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ásico, la conciencia pura y cualquiera de sus distorsiones, llámense partículas elementales, rocas o campo neuronal son diferentes niveles de la mi...

ásico, la conciencia pura y cualquiera de sus distorsiones, llámense partículas elementales, rocas o campo neuronal son diferentes niveles de la misma conciencia. Si la conciencia es la única realidad y la materia no existe, la sincronicidad se explica como manifestación de un acto consciente en el cual dos eventos se asocian en un nivel complejo y manifiestan esta asociación en un nivel percepfual. Para quien sea capaz de vivir la única realidad de la conciencia como un hecho y sepa estimular sus diferentes estratos a partir de sí mismo, toda manifestación se vuelve posible. Esta capacidad de manifestación existe y ha podido ser demostrada en algunos chamanes por lo que su realidad no deja lugar a dudas. Por todo lo anterior, la sincronicidad se puede explicar como producto de la asociación en la conciencia de dos eventos objetiva­ mente desligados entre sí. El poder de activar un evento sincronístico depende del nivel de la conciencia desde el cual acontece, igual que una conducta motora de un organismo humano depende de una orden cortical situada en un nivel de complejidad algorítmica mayor que la contracción muscular. Los cuerpos de diferente número de dimensiones que funcionan en una duración del presente cada vez más expandida representan estratos de complejidad creciente de la misma conciencia. Por ello, la decisión proveniente de un cuerpo multidimensional afecta a todos los cuerpos de dimensiones menores incluidos en él. Los eventos de sincronicidad se observan en todos los niveles corporales. En el cuerpo humano, la relación entre la emisión de una palabra y la orden cortical correspondiente constituyen un evento sincronístico. El Hipercampo constituye un cuerpo multidimensional más poderoso que cualquier Campo Neuronal por lo que una decisión Hipercámpica afecta a todos ios cerebros que forman parte del mismo, de la misma forma que una decisión de comer un alimento afecta a todas las células de un cuerpo humano individual. LA CREACIÓN D E LA EXPERIENCIA 2 0 5 IX. EL OBSERVADOR La existencia del Obser'ador constituye el evento más sorprendente e inesperado del Universo. Puesto que el Observador es capaz de atestiguar cualquier distorsión del entramado espacio-tiempo, su existencia no se puede reducir a dicho continuo y por consiguiente queda fuera del campo de la conciencia. En el Observador se unifican todos los componentes de la expe­ riencia ya que pueden ser incluidos en un acto de observación. Por lo tanto, en e¡ seno del Observador se realizan todos los evgntos y las relaciones entre éstos. El Observador podría ser conceptualizado como e¡ algoritmo final, el cuerpo que funciona en el universo de mayor número de dimensiones posibles, o como la cualidad perceptual con la máxima duración de! presente. Sin embar­ go, cualquier definición acerca del Observador no logra incluirlo porque todo acto de observación modifica lo observado y la realidad resultante puede ser observada nuevamente. Esta cadena de observa­ ción, modificación de lo observado y nueva observación no parece tener límite, por lo que el Observador es inalcanzable e indefinible. Además de no pertenecer al continuo espacio-temporal y no poseer ninguna cualidad consciente, el Observador parece existir en sí mismo y no depender de ninguna estructura. El efecto de la observación sobre la realidad ha sido magistral­ mente estudiado por Helmut Schmitt. Schmitt ideó un mecanismo electrónico capaz de activar una serie de números binarios (O y l) aleatorios, que se acopló con un ordenador digital en cuya pantalla aparecía un señalador que se movía en una u otra dirección ante una secuencia de O o de 1. Estas secuencias totales eran grabadas en un diskette y se imprimían en papel. En su primer experimento, Schmitt presentó la imagen del seña­ lador de la pantalla a un sujeto entrenado cuya tarea era desviar el señalador hacia la derecha o izquierda para obtener una proporción de O ó 1 significativamente diferente al 50% . Según Schmitt, algunos sujetos eran capaces de provocar este efecto a voluntad. El segundo experimento consistió en activar el sistema de emisión de números aleatorios y grabar la secuencia de O y 1 en el diskette pero sin permitir que nadie observara ni la pantalla ni la giabación. Un día después se presentaba la sesión previamente grabada a uno de los observadores entrenados en desviar el señalador de Ja pantalla. De acuerdo con los resultados de Schmitt, la desvia­ ción se producía en forma similar a la que se lograba durante las sesiones en línea. Este sorprendente resultado indica que la participa­ ción del Observador es necesaria para determinar una realidad inde­ pendientemente del tiempo de su ocurrencia. En un experimento posterior, Schmitt activó su program a de números binarios y 60 minutos después lo reprodujo ante un obser­ vador neutro no entrenado. Un día después voh'ió a repetir la secuencia grabada y previamente observada ante un sujeto entrenado al que se le pidió que modificara la posición del señalador. Resultó imposible, lo que indica que bastó una observación del evento para que se fija ra en la realidad objetiva. Todos estos resultados señalan al Observador como partícipe fundamental tanto de la creación como de la fijación de los eventos y sus relaciones. En la física moderna se habla del colapso de la función de oiula como abstracción matemática de la determinación de la ocurrencia de un evento específico dentro de un conjunto de posibilidades. Según esta idea, antes de que un evento se vuelva real existe en forma potencial junto con otros en una especie de existencia virtual. Cuando se observa uno de los eventos localizados en la. nube de probabilldaJes virtuales, su posibilidad de aparición aumenta hasta alcanzar la probabilidad 1, mientras que el resto disminuye su posibi­ lidad de aparición hasta alcanzar la probabilidad 0. Este colapso de la función de onda crea una línea del mundo y en ella aparecen secuenciados los eventos asociados con el que alcanzó la probabilidad 1 de aparición. El acto de observación, según esta aproximación, es el mecanis­ mo fundamenta en la determinación de la ocurrencia de eventos y relaciones. Hasta que un evento no sea observado no adquiere rea­ lidad y permanece dentro de la nube de probabilidades como existen­ cia potencia!. Apéndice 2 Leyes físicas y conciencia Si la experiencia y la conciencia están relacionadas con interacciones fi'sicas entre campos, deben existir paralelismos entre ambos reinos. Conio veremos, esas relaciones existen aunque no deben ser conside­ radas causales o deterministas. La conciencia y las leyes de la física guardan en verdad ciertas relaciones. Teniendo esto presente, veamos algunos ejemplos que ilustran esta relación. a) En la física se sabe que la determinación de la posición de un electrón es más sencilla a medida que disminuye la longitud de onda de la luz empleada en esa observación*. En la conciencia sucede algo similar. Si en lugar de posición de un electrón pensamos en el nivel de conciencia y en vez de luz empleada hablamos de campo neuronal, podríamos traducir el enunciado anterior en los siguientes términos: la determinación del nivel de conciencia de un ser humano es más sencillo si aumenta la coherencia (o sintergia) del campo neuronal del Observador. b) En la física se afirma que la distancia entre orbitales adyacentes dentro del átomo aumenta a medida que nos alejamos del núcleo*. En la conciencia, los nuevos niveles de experiencia se relacionan con la activación de neuroalgoritmos cada vez más potentes. El proceso de creación neuroalgorítmica en el cerebro se relaciona con la acti­ vidad de los circuitos de convergencia, y cada nuevo neuroalgoritnio corresponde a niveles del campo neuronal de mayor sintergia. Al comienzo de nuestras vidas como seres humanos, la creación de nuevos neuroalgoritmos, de nuevos modos de experiencia y de conciencia tienen lugar a un ritmo más rápido que posteriormente en la vida en que cada nuevo cambio se hace un poco más difícil y precisa mucho más tiempo para ser realizado. Por tanto, la distancia entre nuevos orbitales de conciencia aumenta a medida que lo hace nuestro desarrollo. c) En la física se sabe que los electrones saltan de un orbital a otro sin pasos intermedios, siguiendo las leyes de la mecánica cuántica. En la conciencia el factor de direccionalidad focaliza la interacción entre los campos cuántico y neuronal activando la aparición de la experiencia consciente en esas z»nas localizadas de la interacción. Mediante este mecanismo el procesador central puede transformar un determinado patrón de energía en una experiencia consciente. Las diferentes zonas de las interacciones entre los campos pueden ser focalizadas y transformadas sin pasos intermedios aparentes. Teórica­ mente las experiencias conscientes pueden surgir dentro o fuera del cuerpo y en diferentes posiciones en el

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1990-La Creacion de La Experiencia (Scan)
203 pag.
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