En las agrupaciones de otakus, estas disposiciones en la figuración de las interacciones son claramente evidenciadas por la relevancia tanto en el ...

En las agrupaciones de otakus, estas disposiciones en la figuración de las interacciones son claramente evidenciadas por la relevancia tanto en el acuerdo de las expresiones colectivas como en la manifestación de las peculiaridades personales. Así, la participación en las estipulaciones del lenguaje y los comportamientos son mediadas por particularizaciones comúnmente discernibles; los modos de referenciación que intervienen en las connotaciones colectivas, a su vez, definen las manifestaciones de los roles individuales, es decir, que los convencionalismos tienen una función dispuesta en ambos sentidos, e intervienen en las configuraciones e interpretaciones de las representaciones propias y las dinámicas conjuntas: Si en un círculo de participación consolidado (virtual o directo) alguien es reconocido como Reena-chan (siendo Reena Inverse, la protagonista de la serie Slayers creada por Hajime Kanzaka y Rui Araizumi, una joven hechicera de carácter fuerte, muy decidida y emotiva, aunque un tanto tosca) su papel en el grupo será medido bajo los parámetros representativos del personaje elegido, como manifestación compartida del rol representado ante el grupo por el sujeto en cuestión, es decir, que en la selección de estos apodos interviene una figuración conciente de la identificaciones y las expectativas que pretenden ser demostradas.