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Buenos 2012 © 2012. Pcia. de Buenos Aires. Tel.: 5293-2275 " ª,.'HTI::>(GJa,.a"'umcu;.,_ivcw-" 2012 Fabián Schejtrnan Elaboraciones lacanianas sobre la ps;JC()SJS. - la ed. - Buenos Aires : Grama Ediciones, 2012. 392 p.; 21x14 cm. ISBN 978-987-1649-61-7 l. Psicoanálisis. CDD 150.195 DISEÑO DE TAPA: Diseño y Web www.kilak.com ae1pc)s11co que determina la 11.723 Queda la~ total o por medios gráficos, to1toE:ta-t1oos, sin del editor. IMPRESO EN ARGENTINA DISTRIBUYE EN ESPAÑA: CANOA EDITORIAL Teléfono / fax: 934 242 391 car1oa,editoríal~[!)y11h otro Psicosis sexuación Síntoma L.ttroducción de la trenza el Un cuerpo Me hicieron con poco YTOMASASAN Los nombres de axwrexia 12 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) En esta comenzaremos un de Freud verdaderamente pero que es "La (FREUD 1925). El recorrido nos llevará pues de "La al Seminario 3. En el aludiremos como se al estudio que Freud dedica a la Presidente Schreber (FREUD 1911), al caso del Hombre de los Lobos (FREUD 1918) y al ensayo "La Nos ocuparemos de que sincrónico del lacaniano de la .... ~.•L'-'""·J· por evolución -lo que sería ya la diacrónica-. Lacan rea- liza en el Seminario 3 -y en "De u.,,11a cuestión a todo tratamiento de la (LACAN 1958)- un examen muy cuidadoso de esta faz del desarrollo de examinando los modos en que una estructura ,-,c.,,..,,,,,.,,..,~ sostenerse SL'1 clínicamente la ""'~ •• ,., .. L••~UM menos que muestra una vez desencadenada -el --~·~··0~·0·~ sin o de la no uc:0>c:uc.acu::i dia el momento mismo del desencadenamiento Nos ocuparemos de que con Freud el mecanismo de la formación de síntomas sentido más el mecanismo de la V""·-'-'""·~, espec:talm12r en su diferencia con la neurosis. En este debe señalarse que un esfuerzo de Freud -que se constata en el historial de Schreber pero segura- mente no solo freudiano por situar nismo de forrra.ación y en cuestión de la diferencia en freudiana es lo mecanisrrtos 14 En rnadre", conciencia: FABIÁN SCHEJTNfAN {COMP.) caso Freud nos dice que en ese "no es mi -el "es :rni ... un contenido de o de en la conciencia a condición de que se en la conciencia ag:re- es modo de ,.., •••.. ·-·~,en es ya una cancelación Y esto, porque de fra- cuando dice "no es madre", en tanto que "'l--'L'-ª''u'u se abrió paso hasta conciencia. Pero está claro que T ~a H•-f'-.~'-"''" sión y un mantenhniento de térmii<o que ·~··-·~"·-~ la serie que Lacart denorniL"'LÓ L,riconsciente" -el ahí una cancelaciórl absol11- índice de su fracaso. analítico y bastan- 2 16 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) ción que le parece crucial Comienza oor afirmar aue 1. 1. el texto freudiano. de en el (HYPPOUTE 1954, 859). una distL."'ición que será retomada en su texto de diversas maneras. La no negar Se diferencia de "negación interna al que es muy distinto tal el . A esto último se ra de a lo que denomina Veámoslo con llil. Obsérvese la .1. , que se ubica de """""""' freudiana. Para retomar el hilo de la de ,_,,_,,u.1c.w . .a1.v"' formularlo de este modo: "No que es mi madren. enunciación. Resumamos: habría estos dos hemos adelantado que al texto freudiano lo aborda a delimitación de tres. Nos falta todavía como considerada '"'J~rn1..nYH interna al en un sentido UH 'V'"'J en su lectura de "La de J_a_ 18 FABIAN SCHEJTMAN (COMP.) i~ .. ~-~,,, que había"'"·º"'~'"'''" cer11 (FREUD 1920). E indica lo ubicamos como al Eros, y la de destrucción" uno se vea tentado de casi naturalmente a la afirmación con la no es esa la con la que Freud aborda el asunto. La , y solo más tarde ,e~~"'-"'ª'" Más aún, la disL.'Tietría que decir entonces que para negar que es negado tuvo que ser afirmado en un anterior. Esto es, que solamente es negar que ha entrado en el que ha sido afirmado. Antes de pasar 20 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) otra cosa que un de v ter-, mina por establecer unos años . Esta como ya lo hemos '-'''-'-L'-Uu.,,, y habría que entenderla más en el sentido de una que de una Comencemos por poner en relación el mítico modo por que Freud dicha -como la denomi.n.a en el historial de Schreber- o secun- daria -como lo hace como el antecedente necesario de la que en sentido no retorno de lo Así tendríamos: ! "Historial de Schreber" (1911) 1 "La represión" (1915) 1 "La negadón" (1925) 1 l ! ¡ 1 ~jación Represión propiamente dicha Retorno de lo reprimido Represión primaria Represión secundaria Retomo de lo reprimido 1 Bejahung/ Ausstossung¡ 1 1 [Verdri:ingung] Verneinung El tercer nivel que antes delimitamos en "La L"-"'-'U'-L~, o la interna al texto sobre Schreber o en "La . Podría funcionar allí como un cuarto de los tres de la pero esto no i.n.teresará en la dirección que 22 el sentido de la así: que, corno FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) Lo RETORc?\JO DE LO REPRIMIDO esa donde ausencia absolu- Mostremos ya nuestras cartas en relación con que estamos abordando: incluso para En aun 24 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) de los dos términos de esa mítica sión-exdusión que, da En Lacan nombra 3 -y no solo sino también en otros ubicándola de esta manera a que Lacan realiza en su lectura de "La razón es el término el que lectura que hace del texto freudiano? pero un. poco más adelante. Por el momento indicamos que Lacan toma el término del historial del Hombre de los Lobos y lo va a oponer ,..,,~.'~"~'"~"'de modo de forma sen- que el se constituiría por esa en la por un lado se inscriben determinados que vai> a for- mar el mundo simbólico de un y, por el otro, se otros que tendrán otro deshno. señalaremos cuál. Por otra mente, en este lando en nuestra lectura de que ,..,""""'"º~~se expresa de modo arti- sünbólico -como tomó 3 p. LACAN 1956b, 371-373 y LACAN 1958, 539. 26 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) de referirse a la habla- mos así de w.na que de esta rn.a.."'1era, a cual- ser hablante. Pero si nos a estructu- fuera. Así pues, para la -para avanzar estrictamente sobre fundante de la no hablaremos entonces solamente de ese en y, por como fhiaL."'Uente que tendremos que en solo sabemos de la fordusión del que es de estructura, por sus consecuencias. De este modo toma- mos ahora a en un sentido mente como o fordusión del para estructura ~~·r.C-,-hr~ y retorno en de esta la distinción que hace Lacan entre la y el retorno en simbólico por un no en lo real por el otro. Del historial del Hombre de los en este ~~,.,"-~"~ del Seminario 3, Lacan destaca que que fue cer- cenado de lo simbólico por la va a retornar en lo real de la alucinación. la alucinación no toda es elaborada no como una formación del inconsciente -del lado de retomo de lo o de simbó- lico-, sino del lado de lo que retorna en lo como w.'l.o de los modos del retorno en lo real. Así lo "La relación que Freud establece entre este fenómeno alucinación del dedo cortado en el caso del Hombre de los nario. 28 FABlÁN SCHEJTMAN (COMP.) do de nivel... de nivel como lo hace Lacan el seminario- histórico. en el Historial del Hombre de los Lobos de la castración parece ser situada por Freud en vida mis~a del 4 Mi~ntras que para de los térmL."'"los de es constitutiva de estructura, eso, en el esquerna que estamos ~ l se no,ar como la es en an nivel "de diferente al de En el mismo debemos estar advertidos de que, cuan- freudiana del historial de frase que no se vuelto famosa sino por haber sido de relieve por el mismo ese que dice: "No era correcto decir que la sensación interiormente sofocada es ~·~--~-,, más bien que cancelado adentro retorna desde afuera" (FREUD 191í, 66), y advertidos entonces de que cuando Lacan comenta este se sirve del mismo para distiI1ción que no se encuentra en el texto freudiano. En el historial de Schreber lo tra- ducción de y lo cancelado la esta "cancelación", este "rechazd', a un anterior: estructural. Al comose "abandonar el térmi- no de (LACAl'\f 1955-56, 73), porque ya a nivel del retor- no, el retorno en lo real es muy distinto de la que estaría en en la "normalidad", con lo que retoma y extre- ma el cuestionamiento de la que Freud mismo L"'"lició en el IlI del historial de Schreber FREUD 1911, 61-62). 4 Podemos una serie de términos freudia- se como referencias para la Este modo de las cosas no por cierto, que encontrar algunos otros lugares en la obra freudiana en los que la cuestión se elabora en términos que ya no son diacrónicos, y enton- ces se acerca más al estructural de Lacan. 5 30 Pero intentemos recién CA. l..'l-tC:;HU formulábamos VPOV71l<~ff'1110 Y nO de en el Seminario 3 es FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) decir en relación con la ,~.~~ . .,~.~,.~~ estructural no se A.hora del U4F,HU;,~~4 del las consecuentes dificultades que eso conlleva para la normali- zación de la función del deseo. Estas son cuestiones que señala- mos pero sobre las que no nos 6 Volvemos ahora al Seminario 3, al cual ya hemos comentarios: "La observación del Presidente Schreber muestra en forma cosas rrücros- cópicas. Esto es lo que me va a aclarar lo que Freud formuló de la manera más clara a de la !-'"'''-'-""'"'"' sin hasta el final..." (LACAN 1955-56, 118). 6 Puede consultarse al respecto SCHEJTMAl'.J 1996. 32 FABIAN SCHEJTMAN (cm,w) ser y retornar lico de las formaciones del ii."'l.consciente mientras que que retornará en lo real. Lo que escribimos de la te manera destacando ahora la simbólico-real: BEJAHUNG (afirmación VERWERFUNG (expulsión primordial) i VERDRANGUNG (repr12s1,on secundaria) RETORi'\TO DE LO REPRIMIDO (formaciones del inconsciente / SIMBÓLICO RETOR1\!0 EN LO REAL (alucinación y otros modos de retomo en lo real) REAL 1 J Y si ésto es establecidos los dos campos, el de lo simbóli- co y el de lo y los dos modos de retorno, ,,~~".<~•.a~v, proponer el de dos estados vvou/"'-" encontrar al V"''""'""'-~ es en lo simbólico. O hallarlo en el exilio ... de real. Y establecer con claridad esta distinción: no es mismo ''"'~~ "~ en lo simbólico que el en lo real. si decimos que la del señalemos que es para tal estado del para el cante en lo que vale la definición que Lacan establecerá: "un significante es lo que a un para porque es solo en este caso, es lo que el u•,,H''""'-~' otro cuando lo encontramos en se encadena con otro, que repre- Solamente "en su se articula con otro, pro- ( es necesario destacar que la UH-"U"" cacion no se más que por esta concatenación Esto ocurre únicamente entonces para los en tanto que se encuentren en lo mientras forman de una de una cadena. Esto acontece para los 34 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) cante no nada" 1955-56, 264) no concatenado con los otros. señalemos lo al mismo tiem- po estar en su y estar en el exilio. Un mismo no a la vez, haber sido admitido en lo simbólico y ser rechazado a lo real. Es lo que Lacan afirma de este modo en VI del seminario: "En el pues a afirmación de lo es, o \lpr111Prí~111 Dice "en el casi en el mismo sentido en que el reli- gioso afirma "en el fue el verbo". "en el fue el verbo" eso es la Y Lacan señala que en Pero entonces la cuestión pasa a ser ahora cómo leemos esa valor le damos a esa que Lacan ubica entre rwwnuri Si tomamos la de un Pero no pe~rs1pect1va en que lo el o se inscribe en lo simbóli- co, o se no ambas cosas. En el caso tendremos a la neurosis o la n,:•·n;•p-r·<>ii''m En el psicosis. En esta dimensión del nante. Y se ver ahí la y se ..-A·~~~~~,. los efec- tos de esta inscripción en la neurosis y la cribe el y observamos si pensamos en la ot)er·ac:1on en de decir -L11sisthnos en que no y viceversa. Recuérdese que 36 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) SCHEJTMAN, F. "Una introducción a los En Mazzuca,R. C., F. y Psicoanálisis desencuentros. Temas introductorios 1 ª edic. Eudeba, Buenos Aires, 2002. 2ª edic., cu1noi;1ua Berggasse 19, Buenos Aires, 2003. 2 Todos autor. 38 FABIÁN SCHEJTMAN (CO"AP.) cnvLcu..c. al modo del método de Morelli: lo más valioso se encuentra en la "escoria de la observación" 1 en aque- llo que el termii.<a velando. En su texto Indicios. Raíces de de ciales el historiador italiano Carlo aborda la relación de los métodos de Freud y Morefü situándolos en una tradición -la de las "Lndiciales", por la ciencia moderna- que relación con la lectura y la escritura. Para compara los métodos de ambos con el de otro autor de Sherlock Holmes: "El cono- " ''utua.i. rnu.i.c: con el detective que descubre al autor del delito por medio de ii.<dicios que a le resultan (GUINZBURG, 140).3 Esta tradición indicial el historiador italiano- del del cazador que sabía descifrar los ras- ut:1a'uu'" por la presa, continuándose en las Mesor,o·tainia y en la constitución de la medi- cina una articulación entre la ra y la clí..nico y el del conocedor de la tura que sabe el detalle de un que lleva al ext~avío. Estas referencias de otros campos nos sin ciertos límites y torsiones necesarias para su articulación con el nuestro. A pesar de ello muestran la estre- cha relación entre el detalle y la clfoica -desde la por hmción de la lectura y de lo escri- to en la del detalle en clfoica us1uJct1 "'"·"'""ª' Las obras de Freud y Lacan son f.'l\Ju..c¡;uc" para pensar una clínica del detalle. por indica que lo no es la acumulación de hechos sino el recorte de uno solo con sus lo que llama tam- bién las de u.n caso". A su vez sostiene que en el análisis se trata de la eficacia del buen corte.4 Podríamos 3 Estas referencias a Sherlock Holmes y Giovanni Morelli son comen- tadas por T. Reik en relación a una conversación mantenida con Freud ~sobre la imoortancia de los detalles". T. El mc'-1-'IV>H~!I Buenos Aires, También encontrarse comentarios sobre la obra de la referencia a V. Nabokov y la función del "detalle" en el psicoanálisis en el curso de Miller Los divinos Curso 19891 inédito. 4 Las dos referencias mencionadas son las siguientes: "Pues no es de hechos acumulados de donde surgir una sino de un refiriéndose "todo está en el campo, en 40 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COYIP.) No sin corte. Esta es la diferencia entre el detalle 11 obsesivo" y el detalle clírüco. minucioso detallismo del obsesivo se en la acurnulación metonímica que ic'l.ten- ta suturar toda borrando el efecto del corte en de una conti..11uidad secuencial. Suma un detalle más otro, volvién- dolos a todos En la clínica del recorte. Son dos "~•"-"'·~u tas: acumulación o recorte. Esto resulta fundamental a la hora de pensar en el estatuto del en es de un rea- del detalle clínico. También '"'"'"'"."'"'"h"" de la historia de la sus orígenes hasta Esta o estructura. Toda aE~sc:npc1on es acurnu- suma un elemento tras otro buscando reconstituir un todo a del de idea de la observación. Tal como sostuvo Ro man el realismo literario se sostiene en la metonirnia. Un "'~.u,viv de ello es un autor ruso -citado por duce urt texto "en que el lector se ve ~~·~··--~de detalles que recargan el verbal forma que muchas veces se el retrato por abarcar (JAKOBSON, 140). Este detallismo realista de en los detalles" fracasar describirlo "todo". Si uno intenta realizar sobre la base de un criterio debe recono- cer ex...11austivamente todos -o a lo sumo en su mayor los elementos que forman un la que constituido por el "cuadro" de lo observado en el Ahora reconocíamos en el método morelliano-freudiano que se trataba más bien de la "escoria de la observación", es decir del de lo que se "lee" en los de lo que que permanecer por fuera y discor- La "escoria" alude a lo que tendía a ser resi- dual en la observación Por eso no resulta que muchas veces el diagnóstico estructural contradice la por "parece" un obsesivo pero la estructura1 a del se revela como psicótica. Se ha la diferencia entre la clásica y el j-'ú•~,,~, 5 ,por vieron cuál era 42 FABIÁN SCHEJTMAN(COMP.) tal como es for- mulada en es la que más se a la crítica de Lacan. Es allí donde para dar cuenta de los delirios de con ubicados en la establecida por Gilbert Ballet como alucinatorias crónicas'? señala que automatismo es el hecho y el delirio de una "Construcción Intelectual Secundaria",8 cuyo de sistematización de las h'"ltelec- tuales Lo de sobre~ñadi- do" y establece en una frase ya que el delirio ya la Psicosis es -····,.,.~- apenas es los fenómenos intrusivos. La ideación es, de este dueto mientras que el nücleo automatismo es, la de de 11 orden histo- decir que dos 11estructuras", a dos 11causalidades" distintas: una y radical.rnente inherente a la del enfermo. Veremos crítica de 7 BALLET 1911. En este artículo Gilbert Ballet establece la entidad 8 "''''~,,,~,..,··-~ de las alucinatorias crónicas señalando la fun- de las ideas delirantes y su relación con las alucina- ciones: "En todos los casos, se encuentra en el un estado cenes- tésico penoso, hecho de vaga. Este estado conduce muy o lentamente a ideas de o de (BALLET 1911, 402). Dos años "º"n"é'" hallucinatoire rh1YYr•1'"11 afirma que: "Ellas ideas de y s1emi)re a alucinaciones de diversos sentidos, a veces y que, en todo caso, por su constancia, parecen condicionarlas" (BALLET 1913, 501) y agrega cuentemente no son más que secundarias y El abuso en la utilización de las mayúsculas, que ésta y otras citas que hacemos de los textos de a una característica estilística de este autor. Tal como ha sido señalado por Henri Maure! en "Le texte de Clérambault: une una graphie, un en maítre de Lacan, Ed. Synthélabo, París se trata de una de sus cas" que, a las singularidades lexicales, conforman el estilo de escritura que diferencia y caracteriza a este autor. 44 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) el que denomina -es decir que es calificado de 11inferior" con res- de la ideación , que las cuali- Esto su teoría que sostener que "Toda psicosis alucinatoria es una suerte de Delirio de Dos" 1926, 567), debido a la existencia de estas dos . A su vez, considera que construcción del demencial y, en ese anunciaría cómo va a termi- al cabo de dicho proceso. Se la en su y en su construcción desde el eco puro y hasta el final más o menos demencial. El carácter automático lo verifi- ca en el rasgo clínico de que las ideas le son nr''"'"'"'"'">'" voces y el las rechaza como absurdas en un ""~"~·1- me dice que soy es absurdo"; o si se le n.ucLa.u.v de un contesta ambos casos se revela que el esas ideas delirantes -es no son una sonalidad sana- sino que le son bido. El delirio automático es, para el más que ~~ 0~u,_uci "observación" decir que Clérambault y se más a la otra. Su límite -deri- etiológica- es que dos "estructuras" distirltas que dos delirantes: la y la c:AIJ.!.JLLauv Veamos entonces como retoma Lacan esta discusión. la Para señalar la relación estructural que entre los fenómenos elementales y la construcción del delirio Lacan nos propone el muy citado de la que, como él mismo lo afirma, se articula con lo que sostenía desde 1932 en su tesis. 46 FABIÁN SCHEJTMAN (CO:\W) muchas veces la "~'°'V'·ª'AU~ de sostener sus ideas delirantes no reduce su /1 convicción de los hechos elementales" la -que llama "convicción no por ello es menor. se ve la relación entre el vado de la te za, base examen debe sacar al desnudo y lo nóstico" para Lacan. Encontramos en esta del '31 y su con el anélido que está en la línea que llevaba a Clérambault a la teoría del deliro auto-constructivo y las mera y Tal como hemos en el '32 Lacan la cues- de la de ser mer modelo a través del cual Lacan busca dar cuenta de una estructura, ya que esta referencia no es aislada sino que aparece en otros momentos de su tesis.12 Dicho modelo en su versión del 3 consiste en lo las nervaduras de una una estructura a la de las formas que componen la totalidad de Del mismo modo la del delirio y el fenómeno 12 En el año '32 la estructura que Lacan busca delimitar encuentra en los modelos de la botánica, tal como lo pone de relieve el dela de los caracte- res, a saber: decidir cuál es el carácter determinante para la estructu- ra, de los que no más que a una varia- sobre el Pero, más es el ma de la identificación del carácter: en efecto, lo que en un se toma por una identidad de carácter no ser más que una formal entre aspectos vecinos que traducen una estructu- ra del todo diferente: los radios de las flores por el contrario, estudio de la tt1rvrtr;1 nf7i "·- (LACAN 1932, 47). 48 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) diferentes. Es una a la que babilónico y que servía para vertical cuya sombra marcaba la hora. se denominaba así a una escuadra lo que una vez que se recortaba uno más nPn111Pn nas, que éste fuera ESQUEMA 1 a dar lo que sería su definición más canomca: "Un gnomon es añadida a una una . 13 Los "'l'"'-"'"'-u" o el ESQUEMA2 El gnomon es la sombreada que se agrega a la L.'l.i- cial para crear otra más pero que mantiene las mismas que la Vemos fácilmente que reali- expams;1on secuencial en donde el creci- -por "l'·H'''"'"'-' y las características de sus 13 Citado por Robert Lawlor en Geometría 1993. Del estructura. métrica mico de la serie: PSICOSIS de 50 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) deM. 39 ESQlTE~1A 5 Podemos encontrar en estos últimos esquemas recuerda la caracterización que Clérambault hace de los de su "en red" / a diferencia de los que se nuclean ert su célula hii- sin un crecimiento irradiante. En ya sino de las alucinatorias crónicas reconocer casos en los que aparece fenómeno otros en donde elemental durante mucho los automatismos comienzan a del gran automatismo. 52 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) el análisis de la alucinación "marrana". No basta que sea alucinación para afirmar que se trata de una -sabemos que aluci..i.'l.aciones que poner a su estructura. Lacan ubica como condición para el de trastornos del "Rehusé dar co de psicosis por una razón decisiva: no había trastornos que son de estudio este que son trastornos del orden del Antes de hacer el de-~·~-~~·~ debemos tenemos otro de la relación del ~·""F•"""'""'""v lle. Se trataba del caso de una -en una n"'º'"ºni·" enfermos- que sostenía una reivindicación tificada. Se que un delirio pero ante la ausencia de los /1 detalles" de la estructura ,_,".~'J'""-~ -los trastornos del Lacan rechaza el psicosis. Cuando nos referimos a los trastornos del la concebirlos en un sentido intuiciones y estribillos- las dis- tintas formas en que delirante. Esto ya era señalado por Lacan en el año 45 -aunque no contara aún con su teoría del en su texto "Acerca de causalidad cuando afirma la necesidad de estudiar "las de la como nos invitan a hacerlo los modos que muestra el esas alusiones esas rela- ciones de esos retruécanos que han cautivado el examen de un y diré ese acento de cuya resonancia necesitamos oír en una para detectar el esa del térmL110 en la '~''""'"-""u'v, ese de la sinta- xis, esa pero también esa coheren- cia que a una esa característica que marca, desde la unidad de un estilo hasta las estereotipias, cada forma de deli- todo por lo cual el alienado se comunica con noso- tros a través del habla o de la (LACAN 1945, 158). 54 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) En este último caso se revela que no opera UJ.< verdadero por el contrario 11 ellas merecen el nombre de solamente porque los entonces, los por consecuencia de relación son ní ensayo las relaciones de ideas se hacen de entrada con la certeza de evidencia. Esta certeza sido c:i,a.uul.a- da en la del inconsciente afectivo y sale de está reducida a residuo: el hábito de expresar nuestros forma de razonamiento" (GUIRA..UD, 55). Vemos entonces que1 para taciones delirantes no son una misma. La certeza y la absolutización son su modo de señalar carácter de un solo que y se manera indialectizable. Su manera de señalar que son tes que retomru1en lo real es cuando su que denomina 11la del inconsciente afectivo" como llama a esa y cuando afirma que ªsale de manera absoluta" que no se encadena con otra cosa1 no se "relativiza" en relación otras Vemos que, aunque no una teoría del ~.,,.,., ... ~,~· adecuada la sis de la estructura. Lo mismo ocurre cuando se que hemos señalado con relación a la ideación de Clérambault: 11estos delirios crónicos se desarrollan como verda- deros Al que los tumores tienen diferentes de las de los automatismo tema totalmente diferentes de se efectúa cuadros intelectuales para aparecer desnudos en la conciencia o revestidos solamente de 55). También Guiraud señaló cómo el a la si11 que sea necesario que se trate de la creación de una nueva. Vemos entonces cómo la lista establecida por Lacan en el '45 retoma los de Guiraud en una brillante síntesis. Lo que denomii"la 56 FAB!ÁN SCHEJTMAN (co:v;r.) modos en que el las la estructura- hace u...rc tratamiento de los fenómenos que lo habi- tan, también diferenciar momentos en la diacronía de una sis, diferenciar los resulta esencial aislar la o etc.; pero sincrónica que define una estruc- türa rante" que viene a nombre del En la Cuestión lo define así: "Es la falta del Nombre-del-Padre en ese la que, por el u.Ln .. ccu.,J, inicia la cascada de los reto- ~l"'"~~~ el desastre creciente de hasta que se alcance el nivel en que y se estabilizan en la delirante" (LACAN 1958a, 559). En este vemos cómo Lacan sitúa las coordenadas estructurales que van desde el desencadenamiento de la ~u·i~•Jº''J hasta su estabilización en la metáfora como de reanudamiento entre el y el todos modos destacar el valor de la "alcan- ce" ya que h<dica que no necesariamente se alcanza dicha esta- es decir que no delirio esa solución que el ausente. En todo caso esa es la salida schreberiana y marca un recorrido del delirio máscara. Lo en la psicosis, si sabemos leer a Freud, rea- parece en otro m en lo imaginario ... " (LACAN 1955-56, 153). Si bien este de retorno in altero es a lo nario debido al modo en que ubica en el esquema por alucinación "marrana" en este seminario cap. tn1g1·nE~nto citado se encuentra comentan- >.Jl<uuH:::l.Ha.uc.a del narcisismo en Freud, consideramos que no resulta forzado pensar que este in altero va a designar finalmente el retorno en lo real. La diferencia entre el retorno en lo simbólico y el retorno en lo real ha sido desarrollada por Fabián en "De 'La al Seminario 3", en este volumen. ELABORACIONES crecimiento 58 FABIÁN SCHEJTMAN (CüevlP.) ""'·'"'-"u'u~,, por la que también mente en lo por su certeza y su orden de hierro cuando la elaboración delirante un S2 que intenta reinstaurar se reconoce la recorre, a veces como un muy las formaciones de la estructura diferenciándose de metonimia del deseo del neurótico. En esta sostener que se trata de aun- que su contenido no nada "raro" cartar la aunque se trate de una idea "delirante", L.rive- rosLmil o como señalamos en relación con una pre- sentación de enfermos de Lacan. Finalmente agregar que el valor de los fenómenos elementales no se reduce al momento del desencade- namiento o del de clínica. También fu"ltes del desencadenamiento se verificar la pre- sencia de fenómenos muy que a veces suelen pasar casi es la diferencia entonces entre estos fenó- menos antes y del desencadenamiento? E. brii.1.- da una indicación muy para pensar este seña- la que "los desencadenamientos no se hacen nunca en cielo sereno. No solo están todos los fenómenos elementales prece- mostrar cómo todos están con el desencadenamiento un desenca- denamiento los fonómenos elementales forman una serie con- son bruscamente todos a la vez, forman uno; son arrancados y releídos en sentido ~~·"···~··~ nuevo, que introduce una discontinuidad fundamental" Podemos hacernos una idea de lo que es m••rccmf·o a través de lEl sencillo. Tomemos + + la suma de estos cinco nimia d.o; la falta en ser ocurre en la µ"1uJ"J'" nimia de la falta forclusiva? vez más bien la de "desierto". El desierto sería la metonimia de la falta forclusiva. En todos los casos se término distinto para indicar lo que y pensar los nuestra a acechar a veces ínfimos de la forclusión" (AA.VV. 199b, 414). SOB;:.E PS!COs:s nuestro campo: • ' !f estrucrura . 60 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COMP.) AA.VV. La ordinaire. La conventíon éditeur difusión Le Seuil, París, 1999. AA.VV. de la clínica BALLET, G. "La 6 Année, 2º semester, 1911. BALLET,G. ~"·-~··'~··~et la 8 Anne, 1 semestre, 1913. d automatisme" op. cit. "Le délire auto-constructif". En OEuvres op. cit. "El Moisés de Amorrortu, Buenos Aires, 1980, t. XIII. M. C. El número de oro, v::>1:::11..,tv1t, Barcelona, 1978. M. C. Estética de las nn1nr1rr1· r.11 en la naturaleza en Las 1979. "Les formes verbales de rf>tf>rPnr1?.s introuvables de la these de n'i1rni.1w.rw Nºl, Documents de la de ne, París, 1993. JAKOBSON, R. Fundamentos del 1PnO"vmP KASTNER, E. y NEWMAN, J. mérica, Buenos 1985. KLINE, M. El matemático de la psicosis Barcelona, 1987. nu,orr,rn1·u en sus relaciones con la e historia, a nuestros . En El la causalidad . En Escritos 1, 64 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) Alain Miller (MILLER 1996). En enseñanza de Lacan el elemental se casi exclusivamente campo de la '"'""'-~""'·"· debido a lo cual es no elemental vszc(Jtlco. traria. Resulta muy esclarecedora para resolver varias dades y confusiones que se suscitado en este tema y que abordaremos a lo de este artículo. se des- de lli'1a lectura cuidadosa de los textos de espe- cialmente de La dirección de la cura... en relación con análisis del sueño de la bella Lacan afirma es sufi- ciente ese sueño que a las vicisitudes del deseo insatis- para que se trata de una histeria. En cuanto al fenómeno elemental en el campo de las su uso tico tiene lli'l. valor en el caso de las estructuras vc··~·vc··~··~ que no han desencadenado lli'l.a y en las que, por lo no es claramente manifiesto que se trate de una ¡.;ca~vc•~· Tenemos que decir de entrada que en el este tema de los fenómenos elementales de Lacan. Es que no se trata de un tema que Lacan do de la enseñanza de Freud. Sus antecedentes bien del saber elaborado por la que Laca11 formula lo conduce a una también en este campo y, es necesario wc"'•m·"·'" en su elaboración "'"'"'-''"'"·-,, ... ~~· que con el Lacan condensa diferentes cuestiones discutidos por varias -en a la relación entre el delirio y las como así también a otros fenómenos distintos del delirio pero en estrecha conexión con él-, condensación que es de las confusiones a que dado de Lacan. Como recientemente un estudioso de este tema en la obra de Lacan "no que olvidar desa- rrollada por Lacan sobre los fenómenos elementales es la herencia de debates francófona como de la que no es nada i11útil rete- ner un cierto número de enseñanzas" (SAUVAGNAT 1998). Esa condensación además del que se destaca otros se mentales y "''-'~·cch.H e idiosincrásicos. comenzar por campo de los 2 PSICOSIS 1 en este 66 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) tismo los fenómenos clásicos: enunciación de los actos, ~"·~~"~.,,. las auditivas y las m1"1n-'u'<'" nos más arriba mencionados" , ~,~~,·~""''HV ~ Es que Clérambault los fenómenos de auto- matismo mental de las alucinaciones verbales sensoriales pero también de las que habían sido delimitadas por como alucLri.aciones y, por como alucinaciones a pesar de que estas se al llos fenómenos por ser no sensoriales. esta Como su fundamento clínico reposa en que en son tardías. cuanto a su Clérambault establece tres características como rasgos esenciales de los fenómenos del automatismo mental o automatismo: son neutros, no sensoriales y no temáti- su anideicos. 11Creo sL.ri. haber innovado cuando al aislar los fenómenos a los que me refiero su tenor esencialmente neutro; su tercero, su rol inicial en el decurso de 1925,536). su tenor es esencialmente neutro decir que care- cen de tonalidad afectiva. Se insiste en en que no estan por un afecto de hostilidad sino más bien por estado levemente eufórico que es el único estado afectivo que está en una relación de con el automatismo mental. Este rasgo está estrechamente relacionado con el tercero, el carácter atemático o anideico como, por los bicos. O en los fenómenos ideoverbales como, por cicc.u.,,_,,.,J, en el eco de en los que existe contenido ideati- vo pero este no es esencial al automatismo mental. Su solo a su mecánico pero no asociado a idea de o de influencia. Tenor neutro y carácter anideico son casi dos caras de la de u...ri. estado afectivo neutro o y no ser de otro modo pues, si un estado afectivo penoso o eufóri- co, resultaría de ello u...ri.a construcción ideativa" 68 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) tres áreas o donde manifestarse el auto- matismo: sensitivo y motor; pero ;:,.i.<:ui.¡ .. nc rasgos: son neutros, no sensoriales y anideicos. Cuando a este automatismo se agrega del orden de lo afectivo lo cual ya no es o bien se le agrega ideativo o temático lo cual ya no es se que es entonces autornatis- .,."."""'~'"'"'"'. el afecto y la idea. Por las que Clérambault en su definición inicial llamó las naciones es a las voces a vez individua- lizadas y temáticas. Puede conservar o no el carácter no sensorial. Los tres rasgos esenciales del automatismo resultan indiferentes para la defi...nición del gran automatismo. Se ve bien entonces que el rasgo que se resalta es el de ser el cual pasa a ser sinónimo de automático. La se deriva de que muchas veces Clérambault utiliza el término automatismo mental como del automatismo y otras para fenómenos del gran automatismo. De este sensoriales o no, pero temáticas y con afectivos ya no se oponen a los fenómenos de automatismo mental sino que sector de ellos: "El término automatismo mental es más o menos lo utilizamos mente, y a falta de otro término en u11 sentido sumamente ... un cierto síndrome clli'lico que contiene fenómenos automáticos de tres órdenes: motor, sensitivo e ideo- verbal. Este síndrome todos los de aluci...naciones ya el término automatismo mental es mucho más que el término alucinación ... " Pasemos ahora a de los fenómenos que Clérambault de automatismo mental en sus tres registros: sensitivo y motor. En el el fenómeno mencionado en término es el eco del Fenómenos cercanos -pero que a su vez se distin- guen de él- son el comentario de gestos y actos y, otro fenómeno la enunciación de gestos y actos o de intenciones. Eco del es el fenómeno en el cual el sien- , pero no que su -~-~·--~,como en un eco. En la enunciación de escucha que las voces van describiendo se mueve, ahora hace esto, ahora ... se va y actos es lo que El comenta- 70 FABIÁ!\; SCHEJTMAN (eme) que se fenómenos sin sentido. Esto no solo en relación con los "'c'"''º'"',,,,."'"'- tos o los verbales sino también con las emociones. En este caso, Clérambault las describe como emociones sin fenómenos breves. una emoción tono: Pero la característica con la que las describe es que son súbitamente como ar:•arec1er Así como a todos estos fenómenos que hemos hasta ru1.ora los llamar "fenómenos bault describe en estas mismas áreas "fenómenos Puede ser o vacío del que llama Cuando usa este fenómenos de automatismo también en el de lo sensitivo -esto es más fácil de entender- fundamentalmente son sensaciones cenestésicas o sensaciones olfativas. Pero ocurren en el de lo motor. habitualmente s descui- es muy y conviene tenerlo automatismos motores en los que el do a hacer un de todo o de """'·i..u¡ .. nc con la característica de la ausencia de la que él es el de ese movL..,rüento y, por lo vivencia de que es movido por que no es él. Puede tratarse de un movimiento pero también ~un fu ~~~ denominado sale y no sabe dónde va, pero es llevado a caminar si.x1 saber por a veces ~~.~~'~'-' es no como que él hace sL."1.o llevado a hacer. Por eso el término no es muy Confunde porque transmite la idea de que el par, y no se trata de eso. Cuando esto toma las características automatismo" se le agregar ideati- vo relación o no con temas fundamentales de su que tiene que a tal o que está buscando determinado. 1 • f! secunaano ... cuada y los 72 FABlÁN SCHEJTMAN (COMP.) esencial y común de que el El térmL.'1.o sub- consciente es solamen te proceso que ocurre fuera de la lo cual para Clérambault es la de que se trata de otros fenómenos clasificar fácilmente en esta distribución entre lo sensitivo y lo fenómeno mencionado muy frecuentemente por los el de las numerosas Este fenómeno se encuentra, por en el momento del desencadenamiento de la sis de Schreber. Un decía en u,.11a "'"""'~"""""t""' mos que eran por este ei~:.1.Hv-"u para recalcar cierta u artificiosidad" en las clasificaciones o distinciones entre las áreas motora, etc. muchos automatismos que no se fácilmente a tales clasificaciones y lo es en definitiva su rasgo automá- extraño al donde se trata de que le ocurre, que sucede , de lo que no es De allí la denominación con que Clérambault los tismo o síndrome de va:siv•za11a. Cuando Clérambault dice que es por ese carácter automático o mecánico que se elaboran en el se está refirien- do a que tienen un pro- ceso que entender que para no dis- pone de las nociones todo lo que no es conscien- del lado de lo Es necesario que Freud introduzca y desarrolle su noción de inconsciente y que, en un Lacan venga a desta- car que en esta noción freudiana de inconsciente nocer la estructura y el funcionamiento del mentos significantes, para ubicar que un carácter mecánico y automático y no necesariamente de natu- raleza Es en este carácter destacado por Clérambault en estos fenómenos calificados como automáticos o mecánicos, donde Lacan va reconocer, a de este rasgo, que se trata de fenómenos que a la estructura del es que se trata de significantes. Ya habíamos dicho que Clérambault toma una muy precisa en el sentido de sostener que estos fenómenos elementales ELABORACIONES a estos fenómenos do tal como se Diríamos más bien que es 74 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) de los cuales se que ser es que haber sido llevados a acto pero que solo serían calificados de delincuentes en el caso de ser de sus actos. Cuando había duda a eso, es a esa institución donde eran derivados. Clérambault muchos años en ese y es funda- mentahnente allí donde hizo sus observaciones. Dicen que la cantidad de casos, de personas que tuvo de entre- vistar a de este fue muy se calcula que miles de historias clínicas -au..11.que no se sabe exacta- mente su ca..'l.tidad. Pero además de la frecuencia y de la canti- dad de casos que observar que hacer notar que, por las características de ese los que atendía diferían sensiblemente de los que concurren a un servicio asistencial. llii por lo tanto también en las de enfermos y en los ateneos lo más habitual es encontrar- se con cuya ya tiene un de elaboración y un desarrollo de muchos años. Al parecer Clérambault tuvo la de entrevistar muchos cuya todavía no se había desencadenado y, desde esa afirma que esos fenómenos subsistir durante a..~os sin que se desarrollara una ~w•íL~•'"ºº en la Cuando Lacan cuestión de los fenómenos elemen- tales en el Seminario 3 se refiere a Clérambault y los fenómenos de automatismo mental que fueron estudiados por él. Sin como Clérambault boración a alucinatoria crónica. En las psicosis va.iª""-"''-u.", de acuerdo con la defi.rüción establecida por no alucinaciones y fenómenos de automatismo mental. Es claro que Lacan esta IJL'""'-"v"' y automatismo mental. En su Estructuras de las cuando se ocupa del Lacan formula que deberá descartarse un método estric- to, los fenómenos elementales del automatismo mental: ecos de actos y , etc. (LACAN 1931, 15) ELABORACIONES 76 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COMP.) mi maridoy yo nos habíamos convertido en extrai_'i.os u_,_ri.o el otro" (LACAN 1932, 189). Se ve bien que esta inicial no todavía nada del orden de un que este, en su destinado una res- ese de extrañeza rvu7 m1nw Pero el fenómeno más destacado que Lacan delinüta en su tesis es el de la fenómeno íntiinamente articulado con los procesos de construcción del delirio. Y esto es válido tanto para los delirios de como para los delirios de esta cuestión existen dos dones controvertidas. La mayor de la clásica afirmaba que los mecanismos con los que se construye el delirio no difieren de los que están en razonamiento normal. Lacan muy c~'~"'"~H dón inversa: no solo no se trata de lli'- mecanismo sino -~,, .. ,J~~~ se desarrolla en el del razonamiento. Gran de su tesis está orientada a mostrar que la delirante es un fenómeno que al u:::vL1v1.« No se trata en la ni de una inducción ni es más bien del orden de la inh:iición. No es un proceso que se a través de una sucesión de pasos, es un acto instfu'l.táneo en el que se de y de manera inmediata la nueva en el caso de Aimée, el modo en que surge lo que el núcleo de su delirio: matar a mi que estabiliza un de la intención del Otro. Si bien está precedido de urt largo de en el que surgen multitud de i.."lterpretaciones delirantes: sus compañeros la criti- can de manera en la calle los que pasan murmuran contra reconoce en los periódicos alusiones contra estas interpretaciones no dejan de tener un carácter enig- mático la conducen a preguntarse a menudo me hacen esto". Un ella encuentra ~m~~·~~-"1"'.a'-""-m':: respuesta: "quieren la muerte de mi . O con su víctima (Z, la actriz a intentó estaba segura de que había axnenazado la vida de su preguntó cómo había llegado a esa creencia: "Un do en la oficina buscando como siempre de 2. 3. 4. ELADORACIONES 78 FAEIÁN SCHEJTMAN (co:vrr.) 5. Estos caracteres acercan fenómeno a los que la tes. había denomL.'l.ado intuiciones deliran- Lacan menciona otros fenómenos -n'l''""""""'"' ciones e intuiciones delirantes pero que se Entre ellos se ocupa fundamentalmente de las y de las ilusiones de memoria. SUS n~>Y<:Po-111 por ser ella lL.'l.a maledicente y cer, se trataría de su en que se artículo de comprar números atrasados de los diarios sii.1 haber encontrado nunca ni el artículo ni foto a pesar de que en que su cuarto estaba lleno de diarios la reconocer más que cierto momento acordarse del artículo y de la No se trata entonces de una delirante sino de ilusión de memoria por las de usan el término falsificaciones de memoria o recuer- este último tan discutible como definición de per- para la Como trastorno de carácter electi- Si reconocemos que estos fenómenos elementales por Lacan en las se fundamentalmente en el del -a diferencia de los Íenómenos automatismo i-r,ental que er1 el del distribuirlos los fenómenos de este grupo Lacan los denomi.11.a con dife- fenómenos de fenómenos 80 FABIÁN SCiiEJTMAN (co:v1r.) mental por de también va más allá de estas ya que abarcan tanto lo sensorial como lo senso- '""~"·~uu, etc. es como base de los delirios en su Una serie de autores de esa escuela mórbida de la Pvnor•c>n ~~·"'""'-'"""ves Neisser que en 1892 señaló como sínto- la de traducir como autorreferencia enfer- Lacan lo traduce 3 La traducción castellana a la cuarta edición alemana de 1946 sensiblemente modificada con a la tercera, de 1922, conocer Lacan en el momento de escribir su en 1932- y cuya traducción francesa al año mación radical. Si se clasifica el material en 82 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) taciones u.c.u.ic"'"'"ª· rantes, etc.: la que no se agregar el térmii.'l.o delirante cuando la conciencia de la cación se ha convertido en vivencia delirante. Es decir cualidad de delirante no coincide con el ""'':n<::trn o del sino que del vivenciar la realidad de ese En la delasnr1m1Pr~~ Los y los acon- tecii'llientos destacado es a..,-1?TuY1r. nada determinado" A este fenómeno lo como delirio de del delirio de autorreferencia porque son Lacan en la "SL."1 Esto nos Íi'l.troduce a la cuestión de los fenómenos elementa- les en la elaboración delirante. También en el delirio buscan coherencia los enfermos -dice "",..,e'""- por lo que, con base en las vivencias que deben ser en relación con las al reales y los conocimientos una elaboración delirante. Así surge el sistema delirante que es enteramente co1mp1·er1s11J1e en su coherencia y se nos vuelve solo en las últimas fuentes de las De dos cla- ELABORACIO~~S Cl\ y cols. 1998). carácter más mitación. reciente SOBRE 84 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) de este En distintas áreas de su vida des- Cuando come, por "'"º.uuJHJ. da está comiendo porque no parar. único límite es la olla", es de comer cuando se acabó la comida. No es que pero no poner un límite. Esa en otras Cuando fue vendedor y tuvo que de mercadería ocurría frecuente- mente que cuatro o cinco días sin dormir. Es lo el único límite era Solo cuando se acababa mercadería Este subsistencia misma del a¡_JC!.i.CHV ~dH~~"'-''• ocurrir con los que se como fenómenos mentales de la melancolía y de la manía. Esta es una cuestión más difícil que no abordaremos Existen pocos dedicados a las distintas variedades de fenómenos elementales y proponer una dasifica- Gon. Miller propuso distribuirlos tura metafórica o metonímica (MILLER 1996). cuatro formas según la y el autismo. Por mi ciar los fenómenos de los delirios crónicos no frenias en términos de de que se ,,..,,.."'""'n.t;;,n en la (MAZZUCA 1999). Creo que se ha avanzado poco en este tema porque Lacan en su tarea de fundar un campo único para la psicosis ha sobre todo en el Seminario 3, a examinar y destacar sus aspectos comunes más que sus diferen- cias. En ese sentido que cierta alternancia en las posiciones de Lacan cuyos cambios se a veces con L.'l.tervalos breves, ya que, por mientras a la altura del Seminario 1 destaca las diferencias: "la alucinación en tanto que se diferencia radicalmente del fenómeno inrp1·n1-pt;;,t·1v1')· 1954, 374), dos años más tarde los considera 4 Para más detalles sobre este consultarse MAZZUCA 1994. Especialmente, ñanza de La can". VII: "El fenómeno elemental en la ense- 3. nóstico. nóstico. 86 FAB!ÁN SCHEJTMAN (cmvi?.) En términos la a ubicar el delirio sus fenómenos rntto•rrwt>t:>l-1 considerá.n.dolo como la reacción de la ~r.~r~~.~,,~,~~. en rela- función de incor- modo de encap- fenómenos. Esta con- el se dera las alucinaciones como fenómenos elementales y el como un de elaborarlas. de 1932 en relación con la u-rn ª'" - el mecanismo de la analizaremos térmL.n.o un cierto número de fenómenos llamados o ''elementales 1f. rr1as en cuales se determinantes de la y a reacciones aÍectivas secundarias y nes racionales". es COll.SÍ- derar el frecuente" la caracterización que íormula. Las Por so10 ese 1 , • io comun es creer que e1 consistirá tan mórbido como los sfotomas el Serainario 3, lo dice de esta manera: J/Si ELABORACIONES 88 FABIÁN SCHEJTMAN (co:vir.) ción SL'l.O también las alucinaciones que1 forman de la fase del proceso retorno de lo rechazado. en en su teoría de la porque lo conside- ra un mecanismo normal y en todo meca- '"Uª"~"''' que actúan para darle al delirio que la elaboración secundaria en el sueño. Freud ubica en esta función a los delirios de por reconocer aun en la una serie de fenómenos y marias. Vimos cómo ubica las ideas delirantes entre los sfotomas elementales y la siblemente no alcanza el esas ideas son deno- La tesis está en contiri.uidad con esta corriente de la alemana y con de Como VL'TIOS demuestra que las rantes y los fenómenos conexos se manifiestan en el mismo L"ltuitivamente en un acto ii<stantáneo. menos elementales. la nueva por lo tanto, fenó- deben ser examinadas más detenidamente. es un eximio del esquema llamado frecuente porLacan en la misma clase del Seminario 3 que hemos men- cionado dice: "Lo del fenómeno elemental no es entonces que sea un núcleo decía en el seno de la 90 FABIÁ"-i SCHEJTMAN (COMP.) que con bastante frecuencia se encuentra u,,,LU.~,,, no en sí mismo delirio. Y ocurrir que un delirio no se le agregue sino muchos años des- del inicio". O bien en otro texto de ese mismo año: que en el dominio ideoverbal los son de veces caracter de las alucinaciones y Clérambault propone una relación causal ya que esos fenómenos son califica- dos no solo como iniciales sino como de "Este sfadrome es el elemento las alucinatorias crónicas. La idea que domina la "'º"uJ'"·" aun cuando la común parece indicar- clásica lo confirrna. El núcleo de estas ,..,,,u..1J;,J,,., la ideación es en ellas secundaria. En esta fórmula clásica está invertida" Vemos que a Clérambault también pero son las que sostiene a lo de toda su obra. Con ellas -y con las definiciones que examina- neutro, no sensorial y anideico Clérambault fundar su carácter mecánico y su aluci.P.atorias rr,OT1l1C'"1<0 afectividad. Reconocen hasta ah1ra considerados como esenciales de cosis aluci '1atorias son resulta- do de procesos mecánicos extra-conscientes y no de de la conciencia. Estos orocesos mismos son secuelas de lesiones '- ·~···~·--·,, traumáticas o tardías y 12s más sutiles de todas las secuelas pasan a entonces, en la Una vez delimitada la tesis central e i__nvariable de Cléram- pasemos a señalar las transformaciones que se reconocer en esa tesis a lo de su obra. 92 FABIÁN SCHEJTMAN (corvir.) No por sí mismo clase de Cuando subsiste en estado puro una tendencia vaga- El es ª"'u.Lm.<.u ... , las voces le hacen com- En del automatismo mental": mental así definido es un proceso cuenda se el ... este automatismo no de carácter y de intelecto" "el delirio fondo manifiesto u oculto del individuo ... / frase decir que no solo el delirio es necesariamente relación entre el delirio y los fenómenos de automatismo mental que lo nreoeden la forma que va a tener el está en relación con la en cuestión. Se ve claramente que que Lacan llama el esquema delirio tenía una función tales ya que Clérambault más bien acentúa no rela- ción entre la forma del delirio y los fenómenos elementales. La forma del de acuerdo con su va a estar en relación del es necesario advertir que cuando utiliza el término no lo hace en el sentido como una forma de psicosis. Clérambault lo utiliza en el sentido de una forma de carácter o Si la !.Jt:.l.t>IJHi:ill'Ud.U del recieran los fenómenos de delirio tomará la forma de sobreagregado ""'"°"'"'"'""" entonces su "El delirio tL.'lción que entre delirio y mental ya no es '-Ll·"-"·"'-'~'"'-"' nuclear. S03S.E 94 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) anteriormente. Pero el título "automatismo ideico e ideoverbal" nos encontramos con esta distinción que introduce un nítido a la anterior: "Pero más: ideación delirante no es construida por la sino que se elabora mecánicamente en el sub- '"'-·1eJt m~. no revelándose a la conciencia más que por sus resul- tados últimos Rei....rta entonces al lado de una ideación autóno- otra que se la ideación delira11te del teóricamente en dos la otra y reacción a diversos automatismos. automática" que reencontramos ción que converge con la de una rio se con mecarüsmo normales y otra, en es de la misma naturaleza que los fenómenos elementales. más notable es que al final de ese mismo artí- culo reconoce que esta modalidad automática del delirio se cum- no solo en las crónicas sino también en esta nueva modulación. Entre las nueve tesis que, a modo de resumen irltroductorio se en su comien- zo ya verificamos que: "5º Los datos mayores del delirio entran a la conciencia por vía alucinatoria. Su cons- una ideación Su evolución es ella misma auto- mática" 1926, 545). Y también: "8º En las ~·-"·~·-· alucL.'latorias crónicas la construcción misma del delirio se por la constante acumulación de los resul- todos de un mismo sentido en las condiciones mecánicas elementales del Para que no tesis afirma: "9º La consciente no interviene más que secundariamente en los delirios" ELABORACIONES --------------- 96 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) Clérambault llama basadas en el automatismo. se de señalar que la de los mecanismos de construcción del delirio en una y otras es '-A"'ª·'LLl" por el mismo Clérambault afirma en el citado: "El mecánico y la elaboración mente mecánica que atribuh--nos a las alucinatorias pro- llamadas sistemáticas nos parecen 1.>éua . .u..1.tc.1. ser los de los delirios puros y aun de los delirios . Solo encontramos esta única sin desa- porque no es sobre este de que se desen- vuelve la elaboración de cosa que él mismo aclara a continuación: "Pero el desarrollo de esta no ni ser abordado en el artículo vado a la ideación de las U.>HU,h,!oo• alucinatorias" 1925, 544). Lacan parece co>mD2trtir ª'u'""°·ª"' de la obra de su maestro ya que ni tesis del Clérambault. Ahora ¿a critica Lacan en los que hemos mencionado del Seminario 3? Si se al la crítica se limitadamente ya que éste afirma que el delirio esté destinado a ni a ela- borar el automatismo mental. cer.r se tratara del que parece descono- criticarlo ya que más bien coL.'lcide con él: Vimos "la misma fuerza estructurante está en obra en el ya sea que se lo considere en una de sus su totalidad... la misma fuerza es también un fenómeno elemental" (LACAl'\J 1953-54, 33). Acaso ¿no va en el mismo sentido que: "todos resultan del mismo y "su evolución es ella misma automática"? construcciones ideicas ... Sin sar que una continuidad semántica en todos los casos, y una cierta distancia ... ". sea ella misma11 • En el curso ~"''~""~' en 98 FABLÁN SCHEJTMAN (COMP.) ramente articulado en en la Sin conviene tener de que Lacan no lo en el seminario ni en que lo de su en relación con el delirio como fenómeno elemen- coincide con la de por la que se orien- taba en su tesis de 1932. Resumamos entonces este de Lacan sobre el tema de los fenómenos elementales con relación paso: "la es una paso: por lo "la también un fenómeno elemental"; tercer paso: "el delirio mismo es un fenómeno elemental". Pasamos ahora a un la relación y las articu- laciones entre las nociones de Lacan y las de Clérambault. La cuestión a destacar es que Lacan de de Clérambault. Sabemos que sobre el automatismo mental es el eslabón de una teoría más destinada a sostener que los fenómenos son manifestaciones de que u~·~·~"~-~ y no nociones freudianas del inconsciente que entender que fenómenos que característica de orden auto- mático -en el sentido de de la conciencia o de la intencionalidad del Podemos Clérambault de los En la clase del Seminario 3, dice: "Para de ustedes que no tienen de su obra más que un conocirrüento Clérambault pasa por haber sido el gran defensor de una extrema. sean auditivas la estructura Podemos te asemántico", es Podemos decir que esta automatismo mental de Clérambault FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) corno pero por fuera de la Lacan se propone mostrar a lo estructura de los fenómenos de tura del a la estructura del Otro que sión del C>.it;HLLH,_U.i Vemos que Laca:.1. w'1a intrusión de estructura del Esta es su defii"li- ción de en este semLnario. Podemos decir que en sentido esto está en la obra de Clérarnbault a su noción de automatismo mental. también u11. fundamento de orden estructural en el carácter de del Acá Lacan sLrto que además le parece que el término "automatismo" está muy bien ""'""'iuv. Es término que a Clérarnbault mLrtca le de conformar y por eso hacia el final de su obra en ·~··~ ... ~····~ mental llamaba síndrome de sLn a un muy buen término. Esto se encuentra en el seminario hacia el final de la clase 21. Al hacer un comentario sobre el Historial de afirma que todos esos fenómenos de los que se estuvo entranen defh<ición misma de automatismo el uso de la automatismo. Critica el uso indebido que se ha hecho de este térmh'1o en la en realidad es un térmh<o tomado de donde tiene Tu'"! uso muy pero, tal como se lo ha extra- y usado en se ha hecho de él cosa. en Clérambault tiene un uso muy y adecuado. Es decir que Lacan está de acuerdo con el término y, además de su va a buscar sus antecedentes en Aristóteles para formular una que retomará más ade- lante en su ensefia:.'1za entre automaton y que son térmL"los aristotélicos. Entonces dice: " ... aun con todas las reservas que entraña una referencia como ésta, a la vemos que el automaton es lo que verdaderamente por sí mismo". ELABORACIONES Paserr .. os de fenómeno elemental habiendo el rr1encionado de 102 FABIÁN SCHEJTMAN (COY.P.) mación de Lacan -que en su momento resultó de la psicosis es la Dos años más en el texto "Una cuestión Lacan dice que en otro -está hablando de la es no en la neurosis ni en la el sfatoma está más claramente articulado en la estructura misma. Es decir que vamos a verificar las de la estructura en la neurosis y en la estructura Cuestión ut<ou1au os10JSJlS están de una manera manifiesta. porque con su noción de defLrte la por lo ese sL.atoma en el caso de fa del aue Lacan hace su en la las alucinaciones verbales. No desarrollaré este tema que ha sido abordado en otro 1996). es lo que nos muestra este fenómeno psicosis? Nos muestra esta característica de la estructura, que el ~ habla por sí o que el Otro habla. No se trata sola- mente de que el clásica de la teoría ~la a ~o~ el Otro habla en el Esto es lo que la muestra de manera ma..ri.ifiesta. En el caso de la neurosis tenemos infe- rirlo: el inconsciente es el discurso del en el caso de la esta en el mismo de observable. Lacan rechaza toda idealista en cuanto al len- No se trata de estudiar los fenómenos de la con las estructuras del un ins- trumento externo a o como si los fenóme- en general, y los en fuera..11 a esta estructura: el está en el fenómeno mismo estudiamos. No es que con el instrumento del abor- damos un fenómeno que le sería no, el lo real mismo. Podemos con el de automatismo. El misma que en real produce el dice Lacan. De modo que, como muchas veces hace da vuelta el No se trata de por en la psicosis el Otro sino por este fenómeno no aparece de manera evidente en la neurosis o en la En el caso de la de una or1::'.sentci.cií)1 mos realizada por Lacan, el paciente diferencia 4. como cuarto manera la tesis del 3 resulta ,.,~"~''~"· con fenómenos elementales no~"'~"'~~ 104 FABIÁN SCHEfIMAN (COMP.} no se consi- cuestión que está por con su distinción entre delirante y deliroide. Por otra como Lacan han destacado cierta entre la ciencia y el delirio No olvidemos la observación de Freud al comparar la teoría con el delirio de duía que es difícil establecer cuánto de verdad y cuá,."1to de delirio en la extender al saber científico en todo en la últh'Tia de su la de la delirante. sin duda estructuras en ciencia y los delirios ,..,_,,r''"r"'" como una elaboración de saber. Es en las matemáticas donde resulta más frecuente la coincidencia entre y los ar:u"IC'""" recientes de ~-~-·~·, son destacados. que tanto con- tribuido a la conformación del mundo actual y son efec- to de procesos del orden de los fenómenos elementales o de pro- cesos que llamaremos :racionales? Sin duda no delirio tiene el valor científico del saber elaborado por estos pero subsiste la señalada Freud: no ,...~,w~····~v determii."1ar cuánto de verdad los ideales de la revolución francesa y a la extendida a las del derecho chos humanos. al nivel de otro que no abordaremos pero por lo menos mos señalado en relación con esta cuestión del desarrollo del delirio. Sabemos que un delirio tiene fases. Estas fases no tienen el mismo no la misma del de Freud en el Historial de Schreber destaca la de este tema. No es la de Schreber al comienzo de su cuando está en una ~~·v··~·~'" ción al deseo y a la voluntad de goce del que de su deli- rio al cuando Schreber acepta esta voluntad divina. En un caso se trata de un delirio en el otro da delirio pero no tanto la temática sino del 5. 106 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) lado de la realidad sino de la certeza de eso decisivo para él: "Lo que está en to por todos los rodeos verbalmente desa- rrollados que están a su alcance, que esos fenómenos son de un orden distinto a lo sabe bien su realidad no está asegu- incluso admite hasta cierto su irrealidad. a diferencia del normal para la realidad está bien ubi- él tiene una certeza: que lo -desde la alu- cinación hasta la está en la sino la certeza. Aun cuando se en el ex1Jer1n1en1ta no es del orden de la reali- o también ~.,~.,~~~~ delirru."'"lte" (LACAN 1953-54, 6. es que le concierne. Esta cer- para él Al así las cosas, Lacan no de las dife- rencias entre alucinación e sino también de la diferencia en las nociones de Clérambault entre auto- matismo y gran automatismo. Recordemos que la alucinación clásica para Clérambault ubicada en el gran automatis- mo allí del Entre las algunas que no se como ani- uu•u:n.•v, entre las cuales se cuen- la o el insulto. del todo esto pasa a ser denominado fenómenos elementales: todos los fenómenos de automatismo sin idei- cos, o el delirio aun con el de "'"'~'"'"'"''-'"''"'""·""' que ser considerado un fenómeno elemental. Sin embargo, es notable que esta diferenciación de Clérambault ter- mina por reaparecer en la enseñanza de Lacan con otros térmi- nos. A mi entender es lo que ocurre cuando Lacan o inventa -porque es una noción generada en su enseñan- za- los que Son también fenóme- 108 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) formular en su discurso L'l.terior como un lo que a un cierto orden correcto de ,oc,,..,,.,,,....r,,,.,,,,.., en términos de realidad. Pero no es así como se pre- senta esto en la del él no tiene vivencia de ser el Schreber lo describe muy fenómeno del alarido lo le hincha el tiene su pro- fuerza y movL.'Tiiento que lo invade dolorosamente. Los fenómenos de borde no solamente tienen que ver con orden de las voces. Lacru:l señala en las Memorias otros fenóme- nos observar frecuentemente en la y que, sin habitualmente son Se diría que son fenómenos de orden por Schreber describe nos fenómenos de este cuando los rayos divi...<os se retiran y una cierta es decir que más bien son fenómenos de orden luminoso. No son exactamente se en el de la pero no son exactamente les. ser fenómenos que tienen que ver con la lumLriosidad o con el brillo y que no necesariamente son vistos. Puedo mencionar el caso de una que, cuando cami- naba por la en una corona como la que tienen los una corona lumino- sa. lo visual se torna tan como lo auditivo de las voces. En este caso es especialmente claro porque por la ubi- de esa aureola es absolutamente el campo visual del Está en un donde es verla. Es un fenómeno luminoso entonces, pero que cae fuera del visual. Es del orden de la visión pero no está en el sabía de eso con certeza. Además que los otros comentaban cuando iba por la calle "ahí va la de la coronita ... ". se trataba de que ella su vivencia de tener una coronita de lo las voces decían. esa corona estaba lo que Lacan difícil de incluir en la de la alucinación. Lacan da cuen- ta de ellos como una intersección de lo simbólico con lo es un efecto del si...c 110 FABIÁN SChk:JTMAN (COMP.) BERCHERIE, P. (1980), 1980. BOBON, (1969), nº 29, París, Navarin, 1984. "Automatisme mental et Scission du En Oeuvre II, PUF, París, 1942. Traducción castellana: "Automatismo mental y escisión del , En Paranoia, Polemos, Buenos Aires, 1995. G. De (1924), "Définition de l'automatisme mental". En ., op. 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MERCOSCR "Avances, nuevos , Buenos 2005. 2 112 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) deseos en el cinación? incluir un término ra para desentrañar el mecanismo de una actividad anínüca que Freud insiste en v1•"1ttt<u Freud afirma que el por la trans- terf'11da de una carga inconsciente a un resto diurno precons- ciente. El miramiento por la y la .u:::;.:.u"'"'-'H dan por resultado la escritura en imágenes en que cónsiste el sueño mismo (FREUD 1899 y FREUD 1915b). La realización alucinatoria del deseo onírico mediante esta de t::.1u1u.u lizable en tanto El que desanda el es ese desciframiento que localiza en lo que descifra un resto de cifrar. del sueño" llamó Freud a este resto (FREUD 1899), de umbilica- ción de lo horizonte de la vía regia de acceso a lo inaccesible. Lo alucinatorio del sueño es sobre todo lo que la sen- sación de realidad que enmascara lo real. Un real que, de pre- sentarse, el dormir. entre soñar para sostener diferencia estructu- ral la alucinación y el soñar (MAZZUCA 1996). Entre otros motivos se encuentra que mantienen una relación diferen- te con el La alucinación como el síntoma efecto del retomo de lo lo simbólico de articulación En la alucinación cótica el retomo es en lo real como efecto de una fordusión a nivel situbólico (LACAN 1958). De re la forma y la contundencia de un.a (LACAN 1975-76), de saber acerca , o sea de su uL1:iuJJ.c tual. Así como un sueño vale por su estrn.ctura de texto y no por con. mente, dado que su de la alucinación como trastorno de la '"'""''"ºr''"'iAn y enfatiza su la transferencia. se sirio a u..na oferta de escucha en 114 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COMP.) en un momento en que su alimentos sólidos estaba causando tornos en su A las pocas entrevistas con- fiesa que esta conducta se debe a que una presen- cia que una le ordena no alL.'Tientarse para no alimentar así a "los fantasmas". Aclara que su cuerpo es asiento de feroces batallas entre estos "fantasmas", que la acosan con L.71sultos y amenazas, y otro que y por eso le ordena no comer. Cuando su analista atina a decirle que no cómo los fantasmas alimentarse de alimen- si es que verdaderamente son se ve tomada por sorpresa y dice que nunca había IJ"'""''°"..i.v cosas de ese modo. Al poco de esa entrevista u;uuc:.Lmo, a comer todo de núa las charlas con su analista. Los pero sus invectivas se vart no hacerles tanto caso. Poco el ari.alista le por la prove- a personas que conoce. ella ha estado escuchando a vecinos de su ciudad a su analista. no pegar un cuando escucha que está incluido en llsta de porque le preocupa haber a lista de los evidentemente nota sobresalto de su analista y se apresura a decirle: no se preocupe. Yo sé que no era usted. Pero era su ser modos de 11cu11tu::: acentuar w> matiz: esa voz nueva que se agrega a las otras ¿es externa o interna al parece evidente que externo, que vuelve sobre el modificándo- lo a través de esa una voz exterior es por el mediru.Lte la alucinaciór1? Íunción en esa verdadera alucinación de transfereücia? 116 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) de Lo 1e1n.egalcion en el sentido de que el neu- rótico no está fácilmente a hacerse cargo de lo que esa ,.,M,.~,.,.,~trae e intenta desentenderse de ello por los medios. En la psicosis, en el retomo se efectúa en lo esto es, por fuera de lo sL.'llbólico. Esto hace que esa sea vivida como radicalmente a Lo llamativo es que el así p1<mre<1a,a La transferencia con el a.11alista no cuenta de esa ,.,~.·~···~sino que oficia como el ,_,M,.~,.,.~ que '"''"'"''""'"'"' de otro tomar cierto cuerpo y poner en movimiento el Lo que hace a fin? de .•• ,,~~~·····,aunque no se sepa permanece inerte en relación a toda dialéctica". O sea, no entra en combina- ción con el resto de los por lo cual función fu..'l.damental en la reconstrucción de la trama del será el núcleo denso alrededor del cual ela- oorai:se el delirio que encontrar una estabilización y que Lacan llama "metáfora delirante". Esto es el modo en que opera la en el del decir En el HcJ.au~u.•J, la ,.,~v·~·u·~~~ tar a los fantasmas" y "la comida" toma el de la alucinación le a Vemos entonces que eso que retorna en lo real opera como fundamento de un orden a construir y en eso encontrarse las trazas de lo que ha sido forduido: el del Nombre del Padre. Para concluir: sueña con su analista y un lista? Por el recorrido realizado entre un neurótico que que alucÍJ.<a la voz de su ana- conclmr que no, dado que no son el mecanismo del sueño en y el de la aluci.nación La ~"~"°·~ "4'-'''-h que retorna construirse mención de 1984. JINKIS, nos 1988. 120 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) Es el uso más habitual de este término y al mismo el más vago y Se él un ""'"'"·""'"" de entidades por que rasgos en común con las estructuras psicóticas. Sus definiciones permanecen discutidas y por lo tanto una cierta en la nomenclatura que " hacia el uso cada vez más extendido-de momento, se este término a estados o "VlWlH'-'"-'U.Ct::J que una rh~~~~'m'~~ a la 0 - como mee H. Ey-1 que se encuentran entre los candidatos a enfermedades mentales crónicas. Sh"'1 se que la correlación era y tendieron a generarse '"'""n 1"~" que intentan deli..-nitar entidades más o menos y distintas de las psicosis. Nos encontramos así en la historia de la y del coanálisis con el intento de definir distintas formas clínicas que no h>cluirse ni en el campo de las neurosis ni en el de las intentos que han conducido a la transfor- mación del límite entre neurosis y en u11 nuevo territo- rio: la y estados borderlines o fron- ''°"·"'v'"'"' que es criticada aun por sus pero Por eso menos utilizada. .t Sería una lista más o menos de las diversas ido hasta desembocar en nomenclatura de los borderlL.ries que se ha la actualidad. Mencionaremos las Debe citarse en europeo, el artículo de dad (DEUTSCH 1934) que "como si". En el p1;1co2m<U1s1s años más . ,, " n.oc1on ae campo de condición de la entidad que describir es cosis . 122 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) ya estaba tas norteamericanos. Puede tomarse como Arieti en el que intervienen varios ,._,""'-''~ como Melitta escribe el sobre border- o Sandor Rado cuyo título Obsessive Behavior. dedicado a las obsesiones So la anticuada teoría Neurosis. Perdido el término y obsesiva ya no obsesivos dió a estos • 1 c10naaas encontrar síntomas que la de ,..~."~"'''"~U y más allá: no solo que el Hombre si se entiende con un rasgo común que lo caracterice. Habría que por menos, dos grupos. El se caracterizar con la defL.r¡ición que utiliza el manual de Arieti para las Lª''e";vL que la ocurrencia "La caracterís- ~'-"~"''"-u; que varían considerablemen- 1uucc1c.,,, es la tendencia hacia dura11te momentos de stress, con una relativa restitución de desórdenes neuróticos menores, o aun de un cuadro clínico normal cuando el stress ha sido relevado". El caracteriza por rasgos o anomalías PE~n:nan<::n1:es este grupo es el llamado carácter >N'"'-'V'·''-''· y en el otro, es sea que se trate de una dica de conductas llamadas o bien de características no se trata, en estructuras estables en el sentido de PE>1cos1s. Es decir que caso1 de formas o estados de transición en 1. ' . 1 ei carnrno haCla ia ...,"'"'-'"'"'"'"· Debemos decir que la noción de que acabamos de caracterizar es la más habitual en nuestro medio. Cada vez que hemos realizado consulta con otros grupos de analistas el térnüno vrev;:;icos;is ;oin>n-~,,.,,, "'""-''""'"""v el psl.CO<L'l.élllSta en este sentido. Debemos pasar entonces a cua.'l.do el térmi.ri.o es ut.u.J.'º"""'v 124 FABIÁN SCHEJTMAN (crnv:r.) u_na mai.-üfestación no suficientemente clara de los mismos. Esta a tL'la insuficiencia del yo, corriente reconocer los Íenórnenos estructura fa.ses de su desencadenamiento y, aun1 antes con la condición de abordarlos en la correcta pers- Aun así del 3: Las Lacan dice: "El Schreber nos relata con toda claridad las meras fases de su ~c,,~.~~-w brote Y cuando nos da el testimonio de que que esta distinción aparece corno Lacan se ve en la necesidad de negar que no Se trata de una doble que es introducida pero cada ni altura de por Mauritz tor sino que hizo de ella uri.a noción tanto en su clfaica como en los nt-1rr¡_erosos dedicados al terr1a de las escribió a de son definidos por Kata.11 cada vez con mayor Nos ocuparemos de los de Katan más adelante. 2. Lacan Katan mismo que la utiliza corno fuertemente. De esta elaboración resulta a pro- <lucir una noción de 126 FAB!AN SCHEJTMAN (COMP.) una Antes de esto pocos Entre ellos Nierderland y Katan. Pero sobre todo Katan que antes de 1955 había ya cuatro sobre este tema: 1949- Schreber: La idea 1950- Las alucinaciones de Schreber sobre los "hombrecitos". 1952- Nuevas observaciones sobre las alucinaciones de Schreber. 1953- de Schreber. dos años al seminario de sus nociones sobre la fase en dos ,_,i..__,._..__~"..__ en apenas al caso Schreber que ya había en el caso de acceso a la noción kata- niana. Es notable que, al que Freud y que Katan se muy directamente el texto mismo de las Memorias y es en función de ellas que de la calificación de a todo el curso de la al T"'"''.'º" y, desde al i.."ltervalo de 8 años entre una y otra. Señala entonces que es el mismo Schreber en el de las 11/femorias ubica la en que enfermó dos veces nervios. En ambos casos a continuación de un excesivo esfuerzo intelectual la candidatura al miento de de Dresde. En cuanto a la Schreber afirma con toda claridad la ausencia de acontecit"Ilientos sobrenaturales. De ahí Katan que no había en ella síntomas Es decir que para determinar la ausencia o presencia de la Katan utiliza dichos mismos de Schreber en cuanto a la ausencia presencia de lo sobrenatural. Este mismo criterio es utilizado para la segunda enfermedad cuya fase inicial carece de toda hi.tervención sobrenatural. Dada la ausencia de todo síntoma psicótico, vuelve a concluir esta fase inicial el prepsicótico que se extiende hasta el momento en que se forma el delirio de persecución. Katan estudia en detalle este y establece subdivisio- 128 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) del conflicto de la excitación sexual que, al culmii."1ar en las en el gran que debía ser evi- tado a toda costa. De allí que las diferentes manifestaciones que :fueron a lo de las diferentes fases del ~~-~-~~~ •u''"'~·-·~; la opre- sión en el las tabilidad y las ideas de Katan- un elemento tienen de el del servir como defensa contra la termina meros signos de comunicación con los vc;d<~re'S sobrenaturales. L~.,.,, .• L•~L•v•a de Ka tan es que la comenzó cuando yo de mantener a raya las manifestaciones lli"1 breve resumen del de Kata11 sobre la de Schreber. Podemos agregar dos comentarios antes de pasar al con toda da- -que la clínica verifica- entre el momento en en de recurrir a un que le falta y el momento en que emerge en lo real alu- diremos a la distinción con que Lacan los define. Son dos que no coinciden. Es en esta no coincidencia donde se u•--V•·•L•U• Más allá de la extensión cronoló- que la constatación clínica muestra variable nos parece interesante remitirla a una el instante de la mirada y el momento de LV"''·"~u, popara Este es el ••L••.,vv cosis. Se trata, entonces, de articular una diferencia una disti11ción estructural. de las manifestaciones sintomáticas que se de las distintas subfases del a los diferentes grupos sintomáticos des- L•-•V •-VU por Freud para caracterizar la neurosis de Se trata fundamentalmente de una crisis de o de otros sín- tomas que son defi...cidos por Freud como de una crisis de como la del corazón. Encontramos incluso la auditiva que obstaculiza el dor- º"'"'"''"'1·" por Freud como del mático que titula "excitabilidad 130 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) entonces se contaba entre los u'"""º escolar y debió que duró alrededor de un se masturba u..11as tres veces por con- pt;arr1er1te el día que su le si continua- ba con esas prácticas se iba a volver loco. Allí comenzó una nueva en la que fuerza de las que no tenía era frecuentemente por un severo, H se '"'-'""·"'u ba a sí mismo de distintas maneras y realizaba deliberadamente ridículas para sufrir las humillaciones que él creía que su Un día sus cesaron repen- tinamente: sintió que ya había tanto y que su seme- janza con el era tal que la chica debía carecer de todo motivo que le sustituir a su él. con ese pensamiento H abandonar a la chica. Allí comienza la tercera subfase del ~'W'·~"A denominada por Katan el del ceremonial. persistió en no masturbarse, cesó en todos sus otros esfuerzos. Debió abandonar el comenzar a y desarrolló u..'1. extenso ceremonial de lavarse y vestirse. El paciente permanecía en su cama hasta las 11 de la hora en que se y le llevaba hasta las 6 de la tarde terminar de vestirse. Comenzó a concurrir a un centro de salud y poco º"''""'"""' surgió el delirio: su sobre además trarlo y quiere satisfacer sus deseos u'-'ª'·'-'"'CA comienzo. 132 FABIÁN SCHEJTMAN (CO'Y!P.) A continuación Katan se acerca de relación entre este de transición y la distinción freudiana de dos momentos del proceso de la realidad y su reconstrucción la enfermedad y el que es el intento de curación. Katan se ve en tacar su de una coincidencia de su pro- con la distinción freudiana. Más allá de las referencias clí- nicas en que se apoya para este se ve que, el haber esta- ..,~-Á~·"~-U de la realidad como el límite entre superponer la fase rw·or1c10nnr•? hem1po freudiano. ciertas relaciones entre las fases ,_,VÁ~,,.,.~~· Lo que le parece decisivo es que durante la va abandonando las relaciones cu . .1.vl.u<" ocurre a través del caracterización trata de su ro,,.,,r•ocu,.,-, ha •u.•~•·u~"" En c=>!JC:LHu que pasa a devenir una je femenino por lo que enfrenta al con el la emasculación. De allí la de la habilidad la excitación y los orgasmos Cuando a pesar de todo -distintas constelaciones de defensas- el orgasmo se esto es el de que el femenino ha triu,11- fado y la emasculación debe ser salida entonces es el abandono de la ic,:u.u-'.m .. <- der a los recursos irreales para enfrentar el Más allá de las entre el ... ~.u·v~.~ r.,.r.~'"r,r.+-,,...~ que en ambas fases el del mismo y lucha con el mismo conflicto que1 cuando no resolver con medios el vence más fácil- mente con medios irreales. De este modo el y la de castración ocupan el centro tanto en la como en la formación pero esta resulta más eficaz para en especial en el éxito para las erecciones. Aun las alu- según la nos de descarga que el rrollo de excitaciones que conduzcan a emisiones "'"'"u.caic,,. ELASORAC:ONES SOBRE 134 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) duce el meditación inconsciente: sucesivos pasos en una destinada a resolver una contradicción que en defL.'"litiva no ser salvada. Katan usar su método también en el ¡..;i1cuc1...u. las diferentes en el a del conocLmiento de las A través de estas por que la de su no alcanzó todavía el de desarrollo del delirio schreberiano. Otro de interés en sus radica el modo en aue destaca el motivo del fracaso de los mecanismos cios: ~e
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