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Apunte Delirios - P Leal

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Universidad de Chile Paola Leal B. 
Facultad de Ciencias Sociales Lic. en Psicología 
Carrera de Psicología 
 
 
::: Apunte para uso Docente ::: 
::: Psicología Anormal ::: 
APUNTE PSICOLOGÍA ANORMAL: LOS DELIRIOS 
 
 Desde la antigüedad se ha tendido a confundir los términos locura y delirio como una misma cosa, tanto en 
el inconsciente colectivo como entre los clínicos al definir el concepto de enfermedad mental. 
 Sumado a lo anterior se presentan las diferencias lingüísticas que complicaron la limitación del concepto de 
delirio... por ejemplo, en francés la palabra délire se traducía como delirio y delirium. 
 Por otro lado, se han presentado variados obstáculos que han impedido el progreso (en términos de estudio 
e investigación) del conocimiento sobre este fenómeno. 
 Problemas asociados a su definición 
 La frecuencia de aparición del fenómeno en asociación a diversas formas de psicopatología 
 La consideración de los delirios como fenómenos accesorios que se desarrollarían como 
resultados de problemas más fundamentales 
 Tradicionalmente se ha enfatizado más la forma que el contenido del discurso delirante, situación que se 
encuentra asociada a la obra de Bleuler al considerar el trastorno formal (o de estructura) del pensamiento 
como síntoma central de la esquizofrenia. 
 
DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DELIRIO 
 Es el fenómeno humano más radical de la psicopatología... representa el quiebre más radical de la 
experiencia humana. Sin embargo, hasta hoy no hay explicaciones satisfactorias sobre su producción, ni 
una explicación psicopatológica sobre su esencia. 
 Se sabe que el delirio: 
 Está relacionado con la pérdida del juicio de realidad. 
 Asociado al pensamiento (como proceso cognitivo) 
 Existen delirios sociales (agrupan a varias personas en una categoría) y otros son específicos a 
cada persona 
 JASPERS: perturbación en la conciencia de realidad que se expresa en juicios de la realidad que son 
falsos, erróneos, irracionales y que, a su vez, son indestructibles para el sujeto, vividos con una concepción 
de certeza absoluta. En otras palabras, las ideas delirantes son apodícticas, incorregibles y absurdas. 
 
 SCHARFETTER define las ideas delirantes en relación con cinco aspectos fundamentales: 
 La interacción entre realidad delirante y realidad común 
 La significación en el delirio 
 La certeza de significación y su independencia de la experiencia 
 Su inquebrantabilidad respecto a la experiencia general, a las convicciones del grupo, y resistencia 
contra las mismas 
 Su incapacidad para cambiar de punto de vista 
 
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 La mayoría de las definiciones posteriores a Jaspers están teñidas por su conceptualización. MULLEN 
considera que estas creencias anormales tienen las siguientes características: 
 Se mantienen con absoluta convicción 
 Se experimentan como una verdad evidente por sí misma, con una gran trascendencia personal 
 No se dejan modificar por la razón ni por la experiencia 
 Su contenido es a menudo fantástico o cuanto menos intrínsecamente improbable 
 Las creencias no son compartidas por los otros miembros del grupo social o cultural 
 
 APA: es una creencia personal errónea que se basa en inferencias incorrectas a partir de la realidad 
externa, sostenida con firmeza a pesar de lo que los demás crean y en abierta oposición a pruebas obvias o 
evidencias incontrovertibles. La creencia no es ordinariamente aceptada por otras personas del mismo 
grupo cultural o subcultural (por ejemplo, no es artículo de fe religiosa). 
 
 OLTMANNS: este autor ha realizado una amplia revisión de varias definiciones del concepto, recogiendo 
una lista de las principales características que se hallan contenidas en la mayoría de ellas: 
 Las otras personas (que no deliran) consideran al delirio completamente increíble 
 La creencia no es compartida por otros 
 La presencia de una fuerte convicción que no cambia con la evidencia en contra 
 La creencia preocupa y le resulta difícil dejar de pensar o hablar sobre su delirio 
 Es autorreferencial 
 Genera malestar subjetivo o interfiere con el funcionamiento normal del individuo 
 No hay una resistencia consciente a la creencia 
 Estas características no son necesarias ni suficientes para definir una creencia como delirante 
 
DESARROLLO FENOMENOLÓGICO DEL CONCEPTO 
 La perturbación fundamental es anterior a la presentación del delirio, perturbación que, para las demás 
personas, es inaprensible, por lo que el delirio mismo sería secundario. 
 Previo al delirio surgen intuiciones acerca del mundo, las cuales se convierten progresivamente en atisbos 
del delirio. 
 El delirio es de características egocéntricas y ocurre en ausencia de otro. Lo que sucede previo al delirio 
genera gran cantidad de angustia y la sensación de que algo catastrófico va a suceder, pero no se sabe 
qué. Una vez que surge el delirio esta angustia disminuye (pero no desaparece), puesto que se concretiza 
el hecho que lo atormentaba. Hay una baja de tensión que deviene en tranquilidad que entrega la presencia 
de una convicción. 
 La acción que realiza el paciente de ir a un especialista a consultar surge por el delirio mismo (lo 
secundario) y no por la angustia que le genera... “doctor, vengo a hablar con usted porque me persiguen los 
marcianos y no quiero que me lleven”. 
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 El especialista contribuye a la desaparición de la angustia, pero el sujeto continua sintiendo lo vivido 
(delirantemente) como real. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 De acuerdo a la definición de Jaspers, los delirios serían juicios falsos y erróneos de la realidad... en la 
actualidad esto se pone un poco en duda y se postula más bien que los juicios, efectos de un delirio, no se 
basan en la evidencia o en la realidad consensual. Esto quiere decir que el TEMA DELIRANTE en sí mismo 
no es falso... por lo tanto, no corre el criterio de verdad – falsedad. A lo mucho, es posible hablar de 
plausibilidad, coherencia o probabilidad del contenido del delirio. 
 Del mismo modo, el conceptuar el delirio como creencia resulta poco claro y se presta a complicaciones. 
Price distingue entre cuatro elementos existentes en una creencia: 
 Admitir una creencia junto con una o más proposiciones alternativas. 
 Conocer un hecho o conjunto de hechos que son relevantes para la creencia y/o las proposiciones 
alternativas. 
 Conocer que los hechos hacen que la creencia sea más probable que sus alternativas, o sea, tener 
más evidencia para la creencia que para las suposiciones alternativas. 
 Asentir la creencia, lo cual incluye a su vez preferir la creencia por sobre las proposiciones 
alternativas y sentir cierto grado de confianza con respecto a la creencia. 
 Si se intenta asimilar estos elementos al delirio, es posible dar cuenta de que el fenómeno no se ajusta a las 
exigencias de Price, excepto el cuarto, pero las observaciones clínicas demuestran que la naturaleza en la 
admisión de la creencia se vive de forma diferente en el paciente normal y en el paciente delirante (lo cual 
se relaciona a una falla en el criterio de realidad). En el sujeto normal se admite en términos de una duda 
razonable, mientras que en el sujeto delirante esta admisión es con una convicción extraordinaria e 
inamovible. 
 
DIMENSIONES DE LOS DELIRIOS 
 Lo primero que se debe aclarar es que los delirios son fenómenos heterogéneos tanto en su forma como en 
su contenido. Por este motivo, muchos autores (aparecen en el texto de Baños y Belloch) han propuesto 
enfoques alternativos a la descripción del fenómeno. “Estos planteamientos tendrían en común el mantener 
que algunos aspectos del delirio se podrían resolver sustituyendo la visión de los delirioscomo fenómenos 
discretos (esto es, se delira o no se delira) por otra que los conciba como partes más o menos extremas a lo 
PERIODO PREVIO AL 
TREMA 
TREMA DELIRIO 
Tranquilidad gracias a 
la convicción 
Surgen diversas ideas 
sobre algo que va a 
pasar 
Angustia difusa 
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largo de las muchas dimensiones en las que cabe estudiar el mundo de las creencias y los juicios” (Baños y 
Belloch). Los continuos serían: 
 LA INMODIFICABILIDAD, INCORREGIBILIDAD O FIJEZA. Hace referencia al mantenimiento del 
delirio en el tiempo a pesar de las evidencias en contra. Estas evidencias no le afectan... y sería un 
continuo porque existirían grados de fijeza. 
 LA INTENSIDAD EMOCIONAL. La intensidad de la convicción es extraordinaria o absoluta. 
 LA AUSENCIA DE APOYOS CULTURALES. Esto quiere decir que el grado de irracionalidad 
guarda estrecha relación con el consenso social, el cual la define en diferentes niveles... es una 
cuestión ideológica. 
 LA PREOCUPACIÓN. Las creencias normales no generan preocupación (pasan muchas veces 
inadvertidas), pero los delirios mantienen al sujeto que los padece en una constante reafirmación y 
expresión de sus ideas, junto con una tendencia autorreferencial (la implicación de que esa idea en 
particular es relevante para mi). Esta característica no es específica ni exclusiva de las ideas 
delirantes, sino que también remite a otras ideas anormales (ideas sobrevaloradas y obsesivas). 
 LA IMPLAUSIBILIDAD. Remite a la extravagancia del delirio, asociado a su falsedad... 
específicamente con el grado de verosimilitud de la creencia y con el grado en que el delirio se 
aleja de la realidad aceptada consensualmente. Hay que resaltar que algunos delirios aparecen 
como realmente imposibles, hay otros que pueden llegar a ser plausibles en ciertos contextos. 
 A pesar de este enfoque, la definición de las dimensiones no es tan fácil como parece. Además, las 
investigaciones dimensionalistas del deliro contienen algunas insuficiencias metodológicas (ausencia de 
grupos control). 
 
FACTORES DE FACILITACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LOS DELIRIOS 
 Los factores de facilitación refieren a aquellos que contribuyen al desencadenamiento del desarrollo de un 
delirio. En general, los factores de facilitación convergen en una combinación herencia – ambiente. Alguno 
de estos factores son: 
 Disfunciones cerebrales 
 Personalidad 
 Problemas de autoestima 
 El afecto 
 Experiencias inusuales 
 Sobrecarga cognitiva 
 Variables interpersonales 
 Variables situacionales (aislamiento sensorial principalmente) 
 
 Los factores de mantenimiento son aquellos que ayudan al mantenimiento (valga la redundancia) de un 
delirio. Estos factores serían: 
 La inercia para mantener creencias 
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 La influencia en la conducta y la profecía autocumplida 
 Sesgos en las atribuciones 
 Sesgos en el razonamiento 
 
CLASIFICACIÓN DE LOS DELIRIOS 
 Los delirios pueden clasificarse según su forma o su contenido. La siguiente clasificación es según Caponni. 
 DE ACUERDO A LA FORMA se clasifican en: 
1. Delirio primario o ideas delirantes: se caracterizan por su incomprensibilidad, exigen como fuente una 
vivencia patológica primaria o una transformación de la personalidad. 
 Percepciones delirantes. Percepciones a las que se les da una significación anormal 
 Ocurrencias delirantes. Significación especial sobre lo representado. Son experiencias internas del 
paciente, significadas especialmente. Esta significación anormal es sobre experiencias internas y, 
por lo tanto, no son evidentes al observador. 
 
 
2. Delirio secundario o ideas deliroides: surgen comprensiblemente, para sujetos normales (sin patología 
aparente), en relación a lo afectivo; se atribuyen a exacerbaciones de rasgos previos de la personalidad y 
se constituyen sobre la base de un hecho objetivo, lógico y posible desde el observador. 
 Percepciones deliroides. Percepciones significativas anormalmente dadas por un estado afectivo 
del paciente. 
 Ocurrencias deliroides. Experiencias internas, normales o patológicas, tienen una significación 
especial comprensible desde el afecto presente en el paciente. 
 
3. Ideas deliriosas: son delirios que se dan por una alteración de la conciencia, lo que los hace privativos 
para el paciente y de difícil observación para el examinador. Son comprensibles dados la connotación 
afectiva del paciente, sí bien no como en el caso de las ideas deliroides, pues este estado está patente 
por una perturbación de la conciencia. Las conductas son concordantes mientras dura el fenómeno 
delirioso, habitualmente son transitorias, cambiantes y no se explicitan con claridad debido a la 
incoherencia del momento. 
 Percepciones deliriosas. Se atribuye una significación especial a la percepción dada la disposición 
afectiva y la perturbación de conciencia. El paciente se crepusculariza, perdiendo la vivencia y el 
registro mnémico (no recuerda el episodio). 
 Ocurrencias deliriosas. Se dan por alteración de la conciencia y, generalmente, suponen una 
pérdida casi total de la realidad externa por lo que las ocurrencias deliriosas (sueños, fantasías, 
etc.) se toman como representaciones de la vida externa, de la realidad objetiva. Su característica 
principal es que pueden ser modificadas fácilmente tanto por quien las sufre, como por quien las 
percibe (son susceptibles de modificación). 
 
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 DE ACUERDO AL CONTENIDO se clasifican en: 
1. La significación delirante es hacia sí mismo: delirio de culpa, hipocondríaco, nihilista, de ruina, de filiación, 
de grandeza (magalomanía), místico o religioso, de preñez, de transformación (metamorfosis delirante), 
de escisión o fragmentación, de control o de influencia. 
 
2. La significación delirante es hacia el entorno: desrrealización y temple delirante (perplejidad), delirio de 
referencia, de celos, erotomaníaco, de persecución. 
 
3. Otros términos asociados a ideas delirantes: 
 Ánimo, temple o humor delirante. Estado afectivo con el que se vive el delirio, asociado a 
perplejidad. Se cree incomprensible. 
 Delirio esquematizado. Enlace de delirios (percepciones u ocurrencias). 
 Delirio encapsulado. El paciente presta poca atención al delirio y no tiene mayor incidencia en su 
vida personal, no repercute significativamente en su vida diaria. 
 Delirio parafrenizado. Delirio con doble orientación. El sujeto mantiene estas ideas delirantes para 
sí mismo, lleva a cabo su vida cotidiana y, también, las conductas con consecuencia al delirio 
experimentado. 
 Fantasías delirantes. Ocurrencias delirantes fantasiosas. Son atemporales, inespaciales y 
cuantitativamente considerables). 
 Imaginería delirante. Ocurrencias delirantes asociadas a situaciones no totalmente imposibles 
(imaginación fantástica, estilo películas de ficción). 
 Experiencias delirantes internas. Pseudoalucinaciones. 
 
 
ANEXO: PROCESO Y DESARROLLO 
 
PROCESO 
Fenómeno psíquico que irrumpe en la vida del sujeto a partir del cual se produce una transformación permanente de 
su personalidad. Esta transformación puede ser deteriorante o, excepcionalmente, de mejoría. Toda la conducta del 
sujeto se estructura en función de la transformación. 
Viene definido, pues, por la irrupción de algo nuevo, que transforma la personalidad previa, y por su permanencia. 
Permanencia no significa necesariamente progresión, pudiendo permanecer un cuadro estable tras la 
transformación. 
No todos los procesos cursan a brotes. En los que sí lo hacen, los brotes representanlos episodios agudos del 
proceso, pudiendo aparecer tras cada brote un deterioro mayor, que permanece estable hasta el siguiente brote. 
Las enfermedades que más habitualmente siguen un curso procesual son típicamente la esquizofrenia y las 
demencias. 
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Inicialmente, Jasper distinguió entre proceso psíquico, en el que se producía una transformación duradera, sin 
destrucción completa de la vida psíquica del sujeto y proceso orgánico, en el que aparecía una destrucción grosera 
de las cualidades psíquicas. Así, el ejemplo de proceso psíquico sería la esquizofrenia, en la que habría una 
desestructuración del sujeto pero sin que perdiera habilidades adquiridas como hablar, escribir, memoria, etc. Como 
proceso orgánico característico estaría la demencia, en la que el paciente perdería capacidades adquiridas como las 
ya comentadas. Actualmente no es aceptada tal distinción. 
 
DESARROLLO 
Exageración progresiva de rasgos de la personalidad del sujeto hasta hacerse patológicos. 
Su instauración es insidiosa, siendo a menudo difícil precisar el momento de comienzo. El curso es lentamente 
progresivo, pudiendo o no exacervarse ante circunstancias externas. 
Suelen encontrarse rasgos de personalidad prepatológicos al investigar la historia del sujeto que, como ya se ha 
dicho, van paulatinamente incrementándose hasta hacerse patológicos. 
La alteración se configura aislada del resto del psiquismo y discurre paralela a éste, de forma autónoma, por lo que 
no se alteran el resto de funciones psíquicas, que se hallan conservadas, e incluso aumentadas, excepto en lo 
concerniente a los rasgos que se han hipertrofiado. Sólo en estadíos avanzados, todas las conductas se subordinan 
al contenido del desarrollo. 
Las enfermedades que pueden tener un curso de este tipo son las neurosis y los trastornos delirantes. Aunque no es 
comúnmente aceptado, los trastornos de personalidad también se encuentran en este tipo de curso.

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