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Schejtman, F [Comp ] (2012) Elaboraciones lacanianas sobre la psicosis Buenos Aires, Argentina Grama - Jessica Galván

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Buenos 2012 
© 2012. 
Pcia. de Buenos Aires. 
Tel.: 5293-2275 " ª,.'HTI::>(GJa,.a"'umcu;.,_ivcw-" 
2012 
Fabián Schejtrnan 
Elaboraciones lacanianas sobre la ps;JC()SJS. - la ed. -
Buenos Aires : Grama Ediciones, 2012. 
392 p.; 21x14 cm. 
ISBN 978-987-1649-61-7 
l. Psicoanálisis. 
CDD 150.195 
DISEÑO DE TAPA: Diseño y Web 
www.kilak.com 
ae1pc)s11co que determina la 11.723 
Queda la~ total o 
por medios gráficos, to1toE:ta-t1oos, 
sin del editor. 
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DISTRIBUYE EN ESPAÑA: 
CANOA EDITORIAL Teléfono / fax: 934 242 391 car1oa,editoríal~[!)y11h 
otro 
Psicosis sexuación 
Síntoma 
L.ttroducción de la trenza 
el 
Un cuerpo 
Me hicieron con poco 
YTOMASASAN 
Los nombres 
de axwrexia 
12 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
En esta comenzaremos un 
de Freud verdaderamente pero que es "La 
(FREUD 1925). El recorrido nos llevará pues de "La 
al Seminario 3. En el aludiremos 
como se al estudio que Freud dedica a la 
Presidente Schreber (FREUD 1911), al caso del Hombre de los 
Lobos (FREUD 1918) y al ensayo "La 
Nos ocuparemos de que 
sincrónico del lacaniano de la .... ~.•L'-'""·J· 
por 
evolución -lo que sería ya la diacrónica-. Lacan rea-
liza en el Seminario 3 -y en "De u.,,11a cuestión a todo 
tratamiento de la (LACAN 1958)- un examen muy 
cuidadoso de esta faz del desarrollo de 
examinando los modos en que una estructura ,-,c.,,..,,,,,.,,..,~ 
sostenerse SL'1 clínicamente la ""'~ •• ,., .. L••~UM 
menos que muestra una vez desencadenada -el 
--~·~··0~·0·~ sin o de la no uc:0>c:uc.acu::i 
dia el momento mismo del desencadenamiento 
Nos ocuparemos de que con Freud 
el mecanismo de la formación de síntomas 
sentido más el mecanismo de la V""·-'-'""·~, espec:talm12r 
en su diferencia con la neurosis. 
En este debe señalarse que un esfuerzo de 
Freud -que se constata en el historial de Schreber pero segura-
mente no solo freudiano por situar 
nismo de forrra.ación y en 
cuestión de la diferencia 
en freudiana es lo 
mecanisrrtos 
14 
En 
rnadre", 
conciencia: 
FABIÁN SCHEJTNfAN {COMP.) 
caso Freud nos dice que en ese "no es mi 
-el "es :rni 
... un contenido de o de 
en la conciencia a condición de que se 
en la conciencia ag:re-
es modo de 
,.., •••.. ·-·~,en es ya una cancelación 
Y esto, porque de fra-
cuando dice "no es madre", en tanto que 
"'l--'L'-ª''u'u se abrió paso hasta conciencia. 
Pero está claro que 
T ~a H•-f'-.~'-"''" 
sión y un mantenhniento de 
térmii<o que 
·~··-·~"·-~ la serie que Lacart denorniL"'LÓ 
L,riconsciente" -el 
ahí una cancelaciórl absol11-
índice de su fracaso. 
analítico 
y bastan-
2 
16 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
ción que le parece crucial 
Comienza oor afirmar aue 
1. 1. 
el texto freudiano. 
de 
en el (HYPPOUTE 1954, 
859). una distL."'ición que será retomada 
en su texto de diversas maneras. La no 
negar Se diferencia de 
"negación interna al 
que es muy distinto 
tal el . A esto último se 
ra de a lo que denomina 
Veámoslo con llil. Obsérvese la 
.1. , que se ubica 
de 
"""""""' freudiana. Para retomar el hilo de la de 
,_,,_,,u.1c.w . .a1.v"' formularlo de este modo: "No 
que es mi madren. 
enunciación. 
Resumamos: habría 
estos dos 
hemos adelantado que al texto freudiano lo aborda a 
delimitación de tres. Nos falta todavía 
como 
considerada 
'"'J~rn1..nYH interna al 
en un sentido UH 'V'"'J 
en su lectura de "La 
de 
J_a_ 
18 FABIAN SCHEJTMAN (COMP.) 
i~ .. ~-~,,, que había"'"·º"'~'"'''" 
cer11 (FREUD 1920). E indica lo 
ubicamos como 
al Eros, y la 
de destrucción" 
uno se vea tentado de 
casi naturalmente a la afirmación con la no es esa la 
con la que Freud aborda el asunto. La 
, y solo más tarde 
,e~~"'-"'ª'" Más aún, la disL.'Tietría que 
decir entonces que para negar 
que es negado tuvo que ser afirmado en un anterior. Esto 
es, que solamente es negar que ha entrado en el 
que ha sido afirmado. 
Antes de pasar 
20 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
otra cosa que un de v ter-, 
mina por establecer unos años . Esta 
como ya lo hemos '-'''-'-L'-Uu.,,, 
y habría que entenderla más en el sentido de 
una que de una 
Comencemos por poner en relación el mítico modo por que 
Freud 
dicha -como la denomi.n.a en el historial de Schreber- o secun-
daria -como lo hace como el antecedente 
necesario de la que en sentido no 
retorno de lo Así tendríamos: 
! "Historial de Schreber" (1911) 1 "La represión" (1915) 1 "La negadón" (1925) 1 
l ! ¡ 1 
~jación 
Represión propiamente 
dicha 
Retorno de lo reprimido 
Represión 
primaria 
Represión 
secundaria 
Retomo de lo 
reprimido 
1 Bejahung/ Ausstossung¡ 
1 1 
[Verdri:ingung] 
Verneinung 
El tercer nivel que antes delimitamos en "La L"-"'-'U'-L~, 
o la interna al 
texto sobre Schreber o en "La . Podría funcionar allí 
como un cuarto de los tres de la pero 
esto no i.n.teresará en la dirección que 
22 
el sentido de la 
así: 
que, corno 
FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
Lo 
RETORc?\JO DE LO REPRIMIDO 
esa 
donde 
ausencia absolu-
Mostremos ya nuestras cartas en relación con 
que estamos abordando: incluso para 
En aun 
24 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
de los dos términos de esa mítica 
sión-exdusión que, da 
En Lacan nombra 
3 -y no solo sino también en otros 
ubicándola de esta manera 
a 
que Lacan realiza en su lectura de "La 
razón es el término el que 
lectura que hace del texto freudiano? 
pero un. poco más adelante. 
Por el momento indicamos que Lacan toma el término 
del historial del Hombre de los Lobos y lo va a oponer 
,..,,~.'~"~'"~"'de modo de forma sen-
que el se constituiría por esa en la 
por un lado se inscriben determinados que vai> a for-
mar el mundo simbólico de un y, por el otro, se 
otros que tendrán otro deshno. señalaremos cuál. 
Por otra 
mente, en este 
lando en nuestra lectura de 
que 
,..,""""'"º~~se expresa de modo arti-
sünbólico -como 
tomó 
3 p. LACAN 1956b, 371-373 y LACAN 1958, 539. 
26 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
de referirse a la habla-
mos así de w.na que de esta rn.a.."'1era, a cual-
ser hablante. Pero si nos a estructu-
fuera. 
Así pues, para la -para avanzar estrictamente sobre 
fundante de la no hablaremos entonces 
solamente de 
ese en y, por 
como fhiaL."'Uente 
que tendremos que 
en solo sabemos de la fordusión del 
que es de estructura, por sus consecuencias. De este modo toma-
mos ahora a en un sentido 
mente como o fordusión del para 
estructura ~~·r.C-,-hr~ 
y retorno en 
de esta 
la distinción que hace Lacan entre la y 
el retorno en simbólico por un 
no en lo real por el otro. 
Del historial del Hombre de los en este 
~~,.,"-~"~ del Seminario 3, Lacan destaca que que fue cer-
cenado de lo simbólico por la va a retornar en lo real 
de la alucinación. la alucinación no toda 
es elaborada no como una formación del 
inconsciente -del lado de retomo de lo o de simbó-
lico-, sino del lado de lo que retorna en lo como w.'l.o de los 
modos del retorno en lo real. Así lo "La relación que 
Freud establece entre este fenómeno alucinación del dedo 
cortado en el caso del Hombre de los 
nario. 
28 FABlÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
do de nivel... de nivel como lo hace Lacan el 
seminario- histórico. 
en el Historial del Hombre de los Lobos 
de la castración parece ser situada por Freud en 
vida mis~a del 4 Mi~ntras que para 
de los térmL."'"los de 
es constitutiva de 
estructura, 
eso, en el esquerna que estamos ~ l se no,ar como 
la es en an nivel "de 
diferente al de 
En el mismo debemos estar advertidos de que, cuan-
freudiana del historial de 
frase que no se vuelto famosa sino por haber sido 
de relieve por el mismo ese que dice: "No 
era correcto decir que la sensación interiormente sofocada es 
~·~--~-,, más bien que cancelado 
adentro retorna desde afuera" (FREUD 191í, 66), y 
advertidos entonces de que cuando Lacan comenta 
este se sirve del mismo para distiI1ción 
que no se encuentra en el texto freudiano. 
En el historial de Schreber lo tra-
ducción de y lo cancelado 
la esta "cancelación", este "rechazd', a un 
anterior: estructural. Al 
comose "abandonar el térmi-
no de (LACAl'\f 1955-56, 73), porque ya a nivel del retor-
no, el retorno en lo real es muy distinto de la que 
estaría en en la "normalidad", con lo que retoma y extre-
ma el cuestionamiento de la que Freud mismo L"'"lició 
en el IlI del historial de Schreber FREUD 1911, 61-62). 
4 
Podemos una serie de términos freudia-
se como referencias para la 
Este modo de las cosas no por cierto, que 
encontrar algunos otros lugares en la obra freudiana en los que la 
cuestión se elabora en términos que ya no son diacrónicos, y enton-
ces se acerca más al estructural de Lacan. 
5 
30 
Pero intentemos 
recién CA. l..'l-tC:;HU 
formulábamos 
VPOV71l<~ff'1110 Y nO de 
en el Seminario 3 es 
FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
decir en relación con la ,~.~~ . .,~.~,.~~ 
estructural no se 
A.hora 
del U4F,HU;,~~4 
del 
las consecuentes dificultades que eso conlleva para la normali-
zación de la función del deseo. Estas son cuestiones que señala-
mos pero sobre las que no nos 6 
Volvemos ahora al Seminario 3, al cual ya 
hemos comentarios: "La observación del 
Presidente Schreber muestra en forma cosas rrücros-
cópicas. Esto es lo que me va a aclarar lo que 
Freud formuló de la manera más clara a de la !-'"'''-'-""'"'"' 
sin hasta el final..." (LACAN 1955-56, 118). 
6 Puede consultarse al respecto SCHEJTMAl'.J 1996. 
32 FABIAN SCHEJTMAN (cm,w) 
ser y retornar 
lico de las formaciones del ii."'l.consciente 
mientras que que 
retornará en lo real. Lo que escribimos de la 
te manera destacando ahora la simbólico-real: 
BEJAHUNG (afirmación VERWERFUNG (expulsión primordial) i 
VERDRANGUNG 
(repr12s1,on secundaria) 
RETORi'\TO DE LO REPRIMIDO 
(formaciones del inconsciente / 
SIMBÓLICO 
RETOR1\!0 EN LO REAL 
(alucinación y otros modos 
de retomo en lo real) 
REAL 
1 
J 
Y si ésto es establecidos los dos campos, el de lo simbóli-
co y el de lo y los dos modos de retorno, ,,~~".<~•.a~v, 
proponer el de dos estados vvou/"'-" 
encontrar al V"''""'""'-~ 
es en lo simbólico. O 
hallarlo en el exilio ... de real. Y 
establecer con claridad esta distinción: no es mismo 
''"'~~ "~ en lo simbólico que el en lo real. 
si decimos que la del 
señalemos que es para tal estado del para el 
cante en lo que vale la definición que Lacan 
establecerá: "un significante es lo que a un para 
porque es solo en este caso, es 
lo que el u•,,H''""'-~' 
otro 
cuando lo encontramos en 
se encadena con otro, que repre-
Solamente "en su 
se articula con otro, pro-
( es necesario destacar que la UH-"U"" 
cacion no se más que por esta concatenación 
Esto ocurre únicamente entonces para los 
en tanto que se encuentren en lo mientras forman 
de una de una cadena. Esto acontece para los 
34 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
cante no nada" 1955-56, 264) 
no concatenado con los otros. 
señalemos lo 
al mismo tiem-
po estar en su y estar en el exilio. Un mismo 
no a la vez, haber sido admitido en lo simbólico y ser 
rechazado a lo real. Es lo que Lacan afirma de este modo en 
VI del seminario: "En el pues a 
afirmación de lo es, o \lpr111Prí~111 
Dice "en el casi en el mismo sentido en que el reli-
gioso afirma "en el fue el verbo". "en el 
fue el verbo" eso es la Y Lacan señala que en 
Pero entonces la cuestión 
pasa a ser ahora cómo leemos esa valor le 
damos a esa que Lacan ubica entre rwwnuri 
Si tomamos la de un 
Pero no 
pe~rs1pect1va en que lo el 
o se inscribe en lo simbóli-
co, o se no ambas cosas. En el 
caso tendremos a la neurosis o la n,:•·n;•p-r·<>ii''m En el 
psicosis. En esta dimensión del 
nante. Y se ver ahí la 
y se ..-A·~~~~~,. los efec-
tos de esta inscripción en la neurosis y la 
cribe el y observamos 
si pensamos en la ot)er·ac:1on en 
de decir -L11sisthnos en que no 
y viceversa. Recuérdese que 
36 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
SCHEJTMAN, F. "Una introducción a los En 
Mazzuca,R. C., F. y Psicoanálisis 
desencuentros. Temas introductorios 
1 ª edic. Eudeba, Buenos Aires, 2002. 2ª edic., cu1noi;1ua 
Berggasse 19, Buenos Aires, 2003. 
2 Todos 
autor. 
38 FABIÁN SCHEJTMAN (CO"AP.) 
cnvLcu..c. al modo del método de Morelli: lo más 
valioso se encuentra en la "escoria de la observación" 1 en aque-
llo que el termii.<a velando. 
En su texto Indicios. Raíces de de 
ciales el historiador italiano Carlo aborda la relación de 
los métodos de Freud y Morefü situándolos en una tradición -la 
de las "Lndiciales", por la ciencia moderna-
que relación con la lectura y la escritura. 
Para compara los métodos de ambos con el de 
otro autor de Sherlock Holmes: "El cono-
" ''utua.i. rnu.i.c: con el detective que 
descubre al autor del delito por medio de ii.<dicios 
que a le resultan (GUINZBURG, 140).3 
Esta tradición indicial el historiador italiano-
del del cazador que sabía descifrar los ras-
ut:1a'uu'" por la presa, continuándose en las 
Mesor,o·tainia y en la constitución de la medi-
cina una articulación entre la 
ra y la clí..nico y el del conocedor de la 
tura que sabe el detalle de un que lleva 
al ext~avío. Estas referencias de otros campos nos 
sin ciertos límites y torsiones necesarias para 
su articulación con el nuestro. A pesar de ello muestran la estre-
cha relación entre el detalle y la clfoica -desde 
la por hmción de la lectura y de lo escri-
to en la del detalle en clfoica us1uJct1 "'"·"'""ª' 
Las obras de Freud y Lacan son f.'l\Ju..c¡;uc" 
para pensar una clínica del detalle. por 
indica que lo no es la acumulación de hechos 
sino el recorte de uno solo con sus lo que llama tam-
bién las de u.n caso". A su vez sostiene 
que en el análisis se trata de la eficacia del buen corte.4 Podríamos 
3 Estas referencias a Sherlock Holmes y Giovanni Morelli son comen-
tadas por T. Reik en relación a una conversación mantenida con 
Freud ~sobre la imoortancia de los detalles". T. El 
mc'-1-'IV>H~!I Buenos Aires, También 
encontrarse comentarios sobre la obra de la referencia a V. 
Nabokov y la función del "detalle" en el psicoanálisis en el curso de 
Miller Los divinos Curso 19891 inédito. 
4 Las dos referencias mencionadas son las siguientes: "Pues no es de 
hechos acumulados de donde surgir una sino de un 
refiriéndose 
"todo está en el campo, en 
40 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COYIP.) 
No sin corte. Esta es la diferencia entre 
el detalle 11 obsesivo" y el detalle clírüco. minucioso detallismo 
del obsesivo se en la acurnulación metonímica que ic'l.ten-
ta suturar toda borrando el efecto del corte en de 
una conti..11uidad secuencial. Suma un detalle más otro, volvién-
dolos a todos En la clínica 
del recorte. Son dos "~•"-"'·~u 
tas: acumulación o recorte. 
Esto resulta fundamental a la hora de pensar en el estatuto 
del en es de un rea-
del detalle clínico. También 
'"'"'"'"."'"'"h"" de la historia de la 
sus orígenes hasta Esta 
o estructura. Toda aE~sc:npc1on es acurnu-
suma un elemento tras otro buscando 
reconstituir un todo a del de 
idea de la observación. Tal como sostuvo Ro man 
el realismo literario se sostiene en la metonirnia. Un 
"'~.u,viv de ello es un autor ruso -citado por 
duce urt texto "en que el lector se ve 
~~·~··--~de detalles que recargan el verbal 
forma que muchas veces se el retrato por 
abarcar (JAKOBSON, 140). Este detallismo realista 
de en los detalles" fracasar 
describirlo "todo". Si uno intenta realizar 
sobre la base de un criterio debe recono-
cer ex...11austivamente todos -o a lo sumo en su mayor los 
elementos que forman un 
la que 
constituido por el "cuadro" 
de lo observado en el 
Ahora reconocíamos en el método morelliano-freudiano 
que se trataba más bien de la "escoria de la observación", es decir 
del de lo que se "lee" en los de lo que 
que permanecer por fuera y discor-
La "escoria" alude a lo que tendía a ser resi-
dual en la observación Por eso no resulta que 
muchas veces el diagnóstico estructural contradice la 
por "parece" un obsesivo pero la estructura1 a 
del se revela como psicótica. Se ha la 
diferencia entre la clásica y el j-'ú•~,,~, 
5 
,por 
vieron cuál era 
42 FABIÁN SCHEJTMAN(COMP.) 
tal como es for-
mulada en es la que más se a la crítica de Lacan. 
Es allí donde para dar cuenta de los delirios de con 
ubicados en la establecida por Gilbert 
Ballet como alucinatorias crónicas'? señala que 
automatismo es el hecho y el delirio de 
una "Construcción Intelectual Secundaria",8 cuyo 
de sistematización de las h'"ltelec-
tuales Lo de sobre~ñadi-
do" y establece en una frase ya 
que el delirio ya la Psicosis es -····,.,.~-
apenas es 
los fenómenos intrusivos. La ideación es, de este 
dueto mientras que el nücleo automatismo es, 
la de de 11 orden histo-
decir que 
dos 11estructuras", a dos 11causalidades" distintas: una 
y radical.rnente inherente a la 
del enfermo. Veremos crítica de 
7 BALLET 1911. En este artículo Gilbert Ballet establece la entidad 
8 
"''''~,,,~,..,··-~ de las alucinatorias crónicas señalando la fun-
de las ideas delirantes y su relación con las alucina-
ciones: "En todos los casos, se encuentra en el un estado cenes-
tésico penoso, hecho de vaga. Este estado conduce muy 
o lentamente a ideas de o de 
(BALLET 1911, 402). Dos años "º"n"é'" 
hallucinatoire rh1YYr•1'"11 
afirma que: "Ellas ideas de y 
s1emi)re a alucinaciones de diversos sentidos, 
a veces y que, en todo caso, por su constancia, 
parecen condicionarlas" (BALLET 1913, 501) y agrega 
cuentemente no son más que secundarias y 
El abuso en la utilización de las mayúsculas, que 
ésta y otras citas que hacemos de los textos de 
a una característica estilística de este autor. Tal como ha sido 
señalado por Henri Maure! en "Le texte de Clérambault: une 
una graphie, un en maítre de Lacan, Ed. 
Synthélabo, París se trata de una de sus 
cas" que, a las singularidades lexicales, conforman el 
estilo de escritura que diferencia y caracteriza a este autor. 
44 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
el que denomina -es decir 
que es calificado de 11inferior" con res-
de la ideación , que las cuali-
Esto su teoría 
que 
sostener que "Toda psicosis alucinatoria es una suerte de Delirio 
de Dos" 1926, 567), debido a la existencia de estas 
dos . A su vez, considera que construcción 
del demencial y, en ese 
anunciaría cómo va a termi-
al cabo de dicho proceso. Se 
la en su 
y en su construcción desde el eco puro y hasta 
el final más o menos demencial. El carácter automático lo verifi-
ca en el rasgo clínico de que las ideas le son nr''"'"'"'"'">'" 
voces y el las rechaza como absurdas en un ""~"~·1-
me dice que soy es absurdo"; o si se le 
n.ucLa.u.v de un contesta 
ambos casos se revela que el 
esas ideas delirantes -es no son una 
sonalidad sana- sino que le son 
bido. El delirio automático es, para el más 
que ~~ 0~u,_uci 
"observación" 
decir que Clérambault 
y se más a la otra. Su límite -deri-
etiológica- es que dos 
"estructuras" distirltas que dos 
delirantes: la y la c:AIJ.!.JLLauv 
Veamos entonces como retoma Lacan esta discusión. 
la 
Para señalar la relación estructural que entre los 
fenómenos elementales y la construcción del delirio Lacan nos 
propone el muy citado de la que, como él mismo 
lo afirma, se articula con lo que sostenía desde 1932 en su tesis. 
46 FABIÁN SCHEJTMAN (CO:\W) 
muchas veces la "~'°'V'·ª'AU~ de sostener sus ideas delirantes 
no reduce su /1 convicción 
de los hechos elementales" 
la 
-que llama "convicción no por ello es menor. 
se ve la relación entre el vado de la 
te za, 
base 
examen debe sacar al desnudo y lo 
nóstico" para Lacan. 
Encontramos en esta del '31 y su 
con el anélido que está en la línea que llevaba a Clérambault 
a la teoría del deliro auto-constructivo y las 
mera y Tal como hemos en el '32 Lacan la cues-
de la 
de ser 
mer modelo a través del cual Lacan busca dar cuenta de una 
estructura, ya que esta referencia no es aislada sino que aparece 
en otros momentos de su tesis.12 Dicho modelo en su versión del 
3 consiste en lo 
las nervaduras de una una estructura 
a la de las formas que componen la totalidad de 
Del mismo modo la del delirio y el fenómeno 
12 En el año '32 la estructura que Lacan busca delimitar encuentra en 
los modelos de la botánica, tal como lo pone de relieve el 
dela de los caracte-
res, a saber: decidir cuál es el carácter determinante para la estructu-
ra, de los que no más que a una varia-
sobre el Pero, más es el 
ma de la identificación del carácter: en efecto, lo que en un 
se toma por una identidad de carácter no ser más que una 
formal entre aspectos vecinos que traducen una estructu-
ra del todo diferente: los radios de las flores 
por el contrario, 
estudio de la tt1rvrtr;1 nf7i "·- (LACAN 1932, 47). 
48 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
diferentes. Es una a la que 
babilónico y que servía para 
vertical cuya sombra marcaba la hora. 
se denominaba así a una escuadra 
lo que 
una vez que se recortaba uno más nPn111Pn 
nas, que éste fuera 
ESQUEMA 1 
a dar lo que sería su 
definición más canomca: "Un gnomon es 
añadida a una una 
.
13 Los "'l'"'-"'"'-u" 
o el 
ESQUEMA2 
El gnomon es la sombreada que se agrega a la L.'l.i-
cial para crear otra más pero que mantiene las mismas 
que la Vemos fácilmente que reali-
expams;1on secuencial en donde el creci-
-por "l'·H'''"'"'-' 
y las características de sus 
13 Citado por Robert Lawlor en Geometría 
1993. 
Del 
estructura. 
métrica 
mico de la serie: 
PSICOSIS 
de 
50 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
deM. 39 
ESQlTE~1A 5 
Podemos encontrar en estos últimos esquemas 
recuerda la caracterización que Clérambault hace de los 
de su "en red" / a diferencia de los 
que se nuclean ert su célula hii-
sin un crecimiento irradiante. En ya 
sino de las alucinatorias crónicas 
reconocer casos en los que aparece fenómeno 
otros en donde elemental durante mucho 
los automatismos comienzan a 
del gran automatismo. 
52 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
el análisis de la alucinación "marrana". No basta que sea 
alucinación para afirmar que se trata de una -sabemos 
que aluci..i.'l.aciones que poner a su 
estructura. 
Lacan ubica como condición para el 
de trastornos del "Rehusé dar 
co de psicosis por una razón decisiva: no había 
trastornos que son de estudio este que son trastornos 
del orden del Antes de hacer el de-~·~-~~·~ 
debemos 
tenemos otro de la relación del ~·""F•"""'""'""v 
lle. Se trataba del caso de una -en una n"'º'"ºni·" 
enfermos- que sostenía una reivindicación 
tificada. Se que un delirio 
pero ante la ausencia de los /1 detalles" de la estructura ,_,".~'J'""-~ 
-los trastornos del Lacan rechaza el 
psicosis. Cuando nos referimos a los trastornos del 
la concebirlos en un sentido 
intuiciones y estribillos- las dis-
tintas formas en que delirante. Esto ya 
era señalado por Lacan en el año 45 -aunque no contara aún con 
su teoría del en su texto "Acerca de causalidad 
cuando afirma la necesidad de estudiar "las 
de la como nos invitan a hacerlo los modos 
que muestra el esas alusiones esas rela-
ciones de esos retruécanos 
que han cautivado el examen de un y diré ese acento 
de cuya resonancia necesitamos oír en una 
para detectar el esa del térmL110 en la 
'~''""'"-""u'v, ese de la sinta-
xis, esa pero también esa coheren-
cia que a una esa característica que marca, desde 
la unidad de un estilo hasta las estereotipias, cada forma de deli-
todo por lo cual el alienado se comunica con noso-
tros a través del habla o de la (LACAN 1945, 158). 
54 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
En este último caso se revela que 
no opera UJ.< verdadero por el contrario 
11 ellas merecen el nombre de solamente porque los 
entonces, los por consecuencia de relación 
son 
ní ensayo 
las relaciones de ideas se hacen de 
entrada con la certeza de evidencia. Esta certeza sido c:i,a.uul.a-
da en la del inconsciente afectivo y sale de 
está reducida a residuo: el hábito 
de expresar nuestros forma de razonamiento" 
(GUIRA..UD, 55). Vemos entonces que1 para 
taciones delirantes no son una 
misma. La certeza y la absolutización son su modo de señalar 
carácter de un solo que y se 
manera indialectizable. Su manera de señalar que son 
tes que retomru1en lo real es cuando su 
que denomina 11la del inconsciente afectivo" 
como llama a esa y cuando afirma que 
ªsale de manera absoluta" que no se encadena con otra 
cosa1 no se "relativiza" en relación otras 
Vemos que, aunque no una teoría del ~.,,.,., ... ~,~· 
adecuada la 
sis de la estructura. Lo mismo ocurre cuando se 
que hemos señalado con relación a la ideación de 
Clérambault: 11estos delirios crónicos se desarrollan como verda-
deros Al que los tumores 
tienen diferentes de las de los 
automatismo 
tema 
totalmente diferentes de 
se efectúa 
cuadros intelectuales para 
aparecer desnudos en la conciencia o revestidos solamente de 
55). También Guiraud señaló cómo el 
a la 
si11 que sea 
necesario que se trate de la creación de una nueva. Vemos 
entonces cómo la lista establecida por Lacan en el '45 retoma los 
de Guiraud en una brillante síntesis. Lo que denomii"la 
56 FAB!ÁN SCHEJTMAN (co:v;r.) 
modos en que el las la 
estructura- hace u...rc tratamiento de los fenómenos que lo habi-
tan, también diferenciar momentos en la diacronía de una 
sis, diferenciar los 
resulta esencial aislar la 
o etc.; pero 
sincrónica que define una estruc-
türa 
rante" que viene a 
nombre del En la Cuestión lo define así: "Es la 
falta del Nombre-del-Padre en ese la que, por 
el u.Ln .. ccu.,J, inicia la cascada de los reto-
~l"'"~~~ el desastre creciente de 
hasta que se alcance el nivel en que y 
se estabilizan en la delirante" (LACAN 1958a, 
559). En este vemos cómo Lacan sitúa las coordenadas 
estructurales que van desde el desencadenamiento de la ~u·i~•Jº''J 
hasta su estabilización en la metáfora como 
de reanudamiento entre el y el 
todos modos destacar el valor de la "alcan-
ce" ya que h<dica que no necesariamente se alcanza dicha esta-
es decir que no delirio esa 
solución que el ausente. En todo caso esa 
es la salida schreberiana y marca un recorrido del delirio 
máscara. Lo en la psicosis, si sabemos leer a Freud, rea-
parece en otro m en lo imaginario ... " (LACAN 1955-56, 153). 
Si bien este de retorno in altero es a lo 
nario debido al modo en que ubica en el esquema por 
alucinación "marrana" en este seminario cap. 
tn1g1·nE~nto citado se encuentra comentan-
>.Jl<uuH:::l.Ha.uc.a del narcisismo en Freud, consideramos que no 
resulta forzado pensar que este in altero va a designar finalmente el 
retorno en lo real. La diferencia entre el retorno en lo simbólico y el 
retorno en lo real ha sido desarrollada por Fabián en "De 
'La al Seminario 3", en este volumen. 
ELABORACIONES 
crecimiento 
58 FABIÁN SCHEJTMAN (CüevlP.) 
""'·'"'-"u'u~,, por la que también 
mente en lo por su certeza y su orden de hierro cuando la 
elaboración delirante un S2 que intenta reinstaurar 
se reconoce la 
recorre, a veces como un muy 
las formaciones de la estructura diferenciándose de 
metonimia del deseo del neurótico. En esta 
sostener que se trata de aun-
que su contenido no nada "raro" 
cartar la aunque se trate de una idea "delirante", L.rive-
rosLmil o como señalamos en relación con una pre-
sentación de enfermos de Lacan. 
Finalmente agregar que el valor de los 
fenómenos elementales no se reduce al momento del desencade-
namiento o del de clínica. 
También fu"ltes del desencadenamiento se verificar la pre-
sencia de fenómenos muy que a veces suelen pasar casi 
es la diferencia entonces entre estos fenó-
menos antes y del desencadenamiento? E. brii.1.-
da una indicación muy para pensar este seña-
la que "los desencadenamientos no se hacen nunca en cielo 
sereno. No solo están todos los fenómenos elementales prece-
mostrar cómo todos están 
con el desencadenamiento un desenca-
denamiento los fonómenos elementales forman una serie con-
son bruscamente todos a la vez, forman 
uno; son arrancados y releídos en sentido ~~·"···~··~ 
nuevo, que introduce una discontinuidad fundamental" 
Podemos hacernos una idea de lo que es 
m••rccmf·o a través de lEl sencillo. Tomemos 
+ + 
la suma de estos cinco 
nimia d.o; la falta en ser ocurre en la µ"1uJ"J'" 
nimia de la falta forclusiva? 
vez más bien la de "desierto". El desierto sería la metonimia de la 
falta forclusiva. En todos los casos se término distinto 
para indicar lo que 
y pensar los 
nuestra a acechar 
a veces ínfimos de la forclusión" (AA.VV. 199b, 414). 
SOB;:.E PS!COs:s 
nuestro campo: 
• ' !f estrucrura . 
60 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
AA.VV. La ordinaire. La conventíon 
éditeur difusión Le Seuil, París, 1999. 
AA.VV. de la clínica 
BALLET, G. "La 
6 Année, 2º semester, 1911. 
BALLET,G. ~"·-~··'~··~et la 
8 Anne, 1 semestre, 1913. 
d automatisme" 
op. cit. 
"Le délire auto-constructif". En OEuvres 
op. cit. 
"El Moisés de 
Amorrortu, Buenos Aires, 1980, t. XIII. 
M. C. El número de oro, v::>1:::11..,tv1t, Barcelona, 1978. 
M. C. Estética de las nn1nr1rr1· r.11 en la naturaleza en Las 
1979. 
"Les formes verbales de 
rf>tf>rPnr1?.s introuvables de la these de n'i1rni.1w.rw 
Nºl, Documents de la de 
ne, París, 1993. 
JAKOBSON, R. Fundamentos del 1PnO"vmP 
KASTNER, E. y NEWMAN, J. 
mérica, Buenos 1985. 
KLINE, M. El matemático de la 
psicosis 
Barcelona, 1987. 
nu,orr,rn1·u en sus relaciones con la 
e historia, 
a nuestros 
. En El 
la causalidad . En Escritos 1, 
64 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
Alain Miller (MILLER 1996). En enseñanza de Lacan el 
elemental se casi exclusivamente campo de la 
'"'""'-~""'·"· debido a lo cual es 
no elemental vszc(Jtlco. 
traria. Resulta muy esclarecedora para resolver varias 
dades y confusiones que se suscitado en este tema y que 
abordaremos a lo de este artículo. se des-
de lli'1a lectura cuidadosa de los textos de espe-
cialmente de La dirección de la cura... en relación con 
análisis del sueño de la bella Lacan afirma es sufi-
ciente ese sueño que a las vicisitudes del deseo insatis-
para que se trata de una histeria. En cuanto al 
fenómeno elemental en el campo de las su uso 
tico tiene lli'l. valor en el caso de las estructuras vc··~·vc··~··~ 
que no han desencadenado lli'l.a y en las que, por lo 
no es claramente manifiesto que se trate de una ¡.;ca~vc•~· 
Tenemos que decir de entrada que en el este 
tema de los fenómenos elementales de 
Lacan. Es que no se trata de un tema que Lacan 
do de la enseñanza de Freud. Sus antecedentes 
bien del saber elaborado por la 
que Laca11 formula lo conduce a una 
también en este campo y, es necesario 
wc"'•m·"·'" en su elaboración "'"'"'-''"'"·-,, ... ~~· 
que con el 
Lacan condensa diferentes cuestiones 
discutidos por varias -en 
a la relación entre el delirio y las 
como así también a otros fenómenos distintos del delirio pero en 
estrecha conexión con él-, condensación que es 
de las confusiones a que dado 
de Lacan. Como recientemente un estudioso de este tema en 
la obra de Lacan "no que olvidar desa-
rrollada por Lacan sobre los fenómenos elementales 
es la herencia de debates 
francófona como de la que no es nada i11útil rete-
ner un cierto número de enseñanzas" (SAUVAGNAT 1998). 
Esa condensación además del que se destaca 
otros 
se 
mentales y "''-'~·cch.H 
e idiosincrásicos. 
comenzar por 
campo de los 
2 
PSICOSIS 
1 en este 
66 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
tismo los fenómenos clásicos: 
enunciación de los actos, ~"·~~"~.,,. 
las auditivas y las m1"1n-'u'<'" 
nos más arriba mencionados" , ~,~~,·~""''HV ~ 
Es que Clérambault los fenómenos de auto-
matismo mental de las alucinaciones verbales sensoriales pero 
también de las que habían sido delimitadas por como 
alucLri.aciones y, por como alucinaciones 
a pesar de que estas se al 
llos fenómenos por ser no sensoriales. esta 
Como su fundamento clínico reposa en que 
en son tardías. cuanto a 
su Clérambault establece tres características como 
rasgos esenciales de los fenómenos del automatismo mental o 
automatismo: son neutros, no sensoriales y no temáti-
su anideicos. 11Creo sL.ri. haber 
innovado cuando al aislar los fenómenos a los que me refiero 
su tenor esencialmente neutro; su 
tercero, su rol inicial en el decurso de 
1925,536). 
su tenor es esencialmente neutro decir que care-
cen de tonalidad afectiva. Se insiste en en que no estan 
por un afecto de hostilidad sino más bien por 
estado levemente eufórico que es el único estado afectivo que 
está en una relación de con el automatismo mental. 
Este rasgo está estrechamente relacionado con el tercero, el 
carácter atemático o anideico como, por los 
bicos. O en los fenómenos ideoverbales como, por cicc.u.,,_,,.,J, 
en el eco de en los que existe contenido ideati-
vo pero este no es esencial al automatismo mental. Su 
solo a su mecánico pero no asociado a 
idea de o de influencia. 
Tenor neutro y carácter anideico son casi dos caras de la 
de u...ri. estado afectivo neutro o 
y no ser de otro modo pues, 
si un estado afectivo penoso o eufóri-
co, resultaría de ello u...ri.a construcción ideativa" 
68 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
tres áreas o donde manifestarse el auto-
matismo: sensitivo y motor; pero ;:,.i.<:ui.¡ .. nc 
rasgos: son neutros, no sensoriales y anideicos. 
Cuando a este automatismo se agrega del orden 
de lo afectivo lo cual ya no es o bien se le agrega 
ideativo o temático lo cual ya no es 
se que es entonces autornatis-
.,."."""'~'"'"'"'. el afecto y la idea. Por 
las que Clérambault en su definición inicial llamó las 
naciones es a las voces a vez individua-
lizadas y temáticas. Puede conservar o no el carácter no sensorial. 
Los tres rasgos esenciales del automatismo resultan 
indiferentes para la defi...nición del gran automatismo. Se ve bien 
entonces que el rasgo que se resalta es el de ser el cual 
pasa a ser sinónimo de automático. 
La se deriva de que muchas veces Clérambault 
utiliza el término automatismo mental como del 
automatismo y otras para fenómenos del gran 
automatismo. De este sensoriales o no, 
pero temáticas y con afectivos ya no se oponen a los 
fenómenos de automatismo mental sino que sector 
de ellos: "El término automatismo mental es 
más o menos lo utilizamos 
mente, y a falta de otro término en u11 sentido sumamente 
... un cierto síndrome clli'lico que contiene 
fenómenos automáticos de tres órdenes: motor, sensitivo e ideo-
verbal. Este síndrome todos los de aluci...naciones ya 
el término automatismo mental es mucho más 
que el término alucinación ... " 
Pasemos ahora a de los fenómenos que 
Clérambault de automatismo mental 
en sus tres registros: sensitivo y motor. En el 
el fenómeno mencionado en término es el eco del 
Fenómenos cercanos -pero que a su vez se distin-
guen de él- son el comentario de gestos y actos y, otro fenómeno 
la enunciación de gestos y actos o de intenciones. 
Eco del es el fenómeno en el cual el sien-
, pero no que su 
-~-~·--~,como en un eco. En la enunciación de 
escucha que las voces van describiendo 
se mueve, ahora hace esto, ahora ... 
se va 
y actos 
es lo que 
El comenta-
70 FABIÁ!\; SCHEJTMAN (eme) 
que se 
fenómenos sin sentido. 
Esto no solo en relación con los "'c'"''º'"',,,,."'"'-
tos o los verbales sino también con las emociones. En este 
caso, Clérambault las describe como emociones sin 
fenómenos breves. una emoción 
tono: 
Pero la característica con la que las describe es 
que son 
súbitamente como ar:•arec1er 
Así como a todos estos fenómenos que hemos hasta 
ru1.ora los llamar "fenómenos 
bault describe en estas mismas áreas "fenómenos 
Puede ser o vacío del que llama 
Cuando usa este 
fenómenos de automatismo también en el de lo 
sensitivo -esto es más fácil de entender- fundamentalmente son 
sensaciones cenestésicas o sensaciones olfativas. Pero ocurren 
en el de lo motor. habitualmente s descui-
es muy y conviene tenerlo 
automatismos motores en los que el 
do a hacer un de todo o de 
"""'·i..u¡ .. nc con la característica de la ausencia de la 
que él es el de ese movL..,rüento y, por lo 
vivencia de que es movido por que no es él. 
Puede tratarse de un movimiento pero también 
~un fu ~~~ 
denominado sale y no sabe 
dónde va, pero es llevado a caminar si.x1 saber por a veces 
~~.~~'~'-' es no como que él hace sL."1.o 
llevado a hacer. Por eso el término no es muy 
Confunde porque transmite la idea de que el 
par, y no se trata de eso. Cuando esto toma las características 
automatismo" se le agregar ideati-
vo relación o no con temas fundamentales de su que 
tiene que a tal o que está buscando determinado. 
1 • f! secunaano ... 
cuada y los 
72 FABlÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
esencial y común de que el El térmL.'1.o sub-
consciente es solamen te proceso 
que ocurre fuera de la lo cual para Clérambault es la 
de que se trata de 
otros fenómenos clasificar fácilmente en 
esta distribución entre lo sensitivo y lo 
fenómeno mencionado muy frecuentemente por los 
el de las numerosas Este fenómeno se encuentra, 
por en el momento del desencadenamiento de la 
sis de Schreber. Un decía en u,.11a "'"""'~"""""t""' 
mos que eran por este 
ei~:.1.Hv-"u para recalcar cierta u artificiosidad" en las clasificaciones 
o distinciones entre las áreas motora, etc. 
muchos automatismos que no se fácilmente a tales 
clasificaciones y lo es en definitiva su rasgo automá-
extraño al donde se trata de 
que le ocurre, que sucede , de lo que no es De 
allí la denominación con que Clérambault los 
tismo o síndrome de va:siv•za11a. 
Cuando Clérambault dice que es por ese carácter automático 
o mecánico que se elaboran en el se está refirien-
do a que tienen un 
pro-
ceso que entender que para no dis-
pone de las nociones todo lo que no es conscien-
del lado de lo 
Es necesario que Freud introduzca y desarrolle su noción de 
inconsciente y que, en un Lacan venga a desta-
car que en esta noción freudiana de inconsciente 
nocer la estructura y el funcionamiento del 
mentos significantes, para ubicar que 
un carácter mecánico y automático y no necesariamente de natu-
raleza Es en este carácter destacado por 
Clérambault en estos fenómenos calificados como automáticos o 
mecánicos, donde Lacan va reconocer, a de este rasgo, que 
se trata de fenómenos que a la estructura del 
es que se trata de significantes. 
Ya habíamos dicho que Clérambault toma una muy 
precisa en el sentido de sostener que estos fenómenos elementales 
ELABORACIONES 
a estos fenómenos 
do tal como se 
Diríamos más bien que es 
74 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
de los cuales se que ser 
es que haber sido llevados a acto 
pero que solo serían calificados de delincuentes en el caso de ser 
de sus actos. Cuando había duda a 
eso, es a esa institución donde eran derivados. 
Clérambault muchos años en ese y es funda-
mentahnente allí donde hizo sus observaciones. Dicen que la 
cantidad de casos, de personas que tuvo de entre-
vistar a de este fue muy se calcula que 
miles de historias clínicas -au..11.que no se sabe exacta-
mente su ca..'l.tidad. Pero además de la frecuencia y de la canti-
dad de casos que observar que hacer notar que, por las 
características de ese los que atendía diferían 
sensiblemente de los que concurren a un servicio asistencial. 
llii por lo tanto también en las de 
enfermos y en los ateneos lo más habitual es encontrar-
se con cuya ya tiene un de elaboración y 
un desarrollo de muchos años. Al parecer Clérambault tuvo la 
de entrevistar muchos cuya 
todavía no se había desencadenado y, desde esa 
afirma que esos fenómenos subsistir durante 
a..~os sin que se desarrollara una ~w•íL~•'"ºº 
en la 
Cuando Lacan cuestión de los fenómenos elemen-
tales en el Seminario 3 se refiere a Clérambault y 
los fenómenos de automatismo mental que fueron estudiados 
por él. Sin como Clérambault 
boración a 
alucinatoria crónica. En las psicosis va.iª""-"''-u.", 
de acuerdo con la defi.rüción establecida por no 
alucinaciones y fenómenos de automatismo mental. 
Es claro que Lacan esta IJL'""'-"v"' 
y automatismo mental. En su 
Estructuras de las 
cuando se ocupa del Lacan formula 
que deberá descartarse un método estric-
to, los fenómenos elementales del automatismo mental: 
ecos de actos y , etc. (LACAN 1931, 15) 
ELABORACIONES 
76 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
mi maridoy yo nos habíamos convertido en extrai_'i.os u_,_ri.o el 
otro" (LACAN 1932, 189). Se ve bien que esta inicial no 
todavía nada del orden de un que 
este, en su destinado una res-
ese 
de extrañeza rvu7 m1nw 
Pero el fenómeno más destacado que Lacan delinüta en su 
tesis es el de la fenómeno íntiinamente 
articulado con los procesos de construcción del delirio. Y esto es 
válido tanto para los delirios de como para los 
delirios de esta cuestión existen dos 
dones controvertidas. La mayor de la clásica 
afirmaba que los mecanismos con los que se 
construye el delirio no difieren de los que están en 
razonamiento normal. Lacan muy c~'~"'"~H 
dón inversa: no solo no se trata de lli'- mecanismo sino 
-~,, .. ,J~~~ se desarrolla en el del razonamiento. Gran 
de su tesis está orientada a mostrar que la 
delirante es un fenómeno que al 
u:::vL1v1.« No se trata en la ni de una inducción ni 
es más bien del orden de la inh:iición. No es 
un proceso que se a través de una sucesión de pasos, es 
un acto instfu'l.táneo en el que se de y de manera 
inmediata la nueva 
en el caso de Aimée, el modo en que surge lo 
que el núcleo de su delirio: matar a mi 
que estabiliza un de la intención del Otro. Si bien está 
precedido de urt largo de en el que surgen 
multitud de i.."lterpretaciones delirantes: sus compañeros la criti-
can de manera en la calle los que pasan murmuran 
contra reconoce en los periódicos alusiones contra 
estas interpretaciones no dejan de tener un carácter enig-
mático la conducen a preguntarse a menudo 
me hacen esto". Un ella encuentra ~m~~·~~-"1"'.a'-""-m':: 
respuesta: "quieren la muerte de mi . O 
con su víctima (Z, la actriz a intentó 
estaba segura de que había axnenazado la vida de su 
preguntó cómo había llegado a esa creencia: "Un 
do en la oficina buscando como siempre de 
2. 
3. 
4. 
ELADORACIONES 
78 FAEIÁN SCHEJTMAN (co:vrr.) 
5. Estos caracteres acercan fenómeno 
a los que la 
tes. 
había denomL.'l.ado intuiciones deliran-
Lacan menciona otros fenómenos -n'l''""""""'"' 
ciones e intuiciones delirantes pero que se 
Entre ellos se ocupa fundamentalmente de las 
y de las ilusiones de memoria. 
SUS n~>Y<:Po-111 
por ser ella lL.'l.a maledicente y 
cer, se trataría de 
su en que se 
artículo de 
comprar números atrasados de los diarios sii.1 haber encontrado 
nunca ni el artículo ni foto a pesar de que 
en que su cuarto estaba lleno de diarios 
la reconocer más que 
cierto momento acordarse del artículo y de la 
No se trata entonces de una delirante sino de 
ilusión de memoria por las de 
usan el término falsificaciones de memoria o recuer-
este último tan discutible como definición de per-
para la Como trastorno de 
carácter electi-
Si reconocemos que estos fenómenos elementales 
por Lacan en las se fundamentalmente en 
el del -a diferencia de los Íenómenos 
automatismo i-r,ental que er1 el del 
distribuirlos 
los fenómenos de este grupo Lacan los denomi.11.a con dife-
fenómenos 
de fenómenos 
80 FABIÁN SCiiEJTMAN (co:v1r.) 
mental por de también va más allá de estas 
ya que abarcan tanto lo sensorial como lo senso-
'""~"·~uu, etc. 
es 
como base de los delirios en su 
Una serie de autores de esa escuela 
mórbida de la Pvnor•c>n 
~~·"'""'-'"""ves Neisser que en 1892 señaló como sínto-
la de 
traducir como autorreferencia enfer-
Lacan lo traduce 
3 
La traducción castellana a la cuarta edición alemana de 
1946 sensiblemente modificada con a la tercera, de 1922, 
conocer Lacan en el momento de escribir su 
en 1932- y cuya traducción francesa al 
año 
mación radical. 
Si se clasifica el material en 
82 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
taciones u.c.u.ic"'"'"ª· 
rantes, etc.: la que no se 
agregar el térmii.'l.o delirante cuando la conciencia de la 
cación se ha convertido en vivencia delirante. Es decir 
cualidad de delirante no coincide con el ""'':n<::trn 
o del sino que 
del vivenciar la realidad de ese 
En la delasnr1m1Pr~~ 
Los y los acon-
tecii'llientos 
destacado es 
a..,-1?TuY1r. nada determinado" 
A este fenómeno lo como delirio de 
del delirio de autorreferencia porque 
son 
Lacan en la 
"SL."1 
Esto nos Íi'l.troduce a la cuestión de los fenómenos elementa-
les en la elaboración delirante. También en el delirio buscan 
coherencia los enfermos -dice "",..,e'""- por lo que, con base en 
las vivencias que deben ser en relación con las 
al reales y los conocimientos 
una elaboración delirante. Así surge el sistema 
delirante que es enteramente co1mp1·er1s11J1e en su coherencia y se 
nos vuelve solo en las últimas fuentes de las 
De dos cla-
ELABORACIO~~S 
Cl\ y cols. 1998). 
carácter más 
mitación. 
reciente 
SOBRE 
84 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
de este En distintas áreas de su vida des-
Cuando come, por "'"º.uuJHJ. 
da está comiendo porque no parar. 
único límite es la olla", es de comer cuando se acabó 
la comida. No es que pero no 
poner un límite. Esa en otras 
Cuando fue vendedor y 
tuvo que de mercadería ocurría frecuente-
mente que cuatro o cinco días sin dormir. Es lo 
el único límite era Solo cuando se acababa 
mercadería 
Este 
subsistencia misma del a¡_JC!.i.CHV ~dH~~"'-''• 
ocurrir con los que se como fenómenos 
mentales de la melancolía y de la manía. Esta es una cuestión 
más difícil que no abordaremos 
Existen pocos dedicados a las distintas 
variedades de fenómenos elementales y proponer una dasifica-
Gon. Miller propuso distribuirlos 
tura metafórica o metonímica (MILLER 1996). 
cuatro formas según la 
y el autismo. Por mi 
ciar los fenómenos de los delirios crónicos no 
frenias en términos de de que se ,,..,,.."'""'n.t;;,n 
en la (MAZZUCA 1999). Creo que se ha avanzado 
poco en este tema porque Lacan en su tarea de fundar un campo 
único para la psicosis ha sobre todo en el Seminario 3, a 
examinar y destacar sus aspectos comunes más que sus diferen-
cias. En ese sentido que cierta alternancia en las 
posiciones de Lacan cuyos cambios se a veces con 
L.'l.tervalos breves, ya que, por mientras a la altura del 
Seminario 1 destaca las diferencias: "la alucinación en tanto que 
se diferencia radicalmente del fenómeno inrp1·n1-pt;;,t·1v1')· 
1954, 374), dos años más tarde los considera 
4 Para más detalles sobre este consultarse MAZZUCA 
1994. Especialmente, 
ñanza de La can". 
VII: "El fenómeno elemental en la ense-
3. 
nóstico. 
nóstico. 
86 FAB!ÁN SCHEJTMAN (cmvi?.) 
En términos la a ubicar 
el delirio sus fenómenos rntto•rrwt>t:>l-1 
considerá.n.dolo como la reacción de la ~r.~r~~.~,,~,~~. 
en rela-
función de incor-
modo de encap-
fenómenos. Esta con-
el 
se 
dera las alucinaciones como fenómenos elementales y el 
como un de elaborarlas. 
de 1932 en relación 
con la u-rn ª'" -
el mecanismo de la analizaremos 
térmL.n.o un cierto número de fenómenos llamados 
o ''elementales 1f. 
rr1as en cuales se 
determinantes de la y a 
reacciones aÍectivas secundarias y 
nes racionales". 
es COll.SÍ-
derar el 
frecuente" la caracterización que íormula. Las 
Por 
so10 ese 
1 , • io comun es creer que e1 
consistirá 
tan mórbido como los sfotomas 
el Serainario 3, lo dice de esta manera: J/Si 
ELABORACIONES 
88 FABIÁN SCHEJTMAN (co:vir.) 
ción SL'l.O también las alucinaciones que1 
forman de la fase del proceso 
retorno de lo rechazado. 
en 
en 
su teoría de la porque lo conside-
ra un mecanismo normal y en todo meca-
'"Uª"~"''' que actúan para darle al delirio 
que la elaboración secundaria en el sueño. Freud 
ubica en esta función a los delirios de 
por reconocer aun en la 
una serie de fenómenos y 
marias. Vimos cómo ubica las ideas delirantes entre los 
sfotomas elementales y la 
siblemente no alcanza el esas ideas son deno-
La tesis está en contiri.uidad con esta 
corriente de la alemana y con de 
Como VL'TIOS demuestra que las 
rantes y los fenómenos conexos se manifiestan en el mismo 
L"ltuitivamente en un acto ii<stantáneo. 
menos elementales. 
la nueva 
por lo tanto, fenó-
deben ser examinadas más detenidamente. es 
un eximio del esquema llamado frecuente porLacan en la misma clase del Seminario 3 que hemos men-
cionado dice: "Lo del fenómeno elemental no es 
entonces que sea un núcleo 
decía en el seno de la 
90 FABIÁ"-i SCHEJTMAN (COMP.) 
que con bastante frecuencia se encuentra 
u,,,LU.~,,, no en sí mismo delirio. Y 
ocurrir que un delirio no se le agregue sino muchos años des-
del inicio". O bien en otro texto de ese mismo año: 
que en el dominio ideoverbal los 
son de 
veces 
caracter de las alucinaciones y Clérambault 
propone una relación causal ya que esos fenómenos son califica-
dos no solo como iniciales sino como de 
"Este sfadrome es el elemento 
las alucinatorias crónicas. La idea que domina la "'º"uJ'"·" 
aun cuando la común parece indicar-
clásica lo confirrna. El núcleo de estas ,..,,,u..1J;,J,,., 
la ideación es en ellas secundaria. En esta 
fórmula clásica está invertida" 
Vemos que a Clérambault también 
pero son las que sostiene a lo 
de toda su obra. Con ellas -y con las definiciones que examina-
neutro, no sensorial y anideico 
Clérambault fundar su 
carácter mecánico y su 
aluci.P.atorias rr,OT1l1C'"1<0 
afectividad. Reconocen 
hasta ah1ra considerados como esenciales 
de 
cosis aluci '1atorias son resulta-
do de procesos mecánicos extra-conscientes y no de 
de la conciencia. Estos orocesos mismos son secuelas de lesiones 
'-
·~···~·--·,, traumáticas o 
tardías y 12s más sutiles de todas las secuelas 
pasan a entonces, en la 
Una vez delimitada la tesis central e i__nvariable de Cléram-
pasemos a señalar las transformaciones que se 
reconocer en esa tesis a lo de su obra. 
92 FABIÁN SCHEJTMAN (corvir.) 
No por sí mismo clase de 
Cuando subsiste en estado puro una tendencia vaga-
El es ª"'u.Lm.<.u ... , las voces le hacen com-
En del automatismo mental": 
mental así definido es un proceso 
cuenda se el 
... este automatismo no 
de carácter y de intelecto" 
"el delirio 
fondo manifiesto u oculto del individuo ... / frase 
decir que no solo el delirio es 
necesariamente relación entre el delirio y 
los fenómenos de automatismo mental que lo nreoeden 
la forma que va a tener el 
está en relación con la en 
cuestión. Se ve claramente que 
que Lacan llama el esquema 
delirio tenía una función 
tales ya que Clérambault más bien acentúa no rela-
ción entre la forma del delirio y los fenómenos elementales. La 
forma del de acuerdo con su va a estar en relación 
del 
es necesario advertir que cuando utiliza el término 
no lo hace en el sentido como una 
forma de psicosis. Clérambault lo utiliza en el sentido de una 
forma de carácter o Si la 
!.Jt:.l.t>IJHi:ill'Ud.U del 
recieran los fenómenos de 
delirio tomará la forma de 
sobreagregado ""'"°"'"'"'""" 
entonces su 
"El delirio 
tL.'lción que 
entre delirio y 
mental ya no es '-Ll·"-"·"'-'~'"'-"' 
nuclear. 
S03S.E 
94 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
anteriormente. Pero 
el título "automatismo ideico e 
ideoverbal" nos encontramos con esta distinción que introduce 
un nítido a la anterior: "Pero más: 
ideación delirante no es construida por la 
sino que se elabora mecánicamente en el sub-
'"'-·1eJt m~. no revelándose a la conciencia más que por sus resul-
tados últimos Rei....rta entonces al lado de una ideación autóno-
otra que se 
la ideación delira11te del 
teóricamente en dos 
la otra y 
reacción a diversos automatismos. 
automática" que reencontramos 
ción que converge con la de una 
rio se con mecarüsmo normales y otra, en es de 
la misma naturaleza que los fenómenos elementales. 
más notable es que al final de ese mismo artí-
culo reconoce que esta modalidad automática del delirio se cum-
no solo en las crónicas sino también en 
esta nueva modulación. Entre las nueve tesis 
que, a modo de resumen irltroductorio se en su comien-
zo ya verificamos que: "5º Los datos mayores del delirio entran 
a la conciencia por vía alucinatoria. Su cons-
una ideación Su evolución es ella misma auto-
mática" 1926, 545). Y también: "8º En las ~·-"·~·-· 
alucL.'latorias crónicas la construcción misma del delirio se 
por la constante acumulación de los resul-
todos de un mismo sentido 
en las condiciones mecánicas elementales del 
Para que no 
tesis afirma: "9º La consciente no interviene más 
que secundariamente en los delirios" 
ELABORACIONES 
---------------
96 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
Clérambault llama basadas en el automatismo. 
se de señalar que la de los mecanismos 
de construcción del delirio en una y otras es '-A"'ª·'LLl" 
por el mismo Clérambault afirma en el 
citado: "El mecánico y la elaboración 
mente mecánica que atribuh--nos a las alucinatorias pro-
llamadas sistemáticas nos parecen 1.>éua . .u..1.tc.1. 
ser los de los delirios puros y aun de los delirios 
. Solo encontramos esta única sin desa-
porque no es sobre este de que se desen-
vuelve la elaboración de cosa que él mismo aclara 
a continuación: "Pero el desarrollo de esta no 
ni ser abordado en el artículo 
vado a la ideación de las U.>HU,h,!oo• alucinatorias" 
1925, 544). 
Lacan parece co>mD2trtir ª'u'""°·ª"' de la obra de su 
maestro ya que ni tesis del 
Clérambault. 
Ahora ¿a critica Lacan en los 
que hemos mencionado del Seminario 3? Si se al 
la crítica se limitadamente ya que 
éste afirma que el delirio esté destinado a ni a ela-
borar el automatismo mental. 
cer.r 
se tratara del que parece descono-
criticarlo ya que más bien coL.'lcide con él: Vimos 
"la misma fuerza estructurante está en obra 
en el ya sea que se lo considere en una de sus 
su totalidad... la misma fuerza es 
también un fenómeno elemental" (LACAl'\J 1953-54, 33). Acaso ¿no 
va en el mismo sentido que: "todos resultan del mismo 
y "su evolución es ella misma automática"? 
construcciones ideicas ... Sin 
sar que una continuidad semántica 
en todos los casos, y una cierta distancia ... ". 
sea ella misma11 • 
En el curso ~"''~""~' 
en 
98 FABLÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
ramente articulado en en la Sin 
conviene tener de que Lacan no lo 
en el seminario ni en que lo de 
su en relación con el delirio como fenómeno elemen-
coincide con la de por la que se orien-
taba en su tesis de 1932. 
Resumamos entonces este de 
Lacan sobre el tema de los fenómenos elementales con relación 
paso: "la 
es una paso: por lo 
"la también un fenómeno elemental"; 
tercer paso: "el delirio mismo es un fenómeno elemental". 
Pasamos ahora a un la relación y las articu-
laciones entre las nociones de Lacan y las de Clérambault. La 
cuestión a destacar es que Lacan de 
de Clérambault. Sabemos que 
sobre el automatismo mental es el eslabón de una teoría más 
destinada a sostener que los fenómenos son 
manifestaciones de que 
u~·~·~"~-~ y no 
nociones freudianas del inconsciente que entender que 
fenómenos que característica de orden auto-
mático -en el sentido de de la conciencia o de la 
intencionalidad del 
Podemos 
Clérambault 
de 
los 
En la clase del Seminario 
3, dice: "Para de ustedes que no tienen de su obra más 
que un conocirrüento Clérambault pasa por haber 
sido el gran defensor de una extrema. 
sean auditivas 
la estructura 
Podemos 
te asemántico", es 
Podemos decir que esta 
automatismo mental de Clérambault 
FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
corno 
pero por fuera de la 
Lacan se propone mostrar a lo 
estructura de los fenómenos de 
tura del a la estructura del 
Otro que 
sión del C>.it;HLLH,_U.i 
Vemos que Laca:.1. 
w'1a intrusión de estructura del Esta es su defii"li-
ción de en este semLnario. Podemos decir que en 
sentido esto está en la obra de Clérarnbault a 
su noción de automatismo mental. 
también u11. fundamento de orden estructural en el 
carácter de del 
Acá Lacan sLrto que 
además le parece que el término "automatismo" está muy bien 
""'""'iuv. Es término que a Clérarnbault mLrtca le de 
conformar y por eso hacia el final de su obra en 
·~··~ ... ~····~ mental llamaba síndrome de sLn a 
un muy buen término. Esto se encuentra en el 
seminario hacia el final de la clase 21. Al hacer un comentario 
sobre el Historial de afirma que todos esos fenómenos 
de los que se estuvo entranen defh<ición misma de 
automatismo el uso de la automatismo. 
Critica el uso indebido que se ha hecho de este térmh'1o en la 
en realidad es un térmh<o tomado de 
donde tiene Tu'"! uso muy pero, tal como se lo ha extra-
y usado en se ha hecho de él cosa. 
en Clérambault tiene un uso muy y 
adecuado. Es decir que Lacan está de acuerdo con el término y, 
además de su va a buscar sus antecedentes en 
Aristóteles para formular una que retomará más ade-
lante en su ensefia:.'1za entre automaton y que son térmL"los 
aristotélicos. Entonces dice: " ... aun con todas las reservas que 
entraña una referencia como ésta, a la vemos que el 
automaton es lo que verdaderamente por sí mismo". 
ELABORACIONES 
Paserr .. os 
de fenómeno elemental 
habiendo 
el rr1encionado de 
102 FABIÁN SCHEJTMAN (COY.P.) 
mación de Lacan -que en su momento resultó de 
la psicosis es la 
Dos años más en el texto "Una cuestión 
Lacan dice que en otro -está hablando de la 
es no en la neurosis ni en la el sfatoma está 
más claramente articulado en la estructura misma. Es decir que 
vamos a verificar las de la estructura en la neurosis y en la 
estructura 
Cuestión ut<ou1au 
os10JSJlS están de una manera manifiesta. 
porque con su noción de 
defLrte la por lo 
ese sL.atoma en el caso de fa 
del aue Lacan hace su en la 
las alucinaciones verbales. No desarrollaré 
este tema que ha sido abordado en otro 
1996). es lo que nos muestra este fenómeno 
psicosis? Nos muestra esta característica de la estructura, que el 
~ habla por sí o que el Otro habla. No se trata sola-
mente de que el clásica de la teoría 
~la a ~o~ 
el Otro habla en el Esto es lo que la muestra de 
manera ma..ri.ifiesta. En el caso de la neurosis tenemos infe-
rirlo: el inconsciente es el discurso del en el caso de la 
esta en el mismo de observable. 
Lacan rechaza toda idealista en cuanto al len-
No se trata de estudiar los fenómenos de la con 
las estructuras del un ins-
trumento externo a o como si los fenóme-
en general, y los en fuera..11 
a esta estructura: el está en el fenómeno mismo 
estudiamos. No es que con el instrumento del abor-
damos un fenómeno que le sería no, el 
lo real mismo. 
Podemos con el de 
automatismo. El misma que en real 
produce el dice Lacan. De modo que, como muchas veces 
hace da vuelta el No se trata de por 
en la psicosis el Otro sino por este fenómeno no 
aparece de manera evidente en la neurosis o en la En 
el caso de la de una or1::'.sentci.cií)1 
mos realizada por Lacan, el paciente diferencia 
4. 
como cuarto 
manera 
la tesis del 3 resulta ,.,~"~''~"· 
con fenómenos elementales no~"'~"'~~ 
104 FABIÁN SCHEfIMAN (COMP.} 
no se consi-
cuestión que está por con su 
distinción entre delirante y deliroide. Por otra 
como Lacan han destacado cierta entre la ciencia y el 
delirio No olvidemos la observación de Freud al 
comparar la teoría con el delirio de 
duía que es difícil establecer cuánto de verdad 
y cuá,."1to de delirio en la 
extender al saber científico en 
todo en la últh'Tia de su la 
de la delirante. 
sin duda estructuras en ciencia y los delirios 
,..,_,,r''"r"'" como una elaboración de saber. Es en las matemáticas 
donde resulta más frecuente la coincidencia entre 
y los ar:u"IC'""" 
recientes de ~-~-·~·, 
son destacados. que tanto con-
tribuido a la conformación del mundo actual y son efec-
to de procesos del orden de los fenómenos elementales o de pro-
cesos que llamaremos :racionales? Sin duda no delirio 
tiene el valor científico del saber elaborado por estos 
pero subsiste la señalada Freud: no 
,...~,w~····~v determii."1ar cuánto de verdad 
los ideales de la revolución francesa y a la 
extendida a las del derecho 
chos humanos. 
al nivel de otro 
que no abordaremos pero por lo menos 
mos señalado en relación con esta cuestión del desarrollo del 
delirio. Sabemos que un delirio tiene fases. Estas fases no tienen 
el mismo no la misma del 
de Freud en el Historial de Schreber destaca la 
de este tema. No es la de Schreber al comienzo de 
su cuando está en una ~~·v··~·~'" 
ción al deseo y a la voluntad de goce del que de su deli-
rio al cuando Schreber acepta esta voluntad divina. En un 
caso se trata de un delirio en el otro da delirio 
pero no tanto la temática sino del 
5. 
106 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
lado de la realidad sino de la certeza de eso 
decisivo para él: "Lo que está en 
to por todos los rodeos verbalmente desa-
rrollados que están a su alcance, que esos fenómenos son de un 
orden distinto a lo sabe bien su realidad no está asegu-
incluso admite hasta cierto su irrealidad. a 
diferencia del normal para la realidad está bien ubi-
él tiene una certeza: que lo -desde la alu-
cinación hasta la está en 
la sino la certeza. Aun cuando se en el 
ex1Jer1n1en1ta no es del orden de la reali-
o también ~.,~.,~~~~ 
delirru."'"lte" (LACAN 1953-54, 
6. 
es que le concierne. Esta cer-
para él 
Al así las cosas, Lacan no de las dife-
rencias entre alucinación e sino también de la 
diferencia en las nociones de Clérambault entre auto-
matismo y gran automatismo. Recordemos que la alucinación 
clásica para Clérambault ubicada en el gran automatis-
mo allí del Entre las 
algunas que no se como ani-
uu•u:n.•v, entre las cuales se cuen-
la o el insulto. 
del 
todo 
esto pasa a ser denominado fenómenos elementales: todos los 
fenómenos de automatismo sin idei-
cos, o el delirio aun con el de "'"'~'"'"'"''-'"''"'""·""' 
que ser considerado un fenómeno elemental. Sin 
embargo, es notable que esta diferenciación de Clérambault ter-
mina por reaparecer en la enseñanza de Lacan con otros térmi-
nos. A mi entender es lo que ocurre cuando Lacan o 
inventa -porque es una noción generada en su enseñan-
za- los que Son también fenóme-
108 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
formular en su discurso L'l.terior como un 
lo que a un cierto orden correcto de 
,oc,,..,,.,,,....r,,,.,,,,.., en términos de realidad. Pero no es así como se pre-
senta esto en la del él no tiene vivencia 
de ser el Schreber lo describe muy 
fenómeno del alarido lo le hincha el tiene su pro-
fuerza y movL.'Tiiento que lo invade dolorosamente. 
Los fenómenos de borde no solamente tienen que ver con 
orden de las voces. Lacru:l señala en las Memorias otros fenóme-
nos observar frecuentemente en la y que, 
sin habitualmente son Se diría que son 
fenómenos de orden por Schreber describe 
nos fenómenos de este cuando los rayos divi...<os se retiran y 
una cierta es decir que más bien son fenómenos de 
orden luminoso. No son exactamente se en 
el de la pero no son exactamente 
les. ser fenómenos que tienen que ver con la lumLriosidad 
o con el brillo y que no necesariamente son vistos. 
Puedo mencionar el caso de una que, cuando cami-
naba por la en una corona 
como la que tienen los una corona lumino-
sa. lo visual se torna tan como lo auditivo de 
las voces. En este caso es especialmente claro porque por la ubi-
de esa aureola es absolutamente 
el campo visual del Está en un 
donde es verla. Es un fenómeno luminoso 
entonces, pero que cae fuera del visual. Es del orden de 
la visión pero no está en el sabía de 
eso con certeza. Además que los otros comentaban 
cuando iba por la calle "ahí va la de la coronita ... ". se 
trataba de que ella su vivencia de tener una coronita 
de lo las voces decían. esa corona estaba 
lo que Lacan 
difícil de incluir en la de la alucinación. Lacan da cuen-
ta de ellos como una intersección de lo simbólico con lo es 
un efecto del si...c 
110 FABIÁN SChk:JTMAN (COMP.) 
BERCHERIE, P. (1980), 1980. 
BOBON, (1969), nº 29, París, 
Navarin, 1984. 
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"Automatismo mental y escisión del , En 
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G. De (1924), "Définition de l'automatisme mental". En 
., op. Ch. 
a base d'automatisme \pre:mi.er 
a base d' automatisme 
México, 1984. 
LACAl"\J, J. El Seminario, libro 3: "Las 
Aires. 
LACAl'\J, J. (1954), al comentario de 
Escritos, XXI. 
J. (1962-63), Elseminario, libro 10: La 
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Nº Navarin, 1987. 
MAZZUCA, R. (1994), "Los fenómenos 
Análisis de las alucin:?cicncs, 
!vLAZZUCA, R. (1996), Clínica de 
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MAZZUCA, R. y colaboradores (1998), "Ei 
inédito. 
Les 
mirada 
. En Revista Universitaria de 
""'-VÁC'"'"'~• UBA. 
Buenos 
Buenos 
MAZZUCA, R. (1999), Fenómenos elementales: sus rasgos las 
distintas estructuras Conferencia en el ICBA 
Clínico de Buenos inédita. 
MILLER, J.-A. (1996), Conferencia en la Sección Clínica de Buenos Aires. 
Inédito. 
SAUVAGNAT, F. (1998), "Fenómenos elementales y ins-
titucional". En Sobre la razón y la locura. Etiem, Buenos Aires, 2. 
frenia. 2 
sensitivo", de 
(FREUD 1893-95). 
MERCOSCR "Avances, nuevos 
, Buenos 2005. 
2 
112 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
deseos en el 
cinación? incluir un término 
ra para desentrañar el mecanismo de una actividad anínüca que 
Freud insiste en v1•"1ttt<u 
Freud afirma que el por la trans-
terf'11da de una carga inconsciente a un resto diurno precons-
ciente. El miramiento por la y la .u:::;.:.u"'"'-'H 
dan por resultado la escritura en imágenes en que cónsiste el 
sueño mismo (FREUD 1899 y FREUD 1915b). 
La realización alucinatoria del deseo onírico 
mediante esta de t::.1u1u.u 
lizable en tanto El que 
desanda el es ese desciframiento que localiza 
en lo que descifra un resto de cifrar. del 
sueño" llamó Freud a este resto (FREUD 1899), de umbilica-
ción de lo horizonte de la vía regia de acceso a lo inaccesible. 
Lo alucinatorio del sueño es sobre todo lo que la sen-
sación de realidad que enmascara lo real. Un real que, de pre-
sentarse, el dormir. 
entre soñar 
para sostener diferencia estructu-
ral la alucinación y el soñar (MAZZUCA 1996). Entre 
otros motivos se encuentra que mantienen una relación diferen-
te con el La alucinación 
como el síntoma efecto del retomo de lo 
lo simbólico de articulación En la alucinación 
cótica el retomo es en lo real como efecto de una fordusión a 
nivel situbólico (LACAN 1958). De 
re la forma y la contundencia de un.a 
(LACAN 1975-76), de saber acerca 
, o sea de su uL1:iuJJ.c 
tual. Así como un sueño vale por su estrn.ctura de texto y no por 
con. 
mente, dado que su 
de la alucinación como trastorno de la '"'""''"ºr''"'iAn y enfatiza su 
la transferencia. 
se 
sirio a u..na oferta de escucha en 
114 FAB!ÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
en un momento en que su 
alimentos sólidos estaba causando 
tornos en su A las pocas entrevistas con-
fiesa que esta conducta se debe a que una presen-
cia que una le ordena no alL.'Tientarse para no alimentar así 
a "los fantasmas". Aclara que su cuerpo es asiento de feroces 
batallas entre estos "fantasmas", que la acosan con L.71sultos y 
amenazas, y otro que y por eso 
le ordena no comer. Cuando su analista atina a decirle que no 
cómo los fantasmas alimentarse de alimen-
si es que verdaderamente son 
se ve tomada por sorpresa y dice que nunca había IJ"'""''°"..i.v 
cosas de ese modo. Al poco de esa entrevista 
u;uuc:.Lmo, a comer todo de 
núa las charlas con su analista. Los 
pero sus invectivas se vart 
no hacerles tanto caso. 
Poco el ari.alista le por la prove-
a personas que conoce. 
ella ha estado escuchando a 
vecinos de su ciudad 
a su analista. no 
pegar un cuando escucha que está incluido en llsta 
de porque le preocupa haber a lista de 
los evidentemente nota sobresalto 
de su analista y se apresura a decirle: no se preocupe. Yo sé 
que no era usted. Pero era su 
ser modos de 
11cu11tu::: acentuar w> matiz: esa voz nueva que se agrega a las 
otras ¿es externa o interna al parece evidente que 
externo, que vuelve sobre el modificándo-
lo a través de esa una voz exterior es 
por el mediru.Lte la alucinaciór1? Íunción 
en esa verdadera alucinación de transfereücia? 
116 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
de Lo 
1e1n.egalcion en el sentido de que el neu-
rótico no está fácilmente a hacerse cargo de lo que esa 
,.,M,.~,.,.,~trae e intenta desentenderse de ello por los medios. 
En la psicosis, en el retomo se efectúa en lo esto 
es, por fuera de lo sL.'llbólico. Esto hace que esa 
sea vivida como radicalmente a 
Lo llamativo es que el 
así p1<mre<1a,a 
La transferencia con el a.11alista no cuenta de esa 
,.,~.·~···~sino que oficia como el ,_,M,.~,.,.~ que 
'"''"'"''""'"'"' de otro tomar cierto cuerpo y poner en 
movimiento el 
Lo que hace a 
fin? 
de .•• ,,~~~·····,aunque no se sepa permanece 
inerte en relación a toda dialéctica". O sea, no entra en combina-
ción con el resto de los por lo cual 
función fu..'l.damental en la reconstrucción de la trama 
del será el núcleo denso alrededor del cual ela-
oorai:se el delirio que encontrar una estabilización 
y que Lacan llama "metáfora 
delirante". Esto es el modo en que opera la en el 
del decir En el 
HcJ.au~u.•J, la ,.,~v·~·u·~~~ 
tar a los fantasmas" y "la comida" toma 
el de la alucinación le a 
Vemos entonces que eso que retorna en lo real opera como 
fundamento de un orden a construir y en eso encontrarse 
las trazas de lo que ha sido forduido: el del Nombre 
del Padre. 
Para concluir: 
sueña con su analista y un 
lista? 
Por el recorrido realizado 
entre un neurótico que 
que alucÍJ.<a la voz de su ana-
conclmr que no, dado 
que no son el mecanismo del sueño en 
y el de la aluci.nación 
La ~"~"°·~ "4'-'''-h 
que retorna 
construirse 
mención de 
1984. 
JINKIS, 
nos 
1988. 
120 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
Es el uso más habitual de este término y al mismo el 
más vago y Se él un 
""'"'"·""'"" de entidades por 
que rasgos en común con las 
estructuras psicóticas. Sus definiciones permanecen discutidas y 
por lo tanto una cierta en la nomenclatura que 
" hacia el uso cada vez más extendido-de 
momento, se este término a estados o 
"VlWlH'-'"-'U.Ct::J que una rh~~~~'m'~~ a la 0 -
como mee H. Ey-1 que se encuentran entre los candidatos a 
enfermedades mentales crónicas. Sh"'1 
se que la correlación era y tendieron a generarse 
'"'""n 1"~" que intentan deli..-nitar entidades más 
o menos y distintas de las psicosis. 
Nos encontramos así en la historia de la y del 
coanálisis con el intento de definir distintas formas clínicas que 
no h>cluirse ni en el campo de las neurosis ni 
en el de las intentos que han conducido a la transfor-
mación del límite entre neurosis y en u11 nuevo territo-
rio: la y estados borderlines o fron-
''°"·"'v'"'"' que es criticada aun por sus pero 
Por eso menos utilizada. 
.t 
Sería una lista más o menos de las 
diversas ido hasta desembocar 
en nomenclatura de los borderlL.ries que se ha 
la actualidad. Mencionaremos las 
Debe citarse en 
europeo, el artículo de 
dad (DEUTSCH 1934) que 
"como si". En el p1;1co2m<U1s1s 
años más 
. ,, " n.oc1on ae 
campo de 
condición de la entidad que describir es 
cosis . 
122 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
ya estaba 
tas norteamericanos. Puede tomarse como 
Arieti en el que intervienen varios ,._,""'-''~ 
como Melitta escribe el sobre border-
o Sandor Rado cuyo 
título Obsessive Behavior. 
dedicado a las obsesiones 
So la anticuada teoría 
Neurosis. Perdido el término y 
obsesiva ya no 
obsesivos 
dió a 
estos 
• 1 c10naaas 
encontrar síntomas 
que la de 
,..~."~"'''"~U y más allá: 
no solo que el Hombre 
si se entiende 
con un rasgo común que lo caracterice. Habría que 
por menos, dos grupos. El se caracterizar con 
la defL.r¡ición que utiliza el manual de Arieti para las Lª''e";vL 
que la ocurrencia "La caracterís-
~'-"~"''"-u; que varían considerablemen-
1uucc1c.,,, es la tendencia hacia 
dura11te momentos de stress, con una relativa restitución 
de desórdenes neuróticos menores, o aun de un cuadro clínico 
normal cuando el stress ha sido relevado". El 
caracteriza por rasgos o anomalías PE~n:nan<::n1:es 
este grupo es el llamado carácter >N'"'-'V'·''-''· 
y en el otro, es sea que se trate de una 
dica de conductas llamadas o bien de características 
no se trata, en 
estructuras estables en el sentido de 
PE>1cos1s. Es decir que 
caso1 de formas o estados de transición en 
1. ' . 1 
ei carnrno haCla ia ...,"'"'-'"'"'"'"· 
Debemos decir que la noción de que acabamos de 
caracterizar es la más habitual en nuestro medio. Cada vez que 
hemos realizado consulta con otros grupos de analistas el 
térnüno vrev;:;icos;is ;oin>n-~,,.,,, "'""-''""'"""v 
el psl.CO<L'l.élllSta 
en este sentido. 
Debemos pasar entonces a 
cua.'l.do el térmi.ri.o es ut.u.J.'º"""'v 
124 FABIÁN SCHEJTMAN (crnv:r.) 
u_na mai.-üfestación no suficientemente clara de los mismos. 
Esta a tL'la insuficiencia 
del yo, corriente 
reconocer los Íenórnenos estructura 
fa.ses de su desencadenamiento y, aun1 antes 
con la condición de abordarlos en la correcta pers-
Aun así 
del 3: Las Lacan 
dice: "El Schreber nos relata con toda claridad las 
meras fases de su ~c,,~.~~-w 
brote 
Y cuando nos da el testimonio de que 
que esta distinción aparece corno 
Lacan se ve en la necesidad de negar que no 
Se trata de una doble que es introducida pero 
cada ni altura de 
por Mauritz 
tor sino que hizo de ella uri.a noción tanto en su clfaica 
como en los nt-1rr¡_erosos dedicados al terr1a de las 
escribió a de 
son definidos por Kata.11 cada vez con mayor 
Nos ocuparemos de los de Katan 
más adelante. 
2. Lacan Katan 
mismo que la utiliza corno 
fuertemente. De esta elaboración resulta a pro-
<lucir una noción de 
126 FAB!AN SCHEJTMAN (COMP.) 
una Antes de esto 
pocos Entre ellos 
Nierderland y Katan. Pero sobre todo Katan que antes de 1955 
había ya cuatro sobre este tema: 
1949- Schreber: La idea 
1950- Las alucinaciones de Schreber sobre los "hombrecitos". 
1952- Nuevas observaciones sobre las alucinaciones de Schreber. 
1953- de Schreber. 
dos años al seminario de 
sus nociones sobre la fase 
en dos 
,_,i..__,._..__~"..__ en apenas 
al caso Schreber 
que ya había 
en el caso de 
acceso a la noción kata-
niana. Es notable que, al que Freud y que Katan se 
muy directamente el texto mismo de las Memorias y es en 
función de ellas que de la calificación de a todo 
el curso de la al T"'"''.'º" 
y, desde al i.."ltervalo de 8 años entre una y otra. 
Señala entonces que es el mismo Schreber en el 
de las 11/femorias ubica la en que enfermó dos veces 
nervios. En ambos casos a continuación de un excesivo 
esfuerzo intelectual la 
candidatura al 
miento de 
de Dresde. 
En cuanto a la Schreber afirma con toda 
claridad la ausencia de acontecit"Ilientos sobrenaturales. De ahí 
Katan que no había en ella síntomas Es decir 
que para determinar la ausencia o presencia de la Katan 
utiliza dichos mismos de Schreber en cuanto a la ausencia 
presencia de lo sobrenatural. Este mismo criterio es utilizado 
para la segunda enfermedad cuya fase inicial carece de toda 
hi.tervención sobrenatural. Dada la ausencia de todo síntoma 
psicótico, vuelve a concluir esta fase inicial el 
prepsicótico que se extiende hasta el momento en que se 
forma el delirio de persecución. 
Katan estudia en detalle este y establece subdivisio-
128 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
del conflicto de la excitación sexual que, al culmii."1ar en 
las en el gran que debía ser evi-
tado a toda costa. De allí que las diferentes manifestaciones que 
:fueron a lo de las diferentes fases del ~~-~-~~~ 
•u''"'~·-·~; la opre-
sión en el las 
tabilidad y las ideas de 
Katan- un elemento 
tienen de 
el del servir como defensa contra la 
termina 
meros signos de comunicación con los vc;d<~re'S sobrenaturales. 
L~.,.,, .• L•~L•v•a de Ka tan es que la comenzó cuando yo 
de mantener a raya las manifestaciones 
lli"1 breve resumen del de Kata11 sobre la 
de Schreber. Podemos agregar dos comentarios 
antes de pasar al 
con toda da-
-que la clínica verifica- entre el momento en 
en de recurrir a un que 
le falta y el momento en que emerge en lo real alu-
diremos a la distinción con que Lacan los define. Son dos 
que no coinciden. Es en esta no coincidencia donde se 
u•--V•·•L•U• Más allá de la extensión cronoló-
que la constatación clínica muestra variable 
nos parece interesante remitirla a una 
el instante de la mirada y el momento de LV"''·"~u, 
popara Este es el ••L••.,vv 
cosis. Se trata, entonces, de articular una diferencia 
una disti11ción estructural. 
de las manifestaciones sintomáticas que se 
de las distintas subfases del 
a los diferentes grupos sintomáticos des-
L•-•V •-VU por Freud para caracterizar la neurosis de Se 
trata fundamentalmente de una crisis de o de otros sín-
tomas que son defi...cidos por Freud como de una 
crisis de como la del corazón. Encontramos 
incluso la auditiva que obstaculiza el dor-
º"'"'"''"'1·" por Freud como del 
mático que titula "excitabilidad 
130 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
entonces se contaba entre los 
u'"""º escolar y debió 
que duró alrededor de un 
se masturba u..11as tres veces por con-
pt;arr1er1te el día que su le si continua-
ba con esas prácticas se iba a volver loco. 
Allí comenzó una nueva en la que 
fuerza de 
las que 
no tenía 
era frecuentemente por un severo, H se '"'-'""·"'u 
ba a sí mismo de distintas maneras y realizaba deliberadamente 
ridículas para sufrir las humillaciones que él creía que 
su Un día sus cesaron repen-
tinamente: sintió que ya había tanto y que su seme-
janza con el era tal que la chica debía carecer de todo 
motivo que le sustituir a su él. con 
ese pensamiento H 
abandonar a la chica. 
Allí comienza la tercera subfase del ~'W'·~"A 
denominada por Katan el del ceremonial. 
persistió en no masturbarse, cesó en todos sus otros esfuerzos. 
Debió abandonar el comenzar a 
y desarrolló u..'1. extenso ceremonial de lavarse y vestirse. El 
paciente permanecía en su cama hasta las 11 de la hora 
en que se y le llevaba hasta las 6 de la tarde terminar 
de vestirse. 
Comenzó a concurrir a un centro de salud y poco º"''""'"""' 
surgió el delirio: su sobre además 
trarlo y quiere satisfacer sus deseos u'-'ª'·'-'"'CA comienzo. 
132 FABIÁN SCHEJTMAN (CO'Y!P.) 
A continuación Katan se acerca de relación entre 
este de transición y la distinción freudiana 
de dos momentos del proceso de la realidad 
y su reconstrucción 
la enfermedad y el 
que es el intento de curación. Katan se ve en 
tacar su de una coincidencia de su pro-
con la distinción freudiana. Más allá de las referencias clí-
nicas en que se apoya para este se ve que, el haber esta-
..,~-Á~·"~-U de la realidad como el límite entre 
superponer la fase rw·or1c10nnr•? 
hem1po freudiano. 
ciertas relaciones entre las fases 
,_,VÁ~,,.,.~~· Lo que le parece decisivo es que durante la 
va abandonando las relaciones cu . .1.vl.u<" 
ocurre a través del 
caracterización 
trata de su ro,,.,,r•ocu,.,-, 
ha 
•u.•~•·u~"" En c=>!JC:LHu 
que pasa a devenir una 
je femenino por lo que enfrenta al con el 
la emasculación. De allí la de la habilidad 
la excitación y los orgasmos Cuando a 
pesar de todo -distintas constelaciones de defensas- el orgasmo 
se esto es el de que el femenino ha triu,11-
fado y la emasculación debe ser 
salida entonces es el abandono de la ic,:u.u-'.m .. <-
der a los recursos irreales para enfrentar el 
Más allá de las entre el ... ~.u·v~.~ r.,.r.~'"r,r.+-,,...~ 
que en ambas fases el 
del mismo y lucha con el mismo conflicto que1 cuando 
no resolver con medios el vence más fácil-
mente con medios irreales. De este modo el y la 
de castración ocupan el centro tanto en la como en la 
formación pero esta resulta más eficaz para 
en especial en el éxito para las erecciones. Aun las alu-
según la 
nos de descarga que el 
rrollo de excitaciones que conduzcan a emisiones "'"'"u.caic,,. 
ELASORAC:ONES SOBRE 
134 FABIÁN SCHEJTMAN (COMP.) 
duce el 
meditación inconsciente: sucesivos pasos en una 
destinada a resolver una contradicción que en defL.'"litiva no 
ser salvada. 
Katan usar su método también en el 
¡..;i1cuc1...u. las diferentes en el 
a del conocLmiento de las 
A través de estas por 
que la de su no alcanzó todavía el 
de desarrollo del delirio schreberiano. 
Otro de interés en sus radica el modo en 
aue destaca el motivo del fracaso de los mecanismos 
cios: ~e

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