Consideraremos sexista un anuncio, a través de su imagen, cuando la presentación de la mujer a través de la imagen destaque por:
-Éxito profesional...
Consideraremos sexista un anuncio, a través de su imagen, cuando la presentación de la mujer a través de la imagen destaque por: -Éxito profesional, personal y social de la mujer, y su capacidad profesional e intelectual se minimiza. -Transmitir la idea de que las tareas domésticas y el cuidado de la familia son tareas casi exclusivas de las mujeres. Los hombres se incorporan a estas actividades pero de manera ocasional, fortuita y con poca destreza. -Las mujeres se representan como personas dependientes económicamente y en su capacidad de decidir. Las decisiones económicas, de mayor relevancia, o que tienen que ver con el bienestar de toda la familia, recaen sobre el hombre (compra del coche, de la vivienda, etc.). -Presentar como el fin último y más importante de las mujeres el de formar una familia y cuidarla, y el de los hombres, triunfar profesionalmente. -Las mujeres aparecen en el ámbito laboral desempeñando profesiones de menor relevancia social que los hombres, o se trasmiten imágenes que continúan con la división de trabajo de género (médico–enfermera, secretaria–jefe). -Utilizar sólo la imagen masculina en ámbitos donde la mujer tradicionalmente no ha estado representada (tecnología, ciencia, ingeniería, cargos directivos, puestos de decisión). -Fijar cánones de belleza femenina estrictos y difíciles de conseguir, y vincular la belleza a otros valores como la autonomía o el poder económico. -Cuando los niños y niñas son protagonistas de los anuncios, en las niñas se ensalza las manifestaciones de cariño, atención y coquetería, y a los niños se les vincula a los juegos de acción, aventuras, vehículos y fuerza física. -Las voces en off de los anuncios que aconsejan e incitan a la compra de productos suelen ser masculinas porque pretenden aportar el saber y criterios fiables.
Compartir