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Los problemas extrínsecos a una columna vertebral estructuralmente normal, como la debilidad asimétrica de los
músculos intrínsecos del dorso (escoliosis miopática), o una diferencia en la longitud de los miembros inferiores con ladeo
compensador de la pelvis, pueden producir una escoliosis funcional. En bipedestación, una inclinación obvia hacia un lado
puede ser un signo de escoliosis por hernia de un disco intervertebral. Se supone que la escoliosis por hábito se produciría
por permanecer de pie o sentarse en una postura inadecuada. Cuando la escoliosis es totalmente postural, desaparece con la
flexión máxima de la columna vertebral. Las escoliosis funcionales no persisten después de haber solucionado el problema
que las originaba.
MÚSCULOS DEL DORSO
La mayor parte del peso corporal está situada por delante de la columna vertebral, especialmente en las personas obesas; por
lo tanto, los numerosos y potentes músculos unidos a los procesos espinosos y transversos de las vértebras son necesarios
para soportar y mover la columna.
Existen dos grupos principales de músculos en el dorso. Los músculos extrínsecos del dorso son los músculos
superficiales e intermedios que producen y controlan los movimientos de los miembros superiores y de la respiración,
respectivamente. Los músculos intrínsecos (profundos) del dorso incluyen los que actúan específicamente sobre la columna
vertebral, producen los movimientos de ésta y mantienen la postura.
Músculos extrínsecos del dorso
Los músculos extrínsecos superficiales del dorso (trapecio, dorsal ancho, elevador de la escápula y romboides) son
músculos axio-apendiculares posteriores que conectan el esqueleto axial (columna vertebral) con el esqueleto apendicular
superior (cintura escapular y húmero), y producen y controlan los movimientos de los miembros superiores (fig. 4-28 A; v.
también tabla 6-4, p. 700). Aunque están localizados en la región del dorso, la mayor parte de estos músculos recibe su
inervación de ramos anteriores de los nervios cervicales y actúan sobre el miembro superior. El trapecio recibe sus fibras
motoras de un nervio craneal (NC XI).
Los músculos extrínsecos intermedios del dorso (serrato posterior) son músculos delgados, designados habitualmente
como músculos respiratorios superficiales, pero su función es más propioceptiva que motora (Vilensky et al., 2001). Se
describen conjuntamente con los músculos de la pared torácica (v. cap. 1). El serrato posterior superior está situado al
romboides, y el serrato posterior inferior lo está profundamente al dorsal ancho. Ambos serratos están inervados por los
nervios intercostales: el superior, por los cuatro primeros, y el inferior por los cuatro últimos.
Músculos intrínsecos del dorso
Los músculos intrínsecos del dorso (músculos del dorso propiamente dichos, músculos profundos del dorso) están
inervados por ramos posteriores de los nervios espinales y actúan para mantener la postura y controlar los movimientos de la
columna vertebral (figs. 4-28 B y 4-29). Estos músculos, que se extienden desde la pelvis al cráneo, están encerrados por la
fascia profunda que se une medialmente al ligamento nucal, a los vértices de los procesos espinosos de las vértebras, al
ligamento supraespinoso y a la cresta media del sacro. La fascia se une lateralmente a los procesos transversos cervicales y
lumbares, y a los ángulos de las costillas. Las porciones torácica y lumbar de la fascia profunda constituyen la fascia
toracolumbar, que se extiende lateralmente desde los procesos espinosos y forma una delgada cubierta sobre los músculos
intrínsecos del dorso en la región torácica, y una gruesa cubierta sobre los músculos en la región lumbar. Los músculos
intrínsecos del dorso se distribuyen en capas superficial, intermedia y profunda, según su relación con la superficie.
Puntos fundamentales
COLUMNA VERTEBRAL
Articulaciones de la columna vertebral. Las vértebras se unen mediante los discos intervertebrales y las articulaciones
cigapofisarias para formar una columna semirrígida. El grosor relativo de los discos determina el grado de movilidad. 
La disposición de las articulaciones cigapofisarias controla el tipo de movimientos entre las vértebras adyacentes. El
ligamento longitudinal anterior resiste frente a la hiperextensión; todos los demás lo hacen frente a los tipos de flexión. 
Las articulaciones atlanto-occipitales permiten el movimiento gestual afirmativo de la cabeza (cabeceo). Las
articulaciones atlanto-axiales permiten el movimiento gestual negativo de la cabeza (rotatorio). Los ligamentos alares
limitan la rotación.
Movimientos de la columna vertebral. Las regiones cervical y lumbar son las más móviles (y por consiguiente las
más vulnerables a las lesiones). La flexión y la extensión ocurren principalmente en las regiones cervical y lumbar. La
rotación ocurre en las regiones cervical y torácica.
Curvaturas de la columna vertebral. Las curvaturas primarias (cifosis torácica y sacra) son propias del desarrollo;
las curvaturas secundarias (lordosis cervical y lumbar) son adquiridas en relación con la postura erecta del ser humano. 
Las curvaturas proporcionan resistencia y flexibilidad al esqueleto axial para absorber los choques. Los músculos
extensores del dorso y flexores abdominales proporcionan soporte dinámico para mantener las curvaturas.
Vascularización de la columna vertebral. Las ramas espinales de las principales arterias cervicales y segmentarias
irrigan la columna vertebral. Los plexos venosos vertebrales interno y externo recogen la sangre de las vértebras y
drenan, a su vez, en las venas vertebrales del cuello y en las venas segmentarias del tronco.
Nervios de la columna vertebral. Las articulaciones cigapofisarias están inervadas por ramos mediales de los ramos
posteriores adyacentes; los ramos meníngeos (recurrentes) de los nervios espinales inervan la mayor parte del hueso
(periostio), los discos intervertebrales y los ligamentos, así como las meninges (cubiertas) de la médula espinal. Estos
dos (grupos de) nervios conducen todo el dolor localizado desde la columna vertebral.
FIGURA 4-28. Músculos del dorso. A) Músculos extrínsecos superficiales. El trapecio se ha apartado a la izquierda para mostrar el nervio accesorio (NC XI), que
cursa en la cara profunda del músculo, y los músculos elevador de la escápula y romboides. B) En este corte transversal de parte del dorso se muestra la localización de
los músculos intrínsecos y las capas de fascia asociadas con ellos.
FIGURA 4-29. Capas superficial e intermedia de los músculos intrínsecos del dorso: esplenio y erector de la columna. Los músculos esternocleidomastoideo
y elevador de la escápula se han apartado para mostrar los músculos esplenio de la cabeza y esplenio cervical. A la derecha, se ha dejado in situ el músculo erector de la
columna y se observan las tres columnas de este músculo de gran tamaño. A la izquierda, el músculo espinoso, el más delgado y medial de los componentes del erector de
la columna, se presenta como músculo individual al separar los componentes longísimo e iliocostal del erector de la columna. A medida que ascienden las fibras, su
dirección varía en los tres grupos principales de músculos: los músculos superficiales (esplenio) cursan en sentido medial a lateral; los músculos intermedios (erector de la
columna) se dirigen en su mayoría verticalmente, y los músculos profundos (transversoespinosos) cursan principalmente en sentido lateral a medial (v. fig. 4-32).
FIGURA 4-30. Capa superficial de los músculos intrínsecos del dorso (músculos esplenios).
CAPA SUPERFICIAL
Los músculos esplenios son gruesos y planos, están situados en las caras lateral y posterior del cuello, y cubren los músculos
verticales de modo parecido a una venda, lo que explica su nombre (del latín, splenion, vendaje) (figs. 4-29 y 4-30). Los
músculos esplenios se originan en la línea media y se extienden superolateralmente hasta las vértebras cervicales (esplenio
cervical) y el cráneo (esplenio de la cabeza). Los músculosesplenios cubren y mantienen en su posición a los músculos
profundos del cuello. En la figura 4-30 se ilustra la capa superficial de los músculos intrínsecos, y en la tabla 4-4 se aporta
información sobre sus inserciones, inervación y acciones.
CAPA INTERMEDIA
Los músculos erectores de la columna, de gran tamaño, están situados en un «surco» a cada lado de la columna vertebral,
entre los procesos espinosos centralmente y los ángulos de las costillas lateralmente (fig. 4-29). Los erectores de la columna
son los principales extensores de la columna vertebral y se dividen en tres columnas: iliocostal (columna lateral), longísimo
(columna intermedia) y espinoso (columna medial). Cada columna está dividida regionalmente en tres partes, según sus
inserciones superiores (p. ej., iliocostal lumbar, iliocostal torácico e iliocostal cervical). El origen común de las tres
columnas del erector se produce a través de un amplio tendón que se inserta inferiormente en la parte posterior de la cresta
ilíaca, en la cara posterior del sacro, en los ligamentos sacroilíacos y en los procesos espinosos lumbares inferiores.
Los erectores de la columna se designan a menudo como «músculos largos» del dorso. En general, son músculos dinámicos
(que producen movimientos) y actúan en ambos lados para extender y flexionar el tronco.
En la figura 4-31 se ilustra aisladamente la capa intermedia de los músculos intrínsecos, y en la tabla 4-5 se aporta
información sobre sus inserciones, inervación y acciones.
CAPA PROFUNDA
Profundamente al erector de la columna se dispone de forma oblicua un grupo de músculos mucho más cortos, el grupo de
músculos transversoespinosos: semiespinosos, multífidos y rotadores. Estos músculos se originan a partir de los procesos
transversos de las vértebras y pasan a los procesos espinosos de las vértebras más superiores. Ocupan el «canal» entre los
procesos transversos y espinosos, y se insertan en ellos, en las láminas entre ambas y en los ligamentos que las unen (fig. 4-
32). El semiespinoso es el miembro superficial del grupo. Como su nombre indica, se origina aproximadamente a partir de la
mitad de la columna vertebral. El semiespinoso se divide en tres partes, de acuerdo con sus inserciones superiores (tabla 4-6):
semiespinoso de la cabeza, semiespinoso torácico y semiespinoso cervical. El semiespinoso de la cabeza produce el
abultamiento longitudinal de la nuca, cerca del plano medio (fig. 4-33 A).
FIGURA 4-31. Capa intermedia de los músculos intrínsecos del dorso (músculos erectores de la columna).
FIGURA 4-32. Capa profunda de los músculos intrínsecos del dorso (músculos transversoespinosos).
El músculo multífido es la capa media del grupo; está compuesto por cortos haces musculares triangulares, más gruesos en
la región lumbar (fig. 4-33 B).
Los músculos rotadores constituyen la más profunda de las tres capas de los músculos transversoespinosos y están más
desarrollados en la región torácica. El grupo transversoespinoso de la capa profunda de los músculos intrínsecos del dorso se
ilustra por separado en la figura 4-33, y los detalles sobre sus inserciones, inervación y acciones se exponen en la tabla 4-6.
L o s interespinosos, intertransversos y elevadores de las costillas son músculos profundos dorsales menores,
relativamente escasos en la región torácica. Los músculos interespinosos e intertransversos conectan los procesos espinosos y
transversos, respectivamente. Los elevadores de las costillas representan los músculos intertransversos posteriores del cuello.
En la tabla 4-6 se detallan las inserciones, la inervación y las acciones de los músculos menores de la capa profunda de
músculos intrínsecos.
PRINCIPALES MÚSCULOS QUE MOVILIZAN LAS ARTICULACIONES INTERVERTEBRALES
Los principales músculos que producen movimientos de las articulaciones intervertebrales cervicales, torácicas y lumbares se
ilustran en las figuras 4-34 y 4-35, y los detalles se resumen en las tablas 4-7 y 4-8. Muchos de los músculos que actúan sobre
las vértebras cervicales se exponen con más detalle en el capítulo 8 (Cuello). Los músculos del dorso son relativamente
inactivos en la bipedestación cómoda, pero (especialmente la capa profunda más corta de los músculos intrínsecos) actúan
como músculos posturales estáticos (fijadores o estabilizadores) de la columna vertebral, manteniendo la tensión y la
estabilidad necesarias para la postura erecta.
En la tabla 4-8 nótese que en todos los movimientos de las articulaciones intervertebrales (es decir, todos los de la columna
vertebral), excepto la extensión pura, interviene total o parcialmente la contracción concéntrica de los músculos
abdominales. Sin embargo, recuérdese que en éstos, como en todos los movimientos, la contracción excéntrica (relajación
controlada) de los músculos antagonistas tiene una importancia crucial para que el movimiento sea suave y controlado (v.
«Tejido y sistema musculares» en «Introducción», p. 29). Por lo tanto, es la interacción de los músculos anteriores
(abdominales) y posteriores (dorsales), así como los pares contralaterales de cada uno, lo que proporciona estabilidad y
produce los movimientos del esqueleto axial, de un modo muy semejante a como sus tirantes soportan un mástil. A menudo la
sobrecarga crónica del dorso (como la producida por una excesiva lordosis lumbar; v. C4-17 C) es consecuencia de un
desequilibrio de este soporte (falta de tono de los músculos abdominales en el caso de la lordosis). Para recuperar el
equilibrio puede ser necesario realizar ejercicios o eliminar el peso excesivo y distribuido de modo desigual.
FIGURA 4-33. Capa profunda de los músculos intrínsecos del dorso. A) El grupo muscular transversoespinoso se halla profundamente con respecto al erector de la
columna (v. D). La corta costilla lumbar se articula con el proceso transverso de la vértebra L1. Esta variante común no suele ocasionar problemas; no obstante, si se
desconoce esta posibilidad, puede efectuarse un diagnóstico erróneo de fractura del proceso transverso. B) En la disección más profunda se muestran los rotadores. Los
músculos elevadores de las costillas representan los músculos intertransversos posteriores en la región torácica.
Los músculos pequeños generalmente tienen una densidad más alta de husos musculares (sensores de la propiocepción
interdigitados con las fibras musculares) que los músculos grandes. Se asumió que las mayores concentraciones de husos
ocurren porque los músculos pequeños producen los movimientos más precisos, como los finos movimientos posturales o la
manipulación, y por lo tanto requieren más retroestimulación propioceptiva.
Los movimientos descritos por los músculos pequeños se deducen de la localización de sus inserciones y de la dirección de
las fibras musculares, así como de la determinación electromiográfica de su actividad al realizar movimientos. Sin embargo,
músculos como los rotadores son tan pequeños y están colocados en una posición cuyas ventajas mecánicas son tan
relativamente escasas, que su capacidad para producir los movimientos descritos es algo cuestionable. Además, los músculos
pequeños a menudo son superfluos para otros músculos grandes que son mecánicamente superiores. Por lo tanto, se ha
propuesto (Buxton y Peck, 1989) que en las parejas de músculos grandepequeño, estos últimos funcionan más bien como
«monitores cinesiológicos» (órganos de propiocepción), y que los músculos grandes son los que producen el movimiento.
FIGURA 4-34. Principales músculos que movilizan las articulaciones intervertebrales cervicales.
FIGURA 4-35. Principales músculos que producen movimientos de las articulaciones intervertebrales torácicas y lumbares.
Anatomía de superficie de los músculos del dorso
E l surco medio posterior cubre los vértices de los procesos espinosos de las vértebras (fig. 4-36). Este surco continúa
superiormente con el surco nucal en el cuello y es más profundo en las regiones torácica baja y lumbar alta.
Los músculos erectores de la columna producen abultamientos verticalesa cada lado del surco medio posterior. En la
región lumbar son fácilmente palpables; su borde lateral coincide con los ángulos costales y viene indicado por unos surcos
superficiales en la piel. Con el individuo en bipedestación, los procesos espinosos lumbares pueden quedar señalados por
depresiones en la piel. Estos procesos suelen hacerse visibles al flexionar la columna vertebral (v. figs. 4-8 A y 4-11 A y C).
El surco medio finaliza en el área triangular aplanada que cubre el sacro y queda reemplazado inferiormente por la hendidura
interglútea.
Al elevar los miembros superiores, las escápulas se desplazan lateralmente sobre la pared torácica y se visualizan los
músculos romboides y redondo mayor. Los músculos superficiales trapecio y dorsal ancho conectan los miembros
superiores con la columna vertebral y son claramente visibles (fig. 4-36).
Músculos suboccipitales y profundos del cuello
A menudo representada erróneamente como una zona superficial, la región suboccipital es un «compartimento» muscular
situado profundamente en la zona posterosuperior cervical, por debajo de los músculos trapecio, esternocleidomastoideo,
esplenio y semiespinoso. Es un espacio piramidal situado inferior a la protuberancia occipital externa e incluye las caras
posteriores de las vértebras C1 y C2 (fig. 4-37).
Los cuatro pequeños músculos de la región suboccipital están situados profundamente (anteriores) con respecto a los
músculos semiespinosos de la cabeza. Se componen de dos rectos posteriores de la cabeza (mayor y menor) y dos oblicuos.
Los cuatro músculos están inervados por el ramo posterior de C1, el nervio suboccipital. El nervio surge en el punto donde la
arteria vertebral cursa profundamente entre el hueso occipital y el atlas (vértebra C1), en el triángulo suboccipital. Los
detalles sobre los límites y el contenido de este triángulo y las inserciones de los músculos suboccipitales se ilustran en la
figura 4-37 y se describen en la tabla 4-9.
Nótese que el músculo oblicuo menor de la cabeza es el único músculo «de la cabeza» que carece de inserciones en el
cráneo. Estos músculos son sobre todo posturales, pero típicamente se describen acciones para cada uno de ellos en cuanto a
los movimientos que producen en la cabeza.
FIGURA 4-36. Anatomía de superficie de los músculos del dorso.
FIGURA 4-37. Músculos suboccipitales y triángulo suboccipital.
Los músculos suboccipitales actúan directa o indirectamente sobre la cabeza (lo que explica la inclusión de «de la cabeza»
en sus nombres) al extenderla sobre la vértebra C1 y rotarla sobre las vértebras C1 y C2. Sin embargo, recuérdese la
discusión sobre el miembro pequeño de la pareja de músculos pequeño-grande, en la cual funciona como monitor
cinesiológico para la sensibilidad propioceptiva (p. 489).
Los principales músculos que producen movimientos de las articulaciones craneovertebrales se resumen en las tablas 4-10
y 4-11, y los nervios de la región cervical posterior, incluidos los de la región/triángulos suboccipitales, se ilustran en la
figura 4-38 y se resumen en la tabla 4-12.
FIGURA 4-38. Nervios de la región cervical posterior, incluidos los de la región/triángulos suboccipitales.
MÚSCULOS DEL DORSO
Distensiones y espasmos
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	Músculos intrínsecos del dorso
	Anatomía de superficie de los músculos del dorso
	Músculos suboccipitales y profundos del cuello
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