Para lograr de forma coherente y ordenada la información requerida, el diario de campo fue el instrumento que transversaliza la primera y segunda fase del proyecto de investigación, permitiendo describir, analizar e interpretar una realidad dada, desde cada una de las etapas que se dieron en esta primera fase. El diario de campo según Bonilla (2008) se afirma que: Es una herramienta empleada para la recolección de datos en la investigación educativa, como método de investigación analítico que requiere que sea de uso sistemático por parte de quien lo realiza a través de observaciones participantes en el aula, registro de notas completas, detalladas y precisas (p. 52). Para la organización y consolidación de la información se consideró necesaria la aplicación del cuestionario etnográfico, a fin de reconocer posiciones u opiniones de los padres de familia, en torno al docente y aspectos relacionados con la educación y en los menores objetos de estudio. Por su parte, Rodríguez (2008) considera que: Es un instrumento que facilita acceder simultáneamente a un gran número de sujetos, obtener datos cuantitativos para la caracterización del entorno sociocultural y conocer de manera directa sus opiniones, creencias y motivaciones en relación con el proyecto escolar y social. Igualmente las informaciones obtenidas sirven de fundamento para la posterior comprensión y explicación de los contenido representados en los discursos. (p.7). Por ello, es importante reconocer la entrevista; formal e informal, como técnica para precisar la postura docente en torno a su discurso y practica pedagógica, su saber y proyección, para motivar los procesos formativos en el desarrollo integral.