En las grandes multinacionales, un problema característico que han de afrontar es la tensión entre la unidad corporativa y las diferentes divisione...
En las grandes multinacionales, un problema característico que han de afrontar es la tensión entre la unidad corporativa y las diferentes divisiones. Al incorporar un nuevo nivel de diferenciación vertical, el grupo corporativo ejerce un nivel de control adicional sobre las divisiones, que puede no ser bien recibido por ellas. El nivel de autonomía e independencia de las divisiones en un punto recurrente de conflicto entre corporación y divisiones. Es habitual que este balance cambie a lo largo de la vida de la empresa entre las dos situaciones posibles: divisiones más poderosas y autogestionadas frente un grupo corporativo más débil, o bien un equipo corporativo más fuerte que supervisa y controla de forma más directa a las diferentes divisiones.
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