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Capítulo 1 Introducción al estudio de las ciencias fisiológicas Objetivos de aprendizaje Al finalizar el capítulo, el estudiante: 1. Define la fisiología humana y su importancia en las ciencias de la salud. 2. Define la “vida” e identifica sus características fundamentales. 3. Compara los diferentes niveles de complejidad del ser humano. 4. Explica la interacción de cada uno de los niveles en el ser humano saludable. 5. Reconoce las ciencias relacionadas al estudio de la fisiología y las integra. 6. Argumenta la importancia del estudio de la fisiología de manera integrativa y explicativa en la campo de las ciencias de la salud. 7. Evalúa la necesidad de realizar mediciones para el conocimiento de las funciones fisiológicas. 8. Establecer la importancia del desarrollo de sus propias competencias en los conocimientos fisiológicos aplicados a la medicina. SECCIÓN I Bases teóricas y metodológicas de la Fisiología Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 1 Introducción al estudio de las ciencias fisiológicas “De hecho, hay dos cosas, ciencia y opinión. El primero engendra conocimiento, el último ignorancia” Hipócrates de Cos (460 a. C. – 370 a. C.) Una persona es capaz de sobrevivir en una gran variedad de condiciones ambientales, ya sea en las selvas tropicales, en lugares muy altos en las montañas, ciudades muy pobladas o desiertos, soportando el calor de un verano en Mexicali o el frío de un invierno en el Polo Sur. Esto es así porque una persona puede ambientarse a cambios de altitud mientras escala el monte Everest a 8.848 metros sobre el nivel del mar o resistir una maratón de 42 km. Asimismo, podríamos peguntarnos por qué una persona tiene hipertensión por consumir sal en exceso, mientras que otras no; por qué algunas personas se salvan de un infarto de miocardio mientras que otras no, o por qué un diabético necesita inyectarse insulina mientras que otros diabéticos no lo necesitan. Para comprender lo que sucede en nuestro cuerpo, tanto en salud como en enfermedad, debemos saber que el mismo tiene una gran capacidad para “resistir” a los cambios que se producen en su interior y en su entorno, minimizando así los efectos de los cambios que puedan ocurrir. Cuando estos cambios ya no son soportados por el cuerpo, se presenta la enfermedad con alteraciones importantes en una o varias funciones que pueden ser completamente resueltas, dejarnos con diversos grados de secuelas o terminar con nuestra vida. Esta capacidad del cuerpo humano de resistir a los cambios de diferente manera es lo que denominamos “homeostasis”, eje central o “paradigma” de nuestro estudio. Sin embargo, es vital comprender que la función del cuerpo humano implica, nada más y nada menos, a los procesos que hacen a la vida misma. Por ello, ninguna rama de las ciencias biológicas, como la anatomía o la bioquímica, es tan compleja Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 2 como la fisiología, ya que tiene como objetivo saber cómo funciona el cuerpo humano en su conjunto y, por ende, cuándo funciona mal. Justamente, la fisiología humana tiene por objeto explicar el funcionamiento del cuerpo, desde los mecanismos moleculares a nivel celular hasta los procesos del organismo como unidad que se desarrollan para poder vivir bien. En esta difícil tarea de comprender la función y el comportamiento del cuerpo humano, tanto en salud como en enfermedad, se hace hincapié en el estudio de los mecanismos; es decir, el “cómo” y cuyas respuestas involucran secuencias de causa y efecto. Así, la fisiología proporciona bases sólidas para el conocimiento avanzado del cuidado de la salud del individuo y es de esperarse que existan detalles complejos que deban comprenderse para alcanzar las competencias básicas en Medicina. Costanzo afirma que “la Fisiología es una de las asignaturas principales de los estudios en Ciencias de la Salud y, sobre todo, de Medicina, porque describe el funcionamiento normal de todos los sistemas del cuerpo, por lo cual, los estudiantes deben tener muy claro, cuál es el funcionamiento normal antes de tratar de entender la disfunción. Por esta razón, la fisiología es la base de la fisiopatología y de la medicina interna. Sin embargo, la conexión real entre la fisiología y la clínica es la fisiopatología” (Generación Elsevier, 2014). Para aprender fisiología hay que tener muchas ganas de estudiar, ya que se trata de entender cómo se coordinan e integran todos los procesos vitales para dar lugar a un ser vivo individualizado, capaz de interaccionar con su entorno inmediato y con sus semejantes. La fisiología (del griego “physis”, naturaleza y “logos”, estudio o tratado1) es la “ciencia que estudia el funcionamiento normal de un organismo vivo y las partes que lo componen, incluidos sus procesos químicos y físicos”. En este sentido, Guyton explica que cada tipo de vida, desde el virus más simple (luego veremos si el virus “vive o no”) hasta el complicado ser humano, posee sus propias características funcionales, por lo que la mayoría de las funciones fisiológicas pueden separarse en fisiología vírica, fisiología bacteriana, fisiología celular, fisiología de sistemas o fisiología humana entre otras, como, por ejemplo, fisiología del desarrollo, que explica el funcionamiento del organismo desde la célula germinal de 1 Tratado: Obra escrita que trata extensa y ordenadamente sobre una materia determinada. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 3 cada progenitor hasta el adulto resultante ya que el desarrollo humano es un proceso continuo que se inicia con la fecundación y termina con la muerte (Hall y Hall, 2021). Justamente, es importante insistir que el desarrollo humano comienza con la fecundación en la fertilización cuando un ovocito (ovum) de la mujer es fertilizado por un espermatozoide (espermatozoon) del hombre, dando origen a los múltiples cambios que transforman una sola célula, el cigoto, en un ser humano multicelular (Moore, Persaud y Torchia, 2016, p. 1). Según Hall y Hall (2021) “La fisiología es la ciencia que pretende explicar los mecanismos físicos y químicos responsables del origen, desarrollo y progresión de la vida” (p. 3). Asimismo, Fox (2013) afirma que “la fisiología humana es el estudio de cómo funciona el cuerpo humano, con énfasis en los mecanismos específicos de causa y efecto” (p. 2). Por su parte, Boulpaep y Boron (2017) dicen que “la fisiología es el estudio dinámico de la vida, describe las funciones «vitales» de los organismos vivos y sus órganos, células y moléculas” (p. 2). Para algunos, la fisiología es el funcionamiento de la persona en su conjunto, de manera integrativa (p. ej., fisiología del ejercicio); pero para muchos médicos la fisiología puede ser la función de un sistema individual de órganos, como el sistema cardiovascular (fisiología cardiovascular para el cardiólogo), respiratorio (fisiología respiratoria para el neumólogo) o gastrointestinal (fisiología gastrointestinal para el gastroenterólogo), etc. Para otros, la fisiología puede centrarse en los principios celulares que son comunes al funcionamiento de todos los órganos y tejidos, lo cual da lugar a lo que tradicionalmente se ha denominado fisiología general, término que se ha sustituido actualmente por el de fisiología celular y molecular (Boulpaep y Boron, 2017). De forma similar, la fisiología médica se ocupa de la funciona el cuerpo humano en las enfermedades; es decir, que se ocupa de las funciones fisiológicas que se ven afectadas frente a procesos que producen malfuncionamiento de órganos y sistemas de forma interrelacionadas, desde el nivel de sistemas hasta el nivel nuclear de la célula (ADN). Por ejemplo, un malfuncionamiento del corazón que lleva a una “insuficiencia cardíaca”puede causar un efecto patológico primario como la caída del gasto cardíaco que, de forma parecida a una reacción en cadena, da lugar a una serie de efectos secundarios como el aumento de la volemia (volumen sanguíneo) y Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 4 acumulación de líquido en el intersticio de distintas regiones del cuerpo (edema intersticial), a modo de respuesta fisiológica. En este sentido, la fisiología médica proporciona una perspectiva global del cuerpo humano, mediante una comprensión integrada de diversos procesos desde el nivel de las moléculas y las células, hasta el organismo completo. Para Delgado (2005), “la fisiología es la ciencia que estudia los procesos fisicoquímicos que ocurren en los seres vivos, y entre éstos y su entorno” (p. 3); mientras que Raff y Levitzky (2011), afirman que la fisiología es la “ciencia que estudia la función de los organismos, cuyo objeto es explicar cómo los sistemas, las células, e incluso las moléculas, interactúan para mantener una función normal” (p. 1). De manera similar, Silverthorn (2019) dice que “la fisiología es el estudio del funcionamiento normal de un organismo vivo y las partes que lo componen, incluidos sus procesos químicos y físicos” (p. 2); mientras que Rhoades y Bell (2018), afirman que “la fisiología humana es la ciencia que explica cómo las células, los tejidos y los órganos interactúan, para permitir al cuerpo funcionar mientras enfrenta cambios internos y externos” (p. 25). Así, una faceta importante de la fisiología es revisar cómo los diferentes aparatos y sistemas corporales se integran para mantener la salud óptima y la supervivencia del individuo. Todos los conocimientos de los mecanismos que subyacen a la función corporal fueron obtenidos mediante la experimentación científica. Mientras que la anatomía estudia la estructura del cuerpo humano, la fisiología estudia su funcionamiento, por lo cual ambos son complementarios y no pueden separarse por completo. Esto es así dado que, cuando se estudia una estructura, se quiere saber qué hace; por tanto, la fisiología da significado a la anatomía, mientras que, a la inversa, la anatomía es lo que hace posible la fisiología. Para una comprensión más profunda del cuerpo humano, partimos del estudio anatómico a través de la disección (el corte y la separación cuidadosos de tejidos para descubrir sus relaciones). Sin embargo, muchos conocimientos de la estructura humana se han obtenido de la anatomía comparada, que es el estudio de más de una especie para examinar las similitudes y diferencias estructurales con el objeto de analizar las tendencias evolutivas, dado que muchas de las razones para la estructura humana sólo se aprecian al observar la estructura de otros animales; pero, en ciencias Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 5 de la salud, la disección no es el mejor método para estudiar a una persona viva, dado que cualquier rotura de las cavidades corporales representa un riesgo. Por ello, casi todas las cirugías exploratorias se han reemplazado con técnicas de imágenes que son métodos que permiten ver el interior del cuerpo sin necesidad de cirugía como la radiología, endoscopía, tomografía, etc. Entonces, para el estudio de la fisiología se requiere del conocimiento básico de la estructura macroscópica y microscópica del cuerpo humano, hasta el nivel molecular. A la estructura que puede verse a simple vista mediante observación de la superficie, radiología o disección, se le denomina anatomía macroscópica, pero si consideramos que las funciones del cuerpo son, en última instancia, resultado de sus células individuales, se pueden tomar muestras de los tejidos que se segmentan finamente y se les aplican colorantes para la observación mediante un microscopio. En este caso, la histología (anatomía microscópica) se ocupa del estudio las estructuras microscópicas sin alteraciones (Brüel et al., 2015), mientras que la histopatología explora los tejidos bajo el microscopio en busca de alguna alteración determinada por alguna enfermedad (Saladin, 2018). A nivel celular, la citología estudia la estructura y la función de células individuales, a nivel molecular (ultraestructura) mediante un microscopio electrónico y otras técnicas más complejas. Respecto al estudio del funcionamiento del cuerpo en todos sus niveles, vimos que la fisiología requiere de la experimentación para descubrir, describir y explicar las funciones, pero el gran inconvenientes es que, en la mayoría de los casos, no es posible experimentar con seres humanos; por ello, mucho de lo que sabemos hoy en día proviene de la fisiología comparada que estudia como las diferentes especies han resuelto problemas vitales como el balance hidroelectrolítico, la respiración y la reproducción, entre muchos otros procesos. La fisiología comparada, además, es la base para el desarrollo de nuevos medicamentos y procedimientos médicos, dado que debe demostrarse, mediante la investigación experimental, que el medicamento o la práctica quirúrgica en animales confiere beneficios al ser humano a expensas de riesgos aceptables para la salud de las personas. Por su parte, cuando se quiere saber cómo se alteran los mecanismos normales del funcionamiento corporal por causa de una enfermedad, se hace uso de la fisiopatología, ciencia que se complementa perfectamente con la fisiología. Un claro ejemplo es la aplicación de una técnica estándar para investigar el funcionamiento de un órgano mediante la observación de lo que sucede cuando un Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 6 órgano se extirpa quirúrgicamente de un animal de experimentación o cuando su función se altera de una manera específica en estos sistemas de experimentación. Estos estudios, a menudo son auxiliados por los “experimentos naturales” (enfermedades) que involucran daños específicos para el funcionamiento de un órgano o sistema, ya sea en animales o en el ser humano. Por su parte, la farmacología es la ciencia que aprovecha los conocimientos de la fisiología para estudiar los mecanismos de acción de un fármaco, la respuesta del organismo y los cambios que se producen a lo largo del tiempo. De aquí se desarrollan otras áreas de investigación médica orientadas a la terapéutica clínica, cuyos conocimientos se utilizan para mejorar las funciones fisiológicas del cuerpo en personas sanas o para “restaurar artificialmente” alguna función que se ha desviado de la “normalidad” y evitar así desenlaces que pueden ser mortales. Es por ello que, mediante la aplicación del método experimental y el razonamiento crítico (pensamiento), el estudiante debe ejercitarse en la resolución de problemas fisiológicos en esta etapa preclínica, los cuales son la base para los estudios fisiopatológicos y las indicaciones diagnósticas y terapéuticas que sustentan la etapa clínica. Además de estudiar los fundamentos teóricos y prácticos de la fisiología, también se requiere aprender a realizar una correcta evaluación de la persona sana, lo cual da inicio al pensamiento clínico, correlacionando la estructura a través del examen visual o inspección del aspecto del cuerpo, base de la exploración física, incluyendo la palpación para percibir la estructura con las manos, la auscultación de los sonidos naturales producidos por el cuerpo (como los cardiacos y los pulmonares) y la percusión mediante pequeños golpes al cuerpo para percibir una resistencia normal y el sonido emitido en busca de signos de alteraciones como bolsas de líquido o aire en lugares que no deben existir normalmente. Todo esto forma parte de la exploración del “paciente” sano. La fisiología, como toda disciplina científica, trata de explicar los fenómenos que ocurren en la naturaleza de los seres vivosy, por ende, debe basarse en hechos demostrados a través de la investigación experimental. Esto implica delinear una manera sistemática de buscar similitudes, diferencias y tendencias en la naturaleza, y desarrollar generalizaciones útiles a partir de hechos observables, mediante un razonamiento que proporcione información confiable, objetiva y comprobable acerca de la naturaleza. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 7 En este sentido, el método científico es el procedimiento para descubrir las condiciones en que se presentan sucesos específicos, caracterizado por ser tentativo, verificable, de razonamiento riguroso y de observación empírica. No se basa en la opinión de “expertos” o los gustos y deseos de las personas; sino en la observación cuidadosa, el razonamiento lógico y análisis honesto de las observaciones y conclusiones de una investigación. Aunque la aplicación de dicho método comprende técnicas diferentes, todas comparten tres atributos: 1) confianza en que el mundo natural, incluido todo lo relacionado con los humanos, es explicable en términos entendibles; 2) descripciones y explicaciones del mundo natural que se basan en observaciones y que podrían ser modificadas o refutadas por otras observaciones, y 3) humildad, o la disposición a aceptar errores. Si el estudio adicional diera conclusiones que refutaran toda una idea o parte de la misma, la idea tendría que modificarse consecuentemente (Fox, 2014, p. 2-3). En el caso de las ciencias de la salud, resulta importante comprender esto, dado que este campo está sembrado con muchas “teorías pseudocientíficas” y se han llevado a cabo más fraudes que en cualquier otra área de las ciencias. Un caso grave es el del cardiólogo italiano Piero Anversa de la Universidad de Harvard, quien publicó en 2001 que las células cardíacas pueden regenerarse a partir de células madre. Desde entonces, publicó más de treinta investigaciones en las que una y otra vez demostraba la eficacia de la terapia con células madre para resolver la insuficiencia cardíaca luego de infartos. Dado que otros investigadores no pudieron jamás reproducir sus hallazgos, investigaciones realizadas en el Hospital de Brigham and Women de Boston, junto a la Facultad de Medicina de Harvard, encontraron un fraude en el cual 31 artículos académicos se publicaron con datos falsificados o simplemente inventados (Ozkan, 2019). Todo lo que en las ciencias biomédicas se dice y se hace, debe estar debidamente comprobado, ya que sus consecuencias pueden ser catastróficas. Siempre es necesario juzgar cuáles aseveraciones son verdaderas y cuáles son falsas en el campo de las ciencias de la salud, así como en cualquier área de la vida. Para hacer estos juicios dependemos de una apreciación de la forma en que piensan los científicos, cómo establecen las normas sobre lo que es verdadero y por qué sus aseveraciones son más confiables que otras. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 8 Un método utilizado en las ciencias es el método inductivo (Kassirer, Wong y Kopelman, 2011), que implica el proceso mediante el cual se hacen numerosas observaciones, hasta que se adquiere confianza para realizar generalizaciones y predicciones a partir de ellas. Por ejemplo, lo que se sabe de anatomía es producto del método inductivo, pues se describe la estructura normal del cuerpo con base en observaciones de muchos cuerpos (cadáveres) y luego se supone (con bases científicas) que todos los organismos de la misma especie son similares, aunque existan algunas variaciones comprobables. Mediante el método inductivo, es probable considerar que una conclusión está comprobada, más allá de la duda razonable, cuando se llegó a ella por métodos de observación confiables, se probó y confirmó de manera repetida y no se halló que fuera falsa mediante cualquier observación creíble. Este método es el que sustenta cualquier estudio estadístico poblacional, como el que se realiza en ciencias de la salud. Por ello, en cualquier ciencia, todo lo verídico es tentativo o provisorio, no hay espacio para el dogma (creencias subjetivas sin demostración), u opinión, y siempre se debe estar preparado para abandonar cualquier teoría si aparece otra nueva que supera a lo anterior y mejora el conocimiento de la realidad de manera completamente verificable. En general, el conocimiento fisiológico se adquirió por el método hipotético- deductivo, mediante el cual un investigador empieza por plantear una interrogante y formular una hipótesis, una especulación informada o una respuesta posible a la pregunta científica (Kassirer, Wong y Kopelman, 2011). Posteriormente, se deducen sus consecuencias o proposiciones más elementales que la propia hipótesis, y se verifica la verdad de los enunciados deducidos comparándolos con la experiencia. Este método obliga al científico a combinar la reflexión racional o momento racional (la formación de hipótesis y la deducción) con la observación de la realidad o momento empírico (la observación y la verificación) (Echegoyen, s.f.). Una buena hipótesis (del griego, “hipo”, por debajo y “tesis”, conclusión que se mantiene con razonamiento) debe ser compatible con lo que ya se sabe y contar con posibilidades de ser demostrada (o ser refutada) con pruebas. La refutación científica (falsacionismo) implica que cuando se asegura que algo es científicamente verdadero, se debe tener capacidad de especificar qué prueba se realizaría para demostrar que es incorrecto. Cualquier cosa que no fuera posible refutar como incorrecta, entonces no sería científica. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 9 La finalidad de una hipótesis consiste en sugerir un método para responder una pregunta y, a partir de ella, un investigador hace una deducción, por lo general en forma de predicción: “si… entonces…”. Por ejemplo, si se aumenta el consumo de sal, entonces aumenta la volemia y, por ende, la presión arterial (relación causa- efecto). En este sentido, un experimento realizado de manera apropiada permitirá observaciones que apoyen una hipótesis, o bien, hagan que los científicos la modifiquen o la abandonen, formulen una mejor hipótesis y la prueben. Como expresan Esper y Machado (2008), el continuo crecimiento de las áreas de interés de la medicina y el vertiginoso incremento de sus recursos técnicos y metodológicos, tanto en lo relativo a las ciencias básicas como en lo que concierne a la medicina asistencial, han incrementado la complejidad de la investigación médica en las últimas décadas. En tal sentido, el auge de los estudios clínicos aleatorizados, los mega ensayos, el metaanálisis, el concepto de “medicina basada en la evidencia” y el notable desarrollo de los métodos y modelos de la estadística, son algunos de los factores que, junto con los avances tecnológicos y un intercambio y difusión cada vez más activos de los conocimientos entre todos los estratos de la sociedad, han situado a la investigación en un escenario dominante dentro del quehacer médico. Esto no quiere decir que el médico sea un investigador, ni siquiera científico, sino que debe aprender las bases de las ciencias para poder comprender los resultados de investigaciones que otros publican y saber si son adecuados utilizarlos en la práctica clínica o no. El producto más importante de la investigación en fisiología es la comprensión del funcionamiento del organismo que se expresa por medio de datos, teorías y leyes. Un dato científico es el valor que toma una variable en una unidad de análisis y da información que cualquier persona capacitada científicamente puede verificar de manera independiente. Por ejemplo, obtener una concentración de hierro sérico (ferremia) de 80 g/dl en un varón de 25 años, nos estaría indicando unaprobable deficiencia de hierro que desencadena una anemia. Una teoría (del griego, “theōría”, que viene, a su vez, del vocablo griego “theorein”, observar) es una colección de principios, conceptos o proposiciones sobre algo que nos interesa estudiar porque nos preocupa y que facilita su explicación causal, predicción o intervención. Una teoría se constituye por un conjunto de hipótesis comprobadas científicamente y es fundamental no confundir con una conjetura, que, en el mejor Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 10 de los casos, es una suposición no verificada consistente con datos basados en creencia, en experimentos no repetibles, anécdotas, opinión popular o “sabiduría de los antiguos”, lo cual conduce a falacias que son razonamientos que parecen tener un argumento válido, pero no son válidos. Las teorías se basan en mecanismos, proceso responsable del fenómeno natural estudiado, y patrones que son fenómenos repetibles y predecibles. Algunas teorías tienen nombres, como la “teoría celular”, la teoría del “mosaico líquido de las membranas celulares” y la “teoría del filamento deslizante de la contracción muscular o teoría de la cremallera”. Sin embargo, muchas carecen de denominación (nombre). La finalidad de una teoría es resumir lo que ya se sabe y, además, sugerir direcciones para estudios adicionales y ayudar a pronosticar qué resultados deberán obtenerse si la teoría es correcta. Por otra parte, las personas que no han recibido instrucción en ciencias, tienden a hacer un mal uso de la palabra “teoría” para designar lo que sería una hipótesis que requiere una contrastación con la experimentación científica, e implica al menos una relación entre dos variables. Incluso estas ni siquiera son hipótesis sino conjeturas que con suerte podrían llegar a formar parte de una hipótesis. Existen diferentes tipos de hipótesis según el nivel de investigación; por ejemplo, una hipótesis correlacional sería “A mayor actividad física, mayor es la producción de testosterona”; una hipótesis explicativa sería “Los niveles elevados de metales pesados en los peces azules producen disrupción del eje gonadal frente a un alto consumo”; mientras que una hipótesis descriptiva sería “Existe un alto consumo de metilfenidatos en estudiantes de …”. Cuando las teorías han sido ampliamente demostradas y son generalizables, entonces toman el rango de ley natural, las cuales permiten una generalización acerca de las maneras predecibles en que se comportan la materia y la energía. Es resultado de un razonamiento inductivo basado en observaciones repetidas y confirmadas. Algunas leyes se expresan como aseveraciones verbales concisas, como la ley del apareamiento de bases complementarias: “en la doble hélice de ADN, la adenina siempre se une con la tiamina y la guanina siempre lo hace con la citosina”. Otras leyes se expresan como fórmulas matemáticas, como la ley de Boyle, aplicada en la fisiología de la respiración: “bajo condiciones específicas, el volumen de un gas (V) es inversamente proporcional a su presión (P); es decir: V 1/P”. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 11 Es importante aclarar que las leyes establecen relaciones, pero no tratan de explicarlas, mientras que esa es la función de las teorías, en este caso sería la “teoría molecular cinética de los gases”. Un principio (del latín, “principium”) es un postulado esencial que permite el desarrollo de los estudios científicos, y a las reglas más importantes que determinan el modo de pensar y de actuar de las personas, conocida también como “norma”. En general, los principios son verdades lógicas, fundamentales y entendibles. En las ciencias biomédicas2, los científicos se apoyan en el principio de la causalidad natural, el cual dice que “todos los hechos pueden rastrearse hasta causas naturales que, potencialmente, pueden ser conocidos y comprendidos por todos”. Los conceptos (del latín, “conceptus”) son construcciones mentales mediante los cuales comprendemos las experiencias acerca del mundo circundante y se valen del lenguaje para su formalización y comunicación. Los conceptos requieren de un marco referencial de una disciplina (científica, técnica) y forman parte de un sistema conceptual. Una proposición (del latín, “propositio”) científica es un producto lógico del pensamiento humano que se expresa mediante un lenguaje formal (como la notación matemática) o un lenguaje técnico (por ej., la hipoxia tisular es la causa del infarto del tejido en cuestión). Todo lo anterior se utiliza para explicar un fenómeno fisiológico mediante la configuración de “modelos de la realidad”, que no son la realidad misma debido a que es imposible conocerla en su totalidad, pero constituyen descripciones formales (herramientas científicas) que relacionan elementos y que están basados en hipótesis ya que una ley natural es una descripción. Por tanto, las leyes no gobiernan el universo, simplemente lo describen. Por otra parte, también existen supuestas teorías que, en realidad, son “enunciados falsos”, pero verosímiles, que aparecen en medicina y que, en el peor de los casos, incluso los profesionales de la salud lo utilizan. 2 Las ciencias biomédicas engloban al conocimiento y la investigación que es común a los campos de la medicina como la odontología y las biociencias como bioquímica, inmunología, química, biología, histología, genética, embriología, anatomía, fisiología, patología, ingeniería biomédica, zoología, botánica y microbiología. Por ende, se relaciona con la práctica de la medicina y aplica todos los principios de las ciencias naturales en la práctica clínica, mediante el estudio e investigación de los procesos fisiopatológicos, considerando desde las interacciones moleculares hasta el funcionamiento dinámico del organismo a través de las metodologías aplicadas en la biología, química y física. Las ciencias biomédicas pretenden trasladar y aplicar los avances en investigación básica en el campo de la medicina, con el objetivo de entender mejor y tratar con más eficacia las enfermedades y mejorar la calidad de vida global. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 12 Un ejemplo de enunciado falaz es el que podemos encontrar en algunos blogs o portales de dudosa reputación como el siguiente: “se ha demostrado que beber agua tibia o caliente con limón, siempre que no se tenga ningún problema de salud y no se abuse en exceso, mejora la circulación resulta un aliado contra los resfriados, reduce el dolor y desintoxica el cuerpo. También se ha confirmado que tiene efectos mayores a la hora de perder peso estimulando el metabolismo si se bebe antes de una comida hasta un 10 por ciento más que el agua fría. Asimismo, se ha verificado que las bebidas calientes, como el café o el té, son importantes aliados a la hora de controlar el estrés.”3. ¿Qué podemos sacar en conclusión acerca de ello? ¿Qué tipo de falacia es la que se utiliza en este enunciado? El estudio de la fisiología no se basa en memorizar enunciados, definiciones y leyes, sino en comprender como funciona el cuerpo humano sano, lo cual requiere abordar el estudio de la fisiología desde la complejidad de sus niveles de organización. El organismo es un individuo único, completo y autómata derivado de funciones complejas que dependen de su organización estructural. En general, los organismos se clasifican en tres dominios que son: Bacteria, Archaea y Eukarya. (Curtis et al., 2016). Según esta clasificación, los seres humanos pertenecemos al dominio Eukarya, reino Animalia, filo Chordata, subfilo Vertebrata y clase Mammalia. Todos los organismos tienen un nombre científico en latín con dos partes, formado por un género y una especie; el binomio para los seres humanos es Homo sapiens(del latín, “homo”, hombre y “sapiens”, sabio). En comparación con otros organismos, los seres humanos tenemos varias características distintivas como la postura erecta, locomoción bípeda (capacidad de caminar en dos piernas) y un cerebro grande y bien desarrollado, que permite habilidades analíticas y pensamiento complejo que lo convierte en un “ser racional”. De este modo, para el estudio de la fisiología humana se requiere una exploración del cuerpo humano desde los componentes básicos de toda materia; es decir, de los átomos y las moléculas, a la persona en su totalidad (de lo más pequeño a lo más grande). Estructuralmente, varios niveles de organización son los que hay que escalar para comprender la complejidad del organismo humano, estudiando sus 3 Artículo publicado en “La nueva España” (28.08.2018): ¿Es realmente bueno tomar agua con limón en ayunas? https://www.lne.es/vida-y-estilo/salud/2018/08/28/realmente-bueno-agua-limon-ayunas/2339763.html https://www.lne.es/vida-y-estilo/salud/2018/08/28/realmente-bueno-agua-limon-ayunas/2339763.html Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 13 interrelaciones y sus funciones, primero en el nivel correspondiente y luego, en relación con los demás niveles. Justamente allí radica su complejidad. No es el objetivo de este apartado desarrollar las características funcionales de cada nivel, sino de ponerlos en perspectiva para abordar la complejidad de las funciones fisiológicas. Nivel atómico. Los seres vivos, al igual que cualquier cosa que existe en el universo conocido, estamos compuestos por partículas denominadas átomos, que constituyen las unidades básicas de la materia más pequeñas, que participan en reacciones químicas y tiene las propiedades de un elemento químico. La materia es todo aquello que ocupa lugar en el espacio y posee masa; por ende, los seres vivos forman parte de los sistemas materiales (materia viva). Dicha materia, está compuesta por átomos que, a su vez, están formados por partículas cargadas positivamente o protones, partículas cargadas negativamente o electrones y partículas neutras o neutrones. Los átomos están constituidos por un núcleo en donde se localizan los protones y neutrones, y los electrones se mueven “alrededor” del núcleo atómico con trayectorias a través de orbitales específicos. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 14 Las sustancias son elementos “puros” ya que no pueden degradarse ni descomponerse en dos o más sustancias diferentes y tiene propiedades químicas únicas. Existen 91 elementos naturales en la Tierra, de los cuales 24 de ellos participan en la fisiología de los seres humanos. Seis de los elementos representan el 98,5% del peso corporal: carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P) y calcio (Ca). El 0,8% corresponde a otros seis elementos: azufre (S), potasio (K), sodio (Na), cloro (Cl), magnesio (Mg) y hierro (Fe). El resto de los 12 elementos representa 0,7% del peso corporal, y ninguno de ellos, por sí solo, representa más de 0,02%, por lo que se les conoce como oligoelementos. A pesar de sus cantidades mínimas, los oligoelementos juegan papeles vitales en la fisiología, mientras que otros elementos que no tienen una misión fisiológica natural pueden contaminar el cuerpo y alterar de manera profunda sus funciones, como sucede en la intoxicación por metales pesados plomo (Pb) o mercurio (Hg). Muchos de estos elementos se les clasifica como minerales que son elementos inorgánicos que las plantas extraen del suelo y los introducen a la cadena alimenticia de los seres humanos y otros organismos. Los minerales constituyen casi 4% del peso corporal humano; alrededor de ¾ partes de los minerales son de Ca y P; el resto es sobre todo de Cl, Mg, K, Na y S. Estos elementos contribuyen de manera importante a la estructura corporal. Los huesos y dientes están formados sobre todo por cristales de calcio, fosfato, magnesio, fluoruro y iones de sulfato. Muchas proteínas contienen S y el P es un componente importante de ácidos nucleicos, ATP y membranas celulares. Los minerales también posibilitan las funciones de enzimas y otras moléculas orgánicas. El yodo (I) es un componente de las hormonas tiroideas, así como el Fe lo es de la hemoglobina y muchas enzimas. Por su parte, algunas enzimas sólo funcionan cuando tienen manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu) u otros minerales unidos a ellas. Los electrólitos, necesarios para las funciones nerviosa y muscular son sales minerales (Saladin, 2018). Nivel molecular. En la mayor parte de la materia viva, los elementos no aparecen de manera aislada en estado puro, sino que dos o más de ellos se unen para generar combinaciones químicas denominadas compuestos, que pueden degradarse o descomponerse para dar lugar a los elementos que forman parte de ellos. Los átomos pueden unirse para compartir electrones y formar moléculas (del latín “molecula”, masa) de dos o más átomos. Estas moléculas forman un grupo de sustancias eléctricamente neutro y suficientemente estable, compuesto por dos o más Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 15 átomos en una configuración definida, unidos por enlaces químicos fuertes (covalentes o enlace iónico). La composición de los seres vivos incluye moléculas orgánicas relativamente simples como la glucosa, urea, glicerol, aminoácidos, etc., y otras más complejas como el ácido desoxirribonucleico (ADN), ácido ribonucleico (ARN), glucógeno y proteínas como la hemoglobina, entre otros. También forman parte de su composición moléculas inorgánicas como el dióxido de carbono (CO2), el cloruro de sodio (NaCl) y otras sales fundamentales para la función normal. Si bien los seres vivos somos orgánico, también necesitamos moléculas inorgánicas vitales como el agua, que representa entre un 50 y 95% de una célula. Los procesos vitales, como el crecimiento y el desarrollo, utilizan miles de reacciones químicas en las que moléculas muy diversas vibran y giran, interaccionan, colisionan y se reorganizan en moléculas nuevas. Estas reacciones están catalizadas por enzimas y se organizan en rutas bioquímicas que consisten en una serie de reacciones en las que una molécula específica se convierte en un producto final. Justamente, estas rutas bioquímicas en su conjunto dan lugar a lo que se denomina “metabolismo” (del griego “metabole”, cambio, “ismo”, proceso), que ocurre solo en los seres vivos, además de que existen procesos que pueden regular dicho metabolismo, a pesar de la variabilidad de sus ambientes interno y externo, dando lugar a la homeostasis (McKee y McKee, 2014). Nivel de orgánulos. Este nivel está conformado por los organelos u organelas, en cuyo caso las moléculas se combinan para formar estas estructuras que conforman a la célula. La propiedad de adición de estas estructuras es lo que permite la vida de la célula. Las organelas no pueden sobrevivir fuera de la célula, ni la célula puede vivir sin organelas. Las organelas pueden ser membranosas que son sacos o canales especializados, formados por membrana celular, mientras que las no membranosas no están formadas por membrana, sino por filamentos proteicos. Dentro de las organelas membranosas están la membrana celular, el núcleo celular, las mitocondrias, retículo endoplásmico, el aparato de Golgi y las vesículas; mientras que las no membranosas corresponden a los ribosomas, citoesqueleto, centríolo, cilios, flagelos y el nucleolo. Todas ellas efectúan funciones particulares y vitales para la célula (Patton y Thibodeau, 2013). Nivel celular. La célula (del latín “cellula”, hueco) es la unidad estructural y funcional básica de un organismo. Son las unidades más pequeñas capaces de llevar a cabo todos los procesos vitales, por lo cual, no haynada más simple que una célula y que se le considere vivo, dado que solo en éstas se observa automaticidad; es decir, Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 16 una capacidad para desarrollarse, mantenerse en un ambiente determinado, reconocer y responder a estímulos y reproducirse para perpetuar la especie. Casi todas las células humanas tienen un tamaño microscópico y su diámetro oscila entre 7,5 micrómetros (μm) (hematíes) y 150 μm (óvulo) y, como sucede con otras estructuras anatómicas, las células poseen un tamaño o una forma determinados porque están destinadas a desempeñar una actividad especializada. Por ejemplo, una determinada célula nerviosa puede tener prolongaciones filamentosas de más de un metro de longitud. Esta célula es especial para transmitir impulsos nerviosos de una región del cuerpo a otra. Las células musculares están especializadas en contraerse o acortarse, mientras que otros tipos de células pueden cumplir funciones de secreción o de protección (Patton y Thibodeau, 2013). Según la teoría celular, 1) la célula es la unidad básica de la vida; 2) todos los organismos están compuestos por una o más células; 3) las células se originan en células preexistentes, siendo idéntica a estas, genética, estructural y funcionalmente; 4) las células producen toda la materia viva; 5) el material genético requerido para el mantenimiento de las células existentes y para la generación de nuevas células pasa de una generación a otra; 6) las reacciones químicas de un organismo, es decir, el metabolismo, se realizan en las células (Martínez, Pardo y Riveros, 2018). Si bien las células se diferencian mucho en su estructura y función, todas (sean bacterias, hongos, parásitos, vegetales o animales) están rodeadas por una membrana que controla el intercambio de numerosas sustancias químicas con el entorno, la cual también participa en la respuesta de la célula al ambiente extracelular. Si se separan los componentes de una célula, se detiene el funcionamiento vital, lo cual demuestra que los seres vivos dependen del mantenimiento de su integridad estructural ya que su metabolismo requiere interacciones entre un conjunto enorme de moléculas dentro de las células y entre ellas. Esto da lugar, a su vez, al procesado de información (información biológica) que se expresa en forma de mensajes codificados, incluidos en la estructura tridimensional característica de las biomoléculas. Por ejemplo, la información genética almacenada en las secuencias lineales de nucleótidos del ADN denominadas genes, especifica a su vez la secuencia lineal de aminoácidos de las proteínas y de qué forma y cuándo se sintetizan esas proteínas. Una vez sintetizadas, las proteínas realizan su función al interactuar con otras moléculas determinada por su estructura tridimensional, única de cada proteína, que le permite unirse e interactuar con otras moléculas específica que tienen una estructura complementaria. Así, la información se transfiere durante el proceso de Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 17 unión, como ocurre, por ejemplo, con la molécula de insulina, que es una proteína sintetizada por el páncreas de los vertebrados y se une a receptores específicos de insulina en la superficie de células determinadas para desencadenar la captación de la molécula nutriente glucosa (McKee y McKee, 2014). Nivel tisular. Cuando las células de la misma naturaleza se agrupan para desempeñar una determinada función, aparece el nivel tisular. La estructura y las propiedades específicas de los tejidos dependen de factores como la naturaleza del medio extracelular que rodea a las células y las conexiones entre las células que componen el tejido. Hay solo cuatro tipos básicos de tejido denominados epitelial, conectivo, muscular y nervioso. El tejido epitelial cubre las superficies corporales, reviste los órganos huecos y los conductos, y forma glándulas. El tejido conectivo sostiene y protege los órganos, almacena grasa y ayuda a conferir inmunidad al organismo contra agentes agresores. El tejido muscular se contrae para generar movimiento y responde a cambios del medio externo o interno del organismo. El tejido nervioso detecta cambios del medio interno o externo del organismo y responde a ellos. Los cuatro tipos básicos de tejidos en el cuerpo humano contribuyen a la homeostasis mediante el cumplimiento de diversas funciones como protección, soporte, comunicación intercelular y resistencia contra las enfermedades, entre otras (Tortora y Derrickson, 2018). Nivel de órganos. Un órgano es una estructura constituida por dos o más tejidos diferentes, trabajando conjuntamente para realizar funciones definidas. Tienen límites anatómicos precisos y es posible distinguirlos a simple vista de las estructuras adyacentes (por disección o técnicas de imagen). Cada órgano se distingue por una morfología, tamaño, aspecto y localización exclusivos en el cuerpo humano y cada uno de ellos puede identificarse por el patrón de los tejidos que lo integran. El estómago, el corazón, el hígado, los pulmones, el cerebro y la piel son ejemplos de órganos. Sin embargo, algunos órganos se encuentran dentro de otros (los órganos grandes, que son visibles a simple vista, a menudo contienen órganos más pequeños que sólo son visibles al microscopio) como la piel, que es el órgano más grande del cuerpo e incluye miles de órganos más pequeños (cada pelo, uña, glándula, nervio y vaso sanguíneo de la piel es un órgano). Asimismo, un solo órgano puede formar parte de dos sistemas. Por ejemplo, el páncreas pertenece a los sistemas endocrino (por sus secreciones endócrinas) y digestivo (por sus secreciones exocrinas). Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 18 Nivel de sistemas. El nivel sistémico consiste en órganos relacionados con una función común. Un ejemplo de sistema es el aparato digestivo, que degrada y absorbe los alimentos. Sus órganos comprenden la boca, las glándulas salivales, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas. El cuerpo humano se compone de once sistemas o aparatos principales: tegumentario, esquelético, muscular, nervioso, endocrino, circulatorio, linfático/inmunitario, respiratorio, digestivo, urinario y reproductivo. Nivel de organismo. El organismo humano vivo es mucho más que la suma de las partes que lo integran, dado que consiste en un conjunto de estructuras interactivas bajo una extraordinaria coordinación que puede sobrevivir y prosperar en un entorno, muchas veces muy cambiante (Patton y Thibodeau, 2013). El cuerpo humano es capaz de reproducirse, replicando su información genética, repararse y sustituir continuamente las partes desgastadas o dañadas, además que también logra mantener, de forma relativamente constante y predecible, un gran número de variables necesarias para que disfrutemos de una existencia sana y productiva. Por ello, es el máximo nivel que conforma a un individuo con vida, donde todos nuestros sistemas del organismo trabajan en conjunto para mantener la vida de manera “adecuada”. Si bien el estudio de los procesos fisiológicos se centra en el nivel de organismo, donde se integran todos los mecanismos que hacen al ser vivo, es importante comprender que el organismo humano (individuo) se encuentra en directa interacción con los demás organismos influyendo unos sobre otros en diferentes niveles de la vida; es por ello que el estudio de la fisiología no puede dejar de lado al nivel de población de igual especie. ATOMOS MOLECULAS ORGANELA CELULA TEJIDO ORGANO SISTEMA Y APARATO ORGANISMO POBLACIÓN DE IGUAL ESPECIE ECOSISTEMA DE DISTINTAS ESPECIES BIOSFERA QUIMICA BIOLOGIA MOLECULAR BIOLOGIACELULAR FISIOLOGIA ECOLOGIA Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 19 La fisiología va más allá del organismo e incluye el estudio de los organismos de igual especie en su entorno. Los individuos de una misma especie, que habitan una determinada área geográfica, constituyen una “población” y las diferentes poblaciones que habitan dicha área interactúan entre sí para formar una “comunidad”. Una comunidad junto con el medio en que vive constituye un “ecosistema” que es la unidad de organización fundamental de la “Ecología”. Por todo lo expuesto, dado que los niveles de complejidad biológica son tan amplios, los campos de estudio se han vuelto tan grandes que se ha tenido que dividir en varias disciplinas y, como se observa en el gráfico anterior, la fisiología abarca parte de la química y a la biología celular y molecular, a la vez de que se mezcla con parte de la ecología. Sin embargo, es importante advertir de que esta división no es más que artificial, dado que en la realidad no se pueden separar los procesos bioquímicos (estados “microscópicos” o microestados) de los procesos fisiológicos (estados macroscópicos o macroestados). La postura filosófica mecanicista dice que una amplia variedad de fenómenos son producto de la operación de mecanismos; sin embargo, rara vez, y solo en disciplinas tales como la física y la astronomía, es posible dar cuenta de leyes que sean universales o estadísticas, reemplazando “la ley”, cuyo dominio es infinito, por el de “regularidad estable”, cuyos mecanismos actúan de modo regular, pero con excepciones (Glennan, 2008). El cuerpo humano es una verdadera máquina compleja que se encuentra, en general, calibrada para la conservación de sus funciones en un equilibrio o balance denominado “homeostasis”. Estos complejos mecanismos actúan de manera coordinada y permiten que nuestro cuerpo conserve su estado de salud. Sin embargo, el cuerpo humano posee algo que ninguna otra máquina compleja construida por el hombre tiene y es “vida”. Sabemos que los organismos vivos poseen ciertas características que no se asocian con la materia inorgánica; al menos existe una “intuición” que nos dice que algo está vivo o no. Sin embargo, no se puede dejar librado a la intuición (que cada uno crea tener) para decir si alguna materia está viva. Son necesarios estudios científicos, rigurosos para definirlo adecuadamente. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 20 Según Patton y Thibodeau (2013), podría afirmarse que los organismos vivos se organizan o se mantienen por sí solos, mientras que las estructuras inertes no poseen tal capacidad denominada “autopoyesis” y significa que “se hace a sí mismo”. Han pasado siglos tratando de definir lo que exactamente es “vida”. Grandes pensadores, desde Aristóteles hasta Carl Sagan, lo han intentado, y hasta ahora nadie ha dado con una definición que satisfaga a todos. Esta no es una empresa menor ya que de su definición surgen problemas, médicos, morales, éticos, religiosos e incluso legales, y es justamente en fisiología donde necesitamos entender perfectamente lo que la vida es, pues nuestra unidad de estudio son los seres humanos vivos en condiciones normales, es decir, de salud. Justamente, dado que hasta el momento no se ha podido definir lo que la vida es, los biólogos tomaron las funciones de los seres vivientes como la definición de la vida y nos han enseñado que la vida se define a través de siete procesos: movimiento, respiración, sensibilidad, crecimiento, reproducción, excreción y nutrición. Si bien lo anterior es un inicio aceptable para una definición aproximada de “vida”, no es suficiente ya que pueden existir algunos ejemplos de “cosas” que pueden cumplir con varios de esos siete criterios, como es el caso de los “virus”. La ciencia ha determinado que los virus son un claro ejemplo de la “zona límite o gris” entre cosa y ser vivo, ya que no son células, no tienen metabolismo y se mantienen inertes hasta que encuentran una célula hospedera, pero luego los virus muestran características de los seres vivos dentro de la célula hospedera. Por ello, suele decirse que los virus no están vivos. Sin embargo, los virus poseen información codificada en su ADN (o ARN), lo cual quiere decir que pueden evolucionar y reproducirse (mantener un cierto grado de autopoyesis). Para algunos autores la característica más importante de la vida es el metabolismo celular, ya que por medio de éste los organismos pueden mantener su estructura y función. Para los biólogos moleculares, lo más importante es el ADN y la capacidad de replicarse que tenga dicho organismo. Para otros, los organismos vivos deben ser definidos desde la perspectiva ecológica, ya que ningún ser vivo puede vivir aisladamente, en tanto otros se inclinan hacia una perspectiva de carácter evolucionista (Herrero, 2006). Lehninger (1972) dice que las moléculas de la vida no difieren de aquellas del mundo no vivo en sus características químicas, pero sí en sus características biológicas las cuales están al servicio del organismo como un todo, excepto algunos compuestos que se excretan. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 21 Como vimos previamente, en cada nivel sucesivo de organización aparecen nuevas propiedades que no son intrínsecas de ninguna de las partes, como cuando las células vivas surgen de moléculas “sin vida”. En este sentido, las interacciones entre las partes producen lo que se denomina “propiedades emergentes” ya que la vida es algo más que la suma de sus partes (Starr et al., 2008). Dado que la fisiología estudia las características funcionales de los seres vivos, es conveniente abordar el significado de “vida”, o, al menos, delimitar los rasgos principales que la caracterizan. Aunque estudiemos la vida por la observación de los macroestados4 de los seres vivientes (la respiración, la circulación sanguínea, etc.), estos macroestados no son la vida (no es la vida la locomoción, ni la digestión ni otras características observables de un individuo). Por ello, los seres vivientes experimentamos vida, pero no somos la vida, ni se puede deducir de sus partes. Tampoco podemos decir que la estructura es la vida, ni que el conjunto de procesos realizados por las estructuras vivas es la vida. La capacidad de los seres vivientes para evitar su desorganización de forma “no-espontáneamente” (entropía)5 reside en un estado de la energía en el cual la diferencia fundamental está en la posición de sus respectivos “operadores”; es decir, mientras que el operador de las máquinas es externo a ellas, el operario de los seres vivientes está dentro de nosotros mismos, lo cual permite una autonomía completa del organismo para capturar la energía del ambiente y dirigirla; mientras que la máquina no puede tomar energía del ambiente por sí misma. Sin embargo, la vida no es la autonomía en sí misma, sino un estado de la energía que comunica autonomía temporal a los seres vivientes para establecer intervalos en la tendencia de su energía interna a ser dispersada o difundida (desorganización). Por ende, la autonomía es una característica de los seres vivientes, pero no es la vida, sino una propiedad conferida por la posición y el movimiento de la energía interna de los biosistemas. 4 El macroestado se refiere al estado del sistema determinado a partir de unos pocos parámetros o estados termodinámicos; es decir, descripción macroscópica del sistema. En el caso de los seres vivos se refiere a los parámetros como temperatura corporal, presión arterial, niveles de metabolito y electrolitos en los líquidos corporales, etc. 5 La entropía es una magnitud de la termodinámica como la temperatura, la densidad, la masa o el volumen. Se representa mediante la letra S y sirve para explicarpor qué algunos procesos físicos suceden de una determinada manera midiendo el grado de desorden de un sistema a nivel molecular. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 22 Por su parte, al observar materia viva, podemos asegurar que ninguna parte de la célula está viva por sí sola, pero si observamos a la célula completa, es posible asegurar que esta es la unidad fundamental donde empieza a expresarse vida. Por ello, para mantener sus funciones vitales, la célula debe estar separada del medio que lo rodea mediante membranas y paredes celulares que le permitan intercambiar materia y energía, tanto de entrada como de salida. De aquí es que la célula es un sistema abierto (ver más adelante) (Starr et al., 2008). La posición y los movimientos de la energía en un biosistema son los que generan las propiedades termodinámicas de los seres vivientes. La reproducción, la herencia y la evolución dependen de las estructuras moleculares, no de la vida. Cada clase de serie molecular confiere las propiedades específicas al macroestado que experimente esa clase de arreglo molecular. Así, observamos moléculas como el ADN que pueden almacenar información para el desarrollo de los seres vivientes; nucleótidos que pueden almacenar energía para favorecer otros procesos; proteínas que pueden ser excitadas por fotones para la captura de energía del ambiente, etc. Por su parte, aunque las estructuras son necesarias, las estructuras solas no son vida y ellas no confieren la vida, pero, para que un sistema dado experimente la vida, debe poseer un arreglo molecular definido. Además, para que la vida sea continuada, son necesarias estructuras específicas que puedan reproducirse y pueden establecer un rango de estabilidad de esa estructura específica. Por ejemplo, un trozo de Uranio 235 (235U), posee un gran potencial de energía, pero, por sí solo, no es capaz de administrarlo, principalmente porque un mineral no posee las condiciones necesarias para automantenerse, no opone resistencia ni se regenera, ni se opone al cambio de su estado preferente, principalmente porque carece de un sistema de arreglo de cargas que le otorguen capacidad para disponer su estructura de forma beneficiosa para sí mismo. Sin embargo, lo contrario ocurre con una célula, no posee gran cantidad de energía, pero puede hacer transformaciones de manera tal que puede administrar recursos para mantenerse funcionalmente y mantener, al menos por un tiempo, sus arreglos moleculares. Entonces, la dificultad para definir “qué es la vida” radica en que ésta no es una cosa que pueda tocarse, sino un estado que solamente puede describirse. Por su parte, si bien la vida está representada por los seres vivientes, no podemos decir que éstos sean la vida, pues al morir las estructuras continúan, al menos por un tiempo, pero como materia inerte (no viviente) aunque muchas células sigan “vivas” por horas o días. Por ende, no existe una definición de vida, sino que, a partir de observaciones directas e indirectas del estado térmico de las estructuras vivas, puede sugerirse Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 23 que “la vida es la dilación en la difusión o dispersión espontánea de la energía interna de las biomoléculas hacia más microestados6 potenciales” (Nahle, 2004). No obstante, se debe tener mucho cuidado en su interpretación dado que podríamos decir que todo aquello que mantiene su organización estaría vivo, por lo cual, si la vida fuera la resistencia ante el aumento de su entropía local, entonces toda la materia en este universo estaría viva. Una definición de “vida”, fue dada por Oró (2002), citado en Anaya y Vaca (2010), dice que “la vida es un estado dinámico de la materia organizada, caracterizada básicamente por su capacidad para la adaptación y evolución en respuesta a los cambios en el medio ambiente y en su capacidad para la reproducción que da lugar a nueva vida”. Según Mayr (2005), también citado en Anaya y Vaca (2010), “vivir es el conjunto de las actividades de los sistemas autoconstruidos, controlados por un programa genético” (p. 10). Por su parte, Peretó, (2005) dice que “un ser vivo es cualquier sistema autónomo con capacidades para usar la energía y la materia para sintetizar sus propios componentes, para construir una identidad separada del entorno, y con la capacidad para explorar nuevas funciones y relaciones con el ambiente para adaptarse a situaciones diversas en una forma casi ilimitada”. Estas dos últimas definiciones no dicen lo que la vida es sino como es la vida; sin embargo, Margulis y Sagan (1996) tratan de dar una definición de lo que “es la vida”, diciendo que “es un caos controlado y artístico, un conjunto de reacciones químicas tan abrumadoramente complejo que hace más de 80 millones de años produjo el cerebro mamífero que ahora, en forma humana, escribe cartas de amor y emplea ordenadores de silicio para calcular la temperatura de la materia en el origen del universo”. En definitiva, gracias a los métodos experimentales de la bioquímica, la investigación biológica actual ha establecido que todos los organismos se rigen por las mismas leyes químicas y físicas que el resto del universo (McKee y McKee, 2014), por lo cual podríamos decir que “la vida es un conjunto de características” que ayudan a distinguir a los seres vivos de los no vivos. Estas características incluyen: 6 El microestado un estado molecular el cual queda especificado si se conoce la posición y velocidad de cada molécula del sistema. En consecuencia, diferentes microestados corresponden al mismo macroestado. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 24 a) Organización: los seres vivos poseen un nivel de organización mucho mayor que los no vivos y gastan una gran cantidad de energía para mantener un cierto orden. Una alteración de tal organización se acompaña de enfermedad y, consecuentemente, la muerte del organismo. b) Composición: los seres vivos están compuestos principalmente por materia orgánica y presentan estructuras compartimentalizadas mediante membranas biológicas, lo cual favorece la división de trabajo especializado en la célula. c) Metabolismo: los seres vivos necesitamos consumir energía para realizar todas sus funciones vitales como mantener activos los órganos, impulsar los distintos fluidos corporales, mantener los potenciales celulares y las bombas iónicas de las membranas, movernos, etc. Esa energía la adquirimos en forma de energía química contenida en los alimentos y liberada, principalmente a través de procesos de oxidación, por lo cual requiere de consumo de oxígeno proveniente del aire mediante la respiración eterna o ventilación pulmonar. El metabolismo es el conjunto de procesos que sirven para transformar esa energía química en energía utilizable por el organismo, y llamamos tasa o ritmo metabólico a la cantidad de energía por unidad de tiempo consumida por un organismo para poder atender a todas sus funciones; es decir, una cantidad con dimensiones de potencia. La cantidad de energía consumida por unidad de tiempo cuando el individuo se encuentra en reposo se llama tasa metabólica basal (TMB) o tasa metabólica en reposo, que consta de dos clases de reacciones: i. Anabolismo: en el que se sintetizan moléculas de mayor complejidad a partir de otras más sencillas (p. ej., proteínas a partir de aminoácidos) con gasto de energía en forma de ATP. ii. Catabolismo: en el que se desdoblan o degradan moléculas de mayor complejidad en otras más sencillas (p. ej., digestión de proteínas). Inevitablemente, el metabolismo produce desechos químicos, algunos de los cuales son tóxicos para las células en caso de que se acumulen. Por ello, se requiere de excreción, que consiste en extraer desperdicios de los tejidos y eliminarlos(expulsarlos) del cuerpo. Las moléculas del organismo son sustituidas continuamente mediante la alimentación. A pesar de que cada persona percibe una continuidad en su personalidad y sus experiencias desde la infancia al presente, casi todo su cuerpo fue reemplazado en el último año. d) Irritabilidad: es la capacidad del organismo para percibir y reaccionar ante un estímulo (cambios internos o externos -entorno-, excitabilidad). Ocurre desde el nivel celular hasta el nivel de organismo. Por ello, incluye a todos los seres Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 25 vivos, desde las bacterias hasta el ser humano. La capacidad de respuesta es obvia sobre todo en los animales, porque sus células nerviosas y musculares son muy sensibles a los estímulos del entorno y transmiten con rapidez la información y las reacciones rápidas. Asimismo, casi todos los organismos vivos tienen la capacidad de desplazarse de un lugar a otro con propulsión propia y todos los organismos y células tienen, cuando menos, la capacidad de desplazar sustancias en su interior, como el paso de alimento por el tubo digestivo o el desplazamiento de las moléculas y los organelos de un lugar a otro de la célula. e) Desarrollo: es el cambio de forma y/o función que ocurra durante toda la vida de un ser vivo. En la mayoría de los organismos, ocurre mediante la diferenciación o transformación de las células no especializadas (inmaduras) en otras con funciones bien definidas, y el crecimiento a través de un aumento en el tamaño (hipertrofia) o el número (hiperplasia) celular. f) Reproducción: mediante copias de sí mismos y, así, transmitir sus genes a nuevos recipientes, más jóvenes. Si bien un virus (del latín, toxina o veneno) puede replicarse, solo puede hacerlo dentro de las células de otros organismos por lo cual no se lo considera un organismo vivo. g) Adaptación o evolución biológica: se refiere a la capacidad de los seres vivos de adecuarse al medio en el cual vive mediante cambios genéticos de una generación a otra en una especie determinada. Esta variación se debe a que las mutaciones (cambios en la estructura del ADN) son inevitables y a que las presiones selectivas del entorno propician mayor éxito reproductivo para algunos individuos que para otros. A diferencia de las demás características de la vida, la evolución sólo se aprecia en la población como un todo ya que ningún individuo evoluciona en el curso de su vida. h) Homeostasis: se refiere a la capacidad que tiene un ser vivo de mantener sus condiciones estables (dentro de ciertos parámetros) aunque cambie el entorno que lo rodea. A pesar del trabajo de los biólogos durante varios siglos, aún no hay una definición exacta de la “vida”. Gran parte de la dificultad para perfilar la naturaleza precisa de los seres vivos se debe a la inmensa diversidad del mundo biológico y al solapamiento aparente entre algunas propiedades de la materia viva y la inanimada (McKee y McKee, 2014). Si bien la biología es la ciencia que estudia a los seres vivos, no es factible que sea la única que pueda dar respuesta a la gran pregunta de “qué es la vida”, por lo cual es necesario que la ciencia en general se aboque a la búsqueda de una respuesta Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 26 adecuada. Esto es importante dado que, a raíz de todo lo expuesto, surge otra interrogante aparentemente simple. Si no sabemos qué es la vida, ¿cómo podemos saber que es la muerte? No pretendo en este texto alcanzar la definición de “vida” o “muerte”, pero sí es necesario tratar de entender cuál es nuestro objeto de estudio. A través de las características de la vida podemos ver que su estudio es complejo, y si pretendemos comprenderla en salud, mucho más complejo se vuelve en la enfermedad, dado que en la estructura esta la función y sin estas no existe la vida. Además, la ciencia ya ha determinado cuando hay vida y cuando empieza la vida humana, además de que la base de todo es el genoma. Función y proceso son dos conceptos relacionados en fisiología, pero, aunque parecen formar parte de las dos caras de una misma moneda, es posible estudiar procesos, especialmente en los niveles celular y subcelular, sin comprender la función en la vida del organismo, lo cual es un error. Cuando hablamos de función, nos referimos a una actividad particular de algo, a saber, qué hace un sistema, para que lo hace y cómo lo hace. Por ejemplo, para saber cómo funciona un músculo como el bíceps (órgano muscular esquelético), debemos saber primero su estructura macroscópica (forma, ubicación, tamaño, inserciones, etc.) y microscópica (células y tejidos que lo conforman) incluyendo el nivel ultraestructural (miofibrillas, miofilamentos, etc.). Pero, si nos centramos solo en sus partes, estaremos siendo reduccionistas. El enfoque reduccionista asegura que un sistema grande y complejo, como el del cuerpo humano, puede comprenderse mediante el estudio de sus componentes más simples. Si bien este método resulta ser muy importante aun en la actualidad por sus incuestionables resultados para el razonamiento científico, no es suficiente para comprender las funciones vitales de un sistema o del organismo completo, pero tampoco es desechable por más que las mentes pequeñas así lo deseen. Para ello, se debe hacer uso de un enfoque complementario denominado holismo. El enfoque holístico, afirma que el organismo como un todo, tiene “nuevas propiedades” que no son posibles pronosticar a partir de las propiedades de las partes separadas (el ser humano es más que la suma de sus partes). Estas son las denominadas “propiedades emergentes”. Por ejemplo, la vista es una propiedad emergente, como también lo es la percepción del color. Las emociones como el miedo, la ira y la ansiedad, entre otros, también son propiedades emergentes y forman parte de la fisiología humana puesto Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 27 que son expresiones de conducta y que movilizan a todo el cuerpo, desde el nivel celular. Como explica Curtis et al., (2016), cada nivel de organización incluye los niveles inferiores y constituye, a su vez, la base de los niveles superiores, pero lo más importante es que cada nivel se caracteriza por poseer propiedades específicas y características que emergen en ese nivel y no existen en el anterior (propiedades emergentes). Así, una molécula de agua tiene propiedades diferentes de la suma de las propiedades de sus átomos constitutivos (hidrógeno y oxígeno), de la misma manera, una célula cualquiera tiene propiedades diferentes de las de sus moléculas constitutivas, y un organismo multicelular definido tiene propiedades nuevas y diferentes de las de sus células constitutivas. De todas las propiedades emergentes, sin duda, la más sorprendente, compleja y problemática es la que surge en el nivel de una célula individual y es nada menos que la vida. Una vez que conocemos la organización estructural, la fisiología nos impulsa a saber cómo funciona un órgano en un sistema que forma parte de un organismo para la vida misma. Por ello, no es suficiente saber qué hace el órgano o sistema y para qué lo hace, sino es fundamental saber cómo lo hace. Por ejemplo, sabemos que el corazón es el órgano muscular principal del aparato circulatorio, constituido por cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos separados por válvulas) cuya forma es piramidal, situado en la cavidad torácica (mediastino medio). Esta es la descripción anatómica o estructural del órgano, y nos indica, brevemente, qué es el corazón. Cuando decimos que el corazón funciona como una bomba aspirante e impelente, bombeando la sangre a todo el cuerpo mediante la contracción muscular de sus paredes y de forma sincrónica (primero aurículas y luegoventrículos), estamos describiendo la función (descripción funcional); es decir, estamos diciendo qué hace el corazón. Sin embargo, lo anterior no implica saber su función, su fisiología, dado que lo que necesitamos es comprender realmente como hace lo que hace; es decir, debemos explicar los mecanismos subyacentes al proceso de bombeo sanguíneo y sus adaptaciones a los cambios en el medio intracelular, extracelular o en ambos a la vez. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 28 Por ende, si bien suele confundirse la palabra describir con explicar, la descripción7 implica un nivel más superficial mientras que la explicación8 involucra un nivel más profundo. En este sentido, la descripción fisiológica del corazón significa conocer qué hace a nivel de tejidos y órgano; pero la explicación de cómo lo hace, necesariamente, nos lleva a un nivel ultraestructural mediante la explicación fisiológica de la secuencia de eventos temporales que se desarrollan para que los miofilamentos se “contraigan y se relajen” y como estos eventos cambian según lo hacen los estímulos externos o internos a la fibra muscular cardíaca (nivel celular y molecular), como cuando se habla de leyes como la ley de Frank-Starling del corazón. Decir que el corazón es un órgano que bombea sangre a todos los tejidos vascularizados del organismo, es señalar para qué sirve el corazón o qué es lo que hace; esta es una respuesta teleológica9 acerca de la función del corazón, pero no responde al interrogante de como hace lo que debe hacer. Cuando se explica realmente como algo hace lo que hace, entonces se da una respuesta, mecanicista del proceso. Por ello, ambos enfoques, teleológico y mecanicista, son complementarios y necesarios para comprender la fisiología, pero no son suficientes por separado. Cuando somos “alumnos”, a menudo confundimos los enfoques teleológicos y mecanicistas al responder cuestiones de fisiología; es decir, se tiende a responder las preguntas con explicaciones teleológicas cuando la respuesta más apropiada sería una explicación mecanicista. Esto ocurre porque, cuando los profesores preguntamos, “por qué ocurre tal o cual evento fisiológico”, en realidad queremos saber si el alumno sabe (comprende) “cómo” ocurre el evento en cuestión. Por ello, comprender realmente estos dos enfoques ayudará a evitar esta confusión, a veces muy problemática en la formación profesional (Silverthorn, 2019). 7 La descripción (del latín “descriptio”, describir) es la acción y efecto de representar a algo o alguien a través del lenguaje con diferentes grados de profundidad. Es un proceso que representa lo “que es”. 8 La explicación (del latín “explicatio”, explicar) es un proceso cognitivo que manifiesta “el qué”, “el cómo”, “el por qué” y “el para qué” de un suceso o evento. Este proceso debe ser coherente y lógico y estar destinado un interlocutor competente dada su complejidad. 9 La teleología (del griego, “teleos”, finalidad, y “logos”, discurso, tratado o ciencia) es el estudio de los fines o propósitos de algún objeto o algún ser, o bien literalmente, a la doctrina filosófica de las causas finales. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 29 Al estudiar la fisiología humana, nos entrenamos para pensar en la integración de las funciones a través de los varios niveles de organización, desde las moléculas hasta el organismo vivo. Según Martinez et al., (2018), el estudio de los seres vivos es tan complejo que resulta indispensable realizarlo en pequeñas unidades de información. En este sentido, la fisiología, a nivel celular, trata de explicar los procesos vitales mediante la nutrición celular (incorporación de nutrientes), su relación (respuesta frente a estímulos internos y externos) con el entorno (irritabilidad) y la reproducción (división celular). Todos estos procesos implican reacciones químicas que deben desarrollarse bajo un estricto control para que no se altere su función y el desequilibrio lleve a la enfermedad de la célula y su muerte. Los cambios químicos que suceden en cada organismo son estudiados por la bioquímica, ciencia de los constituyentes químicos de las células vivas, de las reacciones y los procesos que experimentan, es decir, se dedica más en profundidad al estudio de estos procesos (conocimiento de los microestados). Además, abarca grandes áreas de la biología celular y molecular, y la genética molecular, que contribuyen al conocimiento profundo de la fisiología. El principal objetivo de la bioquímica es el entendimiento completo de todos los procesos químicos relacionados con las células vivas en el nivel molecular. Por ello, La fisiología se superpone con la bioquímica casi por completo y su comprensión permite conocer los procesos tanto en salud como en enfermedad. De aquí es que la “Bioquímica Médica” se ocupa de los aspectos relevantes para la medicina al igual que la Fisiología Médica (Baynes y Dominiczak, 2015). Las implicaciones para la bioquímica, la medicina y, de hecho, para toda la biología, son prácticamente ilimitadas (Rodwell et al., 2016). No cabe duda de que la biología es una ciencia que ha aportado datos relevantes sobre los procesos que se producen en la materia viva; sin embargo, estos datos son insuficientes para generar una comprensión real de estos procesos, debido a la ausencia de un marco conceptual construido sobre la “física de materia compleja en equilibrio dinámico”. No se trata de aplicar los conceptos físicos conocidos a un sistema vivo, sino de buscar explicaciones a través de nuevos principios de autoorganización que permiten a estos sistemas formarse y funcionar como lo hacen o lo podrían hacer. Tampoco se trata de integrar la física con la fisiología, sino de usar la física de los sistemas biológicos para su total comprensión como se requiere en las ciencias de la salud. Capítulo 1 La fisiología como ciencia básica Fernández, V. H. 30 La Biofísica es la Física de la vida, donde la fisicoquímica y las matemáticas forman parte esencial de su lenguaje. Nos permite comprender en profundidad cómo funcionan los organismos vivos, se desarrollan, perciben las señales del medio ambiente, las procesan y responden a las mismas; por ende, es base esencial para poder comprender, posteriormente, la Fisiología Humana. Un error habitual es la creencia de que el estudio de la biofísica consiste en el uso de una tecnología complicada en biología (Cereijido, 1972) y en Medicina. En este sentido, Montoreano (2008) advierte que el estudiante no comprende ni acepta que deba estudiar cosas más relacionadas con la física y la química que con la medicina. Sin embargo, éstos son la base de la Medicina y no se puede hacer Medicina sin comprender los mecanismos que subyacen a la salud y la enfermedad. Las puertas que ha abierto la física a las ciencias médicas y que han aportado técnicas como el diagnóstico por imágenes, la medicina nuclear o el empleo del magnetismo, han permitido significativas mejoras en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Los físicos que desarrollan su actividad en el área de la medicina, trabajan en el análisis de imágenes, la radioterapia, el desarrollo de técnicas e instrumentos, en la enseñanza universitaria y, por supuesto, en las investigaciones destinadas a la pertenencia más preciada que posee el ser humano, la salud (Castellanos, 2006). Considerando que la vida requiere de una estructura molecular autoorganizada capaz de intercambiar energía y materia con el entorno para automantenerse, renovarse y finalmente reproducirse, es importante partir del estudio de estos elementos organizados y relacionados que interactúan entre sí para lograr estos objetivos. Esto es a lo que se llama “sistema” (Dvorkin et al., 2010). La célula es un sistema
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