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4 Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala El influjo sociocultural en la formación de enfermedades psicosomáticas T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE L I C E N C I A D A EN P S I C O L O G Í A P R E S E N T A Karen Stephany Calderon Lara Director: Lic. Dictaminadores: Lic . Lic. Gerardo Abel Chaparro Aguilera Irma Herrera Obregón Laura Castillo Guzmán Los Reyes Iztacala, Edo de México, 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS Primero a mis papás por la vida dada, su tiempo, amor, apoyo incondicional que me permitió crecer, por siempre exigirme y guiarme por brindarme las bases necesarias para ser la persona que soy hoy en día. Por enseñarme a disfrutar los triunfos y aprender de los fracasos. Los amo. A mi profesor Chaparro ya que durante sus clases hizo que viera de otro modo a la psicología y a la vida misma, por sensibilizar y permitir pensar más allá de lo establecido por sus consejos y tiempo para terminar esta parte de mi vida. A mis hermanas por estar siempre a mi lado, apoyándome, haciendo los malos ratos más ligeros, soy muy afortunada de tenerlas en mi vida. Las amo. A Hazel me has visto cambiar, me has ayudado a crecer, has estado en los buenos y malos momentos es por ello que agradezco tu fuerza, tiempo, apoyo, honestidad y sobretodo tu cariño. A mis amigos que me han dado momentos de alegría, aprendizaje. Gracias a las personas entrevistadas por su tiempo y confianza. A todos los lugares y conocidos que me han permitido aprender y ser quien soy hoy en día. 2 ÍNDICE INTRODUCCIÓN I. HISTORIA BREVE DE LA SALUD Y ENFERMEDAD …………………………….…..………. 7 1.1 ¿Qué es la salud? ............................................................................................................................ 7 1.2 ¿Qué es la enfermedad? .................................................................................................................. 11 II. LA PROBLEMÁTICA DE LA SALUD ……………................…………………………....…... 14 2.1 Factores no tomados en cuenta para curar una enfermedad …………………..……..…............... 14 A) Estresores tempranos ……......………………………………………………………………. 19 B) Conductas de salud ……………………………………………..…………………………... 19 C) Apoyo Social ………...……………………………………….…...………..……...………… 20 D) Personalidad ………………………………………………….…………………...……........ 20 2.2 Papel del individuo en la construcción de su salud ………….…………….……….……….….. 21 III. PSICOSOMÁTICA …………………………………………….……………………………..…. 24 3.1 Los órganos y emociones …………………………………...…………………..…………..... 33 IV. ENFERMEDAD Y SOCIEDAD …………………………………………………………..…. 40 4.1 Construcción de enfermedades en contextos sociales y culturales ..……………………….. 40 4.2 ¿Qué es la cultura? …….………………………………...………………………………....... 41 A) El papel de la familia …………………………………….……………...…….…........... 45 B) El papel de la alimentación …….…………………………………..………….……….... 48 C) El papel de la pareja ……………….…………………………………..…...…………...... 48 D) ) El papel del trabajo …………………….…………..……………………………...…....... 48 4.3 Afrontamiento de enfermedades acorde a la cultura ………………………..………………... 49 HISTORIAS DE VIDA ……………………..……………………………………...…...……............ 53 5.1 Metodología …………………………………………………………….…….……...………. 53 5. 2 Método ………………………………...…………………………….………….....………… 56 5.3 Análisis …………………………...………………………….……….……...…................… 57 REFLEXIONES Y CONCLUSIÓN ……………………………………………………….……... 75 REFERENCIAS …………….…...………………………………………………………………… 79 ANEXOS …..… …………………………….………………....………………...…….…………… 83 3 INTRODUCCIÓN Cuando me senté enfrente de mi escritorio con un documento en blanco el cual tenía por objetivo ser el camino para concluir mis estudios universitarios, una parvada de pensamientos pasaron por mi mente, ¿qué se podría investigar que no fuera un refrito dentro de la psicología? Es por ello que decidí ver al ser humano como un todo y no solo por partes, es decir tomar en cuenta la cultura en la que se encuentra el sujeto, su familia, relaciones socio-afectivas, historia personal, historial de reforzamiento de conductas para entender el todo es necesario descomponer las partes y esto nos lleva a la pregunta: ¿Podemos seguir hablando de enfermedad psicosomática hoy durante el siglo XXI? Comencemos diciendo que al caminar por la acera o nos trasladamos de un lugar a otro observamos muchas farmacias, hoy en día alrededor del mundo existen una gran cantidad de industrias farmacéuticas y con ellas un sinfín de medicamentos sin embargo, no todas las enfermedades son curadas por ellos. Podemos retomar la idea de López (2000) “el cuerpo adquiere valor como mercancía, como fuente de riqueza para diversos ramos comerciales, y los cuidados en el campo de salud posibilitan nuevas fuentes de riqueza en la industria del consumo [...] La construcción social de necesidades no incluye la participación del individuo, lo lleva a ser solo un consumidor de objetos para el mantenimiento del cuerpo”. Es por ello que nos enfocaremos a la formación de las enfermedades psicosomáticas aquellas que su origen va más allá de hospedar a una bacteria o virus en nuestro organismo. El tema de la psicosomática es bastante extenso encontramos diferentes corrientes que de alguna u otra manera se ven relacionadas con este término, por una parte el psicoanálisis menciona que la aparición de síntomas somáticos pueden obedecer a una vía simbólica o no simbólica. En el primer caso, el síntoma expresa simbólicamente un aspecto de un conflicto inconsciente, como en algunas histerias de conversión. Esta es, tal vez, la visión más conocida de la teoría psicoanalítica. Con el tiempo, los psicoanalistas encontraron que sus pacientes padecían 4 trastornos psicosomáticos sin que hubiera signos de transformaciones simbólicas, por lo cual comenzaron a explorar un mecanismo más temprano y básico, que parte más bien de un déficit en la capacidad simbólica o de la “mentalización”. Un antecedente en Freud corresponde al modelo temprano de las neurosis actuales y la neurastenia, en la cual la libido reprimida se descarga casi automáticamente a través de una vía corporal (Uribe, 2006). Otra de las corrientes que nos habla de esto es la de Brown (2004) el cual propone que los síntomas somáticos obedecen a dos procesos de los mecanismos atencionales de los sistemas cognitivos: la forma que adquieren los contenidos de la conciencia y el control del pensamiento y de la acción. En un momento dado, el sistema cognitivo está inundado de una cantidad de información, que es seleccionada y filtrada por medio de mecanismos cognitivos que operan en gran medida por fuera de la conciencia (locus de selección).La activación paralela de sistemas de percepción y memoria permite una formulación de hipótesis perceptuales guiadas por la experiencia previa. Una de esas hipótesis es la que va a permitir organizar la información presente en una representación primaria, que permite dar una explicación del medio y coordinar la acción. La representación primaria, a su vez, activa algunos de los esquemas de acción y pensamiento y, de ese modo, la acción se controla de manera rápida, eficiente y con poco consumo de recursos. Cuando la acción opera en este nivel, se experimenta como intuitiva, sin esfuerzo o no problemática En ciertos casos la activación de estos esquemas y representaciones primarias no es suficiente para guiar el pensamiento y la acción, por ejemplo, porque no hay un esquema que corresponda con la situación vivida. En tal caso se activa un sistema de atención secundaria, que se experimenta como un esfuerzo activo, consciente, que busca organizar la información actual y decidir el curso de acción. Este modelo permite derivar algunos puntos importantes para entender los síntomas funcionales. En primer lugar, los sistemas que controlan la acción operan en buena medida por fuera del control volitivo. En segundo lugar, la organización o interpretación subjetiva de la información no siempre se corresponde con la realidad externa, es decir, con los estímulos sensoriales (Brown, 2004). 5 De acuerdo con este modelo, los síntomas médicos no explicados surgen cuando la activación crónica de representaciones almacenadas en la memoria hace que la representación primaria seleccione una información inapropiada. De esa manera, se interpreta erróneamente la información actual, lo cual es vivido como real, ya que la persona no tiene acceso introspectivo a los mecanismos que seleccionan e interpretan la información. El resto del trabajo en la aplicación de este modelo consiste en dilucidar las posibles fuentes de distorsión en las representaciones primarias, entre las cuales el esquema corporal desempeña un papel principal. Encontramos que el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), decidió cambiar el término psicofisiológico, por la expresión menos comprometido y más diluida factores psicológicos que afectan condiciones físicas (Uribe, 2006). Al revisar los postulados de estas corrientes psicológicas para nuestro tema de interés vemos que el enfoque psicosomático a diferencia de la medicina cotidiana no fragmenta el cuerpo, sino que visualiza al cuerpo como un conjunto de emociones, su cultura, estilo de vida y sus relaciones interpersonales, de ahí que se considere como un símbolo de la sociedad en la que vive, entendemos que es fruto de la sociedad y de la cultura pero, cada individuo es diferente y por lo tanto se apropia de los mensajes sociales de manera distinta. Como vemos la cultura va a establecer las relaciones entre sus integrantes; la sociedad es la encargada de organizar nuestra vida a través de propuestas políticas y económicas, la persona nace en un determinado territorio con determinadas condiciones y debe de adaptarse a ello. Ya con lo anteriormente mencionado podemos decir que al momento de nacer se inicia un proceso en el cual se encuentran involucrados diferentes factores como la cultura, la religión, política, ambiente, sociedad y familia con lo cual se comienza a construir nuestra forma de vida, es por ellos que la enfermedad se construye de acuerdo a nuestra historia de vida. Las situaciones estresantes y neuróticas de las sociedades modernas desembocan a menudo en problemas como la 6 desintegración familiar, el consumo de drogas, la autodestrucción o la enfermedad como un recurso para no enfrentar esta realidad. La primera parte de esta investigación será un pequeño viaje en el tiempo para comprender de dónde provienen los conceptos actuales de la salud y la enfermedad, ya que para entender algo en su totalidad es necesario llegar al origen, para estudiar su composición lo que permitirá comprender el siguiente capítulo; la problemática de la salud hoy en día aquí analizaremos algunas deficiencias en esta área las cuales no permiten “aliviar” todas las enfermedades por medio de medicamentos y tratamientos médicos. Al encontrar deficiencias es necesario plantear soluciones para ellas es por lo que el capítulo 3 aborda el concepto de psicosomática dando una concreta explicación de la importancia de dicho concepto en la formación de patologías sin necesariamente presentar un agente patógeno externo. Dicha enfermedad dentro de la psicosomática puede ser un producto de la sociedad en la que se ha desarrollado el individuo incluso antes de nacer esto lo veremos en el capítulo 4. Para no quedarnos en lo puramente teórico el capítulo 5 nos brindará ejemplos reales del cómo se han ido formado algunas enfermedades en personas con diferentes contextos. Todo esto será necesario para dar respuesta a nuestro objetivo conocer la importancia del influjo sociocultural en la formación de enfermedades psicosomáticas. 7 HISTORIA BREVE DE LA SALUD Y ENFERMEDAD 1.1 ¿Qué es la salud? La salud ha sido una de las mayores preocupaciones en todas las sociedades a lo largo de la historia, constituyendo un valor tanto social como cultural permanente. El deseo de gozar de salud para el desarrollo de una vida plena ha representado una de las metas más importantes de la humanidad. La concepción de Salud ha ido modificándose a lo largo de la historia en función de los cambios sociales, políticos y económicos que las sociedades han experimentado así como del avance de los conocimientos sobre el proceso de salud-enfermedad (González, 2006). Haremos una pequeña revisión sobre cómo se ha ido modificando el concepto de salud a través del tiempo, para ello Lemos, Restrepo & Richard, (2008), mencionan que desde tiempos antiguos se ha observado la asociación entre el estado físicopsicológico del ser humano y la génesis y el mantenimiento de enfermedades, sobre todo las infecciosas, lo cual fue reconocido por la célebre frase de Hipócrates (400 a.C.) “mente sana, cuerpo sano”. Nuestros antepasados precientíficos consideraban la enfermedad tanto desde el punto de vista espiritual como físico y muchas culturas incluían los factores psicológicos y sociales en sus respectivas consideraciones acerca de la enfermedad. Restrepo & Málaga (2001), nos comentan que en los tiempos del poeta Homero los hombres pedían a los dioses una larga vida y una muerte sin dolor, es decir un envejecimiento sano. Los filósofos griegos consideraron que ser saludable era un altísimo don de los dioses. Así mismo, los filósofos de ese entonces compartían ese pensamiento un ejemplo de ello es Platón quien decía que era mejor tener poco dinero y estar sano que estar enfermo y ser rico. Por otra parte, Hipócrates fue el representante máximo del pensamiento griego sobre la vida sana como fuente de riqueza, mencionaba que tanto la salud como la enfermedad estaban determinadas por leyes naturales y reflejaban la influencia ejercida por elmedio y la forma de vida. Por lo cual, la salud dependía de un equilibrio entre los diferentes factores que gobiernan la 8 mente y el cuerpo y que sólo se alcanzaba cuando la persona vivía en armonía con su medio externo: el hombre tendría mayores posibilidades de no enfermarse si viviera razonablemente (Dubos, 1975, en: González, 2006). Por mencionar a alguien más los seguidores de Pitágoras fueron, una orden religiosa que recomendaba una vida pura, adquirida a través de dietas y prácticas especiales dando un gran valor a la música como terapia para restaurar el equilibrio. Dentro del rescate de los aspectos que influyen en el bienestar, no se puede desconocer al filósofo Epicure, defensor de todas aquellas cosas que proporcionan el verdadero gozo por la vida. Los griegos fueron elitistas en sus prácticas de salud porque las recomendaciones de vida sana eran posibles solo para los aristócratas ricos que se podían dedicar al cultivo del cuerpo y al placer, pero no para los que tenían que trabajar y conseguir con su sudor el sustento. Como pudimos leer, esta idea no era sólo del pueblo sino que grandes pensadores compartían la idea sobre la salud, la importancia en su cuidado, el cuerpo era visto como un medio el cual debía de ser venerado y protegido. Avanzando en la línea del tiempo González (2006) menciona que la caída del Imperio Romano y la instauración de un oscurantismo religioso en la Edad Media trajo consigo la creencia de que las enfermedades estaban causadas por la cólera divina, como castigo al comportamiento de los hombres y, por tanto, el abandono de las prácticas higiénicas más básicas para el cuidado de la salud (agua potable, aire limpio y alimentación sana), siendo el resultado la aparición de las grandes epidemias de enfermedades infecto-contagiosas (el cólera, la peste). Unos años más adelante durante el cristianismo se reaccionó contra el cuidado del cuerpo, y se puso al espíritu como principal elemento de la salud; " la higiene pagana no puede preservarla salud " y no son necesarias dietas ni ejercicios, sino bautismos. Pero el cuerpo era el vehículo para llegar al alma, así que en la Edad Media, hubo espacio para la higiene colectiva; el baño jugó un papel importante, era necesario en la conmemoración de la Resurrección y en los monasterios existían baños de vapor para los peregrinos. Se aceptaron las ideas de Galeno porque creía que el alma era más importante y duradera que el cuerpo y fueron abandonados los principios Hipocráticos; no obstante en la Edad Media, se difundieron tanto los principios de 9 Hipócrates como las ideas de Galeno, en pequeños tratados que resumían como debía vivirse (Restrepo & Málaga, 2001). A partir del siglo XVIII y XIX se producen grandes cambios en el sistema social por medio de la Revolución Industrial, se empieza a abandonar la explicación mágica de la enfermedad, comenzando a realizar las asociaciones entre la situación de salud de la población y determinadas condiciones de vida, para ilustrar esta idea Bernardino Ramazzini publicó la obra denominada “de las enfermedades ocupacionales”, en la que relacionaba las enfermedades con la práctica de distintos oficios y las condiciones de trabajo. En el siglo XIX, la Revolución Industrial trajo graves consecuencias para la salud de la población: cólera, tifus, tuberculosis, desnutrición infantil, alcoholismo.., y todo ello como resultado de los graves problemas de hacinamiento, empobrecimiento, marginación (González, 2006). La era bacteriológica de finales del siglo XIX, se inicia con los trabajos de L. Pasteur en los que se identifica la naturaleza microbiana de las enfermedades y se crean las primeras vacunas, así mismo R. Koch afirma que detrás de una enfermedad siempre se encuentra un microorganismo, da lugar a una concepción de salud centrada en el enfoque biologicista con un marcado carácter individual y, por tanto, se plantea la necesidad de que, más que cambiar las condiciones sociales, se hagan todos los esfuerzos en la prevención individual con la aplicación de las vacunas y de la higiene personal (Sáez, 2000, en: González, 2006). Como podemos apreciar, el concepto de salud tiene su base en una construcción social que procede de la experiencia de las personas y de los acontecimientos sociales, religiosos y políticos. En consecuencia, las prácticas individuales y sociales que se derivan del mismo sólo pueden comprenderse integrados en un contexto social, económico, político, histórico (Sáez, 2000, en: González, 2006). Casi a mediados del siglo XX, los cambios sociales experimentados y los correspondientes avances de la ciencia en el conocimiento cada vez más preciso de los factores relacionados con la salud y la forma de prevenir la enfermedad, el cambio en el patrón de morbimortalidad, la revolución de los medios de comunicación y el tratamiento de la información y el fenómeno de la internacionalización han dado lugar a que el concepto de salud evolucione 10 hacia un enfoque positivo, dinámico, multicausal y social, lo que ha constituido la base para que, desde ese nuevo paradigma emergente, se plantee una nueva cultura de la salud. Ahora bien, hemos revisado la concepción de la salud a través del tiempo lo que permite conformar definiciones de sobre el concepto de salud, revisaremos algunas de ellas para evitar caer en ambigüedades en la conformación de este trabajo. De acuerdo con Jaramillo, (2017) el término salud viene del latín “salus,-utis” lo cual hace referencia al estado de completo bienestar físico, mental y social. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel celular como social. Por otra parte la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Carta Constitucional de 1948, define la salud como "el completo estado de bienestar físico, mental y social, y no sólo como la ausencia de enfermedad". Dicha definición introduce el término positivo, lo que supone que la salud debe dejar de considerarse como lo opuesto a la enfermedad (González, 2006); incluye la dimensión mental y social, por tanto, comienza a plantearse ya una concepción que va más allá del nivel biológico y pone de manifiesto que el vivir saludablemente es responsabilidad del conjunto de la sociedad y no sólo del individuo. González (2006) menciona que con posterioridad a la definición de la OMS, han ido surgiendo otras formulaciones del término salud: Desde la perspectiva sociológica, Dubos (1959) la definió como el estado de adaptación al medio y la capacidad de funcionar en las mejores condiciones en este medio. Illich (1976) define la salud como la capacidad de sentirse vivo en el gozo y en el dolor y de amar la sobrevivencia, pero también de arriesgarla. Terris (1987) la define como el producto positivo de la interacción continua del hombre con su medio. A lo largo de las últimas décadas, las definiciones para el término de salud han sufrido múltiples críticas, tanto desde el campo de la Sociología en el que se pone de manifiesto el "papel excesivamente preponderante de las profesiones sanitarias en general y de la médica en particular, en la definición de la enfermedad y sus remedios, cuestionando así la capacidad de los servicios sanitarios en la prevención y curación de ésta "(Gómez, 2000 en: González, 2006), como desde los propios profesionales de la salud, donde se han enfrentado, por una parte, el 11 enfoque biomédico (centrado en la dimensión biológica del proceso salud-enfermedad y con un marcado carácter clínico) y el enfoque salubrista, con tendencia hacia una concepción de la salud más socializada y holística. En definitiva, el concepto de salud está sujeto a la evolución del pensamiento social, a los avances de las ciencias de la salud y a los nuevos retos a los que hay que hacer frente. Constituye, por tanto, unode los sustratos básicos de nuestro sistema de valores sobre el que día a día intentamos facilitar el desarrollo de una vida plenamente humana y universal. Para terminar este capítulo se concluirá que la definición a utilizar a lo largo de este trabajo será la que nos brinda la OMS siendo esta la que menciona de manera precisa y concreta y enfocada a las pregunta esta tesis el ¿cuáles son los procesos y factores que influyen en la conformación de una enfermedad psicosomática? 1.2 ¿Qué es la enfermedad? El problema de saber qué es enfermedad es tan antiguo como el génesis de nuestra cultura Entenderemos por enfermedad el estado del cuerpo humano en el que uno o más órganos dejan de cumplir su función fisiológica normal. Nuestro entendimiento del término enfermar ha evolucionado a través de los tiempos al igual que el concepto de salud, en su elaboración a través de la historia de la humanidad al igual que con muchos otros conceptos tanto en las ciencias fácticas y formales ha contribuido el sentido común y el pensamiento mágico, pero también el pensamiento reflexivo y creador. Como vimos con la historia de la salud las explicaciones míticas también comenzaron a dar respuesta a la enfermedad en donde fueron personificadas y deificadas. Con el tiempo, aquellas explicaciones de mayor contenido estético y moral sobrevivieron por tanto, son todavía parte de la cultura mágico-tradicional de nuestra población. Peña & Paco (2002) comentan que por otra parte la filosofía, fue segunda en otorgar respuesta; un ejemplo de ello son los filósofos naturalistas de Jonia, quienes llegaron a negar la atribución divina (extracorpórea) asignadas por el mito y la religión. Hipócrates, en el siglo V antes de 12 nuestra era, declaraba “...los hombres creen que la epilepsia es divina, simplemente porque no la entienden. Pero, si llamaran divino a todo lo que no entienden, realmente las cosas divinas no tendrían fin...” Ahora bien para el cristianismo, Aristóteles diferenciaba entre cuerpos naturales dotados de vida y los que carecían de ella, entendía por vida el poder de autoalimentarse, de crecimiento y muerte independientes. Pensaba que un cuerpo vivía si estaba dotado de un principio vital, al cual llamó psyqué o alma (Peña & Paco, 2002). Unos años más adelante en la revolución científica del siglo XVII lo cual fue liderada por Galileo (Bunge, 1985 en: Peña & Paco, 2002), forjó un nuevo camino gracias a la “invención” del método científico- para el entendimiento del enfermar entonces, personajes como Bernard y Comte tratarían de dar respuesta a la pregunta ¿Qué es la enfermedad?, pero lo harían desde la “perspectiva científica”. Bernard se opone a las concepciones animistas y vitalistas que aún ejercían influencia en la medicina. Dichas doctrinas, consideraban la enfermedad y sus síntomas como entidades autónomas, extrafisiológicas, “sobreagregadas” al organismo. Por ello Bernard sostenia que los síntomas no son fenómenos totalmente ajenos al estado normal, sino “preexistentes”, siendo por ello, “sólo anormalmente manifiestos en la enfermedad” (Levin, 1994 en: Peña & Paco, 2002). Niega así la existencia [real y racional] de entes, espíritus, demonios y demás “principios vitales” que obcecaban el entendimiento del estado patológico. Auguste Comte también asume una actitud naturalista por lo que mencionaba que todas las enfermedades “sólo son alteraciones de lo normal”; asume que no podrían existir desórdenes de las funciones vitales sin lesiones de órganos o más bien de tejidos. Por otra parte para Rene Leriche (médico francés de inicios del siglo veinte), la enfermedad es una “novedad fisiológica”. “La enfermedad ya no se nos aparece como un parásito que vive sobre el hombre y del hombre a quien agota. La consideramos como la consecuencia de una desviación, del orden fisiológico. En suma, es un orden fisiológico nuevo y la terapéutica tiene que plantear 13 como objetivo la tarea de adaptar al hombre enfermo a ese orden” (Peña & Paco,2002) Pasando los años encontramos a Georges Canguilhem, el cual publica en 1956, “Le normal et le pathologique” (Lo normal y lo patológico), ensayo de gran influencia en Europa, pero que en Norteamérica y en el resto de países fue casi desconocido (Spicker, 1987 en: Peña & Paco, 2002). Él pone en claro que, si bien la ciencia con la ayuda de la estadística puede “descubrir” que es raro “anormal” y que es común “normal”, esta descripción no llega a elucidar qué es lo patológico; para ello, afirma, es necesario admitir un criterio de valor, un criterio convencional. En conclusión, Canguilhem define enfermedad como el estado anormal (patológico) que predispone al organismo a un resultado adverso, dañino y susceptible de ser tratado Como podemos observar nuestro entendimiento del enfermar ha evolucionado a través de los tiempos. En su elaboración han contribuido el sentido común y el pensamiento mágico, pero también el pensamiento reflexivo y creador. Uno a uno los diferentes sistemas de conocimiento han infundido significado y explicación al concepto enfermedad. En un primer intento, la filosofía atisbó solución; empero, fue necesario conocer mejor la naturaleza, la realidad, el ser humano. La ciencia y su método asumieron con creces esa misión. Sin embargo, la pila de datos entregados por ésta parecen haber causado alguna confusión en nuestra perspectiva, ocluyendo su capacidad integradora. Presa de la experiencia sensible, de la "evidencia" y del dato, la medicina todavía no conceptúa un modelo teórico de enfermedad, aunque paradójico para cualquier profano en esta revisión se plasma esa conclusión. Así, la discusión de cómo definir enfermedad es la misma de hace un siglo, esto es, la dicotomía naturalista-valorativa 14 LA PROBLEMÁTICA DE LA SALUD 2.1 Factores no tomados en cuenta para curar una enfermedad Para iniciar este capítulo dejaré en claro que no pretendo desacreditar el papel de la médica o restarle importancia a su quehacer dentro del área de salud, más bien pretendo identificar sus deficiencias para proponer nuevas El problema es cuando este método enfrenta los problemas de la condición humana que son más complejos, de qué sirve saber si están muriendo 40000 mujeres al año de cáncer cervicouterino en México, de qué sirve saber que la célula oncológica tiene un proceso, sino se encuentra solución para su cura, ese método de conocimiento hace que se aleje de la condición de cuerpo cruzado por la cultura y las emociones. Es decir la búsqueda se hace sesgada y no se va a la totalidad del proceso que incluye otros elementos que están presentes en la salud y desde ahí, es más factible pensar en la prevención y no solamente en la remediación. Cuerpo humano y vericuetos El último estudio meta-analítico realizado por Haller, Cramer, Lauche & Dobos en el 2015, sobre la base de 988 investigaciones epidemiológicas realizadas en todo el mundo y una muestra de 70.085 pacientes, revela que entre el 40% y el 49% de los pacientes atendidos en Atención Primaria presentan al menos un síntoma no explicado médicamente. Incrementando la exigencia hasta cumplir criterios de algún trastorno somatomorfo encuentran una prevalencia del 26%, que aumenta hasta el 41% si el diagnóstico ha ocurrido alguna vez en la vida. Por otra parte Bujoreanus & Randall (2014, en: Sánchez & Guerrero, 2017) mencionan que más de un tercio de los pacientes pediátricos con síntomas físicos inexplicables tienen problemas emocionales. Estos niños tienen muchas visitas al pediatra, pruebas médicas, hospitalizaciones y tratamientos inefectivos. Es importante resaltar la importancia del pediatra ya que es el primer contacto y debe coordinar las futuras intervenciones. El diagnósticode trastorno psicosomático debe ser de exclusión, tras haber descartado una enfermedad pediátrica que justifique esos 15 síntomas, por lo que es complejo y, además, puede haber simultáneamente factores orgánicos y psicógenos implicados. La aproximación biopsicosocial a los síntomas facilitará su comprensión. Los estudios de Garber, Walker & Zeman (1991, en: Sánchez & Guerrero, 2017) demuestran que entre el 2-10% de los niños y adolescentes presentan dolores y quejas físicas recurrentes. Los síntomas somáticos funcionales de forma aislada son muchísimos más frecuentes, llegando en algunas muestras hasta el 50%, en las últimas dos semanas, en niños en edad escolar y adolescente. Los síntomas más frecuentes en la población pediátrica son: cefaleas, fatiga/cansancio, dolores musculares, náuseas, dolor de espalda y dolor abdominal. Generalmente, tanto el paciente como su familia, se suelen centrar en un solo síntoma, aunque la aparición de una queja somática predispone a padecer otras, ya que tienden a agruparse. Así, entre un 12-15% de los niños que presentan un síntoma somático funcional refieren, al menos, cuatro síntomas somáticos funcionales. La combinación de síntomas somáticos funcionales más frecuentes es cefalea y dolor abdominal. Sin embargo, la presentación varía según las edades. En la primera infancia, los síntomas somáticos más frecuentes son: el dolor abdominal recurrente y, algo más tarde, las cefaleas. A medida que aumenta la edad, empiezan a manifestarse los síntomas neurológicos, el insomnio y la fatiga (Van Ravesteijn, Wittkampf, Lucassen, et al. 2009, en: Sánchez & Guerrero, 2017). Antes de la pubertad, la relación niño-niña de síntomas somáticos es casi igual, sin embargo, las chicas adolescentes notifican casi el doble de los síntomas somáticos funcionales que los varones adolescentes (Berntsson, Kohler, 2001, en: Sánchez & Guerrero, 2017). Aunque estos son los hallazgos más frecuentes, hay estudios que encuentran un aumento de síntomas somáticos en la población femenina, cualquiera sea la edad. Es habitual que haya una historia de problemas de salud y psicológicos en algún miembro de la familia, aunque también existe cierta evidencia de que los síntomas psicosomáticos tienen un componente hereditario. Así, el trastorno psicosomático aparece en el 10% al 20% de los familiares de primer grado y tiene una mayor tasa de concordancia en los estudios de gemelos monocigóticos Shaw, DeMaso (2006 en: Sánchez & Guerrero, 2017). Estos síntomas somáticos 16 tienen una alta prevalencia familiar; de tal manera que, los niños y otros miembros de la familia suelen compartir síntomas similares, ya sean quejas físicas en general como abdominalgias o cefaleas. Podemos diferenciar: La genética. Los trastornos de síntomas somáticos se han relacionado con los factores de riesgo genéticos de internalización y comparten superposición genética con otros trastornos mentales, incluyendo los trastornos alimentarios. Ambiente familiar. En las familias con niños somatizadores, los dolores abdominales funcionales, la ansiedad, la depresión y otros síntomas somáticos son comunes (Ibeziako, Shaw & DeMaso, 2011 en: Sánchez & Guerrero, 2017). Así mismo, se incluyen: altos índices de problemas de salud, enfermedades de larga duración (diabetes), trastornos psicológicos y problemas psicosociales. Las madres de estos niños y adolescentes tienden a tener un historial de síndrome de intestino irritable, fatiga crónica y trastorno somatomorfo (Campo, Bridge & Lucas, et al 2007 en: Sánchez & Guerrero, 2017). La convivencia con un familiar enfermo puede servir como modelo para el niño de aprendizaje de las ganancias de enfermar. También, se puede encontrar como antecedentes en niños con somatización elevada: presión familiar sobre el niño, sobre todo en familias de elevadas exigencias, una historia de secretos de familia o factores de estrés de la familia, tales como el divorcio de los padres o maltrato infantil (Ibeziako y Bujoreanu, 2011 en: Sánchez & Guerrero, 2017). Herrera & Chaparro (2008) mencionan que las personas aún padeciendo de lo mismo tienen un proceso de construcción de la enfermedad diferente, pero la medicina cae en el error de generalizar, dándole a todas tratamientos similares, sin considerar que no todas tuvieron el mismo proceso de construcción de la enfermedad y no todos la viven de igual forma. Por esto, no a todos les es útil el mismo fármaco aunque padezcan enfermedades semejantes. Lo cual nos lleva a pensar que si bien, la medicina es la disciplina principal encargada preservar la salud no es suficiente para entender el proceso de construcción de todas las enfermedades y 17 esto sucede porque esta suele perder de vista la humanidad del paciente al reducir la salud del individuo solo como una función mecánica. Sabemos que la rama médica busca subsanar el malestar o bien, impedir la enfermedad y finalmente eliminarla, sin embargo el cuerpo humano no debe de reducirse en todas las enfermedades únicamente a la afección de un órgano afectado por un patógeno externo. Así mismo, a pesar de haber leído en los párrafos anteriores enfermedades que tratan los médicos, encontramos evidencia de que el llevar al paciente de nuevo a un estado de salud, no dependerá solamente de los medicamentos que el medico puede suscribir, sino, en algunos casos es necesario entender la historia personal del paciente como las interacciones sociales que ha tenido a lo largo de su vida. Hoy en día hemos olvidado de cuidar de nuestro cuerpo, vivimos preocupados por satisfacer necesidades materiales pero dejamos de lado satisfacer a nuestro cuerpo únicamente vemos al cuerpo como un medio para lograr los objetivos que tenemos, nos enfocamos en que se cure de inmediato sin poner demasiada atención al porqué está mal, tomando en cuenta lo anterior el labor médico es redirigir la salud al atender el órgano afectado interviniendo con medicamentos o procedimientos intrusivos para el organismo, lo cual hace ver al cuerpo como una máquina la cual para que vuelva a funcionar únicamente se le coloca un poco de aceite o se le cambia un engrane. Para sustentar el párrafo anterior López (2006) hace una reflexión sobre la visión de querer curar al hombre con medicamento el problema de ello es que se han enfrentado a una verdad de estos tiempos: la particularidad de un individuo que no puede ser englobado en las leyes universales. Como vemos enfoque médico tradicional no siempre logra ubicar el lugar que ocupa el padecimiento en la persona, es por ello necesario voltear a ver otras explicaciones las cuales realizan un proceso complejo en la relación interna de los individuos, en dónde se escuche lo que el paciente piensa y siente en torno a su dolencia. En el cual, él o ella, logren ir interpretando sus malestares e hilándolos con los puntos de quiebre en su historia, los cuales podrían estar conllevando a la aparición de los síntomas (Vargas, 2013). De esta concepción parten las teorías que se han elaborado enfrenten la compleja trama de ir a las raíces más profundas en el individuo, para entender su sintomatología con base a su historia personal, geografía, religión, etc. 18 Siguiendo la idea de que es necesario ver al ser humano como un individuo y que al enfermar sea visto como tal y no como una más, remontémonos a lo más profundo de nosotros, el genoma humano es el claro ejemplo de la individualidad, para nosotros la individualidad construida tanto histórica como socialmente se obtiene mediante la cultura y la geografía, los hábitos alimenticios y las relaciones de trabajo y personales lo cual nos lleva a entender que aunque tengamos lenguaje, somos diferentes entre nosotros (López, 2006). López (2006) menciona que actualmente existe dos concepciones del cuerpo humano;una indica que el cuerpo es solo un organismo compuesto de carne, huesos y que el conocer su fisiología es suficiente para entenderlo, como “máquina”. Este concepto del cuerpo nos hace buscar leyes universales para todos los seres humanos, lo cual nos aleja de pensar en la individualidad y menos en que un sujeto pueda construirse a sí mismo. La estandarización como una posibilidad para toda la población solo conduce al lenguaje unificado y a las formas estereotipadas de hacer una repetición. Esta idea se ha gestado por más de trescientos años en la sociedad mexicana lo cual hace que lo veamos como algo natural lo que nos lleva a no preocuparnos por la historia del espacio inmediato. Esta segunda concepción confronta con la primera concepción mencionada ya que sostiene que el cuerpo humano se construye a partir de un proceso social, político, cultural y moral. Rompe con la explicación absoluta de que lo corporal es algo que no se relaciona con la cultura o con la historia de la sociedad. Esto significa que el cuerpo no es natural, ya que resulta que las células se han transformado con los procesos sociales y culturales, lo cual implica que no podemos decir que lo natural es ajeno a lo social (López, 2006). La atención clínica mejoraría significativamente si la evaluación médica incluyera variables de carácter psicosocial, en particular el estrés, pero también otros muchos factores psicosociales implicados en la vulnerabilidad a la enfermedad. Algunos factores, como las conductas de salud o el bienestar psicológico, no sólo se asocian a la prevención o a la mejora de la enfermedad sino que, además, promueven la salud (Kissen, 1963; McEwen, 2007; Novack et al., 2007 en: Berrocal, Fava & Sonino, 2016). 19 A) Estresores tempranos El efecto de los estresores experimentados durante las primeras fases de desarrollo evolutivo sobre la vulnerabilidad a la enfermedad ha sido objeto de numerosos estudios (Faravelli et al., 2012; McEwen, 2007; Novack et al., 2007 en: Berrocal, Fava & Sonino, 2016). Mediante la experimentación en animales se ha observado que eventos como la separación materna temprana se asocian, con el desarrollo de modificaciones patofisiológicas, por ejemplo, una mayor activación del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA). De esta forma, los estresores tempranos pueden incrementar la vulnerabilidad del individuo a los efectos del estrés en un momento posterior de la vida. Por otra parte, el maltrato infantil se asocia a un mayor uso de los servicios de salud durante la etapa adulta (Applebaum, Nemets, Kaplan, Witztum, & Belmaker, 2012; Arnow, 2004; Bonomi et al., 2008 en: Berrocal, Fava & Sonino, 2016). La relación entre el maltrato infantil y condiciones como el dolor crónico o el síndrome del intestino irritable ha sido también objeto de considerable interés (McCauley et al., 1997 en: Berrocal, Fava & Sonino, 2016). B) Conductas de salud. Entre los principales factores de riesgo de muchas de las enfermedades de mayor prevalencia en los países desarrollados (como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares) destacan los estilos de vida poco saludables (Mokdad, Marks, Stroup y Gerberding, 1998 en: Berrocal, Fava y Sonino, 2016) entre ellos encontramos una mala alimentación, falta de actividad física, poca o nula información sobre la prevención de la obesidad, si bien, en México existen campañas para brindar la enseñanza necesaria a la sociedad sobre estos temas o en ocasiones el aprendizaje no es significativo y no es llevado a la práctica o bien, puede que lo sea pero el ritmo de vida de un mexicano trabajador no le permite preparar una ensalada, buscaos lo inmediato que puede ser una torta o tacos al salir, así como botanas como papas fritas. Claro, esto es aquí en la ciudad, si vamos al campo estas conductas no serán las mismas. 20 C) Apoyo social Por su parte, la denominada “neurociencia social” ha iniciado a abordar los efectos del ambiente social sobre el cerebro y sobre distintas funciones fisiológicas reguladas a nivel central. Como han sugerido algunos autores el apoyo social parece ser un potente factor de protección de la salud, sobre todo en relación al proceso de estrés, dado que disponer de relaciones sociales positivas se asocia a una menor carga alostática (Seeman, Singer, Ryff, Dienberg, & Levy- Storms, 2002 en: Berrocal, Fava & Sonino, 2016), D) Personalidad. El modelo socio-cognitivo presupone que las variables de personalidad interaccionan con factores ambientales y sociales dando lugar a importantes diferencias en las características de las situaciones que la persona selecciona (Mischel & Shoda, 1995 en: Berrocal, Fava & Sonino, 2016). Así, las variables de personalidad pueden ejercer un amplio efecto sobre el tipo y la cantidad de eventos de estrés que la persona tendrá que afrontar y sobre la representación cognitiva de diversas dimensiones de la enfermedad (p.ej., las causas, el tratamiento, etc.) así como de sus interacciones sociales, incluidas las relaciones con el personal sanitario. López (2006) indica que un padecimiento es una expresión corporal compleja de un individuo, si el padecimiento se considera como una expresión de que el sistema se ha desequilibrado en términos médicos, coloca al individuo dentro de una patología la cual tiene medicamentos y procedimientos específicos para curar tal padecimiento y allí es donde acaba la expresión del individuo; en términos explicativos, esto significa que continúa con las sintomatologías e incluso podrá hacer que los procesos de salud en su interior se den con una orientación en su vida: los síntomas de un padecimiento pueden ir creciendo, los síntomas de un padecimiento pueden ir creciendo, estancarse o hacerse cada vez más complejos e irse estableciendo en el cuerpo con una expansión casi sin control, esto significa que los mecanismos de construcción interna pueden ser desbordados por alguna emoción que se conjuga con la sintomatología y el individuo no puede dejar de sentir. 21 Esta manera del actuar médico no nos deja pensar que esa patología es una expresión más compleja de una condicionalidad social de la individualidad. 2.2 Papel del individuo en la construcción de su salud Conos comenta Varela (2016) en esta época, el milagro de la vida termina cuando se nace, posterior a eso sólo se deja que los días pasen, buscando una razón para mantenerse de pie después de una larga jornada laboral o después de llevar al extremo las sensaciones y el placer. Lejos queda la práctica de invertir la mirada y ver en el interior; me queda claro que el desinterés es parte de la realidad construida, mirar el interior no se tiene registrado en la subjetividad por eso puede parecer absurdo e inclusive una pérdida de tiempo. Un poco más acá, el desinterés nos da el punto de referencia de este mundo, distanciarse como sinónimo de certeza, buscamos las respuestas afuera. De aquí podemos partir, es una paradoja: pensar y sentir la vida sin experienciarla. A principios del siglo XX se tenía la creencia de que el adquirir una enfermedad no era responsabilidad propia ya que era imposible evitar las bacterias y los virus que la causaban; sin embargo, en los últimos años este punto de vista ha quedado atrás, pues actualmente la conducta del hombre está muy relacionada con su nivel de salud, por lo que muchas personas han tomado conciencia y han adoptado una actitud activa, practicando estilos saludable que se traducen en un incremento en la expectativa y calidad de vida. No obstante esto, aún hay quienes piensan que pase lo que pase los médicos tiene la solución para cualquier mal, por lo que llevan a cabo ciertos hábitos inadecuados (fumar, ingesta de bebidas alcohólicas en exceso, dietas altas en grasas, etc.) (Herrera & Chaparro, 2008).Estos autores también mencionan que el cuerpo se ve como un medio para la mercadotecnia, lo que se manifiesta en una gran cantidad de artículos para el cuidado y bienestar del individuo. En realidad estos productos no son tan importantes para las personas, y en algunos casos se distorsiona la información de los mismos. Con esto se ve la fragmentación que se maneja del 22 cuerpo, con productos específicamente diseñados para ciertas partes del cuerpo (cremas para el cuerpo, cara y manos, maquillaje, gel para el cabello, desodorante, etc.), con distorsiones en la promoción de alimentos que benefician exclusivamente a ciertas partes del organismo (cereales, jugos, aguas, licuados, etc.); aunado a esto, también tenemos toda una gama de ideas que se inculcan a la gente, con los estereotipos de cómo debe ser una persona, qué es mejor y peor para ciertas situaciones, cómo prevenir y mejorar situaciones, así como normas de conducta a seguir, donde el hombre tiene que ser de tal manera y la mujer de otra diferente. Con esto vemos la diferencia entre el hombre y la mujer, a la vez que hay diferentes formas de tratar al cuerpo, de uno y de otro; existen diferentes recursos del hombre para atender una gran diversidad de circunstancias, que el mismo ha creado para simplificar y solucionar más rápidamente las situaciones que se presenten, haciendo valer la ley del menor esfuerzo. Así, siempre estamos en la búsqueda de simplificar toda acción que requiera alguna actividad física, desde los diferentes tipos de trabajo, la gran variedad de formas de comida que hay en el mercado, modos de preparación de la misma, relaciones con otras personas, comunicación y formas de prevenir y tratar enfermedades (Herrera & Chaparro, 2008). Partiendo de que la personalidad es una construcción social, es decir, la persona es un ser social, también se podría considerar que "es cierto que los hombres nacen solos y mueren solos", pero el intervalo entre el antes y el después de estos dos extremos son sociales; así mismo la manera en la que se realizará el nacimiento y la muerte están determinadas las relaciones sociales donde el individuo desarrolla su existencia. Retomando lo anterior tenemos que tanto en la muerte como en el nacimiento se ven implicadas las relaciones de los individuos con la sociedad, por tanto los procesos de salud-enfermedad también se encontrarán trastocados por el contexto de dichas interrelaciones, por lo que las interpretaciones que se dan sobre salud y enfermedad se encontraran predeterminadas por las relaciones sociales y de la sociedad, por otra parte el proceso para sanar alguna enfermedad así como la importancia que se tome cambiara de acuerdo al contexto en el que se encuentre nuestro individuo. http://www.saludcolectiva-unr.com.ar/docs/SC-001.pdf 23 Al analizar lo que González de Rivera (s/f) menciona en su artículo podemos decir que desde la antigüedad ha existido una tendencia a considerar la enfermedad como una cosa en sí misma, originada por una causa única o, a lo más, por una combinación simple de causas. Esta creencia tiene un importante atractivo emocional, pues resulta reconfortante pensar que la enfermedad es un ente extraño al individuo y que un factor aislado o aislable es el único responsable de la misma. Tanto el paciente y sus familiares como el médico pueden permitirse la ilusión de que este supuesto factor responsable puede ser atacado, exorcizado o amputado de una manera simple. Gran parte de las actividades de la medicina actual están basadas en este concepto, y muchos médicos continúan eliminando artificialmente de su atención los factores psicológicos y sociales de sus pacientes. 24 PSICOSOMÁTICA Creo que es pertinente iniciar este capítulo con una pequeña reflexión la cual dará pie al desarrollo del tema “algunas veces cuando se administran calmantes o antiinflamatorios; quererse escapar de los mensajes del cuerpo, es tomar medicamento para callar su voz” (López, 2000). Ahora bien, hemos dicho las fallas que se tiene en la medicina alópata pero, es momento de dar una alternativa para estas deficiencias es por ello que encontramos a la psicosomática la que nos dice que el cuerpo está conceptualizado como un microcosmos y encuentra una estrecha relación con elementos que se encuentran en la naturaleza: madera, fuego, tierra, metal y agua, y éstos a su vez con los órganos del cuerpo; así cada elemento corresponde a dos órganos: madera, hígado, vesícula biliar; fuego, corazón e intestino delgado; tierra, bazo-páncreas y estómago; metal, pulmón e intestino grueso; vejiga y riñón. La relación que existe entre los elementos es la que se guarda en el interior del cuerpo. El equilibrio entre lo endógeno y lo exógeno guarda una relación de armonía, de modo que cualquier cambio que suceda tendrá efectos e implicaciones que se manifestarán al interior del cuerpo y se expresarán en problemas con la relación de los elementos y los órganos (Herrera & Chaparro, 2008). El concepto de equilibrio refiere a una relación que se ajusta a las circunstancias de las formas en que se han construido las relaciones sociales por los hombres, esto quiere decir que las relaciones entre los elementos se ven transformadas. Esto tiene una consecuencia en los procesos internos del cuerpo, lo que se explica a partir de la relación que tienen los órganos al interior del mismo (Herrera & Chaparro, 2008). “No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta.” Vincent Van Gogh. 25 A lo largo de la historia, el cuerpo humano ha sido conceptualizado de diferentes maneras, y se ha tomado como un instrumento para lograr diferentes objetivos. Entorno a esto se ha marcado una gran diferencia entre lo que afecta al cuerpo y lo que afecta a la mente, haciendo una distinción tan grande que el organismo se ha llegado a fragmentar (Herrera & Chaparro, 2008) Como sabemos el ser humano tiene un único objeto que es de su propiedad: el cuerpo. Como cualquier objeto se puede utilizar de diversas formas, en este caso, estamos en una sociedad de consumo, por lo que su cuerpo lo tiene que vender como fuerza de trabajo, se hace hedonista ¿para qué lo quiere? o, ¿para qué le han dicho que sirve? En eso consiste el problema, ¿en qué se convierte el cuerpo o en qué lo usamos? Identificando lo anterior podemos decir en que puede culminar una vida o hacia dónde puede trascender su condición humana en lo que vive (López, 2006). Herrera & Chaparro (2008) comenta que a pesar de la idea de conceptualizar al cuerpo desde un punto de vista científico, este actúa de forma conjunta y en equilibrio. Con la división del organismo, perdimos la capacidad de valorar y recuperar muchas sensaciones que se nos presentan; hacemos tan grande la división del organismo que olvidamos situaciones y sensaciones que se nos presentan día con día; además mecanizamos conductas y actitudes que pueden perjudicarnos. Nos olvidamos de que el cuerpo envía mensajes, en algunos casos difíciles de interpretar; pero otro tipo de estos esta en relación con la construcción de enfermedades o del conocimiento, no lo escuchamos fácilmente y si lo llegamos a detectar lo ignoramos. Herrera & Chaparro (2008) estos autores mencionan que es necesario tener claro que para hablar de una enfermedad primero es necesario hablar del concepto de cuerpo, pues dependiendo de este se verá y se tratará laenfermedad. Como ya vimos, dentro de la visión del mundo occidental el cuerpo se concibe ya sea como una máquina o como mercancía. Pero ahora hablaremos de una visión diferente en la que el cuerpo es un microcosmos y donde no existe la fragmentación mente - cuerpo porque el cuerpo es algo vivo que se relaciona con el medio que le rodea. Esta es una visión integradora en dónde el cuerpo como micromundo está en continua relación con el macromundo del cual forma parte; es decir, bajo esta perspectiva no se ve a la persona como un 26 ente aislado. “Está noción de que sujeto y objeto, el sí mismo y el otro, hombre y ambiente, son al final de cuentas idénticos, es lo que constituye la visión holistica del mundo”. González (1993) nos menciona que la relación entre lo psíquico y los procesos somáticos del organismo demostrada y tratada de manera terapéutica por primera vez por Sigmund Freud mediante el psicoanálisis mediante el cual se desprendió toda una concepción de trabajo en el campo de los psicosomático y la cual mantienen una vigencia hoy en día. Lemos, Restrepo & Richard (2008) comentan que las palabras griegas psyche y soma significan, respectivamente, mente y cuerpo; de ellas deriva el término psicosomático, aplicado a la influencia de la mente sobre el cuerpo. La medicina psicosomática, trata de la investigación científica de la relación entre los factores psicológicos y los fenómenos fisiológicos en general y de los mecanismos en la patogenia; pero, en un sentido más amplio, se refiere a una filosofía que hace hincapié en los aspectos psicosociales de las enfermedades. En su libro Herrera & Chaparro (2008) nos dicen que desde 1968 la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere al trastorno psicofisiológico como “trastornos somáticos que se presume son de origen psíquico”. En el capítulo V de la edición de 1978 de la Clasificación Internacional de Enfermedades se le describe como “una variedad de síntomas físicos o de trastornos fisiológicos de origen mental, sin gran daño tisular y que generalmente se expresan por vía del sistema nervioso autónomo”. Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), el término psicosomático significa “que afecta a la psique o que implica o da lugar a una acción de la psique sobre el cuerpo o al contrario”. El Diccionario Médico Webster, de la Enciclopedia Británica, especifica que psicosomático tiene los siguientes significados: 1) “de, relativo a, relacionado con o que involucra tanto a la mente como al cuerpo; 2) “de, relativo a, relacionado con o referido a síntomas corporales causados por trastorno mental o emocional”; y, 3) “que exhibe síntomas psicosomáticos” 27 La medicina psicosomática, siguiendo la definición de referencia, trata de la investigación científica de la relación entre los factores psicológicos y los fenómenos fisiológicos en general y de los mecanismos en la patogenia; pero, en un sentido más amplio, se refiere a una filosofía que hace hincapié en los aspectos psicosociales de las enfermedades y de los cuidados médicos. El concepto psicosomático conlleva una serie de implicaciones epistemológicas: en primer lugar el incluir lo somático y lo psicológico en el asunto de enfermarse sin explicarse, al juntar estos dos conceptos quiere decir que se entienda mejor la relación que se da entre procesos psicológicos y procesos físicos, y en segundo lugar, la ocurrencia de una mega-categoría como lo es lo psicosomático, puede llevar a la pérdida de una distinción autónoma entre lo psicológico y lo físico, así mismo, la somatización complica que una enfermedad deba ser somática o mental, haciendo que los diagnósticos se arriesguen a excluir aspectos psicológicos o den un diagnostico “mente sana, cuerpo sano” (Novoa, 2002). Sánchez & Guerrero (2017) retoman a Alexander el cual postula en 1950 que los trastornos psicosomáticos aparecen cuando los afectos o las emociones no pueden expresarse normalmente y cuando la energía que permanece encerrada en el organismo de forma crónica produce una disfunción de los órganos. Desde una perspectiva biológica, se busca el trasfondo neurobiológico de los trastornos psicosomáticos y, desde el psicoanálisis, se busca el significado psicológico del síntoma. Ambas perspectivas no tienen por qué ser irreconciliables. En la comprensión actual de los trastornos psicosomáticos, aparece el estrés en clara relación a estos trastornos, siendo la percepción individual de dicho estrés el factor implicado, ya que los mismos acontecimientos vitales pueden ser vividos como estresantes por algunos niños y por otros no. El estrés en los trastornos psicosomáticos aparece como precipitante o perpetuador de estas patologías. Ejemplos claros nos lo proporcionan: la dermatitis atópica, el dolor abdominal crónico o las cefaleas. El cerebro tiene como misión recibir, interpretar y almacenar información esto con el fin de hacer frente a la realidad exterior y mantener el equilibrio del medio interno. Esta transmisión de información se realiza gracias a los sistemas nervioso y endocrino, cuya acción es complementaria. La comunicación entre los sistemas nervioso y endocrino se efectúa principalmente a nivel del hipotálamo, mediante la actividad de las células neuroendocrinas, estas 28 son neuronas especializadas que reciben impulsos neuronales, pero cuya acción eferente consiste en secreción hormonal liberada a través del axón. De manera análoga al sistema nervioso y al endocrino, el «sistema inmunológico» juega un papel importante en la comunicación interna y en la adaptación biológica. Su acción defensiva contra invasores externos contribuye al mantenimiento de la homeostasis, siendo influida su función por factores endocrinos y neuronales. Para seguir con esta línea González de Rivera (s/f) realza a la psicosomática, como la única disciplina específicamente dedicada a estudiar las relaciones entre fenómenos biológicos, sociales y psicológicos. Es por eso que puede ser considerada como una ciencia de tipo integrativo, cuyo objeto consiste en observar e interpretar las relaciones entre las tendencias, estados, procesos y acontecimientos psicológicos y los biológicos, tal como son influenciados por el medio ambiente físico y humano, tanto en la salud como en la enfermedad. Herrera & Chaparro (2008) de este universo de propuestas, este trabajo retoma la realizada por Sergio López Ramos, pues reconoce que los seres humanos estamos ligados a nuestro entorno a través de los alimentos que comemos, el agua que bebemos, el aire que respiramos, la tierra sobre la que caminamos y las relaciones que establecemos con todo lo que nos rodea, y muestra cómo a partir de estas condiciones podemos conocer qué tan deteriorada o cuidada está la condición corporal de un individuo. Es así que estos autores han articulado las circunstancias sociales, ambientales y culturales que a lo largo de la historia han promovido la aparición y el desarrollo de varios fenómenos, entre ellos las enfermedades que aquejan a los mexicanos. Para ello se recurre a las personas para quienes estas enfermedades son una realidad, y se observan las características que presentan sus cuerpos y otros aspectos que no se abordan en textos médicos. La complejidad de este enfoque permite articular los estilos de vida, las maneras manifestar las emociones y las explicaciones que se construyen de acuerdo a la cultura y la geografía a la que pertenece el individuo. Esta es una nueva posibilidad de comprender la unidad corporal como un 29 microcosmos que permite articular otras relaciones e interpretaciones sobre lo que se considera lo psicológico (López, 2006). Un ejemplo de lo que hemos postulado lo menciona López (2006) ya que su práctica con los pacientes es lo que le ha permitido replantear el concepto del cuerpo y lo que construyeal sujeto; los procesos internos de acuerdo con su conciencia y las formas de construir conforme a la cultura, historia familiar y estilos de vida. Se buscan relaciones construidas por el propio sujeto en un proceso histórico-cultural-nutricional-sentimental-inconformidades. Sustentando el párrafo anterior podemos decir que ver al cuerpo desde la cultura se convierte en algo que abre nuevos horizontes para poder darle una nueva mirada a lo que le ocurre al cuerpo eso hace que los estudiosos del cuerpo sepan darle un sentido profundo a lo subjetivo o simbólico, es decir que un ser humano tiene distintas aristas para ser leídas, lo que implica un trasfondo sobre la imposición de la cultura en el cuerpo, desde la cultura el cuerpo se puede justificar con los símbolos y los significados para poder ser un nuevo proceso sobre la salud, la forma en que un sujeto se apropia de los significados y símbolos de una cultura le dan un estilo de ser y de actuar único, eso nos lleva a una frontera sobre la socialización de formas de sentir y de actuar con el cuerpo, las formas y maneras de hacer vida social incluye un nuevo proceso en relación con lo biológico, por ejemplo, la salud vista con la biología es algo que no puede dejarse de lado con la cultura, esto significa que un ser humano no es solo una cosa o la otra, el proceso de construcción de la complejidad en el cuerpo nos da un nuevo fruto que en su interior no es solo una bacteria o un virus haciendo destrozos en el cuerpo, truncar la forma de ser o de sentir en los sujetos es parte relacionada con la cultura de los procesos personales de los sujetos, esta vertiente nos obliga a darle un nuevo sentido a las maneras en que un cuerpo se construye día a día en una cultura (López, 2006). López (2006) nos invita a que hagamos un análisis que rebase estas dos perspectivas en cuanto a la profundidad de un ser humano; un cuerpo se somete a las voluntades de un proceso psicohistorico que crea la condicionalidad. El círculo vicioso no se rompe, eso significa que un cuerpo con estos dos procesos de transformación da un nuevo ser social en cuanto a sus mecanismos de construcción de alternativas, un ser humano que no ve la frontera sino que se abre 30 a las nuevas sensaciones y los procesos de construcción da un cuerpo que puede que cambien de patologías y los procesos de construir la enfermedad; esto nos lleva a la aceptación de que un cuerpo tiene su proceso interno. El cuerpo tiene una relación interna la cual es importante conocer para poder comprender el cómo es que un cuerpo se enferma o se conserva en un equilibrio de buena salud; así, es por ello que las emociones están presentes en la construcción del cuerpo, porque lo corporal es un proceso sociohistórico que permite darle uniformidad a el habla, la moral, la religión o la ética entre otros elementos pueden darnos esa idea de lo corporal para no caer en los determinismos; las emociones no están ajenas a este proceso de lo corporal pero están incrustadas en la vida familiar y personal (López, 2006). La fragmentación es algo que nos es dado por parte de la sociedad es por ello que López, (2006) menciona que el estado ha institucionalizado el ser hombre o mujer ellos dos coexisten cada día, sin embargo, cuando aman, piensan lo hacen de una manera sesgada o total, el problema radica en cómo articular esos dos procesos en su vida personal y lo hace unidad lo cual lo hace ser coherente o congruente con una forma de sentir, de pensar. Enfrenta el conflicto de la fragmentación de un sujeto que no se ha redimensionado en la construcción social. Una persona así puede somatizar de manera fácil porque tiene sus miedos, sus dudas, angustias, presión social, responsabilidad. López (2006) dentro del proceso de somatización, el tiempo juega un papel muy importante en el individuo para poder construir su padecimiento; sea con un tiempo largo o corto, el proceso se da en el interior del sujeto y habrá de darle una mirada distinta a su padecer y eso solo es el principio de un sentir, es parte de una realidad interior que la técnica establece y el sujeto puede construir con sus ritmos, eso implica que la manera de vivir, en esta lógica se entiende que lo psicosomático se puede explicar desde una lectura de lo fenoménico y puede darle un sentido a la perspectiva gnoseológica. Poder descifrar o articular este proceso con el cuero de la salud no es algo distante de la significación de lo que entendemos por la salud de un cuerpo que no es solo fisiología o síntomas que expresan un código de lectura que no da para las otras lecturas. 31 Robles (1942 en: López, 2006) menciona que las disociaciones somáticas de la red vago- simpática repercuten sobre el estado de ánimo, el tipo de reacción humana y el carácter así mismo, las interacciones con las endocrinas tienen bajo su control el equilibrio químico basal del organismo y así colaboran en esta función que es la unidad somática. Baeza, Bulbuena, Fénétrier & Gély (2011) mencionan en su artículo algunas de las enfermedades psicosomáticas más comunes descritas en la literatura y evaluadas en este estudio ocurren en los sistemas digestivo, respiratorio, nervioso, endocrino y locomotor. Sistema digestivo: Colon irritable, que es una enfermedad gastrointestinal caracterizada por alteraciones del ritmo intestinal, estreñimiento diarrea y dolor abdominal. Se ha observado que el malestar emocional produce en el aparato digestivo un aumento de la irritabilidad colónica. Sistema respiratorio. Asma, que es una enfermedad respiratoria de la vía aérea caracterizada por episodios repetitivos de “silbidos”, sensación de ahogo, opresión en el pecho y tos. Faringitis, que es la inflamación de la mucosa que reviste la faringe (parte posterior de la garganta), que produce dolor al tragar, inflamación de las amígdalas y fiebre más o menos elevada. Las condiciones de vida, las crisis de roles y el aislamiento social han demostrado su influencia en la génesis de ciertas enfermedades respiratorias tales como el asma, las infecciones de las vías respiratorias altas y las rinitis estacionales (Jacobs, Spilken, Norman & Anderson, 1970 en: Baeza, Bulbuena, Fénétrier & Gély, 2011). Se ha evidenciado que el asma bronquial se relaciona con determinados aspectos psicológicos como la ansiedad, llegándose a la conclusión de que entre mayor es el grado de ansiedad, menor es el funcionamiento respiratorio, (De Pablo, Picado, Martín & Subid, 1988 en: Baeza, Bulbuena, Fénétrier & Gély, 2011). 32 Sistema nervioso. Tenemos la Cefalea de tensión, que se siente en la parte alta de la cabeza y es un dolor continuo, se encuentra vinculado normalmente con una contracción sostenida de los músculos de la cabeza y del cuello, la cual se ha asociado a altos niveles de ansiedad. Jaqueca o migraña, que es un dolor más severo y pulsátil que se siente en un lado de la cabeza y que cursa también con náuseas, vómitos. Existen estudios que demuestran que la frecuencia de los desórdenes afectivos es tres veces mayor entre quienes sufren jaqueca que entre la población general, aumentando este predominio en las personas que padecen diariamente de dolor de cabeza crónico. Fatiga crónica, que se refiere a un estado de astenia o cansancio crónico de más de seis meses de duración, acompañado o no de mialgias, cefaleas, estado depresivo, insomnio o hipersomnia, sin que haya un desencadenante obvio. Se ha descrito que la fatiga crónica se asocia con trastornos psiquiátricos (Wessely, Chalder, Hirsch, Wallace & Wright, 1996 en: Baeza, Bulbuena, Fénétrier & Gély, 2011). Sistema endocrino: Hipotiroidismo, que tiene en su base un proceso autoinmune y que es un síndrome que expresa un menor efecto de las hormonas tiroideas en las células. Entre sus manifestaciones clínicas están la fatiga,letargia, estreñimiento, intolerancia al frío, rigidez y contractura muscular. La literatura sugiere una asociación entre la disfunción tiroidea y los trastornos depresivos; además, se ha observado que las hormonas tiroideas pueden ser alteradas por el estrés crónico (Brown, Bonello & Pollard, 2005 en: Baeza, Bulbuena, Fénétrier & Gély, 2011). Aparato locomotor: Artralgias (dolores articulares) y lumbalgia, que son muy frecuentes en la población; estas alteraciones han sido asociadas a estados ansiosos (Baeza y Bulbena, 2010 en: Baeza, Bulbuena, Fénétrier & Gély, 2011). Cuando acudimos al servicio médico por alguna de estas enfermedades no nos preguntan acerca de nuestro ritmo de vida, únicamente nos recetan un medicamento o bien, al conocer los medicamentos que el medico brinda para estas enfermedades “comunes” los tomamos sin 33 preguntarnos el porque de nuestro malestar, así es como únicamente calmamos el malestar sin resolverlo lo que posteriormente hará que se compliqué progresivamente. Para terminar este capítulo Kroenke (2003) menciona que el 80% de la población general tiene algún síntoma somático en un mes, pero son autolimitados pues solo se consulta por un 25%. Las expectativas negativas y preocupaciones por ellos promueven la búsqueda de ayuda sanitaria, aunque el 75% se resuelven sin intervención en pocas semanas. Por otra parte este mismo autor menciona que más del 70% de los pacientes con gastritis son mujeres, muchas de las cuales tienen una historia de abuso físico o psicológico. Estas personas refieren de modo típico una historia prolongada de dolor abdominal (más de 6 meses), que es difuso y se describe en términos vagos y extraños que no corresponden a la fisiología normal. En su mayor parte se han sometido a pruebas y procedimientos diagnósticos extensos con hallazgos negativos. La información dada en las páginas anteriores son la base para entender la importancia de trabajar desde la perspectiva de la psicosomática es necesario dejar de “dormir” a nuestro propio cuerpo con fármacos los cuales solo generan tranquilidad y bienestar por un momento pero al no ser arreglado el problema al pasar el tiempo esta saldrá de nuevo en forma de otra enfermedad y tal vez más complicada. Como vemos existen estadísticas que comprueban estas teorías por lo que no estamos frente algo nuevo pero si es algo olvidado por ello lo vemos como extraño. 3.1 Los órganos y emociones Hasta aquí ya revisamos que es la psicosomática sin embargo, es necesario entender el cómo se llega a la conclusión de que una enfermedad es psicosomática ya que como hemos visto no todas las enfermedades lo son. Para esto, Reyes (2014) nos comparte la Teoría de los 5 elementos la cual menciona que las emociones tienen una ruta que se expresa a través del padecimiento o síntoma, pues están articuladas con los órganos y la cultura, por lo que una parte fundamental que 34 debemos tener siempre en cuenta es que cuando el ser humano enferma no lo hace de manera independiente a su contexto, estilo de vida y emocionalidad, por el contrario, lo hace con relación a él. Al respecto, Rosete (en: López, 2006), menciona que cuando hablemos de contextualizar al individuo para comprender su síntoma o enfermedad se tienen que considerarse ineludiblemente lo siguiente: “su microproceso, que da cuenta de su vida como individuo, esto es, su condición corporal multidimensional, la memoria corporal de sus percepciones, sensaciones, emociones, movilidad y sus procesos de lenguaje, pensamiento, memoria y procesos cognitivos; b) su mesoproceso, conformado por su vida familiar, social, económica, política, cultural, ética, entre otras que se manifiestan en prácticas cotidianas como costumbres, tradiciones y valores; c) su magnoproceso, vinculado con la dimensión civilizaciones, que como vimos, la aprendemos de acuerdo con nuestras experiencias a través de discursos y significados de la modernidad y posmodernidad; y d) el cosmoproceso, que da cuenta de nuestra vinculación con la naturaleza y el cosmo” (p. 141). Herrera & Chaparro (2008) nos brindan una analogía la cual puede parecer muy romántica sin embargo contienen enseñanza al corazón se le articula con el verano: en éste, la flor y el fruto crecen y a su vez, el corazón deja que el cuerpo logre su plenitud con espontaneidad y hermosura al garantizar, en conjunto con el intestino delgado, la calidad de sangre. El corazón impulsa la circulación sanguínea y de manera conjunta las sensaciones y sentimientos a lo largo del cuerpo, ejerciendo un dominio sobre la actividad psíquica: el intestino delgado tiene la función de almacenar, absorber y evacuar, así como separar los desechos de los principios nutritivos, asimila e interpreta los estímulos emocionales que recibe del cuerpo, protegiendo de esta forma al corazón. A finales de verano la naturaleza está empeñada en dar forma a las cosas y en cambiar su color, por lo que este se encuentra asociado al bazo, quien se encarga de la generación de sangre y de “dar forma” a los principios nutritivos de los alimentos que han sido procesados por el estómago produciendo enzimas; también es el encargado de incorporar ideas e información a la mente, favoreciendo en el ser humano la facultad de concentrarse y generar pensamientos. 35 Los pulmones tienen una función de intercambio con el ambiente mediante la inhalación y la exhalación; a partir de su capacidad de diferenciar en el aire que respiramos lo bueno y lo malo, cuando se realiza la cosecha de otoño, genera armonía al regular la distribución de energía y de sangre por todo el cuerpo. Tanto los pulmones como el intestino grueso son los encargados de eliminar del organismo lo que éste ya no necesita. El estado de salud de esta pareja de órganos interviene entonces en la capacidad de desapegos: sólo si somos capaces de desprendernos de los viejos podremos adaptarnos a lo nuevo. Herrera & Chaparro (2008) comentan que los riñones son los primeros órganos que se forman en el cuerpo de manera posterior a la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide, por lo que son el lugar donde se atesora la energía que se adquiere por la respiración y la alimentación; se relacionan con el invierno, época del año donde se almacena aquello que la naturaleza produjo después de todo un año, de donde se toman las reservas mientras llega la primavera. A partir de los riñones de generan tanto la médula ósea como el cerebro en el feto, por lo que las inteligencia, la agudeza mental y la capacidad cerebral son regidas por ellos, así como las épocas de desarrollo físico del ser humano. Los riñones también regulan la calidad de los líquidos en el cuerpo y rigen su equilibrio: todos los días, aproximadamente 100 litros de líquidos atraviesan nuestros riñones, y de esta cantidad, solamente un litro y medio aproximadamente se desecha en la orina que se almacena en la vejiga; por esta capacidad de reconocer lo bueno y lo necesario o lo dañino, su mal funcionamiento dificulta esta distinción afectando la voluntad de la persona (Herrera & Chaparro, 2008). También se han identificado relaciones entre estos órganos con distintas emociones: se ha visto que la pareja hígado - vesícula biliar resulta afectada por la ira, corazón - intestino delgado por la alegría, bazo - estómago por la ansiedad, pulmón - intestino grueso por la melancolía o tristeza, y riñón - vejiga por el miedo; esta unidad se ha identificado a partir del impacto que uno tiene sobre otro y viceversa: así como la ansiedad nos puede hacer sentir “mariposas en el estómago”, una alteración en algún órgano puede favorecer o impedir la aparición de alguna enfermedad (Herrera & Chaparro, 2008). 36 En el texto de Herrera & Chaparro (2008) encontramos la teoría de los cinco elementos