo de hogares del primer quintil es 37%, para el último quintil alcanza casi el doble. Esa evidencia indica que a mayor nivel de ingreso, más elevada es la probabilidad que tiene el hogar de criar hijos más educados que los padres. Por lo tanto, se puede señalar que los hogares del quintil más rico serán los que tendrán mayor capacidad de incrementar su participación en el ingreso total. De esto se desprende que una política que expanda las oportunidades de acceso a la educación a los hogares de menores ingresos, promovería no sólo una disminución de la pobreza, sino también una mejoría en la distribución del ingreso en las futuras generaciones.
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