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Enfermidades do Sistema Esqueletico

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Enfermedades que afectan el sistema esquelético
 
 Acondroplasia
La acondroplasia es un tipo de enanismo, que se origina por una alteración genética y que provoca que el individuo tenga una estatura más corta de lo normal, acompañada de extremidades y tronco de tamaño desproporcionado, con las piernas arqueadas. Además, los adultos con este trastorno genético también tienen manos pequeñas y anchas con dedos cortos, mayor tamaño de la cabeza, rasgos faciales muy específicos con una frente prominente y achatada entre los ojos y dificultad para estirar bien los brazos.
La acondroplasia es el resultado de un crecimiento insuficiente de los huesos largos y es el tipo de enanismo que crea las personas más pequeñas del mundo, lo que puede llevar a que los adultos midan 60 centímetros de altura.
Principales cambios asociados con la acondroplasia
Los principales cambios y problemas que enfrentan las personas con acondroplasia son:
Limitações físicas associadas as suas deformações nos ossos e altura, pois muitas vezes os locais públicos não são adaptados e a acessibilidade é restrita;
Problemas respiratórios como apneia do sono e obstrução das vias respiratórias;
Hidrocefalia, pois o crânio é mais estreito o que leva ao acúmulo anormal de líquido dentro do crânio, provocando inchaço e aumento da pressão;
Obesidade o que pode levar a problemas nas articulações e aumenta as chances de ter problemas de coração;
Problema nos dentes pois a arcada dentária é menor que o normal, existindo também um desalinhamento e sobreposição dos dentes;
Descontentamento e problemas sociais podem afetar as pessoas que têm esta doença, pois podem sentir-se insatisfeitas com a sua aparência, o que leva a falsa sensação de inferioridade e problema sociais. 
 
manos pequeñas y
 anchas con dedos cortos piernas arqueadas
A pesar de causar varios problemas y limitaciones físicas, la acondroplasia es una alteración genética que no afecta la inteligencia.
Causas de la acondroplasia
La acondroplasia es causada por mutaciones en un gen relacionado con el crecimiento óseo, lo que conduce a su desarrollo anormal. Este cambio puede ocurrir de forma aislada en la familia, o puede transmitirse de padres a hijos en forma de herencia genética. Por lo tanto, un padre o una madre con acondroplasia tiene aproximadamente un 50% de posibilidades de tener un hijo con la misma afección.
Diagnóstico de la acondroplasia
La acondroplasia se puede diagnosticar cuando una mujer está embarazada, ya en el sexto mes de embarazo, a través de una ecografía o ecografía prenatal, ya que hay una reducción de tamaño y un acortamiento de los huesos. o mediante radiografías de rutina de las extremidades del bebé.
Sin embargo, puede haber casos en los que la enfermedad solo se diagnostique más tarde después del nacimiento del bebé, mediante radiografías de rutina de las extremidades del bebé, ya que este problema puede pasar desapercibido para los padres y pediatras, ya que los recién nacidos suelen tener las extremidades cortas en relación con el maletero.
Además, cuando la ecografía o las radiografías de las extremidades del bebé no son suficientes para confirmar el diagnóstico de la enfermedad, es posible realizar una prueba genética, que identifica si existe o no alguna alteración en el gen que causa este tipo. del enanismo.
 Condromalacia o condropatía rotuliana
La rótula es un hueso de forma ligeramente triangular que se encuentra delante de la rodilla. Encaja en la porción final del fémur (tróclea del fémur), formando así la articulación femororrotuliana. La rótula es el punto de inserción del cuádriceps, el principal músculo de la rodilla, y por su ubicación funciona como polea para facilitar los movimientos de flexión y extensión de la rodilla.
La superficie articular del fémur y la superficie articular de la rótula tienen un revestimiento de cartílago que, además de proteger y amortiguar las cargas que pasan constantemente por la articulación, permite un deslizamiento óptimo entre los dos huesos durante los movimientos de la rodilla.
El cartílago rotuliano es uno de los más gruesos del cuerpo, precisamente porque hay una incidencia muy alta de cargas elevadas sobre la articulación femororrotuliana durante las actividades diarias y, principalmente, en la actividad deportiva. El grosor y la perfecta integridad del cartílago rotuliano son condiciones fundamentales para ayudar a amortiguar estas cargas, por lo que cualquier deterioro de esta estructura puede cambiar la distribución de cargas que pasan por encima de la rodilla y sobrecargan otras estructuras articulares.
Qué es la condromalacia o condropatía rotuliana?
Condromalacia o condropatía son términos que se utilizan para definir la enfermedad del cartílago articular. La condropatía rotuliana también se conoce como síndrome de dolor femororrotuliano o más popularmente como "dolor anterior de rodilla".
Se caracteriza básicamente por la lesión del cartílago que recubre la región articular de la rótula y su clasificación va desde un grado más simple, como el ablandamiento, hasta un grado más avanzado, como fisuras (grietas), degeneración y exposición del hueso subcondral ( hueso cubierto por el cartílago). Es una condición muy común en individuos jóvenes, que afecta hasta al 40% de esta población, especialmente mujeres.
El tejido cartilaginoso tiene muy poco potencial de cicatrización y esto significa que, una vez que hay daño en el cartílago, la reacción inflamatoria es muy pequeña y la posibilidad de cicatrización es casi nula.
Esto, combinado con la ausencia de un tratamiento adecuado, hace que la lesión progrese con el tiempo, normalmente progresando a grados de desgaste más avanzados, lo que resulta en una artrosis precoz de la articulación femororrotuliana.
El cartílago es un tejido del cuerpo que no tiene terminaciones nerviosas, por lo que una vez dañado el cartílago no duele. Sin embargo, el daño a esta estructura compromete directamente la absorción y distribución de gran parte de las cargas que pasan por encima de la rodilla. Este cambio en la disipación de la carga es responsable de sobrecargar otras estructuras articulares que están inervadas, como tendones, ligamentos y hueso subcondral, que normalmente son el origen del dolor. Por este motivo, el diagnóstico de dolor en la región anterior de la rodilla, con o sin condromalacia, se denomina síndrome de dolor patelofemoral (PFPS).
Principales causas de condromalacia
 
Se desconoce la causa exacta de la condromalacia rotuliana. Los factores más comúnmente relacionados con el reblandecimiento y posterior desgaste del cartílago son los factores histológicos (cambios en el tejido biológico), que pueden predisponer a factores de ablandamiento, anatómicos o estructurales, que comprometen el ajuste rotuliano con el fémur, cambiando las áreas de contacto entre ambos. huesos y presión creciente sobre la articulación femororrotuliana y también factores biomecánicos como el desequilibrio o debilidad muscular y el déficit en el control de las extremidades inferiores que, durante las actividades diarias o las actividades físicas, también provocan un cambio en el ajuste entre la rótula y el fémur.
Durante actividades como subir y bajar escaleras, tenemos cargas de aproximadamente 3 veces el peso del cuerpo en la articulación femororrotuliana, cargas que aumentan exponencialmente durante actividades más intensas como correr, responsables de generar una carga de hasta 10 veces la peso corporal en la articulación femororrotuliana
Por lo tanto, cuando se altera la congruencia (ajuste) de la articulación, estas cargas que pasan por la rodilla durante los movimientos cotidianos se concentran y absorben en áreas más pequeñas, lo que puede aumentar considerablemente la presión en solo unos pocos puntos de la rótula. Este aumento de la sobrecarga en puntos específicos, a lo largo del tiempo, tiene consecuencias sobre la estructura del tejido condral, provocando un ablandamiento y posterioragrietamiento.
Signos y síntomas más comunes
Es importante recordar que la condropatía no siempre es sintomática, es decir, no siempre se acompaña de dolor. Pero cuando el paciente presenta síntomas, estos suelen caracterizarse por dolor en la región anterior de la rodilla, más concretamente alrededor o incluso detrás de la rótula, de inicio insidioso (lento y sin episodios traumáticos específicos).
El dolor tiende a aparecer o aumentar durante las actividades diarias que implican mayores demandas articulares como subir y bajar escaleras o rampas, estar de pie durante mucho tiempo, uso prolongado de tacones altos, ponerse en cuclillas, saltar y correr, o también puede surgir cuando el individuo pasa largos períodos de tiempo sentado con la rodilla doblada (lo que se conoce como señal de película).
También es frecuente la presencia de 'ruidos' (chasquidos o también llamados crepitantes) de la rodilla, que se producen principalmente al ponerse en cuclillas y levantarse, y pueden o no ir acompañados de dolor. Y otro síntoma que puede asociarse con la condropatía es la eventual hinchazón de la rodilla después de actividades más vigorosas como los deportes.
La enfermedad del cartílago se clasifica básicamente en cuatro grados, que se dividen en niveles progresivos de gravedad.
En síntomas compatibles con el grado 1 de la patología, el individuo puede sentir una sensación de 'arena' dentro de la rodilla, con crujidos, cansancio y dolor en las piernas, que muchas veces comienzan a hincharse, sin embargo, ya que estos síntomas pueden pasar desapercibidos es común, la enfermedad progresa rápidamente al grado 2.
Entonces, las molestias (dolor constante concomitante con grietas más fuertes) comienzan a aparecer durante la práctica de una actividad física, mientras se usa tacones altos todo el día o incluso sentado durante unas horas. En el tercer grado, penúltimo de la enfermedad, el individuo comienza a evitar algunas actividades para evitar molestias. Y debido a que comienza a influir en la funcionalidad y la calidad de vida, es en esta etapa donde se busca la mayor ayuda de un especialista. En esta etapa de la enfermedad, el uso de tacones altos, subir y bajar escaleras y practicar deportes de impacto son actividades extremadamente complicadas y dolorosas.
La condromalacia de grado 4 es muy grave. El desgaste es intenso, el hueso subcondral ya está expuesto y el dolor en esta fase puede ser invalidante.
Diagnóstico y exámenes 
El diagnóstico específico de lesión del cartílago se realiza únicamente mediante imágenes de la rodilla, más concretamente mediante resonancia magnética nuclear (RMN), que es capaz de mostrar en detalle el tejido condral y los grados de afectación de esta estructura.
Sin embargo, cuando el individuo presenta dolor en la región anterior de la rodilla (síndrome de dolor patelofemoral), el diagnóstico es clínico y se realiza durante la consulta con un profesional de fisioterapia especializado.
La valoración se basa en la recogida de información clínica del paciente, antecedentes de la enfermedad, características de los síntomas como la graduación del dolor, momentos en los que el dolor aparece con mayor intensidad, movimientos que despiertan síntomas y si hay dolor durante la palpación para valorar las estructuras. afectado. Además, una valoración de la fuerza de los músculos de la cadera y la rodilla (los principales responsables de la estabilización y absorción de las cargas que pasan por los miembros inferiores) y un análisis biomecánico del paciente durante las pruebas funcionales como sentadillas, saltos, carrera y También se realiza caminar.
La resonancia magnética no solo confirma la presencia de condropatía, sino que también ayuda en el diagnóstico de otros posibles cambios asociados, como tendinopatías, displasia troclear (región del fémur que se articula con la rótula) y hofitis (inflamación del tejido graso en la región anterior de la rodilla).
Sin embargo, es importante destacar que existen casos en los que se presenta condromalacia rotuliana sin causar dolor ni molestias, así como casos en los que se presenta dolor anterior de rodilla sin que el paciente tenga una lesión condral. Por tanto, para un correcto diagnóstico es fundamental una evaluación detallada por parte de un profesional de fisioterapia.
Condropatía rotuliana en la rodilla de la mujer
La mayor incidencia de condromalacia rotuliana se da en mujeres y esto posiblemente se deba a factores estructurales, fisiológicos y culturales.
Los estudios demuestran que algunos grupos musculares (cuádriceps y glúteos) de las mujeres, al compararlos con los hombres, presentan cierto retraso en su activación durante algunas actividades. Esto hace que el impacto en las articulaciones de las mujeres al realizar un salto, por ejemplo, sea mucho mayor.
Además, el hecho de que la pelvis de las mujeres sea más ancha que la de los hombres hace que sus rodillas se proyecten un poco más hacia adentro, lo que puede cambiar el ajuste de la articulación femororrotuliana y, en consecuencia, generar una sobrecarga, especialmente en la región lateral de la rótula.
Además de que la estructura física de la mujer es diferente a la de los hombres, las mujeres están expuestas a cambios hormonales más intensos y a diferentes hábitos de la vida cotidiana como el uso de tacones altos, muchas veces obligatorio por parte de la profesión, que también pueden contribuir a sobrecargar las rodillas.
Condropatía rotuliana en deportistas
Actualmente se sabe que la condromalacia es una enfermedad que también está presente en individuos sedentarios o mínimamente activos, pero durante mucho tiempo esta enfermedad solo se relacionó con deportistas. Esto se debe a que el nivel de sobrecarga que generan los deportes de alto rendimiento o alto impacto en las articulaciones que soportan el peso corporal, como la rodilla, es inconmensurable.
En general, los deportistas están expuestos a una mayor sobrecarga articular como resultado del alto nivel de entrenamiento y las competiciones que tienen altos impactos, rangos extremos de movimiento de las rodillas, exceso de volumen e intensidad de entrenamiento. Esta mayor exposición a estas variables conlleva mayores riesgos para el desarrollo de lesiones en el cartílago rotuliano.
Este riesgo puede y debe minimizarse a través de una rutina que involucre ejercicios destinados a fortalecer, ganar potencia y resistencia muscular, mejorar el control motor y las estrategias de movimiento enfocándose en la prevención de esta y otras enfermedades que puedan surgir como consecuencia de una alta sobrecarga.
 Deformidad del ojal: lesión del tendón extensor central del dedo
Qué es?
También conocida como dedo de ojal, esta enfermedad es una deformidad característica del dedo en la que la articulación interfalángica proximal del dedo (su abreviatura es IFP) se flexiona hacia abajo y la articulación interfalángica distal (su acrónimo es IFD) se hiperextiende.
Causas
La deformidad del ojal es causada por una lesión en el tendón extensor central del dedo. La mayoría de las veces ocurre por traumatismo y el mecanismo es la flexión de la articulación interfalángica proximal con el dedo en extensión. Poco después del traumatismo, y durante unos días, el paciente consigue extender la PIP gracias a la acción de los tendones extensores laterales. Luego, la cabeza de la falange proximal penetra entre los tendones extensores laterales, como si fueran un “ojal”, de ahí el nombre dedo en el ojal.
Este tendón a menudo se lesiona cuando un dedo extendido se flexiona con fuerza o se mueve hacia la palma de la mano, o por una laceración en el dorso del dedo cerca de la articulación proximal. Esta enfermedad también puede surgir como consecuencia de una artritis inflamatoria u osteoartritis, lo que puede resultar en un debilitamiento y estiramiento de los tejidos que estabilizan el mecanismo extensor.
Síntomas
Los síntomas más comunes incluyen inflamación y sensibilidad en la articulación del dedo medio. En lesiones graves o en casosque no se tratan rápidamente, el dedo puede flexionarse en la posición característica de un ojal. En casos de deformidad aguda, la articulación proximal no permanece en la posición normal por sí sola, solo es posible con la ayuda de la otra mano. En casos de deformidad crónica, la articulación puede volverse rígida y permanecer en esta posición flexionada, por lo que es imposible enderezarla incluso con el uso de la fuerza de la otra mano.
 Descalcificar y osteoporosis
La descalcificación es la pérdida de calcio de los huesos de los seres vivos. Es la descalcificación la que causa la osteoporosis. Con esto los huesos se debilitan, volviéndose frágiles con cualquier golpe.
La osteoporosis es una enfermedad en la que hay una disminución de la masa ósea, lo que hace que los huesos sean más frágiles, aumentando el riesgo de fractura. En la mayoría de los casos, la osteoporosis no da lugar a signos o síntomas, y el diagnóstico se realiza después de la aparición de fracturas, por ejemplo.
La osteoporosis está muy asociada con el envejecimiento, ya que con el paso de los años el cuerpo pierde progresivamente su capacidad de metabolizar y absorber calcio, por ejemplo. Sin embargo, algunos hábitos de estilo de vida también pueden influir en la aparición de osteoporosis, como el sedentarismo, la mala alimentación y el consumo de alcohol.
Aunque esta enfermedad no tiene cura, el tratamiento se puede realizar con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona y reducir el riesgo de fracturas y enfermedades asociadas. Es importante que la persona tenga un estilo de vida saludable, con ejercicio físico regular, y el médico también puede recomendar el uso de suplementos o medicamentos que ayuden en el proceso de reabsorción de calcio y formación de masa ósea.
Los síntomas de la osteoporosis
La osteoporosis suele ser asintomática y, por lo tanto, suele identificarse a través de una fractura de un hueso después de un ligero impacto, por ejemplo. Además, una reducción de la altura de 2 o 3 centímetros y la presencia de hombros caídos o jorobado pueden ser indicativos de osteoporosis.
Con base en la evaluación de los síntomas, el médico puede indicar la realización de una prueba de imagen que indique la pérdida de masa ósea, densitometría ósea. Esta prueba se puede realizar anualmente o cada 2 años después del diagnóstico de osteoporosis para ajustar la dosis del medicamento.
Principales causas
La osteoporosis es una enfermedad muy relacionada con el envejecimiento, siendo más común en mujeres después de los 50 años debido a la menopausia. Otras causas que pueden favorecer el desarrollo de la osteoporosis son:
Disfunción tiroidea;
Enfermedades autoinmunes;
Deficiencia de calcio;
Estilo de vida sedentario;
Dieta nutricionalmente pobre;
De fumar;
Alcoholismo;
Deficiencia de vitamina D.
Estas situaciones hacen que el cuerpo no funcione correctamente, lo que provoca un desequilibrio entre la formación y la destrucción de los huesos, lo que los hace frágiles y más propensos a fracturarse. Por lo tanto, las personas a las que se les haya diagnosticado alguno de estos cambios deben ser controladas por un médico para prevenir el desarrollo de osteoporosis.
 Enfermedad de Kienbock
La enfermedad de Kienbock es una afección en la que uno de los huesos pequeños que forman la muñeca, conocido como hueso semilunar, no recibe la cantidad necesaria de sangre y, por lo tanto, comienza a deteriorarse, provocando dolor constante en la muñeca y dificultad para mover o cerrar la mano. por ejemplo.
Este cambio puede aparecer a cualquier edad, sin embargo, es más común entre los 20 y los 40 años y rara vez afecta a ambas muñecas al mismo tiempo.
Aunque no existe una cura definitiva para la enfermedad de Kienbock, se pueden utilizar algunas formas de tratamiento, como la cirugía o los medicamentos, para aliviar la presión sobre el hueso y aliviar los síntomas.
Cómo confirmar el diagnóstico
El dolor que produce la enfermedad de Kienbock se confunde a menudo con el síndrome del túnel carpiano y por ello es recomendable consultar a un ortopedista para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado.
Para hacer el diagnóstico, el médico puede ordenar algunas pruebas de diagnóstico, como una radiografía de la muñeca y una resonancia magnética. Estos exámenes también facilitan la valoración del grado de evolución del problema:
Etapa 1: en esta etapa, la radiografía suele ser normal, pero la resonancia magnética indica una falta de circulación al hueso;
Etapa 2: el hueso semilunar comienza a endurecerse debido a la falta de circulación y, por lo tanto, aparece más blanco que los otros huesos de la muñeca en la radiografía;
Etapa 3: en esta etapa el hueso comienza a romperse y, por lo tanto, los exámenes pueden mostrar las diversas piezas en la ubicación del hueso y el cambio en la posición de los huesos circundantes;
Etapa 4: es la etapa más avanzada en la que partes del hueso semilunar deterioran los huesos circundantes, lo que provoca el desarrollo de artritis en la muñeca.
A medida que avanza la enfermedad, el dolor en la muñeca se vuelve más intenso y los movimientos se vuelven más difíciles. Por lo tanto, conocer la etapa le permite al médico elegir la opción de tratamiento más adecuada.
 Enfermedad ósea de Köhler
La enfermedad ósea de Köhler es la muerte (necrosis) del escafoides del tarso (un hueso en el arco del pie) debido a la pérdida de suministro de sangre en esa región.
La enfermedad ósea de Köhler es una osteocondrosis, que es un grupo de trastornos de la placa de crecimiento óseo que ocurren cuando un niño está creciendo rápidamente. Los médicos no saben qué causa la osteocondrosis, pero los trastornos parecen ser un problema familiar. La enfermedad de Osgood-Schlatter, la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes y la enfermedad de Scheuermann son otros tipos de osteocondrosis.
La enfermedad ósea de Köhler es causada por un suministro de sangre insuficiente al hueso navicular del tarso. Este suministro de sangre insuficiente causa necrosis y colapso del hueso navicular del tarso. Se desconoce la causa de este suministro insuficiente de sangre.
La enfermedad ósea de Köhler generalmente afecta a niños de tres a cinco años de edad (más comúnmente a los niños) y generalmente afecta solo un pie. El pie se hincha y se vuelve doloroso y el arco del pie se vuelve sensible. Cargar pesas y caminar aumenta la incomodidad y la forma de caminarDiagnóstico de la enfermedad ósea de Köhler
Diagnóstico de la enfermedad ósea de Köhler
Rayos X
Las radiografías del pie muestran que el hueso navicular está inicialmente aplanado y endurecido. Luego se rompe en fragmentos antes de curarse y endurecerse nuevamente en hueso. Las radiografías que comparan el lado afectado con el lado no afectado ayudan a evaluar la progresión de la enfermedad. (andar) del niño se ve afectada.
 
 Enfermedad de Paget del hueso
La enfermedad ósea de Paget es un trastorno esquelético crónico en el que áreas del hueso experimentan un recambio anormal, lo que resulta en áreas de hueso expandido y ablandado.
La composición y formación de los huesos aumentan, lo que resulta en huesos más gruesos pero más débiles de lo normal.
Los síntomas pueden estar ausentes o pueden incluir dolor óseo, deformidad ósea, artritis y compresión nerviosa dolorosa.
Las radiografías pueden indicar anomalías óseas.
Se tratan el dolor y las complicaciones y se pueden administrar bisfosfonatos.
La enfermedad de Paget puede afectar cualquier hueso, pero los huesos más comúnmente afectados son los huesos de la pelvis, el muslo (fémur) y el cráneo. Los huesos de la espinilla (tibia), la columna vertebral (vértebras), el cuello cervical (clavícula) y la parte superior del brazo (húmero) se ven afectados con menos frecuencia.
La enfermedad de Paget rara vez se presenta en personas menores de 40 años. En los Estados Unidos, alrededor del 1% de las personas mayores de 40 años padecen la enfermedad y suprevalencia aumenta con la edad. Sin embargo, la prevalencia de la enfermedad parece estar disminuyendo. Los hombres tienen un 50% más de probabilidades que las mujeres de desarrollar la enfermedad. La enfermedad de Paget es más común en Europa (excluyendo Escandinavia), Australia y Nueva Zelanda.
La enfermedad ósea de Paget es un trastorno esquelético crónico en el que áreas del hueso experimentan un recambio anormal, lo que resulta en áreas de hueso expandido y ablandado.
La composición y formación de los huesos aumentan, lo que resulta en huesos más gruesos pero más débiles de lo normal.
Los síntomas pueden estar ausentes o pueden incluir dolor óseo, deformidad ósea, artritis y compresión nerviosa dolorosa.
Las radiografías pueden indicar anomalías óseas.
Se tratan el dolor y las complicaciones y se pueden administrar bisfosfonatos.
La enfermedad de Paget puede afectar cualquier hueso, pero los huesos más comúnmente afectados son los huesos de la pelvis, el muslo (fémur) y el cráneo. Los huesos de la espinilla (tibia), la columna vertebral (vértebras), el cuello cervical (clavícula) y la parte superior del brazo (húmero) se ven afectados con menos frecuencia.
La enfermedad de Paget rara vez se presenta en personas menores de 40 años. En los Estados Unidos, alrededor del 1% de las personas mayores de 40 años padecen la enfermedad y su prevalencia aumenta con la edad. Sin embargo, la prevalencia de la enfermedad parece estar disminuyendo. Los hombres tienen un 50% más de probabilidades que las mujeres de desarrollar la enfermedad. La enfermedad de Paget es más común en Europa (excluyendo Escandinavia), Australia y Nueva Zelanda.
Causas de la enfermedad ósea de Paget
Normalmente, las células que descomponen los huesos viejos (osteoclastos) y las células que forman huesos nuevos (osteoblastos) trabajan en equilibrio para mantener la estructura y la integridad de los huesos. En la enfermedad de Paget, tanto los osteoclastos como los osteoblastos se vuelven hiperactivos en algunas áreas del hueso, y la velocidad a la que los huesos se degradan y reconstruyen (llamada remodelación ósea) en estas áreas aumenta significativamente. Las áreas hiperactivas aumentan, pero a pesar de ser grandes, son estructuralmente anormales y débiles.
En la mayoría de las personas, se desconoce la causa de la enfermedad de Paget. El trastorno tiende a ser hereditario. Las anomalías genéticas, específicas e identificadas contribuyen a aproximadamente el 10% de las personas con la enfermedad de Paget; y otras anomalías genéticas probablemente contribuyan a otras. Además, alguna evidencia sugiere que hay un virus involucrado. Sin embargo, no hay evidencia de que sea contagioso.
Complicaciones
La complicación más común de la enfermedad ósea de Paget es
Osteoartritis (una enfermedad de las articulaciones)
La osteoartritis se desarrolla en hasta el 50% de las personas y puede surgir en articulaciones cercanas al hueso afectado.
Las fracturas tienden a ocurrir más fácilmente de lo normal en los huesos involucrados, porque estos huesos están debilitados por la enfermedad de Paget. Estas fracturas se denominan fracturas patológicas.
El hueso demasiado crecido puede comprimir los nervios y otras estructuras que pasan a través de pequeñas aberturas. El canal espinal puede estrecharse y comprimir la médula espinal.
En casos raros, se desarrolla insuficiencia cardíaca, ya que el aumento del flujo sanguíneo al hueso afectado ejerce una presión adicional sobre el corazón. Debido a que el flujo de sangre a los huesos afectados es inusualmente alto, estos huesos pueden sangrar excesivamente durante la cirugía. El hueso afectado se vuelve canceroso en hasta el 1% de las personas que padecen la enfermedad de Paget. Las personas cuya enfermedad progresa hasta convertirse en cáncer de huesos a menudo desarrollan osteosarcoma (un tumor maligno de los huesos).
En muy raras ocasiones pueden producirse niveles elevados de calcio en sangre (hipercalcemia) en personas postradas en cama con enfermedad de Paget.
Síntomas de la enfermedad ósea de Paget
En general, la enfermedad de Paget no produce ningún síntoma. Sin embargo, puede haber dolor óseo, agrandamiento o deformidad ósea. El dolor de huesos puede ser profundo, punzante y ocasionalmente intenso, y puede empeorar durante la noche. Los huesos en crecimiento pueden comprimir los nervios y causar más dolor. En caso de osteoartritis, las articulaciones son dolorosas y rígidas.
Otros síntomas varían según los huesos afectados.
El cráneo puede aumentar de tamaño y dar una apariencia prominente a las cejas y la frente (llamada protuberancia frontal). Una persona puede notar este aumento cuando es necesario usar un sombrero más grande. El crecimiento de los huesos del cráneo puede dañar el oído interno (cóclea) y, en consecuencia, causar pérdida de audición y mareos. El crecimiento de los huesos del cráneo puede comprimir los nervios y causar dolores de cabeza. Las venas del cuero cabelludo pueden abultarse, posiblemente debido al aumento del flujo sanguíneo a los huesos del cráneo.
Los huesos de la parte superior del brazo, el muslo o la pantorrilla pueden verse arqueados y tienen un mayor riesgo de fractura porque el hueso está debilitado por la enfermedad de Paget. Las vértebras pueden agrandarse, colapsarse o ambas cosas porque los huesos afectados por la enfermedad de Paget están débiles. Las vértebras debilitadas pueden resultar en pérdida de altura, postura encorvada o pellizco de los nervios de la médula espinal, causando dolor, entumecimiento o debilidad.
Diagnóstico de la enfermedad ósea de Paget
Rayos X
Análisis de sangre
gammagrafía ósea
La enfermedad de Paget a menudo se descubre accidentalmente cuando se realizan radiografías o pruebas de laboratorio por otras razones. De lo contrario, la sospecha diagnóstica de la enfermedad de Paget se basa en los síntomas y el examen físico.
El diagnóstico de la enfermedad ósea de Paget puede confirmarse mediante radiografías que muestren los cambios característicos de la enfermedad de Paget y mediante una prueba de laboratorio para determinar los niveles sanguíneos de fosfatasa alcalina (una enzima involucrada en la formación de hueso), calcio y fosfato.
La gammagrafía ósea (una gammagrafía con radionúclidos que utiliza tecnecio) revela qué huesos están afectados.
Pronóstico de la enfermedad ósea de Paget
El pronóstico para las personas con enfermedad de Paget es, en su mayor parte, muy bueno. Sin embargo, las pocas personas que desarrollan cáncer de huesos tienen un pronóstico desfavorable. Las personas que desarrollan otras complicaciones poco frecuentes, como insuficiencia cardíaca o compresión de la médula espinal, también pueden tener un pronóstico desfavorable, a menos que el tratamiento de estas complicaciones sea oportuno y exitoso.
 ESTENOSIS ESPINAL
La estenosis espinal es una afección causada por el estrechamiento del canal espinal. En términos médicos, la estenosis se refiere a un estrechamiento o constricción de un conducto o pasaje.
Causas
Los cambios en el tamaño o la forma del canal espinal generalmente ocurren como resultado del envejecimiento. Por lo general, hay suficiente espacio en las aberturas de los huesos de la columna para acomodar las fibras nerviosas que se ramifican desde la médula espinal. Sin embargo, cuando se reduce el tamaño de estas aberturas (debido al crecimiento excesivo de hueso o tejido adyacente), puede ocurrir compresión nerviosa.
El estrechamiento que ocurre con la estenosis espinal también puede afectar la médula espinal al invadir el espacio disponible en el canal espinal.
Las estructuras adyacentes a la columna también pueden verse afectadas de las siguientes formas:
Los ligamentos espinales pueden engrosarse y endurecerse
Los huesos y las articulaciones (a menudo afectados por la osteoartritis) pueden aumentar de tamaño; se pueden desarrollar espolones óseos
Los discos pueden dilatarse o colapsarse
Las vértebras pueden salirse de su lugar.
Síntomas
El estrechamiento del canal espinal puedeinterferir o ejercer presión sobre las raíces nerviosas y la médula espinal, causando dolor e incomodidad.
Los síntomas de la estenosis espinal en el cuello son muy similares a los de una hernia de disco. Sin embargo, mientras que la hernia de disco es un evento agudo, la estenosis es un proceso de enfermedad crónica y de progresión lenta. Los pacientes que tienen estenosis cervical grave pueden experimentar un dolor agudo, parecido a una descarga eléctrica, especialmente cuando flexionan el cuello y apuntan la barbilla hacia el pecho. La estenosis espinal puede causar entumecimiento, debilidad, sensación de ardor, hormigueo y una sensación de "hormigueo" en los brazos.
Los pacientes con estenosis espinal en la espalda a menudo informan dolor en las nalgas o una sensación de "hormigueo" en el muslo o la pierna, que se produce al estar de pie (extensión) o al caminar. La incomodidad generalmente se alivia inclinando el cuerpo hacia adelante (flexionando) o descansando. En algunos casos, los pacientes se quejan de dolor de espalda además de dolor y debilidad en las piernas.
Factores de riesgo
Alguna degeneración en la columna ocurre en todas las personas que envejecen, pero la gravedad de los síntomas depende del tamaño de su canal espinal y del grado de invasión nerviosa. La tasa de deterioro varía mucho de una persona a otra y no todo el mundo experimentará síntomas.
 
 Necrosis avascular
La necrosis avascular es la muerte del tejido óseo debido a la falta de suministro de sangre. También llamada osteonecrosis, puede provocar pequeñas roturas en la estructura trabecular y un eventual colapso del hueso. Las fracturas del cuello del fémur y las dislocaciones de la articulación de la cadera pueden interrumpir el flujo sanguíneo a alguna zona de la cabeza del fémur. La necrosis avascular también se asocia con el uso prolongado de dosis altas de medicamentos esteroides y el consumo excesivo de alcohol. Cualquiera puede verse afectado, pero la afección es más común en personas de entre 30 y 50 años.
Síntomas
Muchas personas no presentan síntomas en las primeras etapas de la necrosis avascular. A medida que la afección empeora, la articulación afectada solo puede doler cuando el paciente soporta el peso. Con la evolución, el dolor puede estar presente incluso en reposo.
El dolor puede ser leve o severo y generalmente se desarrolla gradualmente. El dolor causado por la necrosis avascular de la cadera, como en la osteoartritis, puede centrarse en la ingle, el muslo o la nalga.
Los pacientes a menudo desarrollan necrosis avascular en ambos lados (bilateralmente).
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Causas
La necrosis avascular ocurre cuando se interrumpe o reduce el flujo sanguíneo a alguna región de la cabeza del fémur, es un infarto con isquemia de la zona correspondiente. Esta reducción de flujo puede deberse a:
→ Traumatismo articular o óseo Las lesiones como fracturas y dislocaciones pueden dañar los vasos sanguíneos cercanos. Los tratamientos contra el cáncer que involucran radiación también pueden debilitar los huesos y dañar los vasos sanguíneos.
→ Depósitos de grasa en los vasos sanguíneos. La grasa (lípidos) puede bloquear el flujo en los vasos sanguíneos pequeños.
→ Ciertas enfermedades Las afecciones médicas, como la anemia de células falciformes y la enfermedad de Gaucher, también pueden causar una disminución del flujo sanguíneo.
En aproximadamente el 25% de las personas con necrosis avascular, se desconoce la causa de la interrupción del flujo sanguíneo.
Factores de riesgo 
→ Trauma
Las lesiones, como una dislocación o fractura de cadera, pueden dañar los vasos sanguíneos regionales y reducir el flujo sanguíneo.
→ Uso de esteroides
El uso de altas dosis de corticosteroides, como prednisona, es una causa común de necrosis avascular. Se desconoce el motivo, pero una hipótesis es que los corticosteroides pueden aumentar los niveles de lípidos en sangre y reducir el flujo sanguíneo.
→ Uso excesivo de alcohol
Beber bebidas alcohólicas a diario durante varios años también puede provocar depósitos de grasa en los vasos sanguíneos.
→ El uso de bisfosfonatos
El uso prolongado de medicamentos para aumentar la densidad ósea puede contribuir al desarrollo de osteonecrosis de la mandíbula. Esta rara complicación ha ocurrido en algunas personas tratadas con dosis altas de estos medicamentos contra el cáncer, como el mieloma múltiple y el cáncer de mama metastásico.
→ Ciertos tratamientos médicos
La radioterapia para el cáncer puede debilitar el hueso. La necrosis avascular puede estar relacionada con los trasplantes de órganos, especialmente el riñón.
Las condiciones médicas asociadas con la necrosis avascular incluyen:
→ Pancreatitis
→ Diabetes
→ Enfermedad de Gaucher
→ VIH / SIDA
→ Lupus eritematoso sistémico
→ Anemia de células falciformes
PREVENCIÓN
→ Control del alcohol El consumo excesivo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de necrosis avascular.
→ Mantenga bajos los niveles de colesterol. La grasa es la sustancia que más obstruye los vasos óseos.
→ Controle el uso de esteroides. El daño óseo relacionado con los esteroides parece empeorar con ciclos repetidos de esteroides en dosis altas.
→ Fumar. Fumar aumenta el riesgo

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